Fui del Opus Dei y lo dejé: estoy agradecid@
Soy del Opus Dei y cuento mi experiencia
La inmensa mayoría de la gente que ha dejado el Opus Dei, al menos los que yo conozco -que no son pocos-, están agradecidos. Os recomiendo dos testimonios de personas ex Opus Dei:
El primero del canal de vídeos de Opus Dei al día:
Y el segundo escrito, tomado del blog de un amigo:
Hola amigo. No sabía si aburrirte con una historia personal más. Pero he decidido escribirte para que seas tu quien decida si te interesa leerlo o no.
He estado vinculado a la Obra desde pequeño. Vi mi vocación de adolescente. No sin esfuerzos fui (numerario) durante unos pocos años, hasta que el ritmo de vida debilitó mis fuerzas y tras enfermar, concluí que lo único que podía hacer era dejarlo. Estoy tremendamente agradecido a Dios y a la Obra por todo lo aprendido y «lo crecido» en tantos años maravillosos.
He procurado seguir conservando mis amistades con gente de la Obra y con cierta frecuencia acudo a recibir atención espiritual con un sacerdote del centro donde vivía.
Conocí a la que ahora es mi novia en largas charlas nocturnas sobre qué es el Opus Dei. Por diversos motivos ella quería saber cosas de la Obra pues tenía un amigo supernumerario y ella no conocía nada (nada bueno, ni nada cierto) del Opues Dei. Cuando mi novia decidió acudir a un centro de la Obra terminó mi misión informativa sobre el Opus Dei.
Desde este año mi novia es supernumeraria y yo estoy felíz porque tengo la impresión de que el Señor lo tenía todo previsto y en cierto modo me siento utilizado como intrumento de Dios en toda esta historia. He tratado de averiguar más de una vez si Nuestro Padre había dejado escrito algo dirigido a los que abandonamos la Obra. Sin éxito. He preguntado quizá no lo suficiente o no en el sitio adecuado… sin éxito.
Y al encontrarme con tu blog he encontrado la respuesta a muchas cosas que andaba buscando. Sólo quiero rogarte que continues con esta importantísima ciberlabor -mucho más de lo que imagines- con la que estás ayudando a miles de almas. Rezo por ti y te pido que lo hagas tu también por mí. Mi cariño y admiración. No tengo ningún interés en que publiques mi mensaje, salvo que tu lo consideres oportuno. Un fuerte abrazo.