LA APARICIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II JUNTO A NUESTRA SEÑORA DE MEDJUGORJE
Ivan Dragicevic, (uno de los seis videntes), estaba en una misión en los Estados Unidos el 2 de abril. Al día siguiente, 3 de abril, domingo de la Divina Misericordia, fue a Bangor, Maine, a dar una charla y observó que todos estaban consternados por la muerte del Santo Padre. Ivan le dijo a la audiencia en Maine que la víspera, sábado 2 de abril, estando en una parroquia en New Hampshire, recibió su aparición diaria justo unas horas después de la muerte del Papa, debido a la diferencia horaria con Europa. Explicó luego que cuando la Santísima Virgen se le apareció, estaba sola como de costumbre, pero que luego ¡el mismísimo Santo Padre apareció a la izquierda de nuestra Señora. Llevaba una larga túnica blanca y una capa dorada! Ivan dijo que se lo veía muy joven y que ambos el Santo Padre y la Virgen estaban muy felices. La Virgen le dijo a Ivan: «¡El es mi hijo, está conmigo!» ¡Ivan le contó al grupo que luego de la aparición quedó tan sobrecogido que apenas pudo dormir! Las personas que asistieron a la aparición comentaron que nunca habían visto tan feliz a Ivan.
A causa de su gran amor por el Papa Juan Pablo II, Vicka fue a Roma para asistir al funeral del Santo Padre (dejando a sus dos hijos en casa con Mario). Ella había tenido ocasión de encontrarlo varias veces en el pasado, trayendo a peregrinos enfermos y tullidos de su patria para obtener su bendición. El Santo Padre la bendijo igualmente cuando fue a Roma como flamante esposa junto con su marido, Mario, justo luego de haber contraido matrimonio en Medjugorje.
Mientras el mundo entero está centrado en la extraordinaria vida y muerte del Santo Padre Juan Pablo II, quiero unirme a los millones de personas que alaban a este hombre tan admirable, ¡este reflejo del amor y de la luz de Jesús en la Tierra!
En estos días han circulado algunas noticias relacionadas con Medjugorje y es necesario hacer algunas precisiones. Así es como los acontecimientos sucedieron:
El Papa partió de este mundo en Roma a las 21:37 del sábado 2 de abril, durante la vigilia de la fiesta de la Divina Misericordia, fiesta que él mismo instituyó en abril del 2000. Esa mañana, como todos los días 2 del mes, Mirjana Soldo recibió su aparición en el nuevo edificio del Cenacolo y oró junto con la Santísima Virgen por los no-creyentes. La atmósfera estaba cargada de emoción, sabiendo que el Papa Juan Pablo II se hallaba suspendido entre la vida y la muerte. Por lo tanto oramos con intenso fervor a nuestra Señora en el momento de la aparición encomendándolo entre sus manos. Una vez que Mirjana salió de su éxtasis, dijo:
«La Gospa nos ha bendecido a todos con su bendición maternal. Dijo que la mayor bendición que podíamos recibir aquí en la tierra es la de un sacerdote. También bendijo los artículos religiosos que habíamos llevado. Luego la Gospa dijo: «En este tiempo, les pido que renueven la Iglesia». Entonces yo (Mirjana) le dije, ‘¡Lo que pides es muy grande! ¿Soy capaz de hacerlo? ¿Somos capaces de hacerlo?’ Y la Virgen contestó: «Pero mis queridos hijos, ¡yo siempre estaré con ustedes! Mis apóstoles, ¡siempre estaré con ustedes y los ayudaré! Renuévense ustedes mismos primero y renueven sus familias, y luego todo será más fácil».
Mirjana también dijo que le había preguntado a la Virgen por el Papa, pero que ella no había respondido. En cambio, rezaron juntas por él.