Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba

Adaptación al cine de la obra de C.S. Lewis

Víctor Alvarado

¿Cuál es la clave para entender esta mágica historia?

La clave de esta excelente tercera parte de esta saga, que ha sido traspasada de la Disney a la Fox, la encontramos en el gran director con el que se ha contado porque Michael Apted es el autor de una ninguneada perla británica, llamada Amazing Grace, que versa sobre los esfuerzos de un político por abolir la esclavitud en Gran Bretaña. Un dato que debe ser tenido en cuenta, ya que el cineasta en su citado anterior trabajo supo captar la profundidad de su protagonista. Al igual que ocurre con el largometraje en cuestión pues, aunque pueda parecer un inocente película para niños, Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba esconde en su interior la esencia del humanismo cristiano, puesto que estos relatos están  basados en un escritor creyente como fue C S Lewis, que quiso hacer una alegoría sobre el mensaje del Evangelio, cuyo máximo representante queda expresado en la figura del león (En referencia a este tema, el león dice lo siguiente: «Allí tengo otro nombre. tenéis que aprender a conocerme por ese nombre. Éste fue el motivo por el que se os trajo a Narnia, para que al conocerme aquí durante un tiempo, me pudierais reconocer mejor allí»). En el primer relato cinematográfico de la saga, el citado personaje se sacrificaba por su pueblo para luego transmitir esperanza con su resurrección.

En esta ocasión, el león, Aslan, nos hablará  del más allá en el sentido más positivo del término y el realizador, siguiendo la trama de C S Lewis, hace referencia más o menos clara a la cena pascual y a las tentaciones de Jesucristo en algunas de las escenas más importantes de la película.

Por otro lado, Michael Apted ha demostrado que se puede contar un buena historia ( con efectos especiales y fantasía) que tenga como virtud entretener y divertir, sin olvidar que pueda hacer reflexionar tanto adultos como a los chavales bien dirigidos.

¿Qué valores nos sugiere?

Entre los valores, que esta cinta nos ofrece, destacamos el de la fe y en luchar por lo que uno cree; el valor de la amistad entendida como la entrega por el compañero necesitado; el saber aceptarse a si mismo y de aceptar los designios divinos porque Dios nos regala dones que deben ser puestos al servicio de los demás.

Por último, nos quedamos con unas frases que sugieren que primero hay que superar nuestros aspectos más oscuros de nuestra alma para poder eliminar la oscuridad de la sociedad que nos rodea.

En contraposición con lo positivo, observamos ciertos cortes muy bruscos entre escenas que nos da la impresión de estar demasiado forzados.

¿Qué opinión nos merece la participación de los actores?

En el apartado interpretativo habría que decir que ningún actor sobresale por encima de los demás, pero el conjunto de actuaciones resulta armonioso. Eso si,  la figura del león, que fue creada por ordenador, sigue sorprendiendo tanto por su realismo como por la ternura que transmite.

Madre de familia numerosa reta a Jordi González

Rosario Victoria Andia en Canal 13 TV

Madre de familia numerosa reta a Jordi González en la noche de los sábados

Redacción. Canal 13 TV estrena este sábado, a las 12 de la noche, “En Positivo”. Estamos de enhorabuena todos aquellos que buscábamos una alternativa televisiva para las noches del sábado. Algo más digerible que la archiconocida “Noria”, las teletiendas, los tarots, y las películas de serie B que otros canales ofrecen.

Promete, y mucho, el promocional que ya hemos tenido oportunidad de ver durante estos días en el neófito canal, así como lo que ayer nos adelantaba su presentadora en entrevista concedida a nuestro Director. Una señora sencilla, trabajadora, que cree en la familia y lo demuestra, madre nada menos que de siete hijos. Y, pese a ello, y por ello, entregándose al compromiso de dirigir un programa que promete abordar, desde la óptica de los principios innegociables de Benedicto XVI, temas que hace años pasaron a ser tabú en el panorama televisivo español.  A muchos se nos antoja, en el entorno de laicismo radical actual, más que valiente, temerario.

Nos preguntamos qué opción acabará triunfando. Aquellas como la liderada por Jordi González y ese lobby tan apetecido por los comerciantes por su alto poder adquisitivo, fruto de su absoluta falta de interés por crear familias. O bien, la de esta señora que apuesta por la vida, la familia, la libertad de educación de los hijos, y las raíces cristianas de Europa que dieron a España fortaleza y unidad.

El duelo está servido.

Grandes científicos de todos los tiempos hablan de Dios

Copérnico, Newton, Ampere, Darwin, Edison, Gauss, Einstein… por su interés, reproducimos a continuación lo que afirmaron sobre Dios las voces autorizadas de la ciencia


Johannes Kepler (1571-1630), astrónomo: “Dios es grande, grande es su poder, infinita su sabiduría. Alábenle cielos y tierra, sol, luna y estrellas con su propio lenguaje. ¡Mi Señor y mi Creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo anunciarla a los hombres en la medida en que mi limitada inteligencia puede comprenderla”.

Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo: “¿Quién que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes? ¿Quién no adorará al Arquitecto de todas estas cosas?”.

Isaac Newton (1643-1727), fundador de la física teórica clásica: “Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo, no ha podido sino salir del plan de un Ser omnisciente y omnipotente”.

Carlos Linneo (1707-1778), fundador de la botánica sistemática: “He visto pasar de cerca la Dios eterno, infinito, omnisciente y omnipotente y me he postrado de hinojos en adoración”.

Alessandro Volta (1745-1827), descubrió las nociones básicas de la electricidad: “Yo confieso la fe santa, apostólica, católica y romana. Doy gracias a Dios que me ha concedido esta fe, en la que tengo el firme propósito de vivir y de morir”.

André-Marie Ampere (1775-1836), descubrió la ley fundamental de la corriente eléctrica: “¡Cuán grande es Dios, y nuestra ciencia una nonada!”.

Augustin Louis Cauchy (1789-1857), insigne matemático: “Soy cristiano, o sea, creo en la divinidad de Cristo, como todos los grandes astrónomos, todos los grandes matemáticos del pasado”.

Carl Friedrich Gauss (1777-1855), uno de los más grandes matemáticos y científicos alemanes: “Cuando suene nuestra última hora, será grande e inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro quehacer solo hemos podido vislumbrar”.

Justus von Liebig (1803-1873), célebre químico: “La grandeza e infinita sabiduría del Creador la reconocerá solo el que se esfuerce por extraer sus ideas del gran libro que llamamos la naturaleza”.

Robert Mayer (1814-1878), científico naturalista (Ley de la conservación de la energía): “Acabo mi vida con una convicción que brota de lo más hondo de mi corazón: la verdadera ciencia y la verdadera filosofía no pueden ser otra cosa que una propedéutica de la religión cristiana”.

Pietro Angelo Secchi (1803-1895), célebre astrónomo: “De contemplar el cielo a Dios hay un trecho corto”.

Charles Darwin (1809-1882), naturalista (Teoría de la Evolución): “Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios. El argumento máximo de la existencia de Dios me parece la imposibilidad de demostrar y comprender que el universo inmenso, sublime sobre toda medida, y el hombre hayan sido frutos del azar”.

Thomas Alva Edison (1847-1931), el inventor más fecundo, 1200 patentes: “Mi máximo respeto y mi máxima admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos: Dios”.
K. L. Schleich (1859-1922), célebre cirujano: “Me hice creyente a mi manera por el microscopio y la observación de la naturaleza, y quiero, en cuanto está a mi alcance, contribuir a la plena concordia entre la ciencia y la religión”.

Guglielmo Marconi (1874-1937), inventor de la telegrafía sin hilos, premio Nobel en 1909:“Lo declaro con orgullo: soy creyente. Creo en el poder de la oración, y creo, no solo como católico, sino también como científico”.

Robert Andrews Millikan (1868-1953), físico, premio Nobel en 1923: “Puedo de mi parte aseverar con toda decisión que la negación de la fe carece de toda base científica. A mi juicio jamás se encontrará una verdadera contradicción entre la fe y la ciencia”.

Arthur Stanley Eddington (1882-1946), astrónomo: “Ninguno de los inventores del ateísmo fue naturalista. Todos ellos fueron filósofos muy mediocres”.

Albert Einstein (1879-1955), fundador de la física contemporánea, premio Nobel en 1921 (Teoría de la Relatividad): “Todo aquel que está seriamente comprometido con el cultivo de la ciencia, llega a convencerse de que en todas las leyes del universo está manifiesto un espíritu infinitamente superior al hombre, y ante el cual, nosotros con nuestros poderes debemos sentirnos humildes”.

Max Plank (1858-1947), fundador de la física cuántica, premio Nobel en 1918: “Nada pues nos lo impide, y el impulso de nuestro conocimiento lo exige… relacionar mutuamente el orden del universo y el Dios de la religión. Dios está para el creyente en el principio de sus discursos, para el físico, en el término de los mismos”.

Erwin Schrödinger (1887-1961), creador de la mecánica ondulatoria, premio Nobel en 1933: “La obra maestra más fina es la hecha por Dios, según los principios de la mecánica cuántica…”.

Howard Hathaway Aiken (1900-1973), matemático e ingeniero: “La moderna física me enseña que la naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una “Causa Primera” grande, que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que por lo mismo, es Sobrenatural”.

Wernher von Braun (1912-1977), ingeniero aeroespacial: “Por encima de todo está la gloria de Dios, que creó el gran universo, que el hombre y la ciencia van escudriñando e investigando día tras día en profunda adoración”.

Charles Hard Townes (1915-), físico, premio Nobel de Física en 1964: “Como religioso, siento la presencia e intervención de un ser Creador que va más allá de mi mismo, pero que siempre está cercano… la inteligencia tuvo algo que ver con la creación de las leyes del universo”.

Allan Sandage (1926-), astrónomo, calculó la velocidad de expansión del universo y la edad del mismo por la observación de estrellas distantes: “Era casi un ateo prácticamente en la niñez. La ciencia fue la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complejo de lo que podemos explicar. El misterio de la existencia solo puedo explicármelo mediante lo Sobrenatural”.

Louis Pasteur (1822-1895), químico

Una tarjeta y una sorpresa: “Un joven universitario viajaba en el mismo asiento del transporte con un venerable anciano que iba rezando su rosario. El joven se atrevió a decirle: “Por qué en vez de rezar el rosario no se dedica a aprender e instruirse un poco más? Yo le puedo enviar algún libro para que se instruya” El anciano le dijo: “Le agradecería que me enviara el libro a esta dirección” y le entregó su tarjeta. En la tarjeta decía: Louis Pasteur, instituto de Ciencias de París. El universitario se quedó avergonzado. Había pretendido darle consejos al más famoso sabio de su tiempo, el inventor de las vacunas, estimado en todo el mundo y devoto del rosario”.

Manipulación en los medios de comunicación

10 estrategias de manipulación en los medios de comunicación

Juanjo Romero (InfoCatolica)

Tiempos convulsos y maniobras de distracción. Y no me estoy refiriendo específicamente a la últimas filtraciones de WikiLeaks, aunque alguno lo relacione con cierta justificación. Sobre este tema, si queréis formaros un criterio recomiendo el artículo de Montse Doval: algo de contexto sobre Wikileaks.

Tenemos un exceso de noticias, a menudo contradictorias, que evitan el análisis pausado. Una vez conseguido que no nos hagamos las preguntas correctas, las respuestas que demos siempre serán irrelevantes en el mejor de los casos, y no direccionadas por nosotros, en el peor.

Hace ya más de dos años, casi al inicio de este blog, compartía las técnicas de manipulación, que proponía Volkoff en su novela El Montaje, ambientado en la Guerra Fría y que no pierden actualidad. Os recomiendo el ejercicio de localizarlas en las noticias que nos ofrecen los medios de comunicación, especialmente cuando los temas tratados atañen a los valores y la religión.

No está de más actualizar el tema. Hoy, con las «10 estrategias de manipulación en los medios de comunicación» que se atribuyen a Chomsky. La verdad es que como analista es un poco conspiranoico, y desde luego no comparto casi ninguno de sus presupuestos filosóficos. A pesar de todo, le reconozco cierto grado de originalidad en sus planteamientos, no es un adversario despreciable, en especial por su influencia. Como lo puede ser George Lakoff en otro orden.

Mientras que las ‘técnicas’ de Volkoff se refieren al discurso particular, las de Chomsky son más estratégicas. He estado tentado en adaptar los ejemplos, pero dejo la redacción original que responde a las exclusivas obsesiones del filólogo estadounidense, creo que podréis adaptarlos fácilmente a otras circunstancias.

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El pensamiento de san Josemaría Escrivá

Presentan el pensamiento de san Josemaría Escrivá en tres volúmenes

Se trata del libro Vida cotidiana y santidad

ROMA, lunes 6 de diciembre de 2010 (ZENIT.org) “Os pido sencillamente que toquéis el cielo con la cabeza: tenéis derecho porque sois hijos de Dios”, decía san Josemaría Escrivá de Balaguer. “Pero que vuestros pies, que vuestras plantas estén bien seguras en la tierra, para glorificar al Señor Creador Nuestro, con el mundo y con la tierra y con la labor humana”, advertía el fundador del Opus Dei.

Una frase que condensa su pensamiento: la santificación en la vida cotidiana, en el trabajo propio de cada uno. Para esto se requiere cultivar  el trato con Dios. “San Josemaría decía que así como en una casa no puede haber calefacción sin caldera, no puede haber santidad sin momentos fuertes de oración mental”, comenta Javier López en diálogo con ZENIT.

Los sacerdotes Javier López, de Madrid y Ernst Burkhart de Viena realizaron durante 10 años un trabajo de investigación sobre los principales escritos del santo para condensarlos en tres volúmenes y presentar por primera vez una recopilación sistemática de teología espiritual con numerosos textos inéditos. Se trata del libro “Vida cotidiana y santidad en las enseñazas de san Josemaría”, del que acaba de aparecer el primer volumen de 624 páginas

Ambos presbíteros pertenecen a la prelatura del Opus Dei y son profesores de teología espiritual en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma. Conocieron san Josemaría en los años 60 y residieron con él en la década de los 70.

Santidad para todos

Para el profesor Ernst Burkhart, el mensaje del santo Escrivá “vale para todo el mundo” por esta razón “no hemos querido incluir en los títulos del libro la palabra Opus Dei, para que la gente comprenda la universalidad del mensaje”, según indicó a ZENIT.

Como ha escrito el Papa Benedicto XVI, “san Josemaría recibió luces divinas para predicar la llamada universal a la santidad” (Exortación apostolica Verbum Domini, 48). “Especialmente el libro se dirige a los fieles laicos y a los sacerdotes seculares para impulsarles a la santidad en la vida cotidiana”, comenta el sacerdote vienés.

Para exponer su pensamiento “nos hemos centrado en tres puntos de su mensaje: el primero es que el eje central de la santidad en medio del mundo es la santificación del trabajo profesional; el segundo es que la filiación divina, saberse hijos de Dios, es el fundamento de la vida cristiana; y el tercero es que el cristiano ha de aspirar al ideal de ser contemplativo en los quehaceres de su vida ordinaria”.

El profesor Javier López destaca que la actualidad del mensaje de san Josemaría es compatible con su continuidad respecto a la tradición de la Iglesia: “Aprecia a los grandes maestros de vida cristiana, tiene cariño por santa Teresa de Jesús, san Bernardo de Claraval, santa Catalina de Siena y otros doctores de la Iglesia.  Entre los autores que cita con más frecuencia destacan san Agustín y Santo Tomás de Aquino”.

“Su aporte lo vemos como una verdadera manifestación del Espíritu Santo”, agrega Javier López. “Creemos que la novedad de su enseñanza está en la espiritualidad laical”, afirma.

Para san Josemaría siempre fue muy claro que no puede haber santos de segunda categoría. “Hay bastantes fieles de la prelatura, de diversos estados de vida camino a los altares. Además del sucesor de san Josemaría monseñor Alvaro del Portillo, hay, entre otros, un ingeniero suizo, un médico guatemalteco, un matrimonio español, una empleada del hogar, Dora del Hoyo, quienes murieron con fama de santidad.

Libertad de los hijos de Dios

Un tema fundamental en el pensamiento de san Josemaría es el de la libertad. En el segundo volumen de este compendio se le dedica un amplio espacio. Se tratan puntos como gracia y libertad en la vida espiritual; voluntad, razón y sentimientos en el ejercicio de la libertad; el respeto a la persona y a su libertad; los compromisos cristianos  como cauce de libertad.

El profesor Burkhart destaca la importancia de la libertad en “las opciones temporales, en todo lo que es opinable en temas económicos o políticos e incluso en las cuestiones teológicas”. Dice que para san Josemaría la libertad  “debe ser fomentada y valorada y que no se puede imponer la uniformidad incolora. Es algo muy típico de su pensamiento”.

Santidad

Para el profesor Burkhart de 65 años, cobra un valor agregado en esta investigación, el haber conocido personalmente al santo Escrivá de Balaguer:  “Cuando le escuchaba me resultaba fácil hacer oración”, dice.

Y destaca algunas de sus virtudes: “Era muy humano, divertido, cariñoso y preocupado por todos nosotros”. Celebraba la misa con una gran intensidad”.

“Recuerdo una vez que Ernst tocaba el violín durante una tertulia. Al terminar, san Josemaría le preguntó cuántos años llevaba practicando y él contestó que unos veinte, a diario. Entonces comentó que así había que hacer en la vida cristiana: insistir un día y otro, con la ayuda divina, para afinar en los detalles y parecerse cada vez más a Jesucristo”  concluye Javier López.

Así, san Josemaría estaba convencido de que “ninguna persona es un verso suelto”, sino que todos hacemos parte “de un mismo poema que Dios escribe con el concurso de nuestra libertad”, como dice en uno de sus escritos presentados en este libro.

Por Carmen Elena Villa

“Hitler, la guerra y el papa”

Libro presentado por iniciativa de la misión de la Santa Sede en la ONU

NUEVA YORK, martes 7 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Hitler, la guerra y el papa es el título del libro de Ronald J. Rychlak (Hitler, the War, and the Pope, Ed. Our Sunday Visitor, 2010, edición ampliada, primera edición en 2000), que se presentará en Nueva York este sábado 11 de diciembre.

Abogado y titulado en economía, el autor presenta documentos y testimonios que aportan una nueva aclaración sobre la acción del papa Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial.

El volumen fue regalado al Papa Benedicto XVI en el Vaticano por Gary y Meredith Krupp, fundador de la Pave the Way Foundation (PTWF), durante la audiencia del miércoles 10 de octubre.

El próximo sábado también se presentará otra obra histórica, de los jesuitas Robert J. Araujo y John Lucal: Diplomacia pontificia y organizaciones internacionales (Papal Diplomacy and the Quest for Peace. The Vatican and International Organizations from the early years to the League of Nations, primera edición, Sapienza Press, 2004, nueva edición ampliada, St. Joseph’s University Press, 2010).

Esta presentación ha sido organizada por la Misión de Observación permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.

Su máximo representante, monseñor Francis Chullikatt, promueve los encuentros titulados Encuentro con los libros y los autores, en la iglesia del Salvador de Nueva York, a las diez de la mañana.

Por Anita S. Bourdin

¿Cuál es tu camino?

Actualizado 3 diciembre 2010

«Si no quieres saber tu destino, sigue tu camino»

Éste es, una vez más, el lema publicitario para vender un coche. Camina, nos dicen, y no te preguntes por el sentido de tus pasos. Separa tu camino de tu destino. Con este coche, nos dicen, es posible.

¿Qué será el destino?, me pregunto. ¿Qué querrán decirnos los publicitarios? Parece que el coche es para los que no quieren saber su destino, pues se presenta como negativo. La opción, seguir el camino, tu camino, sin preguntarte más allá. ¿Hacia dónde pues? ¿Quién o qué criterios marcarán tus pasos?

La expresión «Sigue tu camino» me resulta atractiva, pero no como contrapartida a algo que me da miedo conocer. Más bien, todo lo contrario: puedo seguir mi camino si mi motivación es alta, si mi vida está en buenas manos, si hay alguien allí arriba que me mira con amor y me anima a ir descubriendo día a día una nueva semilla de mi vocación específica, y actuarla en mi camino concreto y particular. Si sé que mi «destino» (si es que podemos usar esta palabra) es el cielo, que hoy, aquí y ahora, puedo empezar ya a degustar.
Puedo seguir mi camino si mi confianza en el hombre y en la vida es grande. Si tengo un por qué y un para qué de las cosas que hago. Si mi vida está dotada de sentido.

Si en cambio creo que un destino fatal está allí aguardándome con la daga, me será difícil caminar. ¿Cuál será entonces mi camino? o ¿para qué caminar?

Preguntémonos hacia dónde caminamos, por qué y para qué. ¿Nos da miedo el destino? ¿En qué creemos?

Por mi parte creo que estamos aquí en la tierra en primer lugar para aprender a amar. Y eso es tarea diaria. Los sinsabores nos ayudan a conocernos más, trabajarnos, y mejorar en la calidad de nuestra entrega.

También creo que estamos aquí para aportar nobleza, belleza, verdad y amor en nuestro entorno, que está en nuestra mano descubrir qué en concreto, y que vale la pena hacerlo.

Georgina Trías
www.georginatrias.wordpress.com

«365 días con Juan Pablo II»

Actualizado 9 diciembre 2010

Guillermo Urbizu (REL)

365 días no. Con Juan Pablo II hay que tratar de por vida. Inmersos en su ejemplo heroico de servicio a Dios y al mundo. Sus escritos son parte de su intercesión para acercar a las almas a Dios, sin duda. Por la inteligencia de la razón y por el amor del corazón. Filosofía, teología, ascética, poesía…. Todo ello hecho piedad, comunión con Cristo y vanguardia de la fe. Doctrina y mística, testimonio constante de esperanza. Juan Pablo II dedicó su vida a Dios y a los demás. Completa entrega, sin resquicios. Oración y estudio. Lectura y escritura. Pasión por la vida, por la gracia, por la gloria de Cristo. Contemplación de la belleza, constante búsqueda de la ternura de María como intercesión, de una visión más nítida de la presencia de Dios en el tiempo, en cada momento. “Búsqueda de una respuesta exhaustiva”.

Juan Pablo II parte de dos premisas tanto en su vida como en su obra: la fidelidad al amor de Dios y la devoción a María, Madre de Dios y Madre nuestra. Juan Pablo II fue siempre un inconformista. Leyendo su biografía uno se da cuenta de que necesitaba profundizar, de ir al busilis de las cosas -como diría mi maestro Vicente Polo-, de que lo superficial no casaba con la santidad que Dios le pedía. Ahondaba en la Palabra de Dios y en los sacramentos, ahondaba en las almas y en el sentido de la historia, ahondaba en la naturaleza y en el entramado sobrenatural de cada día, ahondaba en la mirada de Cristo (y en sus llagas). La cronología de su vida -plena de intensidad, drama y lucha- es una constante y progresiva identificación con el Maestro. A su innata, pero trabajada inteligencia, se le unía una recia voluntad y una sensibilidad exquisita. Dios en cuanto Sumo Poeta. Escribe a un amigo en 1939: “Te saludo en nombre de lo Bello, que es el perfil de Dios”. La existencia anclada en el amor inconmensurable de Dios, en una poética inefable de la que a veces vislumbramos destellos y por la cual Juan Pablo II no dejó nunca de dar gracias. De hecho su vida y su obra son una prolongada, esencial y radical acción de gracias a Dios.

Por eso nos viene al pelo este libro-antología que ha compuesto el carmelita descalzo y profesor Aldino Cazzago (actual director de la prestigiosa revista de teología Communio). 365 días con Juan Pablo II (editorial San Pablo) es una recopilación de textos que abarcan no sólo el pontificado de JPII, también hay poemas, cartas u homilías anteriores a su elección. El resultado es, y nunca mejor dicho, antológico, excepcional. Vamos siguiendo el pensamiento y el alma de JPII día a día, a través de todos esos fragmentos que sirven al lector para rezar (¡qué importancia tienen esos ratos de diálogo con Dios!), para impulsarse hacia el meollo de la divinidad, para pensar, “para valorar en todas sus dimensiones la grandeza de nuestra dignidad humana”, para profundizar en la liturgia y en la fe. En definitiva, para no quedarse en una creencia superficial o cómoda: tibia. Resulta fascinante la clarividencia filosófica y teológica de Juan Pablo II. “El hombre debe vivir de la verdad, debe buscarla, debe tender a ella. No puede obrar sin ella, no puede vivir en la mentira. Un clima de mentira es un clima contra el hombre”.

Según vaya pasando el tiempo veremos más y más clara la importancia de Juan Pablo II. En todos los órdenes. Por de pronto este libro me lleva a querer leer, o volver a leer con más detenimiento encíclicas como Fides et ratio o Redemptor hominis. O las nunca suficientemente ponderadas Carta a las familias o la Carta a los artistas. Son lecturas indispensables. Habitemos este libro, lleguemos como diría Nicolás Gómez Dávila, a su clima, al núcleo desde donde mana toda esa energía espiritual que sigue atrayendo a las almas a una verdadera conversión. Nunca se me podrá olvidar el inicio de la encíclica Veritatis splendor: “El esplendor de la verdad brilla en todas las obras del Creador y, de modo particular, en el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios”.

 

¿Cuando defenderemos a Dios?

Actualizado 7 diciembre 2010

Juan García Inza (REL)

Hace un tiempo hice  en este mismo espacio  una llamada urgente para que nos decidamos a defender a Dios. Los ataques en España contra los principios fundamentales de nuestra fe continúan. Incluso diríamos que han crecido en volumen y desvergüenza. Con expresiones groseras e imágenes propias de descerebrados alardean en los medios de estar en contra de eso tan “trasnochado” que se llama Iglesia Católica. Pero, como afirma el Papa en su último libro, “Luz del mundo”, lo que hoy está más desprotegido es el Ser de Dios. Dios mismo, con sub respeto exquisito a la libertad del hombre, se está dejando vapulear por los desalmados de siempre. Y Benedicto XVI afirma que cuando se ataca a Dios es el hombre el que sale perdiendo, ya que somos su imagen.

Es muy urgente defender a Dios


En otras épocas históricas este afán por defender lo que creemos llevó a la sociedad cristiana a combatir con las armas. Afortunadamente esos métodos, no evangélicos, desaparecieron hace tiempo. Los Papas más recientes han pedido perdón por los excesos cometidos en otras épocas muy distintas a la nuestra.

Pero cuando a la fe, especialmente a la católica,  se la ataca sin tapujos y hasta se presume de ello. La defensa se hace urgente, necesaria. Es cuestión de justicia, de defensa de nuestra libertad de creyentes, de nuestra condición de ciudadanos libres. Hoy periodistas católicos, acojonados (perdón por la palabra),  prefieren seguir la corriente, y se refugian en el silencio y la indiferencia. Y el pueblo fiel se siente desprotegido. Es un fenómeno cíclico que se da en todas las épocas. Nunca ha tenido la Iglesia una larga etapa duradera de paz. Tal vez sea esta la Voluntad de Dios para que no nos durmamos en el dulce sueño de los justos.

Con la última venida a España de Benedicto XVI los de siempre, y en los mismos medios, han echado por su imaginación y por su boca toda las bilis que llevan dentro. Los pobres no saben más que burlarse groseramente de lo que ellos no quieren vivir, no saben vivir, y les molestas que otros vivan. Y nos callamos. O simplemente lamentamos y criticamos. Pero, ¿no se puede hacer algo más? ¿Para qué están las leyes, los Tribunales, la Constitución que acabamos de celebrar, los juristas, las asociaciones y las plataformas…Incluso la misma Conferencia Episcopal. ¿No hay nadie que le pare los pies a estos energúmenos que se ríen de lo más sagrado, siempre que suene a católico, claro?

Es verdad que los católicos somos de otro talante, pero no podemos pasar por tontos. Nos refugiamos demasiado en el “buenismo” y  en la resignación y nos cruzamos de brazos.  Oigo a bastantes criticar el ambiente que estos “personajillos” crean con sus mordacidades, pero pocos van y ponen una denuncia.  No se atreverán los “caciquillos” de ciertas teles a meterse con los mahometanos, y tampoco con los evangélicos, ni con los budistas, ni con cualquier otra religión. Lo que les estorba es el Dios de los católicos, la misma Iglesia, los principios morales, todo aquello que se oponga a una vida licenciosa y pachanguera. Esa es la cultura que pretende imponer a los niños y jóvenes de nuestros centros de enseñanza. Y así nos va a esta España que están poniendo a la venta a precio de saldo.

Todos, jerarquía y fieles, sacerdotes y religiosos, militantes de todos los movimientos y miembros de todas las asociaciones e instituciones de la Iglesia. Absolutamente todos debemos luchar en el combate de la fe, pero sin olvidar que Cristo desterró la espada y dijo: Mi Reino no es de este mundo. Pero estamos en el mundo, y no podemos permitir que a Dios lo quieran echar fuera, mientras nosotros nos entretenemos con nuestras cosillas, nos refugiamos en calor cómodo de nuestras comunidades,  nos agotamos en la tibieza, y nos dedicamos al lamentarnos de lo mal que van las cosas.


San Pablo dijo: He combatido bien el combate de la fe, he corrido, he luchado… Y apeló al Cesar cuando los querían apalear.  Es un ejemplo de cómo hay que vivir la ve con audacia, ya que están en juego nuestro mejores tesoros.  La fe es para vivirla en la vida corriente de este mundo que nos ha tocado. Y hay que defenderla de las raposas que la intentan  destrozar.  Los santos de todos los tiempos han luchado. ¿Y nosotros?

La Inmaculada y el Beato Liberio

Actualizado 7 diciembre 2010

Hace 90 años, en Talavera de la Reina

Los terribles acontecimientos de la contienda bélica que asoló España de 1936 a 1939 segaron miles de vidas en flor con su sinrazón. Paralelamente al conflicto civil, se dio una verdadera persecución religiosa entre cuyas víctimas se cuenta el Beato Liberio González Nombela, beatificado en 2007 junto a 497 mártires. El día 18 de agosto de 1936 a las siete de la tarde, cuando contaba solamente con 40 años de edad, fue salvajemente asesinado en el término municipal de Barcience (Toledo) por negarse a blasfemar contra su Dios  y a renunciar a su fe cristiana. Sus últimas palabras fueron dirigiéndose a sus feligreses que le disparaban: “Que Dios os perdone como yo os perdono”.

El Beato Liberio fue capellán del Colegio “Compañía de María” de Talavera de la Reina durante el curso 1920-1921, hace 90 años. De las religiosas tomará posteriormente variados métodos de enseñanza y temarios escolares para las escuelas católicas que fundará en Torrijos.

En el Archivo conservo una carta del 6 de junio de 1958 de la Madre Calixta Muruzábal que junto a la Madre Encarnación Elguezábal pasaron los tormentos de una guerra que transformaría al Colegio en Hospital de Sangre. La carta es la respuesta a una recibida de un hermano del Beato Liberio solicitando datos sobre el mártir. La Madre Calixta contesta:

Lo que sí podemos decir es que todas le teníamos como un sacerdote ejemplar, fervoroso, humilde, abnegado, en la Catequesis tenía a los niños entusiasmados, todos le oían con gran interés. Una de nuestras religiosas recuerda que en una ocasión don Liberio se encontró por la calle a un chiquillo de esos mocosillos y él con toda su bondad sacó su pañuelo y le limpió las narices… de estos detalles tenía muchos, siento no recordar algunos, pero como ya han pasado muchos años, la mayor parte de las religiosas que componen la Comunidad no tuvieron el gusto de conocerlo y las otras no trataron directamente con él…

… lo que sí tenemos es un precioso Himno a la Inmaculada que musicalizó un amigo suyo y él le puso la letra, así que le envío en una hoja aparte la poesía”.

Himno a la Inmaculada

Así que, desde este rincón de la red, quiero celebrar los 250 años del decreto del Papa Clemente XIII proclamando a la Inmaculada como Patrona de España (fechado el 8 de noviembre de 1760) con estaE sencillo y precioso “Himno a la Inmaculada” escrito por el Beato Liberio González Nombela, mártir de la persecución religiosa en España.

Reina de la hermosura Inmaculada

de Dios has agotado el poderío

y al darte su tonada

se embarga de dulzura el pecho mío.

Al verte, palidecen los querubes

y rásganse las nubes

haciendo mil girones de su tul

que no hay para los cielos otro encanto

que el de tejer tu manto

con su crespón azul.

Tuviste en tu purísimo regazo

a aquel que de la nada hizo brotar

los mundos, que suspensos de tu brazo,

suspiran hoy tus glorias por cantar.

El sol con sus auríferos destellos,

circundan la azucena de Israel;

su lumbre es el fulgor de tus cabellos,

la luna de tu planta es escabel.

Quien tuviera, Madre mía, la inspiración del poeta

para ser hoy el heraldo pregonero de tu amor,

quien sintiera en sus entrañas los arrobos del asceta,

¡oh quien fuera llama viva para arder hoy en tu honor!

Fuentecillas que los valles recorréis entre murmullos,

dadme el timbre misterioso de esas cuerdas de cristal;

arroyuelos que en los prados os mecéis entre capullos,

salpicad con vuestras ondas esta Rosa Celestial.

Avecillas que en los bosques alegráis con vuestros trinos,

dirigid vuestras endechas a la Madre de mi Dios,

y que suplan de este modo los arpegios peregrinos

los fervores de mi pecho, la impotencia de mi voz.

 

Para conocer más sobre la vida y martirio del Beato Liberio González

 

http://www.persecucionreligiosa.es/martires_cartel.html#L