San José: Maestro de vida interior.

Me llamo Juanjo y hace ya casi trece años que me casé con Marta. Dios nos ha regalado 8 hijos, 3 se fueron al cielo antes de nacer y desde allí nos echan un cable todos los días con el resto de la tropa. Soy empresario y personalmente, aunque muchas veces meta la pata, me encanta ayudar a cualquier persona que lo necesite.

El 19 de marzo se conmemora la festividad de San José. ¿Qué significa San José en tu vida?

Cada día, al ofrecer a Dios el trabajo, o en un rato de oración, me dirijo a San José pidiéndole su intercesión, diciéndole que es mi padre y mi señor, mi protector.


Es mi maestro de vida interior y cada día le pido que me ayude a tener su sencillez, su obediencia y su santidad en la vida ordinaria.


En un libro, La sombra del padre, narra cómo Cleofás le dice, José, eres un excelente artesano, pero creo que serías aún mejor trovador…porque algunos trabajan primero, luego cantan, después rezan. Pero para ti, José, el trabajo es canto y oración… Y José le contesta, claro… porque el trabajo es oración…

San José tenía tan claro cómo ser santo … ¡que es un gran ejemplo a imitar!

¿Qué valores aporta la figura de San José a los padres de hoy?

Amor incondicional a nuestra esposa e hijos, obediencia a la voluntad divina, confianza absoluta en la providencia, sed de conocer a Dios en las escrituras, profundo respeto por la vida y los asuntos del prójimo y, sobre todo, amor a la Virgen María. ¡San José es una fuente inagotable de virtudes y valores para los hombres de hoy!

¿Cómo es o cómo debe ser la relación entre padre e hijos en una familia cristiana?

Sencilla, con respeto, confiada y cálida, alegre como en el hogar de Nazaret. Dios pensó en nosotros en este momento, en esta sociedad y cuenta con nosotros, nos necesita, para que ayudemos a nuestros hijos a ir al cielo. Me ayuda mucho pensar qué consejo le daría Jesús a cada una de mis hijas en cada pregunta que me hacen, y hacerles ver que su ejemplo es siempre Jesús y María.

¿Qué aportan los hijos a los padres en el crecimiento personal y espiritual?

Creo que Dios tiene el firme empeño de darnos un anticipo del cielo aquí en la tierra, de hacernos ver un poco la felicidad que allí tendremos para siempre.

En este sentido, los hijos son, sin duda, un camino seguro de darnos esa felicidad. Claro que con los hijos se sufre, ¡y mucho! Pero Dios, sabe que la mejor manera de ser feliz es darse a los demás en un olvido de si mismo, ¡y los hijos son expertos en esto de no dejarte mirarte demasiado! ¡Y cuánto bien nos hacen!

¿Cómo enriquece a la relación de matrimonio el hecho de ser padre?

Los hijos ensanchan el corazón, y educan la voluntad, tan necesaria en la vida de matrimonio. Te obligan a tomar decisiones que a veces se tornan complicadas, y esto une mucho al matrimonio, que se ve inmerso en la mayor y mejor escuela de cultura del esfuerzo.

El cuarto mandamiento dice: honra a tu padre y a tu madre. ¿Qué podemos hacer para mejorar las relaciones entre padres e hijos desde el respeto y el amor en la sociedad de ahora?

Enseñarles a rezar. Rezar el Rosario juntos, cada hijo el rato que quiera, acorde a su edad… aunque alguno empiece a escalar y pisarte la cabeza y acabe subido a la lámpara en las letanías, ¡pero anda que no se tiene que reír la Virgen María viendo como juegan sus hijos mientras el resto la piropean!

Rezar el rosario es el arma más poderosa para que nuestros hijos sean valientes, tengan criterio propio, sepan lo que es de verdad el amor y afronten sus vidas con valentía, paz y alegría.

En cualquier familia se producen momentos de tensión, controversia, momentos de cruz y dolor… ¿Cómo vive un padre de familia estos momentos difíciles?

¡¡¡Con el corazón en la cruz, siempre!!! Y con una total y absoluta confianza en Dios, que quiere mucho más que yo a mis hijos, que son suyos, confiando nuestro futuro a Su providencia.

He vivido momentos en los que el dolor me ha atravesado tanto que no era capaz ni de rezar… y entraba en un círculo vicioso que me hacía sentir culpable, tibio, sin Fe. Pero Dios nos ama tanto… que está siempre al quite y te hacer ver que también quiere que te abandones en Él, en una conversación sincera, sencilla, de un hijo que le dice a su padre, no tengo ni fuerzas para hablarte, pero te quiero y confío en ti. ¡Y qué poco tarda Dios en mandarte ayuda!

Llega el día en que los hijos emprenden el vuelo y se marchan de casa para iniciar su propio camino, a veces es un camino lejos de la ciudad en la que han residido junto a los padres. ¿Cómo se afronta esta separación?

Recordaré siempre una conversación con mi gran amigo y director espiritual, D. Fernando Gallego, que me decía: Juanjo, tienes que educar a tus hijas en libertad, tu misión es enseñarlas a que sepan lo que está bien y lo que está mal, y conseguir que quieran ser buenas… después ellas harán lo que les parezca…

Creo que, si conseguimos esto, la separación de los hijos debe ser alegre, confiada y con ilusión de que vivan con Fe y alegría la vocación que hayan elegido.

Y por supuesto, con la visión de que esta aventura de amor termina como empezó, Marta y yo, y Dios en nuestras vidas.

¿Algo más que añadir sobre tu experiencia como padre que pueda servir a otros como ayuda en su camino de crecimiento espiritual?

¡¡¡Qué améis mucho a vuestra esposa!!! ¡¡Que la consintáis y que la miméis mucho!! Que cuando creáis que se ha equivocado, las améis tanto que no tengáis ni que perdonarla, o al menos que la perdonéis pronto, pensando en cómo estaría para haber hecho eso que tanto te ha enfadado, sabiendo todo lo que te quiere.

Si vuestros hijos, que son el fruto del amor de vuestro matrimonio, ven esto, ¡querrán formar una familia igual! Basada en el amor, en el respeto y ¡en la entrega! ¡Y serán felices para siempre!

¿Llegar virgen al matri-qué?

Aunque la pregunta más adecuada a la mentalidad de muchos tendría que decir: ¿Llegar cómo al matrimonio? Pues resulta que hoy en día, según la forma de pensar de algunos, la única que tiene que llegar pura a los labios de un hombre honrado, es el agua embotellada.

Hasta hace algunos años se sobreentendía que sólo podían llegar de blanco al altar quienes se habían conservado vírgenes, y en broma se decía que si alguna había fallado permitiendo algún exceso al novio en las muestras de cariño, debía pedirle a la modista que cosiera, en su vestido de novia, alguna lentejuela de color. Si en la actualidad aplicáramos ese criterio una buena cantidad de las llamadas señoritas decentes deberían presentarse a contraer matrimonio vestidas de China Poblana.

Según parece, algunas jóvenes se entregan al novio por el miedo a perderlo, pero la experiencia demuestra que dichas relaciones no son garantía del amor eterno, como tampoco de conseguir con ello al marido deseado. Incluso, casi siempre, lo único que se consigue es una pérdida de respeto, que suele aflorar ya estando casados.

De ninguna manera me parece que sea un convencionalismo social el esconder, y mantener lejos de los extraños, aquellas partes del cuerpo que tienen como función la capacidad reproductora, sobre todo si partimos del principio de que concebir un hijo es transmitir la vida a otra criatura igual a él, y ello hace referencia a una de las labores más dignas que pueda realizar el ser humano en todos los órdenes, incluyendo, por supuesto el moral. Es en definitiva algo que raya en lo divino.

Quisiera mencionar un ejemplo que quizás no se adapte del todo al tema, pero a mi me resulta lógico que un cirujano no permita que su instrumental quirúrgico sea manipulado por todo tipo de personas, y esto por dos motivos: Primero, por la nobleza y el respeto que supone abrir el cuerpo humano, y segundo, por el peligro de descuidar la asepsia, lo cual podría provocar infecciones de fatales consecuencias.

Cualquier persona con sentido común, rechazará comprar una botella de vino que se encuentre abierta, pues ello le hará dudar de lo que le han sacado, o de lo que han mezclado en ese licor. En el caso que nos ocupa, dicha situación es mucho más delicada, dado que no estamos hablando del aspecto exclusivamente material, pues en toda relación sexual no forzada, no sólo se entrega la carne, sino también algo del alma. 

Es decir, en esa relación hay una donación no sólo del valioso tesoro del cuerpo, sino de una buena parte de uno mismo… la más íntima, aquello que ha de pertenecer sólo a quien se valora como otro yo, es más, como yo mismo; y por lo mismo, debe de reservarse para quien ya se ha obligado libremente y para siempre, en un compromiso, que de por sí, es irreversible. Si tratamos de entender por qué algunas jóvenes ya V dan tanta importancia al cuidado de la virtud de la castidad, habremos de buscar tales razones en esa devaluación del ser humano, y es evidente que la mercadotecnia ha influido en gran medida a la comercialización femenina. 

Alejandro Cortés

www.padrealejandro.org

Cómo el matrimonio nos ayuda a trascender nuestras limitaciones

Hay una forma misteriosa en la que una pareja casada se convierte en más que la suma de sus partes

Voy a confesarme y admitir públicamente que apenas sé lavar la ropa. Mi esposa y yo nos conocimos en la escuela secundaria y nos casamos a la edad de 20 años. Una vez que dejé la casa de mis padres, donde nuestra sufrida madre de tres hijos cuidaba de mí y de mis hermanos, mi esposa lavaba toda la ropa. Nunca aprendí.

Hasta el día de hoy, me pongo extremadamente nervioso cada vez que tengo que cargar la máquina yo solo y elegir la configuración. Hay tantos botones. Tantos ajustes. No puedo evitar sentir que si elijo la incorrecta, reduciré nuestra ropa a un tamaño cómicamente pequeño o pondré todas las camisas rosadas.

Esto no significa que no haga las tareas de la casa. Lavo los platos, trabajo en el jardín, cuido los autos y, en ocasiones, incluso se me conoce por intentar arreglar un tomacorriente roto o abordar un proyecto de mantenimiento. Mi tasa de éxito es cuestionable, pero lo que cuenta es el esfuerzo, ¿verdad? 

De hecho, hay ciertos aspectos del mantenimiento de la casa de los que mi esposa no sabe absolutamente nada porque sabe que yo me encargaré de ellos, al igual que ella se ocupa de la ropa.

Más que la suma de sus partes

Hay una forma misteriosa en la que dos personas que están casadas se vuelven más que la suma de sus partes. Hablan igual, desarrollan intereses similares, comienzan a compartir objetivos. Inventan chistes internos que nadie más piensa que son divertidos y aprenden a comunicarse sin siquiera pronunciar una palabra. 

Dos que se convierten en uno es como un superpoder. El espacio cerebral que ahorro al confiar en mi esposa me ha liberado en otras áreas para convertirme en más de lo que hubiera sido por mi cuenta.

La fricción creativa que obtengo de ella es de valor incalculable. Hablamos de ideas, compartimos sueños y con el tiempo he absorbido su particular forma de pensar. 

Me interesé en lo que a ella le interesa: portar bebés, fotografía, caminatas y jardinería, por nombrar algunos, y descubrí que mi camino por la vida se ha desviado y mejorado maravillosamente. 

Soy una persona mucho más diversa y completa por haber compartido mi vida con ella. Es difícil de explicar, pero siento que he asumido tantos aspectos de su personalidad y, sin embargo, me siento mucho más yo gracias a ella. Hay algo misteriosamente creativo en nuestra unión, algo poético.

Los beneficios

Los beneficios del matrimonio se manifiestan de manera medible. Por ejemplo, los estudios muestran que las personas casadas viven más y experimentan menos depresión. Las parejas casadas tienen mejor salud física, más estabilidad financiera y mayor movilidad social que las personas solteras. Claramente, existen beneficios prácticos que se extienden a ambos cónyuges.

Joshua Wolk Shenk, en su libro Powers of Two, explica:

«Los individuos en grandes díadas serán muy diferentes entre sí y muy parecidos. Estos extremos simultáneos generan la profunda relación y la fricción energizante que definen a una pareja creativa»

El amor nos ayuda a trascender las limitaciones individuales mientras, al mismo tiempo, protege nuestras personalidades únicas.

En menor grado, este poder de una misión compartida está presente también en otras relaciones. Estoy pensando, por ejemplo, en la próxima fiesta de San Lucas. Siempre me ha interesado su conexión con el arte sacro, pero el año pasado, mientras revisaba la lectura de las Escrituras para la fiesta, me di cuenta de lo importante que es que Lucas y los otros primeros discípulos fueran enviados en pares. San Gregorio dice que este arreglo trae el idealismo de sus creencias a la realidad práctica.

De dos en dos… por algo

Saliendo en parejas, los discípulos aprenden a vivir lo que esperan, que es una vida de amor fraterno unificado por el amor de Dios. Sospecho, también, que son enviados en parejas porque dos discípulos unidos en misión se vuelven más fuertes de lo que hubieran sido individualmente. Son mucho más que compañeros de viaje. Como amigos unidos por un vínculo estrecho, deben haber sacado a relucir potencialidades ocultas el uno en el otro.

Es paradójico porque, al principio, los votos matrimoniales o el compromiso de amistad parecen limitantes, pero de hecho abren un nuevo nivel de realidad. 

Lo que pensábamos que era una limitación de la libertad era, de hecho, el camino hacia una libertad superior. 

San Lucas, a través de sus asociaciones con sus hermanos apóstoles, se convirtió en mucho más de lo que nunca habría sido en aislamiento. Aunque no soy un santo, siento lo mismo por mi matrimonio. Me ha hecho mejor persona.

Se puede obtener el mismo resultado cuando nos comprometemos con amistades y asociaciones a largo plazo dentro de la Iglesia. Quizá por eso se describe tan a menudo a la Iglesia como una relación nupcial en la que nosotros somos la novia y Cristo el novio. Dios se ofrece a construir una vida con nosotros, a compartir todo con nosotros y, al hacerlo, impartir la gracia de llegar a ser mucho más de lo que hubiéramos sido por nuestra cuenta.

El consejo de San Francisco de Sales para un buen matrimonio

Tres hermosas metáforas sobre cómo debe ser el amor entre los esposos

El matrimonio, dice San Francisco de Sales, es un tejido de dos corazones. Es una alegría disponible tanto para los ricos como para los pobres y una de las formas más seguras de encontrar la felicidad.

Francisco fue obispo de Ginebra a principios del siglo XVII, y como obispo nunca se casó, pero a lo largo de los años, al participar en las vidas de sus feligreses, pudo conocer los desafíos y las necesidades de las personas casadas. Entonces, aunque habla del matrimonio desde fuera, su sabiduría sobre cómo mantener un matrimonio fuerte es profundamente perspicaz.

En su libro Introducción a la vida devota Francisco dedica un capítulo completo a dar consejos a las personas casadas. Cuando lo leí, me impresionaron sus metáforas. Escribe sobre cómo una esposa es como una perla preciosa, y cómo una pareja está unida como hueso a hueso y carne a carne. Él aconseja que un esposo y una esposa estén juntos en todo, y o ganamos como equipo o perdemos como equipo.

Cuando los cónyuges se olvidan de sí mismos y viven el uno para el otro, ambos se hacen más felices y cada sacrificio amoroso se convierte en una fuente de satisfacción.

Llevo casado durante casi 22 años. El mayor desafío en todos estos años ha sido no darlo por sentado. Francisco subraya que los esposos deben atesorarse mutuamente, y debo preguntarme cuándo fue la última vez que realmente miré a mi esposa, la vi de verdad y consideré cuán rico soy como hombre.

Aquí está ella, mi mayor tesoro, sentada en el sofá amamantando al bebé, la niña pequeña aferrada a su brazo y nuestra hija mayor bordando en silencio junto a ella.

Mi esposa es una criatura mágica que está cuidando a seis hijos y aún así, de alguna manera, todavía encuentra la manera de prepararme un chocolate caliente cuando vuelvo de ir en trineo con los niños.

Tal vez esa sea la primera lección que Francisco enseña sobre el matrimonio: simplemente a tomarse el tiempo para vernos como si fuera la primera vez, y apreciar todas las pequeñas maneras en que hemos crecido juntos a lo largo de los años.

Una simple mirada es suficiente para revelar que los sentimientos genéricos de amor no son suficientes para un matrimonio fuerte.

Ella es la persona a quien doy mi corazón. Esta es la mujer que amo incluso cuando no tengo ganas, incluso cuando estamos enfadados el uno con el otro, incluso cuando estamos enterrados en el estrés laboral y las obligaciones de la crianza de los hijos.

Al hablar del matrimonio, san Francisco de Sales usa tres metáforas cuando aconseja a las parejas sobre el amor conyugal y sus efectos…


UNAN SUS CORAZONES

Francisco señala que, en la carpintería, dos tablas que están bien pegadas juntas nunca se romperán, y la tabla misma se romperá antes de que lo haga la costura pegada. Él compara esto con la forma en que una persona está «pegada» a su cónyuge, y se separará de su propia alma y cuerpo antes de separarse de su cónyuge.

El vínculo entre marido y mujer puede ser la cosa más fuerte en el universo y sobrevive incluso a la muerte misma.

Francisco tiene cuidado de señalar que este vínculo es físico, pero también se extiende a nuestros pensamientos y afectos. El cónyuge es lo primero, y ninguna otra relación, amistad u obligación laboral debe tener prioridad.

MARRIAGE

GRABEN EN EL CORAZÓN LA IMAGEN DEL OTRO

Francisco habla de una costumbre ya en desuso en las bodas: «En los tiempos antiguos», escribe, «los anillos de los dedos solían ser grabados como sellos«. El anillo de bodas representa un sello que se encuentra en el corazón. Es una imagen de que los corazones de los cónyuges se pertenecen entre sí.

Cuando se sella una letra, se presiona una gota de cera caliente con un sello hasta que la cera toma la imagen grabada en el sello. Esto es lo que sucede con nuestros corazones en el matrimonio, cambian de forma.

Solo hay una llave que desbloquea mi corazón, y solo mi esposa la posee. En su forma más simple, el sello representa la fidelidad y cómo dos corazones ahora se apegan entre sí.

COUPLE

HAZ TU CORAZÓN MÁS GRANDE

San Francisco de Sales dice que los niños entran en el amor de la familia y lo amplían.

El amor hace crecer nuestros corazones, y en la expansión de una familia también hay una expansión del amor entre el esposo y la esposa.

Por supuesto, no todos pueden tener hijos, pero el principio en sí no se limita a la descendencia biológica. La adopción es un hermoso acto de amor que expande los corazones de una pareja.

Las sobrinas y los sobrinos son una cosa hermosa. Incluso los pequeños que viven al lado pueden ofrecer a una pareja la oportunidad de abrazar a los niños de alguna manera.

Recientemente estuve en un funeral de un hombre que no tenía hijos, pero cada pariente allí dijo que era como un segundo padre para ellos.

En cualquier situación en que se encuentren las parejas casadas, pueden encontrar una manera de agrandar sus corazones amando a quienes los rodean. Al final, este regalo para otros hace que un matrimonio sea más fuerte.

El matrimonio está destinado a ser dulce, dice san Francisco de Sales, solo se vuelve amargo si no lo mantenemos.

Así que respira, haz una pausa, mírate con nuevos ojos. Renueva el afecto y el amor sacrificial que prometiste el día de tu boda. Dite a ti mismo: este/a es mi amado/a, el corazón de mi corazón.

Sacerdote español llama al padre James Martin por su «doctrina envenenada» sobre la homosexualidad

Padre James Martin, SJ. | Crédito: Flickr por Shawn (CC BY-NC 2.0)

Por Walter Sánchez Silva

Personal de ACI Prensa, 24 de enero de 2023 / 14:30 pm

El padre Francisco José Delgado, sacerdote de la Arquidiócesis de Toledo en España y presentador del programa «La Sacristía de la Vendée» en YouTube, criticó al padre jesuita James Martin por una polémica publicación en Twitter sobre el «matrimonio» gay del Secretario de Transporte de los Estados Unidos, Pete Buttigieg.

La polémica comenzó con la acusación de que los gastos de viaje de Buttigieg como secretaria eran excesivos. El funcionario respondió que «viajó con su ‘esposo’ como otros altos funcionarios viajan con sus esposas», explicó Delgado.

Martin tuiteó «Pete Buttigieg está casado«, comentando un tweet de la Liga Católica, que decía que «es cierto que Peter Buttigieg está legalmente casado, pero eso es una ficción legal«.

El 22 de enero, Martin publicó: «Sorprendido de que esto recibiera tanta atención. Nos guste o no, Pete Buttigieg está legalmente casado«.

«Puedes estar en desacuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo (o no). Pero @SecretaryPete está casado a los ojos del estado, y de su iglesia, tanto como cualquier otra persona. Afirmar lo contrario es ignorar la realidad», escribió el sacerdote jesuita, que también es consultor del Dicasterio para las Comunicaciones del Vaticano.

En respuesta a la controversia en evolución, Delgado tuiteó en respuesta a la publicación de Martin. «Puedes ir a su ‘iglesia’ y dejar de mancillar la de Cristo, profeta de Satanás», escribió.

Ola de críticas

El tweet de Martin provocó una ola de otras críticas en las redes sociales. El cardenal Wilfrid Napier, arzobispo emérito de Durban, Sudáfrica, señaló que solo porque el estado sancione algo no lo hace correcto:

«¡No hace mucho tiempo, el Estado consideraba que las personas de color eran menos que humanas y, por lo tanto, les negaban sus derechos humanos! ¡Arrepentido! ¡Eso no hizo que las personas de color fueran menos que humanas! De hecho, sólo Dios, nuestro Creador, podría hacer eso. ¡En cambio, eligió convertirse en humano para demostrar su punto!», tuiteó.

«Él no está casado a los ojos de Dios. Afirmar lo contrario es ignorar la realidad», tuiteó Sean K. Davis en respuesta a la afirmación de Martin sobre la relación de Buttigieg.

Adele Scalia, nuera del fallecido juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, respondió: «De hecho, no te sorprende que esto haya recibido tanta atención. Lo tuiteaste por la atención que sabías que recibiría«.

‘Doctrina envenenada’

Delgado dijo en un comunicado a ACI Prensa, la agencia de noticias hermana en español de CNA, que «el padre James Martin, un jesuita estadounidense, tiene la costumbre de hablar en las redes sociales de una manera escandalosa contra la fe católica».

«Su tema favorito es la aceptación de todo lo que tiene que ver con la homosexualidad, no solo la tendencia o los actos, sino incluso el reconocimiento de las uniones homosexuales como verdaderos matrimonios», remarcó el sacerdote español.

El primer comentario de Martin en apoyo de Buttigieg, dijo el sacerdote español, fue que «‘Pete Buttigieg está casado’. Ante una declaración tan escandalosa, muchos católicos le han recordado que va en contra de la enseñanza de la Iglesia, e incluso le han preguntado si sería coherente y conferiría el sacramento del matrimonio (aunque Buttigieg no es católico, pero actualmente es episcopal)», continuó Delgado.

El sacerdote español señaló: «James Martin ha insistido en que el político ‘está casado a los ojos del estado y su iglesia, tanto como cualquier otra persona‘. Esto, dicho por cualquier católico, sería excusable si se debe a la ignorancia y, simplemente, habría que proceder a explicarle a esa persona cuál es la doctrina de la Iglesia».

Sin embargo, el sacerdote español señaló: «Martín no solo es un sacerdote jesuita, sino que también ocupa un puesto al servicio de la Santa Sede como consultor del Dicasterio para las Comunicaciones. Por lo tanto, con respecto a él no sólo hay espacio para una corrección que, por otro lado, muchos otros católicos ya han tratado de hacerle».

En realidad, «lo que sentimos los católicos y especialmente los sacerdotes es una terrible indignación por la actitud de este sacerdote abiertamente contraria a la enseñanza que debe defender y comunicar».

«Al hacerlo, causa un grave daño a la Iglesia y a los fieles más simples que, considerando su condición sacerdotal, piensan que lo que dice corresponde a la posición oficial de la Iglesia», lamentó el sacerdote.

Delgado recordó entonces lo que enseña la Iglesia Católica, concretamente lo establecido en el documento «Consideraciones sobre las propuestas para dar reconocimiento legal a las uniones entre personas homosexuales» emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

«En aquellas situaciones en las que las uniones homosexuales han sido legalmente reconocidas o se les ha dado el estatus legal y los derechos pertenecientes al matrimonio, la oposición clara y enfática es un deber«, afirma el documento del Vaticano en la Sección 5.

En conclusión, el sacerdote español invitó «al sacerdote Santiago Martín, si no está dispuesto a dejar de manchar el rostro de la Madre Iglesia con su doctrina envenenada, a irse lo antes posible, ya que no parece que los que tienen autoridad sobre él quieran hacer nada al respecto».

Esta historia fue publicada por primera vez por ACI Prensa, el socio de noticias en español de CNA. Ha sido traducido y adaptado por CNA.

Walter Sánchez Silva

Walter Sánchez Silva es redactor senior de ACI Prensa (https://www.aciprensa.com). Con más de 15 años de experiencia, ha informado desde importantes eventos eclesiales en Europa, Asia y América Latina durante los pontificados de Benedicto XVI y el Papa Francisco. Correo electrónico: walter@aciprensa.com

Libertinaje

Benedicto XVI l decía al respecto: “Las diferentes formas actuales de disolución del matrimonio, como las uniones libres y el «matrimonio a prueba», hasta el pseudo-matrimonio entre personas del mismo sexo, son expresiones de una libertad anárquica que se presenta erróneamente como auténtica liberación del hombre. Una pseudo-libertad así se basa en una banalización del cuerpo, que inevitablemente incluye la banalización del hombre. Su presupuesto es que el hombre puede hacer de sí lo que quiere: su cuerpo se convierte de este modo en algo secundario, manipulable desde el punto de vista humano, que se puede utilizar como se quiere. El libertinaje, que se presenta como descubrimiento del cuerpo y de su valor, es en realidad un dualismo que hace despreciable el cuerpo, dejándolo por así decir fuera del auténtico ser y dignidad de la persona (…).

“Ahora bien, ningún hombre y ninguna mujer, por sí solos y sólo con sus propias fuerzas, pueden dar adecuadamente a los hijos el amor y el sentido de la vida. Para poder decir a alguien: «tu vida es buena, aunque no conozca tu futuro», se necesitan una autoridad y una credibilidad superiores, que el individuo no puede darse por sí solo.

El cristiano reconoce la acción de ese amor eterno e indestructible de Dios, que asegura a la vida de cada uno de nosotros un sentido permanente, aunque no conozcamos el futuro. Por este motivo, la edificación de cada una de las familias cristianas se enmarca en el contexto de la gran familia de la Iglesia, que la apoya y la acompaña, y garantiza que hay un sentido y que en su futuro se dará el «sí» del Creador. Y recíprocamente la Iglesia es edificada por las familias, «pequeñas Iglesias domésticas», como las ha llamado el Concilio Vaticano II”. (Martes 7 de junio de 2005).

5 claves para un matrimonio fuerte

con el P. Espinosa de los Monteros

En Misión hemos tenido ocasión de hablar con el padre Ángel Espinosa de los Monteros, L.C. Es un es un auténtico influencer del matrimonio y la familia y recorre el mundo impartiendo charlas. Ha compartido con nosotros cuáles son las 5 claves para lograr un matrimonio fuerte y sólido. ¿Quieres recibir gratis la revista Misión en tu hogar? Solo tienes que rellenar un sencillo formulario: https://bit.ly/3U3ITMO

¿Por qué tener hijos?

Continuamente se escuchan a nuevos matrimonios que deciden no tener hijos: los motivos son muchos y muy diversos. Pero quizá, la pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué tener hijos? ¿Quieres recibir gratis la revista Misión en tu hogar? Solo tienes que rellenar un sencillo formulario: https://bit.ly/3U3ITMO

¿Llegar virgen al matri-qué?

Aunque la pregunta más adecuada a la mentalidad de muchos tendría que decir: ¿Llegar cómo al matrimonio? Pues resulta que hoy en día, según la forma de pensar de algunos, la única que tiene que llegar pura a los labios de un hombre honrado, es el agua embotellada.

Hasta hace algunos años se sobreentendía que sólo podían llegar de blanco al altar quienes se habían conservado vírgenes, y en broma se decía que si alguna había fallado permitiendo algún exceso al novio en las muestras de cariño, debía pedirle a la modista que cosiera, en su vestido de novia, alguna lentejuela de color. Si en la actualidad aplicáramos ese criterio una buena cantidad de las llamadas señoritas decentes deberían presentarse a contraer matrimonio vestidas de China Poblana.

Según parece, algunas jóvenes se entregan al novio por el miedo a perderlo, pero la experiencia demuestra que dichas relaciones no son garantía del amor eterno, como tampoco de conseguir con ello al marido deseado. Incluso, casi siempre, lo único que se consigue es una pérdida de respeto, que suele aflorar ya estando casados.

De ninguna manera me parece que sea un convencionalismo social el esconder, y mantener lejos de los extraños, aquellas partes del cuerpo que tienen como función la capacidad reproductora, sobre todo si partimos del principio de que concebir un hijo es transmitir la vida a otra criatura igual a él, y ello hace referencia a una de las labores más dignas que pueda realizar el ser humano en todos los órdenes, incluyendo, por supuesto el moral. Es en definitiva algo que raya en lo divino.

Quisiera mencionar un ejemplo que quizás no se adapte del todo al tema, pero a mi me resulta lógico que un cirujano no permita que su instrumental quirúrgico sea manipulado por todo tipo de personas, y esto por dos motivos: Primero, por la nobleza y el respeto que supone abrir el cuerpo humano, y segundo, por el peligro de descuidar la asepsia, lo cual podría provocar infecciones de fatales consecuencias.

Cualquier persona con sentido común, rechazará comprar una botella de vino que se encuentre abierta, pues ello le hará dudar de lo que le han sacado, o de lo que han mezclado en ese licor. En el caso que nos ocupa, dicha situación es mucho más delicada, dado que no estamos hablando del aspecto exclusivamente material, pues en toda relación sexual no forzada, no sólo se entrega la carne, sino también algo del alma. 

Es decir, en esa relación hay una donación no sólo del valioso tesoro del cuerpo, sino de una buena parte de uno mismo… la más íntima, aquello que ha de pertenecer sólo a quien se valora como otro yo, es más, como yo mismo; y por lo mismo, debe de reservarse para quien ya se ha obligado libremente y para siempre, en un compromiso, que de por sí, es irreversible. Si tratamos de entender por qué algunas jóvenes ya V dan tanta importancia al cuidado de la virtud de la castidad, habremos de buscar tales razones en esa devaluación del ser humano, y es evidente que la mercadotecnia ha influido en gran medida a la comercialización femenina. 

Alejandro Cortés

www.padrealejandro.org

La pureza, conquista y don

La castidad no es un asunto de represión de los sentimientos y tentaciones sexuales sino una integración exitosa del don de la sexualidad dentro de la persona entera. El contenido sexualmente explícito en blogs, mensajes, y fotos en las páginas webs sociales son también otro de los caminos que podrían quitar la inocencia. La pornografía difama la intimidad del acto marital e injuria la dignidad de los que la ven y participan.

Muchos jóvenes tienen la ilusión de tener una familia numerosa pues ven lo bien que la han pasado con sus hermanos, pero a la hora de la tentación ceden sin mayor lucha y sin pensar en que pueden llegar a convertirse en padres… Pueden negar su paternidad y orillar a la mujer al aborto, a la soledad o a quedar herida en sus afectos. Por tanto, lo mejor es evitar la ocasión.

La pureza es una conquista de Dios en nosotros. El Papa Benedicto XVI, tratando el tema de la castidad, escribe: “Cuanta menos fe haya, más caídas habrá”.

La pureza de corazón determina la profundidad de las demás virtudes de la persona. La pureza es finura de alma, elegancia de espíritu, delicadeza de sentimientos, selección, elite. “La continencia voluntaria –dice Alexis Carrel- realiza y avalora la vida más que ningún otro esfuerzo moral o físico”.

Dice el Cura de Ars:

“La pureza viene del cielo; hay que pedírsela a Dios. Si la pedimos, la obtendremos. ¡No hay nada más bello que un alma pura! Si lo entendiéramos, no podríamos perder la pureza (…). Hay que cerrar nuestro corazón al orgullo, a la sensualidad y a todas las otras pasiones (…). Hijos, no podemos comprender el poder que un alma limpia tiene sobre Dios: ella obtiene de él todo lo que quiere (…) Para conservar la pureza hay tres cosas: la presencia de Dios, la oración y los sacramentos (…). Cuando se ha conservado la inocencia, nos sentimos llevados por el amor de Dios, como el águila es portada por sus alas”.

Luego dice más adelante:

“Un alma pura es como una bella perla. Mientras está escondida en una concha, en el fondo del mar, nadie piensa admirarla. Pero si la mostráis al sol, brilla y atrae las miradas. Así sucede con el alma pura, que está escondida a los ojos del mundo, pero que un día brillará ante los ángeles, al sol de la eternidad”.

Cree el pecador que, una vez cometido el pecado, todo ha terminado; y no es así. El acto culpable ha finalizado, pero sus consecuencias permanecen. Nuestros centros nerviosos son como una placa impresionable que guarda una huella. Por eso, una determinada persona puede suponer un peligro y otras no.

Ana Catalina Emmerick escribe:

“Todo cuanto el hombre piensa, dice y hace tiene alguna vida y continúa viviendo como obra buena o mala. Lo malo hay que remediarlo con la confesión y la penitencia; de otro modo continuarán las consecuencias del pecado sin término” (tomo X, 478, n. 45).

El Señor nos dice. “Con amor eterno te amé” (Jeremías XXXI, 3). ¿Quién puede decir eso?… El Señor no quiere cosas de ti, te quiere a ti.

Últimas palabras de Jacinta, la pastorcita de Fátima:

  • Los pecados que llevan más almas al infierno son los pecados de la carne.
  • Vendrán modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor.
  • Si los hombres supiesen lo que es la eternidad, harían todo para cambiar de vida.
  • Los hombres se pierden porque no piensan en la muerte de Nuestro Señor y no hacen penitencia.
  • Muchos matrimonios no son buenos, no agradan a Nuestro Señor.

¿Por qué vives la pureza? Porque los puros verán a Dios, porque quiero ver el rostro de Dios. Y no sólo en la otra vida, sino en ésta. La pureza va de la mano de la humildad.

Juan Pablo II dice que la pureza no es sólo abstenerse de la impureza, o sea, la templanza, sino que al mismo tiempo abre también un camino a un descubrimiento cada vez más perfecto de la dignidad del cuerpo. (Enchiridion F, IV, p. 3082).

Luego, Juan Pablo II dijo en Francia:

Toda la historia de la humanidad es la historia de la necesidad de amar y de ser amados… El corazón es la apertura de todo el ser a la existencia de los demás, la capacidad de adivinarlos, de comprenderlos. Una sensibilidad así, auténtica y profunda, hace vulnerable. Por eso, algunos se sienten tentados a deshacerse de ella, encerrándose en sí mismos… Jóvenes de Francia: ¡Alzad más frecuentemente los ojos hacia Jesucristo! El es el Hombre que más ha amado, del modo más consciente, más voluntario, más gratuito… ¡Contemplad al Hombre-Dios, al hombre del corazón traspasado! ¡No tengáis miedo! “Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y de sus falsificaciones. Fue él quien transformó el corazón de Zaqueo, de la Samaritana y quien realiza, hoy todavía, por todo el mundo, parecidas conversiones. Me imagino que esta noche, Cristo murmura a cada uno y a cada una de entre vosotros: “¡Dame, hijo mío, tu corazón!”. Yo lo purificaré, yo lo fortaleceré, yo lo orientaré hacia cuantos lo necesitan: tu propia familia, tu comunidad, tu ambiente social… El amor exige ser compartido”. Sin Dios el hombre pierde la clave de sí mismo, pierde la clave de su historia. Porque, desde la creación, lleva en sí la semejanza de Dios” (nn. 5 y 6).

Jacques Maritain afirmaba:

Jacques Maritain afirmaba:

“La educación nos debería de enseñar a vivir siempre enamorados, y de qué nos hemos de enamorar”.

Para terminar recordemos lo que enseñaba San Juan Bosco:

que la virtud que más brilla en el paraíso es la pureza.