Sobre la nueva Película del Padre Stu (Father Stu)
Noticias Cristianas
Sobre la nueva Película del Padre Stu (Father Stu)
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Mel Gibson está haciendo malabares con múltiples proyectos tras una batalla contra el COVID que lo llevó al hospital. Billy Bush, de ‘Extra’, se reunió con Mel, quien habló sobre su salud, reflexionó sobre sus principios vitales y charló sobre sus papeles en ‘Father Stu‘ y ‘Last Looks‘.
Last Looks‘ se estrena el 4 de febrero.
Basada en una historia real, Father Stu es un drama honesto, divertido y finalmente edificante sobre un alma perdida que encuentra su propósito en un lugar inesperado. Cuando una lesión pone fin a su carrera como boxeador amateur, Stuart Long (Mark Wahlberg) se traslada a Los Ángeles soñando con el estrellato. Mientras se gana la vida como dependiente de un supermercado, conoce a Carmen (Teresa Ruiz), una profesora católica de escuela dominical que parece inmune a su encanto de chico malo. Decidido a conquistarla, el agnóstico empieza a ir a la iglesia para impresionarla. Pero al sobrevivir a un terrible accidente de moto se pregunta si puede utilizar su segunda oportunidad para ayudar a otros a encontrar su camino, lo que le lleva a darse cuenta de que está destinado a ser un sacerdote católico. A pesar de una devastadora crisis de salud y del escepticismo de las autoridades eclesiásticas y de sus distanciados padres (Mel Gibson y Jacki Weaver), Stu persigue su vocación con valor y compasión, inspirando no sólo a sus allegados sino a innumerables personas en el camino.
Escrita para la pantalla y dirigida por Rosalind Ross, y protagonizada por el nominado al Oscar® Mark Wahlberg (Mejor Actor de Reparto, Infiltrados, 2006) como el Padre Stu, junto al ganador del Oscar® Mel Gibson (Mejor Director, Braveheart, 1995), la nominada al Oscar® Jacki Weaver (Mejor Actor de Reparto, Silver Linings Playbook, 2012) y Teresa Ruiz (Narcos). La película está producida por Mark Wahlberg, Stephen Levinson y Jordon Foss y producida ejecutivamente por Miky Lee, Colleen Camp, Rosalind Ross, Patrick Peach y Tony Grazia.
Estreno el 15 de Abril en todo el mundo
La Santísima Virgen María, durante los 40 años de su presencia en Medjugorje, no ha venido a crear una escuela espiritual independiente del Evangelio o el Magisterio de la Iglesia. Su mensaje es, y ha sido siempre, un eco del corazón del Evangelio, el mensaje del inmenso amor de Dios que sana, perdona, y restaura el corazón del hombre. Medjugorje es el mismo llamado de los antiguos profetas al Pueblo de Israel de rectificar el camino y volver a la Alianza con su Dios misericordioso, la invitación constante a volver a la raíz del primer amor, amando a Dios sobre todas las cosas y dejándose transformar por El, recuperando así el sentido de la vida y la paz del corazón.
Por naturaleza, el ser humano busca a Dios y lo trascendente, pues es un deseo que lleva impreso en lo más profundo de su ser y que lo orienta hacia lo divino, aunque a veces la persona no se dé cuenta de ello. Este corazón humano, inquieto y con hambre de trascendencia, lo podemos comparar con una planta, cuya raíz está asentada en Dios mismo, de quien recibe la vida y la gracia necesaria para santificarse y alcanzar su plena realización en el amor. Sin embargo, tal como sucede con cualquier planta, si la raíz se daña, entonces toda la planta sufre, se desnutre, se debilita, y por consiguiente, muere. La actual debilitación espiritual que impera en el mundo se debe a un obstinado rechazo a la voluntad de Dios, causado por el enfermizo deseo de autosuficiencia y realización personal, el cual antepone los deseos personales a la voluntad de Dios. El alejamiento de Dios, quien es el amor mismo, a través del pecado (el rechazo a Dios) causa dolor y sufrimiento en el corazón humano, dejándolo vacío y deambulando por la vida sin sentido alguno. El necio rechazo a la voluntad de Dios, la cual será siempre la paz y la alegría en el amor, hace que el corazón intente llenar sus vacíos a través de los medios superficiales del mundo, haciendo aún más profundas sus heridas al sentirse insatisfecho y fracasado por la falta de amor. Solo el amor es capaz de volver a transformar el corazón, sanando cada herida interna causada por la desilusión, y devolviéndole el sentido de la vida, que es amar y ser amado. En su libro Escuela del Amor, el fallecido Padre Slavko Barbaric lo explica de la siguiente manera:
Ser amado y ser capaz de amar significa encontrar el significado y la alegría de la vida, independientemente de todas las demás condiciones de la vida. Quien es amado posee una vida llena de significado, y quien ama, se realiza completamente en su vida. Cuanto más grande sea el amor, más entregado, más fidedigno, más cercano a su contenido pleno, tanto más hermosa y fácil será nuestra vida.[1]
El culmen y máxima expresión del amor nos ha sido dada en Jesucristo, pues como dice la primera carta de San Juan, “en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn, 10). Esta sublime manifestación del amor de Dios para el hombre, llevada a su totalidad en la entrega de Jesús en la cruz por nuestra redención, requiere una respuesta por parte de la persona, quien en su libre voluntad puede abrazar este amor y dejarse transformar por él, o rechazarlo a través del pecado y la indiferencia. Aunque el corazón humano busque por naturaleza a Dios, muchos lo rechazan, ya sea por ignorancia o soberbia, dejando a lado el camino de la salvación revelado en Jesucristo, queriendo realizar sus propias propuestas de felicidad, que a la larga, solo producen ruina y sufrimiento. Por tal motivo, la Virgen indica una y otra vez en sus mensajes al mismo Jesucristo, quien es raíz que da toda vida. Medjugorje significa volver a lo esencial, la raíz de todo, a esa fe recibida en el Bautismo, pero que está desnutrida u olvidada, y que para dar fruto, necesita renovarse y sanar. La renovación de la raíz no requiere formulas nuevas o fertilizantes extraños para devolverla a la vida, sino únicamente un riego de agua pura, sol, y tierra fértil, las cuales encontramos en Cristo y la Iglesia. La Reina de la Paz llama constantemente a volver a las raíces de nuestra fe, que son los cimientos fuertes para cualquiera que desee recorrer el camino de la vida espiritual. Los sacramentos, la oración, el ayuno, la Sagrada Escritura, y la penitencia, nos devuelven la gracia divina, esa savia necesaria para que nuestra planta pueda producir el fruto anhelado de la caridad, el amor total e incondicional que construye la paz.
La raíz de la verdadera caridad está en el amor a Dios, principio y fin de todo, pues solo de la experiencia del amor de Dios se desprende el amor autentico para con los demás. No podemos amar si no nos sabemos amados, no podemos perdonar si nos sabemos perdonados, no podemos dar amor sin haberlo recibido primero. Medjugorje es la escuela del amor, el llamado constante a volver al amor, al Evangelio mismo, cuyo sentido y efecto salvífico solo se encuentra en el amor total de Dios, que se entregó a si mismo enteramente por amor, abriéndonos la puerta de la salvación eterna. La solución, entonces, para el corazón desorientado y sin esperanza es volver al amor incondicional de Dios. Para ayudarnos a lograrlo, Dios envía en este tiempo a la Virgen María como Reina de la Paz, pues ella “fue la primera en beber de la fuente del amor divino y por eso es Madre del amor.”[2] Con su pedagogía materna expresada en cada uno de sus mensajes, ella “quiere conducir a todos sus hijos a esa misma fuente de amor, porque esa fuente es el fundamento de nuestra existencia.”[3] Al volver a la vivencia seria y comprometida del Evangelio, como lo propone la Virgen, volvemos al amor, que es lo único capaz de dar sentido a la vida a través de la entrega propia, aun en medio de las pruebas y dolores que la vida nos presenta.
Solo Dios, siendo el amor mismo, es quien nos da la capacidad de amar. La santidad no es otra cosa más que madurar en el amor. Mientras más amamos, más nos santificamos y nos parecemos más a Dios, siendo nuestro corazón un verdadero reflejo del Corazón de Jesús. La unión con Dios, a la que toda persona aspira, es una unión de amor y por amor que nos transforma en amor. Por tal razón, la Reina de la Paz insiste en la conversión, en el volver a Dios que es amor. Convertirse y volver a Dios quiere decir no caminar en la vida sin Él, respondiendo con amor a su amor apasionado para cada uno de nosotros. Medjugorje es una respuesta al amor de Dios, volver a la raíz de ese amor total e incondicional que no desea más que nuestra autentica felicidad. En idioma croata, Medjugorje significa “entre los montes,” pero en el lenguaje de la espiritualidad cristiana, Medjugorje significa vivir el Evangelio, de la mano de María, con el corazón, amando a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Ahí está el camino de la paz.
[1] P. Slavko Barbaric, Escuela del Amor (Medjugorje, Bosnia: Centro de Información MIR Medjugorje, 2018), 14.
[2] Barbaric, 12.
[3] Barbaric, 12.
¿Comparten algunas características los matrimonios que han subido a los altares o que se encuentran en camino de su canonización?
San José y la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, Santos Luis y Celia Martín, Santos Isidro y María de la Cabeza, Beato Luis IV de Turingia y Santa Isabel de Hungría, Beatos Luigi y María Corsini Beltrame Quattrocchi, Siervos de Dios Giovanni Gheddo y Rosetta Franzi, y tantos otros que se han santificado a través del camino del matrimonio nos muestran con su vida que el Cielo también es morada para los casados.
Para ellos la santidad no fue un estado permanente sino un camino de lucha, con días buenos y no tan buenos… días que les acercaba a la santidad y días menos fructíferos, pero siempre con la meta clara: llegar a la casa del Padre.
Me ha llamado gratamente la atención que en más de un ejemplo se da la circunstancia de que Dios se hace presente ya en el momento de la elección de pareja, por medio de una voz interior. Es el caso, por ejemplo, de los padres de Santa Teresita, en ese puente de Alençon.
Me lleva a pensar en la importancia de contar con Él, especialmente en los hitos más importantes que marcan nuestra vida, como es escoger a la persona con la que vamos a convivir hasta el final de nuestros días.
Te resumo aquí en 11 puntos las ideas que comparten esas parejas santas para que te inspiren a seguir sus pasos:
Los santos Luis y Celia tenían un lema en la casa: “Dios es el primero en ser servido”. También para los Beatos Beltrame Quattrocchi Dios era lo primero. Crearon una auténtica iglesia doméstica rezando juntos en distintos momentos de la jornada.
Y en absolutamente todas las parejas el centro de su día a día era la Santa Misa, acudiendo a la primera Misa del día cuando aún no había amanecido.
La llegada de los hijos era acogida como un regalo de Dios, con generosidad. Y cuando tardaban en venir, se acudía a la oración y Dios muchas veces realizaba el milagro, como es el caso de San Joaquín y Santa Ana, que tuvieron a María en avanzada edad.
En muchos ejemplos en los que el embarazo ponía en riesgo la salud de la madre, como es el caso de Santa Gianna Beretta o Chiara Corbella, los médicos sugerían el aborto como solución y ellas decidieron atrasar el tratamiento y seguir adelante con su gestación.
Ante las contrariedades, todas las parejas muestran un claro abandono en la Providencia, demostrando una gran confianza en Él. Todas las parejas sufrieron en algún momento de su vida una o varias contrariedades: desde la pérdida del empleo, un problema de salud, en definitiva, un momento de aceptación de la Voluntad de Dios; pero lograban sobreponerse dejando sus preocupaciones en Sus manos.
El rezo del Rosario formaba parte de su plan diario de vida, que muchas veces era rezado en familia.
A través de las cartas que se conservan de varios de estos matrimonios, podemos observar que su amor de pareja se basaba en un profundo respeto por el otro y que cuidaban su relación por encima de su dedicación a los hijos.
Es un término bastante nuevo, el de Teología del Hogar, pero ya lo vivió seguramente la Sagrada Familia y muchas de estas parejas profundamente cristianas. Vivir la teología del hogar consiste en encontrar lo eterno en lo cotidiano, o lo que es lo mismo, vivir en el hogar un anticipo del Cielo.
Cuando una persona está de camino a los altares, lo primero que se mira es si ha vivido las virtudes de forma heroica. Estos matrimonios se esforzaron por vivir así, en su día a día, poniendo amor en todo lo que hacían.
Ya sea invitando gente a casa o con acciones concretas de solidaridad, para la mayoría de estas parejas los pobres y los enfermos eran una prioridad. Abrían las puertas de su hogar a las personas necesitadas de la sociedad y les ofrecían alimento, cobijo y ayuda.
Me ha resultado curioso que en más de un matrimonio santo, varios de los hijos también sean santos; e incluso ya los padres fueron santos también.
Es el caso de San Vicente y Santa Valdetrudis, padres de cuatro hijos santos: Landerico, San Dentellino, Santa Aldetrudis y Santa Madelberta. Y los padres de Santa Valdetrudis también fueron santos: San Walberto y Santa Bertilia.
O los padres de Santa Teresita, los santos Luis y Celia, con otra hija en proceso de canonización.
Esto me lleva a resaltar la importancia del buen ejemplo en casa, a través de la transmisión de la fe. Los padres deben ser verdaderos catequistas de los hijos, alentando la vocación de los hijos.
Ya lo dijo Jesús: “dar la vida por los amigos”. Santa Gianna Beretta murió salvando a su bebé, el siervo Giovanni Gheddo dio su vida en el campo de batalla u otros que murieron siendo mártires.
Ya sea con un negocio o con las tareas domésticas en el propio hogar, estas parejas santificaron su trabajo y lo llevaron a la categoría de excelencia. El que era médico se desvivió por sus pacientes, el ama de casa profesionalizó sus labores en casa, y así todos ellos lograron alcanzar el Cielo haciendo lo que tenían que hacer, en su día a día.
El padre Brian Ahern, párroco de la Iglesia de San Gerardo en Geraldton, Australia, estableció una capilla de adoración perpetua en su parroquia al renunciar a su habitación personal, ya que no había otro lugar adecuado en la parroquia. Dios lo ha bendecido con muchas vocaciones al sacerdocio y muchas, muchas bendiciones para él y su parroquia. El padre Ahern cuenta cómo un Jueves Santo Eileen Forth, una ex católica de su parroquia, que se había convertido en metodista, vino a visitarlo porque había pensado que Dios no estaba en nuestra Iglesia, dada la falta de fervor de las personas que conocía. El Jueves Santo fue a visitarlo con la idea exclusiva de agradecerle lo que él le había ayudado cuando era católica. Mientras el padre celebraba la misa del Jueves Santo, ella fue a la iglesia y asistió a misa. Al final de la Misa, el Padre Ahern llevó a Jesús sacramentalizado al Monumento y pasó frente a ella. Cuando la vio, la bendijo con el Santísimo Sacramento y escuchó la voz de Jesús decirle: Eileen, estoy en mi Iglesia. Estoy realmente presente en el Santísimo Sacramento, pero la gente no me conoce y me deja sola y abandonada. Ayúdame a renovar mi Iglesia a través de la adoración perpetua 20.
Algo similar ocurrió en esa parroquia con Ann Lucia y Nancy Laneri. Y es de conocimiento común que la mayoría, si no todos los protestantes convertidos a la fe católica, se enamoran de Jesús eucaristía, siendo este el punto fundamental de su conversión.
Por lo tanto, como dijo Larry Villone: Defender a Cristo hoy en el Santísimo Sacramento es como defenderlo cuando estaba en la cruz. Tenemos que luchar en esta guerra contra el mal, defendiendo a Jesús y amándolo en el Santísimo Sacramento.
Monseñor Josephine dice: Una noche, Nonette Silla estaba en la capilla orando de 2 a.m. a 3 a.m., una hora antes de la mía. Habían pasado tres semanas desde que había encomendado al Corazón de Jesús a un hombre que estaba destruyendo la vida moral de algunos de sus amigos. Ella incluyó a este hombre en su oración y le pidió a Jesús que lo llevara a la capilla para estar seguro de su conversión. Tres semanas después, mientras oraba en ese mismo lugar, escuchó a alguien sollozar. Al darse la vuelta, vio que era el mismo hombre por el que estaba orando. Explicó que durante tres semanas su mente había estado muy confundida. No podía dormir y comenzó a pensar que lo que estaba haciendo estaba mal. Esa noche conducía por toda la ciudad de Makati, donde vivía. Cuando pasó por la Iglesia de San Miguel, vio la luz de la capilla encendida. Encontró la luz atractiva y decidió entrar. Y allí encontró la misericordia de Jesús en el Santísimo Sacramento. Por eso sollozaba. Cuando llegué a las 3 a.m., me contó su historia, se confesó y, desde entonces, ha estado viniendo diariamente a misa y comunión 21.
El propio Monseñor dice: Una noche, en la Iglesia de San Miguel, acababa de terminar mi hora santa a las 4 a.m., cuando una mujer llegó en un taxi. Ella quería que hablara con su hijo. Vivían en Parañaque. Me dijo que una voz la había despertado, diciéndole que fuera a la Iglesia de San Miguel. Se levantó justo a tiempo, porque su hijo estaba a punto de suicidarse. Y ella me lo trajo para hablar con él. A partir de ese día, el joven comenzó a mejorar y ahora lo está haciendo muy bien.
20 Pacini Alberto, Adorazione eucaristica perpetua, Ed.M. A., 2007, pp. 65-67.
21 Revista Alabanza de la Renovación Carismática de la República Dominicana No. 139, 2000.
P. ÁNGEL PEÑA O.A.R.
ADORACIÓN PERPETUA
LIMA – PERÚ
«Creo que estoy sosteniendo la mano de María, Ella está cerca»
Ucrania está viviendo tiempos muy duros debido a la invasión de las tropas rusas y a los bombardeos que su territorio está soportando estos días. Los que tienen fe se están agarrando a ella todo lo que pueden, pues además no saben qué les puede deparar el futuro más inmediato.
En medio de este enorme sufrimiento la Virgen María está apareciendo como consuelo para numerosos ucranianos. Un ejemplo de ello es el de una periodista católica ucraniana que está documentando desde Kiev todo lo que está pasando en la capital del país y pasándolo por el filtro de la fe.
A través de vídeos y podcast está sacando adelante “Diary From Kyiv”, que está siendo emitido en Santa Rita Radio, afiliada a EWTN en Noruega. Sin embargo, tal y como recoge National Catholic Register, el alcance de lo que está relatando esta mujer católica, que se mantiene en el anonimato por motivos de seguridad, está teniendo eco internacional en el ámbito católico.
“En estos días, me duermo con el rosario en las manos y la oración del Ave María en los labios”, confesaba desde Kiev esta periodista en una de sus últimas publicaciones.
“Creo que estoy sosteniendo la mano de María. Ella está cerca”, añadía.
En otra publicación, esta periodista decía: “surge la pregunta en mi cabeza, ¿dónde está Cristo en esto? Él nos ama, a los ucranianos, así como a los rusos, los polacos y los estadounidenses. Todos somos sus hijos. Sin embargo, el demonio se ha apoderado de los corazones y los ha cegado, entonces hay guerra, destrucción y muerte. Hoy mi tarea es orar, convertirme, hacer el bien en cuanto pueda y atravesar este Gólgota con confianza en el Señor, que lo pasó primero”.
En uno de los días más complicados y tras haber dormido solo dos horas afirmaba haber pasado el resto del tiempo en constante oración. “Estoy enviando mensajes de texto a todos mis amigos para que oren”, dijo. “Hoy mucha gente pasó la noche de rodillas con el rosario en la mano, llorando y pidiendo misericordia a Dios”.
A lo largo de los episodios, esta periodista agradeció a los oyentes sus oraciones y les pidió que siguieran orando. Pidió la intercesión del Inmaculado Corazón de María, a quien Ucrania está dedicada, dijo, y de San Miguel Arcángel, el santo patrón de Kiev.
Pero más allá del ejemplo de esta periodista lo cierto es que la Virgen se ha convertido en un símbolo de protección para los cristianos ucranianos. De hecho, no ha sido infrecuente ver iconos marianos en las concentraciones de apoyo a Ucrania por todo el mundo.
“En fotografías de noticias de reuniones y protestas recientes, las imágenes de una devoción particular se destacaron para aquellos de nosotros que trabajamos en la Biblioteca Mariana: la Pokrova, o la Intercesión de Theotokos, una devoción que marca la protección e intercesión de María”, dijo Sarah Cahalan, directora de la Biblioteca Mariana de la Universidad de Dayton.
La cobertura de estas noticias ha mostrado a ucranianos y simpatizantes de Ucrania sosteniendo imágenes del ícono. Según la Biblioteca Mariana, un centro de estudios sobre la Santísima Virgen María, el ícono es una devoción que marca la protección e intercesión de María basada en una aparición del siglo X.
“No sorprende que la Virgen María sea una fuente de fortaleza para los cristianos ucranianos en este momento terrible”, afirmaba Cahalan. En su opinión, “Ella es querida tanto en la Iglesia ortodoxa como en la católica y se le atribuyen numerosos milagros en tiempos de guerra”.
En el ícono, María está rodeada de ángeles, sosteniendo un trozo de tela sobre las personas y ofreciendo protección, una oración para muchos ucranianos en la actualidad. “María conocía el sufrimiento de primera mano. La Sagrada Familia vivió como refugiada cuando huyó del rey Herodes. Su único hijo, Jesucristo, murió frente a ella. Porque conoce el sufrimiento, es siempre un recurso para quienes buscan paz, protección y seguridad”, agregaba esta experta.
por Oro Fino 16 junio 2016
El 10 de septiembre de 2012, publiqué un extenso artículo en este mismo blog titulado «Se busca exorcista». Tan sólo ocho meses después, el entonces arzobispo de Madrid, cardenal Rouco, nombró nada menos que ocho exorcistas, algunos de los cuales han sucumbido ya por el camino…
Enfrentarse con el demonio requiere altas dosis de oración constante; y no todos los sacerdotes, por desgracia, salen airosos de esos encendidos combates contra el maligno, nunca mejor dicho.
Aun así, la Iglesia sigue necesitando hoy legiones de exorcistas. Con razón, el profesor del CEU San Pablo y experto en masonería, Alberto Bárcena, hombre de Dios donde los haya, nos advierte: «El satanismo está ahora presente en Occidente como no lo había estado nunca».
En España, sin ir más lejos, sufrimos ya demasiado a menudo una profanación eucarística, una exposición blasfema o un cartel ofensivo contra la Madre de Dios. La última barbarie cometida ha sido en la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid, como en su día lo fue en la de la Universidad Complutense.
¿Y quién odia más que nadie a Jesucristo y a la Santísima Virgen María? El demonio, el único capaz de sembrar odio en los corazones de quienes están apartados de Dios. Odio a Jesucristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida.
¿Nadie se ha preguntado por qué un hombre que vino a predicar Amor, con mayúscula, y acabaron crucificándole pese a ser inocente provoca tanto odio más de dos mil años después? ¿Por qué molesta tanto Jesucristo en la sociedad de hoy? La respuesta es obvia: porque es Dios, y quienes no están con Él, están contra Él, y corren el riesgo de hacerle el juego al demonio.
¿Cuál es acaso la mayor evidencia de una afectación diabólica en sus diferentes grados, hasta llegar al máximo de la posesión?, le preguntaba en su día a don Gabriele Amorth, exorcista oficial del Vaticano, para mi libro Así se vence al demonio (LibrosLibres). «La aversión a todo lo sagrado», me contestó él, rotundo. Pues eso mismo es lo que está sucediendo hoy en España. Pero aversión sólo al Cristianismo. Por algo será…
Los obispos españoles deberían concienciarse de la necesidad imperiosa de nombrar exorcistas para combatir al maligno. Sobre todo, cuando la inmensa mayoría de las 69 diócesis españolas carecen de un exorcista.
Tan sólo 25 diócesis -el 36 por ciento del total- han dispuesto de un exorcista en algún momento de su historia, pero únicamente 18 lo conservan hoy.
Por orden alfabético, y sin ánimo de abrumar al lector, he aquí las 44 diócesis sin exorcista aún, enumeradas por el padre Antonio Doñoro: Albacete, Astorga, Ávila, Barbastro-Monzón, Burgos, Calahorra y La Calzada-Logroño, Ciudad Real, Ciudad Rodrigo, Córdoba, Coria-Cáceres, Girona, Granada, Huelva, Huesca, Ibiza, Jaca, Jerez de la Frontera-Asidonia, León, Lleida, Lugo, Málaga, Menorca, Mondoñedo-Ferrol, Oviedo, Palencia, Salamanca, San Sebastián, Sant Feliú de Llobregat, Santander, Segorbe-Castellón, Segovia, Sevilla, Sigüenza-Guadalajara, Solsona, Tarazona, Tarragona, Terrassa, Teruel y Albarracín, Tortosa, Tui-Vigo, Valladolid, Vic, Vitoria y Zamora.
Como no se haga algo urgente, el demonio seguirá campando a sus anchas, mientras los exorcistas son cada día una especie más en extinción.
Más información en:
es-es.facebook.com/josemariazavalagasset
por Oro Fino 13 junio 2017
El padre Ingo Dollinger, hijo espiritual del Padre Pío y uno de los protagonistas de mi libro El secreto mejor guardado de Fátima, convertido ya en el fenómeno editorial de espiritualidad del año en España, falleció el domingo pasado en Alemania a los 88 años de edad. Y no rindió su alma ante el Altísimo en un día cualquiera, sino en la festividad de la Santísima Trinidad nada menos, tras recibir la Sagrada Comunión y la Unción de Enfermos.
Dollinger se convirtió, sin quererlo, en noticia de primera página al desvelar que su amigo del alma Benedicto XVI le aseguró que el Tercer Secreto de Fátima no había sido revelado en su totalidad.
Le faltó tiempo a la Oficina de Prensa del Vaticano, dirigida entonces por Federico Lombardi, para desmentir sus palabras. La nota de prensa atribuía a Benedicto XVI, inmerso en su retiro voluntario en el monasterio de clausura Mater Ecclesiae, situado en el interior del Vaticano, unas declaraciones en las que calificaba de “puras invenciones” los rumores sobre la existencia de una parte del Secreto no revelada.
El Papa emérito aseveraba, según el comunicado, que “la publicación del Tercer Secreto de Fátima es completa”. El Vaticano trataba así de salir al paso de un artículo publicado por la doctora alemana en Historia y Literatura francesa, Maike Hickson, en el cual recogía la explosiva conversación telefónica que ella mantuvo con su paisano sacerdote Ingo Dollinger, gran amigo de Benedicto XVI durante muchos años.
El padre Dollinger le confirmó inopinadamente a su interlocutora los siguientes hechos, los cuales plasmaba ella así en su artículo recogido en el portal One Peter Five:
“No mucho tiempo después de la publicación del Tercer Secreto de Fátima –escribía Hickson-, en junio de 2000, por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger le aseguró al padre Dollinger durante una conversación personal ¡que todavía hay una parte del Tercer Secreto que no se ha publicado! “Hay más de lo que hemos publicado”, manifestó Ratzinger.
“También le dijo a Dollinger que la parte publicada del Secreto es auténtica y que la parte no publicada del Secreto habla de “un mal Concilio y una mala Misa” que habrían de venir en un futuro próximo.
“El padre Dollinger me dio permiso para publicar estos hechos en esta fiesta del Espíritu Santo y me dio su bendición”.
Advirtamos que la credibilidad del padre Dollinger estaba fuera de toda duda. Ordenado sacerdote en 1954, fue secretario durante muchos años del Obispo de Augsburgo, Josef Stimpfle. Participó también en los debates de la Conferencia Episcopal alemana sobre la masonería, celebrados en la década de los años setenta, tras los cuales se declaró que aquella secta era incompatible con la fe católica.
Más tarde, fue profesor de Teología Moral en el Seminario de la Orden de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz, perteneciente al Opus Angelorum. Y lo más importante de todo: Dollinger era hijo espiritual de San Pío de Pietrelcina, a quien tuvo como confesor durante más de diez años.
¿Un hombre así, sumido además en su ancianidad y físicamente tan delicado, iba a ser capaz de hacer esas declaraciones a la doctora Maike Hickson sobre un asunto de tanta trascendencia como el Tercer Secreto de Fátima, comprometiendo además a su amigo del alma Benedicto XVI, si era todo una burda mentira?
Por si fuera poco, recientemente el editor de la página web católica alemana Katholisches.info, Giuseppe Nardi, daba fe de cómo el 17 de enero de 2017 un íntimo amigo del padre Dollinger, de nombre Gottfried Kiniger, le dijo textualmente:
“No recuerdo la fecha exacta, pero aun así era en el año 2000, estoy seguro de eso. Todavía me acuerdo de la conferencia de prensa [sobre la publicación del Tercer Secreto de Fátima] en Roma, que se televisó. En el otoño, visité de nuevo, como siempre, a Dollinger, a quien tengo por amigo desde hace muchos años. En aquella ocasión me habló de su encuentro con el cardenal Ratzinger –entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe- poco después de la rueda de prensa [de junio de 2000]. Incluso después concelebró con él, cosa que por lo general Dollinger no hace, pero Ratzinger le había invitado a hacerlo. Después de la celebración de la Misa, Dollinger habló con el cardenal y sacó el tema de Fátima y del Tercer Secreto. Ratzinger le dijo: “Lo que hemos publicado no es todo el secreto” [Was wir veröffentlicht haben, ist nicht das ganze Geheimmis]. En la sacristía también estaban presentes otros sacerdotes, algunos de ellos de alto rango, a quienes el cardenal tuvo que atender de forma intermitente. Pero pronto volvió a Dollinger y le dijo: “Nos dieron instrucciones para hacerlo” [no publicarlo] [Es ist uns so aufgetragen worden].
Más claro, agua…
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