El Gobierno quiere cambiar el sistema de apellidos

Nueva muestra de ingeniería social en España: el Gobierno quiere cambiar el sistema de apellidos

En aras de la ‘igualdad’, el nuevo proyecto de ley del Registro Civil rompe con nuestro entorno occidental al eliminar la prioridad del apellido paterno. Perjudica los apellidos de las últimas letras del abecedario y provoca una ruptura de la interpretación genealógica


El Gobierno ha dado un paso más en su proyecto de ingeniería social y ha creado un nuevo conflicto donde no lo había al aprobar el Consejo de Ministros una modificación del Proyecto de Ley del Registro Civil que pretende cambiar el sistema de apellidos.

Las modificaciones propuestas por el Ejecutivo de Zapatero, en aras de la ‘igualdad’, rompen con nuestro entorno occidental al eliminar la prioridad del apellido paterno, algo inédito prácticamente en toda Europa y en el mundo en general, donde se sigue interpretando la asignación de los apellidos como hasta ahora lo hacía España.

Si sale adelante el proyecto de ley, que está a la espera de tramitarse en el Congreso, la prevalencia del apellido paterno a la hora de registrar el orden de los apellidos pasará a mejor vida.

Hasta ahora, el cambio de apellido puede pedirlo la persona interesada al alcanzar la mayoría de edad. Con la reforma, se preguntará a los padres. En el caso de que no haya acuerdo entre los progenitores, el orden de los apellidos del recién nacido se establecerá alfabéticamente.

Además, todos los datos se digitalizarán en una base central con acceso a todo y desde todos los registros civiles de todas las ciudades españolas. También desaparecerá el libro de familia y cada persona quedará registrada individualmente con un ‘Código Personal de Ciudadanía’.

Familias y juristas, en contra

La decisión del Consejo de Ministros en este tema ha levantado una inmediata y generalizada polvareda. Asociaciones de familias y juristas consideran que la propuesta es innecesaria y no figura precisamente entre las demandas más urgentes de los españoles, por lo que todo apunta hacia una nueva ‘cortina de humo’ del Gobierno.

El Foro de la Familia, el Instituto de Política Familiar, la Federación Española de Familias Numerosas o la Confederación de Padres Católicos (Concapa) critican la decisión, como también lo hace la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA).

Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, considera que, “dados los síntomas que ha mostrado este Gobierno en su afán de destruir a la familia, en España resulta inevitable sacar esta lectura”.

Por su parte, Luis Carbonell, presidente de la Concapa, cree que esta “ocurrencia” refleja “la incapacidad del Gobierno a la hora de solucionar problemas como la educación y el paro, jugando al despiste y complicando la convivencia”.

Los de la ‘Z’, perjudicados

También ve “innecesaria” la propuesta María Pérez-Galván, miembro de la junta directiva de AEAFA, quien recuerda que “ya estaba regulada la posibilidad de invertir el orden de los apellidos […] Con este criterio habrá en el futuro menos ciudadanos que se apelliden Zamora o Zapatero que Arias o Aznar”, concluye.

Esa es precisamente una de las cuestiones motivo de crítica, que con esta decisión, de aprobarse definitivamente, se tenderá a una extinción de los apellidos a partir de las últimas letras del abecedario. Si los padres no se ponen de acuerdo o no hacen nada al respecto las primeras letras prevalecerán, al formar parte siempre del primer apellido.

Se argumenta que precisamente esto es lo que pasa ahora con el apellido de la mujer, pero eso no es así ni de lejos, aunque sea lo que defienden o piensen quienes utilizan tales argumentos.

Cabe resaltar que la desaparición del apellido de la mujer no es la desaparición de ese apellido en el conjunto de la sociedad, ya que la distribución del mismo es aleatoria entre hombres y mujeres. No hay apellidos específicos de la mujer o del hombre. En este caso la distribución de la supresión no es aleatoria sino ordinal y desaparecen las letras finales del abecedario.

Ruptura de la interpretación genealógica

Otra cuestión es que la asignación de los apellidos tiene valor personal pero también tiene una dimensión social, en el sentido en que permite una interpretación de la genealogía.

En nuestra tradición cultural la interpretación genealógica siempre ha sido la misma. Si esto ahora se quiebra supondrá una ruptura interpretativa. Por ejemplo, cuando se estudie un personaje histórico no se sabrá quién es el padre o la madre. Esto es grave porque se trata de valores de una naturaleza histórica que vienen de muy atrás y se deberían valorar más.

La cuestión de fondo es que nos encontramos ante una nueva manifestación de ingeniería social. Es decir, diseñar al margen de la historia y del contexto social como ha de ser en este caso el apellido de las personas.

Es evidente que ha de haber una libertad de cambiar el apellido pero sólo de forma singular y de manera adulta, pero no crear un sistema que ya lo condiciona desde los padres.

Cuestión aparte es el caso de Cataluña, donde el apellido de la madre siempre aparece, aunque el proceso de castellanización tiende a hacerlo olvidar. Por esto la forma correcta en catalán es utilizando la conjunción ‘i’ entre el apellido paterno y el materno.

«Dios no manda nada que no podamos soportar»

1,6 millones de reproducciones en YouTube avalan su talento

Miriam Fernández, cantante por la vida: «Dios no manda nada que no podamos soportar»

Hija biológica de madre adolescente, adoptada en una familia numerosa, retada cada día por sus piernas, que no la sostienen… Miriam Fernández, a los 20 años, ha hecho realidad su sueño de sacar un disco

Actualizado 1 diciembre 2010

Pablo J. Ginés / La Razón

Su primer álbum está por ahora en ITunes y en las librerías San Pablo. En él canta a la esperanza, a su padre fallecido, a las embarazadas asustadas, a la vida. Le precede un dato: 1,6 millones de reproducciones en YouTube de la canción que interpretó la noche que ganó el concurso televisivo «Tú sí que vales». Miriam Fernández (www.miriamfernandez.org) ha escrito todas las letras de «Bailando bajo la lluvia», un álbum que gustará mucho a las adolescentes, con unos textos que devolverán las ganas de vivir a más de una persona asustada o triste.

-Las estadísticas dicen que la mayoría de adolescentes pierden la fe, entre los 12 y 18 años. ¿Qué les dirías?
-Sólo puedo hablar de mi experiencia. En mi vida he pasado momentos duros, como la muerte de mi padre, la de mi hermano. Son momentos de preguntarle a Dios «¿por qué?» Pero al final de todas las oscuridades siempre he visto luz, he visto que todo sirve para algo, que Dios no manda nada que no podamos soportar. Todos tenemos dones para servir a los demás. En mi disco canto: «siempre hay algo mejor por llegar». Hay momentos en que digo; «Dios, este asunto lo pongo en tus manos», y eso me da fuerza. Dios está ahí, no quiere nada malo para nadie. En esta sociedad, y a estas edades, hay que seguir creyendo.

-¿Perteneces a algún movimiento católico?
-No, a ninguno. Estuve cuatro años en un colegio del Opus Dei, y algunas cosas que aprendí allí las he llevado a mi vida. Que el trabajo hace santo, es verdad. Que hay que ser constante. También estuve en colegios de monjas, y en ellos aprendí más cosas que me sirven.

-Dicen que los de tu edad son «la generación de la música de fondo». ¿Distrae la música de lo importante?
-Sí, pero no sólo a los jóvenes. Cierta música es sólo negocio. Quisiera que mi música, aunque es movida, sirviese también para hacer silencio y reflexionar. A veces se infravalora la música, sacan a la cantante con menos ropa y buscan llegar a los jóvenes sin decir nada. Eso es un error.

-¿Qué piensas del caso de Hannah Montana, ahora tan erotizada?
-Empezó en Disney, era un modelo para niños y niñas, y la quisieron cambiar, romper con el público infantil, y pasó de ser ejemplo para niñas a llevar un corsé negro enseñando lo que no hace falta para ser cantante. Como si eso fuera lo que vende en la sociedad. Yo he dicho a mis amigos que no dejen que se me suba nada a la cabeza. Si una discográfica me ofreciese triunfar pero sin dejarme componer mis letras y cambiándome la imagen, les diría que no.

-¿Escuchas música cristiana?
– No, escucho pop. Pero de niña cantaba en el coro de la parroquia. La música fue mi salvación en una infancia dura, cuando otros niños se reían de mí. Seguí cantando y vi que no es lo mismo cantar porque sí que hacerlo sabiendo que así ayudas a los demás.

-Has apoyado las campañas pro vida del Foro de la Familia. ¿Te ha dado problemas?
– Comentarios negativos a mis canciones en las redes sociales. «No deberías estar tan posicionada», me dicen. Pero defender la vida es una cuestión humana, no política. Digo «no al aborto», pero más aún digo «sí a la vida». Eso me cerrará algunas puertas, y quizá abra otras. Si una embarazada escucha mis canciones y le dan esperanza y eso salva a su hijo, todas las críticas me habrán dado igual.

Perfil
Su madre biológica, «sin nadie a su favor», la tuvo con 17 años, y la dio en adopción con 6 meses. Ella está agradecida de no haber sido abortada, aunque tuviese parálisis cerebral. «Los médicos decían que a los 15 años no caminaría, sólo me arrastraría, pero hoy camino con ayuda de un andador», explica. Ha crecido con cinco hermanos. La muerte reciente de su padre y de uno de sus hermanos ha supuesto una prueba, pero no se rinde. Canta desde niña, ganó el concurso «Tú sí que vales» en televisión y defiende la vida siempre.

Newman, de los altares a las pantallas de cine

Se rueda la vida del beatificado cardenal

«The Unseen World», con guión y dirección de Liana Marabini, llegará a los cines de todo el mundo a mediados de 2011.

Actualizado 1 diciembre 2010

Zenit

La vida del beato John Henry Newman está ya en fase de rodaje cinematográfico. El cardenal, que se convirtió del anglicanismo al catolicismo, beatificado por Benedicto XVI en su reciente viaje al Reino Unido, tiene una apasionante biografía que en el cine se llamará The Unseen World.

Tras hacer The Gardener of God y Vivaldi, Liana Marabini, hitoriadora, escenógrafa y directora de cine, especializada en Historia de la Iglesia, ha decidido cumplir un sueño largamento acariciado: dar a conocer al gran público una figura tan significativa como la del cardenal Newman.

Marabini acaba de rodar otro filme: Scripta manent, en el Principado de Mónaco.

Entrevistada por el diario Il Giornale de Italia, el 23 de noviembre, la directora que es también productora de la película, en medio del rodaje, explica el por qué de la decisión de hacer este filme: “Para mí, Newman es el sacerdote ideal, una inspiración para los demás sacerdotes. Es el santo de las conversiones, pero el filme se centra en la historia de amor absoluto de Newman con Dios que le lleva a llorar de conmoción y de alegría por Él incluso cuando le asaltan las dudas”.

Marabini desgrana al diario italiano otros argumentos no sólo complejos como la conversión, la liturgia, la traición y la castidad de los sacerdotes, que el mismo Newman afrontó en una Inglaterra victoriana y protestante.

Newman es interpretado por Murray Abraham, premio Oscar por Amadeus, quien aparte de su parecido con el cardenal inglés, es considerado una óptima elección para el papel por parte de este diario.

La directora subraya que los textos de la película con auténticos: “las palabras son de Newman”, así como son de época los ornamentos, donados por la cineasta a los Museos Vaticanos.


Explica también que están rodando en todos los lugares de Newman: cerca de un tercio de la película transcurre en escenarios históricos. Después de Roma, a finales de año, el equipo de rodaje se trasladará a Inglaterra donde rodarán en Littlemore, Oscott, Birminghan y Oxford, y se unirán al rodaje los actores Nastassja Kinski y Christopher Lambert. The Unseen World llegará a los cines de todo el mundo a mediados de 2011.

El título –El mundo invisible, en español- representa la relación metafísica que existe entre el hombre y Dios. Un tema explicado por el teólogo Newman en sus numerosos escritos filosóficos, catequéticos y doctrinales.

El beato inglés fue en su vida un puente de diálogo entre dos tradiciones cristianas y es esto lo que subrayó su reciente beatificación en Inglaterra.

El Apocalipsis de los Mayas (3)

Actualizado 30 noviembre 2010

Continuamos con el relato de los resultados de los estudios astronómicos que hicieron los Mayas, y que viene a coincidir, con gran perplejidad por parte de los científicos, con los acontecimientos y fenómenos naturales que se están produciendo en los últimos años.  Dice un comunicante que tenemos las profecías bíblicas, y que con ellas nos bastan. Es cierto, pero Dios se comunica con quien quiere, como quiere y cuando quiere. Tenemos el ejemplo de los Magos de Oriente que descubrieron a Dios observando los astros.  Quiero dejar claro que con estas publicaciones no quiero atemorizar a nadie, solo exponer objetivamente algo que está ocurriendo, y que una civilización ya extinguida había anunciado, desde la misma ciencia, que iba a ocurrir.  Estamos en manos de Dios, y El sabrá  lo que nos espera para el 2012, o para cuando sea.


Según dichas profecías, a partir del eclipse de 1999 se incrementarían las guerras y la destrucción.

El cono de sombra de este eclipse se proyectó precisamente sobre Medio Oriente, Irak, Irán, Afganistán, Paquistán e India, señalando un área sacudida por los conflictos más sangrientos y la amenaza permanente de una confrontación entre Paquistán e India, ambos con arsenal nuclear.

Al acercarse el 2012 una ola de calor aumentaría la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales sin precedentes, con una rapidez asombrosa. Estamos inmersos en dicha dinámica. El acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo y la aparición de zonas verdes en la Antártida es ya un hecho confirmado científicamente. También anunciaron los cambios inesperados de la actividad del Sol que los científicos están verificando.

Las profecías mayas pronostican la aparición de un cometa, con alta probabilidad de un impacto contra la Tierra. Curiosamente, también en el Apocalipsis de San Juan se predice la llegada de este cometa llamado «Ajenjo» como signo del «Final de los Tiempos».

Otra coincidencia llamativa es que el 11 de agosto de 1999, no sólo tuvo lugar el último eclipse total del milenio, sino la formación de una configuración astrológica muy rara: la Gran Cruz Cósmica, formada en los signos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, por el Sol, la Luna y tres planetas (AÑO/CERO, 102).

Esta Cruz también nos remite al Apocalipsis porque evoca a «los cuatro vivientes custodios del Trono».

El primero es descrito como «semejante a un león» (Leo), el segundo «semejante a un toro» (Tauro), el tercero «con semblante humano» (Acuario, el Aguador) y el cuarto semejante a un águila (Escorpio).

Estamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del «Sexto Sol»: una nueva era que, según su predicción, supondrá «el final del tiempo del miedo» y una Humanidad renovada cósmicamente, que construirá una civilización superior a la actual.

Esta convergencia de expectativas, independientes unas de otras, que avalan las profecías mayas es otro hecho a tener en cuenta.

Resulta inevitable recordar a maestros como Sri Aurobindo que, junto a su compañera Madre y su discípulo Satprem, promovieron una transformación fisiológica, convencidos de que, en un ser humano superior, debería producirse «el despertar» del cuerpo a nivel celular e incluso de los átomos.

Una evolución programada

Aurobindo enseñó que se produciría «un descenso de la luz superior a las partes más bajas de la naturaleza», que favorecería el acceso del ser humano a un nivel de conciencia más elevado que el actual.

¿Podría este cambio ser activado o favorecido por ese gran evento cósmico que anunciaron las profecías mayas? ¿Podría ese salto vibracional del Universo, transmitido por el Universo al Sol y por éste a la Tierra, estar impulsando «la gran transformación» que, según los mayas, llegará definitivamente a nuestro planeta el sábado 23 de diciembre de 2012?

En cualquier caso, todas estas profecías son muy elocuentes respecto a dicho salto cualitativo en la evolución de la conciencia.

El cambio cósmico crea las condiciones, pero la transmutación interior sólo puede ser el resultado de una decisión libre y de un trabajo interior individual.

En este final del último Katum del calendario maya el Cielo nos pone ante una encrucijada: autodestrucción o transformación. Nos hallamos, por tanto, en una especie de «tierra de nadie»: una fase definitiva que ya no pertenece a la vieja era, pero tampoco a la que amanecerá dentro de cinco años, cuando se abra «la puerta» cósmica de un tiempo renovado.

En cualquier caso, nos parece evidente que los hechos corroboran las profecías mayas lo suficiente como para tomarlas en serio y examinarlas sin prejuicios a la luz de lo que sabemos del mundo. ¿La evolución biológica y psicoespiritual responde a una programación cósmica inteligente?

Este es, sin duda, el gran misterio que se nos plantea.

Los mayas fueron muy precisos al señalar el inicio del ciclo actual. ¿Podrían haber sido igualmente precisos al señalar su final? Los antiguos precolombinos interpretaban el paso de los cometas como un anuncio de desastres.

Ahora bien, el reciente final del segundo milenio ha sido testigo de un aumento exponencial de la actividad solar y del paso espectacular de dos cometas, el Hayakutake y el Hale-Bopp.

Asimismo, el último cataclismo de Indonesia, el tsunami de diciembre de 2004, el mayor que haya registrado nuestra civilización, fue precedido por el paso del cometa Macholz ¿Se trata del cometa que, según sus profecías, estaría asociado a fuertes movimientos telúricos?

El tránsito de Venus

La fecha del 2012 indicada en la profecía maya coincide con el pico del próximo máximo de la actividad solar previsto y con la segunda parte del tránsito de Venus.

El sabido que el ciclo de las manchas solares de 11 años de duración tiene múltiples efectos sobre la Tierra y los seres humanos. Pero ¿existe una relación entre el calendario maya y la profecía del 2012 con el ciclo de las manchas solares y el tránsito de Venus?

Si examinamos los documentos históricos para verificar si existe dicha relación, el resultado produce asombro. Por ejemplo, un tránsito de Venus tuvo lugar entre el año 1518 y el 1526.

Estas fechas fueron fundamentales para la conquista de México por parte de los españoles. ¿Cómo pudieron 300 conquistadores derrotar al imperio azteca?

La clave parecía estar en una profecía que anunciaba el regreso del dios Quetzalcóatl en el año 1 Caña (1518). Este dios estaba asociado con Venus y se decía que se manifestaría como un hombre blanco con barba.

A los occidentales esto nos puede parecer un mito pintoresco, pero tuvo el impacto de un apocalipsis en los aztecas, cuando un extraño navío llegó a Yucatán.

El emperador guerrero Moctezuma quedó bloqueado por la confusión espiritual. Los aztecas ya estaban espantados por otras señales que habían anunciado la llegada de Cortés, entre ellas la erupción del Popocatepetl.

Además, ocurrieron una serie de sucesos, como el avistamiento de extrañas luces en el cielo e inundaciones en la capital. Los sacerdotes aztecas habían profetizado un final terrible para su cultura y, de hecho, Cortés puso fin a la última civilización de las pirámides a finales del segundo trecho del tránsito de Venus, en 1526. El ciclo siguiente del tránsito de Venus de 8 años tuvo lugar entre 1631 y 1639.

Inmediatamente después las manchas solares desaparecieron durante 70 años. Este periodo es conocido como la «pequeña glaciación». El ciclo de las manchas solares reapareció en 1720 y los niveles de actividad crecieron, con un pico en 1960. Desde entonces se ha producido un aumento las erupciones volcánicas, terremotos, huracanes, etc., cuyo número ha venido creciendo sin pausa en los últimos 45 años.

Ha habido sólo 2.119 terremotos registrados en todo el siglo XIX. Un reciente informe geológico del gobierno de EE UU indica que ha habido 4.139 sólo en 1970. Los más intensos se han producido todos después de 1960.

El mayor tuvo lugar a finales del 2004 en el Océano Índico. Y vemos que esta tendencia se refuerza con el aumento en la frecuencia de las erupciones volcánicas a gran escala, violentas tormentas, huracanes y tifones. El Popocatepetl ha empezado nuevamente a tener erupciones en la década de los 90.

En realidad, ha habido muy pocas en la primera mitad del siglo pasado. Pero muchos volcanes que estaban inactivos han empezado a despertar y su actividad ha sido intensa en los últimos 15 años.

El aumento por decenios, y hasta por años, del número de tornados es igualmente significativo. Ha habido 13 en 1996 y 28 en 1998. Según un informe publicado el 17 de diciembre de 2004 por la UNISDR (Agencia de las Naciones Unidas para la Reducción de los Desastres), se está produciendo un aumento espectacular de las catástrofes naturales.

El citado documento de la ONU sostiene que más de 254 millones de personas han resultado afectadas por «desastres naturales» en 2003, triplicando las cifras ya altas de 1990 Según las estadísticas del Centro de Investigación sobre los Desastres de la universidad de Lovaina, en Bélgica, «la tendencia a largo plazo en la década pasada es a un continuo aumento del número de víctimas».

Según la Zurich Re, la mayor compañía aseguradora del mundo, «los desastres naturales están en expansión desde 1960». Nos estamos aproximando al año 2012 y la Tierra tiembla, oscila, escupe nubes de cenizas, gas ardiente y lava.

Es importante advertir que las erupciones volcánicas pueden disparar el efecto invernadero y el cambio climático. Un aumento sorprendente de dicha actividad se inició el 22 de junio de 2003, un día después del tránsito de Venus, cuando se activó el volcán Ijen, en Java (Indonesia).

El 29 de junio entró en erupción el Bezymianny, en Rusia. En julio se registraron ocho reactivaciones volcánicas en todo el mundo, desde Japón hasta América Central. En agosto tuvieron lugar erupciones en el Océano Atlántico meridional, en Papúa Nueva Guinea y en Indonesia.

El aumento de la frecuencia de estos fenómenos siguió intensificándose en septiembre. Una impresionante cantidad de volcanes (15) mostró un aumento de actividad, desde ligeros temblores hasta erupciones pequeñas y medianas.

Sólo en ese mes, el Etna en Italia, el Mauna Loa en Hawai y el Monte Kiki en Japón, entraron en actividad, junto con otros en Colombia, Alaska, Indonesia, Congo y Rusia. La tendencia continuó en octubre, cuando se sumó el Mount Saint Helen y el Mount Rainier, en EE UU. El 5 de octubre, otros 10 volcanes despertaron.

Terremotos y huracanes

Los grandes terremotos están experimentando una tendencia similar (los últimos en Indonesia e Irán). Además, se ha incrementado la violencia de los huracanes. Los datos indican que la intensidad y la frecuencia de las catástrofes naturales no ha dejado de aumentar desde 1960 y esta tendencia al alza se mantiene firme.

Esta mayor actividad se ajusta con las predicciones de los sacerdotes mayas y debería culminar entre el año 2010 y el 2012. Todos saben que algo está ocurriendo, aunque nadie sepa a qué debemos atenernos.

Los físicos solares fueron testigos de una imprevista explosión solar, con un breve periodo de intensa actividad y tormentas continuas.

Ese fenómeno no tendría que haber sucedido, porque acabábamos de atravesar un ciclo de manchas que duró desde 1999 a 2001 y el Sol debía haberse «calmado», ya que se encuentra próximo a su ciclo mínimo de actividad (2005-2006).

Sin embargo, dicha actividad está oscilando de forma anómala, coincidiendo con las previsiones de los antiguos sacerdotes mayas, quienes afirmaron que así ocurriría precisamente al final del «Quinto Sol».

¿Estamos realmente asistiendo al final de una era y al inminente comienzo de una nueva? Si es así, en breve debería tener lugar un cambio profundo en la Tierra y en la historia humana. Pero, ¿en qué puede consistir? ¿Cuál es el signo del tiempo que nos tocará vivir desde ahora hasta el año 2012 y el del futuro que nacerá en ese momento?

http://www.emisterios.com/16/2560/la-ciencia-confirma-profecia-maya.html

www.youtube.com/watch

 

 

Las enigmáticas profecías Mayas (2)

Actualizado 29 noviembre 2010

El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua cultura maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿nos encontramos realmente viviendo el final de una era cósmica y veremos dentro de cinco años el amanecer de una con signo muy distinto?

Los científicos no saben qué está sucediendo con el Sol. El 20 de enero del 2005, una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación sólo 15 minutos después de iniciarse la serie de explosiones, cuando lo habitual son 2 horas. Según Richard Mewaldt, del California Institute of Technology, fue la más violenta en los últimos 50 años. También ha sido la más misteriosa.

Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parece haberse originado extrañamente en el interior del Astro Rey, según afirmó el profesor Robert Lin, de la Universidad de California.

Los astrónomos expresaron su perplejidad. El profesor  Lin –principal investigador del satélite Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager (RHESSI) – concluyó su declaración con una frase muy significativa: «Esto significa que realmente no sabemos cómo funciona el Sol».

En resumen: el insólito fenómeno del 20 de enero del 2005 ha pulverizado los modelos predictivos de nuestra ciencia.

Pero además, ¿por qué se produce una actividad tan intensa y anómala en este momento? El pico de máxima actividad de nuestra estrella –en su ciclo principal de 11 años– tuvo lugar en el año 2000.

En 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad.

Dicho mínimo debía producirse entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo, previsto para el año 2010 o 2011, precisamente en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al «Quinto Sol» y el comienzo de otro ciclo cósmico, llamado «Sexto Sol».

¿Sabían algo los mayas que nuestra ciencia actual ignora? ¿Podrían ayudar sus textos sagrados a los científicos, desconcertados por el extraño e inquietante comportamiento del Astro Rey?

Y sobre todo: ¿por qué motivo prestó aquella antigua cultura tanta atención a la actividad solar de nuestros días en tiempos tan remotos?

El calendario maya finaliza abruptamente el sábado 23 de diciembre de 2012, 5.125 años después de iniciarse la era del «Quinto Sol».

Según sus profecías, la causa física desencadenante es que el Sol recibiría un rayo proveniente del centro de la galaxia y emitiría una inmensa «llamarada radiante» que transmitiría esa radiación a la Tierra y al resto del sistema solar. Este evento precedería al comienzo de un nuevo ciclo cósmico.

Según su cómputo, habrían tenido lugar ya 5 ciclos de 5.125 años, completando una serie de 25.625 años, periodo muy próximo al de «la precesión de los equinoccios», conocido como «Año Platónico» o «Gran Año Egipcio», correspondiente a un ciclo completo formado por 12 eras astrológicas ( 25.920 años).

Según los mayas, en la Tierra cada ciclo de 5.125 años habría sido el escenario de la aventura de una Humanidad –«una raza» en su concepto– y habría acabado con su destrucción, seguida por la regeneración que trae el siguiente ciclo o «Sol». Al comienzo de éste se produce una sincronización de la «respiración» de todas las estrellas, planetas y seres.

El 11 de agosto de 3.113 a.C. los mayas fijaron el nacimiento del «Quinto Sol» –la era actual– cuyo final llegaría en 2012. La Era del Agua habría acabado con el Diluvio, la posterior a ésta con un diluvio de fuego y la nuestra, llamada «del Movimiento», finalizaría con violentos terremotos, erupciones volcánicas y huracanes devastadores.

La mitología de las culturas antiguas más diversas recoge la memoria de inundaciones catastróficas que tuvieron lugar hace unos 12.000 años y de misteriosas lluvias de fuego, hace algo más de 5.000 años, que investigadores como Maurice Cotterell asocian a un gran cometa que rozó la atmósfera terrestre.

La predicción maya también describe los 20 años anteriores al primer día del «Sexto Sol» con cierto detalle. Este ciclo menor, que ellos denominaban Katum, ya ha consumido casi dos tercios de su duración total. Ello nos permite verificar hasta qué punto se han cumplido sus profecías hasta este momento y, en consecuencia, decidir si su nivel de aciertos merece suficiente credibilidad como para prestarles atención.

El último Katum –denominado por ellos «el tiempo del no tiempo»– habría empezado en el año 1992 de nuestro calendario, después de un eclipse de Sol que esta cultura pronosticó para el 11 de julio de 1991 y que se cumplió puntualmente. En el concepto maya se trataría de un periodo de transición, caracterizado por profundos cambios cósmicos, telúricos e históricos.

Es curioso observar que en septiembre de 1994 se produjeron fuertes perturbaciones en el magnetismo terrestre, con alteraciones importantes en la orientación de las aves migratorias y cetáceos, e incluso en el funcionamiento de la aviación.

En 1996, la sonda espacial Soho descubrió que el Sol no presentaba ya polos magnéticos sino un único campo homogeneizado. En 1997 se produjeron violentas tormentas magnéticas en el Sol. Y en 1998, la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.

Otra fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que también se verificó puntualmente. Según el Chilam Balam –un libro sagrado maya–, siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra –sismos, huracanes, erupciones volcánicas– aumentarían sensiblemente.

El 15 de septiembre de 1999, sólo un mes después del mencionado eclipse, una misteriosa explosión proveniente del espacio eclipsó durante horas el brillo de algunas estrellas. Las radiaciones de ondas radio, rayos gamma y rayos X multiplicaron su intensidad por 120. Astrónomos como Richard Berendzen y Bob Hjellming, del Observatorio Radioastronómico de Nuevo México (EE UU), calificaron este fenómeno como un enigma «digno de una investigación detectivesca».

El rayo y la llamarada radiante

Ante estos hechos objetivos cabe preguntarse: ¿podría ser esa misteriosa e inexplicada radiación de 1999 el rayo proveniente del centro de la galaxia que, según los mayas, alcanzaría al Sol antes del año 2012, cuando se dispararan los fenómenos sísmicos? ¿No resulta también evocador de «la llamarada radiante» que, según los mayas emitiría el Sol después de recibir ese «rayo», la igualmente enigmática y anómala explosión solar del 20 de enero de 2005, que ha dejado perplejos y sin respuestas a los científicos?

El eclipse del 11 de agosto de 1999 que precedió a la fuerte radiación proveniente del espacio del 15 de septiembre de 2005 inauguró un periodo de cataclismos naturales.

El día 7 de ese mismo mes se produjo un terremoto de 5,9º (escala Richter) en Grecia, con 218 muertos; el 8, inundaciones catastróficas en China, con miles de muertos; el 17, un terremoto de 7,4º en Turquía, con 15.000 muertos; el 20, un terremoto de 7,6º en Taiwan, con 2.000 muertos; el 22, una cadena de terremotos menos destructivos –entre 2º y 5,2º– en todo el planeta; el 30, un terremoto en Oaxaca (México), seguido de grandes incendios debidos a explosiones de gas, con más de 100 muertos; y el 10 de octubre las lluvias produjeron 300 muertos y 500.000 damnificados, también en México.

No se trata de una lista exhaustiva de catástrofes ni mucho menos, sino sólo de una muestra de algunos fenómenos muy destructivos, ocurridos tan sólo en los dos meses que siguieron al eclipse de agosto. Incluir los conflictos humanos que estallaron en esos dos meses y otras catástrofes naturales requeriría un abultado volumen.

En este mismo número se recogen otros datos sobre el aumento espectacular de los seísmos, erupciones volcánicas y meteoros violentos. La comparación de la intensidad y la cantidad que estos fenómenos tuvieron en los últimos años con periodos anteriores revela que experimentaron un incremento espectacular en este periodo que los mayas denominaron «el tiempo del no tiempo».

Después de la potente y anómala radiación emitida por el Sol el 20 de enero del 2005 se han disparado las erupciones volcánicas, que ya habían experimentado un incremento notable después del eclipe de 1999. En todo 2004 se registraron 31 erupciones significativas.

Sólo entre enero y abril de 2005, se han detectado 21. Y si sumamos los informes sobre nueva actividad de los volcanes que experimentaron erupciones significativas desde 1999, la cifra asciende a 43 para los 4 meses iniciales de este año.

A esta confirmación de las predicciones mayas debemos añadir otras.

Según dichas profecías, a partir del eclipse de 1999 se incrementarían las guerras y la destrucción.

Fuente: http://www.emisterios.com/16/2560/la-ciencia-confirma-profecia-maya.html

www.youtube.com/watch

(Continuará)

 

¿Qué hay de las profecías de los Mayas? (1)

Actualizado 28 noviembre 2010

Ciencia confirma la Profecía Maya

Siempre cuando se acaba un ciclo temporal (siglo o año) brotan los interrogantes sobre el fin del mundo, o el fin de una era.  Y cuando hay fenómenos naturales que atemorizan, como suele ocurrir ahora con frecuencia, la preocupación es mayor. Con este motivo, y estando al final del año 2010, alguien me pregunta si puedo informar sobre la célebre civilización Maya y sus profecías para el año 2012. Con mucho gusto lo hago, consultando a expertos en la materia. El teme, como veremos, tiene un indudable interés. Dividiremos el tema en varios capítulos que publicaremos sucesivamente.

¿Quiénes fueron los Mayas?  En este primer capítulo nos acercamos a conocer un poco esta civilización tan enigmática.

La civilización maya se extendió por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras. entre los siglos III y XV.
Los mayas no constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre si que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua.

Cultura: Arte. Arquitectura

Las construcciones mayas se hicieron de madera y piedra básicamente. Entre las maderas se prefirieron la coba y el zapote, por ser muy resistentes a los ataques de las termitas. Entre las piedras se usaron caliza, arenisca, mármol, etc.
Realizaron todo tipo de construcciones: palacios rectangulares y alargados, templos, juegos de pelota, calzadas (sacbeob) que unían las ciudades principales, fortificaciones, baños de vapor (temazcal).
Se conservan importantes pirámides escalonadas en piedra. En lo alto de éstas se colocaba el templo. Estaban decoradas con pinturas de una variada gama de colores, y relieves. Algunos de estos son inscripciones de la escritura jeroglífica maya, aun no descifrada completamente. Las construcciones más importantes de esta época fueron Copán, Quiriguá, Piedras Negras, Palenque y Tikal.

Cultura: Escritura

Los mayas desarrollaron el sistema de escritura más completo de todos los pueblos indígenas americanos. Con él escribieron todo tipo de textos: de medicina, de botánica, de historia, de matemáticas, de astronomía…
Se conservan, además de las inscripciones, algunos códices:

  • El Códice de Dresde: escrito en el siglo XIII. Contiene un tratado de adivinación y de astronomía.
  • El Códice de París: posiblemente del siglo XIII. Contiene profecías y adivinaciones.
  • El Códice de Madrid: Contiene horóscopos y almanaques.
  • El Códice Grolier: Muy mal conservado. Contiene un calendario completo.

Cultura: Ciencias: Calendario. Astronomía

Desarrollaron un calendario muy preciso, con un año de 365 días. El año solar (haab) tenía 18 meses de 20 días cada uno y otro más de sólo cinco días. Los nombres de los meses eran: Pop, Uo, Zip, Zotz, Tzec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Moan, Pax, Kayab, Cumbu y Uayeb.

Cultura: Ciencias: Matemáticas

Utilizaban un sistema de numeración vigesimal posicional. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas.
El punto tiene un valor numérico de 1 y la raya de 5. Así podían contar hasta 19. Para hacer números mayores (igual que nosotros para hacer números mayores de 9) tenían que colocar esos signos en determinadas posiciones. Al ser un sistema vigesimal, o sea, que considera el 20 como unidad básica para la cuenta, cada espacio que se avanza en el número representa 20 veces más que el espacio anterior. Esto se entiende mejor si lo comparamos con el sistema que usamos nosotros.
El nuestro es un sistema decimal, o sea, que nuestra únidad básica de cuenta es el 10. Tenemos, por tanto, signos numéricos para contar del hasta 9. Si queremos contar más allá necesitamos jugar con las posiciones y colocar al menos dos signos numéricos, uno en primera posición y otro en segunda. La primera posición son las unidades y la segunda, como es un sistema decimal, representa 10 veces más que la primera, esto es las decenas. Así veinticinco nosotros lo escribimos 25 5 de unidades más 2 de unidades por 10 (2×10=20).
Un maya haría lo siguiente. € ______ La raya ocupa la primera posición, que son unidades, y por tanto es 5. El punto ocupa la segunda posición que significa 20 veces más de las unidades. Por tanto un punto en segunda posición vale 20 (y dos puntos valdrían 40).


Sociedad

La elite social la constituían los sacerdotes y los nobles, que residían en la ciudad (que era también el centro religioso). Los campesinos vivían en las zonas rurales cercanas a la ciudad.La base de la economía era la agricultura y frecuentemente se desbrozaban trozos de selva para realizar nuevos cultivos. Los principales fueron el maíz, el algodón y el cacao.Este último tuvo tanta importancia que llegó a ser utilizado como moneda.
Existía la esclavitud. Se supone que esos esclavos serían la mano de obra para la construcción de las pirámides colosales, pero ayudados por los campesinos. También debieron existir grupos de artesanos especializados.

Vida cotidiana

El principal espectáculo de los mayas era un juego de pelota, parecido al fúlbol. Según algunos investigadores, los jugadores eran los prisioneros de guerra y se decapitaba a los que perdían. Pero en realidad era más que un simple juego. Era un ceremonial religioso que representaba el paso de los astros y el sol (representado por la pelota), que es fuente de vida.

Cultura: Creencias y pensamiento

Los mayas creían que antes de existir nuestro mundo habían existido otros, pero que estos habían sido destruidos por diferentes catástrofes.El universo tenía tres partes: el cielo, la tierra y el inframundo. El cielo tenía 13 capas (la última de ellas en contacto con la tierra) y cada una gobernada por uno de los Oxalahuntikú. El dios Itzamná, a quien se representaba con forma de reptil o iguana, regía el Cielo en su conjunto. El inframundo estaba debajo de la tierra, y estaba dividido en 9 capas. Cada una de estas capas era gobernada por uno de los Bolontiku o Señores de la Noche.
Había además otros dioses que actuaban sobre las cosas cotidianas: el maíz, la miel, los mercados, etc.

Entra en: www.youtube.com/watch

Fuente: M. Pilar Rivero (Universidad de Zaragoza)