Poco después de que el COVID-19 se extendiera por todo el mundo, los líderes mundiales comenzaron a realizar un seguimiento de quién recibió la inoculación del virus de China y a prohibir que los no expulsados de las actividades sociales.
Joe Biden: «Vacúnate».
Tan pronto como los pinchazos de COVID contaminados por el aborto estuvieron disponibles, los gobiernos comenzaron a obligar a sus ciudadanos a vacunarse. Exigir pasaportes de vacunas era el siguiente paso lógico para los gobernantes que se extralimitaban.
La verificación de jab rápidamente se volvió digital y se convirtió en necesaria para muchas actividades sociales normales, un movimiento elogiado por las Big Tech. A los críticos les preocupa que esto pueda conducir a un sistema de crédito social, que es utilizado por el Partido Comunista Chino. El sistema chino recompensa o castiga a los ciudadanos en función de su adhesión a las normas gubernamentales.
En los Estados Unidos, las corporaciones ya están utilizando un sistema de clasificación conocido como puntajes Ambientales, Sociales y de Gobernanza, o ESG. Los puntajes ESG rastrean la huella de carbono, las opiniones políticas y la diversidad del personal de una empresa.
Una ley de la era Obama recompensa a los estadounidenses con exenciones fiscales si compran autos eléctricos o híbridos. Las aerolíneas ya están enumerando las emisiones de carbono de cada vuelo para que los viajeros las vean.
Neil Parmenter, ex CEO de la Asociación Canadiense de Banqueros: «Todos nosotros vivimos en un mundo digital. La identificación digital es una forma para que los canadienses se identifiquen ante el gobierno, las empresas y entre sí, electrónicamente».
En Canadá, el gobierno recientemente congeló las cuentas bancarias de los ciudadanos que protestaban contra los mandatos de salud. El psicólogo canadiense Jordan Peterson se dio cuenta de que cumplir con los mandatos tiránicos no resuelve el problema.
Peterson: «Me vacunaré, me dejas en paz. ¿Y eso funcionó? No».
Muchos se dan cuenta de que los pasaportes COVID pueden ser una base para construir identificaciones digitales globales y derribar las libertades en todo el mundo.
El católico apóstata Anthony Fauci, el magnate tecnológico Bill Gates y el Foro Económico Mundial han estado promocionando las identificaciones digitales como una forma de poner fin a la crisis del virus en China.
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