Sigue tocando

Actualizado 27 agosto 2010

Me ha encantado la historia. No sé si es real o si es leyenda, pero a mí me ha hecho venirme arriba con nada. Ahí va:

Cada vez que su hijo de a penas seis años se sentaba al piano, Melany sonreía con la esperanza de que su propia torpeza le acabara quitando la ilusión. El pequeño Bob jamás llegaría a Jerry Lee Lewis ni tocando en playback.

Sin embargo, la carita de Bob se transformaba ella sola en música cuando ante sus ojos aparecían las teclas de un piano. Su ilusión era tal que Melany no se atrevió nunca a quemarlo tras el jardín e inventarse una historia sobre un dragón milenario que echara fuego por la boca contra los mejores pianos. No, nunca se atrevió, y aprovechando la visita a la ciudad de ese joven talento mundial que había roto los moldes de todos los teclados, pensó en llevarle al concierto para que Bob desistiese ante la evidencia de su pequeñez contra la inmensidad de un artista de verdad.

Ya en la platea, en un momento dado en que Melany se distrajo buscando las gafas en su bolso para consultar el programa, el pequeño Bob desapareció de su lado. Melany lo buscó asustada. No entendía cómo su renacuajo de ojos saltones y gafas de culo de botella se había separado de ella, cuando sabía ya por experiencia, que se pierde hasta en su propia casa para ir al cuarto de baño.

De pronto y con Melany desencajada, se apagan las luces y el telón del escenario se abre antes las miles de personas que han llenado el teatro. La cara de Melany pareció una berenjena cuando se dio cuenta de que Bob, llevado por la ilusión, se saltó los cordones de seguridad y aporreaba, despacio y muy bajito, las teclas de un piano que debía de haber costado más que su dentadura nueva.

Los espectadores no entendían nada y escuchaban una musiquilla anquilosada en tres teclas que no seguía ritmo alguno, esperando que aquello fuese parte de la función ya ensayada de antemano.

En menos de treinta segundos, los que le dio de tiempo a Melany a soltarse la melena de los nervios que tenía, el maestro del piano, joven, alto y también con melena, se sentó muy despacio al lado de Bob, como no queriendo perturbarlo. Bob se le quedó mirando con esos ojos tan abiertos que parecía que le iban dar la vuelta a la cabeza, y el maestro, el genio, el grande, el amo de la barraca entera, le dijo solo dos palabras: “Sigue tocando”.

Ejecutaron entre los dos una melodía imposible, improvisada, de extrema belleza y autenticidad, sin partitura, sin tiempo ni medida, y lograron que el más exquisito público del mundo de la música se emocionara extasiado ante la imagen de un gran maestro creando música junto a un enano inútil y miope que más que oído tenía oreja.

Se acaba la leyenda y empieza la historia, la de verdad.

Aquí estoy yo, impulsado por la emoción del seguimiento de Cristo, con la ilusión de quien se ha enamorado, metiendo la pata día sí día también, aporreando las teclas de mi vida con la sutileza de un elefante, emborronando de tinta las paginas ya escritas por la mano de un Creador precioso. Luchando, al fin y al cabo, por hacer bien las cosas en mi vida, bastante jodida según en qué momento, y encima viendo que no aprendo por más que me equivoque. Lo lamento.

Eso es saborear la Misericordia de Dios. Cuando he intentado ocupar su lugar, su taburete ante el piano para ejecutar la partitura de mi vida, y llega el tío y no solo no me echa de allí a guantazos, sino que, feliz con el reto que le planteo, va y me dice: “Suso, sigue tocando”.

Ese es Dios, que se sienta a tu lado y pone acordes imposibles donde tú ni si quieras has soñado que pueda caber un registro musical de semejante calado. Por eso. Por su Misericordia de Padre enamorado, por su amor de entrañas de Madre, no te canses, no pares, no te entristezcas, que Él te sigue esperando. ¡Vamos! Dalo todo. Sigue tocando.

Consejos a un joven sacerdote

Actualizado 26 agosto 2010

Al cumplir los noventa años deseo informarte de algunas normas que han orientado mi vida.

1.- Me ordené a los 33 años, he cumplido los 90 y no me he arrepentido ni un minuto. Elegí bien. Si volviera a nacer elegiría lo mismo.

2.- Valora tu vocación. El sacerdote es el mayor bienhechor de la humanidad, pues sólo él puede dar la vida eterna.

3.- La autoestima es razonable; pero la vanidad, no. Ignorar los dones recibidos de Dios es ingratitud; pero envanecerse de ellos es ridículo, pues Dios pudo habérselos dado a otro y no a ti. Ya dijo San Pablo: ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si los has recibido, ¿de qué te engríes?

4.- Procura tener una buena cultura, sobre todo en las materias afines al sacerdocio. Pero no olvides que la virtud es más importante que la cultura. El Cura de Ars, con poca cultura, ha salvado más almas que muchos sacerdotes muy cultos.

5.- El tiempo es para evangelizar, estudiar y orar. Nada más. Descansar sólo lo indispensable.

6.- Cuida tu salud para estar apto a las exigencias de la evangelización.

7.- Cuida tu imagen; no por vanidad mundana, sino para ayudar a que reciban tu mensaje. Si resultas repelente, el rechazo a tu persona arrastrará el rechazo a tu mensaje.

8.- Es posible que alguna mujer se enamore e ti. Recházala con caridad, pero con firmeza. No te creas invencible. Todos podemos perder la cabeza. No serías el primero ni el último. Sé humilde y toma precauciones.

9.- La codicia es peor que la lujuria. El dinero hace falta para evangelizar. Muchos instrumentos de evangelización cuestan dinero. Pero el apego al dinero puede apartarnos de Dios.

10.- Sé fiel al MAGISTERIO OFICIAL DE LA IGLESIA. Debemos dejarnos conducir por quien Dios ha puesto al timón de la Iglesia, y no por las opiniones de un marinero de cubierta.

11.- Debemos procurar ser “otros Cristos” en la tierra: pasar haciendo el bien. Que todo el que se acerque a nosotros se aleje mejorado espiritualmente.

12.- Y por supuesto, atiende a todos siempre con buena cara. Que nunca nadie pueda considerar que no lo has atendido bien.

13.- Cuida mucho los juicios que emites de otros. Alguna persona se apartó de la Iglesia por lo que dijo de ella un sacerdote. Hay que combatir el error, pero sin despreciar a la persona equivocada.

14.- Si te equivocas, reconócelo; y pide perdón si alguien se ha sentido herido por tu culpa. La soberbia en un sacerdote es funesta. La humildad resulta atractiva.

15.- Que se te vea piadoso. Trata a la Eucaristía con todo respeto y devoción. El P. Ángel Peña, agustino recoleto, tiene un bonito libro titulado SACERDOTE PARA SIEMPRE, que termina con este consejo:

Sacerdote, celebra tu misa
Como si fuera tu primera misa,
Como si fuera tu última misa,
Como si fuera tu única misa.

JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
www.arconet.es/loring
Tel.: (34) 956 87 46 47

Asegura haber redescubierto a Cristo

EL FAMOSO ACTOR HACE UNA CONFESIÓN

Stallone (Rambo) asegura haber redescubierto a Cristo: «Dejo que Dios me guíe y me siento liberado»

Sylvester Stallone asegura haber redescubierto a Dios, y que su película «Rocky Balboa», «una gran carga espiritual». «Cuanto más voy a la iglesia, más me libero de mis presiones», añade.

Actualizado 27 agosto 2010

Álex Navajas/ReL

«No importa el pasado. Si miras a Dios, puedes renacer». Si estas palabras chocan, chocará aún más saber que han salido de los labios de Sylvester Stallone. El mítico y tosco actor ha aprovechado el lanzamiento de la película, «Rocky Balboa», para hacer gala de la fe cristiana que perdió de joven.

Algo sincero…
¿Mera campaña de márketing o conversión sincera? El caso es que Stallone asegura que la sexta y última entrega de la saga «Rocky» «tiene una gran carga espiritual». «Para mí, este film ha sido guiado por la mano de Dios», afirmó rotundo durante una videoconferencia que impartió a los principales líderes cristianos de los Estados Unidos.

Rocky se ha convertido al cristianismo
La película arranca veinte años después del último combate del boxeador más famoso del mundo. Rocky se ha convertido al cristianismo. «Unos segundos antes de volver a saltar a un cuadrilátero, Balboa escucha unas palabras de la Sagrada Escritura. Eso es lo que le da fortaleza», añade el actor.

Sobre la redención
«Rocky perdona. No es amargo. Siempre pone la otra mejilla. Es como si toda su vida la pusiera al servicio de los demás», prosigue. Y llega, incluso, más allá: «La película va sobre la redención; la redención no sólo de Balboa, sino del propio Stallone», afirmó el actor en su habitual tono rudo.

De hecho, la última entrega de la saga es, según el actor, un retorno a las raíces. «En la primera película de Rocky salía una escena en el vestuario en la que pronunciaba una oración. En las siguientes, esta dimensión se pierde. En el último filme, la espiritualidad es mucho más clara», apostilla el protagonista de «Rambo».

El gimnasio del alma

Pero, ¿por qué este giro en su vida? «La mayoría de mis anteriores películas eran sangrientas; se trataban de los frutos creativos de mi juventud, cuando mi matrimonio no iba bien y yo mismo me sentí seducido por todas las tentaciones de Hollywood», respondía el actor en un artículo publicado en el «San Francisco Chronicle».

Ahora, Stallone dice disfrutar de un matrimonio estable y de una relación con Jesucristo completamente distinta. «Cuanto más voy a la iglesia y más profundizo en mi creencia en Jesús y escucho su Palabra, a la vez que dejo que su mano me guíe, siento cómo me libero de mis presiones», confesaba. Y, haciendo una curiosa definición, añadió que «la iglesia es el gimnasio del alma».

El cristianismo, de moda

Los líderes cristianos estadounidenses han recibido de buen grado la noticia de la conversión tanto del actor como del personaje. «No es una película cristiana, pero hay algunos elementos alucinantes que puedes relacionar con la fe y los valores», señalaba uno de ellos recientemente. Y, para difundirlos, Stallone ha contado incluso con los servicios de «Motive Entertainment», la misma agencia de márketing que promocionó películas como «La Pasión», del Mel Gibson, o «Las crónicas de Narnia», dos filmes claramente cristianos.

La primera medida de la agencia ha sido lanzar www.rockyresources.com, una página web con recursos para que los líderes cristianos puedan promover los valores relacionados con la película.

Formación católica
Stallone creció en un hogar católico y fue a colegios católicos. «Después di algunos giros equivocados cuando salí a la «vida real»», confesó en la videoconferencia. «He necesitado pasar mis pruebas y mis tribulaciones antes de que pudiera ser lo suficientemente hombre para interpretar una película como ésta», concluyó.

Evangeliza a los jóvenes al estilo Don Bosco

UNA PASTORAL REVOLUCIONARIA

Un cura húngaro evangeliza a los jóvenes enseñándoles, al estilo Don Bosco, a montar en monopatín

El sacerdote Zoltan Lendvai, de 45 años, ha comprobado como la juventad de la zona acude ahora en masa a la iglesia.

Actualizado 27 agosto 2010

ReL

Un sacerdote católico de Hungría ha seguido los pasos de su admirado Don Bosco, fundador de los salesianos, y viendo que los jóvenes de su pueblo no acudían a él, se las ingenió para acercarse a ellos. ¿Cómo? Enseñándoles a montar en monopatín.

Un éxito en You Tube
El reverendo Zoltan Lendvai, de 45 años, que reside y predica en la pequeña localidad de Redics -en la frontera húngara con Eslovenia -, cree que el monopatín puede abrir el camino hacia Dios para los jóvenes. El vídeo del sacerdote, «Funny Priest Skateboarding», ha sido visto hasta ahora casi 170.000 veces, y tiene también una versión musical.

Seguidor de Don Bosco
Lendvai dice que sigue los pasos de San Juan Bosco, el sacerdote y educador italiano del siglo XIX que se dedicó a mejorar la vida de jóvenes pobres y utilizó juegos como parte de su educación. «He sentido muchas veces que ésta es la manera en la que puedo acercar un poco más la gente a Jesús», afirma el sacerdote.

El religioso aprendió a andar en monopatín en el colegio a los 14 años y cuando ya era sacerdote en el pueblo de Kormend, en el noroeste del país, se dio cuenta del impacto que podría tener este deporte en los jóvenes.

Método de evangelización
Lendvai explicó que tres jóvenes de entre 16 y 18 años, que nunca habían asistido a la iglesia, comenzaron a ir regularmente después de que el sacerdote les mostrase un par de trucos para el monopatín. Su primer patinete tenía el escudo de armas papal y desde entonces ha regalado seis a los jóvenes de su parroquia.


Santa Mónica

La Iglesia venera a Santa Mónica, santa esposa y viuda, no sólo por darle vida corporal a uno de los más importantes doctores de la Iglesia, San Agustín, sino también porque fue el principal instrumento del que Dios se valió para darle a éste el don de la Fe.

Agustín tenía 17 años y estudiaba retórica. Dos años más tarde, Mónica tuvo la pena de saber que su hijo llevaba una vida disoluta y había abrazado la herejía maniquea. Por esta razón y como manera de motivarlo al arrepentimiento, Mónica le cerró las puertas de su casa durante algún tiempo. Una visión hizo a la santa tratar menos severamente a Agustín. Soñó que se hallaba en el bosque, llorando la caída de Agustín, cuando se le acercó un personaje resplandeciente que le preguntó la causa de su pena. Este, después de escucharla y secarle las lágrimas, le dijo: «Tu hijo está contigo». Cuando Mónica contó a Agustín el sueño, el joven respondió que Mónica no tenía más que renunciar al cristianismo para estar con él; pero la santa respondió: «No se me dijo que yo estaba contigo, sino que tú estabas conmigo».

El gran obispo San Ambrosio, quien se había hecho muy amigo de Agustín y su madre, tuvo también un papel muy importante en la conversión del futuro santo. Finalmente, en agosto del año 386, Agustín anunció su completa conversión al catolicismo. El santo ha dejado en sus «Confesiones» algunas de las conversaciones espirituales y filosóficas en que pasó el tiempo de preparación para el bautismo. San Ambrosio bautizó a Agustín en la Pascua del año 387.

Los fieles se encomiendan, desde hace muchos siglos, a las oraciones de Santa Mónica, ya que ésta es patrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.