La pureza, conquista y don

La castidad no es un asunto de represión de los sentimientos y tentaciones sexuales sino una integración exitosa del don de la sexualidad dentro de la persona entera. El contenido sexualmente explícito en blogs, mensajes, y fotos en las páginas webs sociales son también otro de los caminos que podrían quitar la inocencia. La pornografía difama la intimidad del acto marital e injuria la dignidad de los que la ven y participan.

Muchos jóvenes tienen la ilusión de tener una familia numerosa pues ven lo bien que la han pasado con sus hermanos, pero a la hora de la tentación ceden sin mayor lucha y sin pensar en que pueden llegar a convertirse en padres… Pueden negar su paternidad y orillar a la mujer al aborto, a la soledad o a quedar herida en sus afectos. Por tanto, lo mejor es evitar la ocasión.

La pureza es una conquista de Dios en nosotros. El Papa Benedicto XVI, tratando el tema de la castidad, escribe: “Cuanta menos fe haya, más caídas habrá”.

La pureza de corazón determina la profundidad de las demás virtudes de la persona. La pureza es finura de alma, elegancia de espíritu, delicadeza de sentimientos, selección, elite. “La continencia voluntaria –dice Alexis Carrel- realiza y avalora la vida más que ningún otro esfuerzo moral o físico”.

Dice el Cura de Ars:

“La pureza viene del cielo; hay que pedírsela a Dios. Si la pedimos, la obtendremos. ¡No hay nada más bello que un alma pura! Si lo entendiéramos, no podríamos perder la pureza (…). Hay que cerrar nuestro corazón al orgullo, a la sensualidad y a todas las otras pasiones (…). Hijos, no podemos comprender el poder que un alma limpia tiene sobre Dios: ella obtiene de él todo lo que quiere (…) Para conservar la pureza hay tres cosas: la presencia de Dios, la oración y los sacramentos (…). Cuando se ha conservado la inocencia, nos sentimos llevados por el amor de Dios, como el águila es portada por sus alas”.

Luego dice más adelante:

“Un alma pura es como una bella perla. Mientras está escondida en una concha, en el fondo del mar, nadie piensa admirarla. Pero si la mostráis al sol, brilla y atrae las miradas. Así sucede con el alma pura, que está escondida a los ojos del mundo, pero que un día brillará ante los ángeles, al sol de la eternidad”.

Cree el pecador que, una vez cometido el pecado, todo ha terminado; y no es así. El acto culpable ha finalizado, pero sus consecuencias permanecen. Nuestros centros nerviosos son como una placa impresionable que guarda una huella. Por eso, una determinada persona puede suponer un peligro y otras no.

Ana Catalina Emmerick escribe:

“Todo cuanto el hombre piensa, dice y hace tiene alguna vida y continúa viviendo como obra buena o mala. Lo malo hay que remediarlo con la confesión y la penitencia; de otro modo continuarán las consecuencias del pecado sin término” (tomo X, 478, n. 45).

El Señor nos dice. “Con amor eterno te amé” (Jeremías XXXI, 3). ¿Quién puede decir eso?… El Señor no quiere cosas de ti, te quiere a ti.

Últimas palabras de Jacinta, la pastorcita de Fátima:

  • Los pecados que llevan más almas al infierno son los pecados de la carne.
  • Vendrán modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor.
  • Si los hombres supiesen lo que es la eternidad, harían todo para cambiar de vida.
  • Los hombres se pierden porque no piensan en la muerte de Nuestro Señor y no hacen penitencia.
  • Muchos matrimonios no son buenos, no agradan a Nuestro Señor.

¿Por qué vives la pureza? Porque los puros verán a Dios, porque quiero ver el rostro de Dios. Y no sólo en la otra vida, sino en ésta. La pureza va de la mano de la humildad.

Juan Pablo II dice que la pureza no es sólo abstenerse de la impureza, o sea, la templanza, sino que al mismo tiempo abre también un camino a un descubrimiento cada vez más perfecto de la dignidad del cuerpo. (Enchiridion F, IV, p. 3082).

Luego, Juan Pablo II dijo en Francia:

Toda la historia de la humanidad es la historia de la necesidad de amar y de ser amados… El corazón es la apertura de todo el ser a la existencia de los demás, la capacidad de adivinarlos, de comprenderlos. Una sensibilidad así, auténtica y profunda, hace vulnerable. Por eso, algunos se sienten tentados a deshacerse de ella, encerrándose en sí mismos… Jóvenes de Francia: ¡Alzad más frecuentemente los ojos hacia Jesucristo! El es el Hombre que más ha amado, del modo más consciente, más voluntario, más gratuito… ¡Contemplad al Hombre-Dios, al hombre del corazón traspasado! ¡No tengáis miedo! “Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y de sus falsificaciones. Fue él quien transformó el corazón de Zaqueo, de la Samaritana y quien realiza, hoy todavía, por todo el mundo, parecidas conversiones. Me imagino que esta noche, Cristo murmura a cada uno y a cada una de entre vosotros: “¡Dame, hijo mío, tu corazón!”. Yo lo purificaré, yo lo fortaleceré, yo lo orientaré hacia cuantos lo necesitan: tu propia familia, tu comunidad, tu ambiente social… El amor exige ser compartido”. Sin Dios el hombre pierde la clave de sí mismo, pierde la clave de su historia. Porque, desde la creación, lleva en sí la semejanza de Dios” (nn. 5 y 6).

Jacques Maritain afirmaba:

Jacques Maritain afirmaba:

“La educación nos debería de enseñar a vivir siempre enamorados, y de qué nos hemos de enamorar”.

Para terminar recordemos lo que enseñaba San Juan Bosco:

que la virtud que más brilla en el paraíso es la pureza.

Ser dueño de sí mismo

Séneca afirma que el hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo. Es mi deseo contagiarte espíritu crítico frente al mundo en que vives. Cuando te hablo de espíritu crítico lo opongo a la ignorancia. Si no lo tienes, difícilmente alcanzarás a comprender los límites que te impone. Tu libertad puede quedar prisionera. Sólo la valiente afirmación de tu propia originalidad te puede rescatar de ser masa.

        Ante lo que ofrecen los medios de comunicación social hay que pensar críticamente. No se necesita más información sino una información selecta, no corrompida.

        Joven: Lo que eres no se puede separar de lo que haces.

Vive la pureza por bien tuyo. El fuego es una cosa buena cuando está en el lugar correcto.

        Un error puede arruinar tu vida. La adicción sexual es la más devastadora de todas pues lleva a tener un placer a corto plazo, efímero, y un sufrimiento que puede resultar largo y doloroso. Legalizar la droga y la prostitución es legalizar lo que destruye a un país. ¿Por qué algunos quieren dar libertad a los ciudadanos para que sean licenciosos?

        Es posible decir “no” a la presión del ambiente. Para ello hay que saber qué es bueno, legal, seguro, responsable.

La fuerza de un país está en el carácter de sus ciudadanos.

        El alcohol y la inmoralidad es lo que ha perdido a muchas de las grandes civilizaciones. Una buena política pública sería: sexo, sólo en el contexto del matrimonio.

        Aprende por ti mismo que el sexo es maravilloso y que, por eso mismo, se ha de reservar para el amor y el matrimonio, de otro modo, tienes mucho que perder.

        Hoy, gran número de jóvenes reconocen esta realidad, su aceptación va en crecimiento. La abstinencia sexual es mucho más que decir “no”, es carácter, virtud, amor verdadero. Tú vales y muchos creemos en ti. Tienes una vida por delante.

Benedicto XVI dijo recientemente: Tened un gran respeto “por la institución del sacramento del matrimonio. No podrá haber verdadera felicidad en los hogares si, al mismo tiempo, no hay fidelidad entre los esposos (…). Al mismo tiempo Dios os llama a respetaros también en el enamoramiento y en el noviazgo, pues la vida conyugal que, por disposición divina, está destinada a los casados es solamente fuente de felicidad y de paz en la medida en que sepáis hacer de la castidad, dentro y fuera del matrimonio, un baluarte de vuestras esperanzas futuras” Discurso del Papa a los jóvenes en el estadio de Pacaembu, en Sao Paulo, Brasil.

Juventud y Pureza

Ante el mundo anglosajón el joven latinoamericano con frecuencia se pregunta: ¿Por qué no tener relaciones sexuales siendo solteros? ¿Por qué ellos lo ven tan natural? Y es verdad, lo ven como “natural”, pero en el fondo —si sabemos observar lo captaremos— no son más felices. Hay mucha confusión. La moda no es ni puede ser la suprema regla de conducta. El mal está extendido y es profundo; y es tanto mayor, cuanto con más frecuencia casi no se cree en él. Esos jóvenes creen poder ver todo, probar todo, leer todo, gustar todo, hasta que viene el doloroso desengaño. La vida no es un experimento ni un contrato, es mucho más.

La pureza de corazón determina la profundidad de las demás virtudes de la persona. La pureza es finura de alma, elegancia de espíritu, delicadeza de sentimientos, selección, elite. Es ideal de superación y de engrandecimiento; es la alegría de la tranquilidad de la conciencia. Cuanto más domina el cuerpo sobre el alma, somos tanto más materiales y más parecidos a los animales. El dominio del alma sobre el cuerpo es la pureza de cuerpo y de vida.

El escritor francés, Víctor Hugo, consideraba que el mejor regalo de bodas que los novios pueden hacerse es un cuerpo puro y un corazón recto. “La continencia voluntaria –dice Alexis Carrel- realiza y avalora la vida más que ningún otro esfuerzo moral o físico”.

Hay personas que son vírgenes según la carne mas no según el espíritu, son aquellas que tienen un cuerpo intacto pero tienen el alma corrompida. La pureza como virtud exige un cuerpo limpio y un alma pura.

Todo ser viviente encierra un misterio, una fuerza oculta que escapa a todo lo creado: la fecundidad. La fecundidad tiene unas leyes fijas que no se han de quebrantar. La corriente sensual es algo sagrado, algo que Dios ha puesto para realizar sus planes; algo que merece, por tanto, todo nuestro respeto. Y hay quienes se atreven a profanar la corriente sensual. La corriente sensual ha de ir por el cauce legítimo del matrimonio.

“La impureza es inevitable”, dicen algunos. No hay tal. El ser humano debe permanecer en pie, sin mancharse. Es más, tiene obligación de ser puro. Mientras el ser humano —hombre o mujer— viva sobre la tierra, será objeto de tentación; pero no por eso se ve obligado a caer. Tener tentaciones no es ningún mal, el mal está en caer en ellas. Muchas veces un mal amigo o la imaginación presentan lo vedado como cosa agradable. La voluntad decide si acepta lo prohibido o no. ¿Quieres ser puro? Huye del peligro.

No existe una vida sin tormentas. Las pasiones personales y ajenas, el ambiente, las disco, los impulsos del corazón, levantan tempestades. La vida es lucha, y vale la pena salvaguardar el tesoro de la pureza, y guardarla para lo que será el amor de nuestra vida.

Cree el pecador que, una vez cometido el pecado, todo ha terminado; y no es así. El acto culpable ha finalizado, pero sus consecuencias permanecen. Nuestros centros nerviosos son como una placa impresionable que guarda una huella. Por eso, una determinada persona puede suponer un peligro y otras no.

Algunos jóvenes se quejan de que no tienen fuerzas para superar la impureza. ¿Cómo han de tenerlas si no se alimentan?  La oración —la intimidad con Dios— y los sacramentos son el alimento del alma. Augusto Retté, convertido tras una vida de incredulidad decía: “Sólo con la idea de acercarme al confesor más próximo, me sentía presa de un verdadero pánico… Pero hecha la confesión, iba por la calle lleno de alegría. Yo me decía: ¡Estoy perdonado, estoy perdonado! ¡Qué felicidad!”. Tan pronto te veas caído, levántate, toma mayores precauciones. No todo está perdido, todo se puede solucionar con el arrepentimiento sincero.

Hay que tomar en cuenta que, así como los hijos heredan de sus padres la fisonomía física y una mayor o menor propensión a determinadas enfermedades, de manera parecida heredan de ellos su fisonomía moral, y una mayor o menor propensión a determinadas enfermedades morales. Las leyes de la herencia desconciertan a los investigadores, y a nosotros nos puede ayudar a conocer a las personas.

Ante la propuesta de vivir radicalmente la pureza alguno dirá:

—Eso era antes.

—¡También ahora! Muchos jóvenes viven la pureza y tienen convicciones de que la mejor opción para los solteros es la abstinencia, para decir que sí al amor de modo total, sin componendas.

San Agustín dice que “con el Espíritu Santo el placer consiste en no pecar, y esto es la libertad; sin el Espíritu, el placer consiste en pecar, y ésta es la esclavitud” (El Espíritu y la letra 16,28).

Guardar la vista es guardar el corazón

Una mujer decía: Quiero ser siempre leal a mi marido y que él también lo sea conmigo. Y recordó un viejo consejo: Quien guarda la vista, guarda el corazón. Efectivamente, por los ojos entran las cosas deseables, sean convenientes o inconvenientes. Educar la mirada es una lucha importante, que influye en la calidad de nuestro mundo interior.

No podemos ver todo, mirar todo, no podemos oír todo. Lo que miramos influye en nuestro mundo interior. Aprender a mirar es también aprender a no mirar. Todo lo que penetra a nuestros sentidos, penetra en nuestra conciencia. La mirada limpia es importante porque, si no hay castidad y pureza no se da el amor.

La mirada no es solamente un acto físico; es una acción humana, que expresa las disposiciones del corazón. Hay miradas de amor y de indiferencia: miradas que muestran apertura y disponibilidad para comprender, y miradas cegadas por el egoísmo.

En los siglos III, IV y V de nuestra era tenía un gran prestigio ser Padre del desierto. Una sentencia de los Padres del desierto era: «La guarda del corazón, el examen de sí mismo y el discernimiento, son las tres virtudes que guían al alma».

El corazón se guarda para el novio o la novia y para el futuro cónyuge, o bien para Dios. Guardar el corazón es, sobre todo, cultivar un amor tierno a Jesucristo.

La lucha tiene un frente dentro de nosotros mismos, el frente de las pasiones. Se trata de guardar el corazón de lo malo, pero no se trata de guardarlo por guardarlo. Podemos experimentar la rebelión del cuerpo, pero para eso están la inteligencia y la voluntad. Al tratar a Dios no prescindimos de los afectos del corazón; más aún, procuramos centrarlos en Él. Hay que procurar una oración cálida, huir de la frialdad de corazón y del sentimentalismo.

Salvador Canals dice: Guardar el corazón quiere decir conservarlo para Dios, vivir de modo que nuestro corazón sea su reino… Guardar el corazón quiere decir también amar con pureza y con pasión a quienes debamos amar, y excluir al mismo tiempo los celos, las envidias y las inquietudes, que son causas ciertas de desorden en el amar. Si imaginamos al corazón como un campo de batalla, podemos decir que esa ciencia enseña a vivir continuamente como los centinelas en las avanzadas.

Verdad es que el camino no es fácil, pero cuando el corazón ha alcanzado la purificación completa, Dios nuestro Señor, con su presencia y con su amor, ocupa el alma y todas sus potencias: memoria, inteligencia, voluntad. Y de este modo la pureza del corazón conduce al hombre a la unión con Dios.

En la escuela del corazón podemos aprender, en un instante, más cosas de cuantas nos puedan enseñar en un siglo los maestros de la tierra. Sin la guarda del corazón, por más que queramos empeñarnos, no llegaremos nunca a la santidad (Salvador Canals, Ascética meditada, Ediciones Rialp, 1962).

La gente suele decir que el amor es ciego. El ciego no es el amor sino el odio, que muchas veces no permite ver las grandes virtudes de los demás.

¿De qué les hablaría San Juan Pablo II a los franceses? Ellos presumen de ser fuertes en el amor. Pues de eso les habló en su viaje a Francia: Toda la historia de la humanidad es la historia de la necesidad de amar y de ser amados… El corazón es la apertura de todo el ser a la existencia de los demás, la capacidad de adivinarlos, de comprenderlos. Una sensibilidad así, auténtica y profunda, hace vulnerable. Por eso, algunos se sienten tentados a deshacerse de ella, encerrándose en sí mismos… Jóvenes de Francia: ¡Alzad más frecuentemente los ojos hacia Jesucristo! El es el Hombre que más ha amado, del modo más consciente, más voluntario, más gratuito… ¡Contemplad al Hombre-Dios, al hombre del corazón traspasado! ¡No tengáis miedo! “Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y de sus falsificaciones. Fue él quien transformó el corazón de Zaqueo, de la Samaritana y quien realiza, hoy todavía, por todo el mundo, parecidas conversiones. Me imagino que esta noche, Cristo murmura a cada uno y a cada una de entre vosotros: “¡Dame, hijo mío, tu corazón!”. Yo lo purificaré, yo lo fortaleceré, yo lo orientaré hacia cuantos lo necesitan: tu propia familia, tu comunidad, tu ambiente social… El amor exige ser compartido”. Sin Dios el hombre pierde la clave de sí mismo, pierde la clave de su historia. Porque, desde la creación, lleva en sí la semejanza de Dios” (nn. 5 y 6).

Mujer hermosa en lugar de sexy

Una mujer hermosa es una mujer que posee una belleza que se hace cada vez más definida en el trato, en la conversación y en la mirada. Su hermosura está en la forma en que camina, en su forma de hablar y se presentarse. Está en la manera en que brilla desde dentro hacia afuera. Es su alma y su chispa la que la hace hermosa. Puede ser la mujer que no notas al principio, que no siempre sobresale. No se le pone el adjetivo de “sexy”, adjetivo que se usa frívolamente.

Hay cosas que hacen que la mujer sea hermosa en lugar de sexy, como que se sabe dar a respetar, que usa un lenguaje elegante, no bajo o soez. No hay mujer más bella que la que tiene un gran corazón, no hay mujer más admirable que la que tiene dignidad; no hay mujer más elegante que la que es una dama. La mujer sabia se conoce y trata de conocer a los demás. Una mujer es feliz si se sabe valorar y valora a los que la rodean.

Su vestido es no es un mero tener extrínseco, sino una manera de completar su propia humanidad. Ve la moda como una síntesis de cuerpo y espíritu; de intimidad y exterioridad. Entendida así, convierte la apariencia y la fantasía en medios de manifestación de su espíritu, de manifestar lo bello. La moda y las preferencias de cada quien son particulares, porque el gusto es una idea indeterminada que cobra significado sólo en la exposición individual de cada sujeto.

Hay una percepción de que yo soy yo, y de que sólo yo soy yo. Pero también hay la percepción de un tú posible, de una compañía adecuada. Mi cuerpo tiene la capacidad de expresar compañía. La principal palabra humana no es el cuerpo. Si una muchacha engancha por sus piernas, allí se va a quedar el novio. Allí la persona no es percibida. Luego saldrá el ser real.

El poeta Ramón López Velarde escribió:

Suave Patria: tú vales por el río /

de las virtudes de tu mujerío.

Eso quiere decir, puesto en prosa, que México vale por las virtudes de sus mujeres. El famoso investigador norteamericano, Patrick Fagan, dice que la fortaleza de un país depende de cómo la ciudadanía use la sexualidad: Si hay familias fuertes y personas castas, esa sociedad es como ciudad amurallada, impenetrable ante los avances del enemigo.

Una mujer valiente es la que tiene convicciones y no lleva una doble vida. Una mujer que sabe dar y recibir, es equilibrada, y, por tanto, tiene más capacidad para hacer felices a los demás. El Papa Francisco dice que “la mujer da armonía y sentido al mundo” (Febrero 2017).

Se ha difundido la convicción —totalmente embustera— de que la pureza es enemiga del amor. La pureza es la condición indispensable para poder amar, para amar de verdad, para amar fielmente. Si uno no es dueño de sí mismo, ¿cómo puede entregarse a otro? Y si dos personas se aman ¿deben esperar?… Si él y ella están profundamente enamorados, ¿no es suficiente eso para enlazarlos para siempre? No. Enamorarse es la cosa más fácil del mundo. Permanecer enamorados, lo más difícil. Hay que proteger y cultivar, por tanto, el amor. El matrimonio supone amor pero es mucho más que el amor. Es mucho más que un contrato (que es intercambio de bienes y servicios), es una alianza (tú eres mío y yo soy tuya). Es una promesa de fidelidad, porque el matrimonio pide exclusividad y duración. Todo el mundo quiere un amor duradero.

La biografía real de una persona son sus valores. “Cada uno se transforma en lo que hace”. Si un hombre asesina, y no reconoce que hizo una mala acción, y sigue asesinando, se convierte en un asesino. Ser hijo de Dios no se alcanza por nacimiento, sino que se llega a ser progresivamente con la profundización en la fe, con la escucha prolongada de la palabra de Dios, con su interiorización.

Saber esperar

pareja-bajo-farol“El que un adolescente sea casto es absolutamente esencial para su felicidad”, asegura Patrick Fagan, experto en Antropología de la sexualidad. El también afirma que quisiera con cariño gritar a los jóvenes: “No te dejes engañar y pienses que la mayoría de los jóvenes tienen relaciones sexuales. ¡No las tienen! Hay mucho que saber y que pensar antes de acceder a ellas”.

Las relaciones sexuales entre adolescentes son un riesgo para tu cuerpo, para tus emociones y para tu futuro. Es maravilloso que en Estados Unidos crezca cada vez más la abstinencia sexual entre los jóvenes.

Es cierto que hay jóvenes que deciden tener relaciones sexuales; pero eres tú quien tendrá que vivir con las consecuencias de tu decisión. Hay muchas formas de expresar tu cariño sin tener relaciones íntimas. Trata de evitar las situaciones que intensifiquen las emociones sexuales. Es más difícil “frenar” entonces.

Carlos Beltramo dice que los besos y caricias mueven las hormonas. A veces, tú como joven puedes afirmar:

— Las hormonas son imparables.

— Y ¿dónde estuviste?—, te preguntamos.

— En un parque a las 3 a.m… Bueno, estuve desde las 8 p.m. allí con mi novia.

¿Quién eligió? ¿Quién se puso en esa situación? Es normal que haya impulsividad si nos ponemos en la ocasión: un piquito, otro piquito, un tercer besito. Luego “¡Qué cansados estamos! Vamos a sentarnos en el sillón”. Pregúntate: ¿Por qué te metiste en el departamento con ella? Es subirse al caballo y darle con la espuela.

Hay adolescentes que piensan: “Si ella no cede, no me ama”. Al ser un sentimiento, al enamoramiento lo matan fácilmente las experiencias negativas. El verdadero amor crece, aunque haya experiencias difíciles.

Para vivir la pureza (castidad), mantente ocupado (a) con los deportes y con las actividades en grupo.

Algunos adolescentes ven la sexualidad como una actividad recreativa, placentera. “La unión puramente física es esencialmente demoniaca”, escribe un autor noruego.

Se está perdiendo el romance y muchos jóvenes se quedan en la parte biológica, cuando lo más bello es el amor. La experiencia del enamoramiento es la más plena de las experiencias. No es electiva, es sorpresiva. Yo me sorprendo enamorado.

Si tú y tu pareja no pueden ponerse de acuerdo, entonces quizás es mejor que busques a otra persona que piense igual que tú. Decir “no” puede ser la mejor manera de decir “te amo de verdad”. La castidad no es rechazo ni menosprecio del amor. Significa más bien defender al amor del egoísmo.

Repito: El que un adolescente sea casto es absolutamente esencial para su felicidad. La masturbación y la pornografía hacen que el hombre busque el placer al ritmo de su sexo. Genera placer, sí, pero no entrena para ser feliz. No entrena para amar.

¿Por qué vivir la pureza?

¿Por qué vivir la pureza? Porque los puros verán a Dios, porque quiero ver el rostro de Dios. Y no sólo en la otra vida, sino en ésta. Todos estamos de acuerdo en que queremos la felicidad, en lo que no estamos de acuerdo es en decir en dónde está (droga, placer, poder, dinero, Dios, amor, familia unida…).

El Cardenal Ratzinger, tratando el tema de la castidad, escribe: “Cuanta menos fe se tenga, más caídas habrá”. Y es que la castidad es una conquista de Dios en nosotros. Para concluir recordamos que la virtud que más brilla en el paraíso es la pureza (San Juan Bosco).

En su libro, Olor a yerba seca, un doctor en filosofía, Alejandro Llano, relata: Me acostumbré a mirar por la ventana mientras daba clase. Yo no era consciente de esta costumbre, pero –cuando me incorporé a la Universidad de Navarra- algunos alumnos me preguntaron por qué lo hacía. Me quedé sorprendido con la pregunta. ¿Por qué miraba por la ventana en lugar de mirar, como era lógico, a los alumnos a los que me dirigía? Enseguida di con la respuesta, que era doble. Por una parte, me resultaba muy desagradable y me perturbaba ver las expresiones de odio o de desprecio hacia mí de algunos estudiantes. Por otra, era obvio que algunas chicas de minifalda se sentaban en las primeras filas con posturas claramente provocativas para escandalizarme, lo cual más que atracción me provocaba tristeza. La crisis intelectual, moral y religiosa afecta a las chicas de manera más profunda que a los varones. Se trataba de una generación de estudiantes que, en su mayoría, se sentían desarraigados de la cultura en que habían vivido sus padres y apartados de la fe cristiana. Estaban destrozados interiormente por la anomia, por la falta de paz interior, de orientación vital y de proyectos. Pero tenían prohibido reconocerlo y reaccionaban airadamente cuando se les intentaba hacer ver.

Un día me avisaron que una alumna estaba en la sala de recibir y quería hablar conmigo. Normalmente me hubiera disculpado, pero aquella tarde por algún motivo bajé a atenderla. Era una de aquellas chicas de las primeras filas, más discreta esta vez, que se encontraba en una situación límite. Llegó un momento en que se dieron las condiciones para que yo la encaminara hacia quien podría orientarla de manera más personal (p. 333).

Un investigador norteamericano, Patrick Fagan, después de varios análisis concluye que la pobreza o riqueza de un país está en la sexualidad de su gente, en que se viva correctamente: los casados, en la fidelidad; los solteros, viviendo la abstinencia sexual.

Cuando Bernardo de Claraval era muy joven, en cierta ocasión, cabalgando lejos de su casa con varios amigos, les sorprendió la noche, de forma que tuvieron que buscar hospitalidad en una casa desconocida. La dueña les recibió bien, e insistió que Bernardo, como jefe del grupo, ocupase una habitación separada. Durante la noche la mujer se presentó en la habitación con intenciones de persuadirlo suavemente al mal. Bernardo, en cuanto se dio cuenta, fingió que se trataba de un intento de robo y empezó a gritar: “¡Ladrones, ladrones!”. La intrusa se alejó rápidamente.

Al día siguiente, cuando el grupo se marchaba cabalgando, sus amigos empezaron a bromear acerca del imaginario ladrón; pero Bernardo contestó: “No fue ningún sueño; el ladrón entró, pero no para robarme el oro y la plata, sino algo de mucho más valor”.

La sexualidad es lo que más eleva al ser humano, o lo que más le degrada. La sexualidad tiene un poder creador, pero también tiene un enorme poder destructor cuando no se vive bien. Este poder destructor se manifiesta en enfermedades, en frustraciones.

Juan Pablo II en Francia: Toda la historia de la humanidades la historia de la necesidad de amar y de ser amados… El corazón es la apertura de todo el ser a la existencia de los demás, la capacidad de adivinarlos, de comprenderlos. Una sensibilidad así, auténtica y profunda, hace vulnerable. Por eso, algunos se sienten tentados a deshacerse de ella, encerrándose en sí mismos… Jóvenes de Francia: ¡Alzad más frecuentemente los ojos hacia Jesucristo! El es el Hombre que más ha amado, del modo más consciente, más voluntario, más gratuito… ¡Contemplad al Hombre-Dios, al hombre del corazón traspasado! ¡No tengáis miedo! “Jesús no vino a condenar el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y de sus falsificaciones. Fue él quien transformó el corazón de Zaqueo, de la Samaritana y quien realiza, hoy todavía, por todo el mundo, parecidas conversiones. Me imagino que esta noche, Cristo murmura a cada uno y a cada una de entre vosotros: “¡Dame, hijo mío, tu corazón!”. Yo lo purificaré, yo lo fortaleceré, yo lo orientaré hacia cuantos lo necesitan: tu propia familia, tu comunidad, tu ambiente social… El amor exige ser compartido”. Sin Dios el hombre pierde la clave de sí mismo, pierde la clave de su historia. Porque, desde la creación, lleva en sí la semejanza de Dios” (nn. 5 y 6).

Noviazgo “free”

Recibí este email:

3-ojo1Ella: “Hola mi nombre es N.? tengo 16 años. Tengo una duda, tengo a mi novio, bueno en realidad es amigo con derecho o free como lo quieras llamar, hace un mes estuvimos juntos bueno. El chiste es que después de un beso fuimos mas allá (…) pero por x no pudimos o al menos no sentimos, ahora mi preocupación: se que estuvo mal pero a los dos nos gusto y lo vamos a hacer mañana, ahora no se q hacer porq si mi mama se entera me mata…” (es textual).

Yo: Estimada N.

Si no tienes inconveniente dime, ¿qué edad tiene él? …

El mejor regalo que le puedes dar a tu esposo el día de tu boda es tu virginidad, o al menos tu lucha por vivir una segunda virginidad o “virginidad reciclada”. Él se sentirá contento de que te hayas guardado para él en exclusiva, aún si has caído alguna vez. También él se debe de guardar para ti, para que el amor de ambos sea más grande.

Una mala orientación puede generar sentimientos de culpa y asco hacia un acto que crea vida y donación mutua. A algo tan maravilloso lo podemos echar a perder por superficialidad. Además, los hombres acostumbran ser chismosos, presumen de las “conquistas” que hacen y dejan por los suelos la honra de sus amigas. Luego dicen: “Esa muchacha es buena onda, se deja hacer de todo. Yo no la quiero para esposa y madre de mis hijos; es sólo para pasar el rato”.

Si aprecias a ese chico, no le des ocasión “a jugar a que estamos casados”. Sería una mentira actuar como casados cuando no lo están. Si juegas con la vida, luego la vida jugará contigo. Si tu mamá es tratable y te ama, ¿por qué no plantearle tus dudas?

Dos días después:

Ella: “Hola. Mi amigo tiene 19 años y estudia el 3er semestre de carrera. Gracias por tus consejos y por las experiencias q he leído, y gracias por decirme lo de la virginidad secundaria. Tendré q empezar desde cero y sé q puedo. Ayer estuve en internet y vi q para quedar embarazada no es necesaria la penetración, con que cayera una gota en la vagina, podría quedar embarazada, y la verdad me da mucho temor, y a él igual… Lo peor del caso es q es amigo de mi hermano, y pues como todo hermano es muy celoso, por supuesto mi hermano no sabe q tengo una relación con el. Pregunto: por lo q pasó con “mi novio” ¿tengo q terminar con él? GRACIAS POR TUS CONSEJOS, LOS TOMARE EN CUENTA. Y creo q voy a tener q hacer lo de la virginidad secundaria, bueno, si es q no hay bb, y espero q no. Besos y muchas gracias”.

Yo: Me da gusto que veas que es posible una segunda virginidad, o “virginidad reciclada”. Siempre se puede volver a empezar. Lo lógico es huir de las ocasiones porque los seres humanos -¡todos!- somos frágiles, vulnerables. Lo lógico sería cortar con él -explicando que eres muy joven para ponerte en ocasión de ser madre-; más vale sufrir un poco ahora, y que sirva para tu madurez. Sin embargo, la última palabra la tienes tú, es tu vida.

 Al día siguiente

Ella: “pues lo de cortar como q……….. lo pensaré porq lo quiero mucho: Igual y si lo corto. Lo de la publicación me parece bien, solo que no aparezca mi nombre ni Estado, y te digo q si porq a muchas chicas le pasa lo mismo: quieren estar con su novio aunq saben q está mal. Espero q pongas lo de la virginidad secundaria, porq muchos creen q al tener relaciones (por experimentación), pierden todo y su autoestima queda por los suelos, y sin embargo lo de la virginidad reciclada te la devuelve (créeme, te lo digo por experiencia). Bye, seguimos en contacto”.

Yo: Piénsalo, piénsalo bien. Los adultos querríamos ahorrarle a la gente joven muchos dolores de cabeza, pero hay cosas que no se entienden hasta que no se viven en carne propia. Casi nadie experimenta en cabeza ajena. Por cierto, hay un video con muchos argumentos, llamado “El sexo tiene un precio”. Te cuesta como $80 con todo y el envío. Si quieres, llama al DF al 56 82 10 13, entre 10 y 2, de lunes a viernes, y pídelo si te parece.¡¡Es excelente!! Lo podrías compartir con tus amigas y amigos. Además, quería pedir tu autorización para publicar este artículo. Te lo envío.

 Ella: “Sí me parece bien que lo publiques, bueno pues como yo no sé de periodismo pues ¿q te puedo decir?, pero sí publícalo, sólo te pido q me avises cuando saldrá”.

La pornografía me ha enseñado lo que es el amor

La interesante experiencia de un joven que ha decidido ser sincero y compartir lo que ha vivido

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Parece extraño, pero sí, la pornografía me enseñó y ha enseñado a muchos jóvenes qué es el amor. Con la pornografía he aprendido la diferencia entre amar a una persona y consumir su cuerpo. He aprendido a “amar” mis deseos y a satisfacerlos, sea como sea. He aprendido a “amarme” a mí mismo, mi ombligo y mi pene. He aprendido.

Así es como nuestra juventud ha aprendido a amar. En los sitios web, en las películas o en cada escena de una telenovela, la pornografía explícita es cada vez más normal, más habitual, y se ha convertido en la propuesta pedagógica de algunos padres para enseñar la sexualidad a sus hijos. Así vivimos y maduramos. Se nos enseña a creer que las relaciones duraderas son las que funcionan bien en la cama, y que el amor se expresa cuando alcanzamos el máximo placer sexual. La pornografía me ha enseñado lo que entiende por amor. Amor en alquiler. Amor a la carta. Amor de … eso, cualquier cosa menos el amor.

Cuando comprendí cuán condicionados estamos, me he visto rodeado: por un lado el mundo sexualizado, por el otro la pornografía que nos enseña a amar. No hace falta mucho para darse cuenta de que los dos lados se tocan, como en los filmes americanos cuando las paredes se mueven. Sabemos bien lo que sucede al que se queda en medio.

Y es allí donde la pureza, como un “clavo salvador”, empujaba a uno de los lados y le impedía continuar con el aplastamiento inminente. Cuando me di cuenta de la belleza que lleva y del escudo en que se transforma, vi que había esperanza, que había un camino.

La pureza puede no estar de moda para algunos, pero para quien comprende su belleza es como dar a la novia un anillo de diamantes y pedirla en matrimonio: ¡clásico y bello! Es la pureza, es solo ella la que puede indicarnos el camino del amor. No es la bruja mala que lo prohíbe todo e impide la felicidad instantánea. Es la salvadora que en el último momento nos saca de las fauces del devorador. Es ella la que guarda al amor del egoísmo y de todas las demás enfermedades sexuales corruptibles.

Conociendo la pureza, he conocido los ojos de mi novia, su sonrisa y su forma de hablar, y también su forma de bailar como algo bello, y las expresiones escépticas a todo caso médico explicado mal en los testimonios que se oyen. En la pureza he conocido su sueño de tener hijos y he comprendido que no era el momento de entrenarse para tenerlos, sino de entrenarnos para ser buenos padres, y esto está bastante lejos de la cama.

Comprendiendo la pureza y su función protectora, he logrado mirar con otros ojos la más bella creación de Dios: la mujer. He logrado ver en cada rostro y en cada cuerpo la mano de Dios. He contemplado su dignidad de hija y he alabado al Creador por tanta belleza. Sobre todo, he entendido que esta belleza fue creada para ser cuidada, custodiada y conservada, no consumida. Debo ser el que protege, y no el que destruye.

Si es así, tenemos que comprender que la pornografía nos enseña a amarnos a nosotros mismos; la pureza nos lleva a amar al otro. La pornografía nos lleva a consumir, la pureza a custodiar. La pornografía nos hace discutir, la pureza nos hace relacionarnos. La pureza nos devuelve la mirada que la pornografía robó, y el sentimiento que no existiría si yo viera solo piernas y pechos.

Si la pornografía os ha enseñado muchas cosas, rezad a Dios para que la pureza os reeduque. Que el Señor pueda suscitar en vuestro corazón el verdadero sentimiento robado por el sexo explícito e incontrolado. Pedid a Dios que la pureza y la claridad de su Santo Espíritu puedan, en primer lugar, devolveros la condición original: imagen y semejanza de Dios. Que Él traiga sobre todo el don de amar la pureza.