Tú encajas en la JMJ

Desde Bishara

La semana pasada en Torreciudad se convocó un concurso especial. Se presentaban vídeoclips hechos por estudiantes, que sirvieran como anuncio de la Jornada Mundial de la Juventud, que como todo el mundo sabe, será en Madrid, en agosto de 2011. Hay uno muy simpático en el que preguntan a la gente por la calle si sabe qué es la «JMJ». Muchos, ni flores. Una espabilada responde rápido que «Jamones Manuel Jiménez». Creo que la gente ya está pensando en la Navidad. Yo, también…

Bromas aparte, aquí os dejo el vídeo ganador, lo han hecho las chicas que van por El Vado, un centro de mujeres que está en Vallecas. Podría estar entre los anuncios de cualquier cadena.

Allí estaba Dios…aquella era su familia

«Al niño lo llamamos Víctor, vencedor»

Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger y el niño «bautizado de urgencia»

Santiago Agrelo, 27 de diciembre de 2009 a las 16:51

Lo bauticé con procedimiento de urgencia: un vaso de agua y la fórmula

Un bebé en el hospital

ritual. Su brazo derecho se levantaba y caía al ritmo de la respiración, como si la mano buscase apresar la vida que se iba con el aliento.

La mía se quedó sobre la cabeza del niño, los ojos en los suyos, por si la muerte llegaba, que lo encontrase acariciado y querido. Mi mano me pareció más pequeña que la del niño para protegerlo, para devolverle la serenidad de un sueño, la quietud en el regazo de su madre, el llanto de la hora de comer, una sonrisa confiada ante la última monada. Y se lo entregué a las manos anchas y amigas de la madre Teresa y del papa Juan Pablo.

Volvieron doctores y hermanas, volvieron las voluntarias, volvieron preguntas y sugerencias, y dejé la habitación.

En el pasillo estaba la madre, sentada en el suelo, descalza, perdida la mirada, que imaginé vagaba por una fantasía lejos de la prostitución, lejos de patronos y compradores, tal vez soñando una tierra prometida en la que era libre y era mujer y era madre. Pero lo que se veía era sólo una ausencia atroz, un silencio de piedra, como si, antes que el hijo muriese, ella, la madre, estuviese ya muerta.

Luego, como si despertase de un sueño, comenzó a cantar… una canción dulce y amarga, a la vez de cuna y de duelo, que salía del alma y llegaba al alma. Era el amor que cantaba, era también el dolor, era tal vez la locura… tal vez era sólo la fe.

Allí, haciendo compañía, también él en silencio, estaba otro enfermo, adulto, negro, sin papeles y sin derechos, rico de tuberculosis, de impotencia y de ternura.

Allí, pequeño y en agonía, adulto y tuberculoso, en el silencio y en el canto, médico, voluntario y hermano, allí estaba Dios, y aquella era su familia sagrada y amada.

Al niño lo llamamos Víctor, vencedor.

Jesucristo, rey de Lituania

«Es nuestro soberano y protector»

Salcininkai, un pueblo lituano declara a Cristo, rey de su municipalidad

Redacción, 30 de diciembre de 2009 a las 13:11

En tiempos de crisis, que afecta a países como Lituania, con una fuerte

Entronización en Lituania

mayoría católica, los consejeros municipales de Salcininkai confiaron el destino de esta pequeña localidad del sureste a Jesucristo, con un acto de entronización.

«Entronizar a Jesucristo como rey de nuestra municipalidad es declarar solemnemente que es nuestro soberano y protector«, dijo el alcalde de la ciudad, Zdzislav Palevic, citado por la agencia báltica de prensa BNS.

«Durante este período difícil en el país, cuando la crisis golpea al mundo entero, el papel de Jesucristo es importante no sólo en la vida personal de la gente sino en la vida política y cultural», proclama el acto de entronización adoptado por unanimidad.

«No es un acto que podría causar polémica. La región es muy católica, y si esto puede animar a todo el mundo a comportarse respetando los diez mandamientos, por qué no adoptarlo», explica a AFP por teléfono Leonarda Stancikiene, una de los 25 miembros del consejo municipal.

«Esta localidad de casi 7.000 habitantes, en su mayoría habitada por personas de origen polaco, está situada a unos 50 kilómetros al sur de Vilnius, que fue la primera ciudad lituana en confiar su destino a Jesucristo.

En un acto adoptado el pasado 12 de junio, la región de Vilnius cedió el poder a Cristo «para evitar errores dolorosos, los peligros y las amenazas».

Lituania, una ex república de la URSS que logró su independencia en 1990 y después su condición de miembro de la UE en 2004, es un estado laico, pero la religión católica es una parte esencial de la vida del país.

Antes del juramento en la toma de posesión de la nueva presidenta, Dalia Grybauskaite, el obispo de Vilnius, Audrys Backis, pronunció una alocución en el Parlamento.

Con ocasión de las grandes fiestas nacionales, se celebran en el país grandes misas solemnes.(RD/Agencias)

«comunión adulta» con Munilla

Unos 200 sacerdotes le arropan en su despedida

Uriarte pide a los curas «comunión adulta» con Munilla

«La unidad es siempre un don y una tarea realizada solo a medias»

Redacción, 30 de diciembre de 2009 a las 17:59

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha celebrado hoy un oficio religioso para despedirse de los sacerdotes de la Diócesis de Guipúzcoa, a los que ha pedido «unidad» y que su «comunión con todo el pueblo de Dios», entre ellos y «con el obispo», sea «siempre adulta, recíproca y creciente«.

Uriarte, quien será relevado el próximo 9 de enero por el recién nombrado obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha presidido en el Seminario de la capital donostiarra un oficio al que han acudido medio centenar de religiosos.

«La unidad es siempre un don y una tarea realizada solo a medias. El deseo de unidad consumada es un anhelo inscrito en el corazón mismo de la comunidad eclesial y de sus miembros», ha afirmado Uriarte en la homilía.

El prelado ha señalado que «los ministros del Evangelio tienen la misión de ser signo y estímulo de la unidad del pueblo de Dios«, tras lo que ha pedido a los curas que su «comunión con todo el pueblo de Dios, entre todos los sacerdotes y con el obispo sea ahora y siempre adulta, recíproca y creciente».

Uriarte, quien no ha hecho ninguna alusión directa a su sucesor, ha recordado a los sacerdotes que tienen la misión de «confortar a los creyentes» en unos tiempos en los que se encuentran «cada vez más inmersos en una sociedad poderosa para la que la fe viva es cada vez más extraña» y que se guía por valores «ajenos al Evangelio».

Por este motivo, ha pedido a los religiosos que siembren en los fieles «un espíritu de comunión crítica con la sociedad que los envuelve«.

Unos 200 sacerdotes diocesanos y religiosos se han reunido en la celebración de la Eucaristía de despedida en la iglesia del Seminario.

Al final de la Misa, Imanol Aldaregia, secretario de la comisión presbiteral, ha entregado a Juan Maria Uriarte una cruz de alabrastro, obsequio del presbiterio gipuzkoano en signo de reconocimiento del servicio evangélico a la Diócesis, en medio del aplauso de los allí reunidos.

El presente lleva una dedicatoria que dice: «Scio cui credidi. Apaizon aldetik eskerrak zuri, Joan Mari, Jainkoaren indarraz fidaturik, berri onaren oihulari, apostolu eta irakasle izan zaitugulako hamar urteotan. Pozbide izan dezazula Espirituak lagundurik gordailu eder hau beti. Donostia, 2009ko abenduaren 30ean».

Tras el oficio de hoy, Uriarte celebrará el próximo sábado en la catedral del Buen Pastor una eucaristía para despedirse de todos los creyentes de la Diócesis guipuzcoana, una semana antes de que, en el mismo escenario, inaugure su mandato José Ignacio Munilla, cuya designación ha recibido el rechazo de la mayoría del clero de Guipúzcoa. (RD/Agencias)

Los matrimonios por la Iglesia se reducen a la mitad

Mientras que su tasa de matrimonios gays dobla a la del resto de España

Los matrimonios por la Iglesia se reducen a la mitad en Cataluña en los últimos siete años


Se nota en los escasos conocimientos religiosos de los alumnos, en el tipo de bodas que se celebran, en los bautizos e incluso en algo tan aparentemente anecdótico como el reciente debate en torno al posible cambio de los nombres de vacaciones de Semana Santa y Navidad por los de vacaciones de primavera y de invierno: Cataluña es un lugar cada día más laico. Así lo revela hoy El Periódico de Catalunya al recoger los datos publicados ayer por el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). Dos ejemplos: los matrimonios católicos se han reducido a la mitad en siete años (los que separan el 2001 del 2008) y la proporción de uniones homosexuales durante el pasado curso fue en la autonomía el doble que en el resto de España.

(El Periódico/InfoCatólica) En el 2008 se celebraron en Catalunya 30.400 matrimonios, un 1,3% más que durante el año anterior. El aumento se debió a las uniones civiles, que representaron casi el 70% de las bodas totales.

Frente a estos, los matrimonios católicos apenas supusieron el 30% y los celebrados según otro tipo de celebraciones el 0,6%. La diferencia entre los primeros y los segundos es cada vez mayor: de hecho, en el 2001 seis de cada diez casamientos realizados en Catalunya pasaban por la Iglesia.

«Matrimonios homosexuales» y matrimonios con extranjeros

Otro relevante fenómeno plasmado en los datos del Idescat reside en el número de matrimonios entre personas del mismo sexo. El pasado año hubo en Catalunya 895, el 2,9% de la cifra total, un porcentaje que casi duplica la media española (un 1,8%) e incluso se sitúa por encima de la de otros países donde este tipo de uniones también se ha legalizado: en Bélgica son el 2,5% y en Holanda el 1,9%.

Por último, las bodas entre españoles fueron con mucho las más comunes (el 72,9% del total), frente a las que los contrayentes son ambos extranjeros (6,4%) y las que solo una parte de la pareja es foránea (20,7%). En estas últimas, la mayoría son entre hombre nacido en España y mujer de origen extranjero.

Estos porcentajes han ido variando en los últimos años conforme ha aumentado en Catalunya la población inmigrante, pero lo que se mantiene inmóvil desde hace años son los meses preferidos para enlazarse: el pasado año septiembre fue el de mayor frenesí nupcial (4.035 bodas), seguido de junio (4.012) y julio (3.947).

Se declaran católicos y no van casi nunca a misa

No llega al 18% los que van a misa cada domingo o varias veces a la semana


Más de la mitad de los españoles que se declaran católicos no van casi nunca a misa


De acuerdo con el último «barómetro» del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el 75,4 por ciento de los españoles se declara católico, aunque más de la mitad de ellos (52,3 por ciento) reconoce que casi nunca asiste a Misa u otros oficios religiosos, sin contar las ocasiones relacionadas con ceremonias de tipo social, como bodas, comuniones o funerales. Además, el 14 por ciento de los encuestados se define como no creyente, el 6,6 por ciento ateo, y el 1,8 por ciento de otra religión.

(InfoCatólica) De los creyentes, el 15,4 asegura que va casi todos los domingos y festivos a Misa u otro evento religioso; una cifra ligeramente superior (18,6%) lo hace varias veces al año; el 10,6 por ciento, alguna vez al mes; y el 2,5 restante, varias veces a la semana.

Así lo refleja el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que indica que el 14 por ciento de los encuestados se define como no creyente, el 6,6 por ciento ateo, y el 1,8 por ciento de otra religión.

Las principales preocupaciones de los españoles

Por otra parte, la preocupación de los españoles por el desempleo aumentó 6 décimas entre noviembre y diciembre. En ese sondeo, el paro fue mencionado como un problema en el 79 por ciento de respuestas, alcanzando su cota máxima desde 1998, cuando este porcentaje llegó al 81 por ciento.

En la lista de problemas el segundo lugar vuelve a ser para los de índole económica, con un 47 por ciento de contestaciones, y, en el tercer puesto repite, por segundo mes consecutivo, la inquietud por la clase política en general y los partidos políticos en particular, que aunque remite respecto a noviembre, se anota el 13,6 por ciento de alusiones.

No queréis crucifijos: pues aquí están los míos

Pueden quitar todos los crucifijos que quieran. No importa, si cada católico carga sin quejas con su cruz y Le sigue
No queréis crucifijos: pues aquí están los míos
No queréis crucifijos: pues aquí están los míos

Voy a poner en mi casa, en la entrada, un crucifijo enorme que era de mi abuela. A los pies tiene una calavera, monda y lironda, sobre unas piedras, que cuando era niño me impresionaba mucho y de la que salía corriendo. Quitaremos algún jarrón o fotografía. Y en la puerta un Sagrado Corazón, para que no haya duda e ilumine el rellano de la escalera. Seguro que el cartero me dice algo, o algún vecino, o el hombre del Círculo de Lectores (aunque el de ahora es más callado). Y hablamos sobre el tema. También en el coche pondré una imagen de Cristo crucificado, discreta pero bien visible. Por mí que no quede. Será la matrícula de sus dueños, la identificación del alma que conduce. Y en mi trabajo o en la biblioteca o en el cíber, en cuanto comience a trabajar o a leer, sacaré del bolsillo mi pequeño crucifijo y lo dejaré sobre la mesa o el teclado. Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum. Junto al móvil y las gafas. Para que conste a quien mire, curioso, de frente o de reojo. Si piensan que piensen. Y de fondo de escritorio en el ordenador un Cristo, el de Velázquez sin ir más lejos, y así releeré mejor el poema de Unamuno. Y ahora que caigo, en mi dormitorio, sobre la cama, hay un hermoso tríptico de La Virgen de la Silla, de Rafael, flanqueada por dos apuestos ángeles. Pero no está Jesús clavado en la Cruz. Jesús, Dios y Hombre verdadero. No está. Pues tendrá que estar. Buscaré uno. Al lado de las estanterías puede ser un buen lugar, para que antes de apagar la luz le demos un último vistazo al Verbo. Dicen que es un símbolo el crucifijo. Y será verdad. Aunque os puedo asegurar que yo cuando lo miro lo veo vivo. Al crucificado. Hay otras muchas personas que circulan por las calles, o merodean por las tiendas, que parecen más muertas. Lo que les digo. Y por todos murió Ese que desprecian y descuelgan de las almas y paredes. Murió hasta por los mequetrefes y demás adocenados, sean políticos o no. Para que tengamos alguna posibilidad de cimentar el Cielo en la tierra, en este mundo tan inhóspito y escéptico. Ahora, mientras escribo estas líneas, tengo al Cristo delante de mí, con los brazos extendidos de Amor, desangrándose por mi escritorio, haciéndome una transfusión de Vida. ¿Un símbolo? Yo lo miro con atención -llevo puestas gafas de cerca- y le digo que cuente conmigo si Le hace falta algún crucifijo. Aunque se trate sólo de un buen deseo todos sabemos que para Él no son problema los milagros; que cada uno, si somos fieles a Dios y tenemos fe es de puro milagro. Poco mérito es el nuestro. Y esta es mi conclusión: pueden quitar todos los crucifijos que quieran. No importa, si cada católico carga sin quejas con su cruz y Le sigue. Nosotros seremos esta vez los crucifijos.

Comentarios al autor:
guilleurbizu@hotmail.com

Una lección universal

Un cuento para niños con una lección universal

Benedicto XVI y la atención a la creación

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 30 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito Lucetta Scaraffia en el diario vaticano «L’Osservatore Romano» sobre Benedicto XVI y la ecología a la luz del nuevo libro de la escritora italiana Susanna Tamaro cuyos best-sellers han sido traducidos en numerosos idiomas.


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Cuando asistí por televisión a la llegada del gran abeto que, cargado de adornos navideños, preside el centro de la plaza de San Pedro durante los días de Navidad, me pregunté si en su enorme tronco hay alguna madriguera donde duerme -o mejor dicho, dormía- una ardilla. Porque este es el argumento de la historia para muchachos y adultos que, con profundidad e ironía, ha contado Susanna Tamaro en su último libro, Il grande albero
(Salani), ilustrado por Giulia Orecchia.Aunque hable de árboles y de animales, y el mundo se cuente desde su punto de vista, imaginando que tienen una conciencia y una capacidad de comunicación, no es un libro de propaganda ecológica fácil, sino un artificio literario poético para hacernos reflexionar sobre la relación fría e irresponsable, como dueños lejanos, que mantenemos con la naturaleza. En una trama de tiempos que se entrecruzan a pesar de su gran diversidad -el secular de la vida de los árboles, el tiempo breve de la vida de los animales salvajes y el de la vida humana- la personalidad del abeto, que con los siglos adquiere conocimiento y sabiduría, se desarrolla con tiempos casi musicales.

Nosotros, los lectores, también estamos preparados para vivir como drama el acontecimiento que marca su destino:  llegan seres humanos armados con sierras mecánicas que lo cortan y lo transportan a la plaza de San Pedro. Pero la pequeña ardilla Crik, testigo inconsciente del drama, no se rinde, lucha por la vida del árbol y con esta batalla para obtener un milagro salvará también su vida.

Con una paloma como ayudante, consigue llegar ante el Papa precisamente mientras celebra la misa de Navidad, esquivando el servicio de seguridad, decidido a abatirla al sospechar que también este animalito es un mensajero de los terroristas. Lo logra porque el Papa hace una señal para que se detengan y, ante el asombro general, se apresta a escuchar lo que quiere comunicarle la ardilla:  naturalmente, todo se transmite en directo por televisión, en medio de los comentarios maliciosos e incrédulos de quien piensa que es un signo de locura del anciano Papa, y está a punto de indignarse:  «Alguien tiene que detenerlo, nos jugamos nuestro prestigio. ¡Nos están viendo en todo el mundo!».

Pero el Papa no cede; más aún, habla de árboles y de ardillas en su homilía, en la que presenta a los grandes árboles, las catedrales verdes, como ejemplo:  «Y, si no hundimos las raíces en la tierra, ¿cómo podemos levantar la mirada hacia el cielo?». En medio del júbilo de los presentes, que aclaman «¡Viva el Papa, viva la ardilla!» se acerca al árbol, y lo abraza:  «La corteza era áspera contra su mejilla. El perfume de la resina era el perfume de su juventud. ¡Cuántas veces, paseando por las montañas Tatra, el Altísimo le había hablado con el murmullo de las hojas; en esos instantes parecía que el tiempo ya abrazara la eternidad». Y después bendice a Crik, «humilde criatura inflamada de amor». Al día siguiente, un enorme camión devuelve el gran abeto y la ardilla a la selva donde, unido de nuevo a sus raíces, el árbol recobra la vida.

No sabemos si en el gigantesco abeto que han traído para estas Navidades hay una ardilla, pero sabemos que, si la hubiera, también Benedicto XVI, como el Juan Pablo II imaginado por Tamaro, la escucharía. De hecho es conocida la atención que el Papa Ratzinger sabe prodigar a la creación y a sus criaturas, y además siempre ha manifestado un amor especial por los gatos, como cuenta otro gracioso librito, publicado hace algún tiempo con una introducción de Georg Gänswein, Joseph e Chico (Ediciones Messaggero). En ese caso se trata de un gato, Chico, que narra su larga amistad con el Papa, que le ha dicho muchas cosas sobre sí mismo y, por lo tanto, sabe comunicar en el lenguaje especial de los gatos.

También con libros como estos se puede sensibilizar a los lectores sobre temas de medio ambiente, y se puede hacer comprender que la Iglesia no sólo se preocupa por el bienestar de los seres humanos, sino también del mundo, animal y vegetal, que Dios nos ha confiado.

Homenaje de un Judío a Juan XXIII

Homenaje de un candidato al Nobel de la Paz, judío, a Juan XXIII

Baruj Tenembaum, un “descendiente de esclavos”

ROMA, miércoles, 30 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Entre los primeros candidatos al premio Nobel de la Paz, finalmente atribuido este año al presidente Barak Obama, se encontraba Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, según ha confirmado PRIO, prestigioso e independiente instituto académico con base en Oslo, Noruega.

Por su parte Ladbroke, la famosa agencia de apuestas de Londres, otorgó a Tenembaum más posibilidades de ganar el Nobel que a figuras de la alta política internacional como Nicholas Sarkozy o Tony Blair.

ZENIT ha preguntado a Tenembaum, judío de origen argentino, pionero del diálogo interreligioso desde tiempos de Pablo VI, por qué, según él, tanto interés por su figura y obra. «¿Quién soy yo?», se pregunta con sencillez Baruj Tenembaum. «No me referiré concretamente a lo sucedido pues no me considero tan importante, al fin y al cabo». «¿Quién soy yo?», sigue preguntándose. «Concretamente, soy descendiente de esclavos, de aquellos judíos que trabajaban en Egipto bajo el látigo de los faraones, y que luego fueron liberados por Moisés».

«Soy tan judío como los que fueron expulsados de Jerusalén cuando se destruyó el Primer Templo, y luego el Segundo», sigue explicando.

«Soy tan judío como mis hermanos que fueron expulsados de Portugal y de España, y siguen añorando en idioma ladino a la península, a pesar de las inquisiciones», aclara.

«Soy tan judío como los que fueron perseguidos en Europa por los pogroms, y, también, como aquellos seis millones aniquilados por los Hitler(s), en plural».

«Entonces, con toda franqueza y humildad: ‘¿Quién soy yo?'», sigue preguntándose.

«Soy un simple hijo de colonos que dedica su vida para agradecer a aquellos seres humanos que salvaron vidas, que se arriesgaron. Los Wallenberg, Souza Dantas, Sousa Mendes, más de 20.000 gentiles, no judíos, a quienes debemos la gratitud, el recuerdo, la educación a nuestros descendientes».

«En la Fundación Wallenberg trabajamos intensamente en des-cubrir, entre otros, los excepcionales gestos de estos heroicos seres humanos.»

De este modo, confiesa, ha podido «des-cubrir» » en los archivos, en los museos, en las iglesias, en las sinagogas, en las bibliotecas, entre sus asistentes» el alcance de la figura de Angelo Roncalli, quien durante la segunda guerra mundial, siendo representante diplomático de Pío XII en varios países, realizó una valiente obra de ayuda a judíos perseguidos.

«Y una y otra vez –reconoce– no podemos dejar de emocionarnos con lágrimas que huyen de nuestros ojos cuando nos enteramos de las acciones que ese hijo del pueblo italiano, sencillo, humilde, grande, ejecutó en circunstancias totalmente adversas para salvar, por ejemplo, a niños expuestos a la sombra del infierno; rompiendo, destruyendo prejuicios, yendo mas allá de lo que se supone indican las reglas».

«A cada rato imaginamos a Roncalli rezando, también en presencia de terceros, pidiendo a su chófer que se detenga frente a la sinagoga de Roma para rezar ‘por mis hermanos judíos'», explica Tenembaum.

«O como cuando recibió en el Vaticano a una delegación de judíos, levantó sus brazos y exclamó desde la silla Papal, citando la Biblia: ‘Soy José, vuestro hermano'».

«Entonces, nuevamente: ¿Quién soy yo?», se pregunta de nuevo Baruj Tenembaum. «Lo que sobrevive, lo que queda, lo importante, lo noble, es destacar lo que sobre-vive, por ejemplo: Angelo Roncalli».

Por eso, concluye: «Hay cosas en la vida que son mas importantes que la vida misma».

Raíces cristianas

jueves, 31 de diciembre de 2009
Arguments / Vermont Royster


Arguments

Primero dudan, después se avergüenzan y, finalmente, borran la verdad que les molesta. Sí, Europa, Norteamérica tienen raíces cristianas: (RaicesDeEuropa.com) y son como son, por esas raíces, aunque se pretenda falsear la memoria histórica de manera burda y Almudi.org - Argumentsdescarada. Y ante esta crueldad muchos se quedan pasivos, como si no les importara o temieran quedar en evidencia, porque no es “políticamente correcto”.

Todos los años desde 1949, en el día 25, los lectores del Wall Street Journal, uno de los diarios más vendidos de América, de orientación liberal-conservadora, se despiertan con el editorial “In hoc anno Domini”. Su autor es Vermont Royster, un periodista doble ganador del Pulitzer, que, empezando como reportero, ocupó todas las plazas del diario entre los años 40 y los 80 del pasado siglo. En 1949 escribió ese artículo que, desde entonces, reaparece cada año en el editorial del periódico el día de Navidad.

Es un caso único en la prensa.

Con ello el diario desea resaltar que siempre considerará un hito histórico la fundación y extensión del cristianismo. Pudiendo cambiar las palabras para decir lo mismo, con esta originalidad de reproducir anualmente lo ya publicado, desea resaltar la permanencia del acontecimiento. Merece la pena reproducirlo en español.

* * *

“In hoc anno Domini”, de Vermont Royster, en Wall Street Journal

Cuando Saúl de Tarso partió en su viaje a Damasco, todo el mundo conocido vivía conquistado. Había un estado, y era Roma. Había un amo de todo, y era el César Tiberio.

Por todas partes había orden civil, porque el brazo de la ley romana era largo. Por todas partes había estabilidad, en gobierno y en sociedad, porque los centuriones así lo garantizaban.

Pero por todas partes había también algo más. Había opresión —para aquellos quienes no Almudi.org - Raíces cristianaseran los amigos del César Tiberio. Había cobrador de impuestos para poder cosechar el grano de los campos y para hilar el lino del huso: para alimentar las legiones o para llenar la hacienda pública con la cual el César divino entretenía a la gente. Había reclutador para llenar de gladiadores los circos. Había verdugos para callar a quienes el emperador había proscrito. ¿Para qué era un hombre sino para servir al César?

Había persecución de los hombres que se atrevían a pensar diferentemente, que oían voces extrañas o leían extraños manuscritos. Había esclavizamiento de los hombres cuyas tribus no provenían de Roma, desdén para quienes no tenían el aspecto familiar. Y sobre todo, había por todas partes un desprecio de la vida humana. ¿Qué era, para el poderoso, un hombre más o menos en un mundo sobrepoblado?

Entonces, de repente, hubo una luz en el mundo, y un hombre de Galilea, diciendo, da al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.

Y la voz de Galilea, que desafiaría al César, ofreció un nuevo Reino en el cual cada hombre podría caminar con la frente en alto y postrarse a ninguno excepto a su Dios. Como trataste a los más pobres, así me trataste a mí. Y él envió este evangelio del Reino del Hombre a los extremos de la tierra.

Y así la luz entró en el mundo y los hombres que vivían en oscuridad tuvieron miedo, e intentaron bajar una cortina de modo que el hombre continuase creyendo que la salvación emanaba de los líderes políticos.

Pero ocurrió durante algún tiempo en lugares diversos que la verdad liberó al hombre, aunque los hombres de la oscuridad intentaron apagar la luz. La voz dijo, apresuraos. Caminad mientras tenéis luz, a menos que os caiga la oscuridad, porque quienes caminan en oscuridad no saben dónde van.

En el camino a Damasco la luz alumbró brillantemente. Pero después Pablo de Tarso también tuvo miedo. Él temió que otros Césares, otros profetas, podrían un día persuadir a los hombres que el hombre no era nada excepto un trabajador de ellos, que los hombres cederían sus derechos otorgados por Dios a cambio de pan y circo y ya no caminarían en libertad.

Entonces podría darse que la oscuridad triunfaría nuevamente sobre las tierras y habría quema de libros y los hombres pensarían solamente de lo que deben comer y de lo que deben usar, y prestarían atención solamente a Césares nuevos y a falsos profetas. Entonces podría darse que los hombres no mirarían hacia arriba para ver incluso a la estrella del invierno en el este, y una vez más, no habría luz alguna en la oscuridad.

Y por eso Pablo, el apóstol del Hijo del Hombre, habló a sus hermanos, los Gálatas, las palabras que él quiso que recordásemos luego en cada uno de los años de su Señor: Aferraos entonces a la libertad con que Cristo nos ha liberado y no os enredéis nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.