«Heavy cristiano» para alabar a Jesucristo

ALGUNAS BANDAS EVANGÉLICAS VENDEN UN MILLÓN DE COPIAS

«Heavy cristiano», rock duro y decibelios para alabar a Jesucristo que arrasan en ventas

Guitarras estridentes, voces desgarradas y un ritmo frenético. Son los ingredientes que ha usado siempre el heavy metal. Música siniestra con tintes satánicos donde parecía que el cristianismo no parecía tener cabida. Sin embargo, numerosas bandas –nacidas, la mayoría de ellas, en Estados Unidos– llevan desde los años 80 evangelizando con sus canciones de rock duro.

Actualizado 3 diciembre 2009

En España han pasado prácticamente desapercibidas, pero grupos como Stryper, uno de los más veteranos del panorama musical, logró un disco de platino tras vender más de un millón de copias de una de sus obras. De hecho, el grupo californiano va a celebrar su 25 aniversario con una gira mundial que comienza este sábado en Puerto Rico y que les llevará a una decena de países, incluido España. El 15 y el 16 de enero tocarán en Barcelona y Madrid, donde harán un repaso de su amplio repertorio.

El interés de Iron Maiden
Son grupos que tienen poco que envidiar –salvo en las ventas– a otros veteranos del «trash» o del heavy como Guns´n Roses, Aerosmith, Metallica o Scorpions. De hecho, cuando Steve Harris, fundador y bajista de Iron Maiden, estaba buscando un vocalista para su banda, le llegó un disco de Barren Cross, otro grupo de heavy cristiano. Harris se puso en contacto con su cantante, Mike Lee, con el fin de «reclutarlo» para Iron Maiden, pero éste se negó. La visión del rock de ambos músicos era radicalmente opuesta.

Y es que las letras de las canciones de estos grupos hablan de Dios, del apocalipsis y de la derrota de Satanás; precisamente lo contrario de lo que suelen cantar las bandas del «lado oscuro». «Dale una oportunidad, por fin libertad, gratis para ti, coge y recibe, mejor que la marihuana, Jesús; ven y cree», canta Barren Cross en su canción «Believe» («Cree»).

Los componentes de Blood Good se consideran a sí mismos «los misioneros del metal». «El enemigo comenzó a rugir, pensando que había ganado la batalla. No conocía el poder de la Luz. Pero Él resucitó al tercer día tras vencer al sepulcro. Ahora, el perro que sangra en su interior tiene que correr y tiene que esconderse», proclaman en su canción «Demon on the run» («Demonio a la fuga»). «Demonio, demonio, has estado gritando; demonio, demonio, has sido vencido por el Hijo de Dios», prosiguen. En ocasiones relatan sus propias experiencias de conversión: «Era un soldado de la oscuridad. No tenía tiempo para la misericordia. Gobernaba con mano de hierro. Era un soldado de mis pasiones. Cogía lo que podía. Luego, el Cordero me ganó, y ahora combato por el bien», cantan en «Soldier of peace» («Soldado de la paz»). Sus canciones calan. De ello dan fe los miles de jóvenes que se han convertido gracias a su música.

«Juan Pablo II hizo en vida muchos milagros»

«NO PODÍAMOS HABLAR DE ELLO», DICE SU SECRETARIO

Esclerosis, epilepsia, cáncer, esterilidad… Docenas de personas atribuyen al Papa su curación inexplicable. El secretario de Juan Pablo II, el hoy cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, señala que el Papa hizo muchos milagros en vida pero que «no podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se está registrando y documentando». Dos libros de reciente publicación escritos por el vaticanista Tornielli y el polaco Zuchniewich, hablan de ello.

Actualizado 3 diciembre 2009

Karol Wojtyla fue probablemente el hombre más público de la historia: ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido, filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles pasaron más de 18 millones de personas. Sin embargo, su actividad taumatúrgica, hacedora de milagros, fue discreta, aunque no escasa, a la luz de los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli («Santo subito») o el polaco Pawel Zuchniewicz («Miracles of John Paul II»). Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia.

Una madre con cáncer
Quizá el primer milagro de Karol Wojtyla como Papa fue el de la inglesa Kay Kelly en marzo de 1979. Madre de tres hijos y enferma de cáncer, rezando ante una imagen de la Virgen sintió que tenía que ver al nuevo Papa. Le llegaron unos billetes para Roma, regalo de los Caballeros de Colón por sus esfuerzo en colectas contra el cáncer. En Roma participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido. El caso llamó la atención de la Prensa, que preguntó al Papa: «Su fe la ha curado», dijo él. Hoy, la anciana Kay Kelly sigue sana, reza con los moribundos y ha recaudado miles de euros contra el cáncer, señala la revista polaca «Niedziela». Zuchniewicz recoge también casos modernos: el 1 de julio de 2004 el Papa recibió a Rafal, un chico polaco de 16 años, de Lubaczow. Su linfoma incurable desapareció justo después de su audiencia privada.

En la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer.

En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro.

El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina del santuario de Lourdes y seis semanas después caminaba. Hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieo. En los testimonios de la causa hay otros similares.

El hijo de un político
En México es muy conocido el caso de Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, en el norte de México, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó.

El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad. Era obispo allí Javier Lozano Barragán, que después, como cardenal y presidente del Pontificio Consejo para la Salud, difundiría este milagro.

Una monja y un cardenal
El cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa desde 1962, apenas podía hablar en el año 2000 por un error al operarse de la carótida. El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado. Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La bendijo y sonrió. La enfermedad de la mujer desapareció por completo.

San Francisco Javier

Sacerdote misionero Jesuita, Diciembre 3

Sacerdote misionero Jesuita

Martirologio Romano: Memoria de san Francisco Javier, presbítero de la Compañía de Jesús, evangelizador de la India, el cual, nacido en Navarra, fue uno de los primeros compañeros de san Ignacio que, movido por el ardor de dilatar el Evangelio, anunció diligentemente a Cristo a innumerables pueblos en la India, en las Molucas y otras islas, y después en el Japón, convirtiendo a muchos a la fe. Murió en la isla de San Xon, en China, consumido por la enfermedad y los trabajos (1552).

Etimología: Francisco = «el abanderado», es de origen germano.

Javier = «aquel que vive en casa nueva», es de origen eusquera (lengua autóctona hablada en el País Vasco).

Francisco de Jasu y Xavier (nacido en el castillo de Xavier, en España, en 1506), correspondiendo a las esperanzas de sus padres, se graduó en la famosa universidad de París. En estos años tuvo la fortuna de vivir codo a codo, compartiendo inclusive la habitación de la pensión, con Pedro Fabro, que será como él jesuita y luego beato, y con un extraño estudiante, ya bastante entrado en años para sentarse en los bancos de escuela, llamado Ignacio de Loyola.

Ignacio comprendió muy bien esa alma: “Un corazón tan grande y un alma tan noble” -le dijo- “no pueden contentarse con los efímeros honores terrenos. Tu ambición debe ser la gloria que brilla eternamente”. El día de la Asunción de 1534, en la cripta de la iglesia de Montmartre, Francisco Javier, Ignacio de Loyola y otros cinco compañeros se consagraron a Dios haciendo voto de absoluta pobreza, y resolvieron ir a Tierra Santa para comenzar desde allí su obra misionera, poniéndose a la total dependencia del Papa.

Ordenados sacerdotes en Venecia y abandonada la perspectiva de la Tierra Santa, emprendieron camino hacia Roma, en donde Francisco colaboró con Ignacio en la redacción de las Constituciones de la Compañía de Jesús. Sin embargo, fue a los 35 años de edad cuando comenzó su gran aventura misionera. Por invitación del rey de Portugal, fue escogido como misionero y delegado pontificio para las colonias portuguesas en las Indias Orientales. Goa fue el centro de su intensísima actividad misionera, que se irradió por un área tan vasta que hoy sería excepcional aun con los actuales medios de comunicación social: en diez años recorrió India, Malasia, las Molucas y las islas en estado todavía salvaje. “Si no encuentro una barca, iré nadando” decía Francisco, y luego comentaba: “Si en esas islas hubiera minas de oro, los cristianos se precipitarían allá. Pero no hay sino almas para salvar”.

Después de cuatro años de actividad misionera en estas islas, separado del mundo civilizado, se embarcó en una rústica barca hacia el Japón, en donde, entre dificultades inmensas, formó el primer centro de cristianos. Su celo no conocía descansos: desde Japón ya miraba hacia China. Se embarcó nuevamente, llegó a Singapur y estuvo a 150 kilómetros de Cantón, el gran puerto chino. En la isla de Shangchuan, en espera de una embarcación que lo llevara a China, cayó gravemente enfermo. Murió a orillas del mar el 3 de diciembre de 1552, a los 46 años de edad.

Fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto con Ignacio de Loyola, Felipe Neri,Teresa de Jesús y el santo de Madrid, Isidro. ¡Buen grupo formado por cuarteto español y solista italiano!

Es patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las misiones católicas con Teresa de Lisieux.

El sacerdocio en tiempos de crisis

jueves, 03 de diciembre de 2009
Pablo Blanco Sarto


RevistaEcclesia.com

Cuando hace unos días tuve que hablar junto con el escritor José Luis Olaizola sobre el Año sacerdotal en las XVII Jornadas sacerdotales, en El Rincón (Tordesillas, Valladolid), decidí primero leer todos los textos que encontré del Papa actual sobre el tema y resumirlos en 10 puntos.

Benedicto XVI ha pronunciado homilías y discursos, ha escrito una carta a los sacerdotes y otra a los obispos, y además ha mantenido numerosos e interesantísimos encuentros informales con sacerdotes, diáconos y seminaristas, en los que explica en profundidad y con detalle su idea del sacerdote. Intento resumir aquí los principales puntos en torno a los que gira esta imagen del sacerdote que se propone en la actualidad.

Se podrían subtitular estas recomendaciones como «El sacerdocio en los tiempos de crisis», y no solo económica. La figura del sacerdote católico está desprestigiada dentro y fuera de la Iglesia, sobre todo tras los escándalos por abusos sexuales realizados por algunas personas del clero, especialmente en los primeros años del posconcilio. El cardenal Ratzinger«tolerancia 0», y ha recordado después como Papa que este tipo de acciones son incompatibles con el ejercicio del ministerio. fue partidario desde un principio de la política de la

Ahora bien, ¿por qué el modelo del cura de Ars, y no más bien –por ejemplo– de un Romano Guardini con iluminantes clases y homilías, o de un Don Camilo en continua gresca con el alcalde comunista Peppone? Tal vez la respuesta se encuentre en la importancia que el teólogo Ratzinger daba a «la fe de los sencillos». Quienes «mueven» de verdad la Iglesia no son los que salen en las televisiones o publican editoriales en los periódicos, sino el sencillo pueblo de Dios que reza y trabaja.

El perfil del sacerdote para el siglo XXI, según Benedicto XVI, sería el sacerdote–sacerdote, el sacerdote cien por cien, y se podría resumir en los siguientes puntos, dicho en términos coloquiales:

1. El sacerdote es Cristo entre Cristos.

La interacción entre sacerdocio común de todos los bautizados y el sacerdocio ministerial de los ministros ordenados —laicos y sacerdotes— resulta determinante. El sacerdocio ministerial debe estar al servicio del sacerdocio bautismal de los laicos, que es lo mayoritario e importante en la Iglesia, según las enseñanzas del Vaticano II. Es decir, el sacerdote es un pastor —a imitación del único Buen Pastor, Jesucristo— que cuida de sus ovejas, todos los fieles bautizados. «Ser sacerdote en la Iglesia significa entrar en esta entrega de Cristo», dice Benedicto XVI. Con palabras del santo cura de Ars, podríamos decir: «el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús». El sacerdote está al servicio del pueblo de Dios, y por eso el mismo cura francés decía a sus feligreses: «hoy soy pobre como vosotros, hoy soy uno de vosotros».

2. El sacerdote es un «servidor de vuestra alegría» (2Co 1,24).

El orden sacerdotal es el sacramento del servicio y, por eso, el sacerdote es hoy en día más que nunca insustituible. Esto requiere —seguía diciendo Benedicto XVI— una gran «creatividad pastoral», tal como la tenía el cura de Ars, para poder servir mejor, en todos los sentidos. Servir, no servirse; es decir, en terminología ratzingeriana, «ser-para» Cristo y los demás. El Papa actual ha sido todo un catedrático de teología en varias universidades alemanas, a la vez realizó una intensa labor pastoral en la parroquia muniquesa de Heilig Blut, en la catedral de Frisinga, en la capellanía universitaria de Bonn, en el mismo Ratisbona o como arzobispo de Múnich. Es más, entendía sus propias clases también como una verdadera actividad sacerdotal. Los biógrafos hablan de la gente que acudía a sus clases para escucharle, incluso sin estar matriculado. En este sentido, podríamos decir que Benedicto XVI es también «un buen cura».

3. El sacerdote es en primer lugar celebrante, es decir, alguien que administra los sacramentos.

El centro de la Iglesia es la liturgia, ha repetido Joseph Ratzinger en numerosas ocasiones. Así, el altar se constituye en el centro de la actividad sacerdotal. Lo esencial del sacerdote es celebrar bien. En la Carta a los sacerdotes, Benedicto XVI recordaba cómo la mirada que tenía el cura de Ars a la Eucaristía era una clara señal de su pureza interior. Por el contrario, decía el sacerdote francés, «la causa de la relajación del sacerdote es el descuido de la Misa». Los sacerdotes hemos sido llamados a ser pan partido y sangre derramada. Por eso, el ars celebrandi constituye una actividad esencial del ministerio sacerdotal. Ser artistas de la celebración, aunque no se trata de ser original, pues todo está inventado. El Papa alemán habla también con frecuencia sobre la necesidad de la adoración eucarística, de explicar los sacramentos y realizar auténticas catequesis mistagógicas para acercar al misterio eucarístico. La clave sigue estando en el baptisterio, el altar, el sagrario y el confesonario.

4. Pero también el sacerdote es un «anunciante», cuando proclama y anuncia la Palabra.

Esto requiere conocerla, frecuentarla, leerla, sobre todo en la celebración litúrgica. Primero será necesario interiorizarla y vivirla. Ratzinger siempre ha dicho que los mejores exegetas e intérpretes de la Escritura son los santos. El sacerdote ha de ser un hombre de la palabra de Dios, de los sacramentos y del misterio de la fe. Esto requiere darla a conocer, predicarla con contenido, como han reivindicado los reformados y como han hecho los curas de siempre, empezando por el mismo cura de Ars, quien se preparaba a conciencia los sermones y predicaba sin vaguedades. Ratzinger publicó hace años un libro que en alemán se titulaba Dogma y predicación. Ahí explicaba que las homilías debían hablar de la Trinidad, de la creación, de Cristo, de la Iglesia, de los sacramentos, e incluso del más allá. Más claro, agua. También el ambón resulta pues importante y definitivo en el ministerio sacerdotal.

5. Pero antes el sacerdote necesita interioridad, vida interior, raíces.

El sacerdote es un hombre de fe, dotado de visión sobrenatural, capaz de dar sentido único a todo lo que tiene que hacer. Llama la atención sin embargo cómo Benedicto XVI habla de modo continuo sobre la necesidad de vivir y enseñar la cruz y el sufrimiento. Convertirse para convertir, confesarse para confesar es un mensaje recurrente también en sus textos. En el vía crucis encargado por Juan Pablo II en 2005, el entonces cardenal Ratzinger hablaba de «la suciedad de la Iglesia», que requería una necesaria purificación. «La participación en el sacrificio de Cristo —escribió en la carta con motivos del Año sacerdotal— llevó al cura de Ars del altar al confesionario». Es este otro de los centros fundamentales en torno a los que gira la existencia sacerdotal. El amor necesita purificación. El sacerdote es un romántico que ha conocido el amor —un enamorado, nunca un funcionario—, y por eso requiere esa continua purificación, también para poder transmitir la pureza a los demás.

6. El sacerdote es misionero, que debe combinar el diálogo con el anuncio.

El sacerdote de hoy sabe salir a la calle, y aprovecha cualquier oportunidad —un bautizo o un funeral— para ayudar a encontrar a Cristo a todos los que se acercan a la Iglesia. Debe anunciar a Cristo en un mundo en continua evolución, al mismo tiempo que dialoga con él, siendo sin embargo sal, luz, levadura. Debe disolverse sin diluirse, valga la paradoja. En este sentido, resulta inherente la hermenéutica del concilio, que —tal como propuso el mismo Benedicto XVI, el 22 de diciembre de 2005— consiste en una «hermenéutica de la reforma», no de la ruptura. El sacerdote no puede ser ni un nostálgico ni un revolucionario. Debe ser un reformador y, como dijo Benedicto XVI en Alemania, el país de la reforma, «los verdaderos reformadores son los santos». En este sentido, el sacerdote ha de saber aplicar de verdad el concilio Vaticano II, ir a los textos conciliares y dar prioridad de la formación permanente, sin caer en tópicos fáciles ni simplificaciones apresuradas.

7. El sacerdote es caritativo, con ese ministerio de la caridad que resulta -junto con la predicación de la palabra y la celebración de los sacramentos- una parte esencial de su ministerio.

Además de las distintas labores asistenciales que siempre serán pocas en la Iglesia, el sacerdote debe ser también un «escuchador», pues este hacer caso a la gente puede ser en no pocas ocasiones el mayor acto de caridad. Además, ha de prestar atención a los jóvenes, a las familias y a los más necesitados, que tantas veces son los no-nacidos. Por eso el sacerdote será —junto con todos los laicos, a quienes compete de un modo especial esta misión— un defensor de la vida y la familia. Después, estará toda esa gran masa de inmigrantes, de los que se ocupaba también Benedicto XVI en sus enseñanzas. El amor y la caridad pueden ser el comienzo del diálogo interreligioso, por ejemplo, con los musulmanes. Es decir, el sacerdote es el hombre de todos y para todos, superando así las posibles clases, «capillitas» o tendencias ideológicas.

8. El sacerdote en un hombre razonable.

Benedicto XVI ha hablado de modo repetido sobre la necesidad de «dar razón de nuestra esperanza» (1Pe 3,15). La razón supone un punto de encuentro con todos —cristianos o no cristianos— sobre tantos temas. El sacerdote debe hablar también —¿por qué no?— de la creación, de la naturaleza y de la ley natural (el medio ambiente resulta un tema ineludible en el discurso actual), como el mismo Ratzinger hizo cuando fue arzobispo de Múnich. Debe hablar también del pecado original y de la semilla del mal que vive dentro de todos nosotros. Debe dar razones y ofrecer argumentos. La predicación deberá ser con contenido y ante esto nos podríamos preguntar: ¿cómo son nuestras homilías?, ¿son meras exhortaciones sociales o piadosas? En este sentido, el periodista estadounidense John L. Allen ha hablado de la «ortodoxia positiva» propuesta por el Papa actual, capaz de ofrecer la integridad de la fe, con un estilo alegre, positivo y propositivo. La fórmula ha resultado convincente y ha triunfado en más de una ocasión.

9. El sacerdote ha de ser también un hombre de comunión.

Benedicto XVI ha hablado así de la importancia de acoger en la pastoral habitual a los nuevos movimientos, al Camino neocatecumenal o a otras realidades eclesiales. Tal vez la fórmula de la parroquia como comunidad de comunidades podría ayudar en este sentido y unir así diferentes carismas y sinergias pastorales. Pero la prioridad estará en sus propios hermanos sacerdotes. La fraternidad sacerdotal constituye una absoluta prioridad, y la primera caridad pastoral consiste en ayudar en su ministerio a otros sacerdotes. En este sentido —seguía recomendando Benedicto XVI— pueden resultar de gran utilidad los encuentros y asociaciones sacerdotales, en las que buscan conjuntamente la santidad. En todo esto ha de tenerse en cuenta que hoy en día se obedece con más naturalidad, y que la alegría ha de ser siempre la música de fondo de nuestro ministerio.

10. En fin, el sacerdote debe tratar de ser santo.

Es un tema recurrente en sus escritos e intervenciones orales. Joseph Ratzinger ha repetido con frecuencia de la belleza de la vida de los santos como uno de los mejores argumentos actuales —junto con el arte cristiano— para evangelizar en el mundo actual. Resulta esta una actividad apasionante, pero dura, sin duda alguna. Sin embargo, santidad y alegría van juntas. Habla también con frecuencia de María, madre de los sacerdotes. Luego los lugares en los que se circunscribe esta santidad que busca el sacerdote serían el altar y el ambón, el breviario y el sagrario, el confesionario y también el rosario, valgan estos piadosos ripios. Aquí estaría el secreto de la santidad del sacerdote, tal como ilustró el modélico cura de Ars. En cualquier caso, queda claro que Benedicto XVI está convencido de que la «nueva primavera» de la Iglesia empieza por los sacerdotes.

Pablo Blanco Sarto, sacerdote y profesor de Teología de la Universidad de Navarra

Sexual sí -y mucho-, pero ni educación, ni afectiva

Los planes de educación afectivo-sexual del Gobierno rozan la perversión de menores

Ríase usted de los que creen que un taller de masturbación es lo peor que se le puede enseñar a un alumno. Los planes de educación afectivo-sexual que prevé imponer el Gobierno de forma obligatoria, y que ya se imparten, de un modo u otro, en la mayoría de las Comunidades Autónomas, muestran a los menores -sin consentimiento de sus padres- artilugios eróticos propios de un sex-shop; dibujos de homosexuales en la cama; niños tocándose los genitales; y guías que promueven el sadomasoquismo.

Para que el Estado prive de la patria potestad a unos padres, y tutele la educación de un menor, debe demostrar judicialmente, no sólo que los padres han hecho dejación de sus responsabilidades familiares, sino que han incurrido en un perjuicio objetivo para sus hijos. Sin embargo, con la excusa, nunca comprobada, de que los padres no educan correctamente a sus hijos en materia sexual, las Administraciones educativas llevan tiempo introduciendo la llamada educación afectivo-sexual en las aulas españolas. Y más que lo harán, de forma obligatoria en todos los centros escolares, si se aprueban las normativas que proyectan, al alimón, los Ministerios de Sanidad e Igualdad, para que la formación sexual sea impartida por profesionales de la salud ante los menores; aunque, de momento, las Consejerías de Educación de las diferentes Comunidades Autónomas ya tienen sus propios programas para impartir criterios sobre el sexo a los menores, en el horario de tutorías o hasta robando horas lectivas de otras materias. Criterios sexuales, sí, porque, según padres y expertos, la llamada mal educación afectivo-sexual ni educa ni trata de los afectos, aunque sí tiene tal carga sexual que roza la perversión de menores.

Más que talleres de masturbación

El último revuelo ha estallado en los medios de comunicación, a propósito de una Guía editada por la Junta de Extremadura, y elaborada por un sex-shop madrileño para mujeres, cuyo logotipo es el signo de las feministas, con rabo y cuernos, al estilo del Diablo. En la Guía, según ha trascendido, se incita a la masturbación y a la promiscuidad, y viene acompañada de talleres en los que las responsables del sex-shop muestran a los menores diferentes artilugios eróticos para que puedan abandonarse al onanismo. La realidad es aún más increíble (por definirla de algún modo).

Un vistazo a la Guía, que ya se ha repartido entre estudiantes extremeños, deja perlas como que, para una adolescente ficticia, la masturbación (el vocablo que se utiliza es mucho más vulgar) «me ha sido muy útil cuando me he enrollado con alguien, porque ya sabía más o menos unas cuantas cosas que me gustaban»; o que, para esa misma joven (que habla en primera persona a lo largo de toda la Guía), leer un libro de la feminista María José Urruzola, de cabecera entre los colectivos de lesbianas, «fue una liberación enorme, sobre todo por lo de la culpabilidad. Había un cura en mi pueblo que, en confesión, siempre estaba con la historia de los tocamientos impuros, ¡va!, pero entendí que el hombre no tiene la culpa, que está desfasado perdido». Como se ve, mera educación afectivo-sexual…

Las ilustraciones de la Guía están realizadas por los mismos dibujantes que se promocionan en la página web O.R.G.I.A., en la que, entre otras depravaciones, puede verse la fotografía de un adulto bigotudo y lascivo metiendo las manos bajo la falda de una joven vestida de colegiala. En la Guía, más recatados, sólo dibujan a dos chicas desnudas abrazadas, a un joven arrodillado frente a otro en ropa interior, y a una pareja heterosexual masturbándose mutuamente. Los detalles escabrosos, créanos, los omitimos.

Objetivo: infiltrarse en la cabeza

Si alguien duda de cuáles son los criterios que se persiguen con este tipo de materiales escolares, en la websex-shop madrileño, las creadoras afirman que su concepción de la educación de los afectos se basa en «relaciones sexuales gratificantes, sin elementos de riesgo y con plena elección de la situación». Las dueñas del sex-shop y los responsables de la Junta de Extremadura, claro, no deben de considerar elementos de riesgo los materiales sadomasoquistas, como esposas o fustas hípicas, que venden en la tienda. Y todo con un objetivo: «Pensamos que los montones de mensajes enviados llegarán a infiltrarse firmemente (sic) en las cabezas de más de una de las personas a las que van a llegar». No podríamos decirlo más claramente.

Doña Concepción Medialdea, doctora en Medicina, licenciada en Farmacia y miembro del Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares (IVAF), lamenta que los grupos que están tras este tipo de materiales, «pretenden evitar las enfermedades de transmisión sexual, el embarazo prematuro y el aborto desde la creencia de que es imposible educar en la castidad. Fomentan la incontinencia, la promiscuidad y la experimentación sexual sólo con dos límites: uno, que traten de evitar la penetración, y dos, el simple consentimiento de quienes lo practican. Se promueve el sexo sin amor, sin procreación y sin el más mínimo sentimiento afectivo, con las consecuencias que ello conlleva, y aunque no estén preparados ni física, ni moral ni psicológicamente. Esto explica que se promocione la masturbación y la homosexualidad, como hacen todas las Consejerías autonómicas, incluidas las gobernadas por el PP, como la Comunidad valenciana».

Perversión de menores

Este tipo de orientación sexual, en efecto, no es patrimonio de la Junta de Extremadura. En Andalucía, una Guía para educadores y alumnos, editada por la Junta, propone, con una serie de actividades en el aula, «favorecer la construcción del concepto de anticoncepción»; «conocer formas alternativas de relación sexual a la penetración»; «cambiar nuestras actitudes ante el uso de los métodos (anticonceptivos)»; «cambiar actitudes negativas de las mujeres y la virginidad»; o «conocer otras formas de satisfacción sexual como la felatio y el milingus (sic)».

Ante esto, don Carlos Seco, abogado y miembro de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos de Andalucía (Confapa), asegura que «EpC y el empeño en la educación de la sexualidad ponen de manifiesto que nuestro sistema educativo se caracteriza hoy por ser utilitarista de la persona y constructivista de las conciencias, y cuya finalidad es imponer a los menores un nuevo código de valores, sobre el que construir una nueva sociedad. Es una obra de ingeniería educativa, que, por sus contenidos, roza la perversión de menores y que en Andalucía, después de años desarrollándose, ha supuesto el aumento de la violencia contra la libertad sexual entre adolescentes, el inicio de relaciones sexuales a los 13, y los abortos en chicas de hasta 16 años. Quién sabe si eso es lo que realmente se pretende».

Aunque se podría hacer un repaso por los contenidos más polémicos de cada Comunidad Autónoma, es de justicia resaltar el caso de Asturias. La Guía para profesores y alumnos Ni ogros, ni princesas, editada por el Gobierno del Principado y el Instituto de la Mujer, propone enseñar a los alumnos de tercero de la ESO (13 años) que «existen otras prácticas sexuales como la masturbación o el petting para llegar al orgasmo sin pasar por la penetración» (y explican lo que es el petting, por si algún menor no lo sabe), o que «no es perjudicial no eyacular cada vez que el hombre tiene una erección»; así como la recomendación a los profesores de 4º de «insistir en que el alumnado vea que la motivación para tener relaciones sea, por un lado, el deseo compartido, y por el otro, la decisión de satisfacerlo». Del amor y los afectos, ni palabra. Quizá fuese más propio empezar a utilizar la expresión educación pervertido-sexual

José Antonio Méndez

Algunos criterios sexuales para menores: * «No tengo ni idea de lo que pasa, pero me empieza a entrar un calor… Bueno, estoy mintiendo (…), sí que sé (sic) lo que me pasa, que tengo ganas de sexo» (Guía editada por la Junta de Extremadura)

* «Discutir y explicar en pequeños grupos mixtos (…) ¿Cómo se masturba el hombre?; ¿Cómo se masturba la mujer?» (Guía editada por la Junta de Andalucía, para profesores y alumnos de la ESO)

* «El uso del autoerotismo es compatible con las relaciones compartidas, ya que no interfiere negativamente y forma parte de la intimidad de cada persona» (Guía editada por el Gobierno de Asturias, para 3º de la ESO)

* «Una opción es mostrarse sexualmente pasiva, asumir el modelo tradicional femenino donde las mujeres no conocen su cuerpo, no hablan de sus preferencias, sus deseos, y someten el placer suyo al del varón (…) Y otra opción es imitar lo que hasta ahora hacen los chicos; cuanto antes empieces, mejor; mientras más relaciones tengas, mejor; tengo que disfrutar con el coito» (Guía editada por la Junta de Andalucía para adolescentes entre 12 y 15 años)

* Ideología de género: «Los seres humanos nacemos hombres y mujeres, en consecuencia somos del sexo femenino y masculino. Pero nuestra identidad personal no nos viene dada por nacimiento, sino que se construye en un proceso en el que confluyen distintos elementos (…) a lo largo del tiempo y en continua evolución. (…) Hay tantas formas de ser hombre o mujer como personas hay» (Guía editada por el Gobierno de Asturias, para alumnos de 1º de la ESO)

Lo que nadie dice…

En Orientación cristiana de la sexualidad del (editorial Voz de papel), el sacerdote y experto en educación afectivo-sexual don Pedro Trevijano ofrece criterios lúcidos, científicos y políticamente incorrectos, en materia sexual. Sirva como muestra el siguiente comentario sobre la masturbación: «Por frecuente que sea en ciertos momentos de la evolución sexual, no deja de ser una imperfección. Sus motivos, además, pueden ser muy distintos: desde cuando brota por la tensión biológica de una etapa evolutiva, a pesar de los esfuerzos por controlarse, hasta una despreocupación por los valores del sexo, debido a la falta de limpieza interior. En todo caso, no constituye una respuesta obligada y necesaria, sino que puede ser objeto de autodominio. Hay muchos adolescentes y jóvenes que consiguen evitarla, y no son unos reprimidos, sino que, por el contrario, son personas verdaderamente libres, porque controlan sus pasiones y no se dejan dominar por ellas. Lo que reviste verdadera importancia para la maduración y equilibrio de la persona es la forma de vivir el sexo en su conjunto y no como mera genitalidad»

Peregrinan a isla donde falleció San Francisco Javier

En su día, católicos chinos peregrinan a isla donde falleció San Francisco Javier

ROMA, 03 Dic. 09 / 11:27 am (ACI)

Católicos provenientes de toda China continental y de Taiwán peregrinan a la isla de Shang Chuan, en la provincia de Guang Dong, donde San Francisco Javier murió el 3 de diciembre de 1552, para expresar su devoción al santo que, junto al P. Mateo Ricci, es considerado por los chinos «como uno de nosotros«.

La agencia vaticana Fides informó que «son muchos los peregrinos provenientes de todas partes del continente, de Hong Kong, Macao y Taiwán, sobre todo en estos últimos días, en la vigilia de la fiesta del Santo Patrón de las Misiones».

Indicó que además de la peregrinación, las comunidades católicas realizan diversos encuentros de oración y los sacerdotes chinos estudian y reflexionan sobre «la Carta del Secretario de Estado, el Card. Tarcisio Bertone, para el Año Sacerdotal«.

La agencia vaticana relató que la fiesta de San Francisco Javier cuenta con muchos devotos en China y «se celebra con una solemne Eucaristía en su honor en casi todas las comunidades, especialmente aquellas que llevan su nombre».

«Junto a su hermano, el P. Matteo Ricci, el gran misionero de la China, también San Francisco Javier es considerado por los católicos chinos ‘como uno de nosotros’: También los no-católicos los considera precursores ejemplares y excelentes del intercambio cultural entre oriente y occidentes», destacó.

Milagros atribuidos a Juan Pablo II en vida

Diario español recoge presuntos milagros atribuidos a Juan Pablo II en vida

MADRID, 03 Dic. 09 / 08:09 am (ACI)

El diario español La Razón recogió en la edición del 2 de diciembre, una serie de curaciones milagrosas atribuidas a la intercesión del Papa Juan Pablo II cuando estaba vivo y que por pedido del recordado Pontífice, nunca fueron difundidas ni admitidas públicamente.

Hace unos días, de visita en Argentina el ex secretario de Juan Pablo II y hoy Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, reconoció ante los periodistas que durante la vida de Juan Pablo II hubo hechos inexplicables que se mantuvieron bajo discreción porque él mismo lo había prohibido.

Según La Razón, quizá el primer milagro del Papa Juan Pablo II fue el de la madre de familia inglesa Kay Kelly ocurrido en marzo de 1979. Había dedicado muchos años a recolectar dinero para los enfermos de cáncer y ella misma contrajo la enfermedad.

Viajó a Roma con unos billetes, regalo de los Caballeros de Colón por su trabajo solidario, ahí participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. «Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido», recuerda La Razón recogiendo testimonios de la causa de beatificación y libros de vaticanistas como «Santo subito» de Andrea Tornielli o «Milagros de Juan Pablo II» del polaco Pawel Zuchniewicz.

Este último recoge también casos recientes como el un adolescente polaco de nombre Rafal, a quien recibió el 1 de julio de 2004. El joven, procedente de Lubaczow, padecía de un linfoma incurable que desapareció justo después de su audiencia privada con el Pontífice.

Además, sostiene que «en la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer».

«En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro. El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina del santuario de Lourdes y seis semanas después caminaba», agrega La Razón.

Asimismo, afirma que «hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieu. En los testimonios de la causa hay otros similares».

El diario también recoge el caso del mexicano Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. «Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, en el norte de México, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó. El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad».

La Razón también recuerda al Cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa. En el año 2000, el Purpurado apenas podía hablar por un error al operarse de la carótida. «El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado».

«Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La bendijo y sonrió. La enfermedad de la mujer desapareció por completo», concluye La Razón.