Jesús le habló con estas palabras:
«Como San Pablo escribió en sus cartas, le gustaba mucho rezar por todos los cristianos, por todas las gracias y dones que necesitaban. Solía pasar largas horas en oración cada día y sus oraciones eran muy poderosas.
Os exhorto a todos, hermanos Míos, a rezar con mucho amor todos los días.
Pasad tiempo en contemplación conmigo y seréis bendecidos. Ésta es la oración de Mi corazón. Cada día, Yo pasaba tiempo en contemplación con Mi Padre. Los que están acostumbrados a esta oración encontrarán que es la mejor parte de su día. Rezad también por todos los miembros de vuestra familia, para que reciban todas las gracias y la ayuda que necesitan. Rezad asimismo por los que no creen, para que puedan recibir el don de la fe y llegar a creer en Mí, su Señor y Salvador. Pedidme en oración todo lo que necesitáis, especialmente crecer en vuestra vida espiritual y, si creéis, lo recibiréis. Pedid también en oración tener un corazón que perdone a todos los que os han ofendido para que no haya ni resentimiento ni odio en vuestro corazón. Os estoy llenando hoy con Mi amor.»
Padre Melvin