Peligros espirituales actuales

Pbro. Exorcista Javier Luzón

Origen de esta gran apostasía en la Iglesia.
La insensibilidad se ha introducido en algunos católicos, que no se acuerdan que no podemos ser tibios, como dice el Apocalipsis: sé frío o caliente, pero no tibio porque a los tibios los vomitará Dios. Se ha extendido el anti-Decálogo.

El 80% de los obispos alemanes ha dejado la comunión eclesial, porque han estudiado una teología en la que todo lo sobrenatural desaparece y lo espiritual se reduce a lo psicológico. Si Jesús no es Dios, es sólo Hombre, entonces no me conciernen sus ideas morales. ¡Pues no! Porque Cristo es Dios. La gente deja la Iglesia por falta de fidelidad a Jesucristo.

Algunas familias dicen que “el niño no duerme”. ¿Cómo va a dormir si está rodeado de mandalas, dragones, monstruos, talismanes y cosas diabólicas? Todas las cosas malas entran por abrirle las puertas con el contacto con el ocultismo, el rencor, el bulling. Además, hemos heredado cosas positivas de nuestros antepasados y cargas negativas. No darle protagonismo al enemigo, éste lo tiene Dios.

¿Cómo podemos cerrar esas puertas? Con la oración. La gente de Benín vendía cosas de brujería a los portugueses en el siglo XVII. Luego, en América Latina, se mezcla el cristianismo con las religiones aborígenes y surge la santería. Hay una imagen que pedí se rompiera y no pudieron destruirla, pedí entonces ponerle agua bendita exorcizada y ya pudieron destruirla. Hay imágenes del Sagrado Corazón que no son buenas. Hay que ponerles agua bendita exorcizada.

Hay parroquias en donde están haciendo yoga, reiking, min-fullnes (es el quinto grado del yoga) y demás. A lo mejor le quitan una cosa y le ponen cien. No se deben practicar porque le abren una puerta al demonio.

En 1989 Juan Pablo II saca un documento sobre la meditación trascendental. ¡Hay un desconocimiento monumental! ¡Hay gente que se va contaminando sin saberlo! Hay que saber estar donde está el enemigo. Una escritora inglesa practicó el mind-fullness y se le secó el corazón, se le bloqueó la cabeza y, finalmente, se quedó muda. Los anglicanos tienen exorcistas, uno de ellos le hizo el exorcismo y ya está muy bien.

Si la gente tiene una puerta abierta y le hacen brujería, le hacen daño porque no está protegida. Una señora pidió un “trabajo de muerte” a una bruja. Ésta contestó, después de varios días: “Señora, no puedo hacerle ese trabajo porque esa persona está protegida, si le hago ese trabajo, se me vuelve contra mí o contra usted, y nos mata a una de las dos.

¿Qué es estar protegido? Estar en estado de gracia y no tener ninguna puerta abierta al enemigo.

¿Cómo identificar cosas maléficas? Hay que estar atentos y no ser crédulos. Cuidar lo que se mete a la casa. Empiezan a haber discordias. El demonio se entromete para separar y dividir, acusando. Acusar a Dios. Cuando hay división, allí se ha metido el demonio. Si estás conviviendo con una mujer que no es tu esposa, no se puede hacer nada sin conversión. Sin conversión no hay liberación.

En Mater Fátima te pueden orientar. Es muy oportuno usar la cruz de San Benito. Entronizar al Sagrado Corazón, el rezo del Santo Rosario en familia es poderosísimo. Pedir oración de liberación a un sacerdote ordenado, es una oración privada; o bien, pedir un exorcismo a un sacerdote exorcista. Ningún laico puede hacer oraciones imperativas, pero sí rezar oraciones de liberación (no imperativas). Confesarse y deshacerse de las cosas supersticiosas. Rezar unas oraciones de sanación intergeneracional.

La batalla contra Satanás ya no está oculta

Exorcista estadounidense

Nada hay que temer dice el exorcista Stephen Rossetti pues “incluso los demonios más poderosos son polvo en la presencia del Hijo de Dios. El arcángel San Miguel y los ángeles fieles expulsaron a Lucifer y a sus secuaces al principio de los tiempos; y lo harán definitivamente al final. Esta vez, contarán con un poco de ayuda de sus amigos”.

ZENIT Noticias – Porta Luz / Madrid, 20.11.2023).- ¿Por qué sólo en los últimos años, tras décadas de larga sequía, la Iglesia ha empezado a formar exorcistas?  Años atrás sólo había un puñado de exorcistas y ninguna formación oficial.  Incluso en la actualidad, a pesar de que la Santa Sede ha pedido a todas las diócesis que cuenten con un exorcista, sigue habiendo países enteros sin ninguno.  Además, en casi todos los seminarios sigue sin impartirse formación sobre la liberación.

Sin embargo, hoy existe una verdadera explosión de interés y muchos sacerdotes jóvenes participan en el trabajo de liberación.  Antes, Satanás podía esconderse y hacer su trabajo destructivo en secreto.  Esos días están desapareciendo rápidamente.

¿Por qué el cambio?

Sobre este asunto particular el sacerdote y exorcista norteamericano Stephen Rossetti argumenta en su blog que la siguiente cita -mencionada en un artículo de la Agencia Católica de Noticias- aproxima una explicación:

“El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII, justo después de celebrar la Misa, palideció y se desplomó como si estuviera muerto. Quienes estaban cerca corrieron a su lado. Lo encontraron vivo, pero el Pontífice parecía asustado. Entonces les relató haber tenido una visión de Satanás acercándose al trono de Dios, jactándose de que podía destruir la Iglesia.

El Señor -señaló Leon XIII- le recordó que su Iglesia era indestructible. Entonces Satanás le replicó: «Concédeme un siglo y más poder a quienes me sirvan, y yo la destruiré». Y Nuestro Señor le concedió esos 100 años”.

El siglo XX -comenta padre Rossetti- fue un siglo particularmente brutal con dos guerras mundiales y otras calamidades. «Pero ya se han cumplido los 100 años. La Iglesia no ha sido destruida. Y un creciente ejército de exorcistas, junto con una multitud de laicos llenos de fe y fervorosos, están contraatacando, por el poder de Cristo. Enfrentamos la batalla final, que culmina el fin de los 100 años. La presencia de Satanás ya no está oculta. La batalla es abierta y clara», afirma el exorcista.

El sacerdote advierte que 300 iglesias católicas han sido atacadas solo en Estados Unidos desde mayo de 2020 y el número va en aumento. Además, como exorcista ha podido confirmar -señala- como “cientos de miles de personas afirman abiertamente ser brujas, wiccanos, practicantes de ocultismo y/o satanistas. Los valores morales fundamentales están siendo desafiados abiertamente al degradarse las personas y sus familias, incluidos nuestros niños. Las estatuas del maligno demonio, Baphomet, están siendo consagradas públicamente”.

En su conclusión padre Stephen da testimonio de esta «batalla final» recordando y comentando la cita de San Pablo en el capítulo 6, versículo 12 de su Carta a los Efesios: «Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas».

Al respecto el sacerdote dice estar confiado y en paz… «“En un exorcismo, cuando escucho a los demonios, incluyendo a Baphomet, aullar y gritar tan solo al mirar un crucifijo o ser rociados con agua bendita, recuerdo que incluso los demonios más poderosos son polvo en la presencia del Hijo de Dios. El arcángel San Miguel y los ángeles fieles expulsaron a Lucifer y a sus secuaces al principio de los tiempos; y lo harán definitivamente al final. Esta vez, contarán con un poco de ayuda de sus amigos».

Habla un exorcista

Me ha gustado este artículo de ANA SÁNCHEZ DE LA NIETA en Aceprensa, que con visión realista nos habla de un enemigo escurridizo …

José Ramón Fernández Aranda es sacerdote, párroco de San Romualdo, una iglesia madrileña conocida, entre otras cosas, por sus actividades de acogida a inmigrantes. En el año 2013, Fernández Aranda fue nombrado, junto con otros siete sacerdotes, exorcista de la diócesis de Madrid, Ministerio que desempeñó durante 7 años, hasta que comenzó la pandemia en el año 2020. Con motivo del estreno de la película El exorcista del Papa, conversamos con él sobre el padre Gabriele Amorth, protagonista real de la película, la existencia del demonio y el “trabajo” de un exorcista. Como el padre Amorth, José Ramón no pierde ni el sentido del humor ni la serenidad en toda la entrevista, y eso que el tema no deja de ser espeluznante.

— La película se centra en la figura del padre Amorth ¿qué piensa de este personaje?

— Era el heredero de Candido Amantini, un experimentado exorcista que, además, fue un gran santo. El padre Amorth era un hombre también de una bondad extrema que vivió en uno de los momentos más racionalistas de la historia de la Iglesia y que, a veces, estuvo muy solo. De ahí que muestre amargura en algunas de sus declaraciones o textos, porque le dolía el abandono de las almas y la increencia. Había países donde no había ni un solo exorcista y, de hecho, acudían a él personas de todo el mundo. Esta cuestión ha ido evolucionando, con altibajos, y ahora en España hay al menos un exorcista en cada diócesis.

— ¿Cómo se convierte uno en exorcista?

— Por deseo, normalmente, no [risas]. Puedes ser un poco friki, pero, en cualquier caso, se trata de un nombramiento episcopal. Te nombran y te tienes que formar. Al principio te tienen que explicar todo: el ritual, la forma de actuar, la necesidad de la prudencia, cómo discernir y cómo es la relación con psicólogos y psiquiatras.

José Ramón Fernández Aranda (foto: Almudena Berrocal)

— ¿Por qué camino llega una persona al exorcista?

— No hay un procedimiento concreto. A veces acuden al obispado, o al sacerdote que le deriva al exorcista, si es que es un sacerdote que cree en el demonio, que de todo hay en la viña del Señor. Y ahora, como todo está en internet, hay gente que –buscando solución a lo que les está pasando– te encuentran. Eso no significa que todos los que vengan necesiten exorcismos. Hay gente trastornada, y hay que escucharlos y tratarlos con mucho cariño.

— ¿Ha sentido miedo alguna vez al practicar exorcismos?

— Miedo, no sé; desconcierto, desde luego. Especialmente al principio, porque a los pocos días de nombrarme y, antes de cualquier formación, me llamaron y no sabía bien qué hacer. Me salvó el consejo de un sacerdote experimentado que me dijo. “Reza unas oraciones serenamente y ya está, pero ni se te ocurra utilizar el ritual sin saberlo”. Después acompañé a un exorcista y aprendí a utilizar el ritual.

Un diagnóstico difícil

— ¿Cómo distinguir una posesión de un trastorno mental?

— Hay cosas difíciles, cosas muy difíciles… y esto que me preguntas [risas]. Es muy complejo discernir si una persona está afectada por un trastorno mental o por una posesión. En primer lugar, porque con quien te la estás jugando es con el padre de la mentira, el gran mentiroso. El demonio miente como nadie y le encanta esconderse y ocultarse. Y después, porque hay personas que se autoconvencen y otras que han leído todo sobre posesiones en Google y te pueden engañar. Por eso es muy importante el apoyo de psicólogos y psiquiatras, que son los que muchas veces te dicen que hay cosas que no cuadran.

“El demonio está atado… pero siempre busca huecos donde no está Dios para meterse”

— Entre los casos de posesiones, el padre Amorth alertaba de que algunos se debían a hechizos, otros a personas que llevaban una vida de pecado pero también había casos de personas piadosas; ¿es así?

— Efectivamente, hay víctimas de hechicería, hay cristianos flojos que han facilitado la entrada al demonio, pero también hay gente buena. Recuerdo una persona que estuvo mucho tiempo poseída y decía que gracias a eso se habían convertido cincuenta personas de su familia. Es un tema muy complejo, y son hechos extraordinarios, pero forman parte del plan de salvación de Dios. En cualquier caso, lo que hay que tener claro es que el demonio está atado, y si accede a una persona, es por permisión de Dios.

— Decía también el padre Amorth que la superstición abre la puerta al demonio. ¿Puede en ese sentido ser peligrosa la religiosidad esotérica tan de moda en la actualidad?

— Lo que es peligroso es la desconfianza en Dios y la confianza en otras cosas. En eso consiste la idolatría, que es un mal que ya está reflejado en el Éxodo. El diablo busca huecos donde no está Dios para meterse. En ese sentido, cualquier esoterismo que, en el fondo está buscando un contacto con la divinidad, con unas fuerzas energéticas y confía más en eso que en Dios, se lo está poniendo fácil al demonio para entrar… aunque esto no significa que entre.

— En ese contexto, Amorth hablaba sobre los peligros del yoga o la meditación trascendental

— Sí, hay mucha gente que se preocupa por las cosas orientales el yoga, el reiki, etc., y es verdad que yo me he encontrado a personas que hacen yoga y han acabado en puro sincretismo religioso, y les da igual Buda que Jesucristo, y hay gente que ha empezado haciendo reiki y ha acabado poseída. Pero no hay una relación directa de causa. Lo que sí hay, a veces, es falta de confianza en Dios. Una desconfianza que va creciendo en el momento en el que tienes una fe casi divina en unas técnicas –que pueden ser de relajación o de lo que quieras– que terminan desplazando a Dios. Y eso el enemigo lo aprovecha.

Sectas satánicas

— ¿Existen y actúan las sectas satánicas o es un mito?

— Por supuesto que existen, y es un tema en el que no hay que ser ingenuos. Tienen su objetivo y tratan de influir en las personas. Y están presentes, desde los grados superiores de la masonería –que se sabe que son satánicos– hasta espectáculos como el del túnel de San Gotardo en el 2016, que son prácticamente un culto al demonio.

— ¿Es reversible un pacto de quien ha vendido su alma al diablo?

— Si, por supuesto, es un proceso más largo y cuesta mucho, pero es posible.

— ¿Por qué hay procesos de liberación del demonio que duran años?

— La principal razón es porque es necesaria la voluntad del poseído, una disposición interna de realmente abandonar al demonio. Y también hay casos en los que, como Dios tiene sus tiempos, quizás busca algo de esa persona, que con ese proceso de purificación se unirá más a la cruz de Jesucristo.

— ¿Alguna vez ha fallado en su exorcismo? ¿No es eso descorazonador?

— Sí, claro: no siempre hay “éxito”. Pero esto no puede angustiar al exorcista. Yo tengo muy claro que quien expulsa a los demonios es Dios, no yo.

— En la película se ve claramente el valor que el padre Amorth daba al sacramento de la confesión. Decía que era el principal exorcismo ¿está de acuerdo?

— Claramente, a través de la confesión la persona entra en la misericordia de Dios y es uno de los momentos claves del proceso de liberación. La posesión es el dominio diabólico del cuerpo, no del alma, y por la confesión desterramos el pecado del alma.

— También se insiste en la cinta en el valor de algunas oraciones o incluso en la importancia del latín, ¿es así o son licencias cinematográficas?

— El padre Amorth, efectivamente, cuando se publicó el nuevo ritual decía que le gustaba menos porque era menos eficaz. Yo no hablaría de eficacia, porque, insisto, el que expulsa a los demonios es Dios, pero lo que sí es verdad es que hay oraciones más fuertes y menos fuertes. No es lo mismo el Padrenuestro que el “Jesusito de mi vida”, y decir que al demonio no le gusta el latín es lógico: ¡es el lenguaje oficial de la Iglesia!

“No hay que hablar mucho del demonio para no darle protagonismo, pero hay que saber reconocerlo para echarlo cuanto antes”

— El padre Amorth era un sacerdote afable y sereno ¿cómo puede un exorcista mantener el equilibrio psíquico?

— La realidad es que es un tema que te puede obsesionar porque vives cosas muy fuertes y te pesan los dramas de las personas. Por eso es importante ser capaz de conjugarlo con otras cosas y que no estés todo el día hablando del demonio. En ese sentido, pienso que fue muy acertada la medida del cardenal Rouco cuando nos nombró exorcistas y decidió que todos tuviéramos una labor pastoral normal en una parroquia. De esa manera, practicas exorcismos, pero también celebras bautismos o casas a la gente, que es más normal.

— El Papa Francisco habla con frecuencia de la acción del demonio, pero hace unas semanas algunos se escandalizaron de que dijera que el infierno no es un lugar sino un estado.

— Y lo dijo bien, porque el Cielo tampoco es un sitio: es un estado, y esa afirmación ya la había hecho antes Benedicto XVI. En cuanto a su catequesis sobre el demonio, no he leído todo lo que ha escrito, pero sé que cuando era obispo de Buenos Aires tuvo mucha relación con los exorcistas de la diócesis y él mismo tiene una capacidad de discernimiento importante. En una ocasión, una médico argentina le contó algunas cosas raras que le estaban pasando –tampoco excesivamente extrañas–, y el Papa le dijo sobre la marcha que tenía que hablar con un exorcista. Aquella mujer siguió su consejo y se descubrió que tenía una posesión bastante potente.

— Por último, ¿qué aconseja a los creyentes para mantenerse alejados del demonio

— En primer lugar, no hay que hablar demasiado de él, porque significa darle protagonismo, que es lo que busca. Pero sí es importante saber quién es tu enemigo y ser capaz de ver dónde asoma sus “patas”: en la ira, en la envidia… en los pecados capitales, para echarlo cuanto antes. Y luego es bueno recuperar ciertas cosas que hemos hecho siempre los cristianos, como rezar la oración a San Miguel o utilizar el agua bendita antes de acostarse.

Exorcista enseña como vencer la tentación del Diablo

El P. Francisco Torres, sacerdote de la Diócesis de Plasencia (España) y encargado del ministerio del exorcismo explicó qué es la tentación y cómo podemos vencerla.⁣

El P. Torres recordó que para la Iglesia Católica existen “tres enemigos del alma: el mundo, el demonio, y la carne” y que “la tentación viene de toda inspiración maligna que el demonio nos hace, a través de las diferentes circunstancias que vivimos”.⁣

Aclaró que

“cuando hablamos del enemigo de la carne, no tenemos que pensar solamente en nuestro cuerpo, como si la carnalidad fuera mala, sino que tenemos que pensar en esos pecados que brotan de nuestra propia naturaleza: la gula, la lujuria, la pereza”.⁣

“Cuando hablamos del mundo no es que el mundo sea malo, porque el mundo ha sido creado bueno por Dios, sino que hay cosas del mundo que sacan algo malo de nosotros: los pecados de ira, de codicia, la vanidad”, explicó.⁣

“Y luego está el enemigo más perverso y peligroso que es Satanás, que es el diablo, y es el que aprovechando cada circunstancia de nuestra vida, nos tienta, nos prueba, nos inspira pensamientos malignos, acciones malignas para apartarnos de Dios”, agregó.⁣

El exorcista subrayó que San Pablo nos recuerda, al final del capítulo 8 de su Carta a los Romanos, que las tentaciones se pueden aprovechar para el bien de nuestra alma.⁣

“Por tanto, la tentación, si es combatida y vencemos por la gracia de Dios, porque no hay otra manera, pues nos sirve para tener méritos”, añadió.⁣

El P. Torres dijo que podemos vencer las tentaciones con las siguientes armas: la oración, la lectura de la Biblia, el rezo del Santo Rosario, la Contemplación del Vía Crucis y encomendarse a la Virgen María y a los santos.⁣

El exorcista destacó que “en primer lugar está la oración” y que esta debe ser “asidua, afectiva, cariñosa”; es decir, tener “un trato diario con Dios”.⁣

Por qué el diablo odia a María

especialmente durante los exorcismos

Ciudad de México, México, Mar 8, 2018 / 15:25 pm

El sacerdote italiano Sante Babolin dijo que Satanás está detrás de los ataques en varias partes del mundo contra la Virgen María, señalando que ella es una poderosa defensora de él durante los exorcismos.

«En mi experiencia, hasta ahora he realizado 2,300 ritos de exorcismo, puedo decir que la invocación de la Santísima Virgen María a menudo provoca reacciones significativas en la persona que está siendo exorcizada», dijo al semanario mexicano Desde la Fe.

El P. Babolin, que también enseñó en la Universidad Gregoriana de Roma, dijo que «ante el fracaso de la embestida de los no creyentes, ahora, para ofender y confundir al pueblo católico, la Virgen María, a quien el diablo odia, está siendo atacada».

Desde la Fe destacó los eventos de 2017 de la drag queen española Borja Casillas, quien se hizo pasar por la Virgen María y se burló de ella en una actuación, así como de una mujer que se vistió de la Virgen María y simuló un aborto durante una protesta en Argentina.

El exorcista italiano dijo que «como prueba de este odio» del diablo hacia la Madre de Dios, «mientras invocaba insistentemente a la Santísima Virgen María, el diablo me respondió: ‘No puedo soportar más a esa (María) y tampoco puedo soportarte más'».

El P. Babolin también señaló que «el Concilio Vaticano II declara que María, hija de Adán, al aceptar el mensaje divino, se convirtió en la Madre de Jesús, y abrazando con todo su corazón y sin el obstáculo de ningún pecado la voluntad salvífica de Dios, consagrada totalmente, como sierva del Señor, a la persona y obra de su Hijo».

El sacerdote señaló el pasaje en el libro del Génesis , que se evoca en el Rito del Exorcismo – donde Dios le dice a la serpiente que «ella aplastará tu cabeza».

En este ritual, dijo, el exorcista le dice al diablo: «Serpiente astuta, ya no te atreverás a engañar a la raza humana, perseguir a la Iglesia, atormentar a los elegidos de Dios y tamizarlos como trigo (…) El sagrado Signo de la Cruz os manda, al igual que el poder de los misterios de la fe cristiana (…) La gloriosa Madre de Dios, la Virgen María, os manda; ella que por su humildad y desde el primer momento de su Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza».

El P. Babolin también dijo que «las reacciones más fuertes» del diablo durante el exorcismo ocurren «cuando se hacen referencias a sus apariciones».

Debido a esto, con frecuencia pronuncia el nombre de Santa María con sus títulos de Lourdes, Fátima o Guadalupe. En este último caso, dijo: «Utilizo esta fórmula: ‘Santa María, Nuestra Señora de Guadalupe, Reina del Tepeyac'».

El exorcista advirtió que «el instrumento que normalmente usa (el diablo) para atraparnos es el dinero, ya que ofrece la posibilidad de satisfacer los impulsos que convergen en placer y poder».

Satanás «nos subyuga a sí mismo manipulando la verdad y ofreciéndonos su luz deslumbrante, mostrándonos su versión de la ‘libertad’ y prometiéndonos la gratificación instantánea de nuestros caprichos».

«En cuanto a la comunicación interpersonal, el sentido de la vista supera al sentido del oído; y, en consecuencia, la imagen sobre la palabra; es decir, el deseo precede a la reflexión», dijo.

El P. Babolin alentó a los católicos a denunciar los ataques a la fe, así como a organizar y participar en eventos de oración, rezar el Rosario y participar en misas en lugares donde se cometieron ofensas.

Este artículo fue publicado originalmente en CNA el 28 de abril de 2017.

¿Por qué el demonio está tan desatado?

por Oro Fino 16 junio 2016

El 10 de septiembre de 2012, publiqué un extenso artículo en este mismo blog titulado «Se busca exorcista». Tan sólo ocho meses después, el entonces arzobispo de Madrid, cardenal Rouco, nombró nada menos que ocho exorcistas, algunos de los cuales han sucumbido ya por el camino…

Enfrentarse con el demonio requiere altas dosis de oración constante; y no todos los sacerdotes, por desgracia, salen airosos de esos encendidos combates contra el maligno, nunca mejor dicho.

Aun así, la Iglesia sigue necesitando hoy legiones de exorcistas. Con razón, el profesor del CEU San Pablo y experto en masonería, Alberto Bárcena, hombre de Dios donde los haya, nos advierte: «El satanismo está ahora presente en Occidente como no lo había estado nunca».

En España, sin ir más lejos, sufrimos ya demasiado a menudo una profanación eucarística, una exposición blasfema o un cartel ofensivo contra la Madre de Dios. La última barbarie cometida ha sido en la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid, como en su día lo fue en la de la Universidad Complutense. 

¿Y quién odia más que nadie a Jesucristo y a la Santísima Virgen MaríaEl demonio, el único capaz de sembrar odio en los corazones de quienes están apartados de Dios. Odio a Jesucristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida.

¿Nadie se ha preguntado por qué un hombre que vino a predicar Amor, con mayúscula, y acabaron crucificándole pese a ser inocente provoca tanto odio más de dos mil años después? ¿Por qué molesta tanto Jesucristo en la sociedad de hoy? La respuesta es obvia: porque es Dios, y quienes no están con Él, están contra Él, y corren el riesgo de hacerle el juego al demonio.

¿Cuál es acaso la mayor evidencia de una afectación diabólica en sus diferentes grados, hasta llegar al máximo de la posesión?, le preguntaba en su día a don Gabriele Amorth, exorcista oficial del Vaticano, para mi libro Así se vence al demonio (LibrosLibres). «La aversión a todo lo sagrado», me contestó él, rotundo. Pues eso mismo es lo que está sucediendo hoy en España. Pero aversión sólo al Cristianismo. Por algo será…  

Los obispos españoles deberían concienciarse de la necesidad imperiosa de nombrar exorcistas para combatir al maligno. Sobre todo, cuando la inmensa mayoría de las 69 diócesis españolas carecen de un exorcista.
Tan sólo 25 diócesis -el 36 por ciento del total- han dispuesto de un exorcista en algún momento de su historia, pero únicamente 18 lo conservan hoy.

Por orden alfabético, y sin ánimo de abrumar al lector, he aquí las 44 diócesis sin exorcista aún, enumeradas por el padre Antonio Doñoro: Albacete, Astorga, Ávila, Barbastro-Monzón, Burgos, Calahorra y La Calzada-Logroño, Ciudad Real, Ciudad Rodrigo, Córdoba, Coria-Cáceres, Girona, Granada, Huelva, Huesca, Ibiza, Jaca, Jerez de la Frontera-Asidonia, León, Lleida, Lugo, Málaga, Menorca, Mondoñedo-Ferrol, Oviedo, Palencia, Salamanca, San Sebastián, Sant Feliú de Llobregat, Santander, Segorbe-Castellón, Segovia, Sevilla, Sigüenza-Guadalajara, Solsona, Tarazona, Tarragona, Terrassa, Teruel y Albarracín, Tortosa, Tui-Vigo, Valladolid, Vic, Vitoria y Zamora.

Como no se haga algo urgente, el demonio seguirá campando a sus anchas, mientras los exorcistas son cada día una especie más en extinción.

Más información en:
es-es.facebook.com/josemariazavalagasset

The Devil Hates Latin, Says Exorcist

DAVID CLAYTON

I just attended a talk by the exorcist for diocese of San Jose, Fr Gary Thomas. He is the subject of a book and a film called The Rite, starring Anthony Hopkins. (The talk was organized by a group called Catholics at Work.)

First, he was a great speaker. He described how almost by accident, and after 20 years as a parish priest, he found himself sent to Rome to learn how to perform the Rite of Exorcism. He was very clear in saying that, in his opinion, the recent rise in interest in New Age paganism has opened the door to adherence to the occult for greater numbers of people than before, which in turn opens the way to diabolical possession. He has always been inundated with requests, even before the publicity. The fact that he described these things pretty much in the same straightforward, matter-of-fact way that one might describe what goes on in a marriage or baptism in a parish RCIA class only served to reinforce the truth of it all for me. And I would say that if anything is to increase your faith, it is listening to accounts of how the Church overcomes the effects of possession by the devil and demons, and the suffering of those poor people who are affected by them.I wanted to pass on one little comment that he made almost in passing. I do not know where he stands liturgically in regard to the Mass – there was nothing in what he said that led me to believe that he celebrates the Latin Mass, for example. However, he did explain that the Rite of Exorcism is only said in Latin. One reason is practical – there is no approved translation in English as yet. He gave another reason why he was so strongly in favor of the use of Latin in the Rite of Exorcism: “The Devil hates Latin, it is the universal language of the Church.” I asked him about this afterwards, and he repeated it, saying that his personal experiences as an exorcist who has performed many, many exorcisms have convinced him of this. He told me he had heard from exorcists who did exorcisms in Italian, Spanish and Portuguese (the only approved vernaculars for this Rite) that Latin was the most effective language.

‘DEMONS I’VE FACED AS AN EXORCIST’ – FR. GARY THOMAS

By Shirley Aaron | 

IN his 2011 film, Anthony Hopkins plays a priest who casts out the Devil… but the churchman who advised him on set reveals here how he has dealt with the real thing…

The images are terrifying. Girls scream in agony, their bodies inhumanly contorted. They spit curses and growl in unknown tongues. Demonic possession, and those who battle it, have been a recurrent theme in films from 1973’s classic The Exorcist to the thriller movie ‘The Rite’. 

But to Father Gary Thomas The Rite is no Hollywood fantasy. It’s his life. The movie tells the story of the clergyman’s own chilling journey to becoming an exorcist, learning all he knows about battling the Devil from a venerable priest, played on screen by Oscar winner Sir Anthony Hopkins.

“I don’t think I’d ever seen Satan until I became an exorcist,” says Father Thomas, who spent a week on the movie set in Hungary as an adviser. “I’m not offended if someone doesn’t believe it. What I’ve described, I’ve seen.” Hopkins plays Father Lucas, based on Father Thomas’s mentor, Rome’s leading exorcist Father Carmine De Filippis. In the film, Father Thomas is renamed Michael Kovak, played by Colin O’Donoghue, Irish star of TV series ‘The Tudors’.

But as filming progressed, the cast grew nervous of demonic possession. “The producer and the two key actors all asked me privately if they could be attacked by doing this movie,” says Father Thomas. “I said: ‘I can’t absolutely say yes or no,’ which led me to say: ‘possibly.’ They were afraid.”

Hopkins pressed ahead with the role but when he walked the red carpet at the Los Angeles premiere, the Welsh star was sure to keep Father Thomas at his side as cameras swirled around them. Father Thomas, 64, who ministers to the Sacred Heart Parish in Saratoga, California, is one of the rare American priests trained as an exorcist.

Demand for exorcism is at an alltime high in the US and priests can’t keep up. Father Thomas receives a new request about every two days. Yet he fears no evil. “You don’t have to be afraid of demons,” he says, unabashed about his belief in demonic possession, despite sceptics even within his own church. “You have to give evil a certain amount of respect because demons are more powerful than humans and without Christ we are dead. But no, I’m never scared.”

He was selected by his bishop to attend a Vatican-sponsored course in Italy in 2005 in response to a disturbing increase in reported cases of possession. He was later apprenticed to Father Carmine, attending dozens of demon-battling rites. His initial scepticism and training were chronicled in a best-selling book The Rite, by Matt Baglio, which became the basis for the film.

Father Thomas recalls when “Lisa”, a married woman in her 20s, was brought to his parish office by family members worried about her sudden violent outbursts. “I felt a huge presence in the room,” says Father Thomas, who began to pray. “Her face started to distort, she started speaking in a language not known to me that she hadn’t been competent in before.

She was hissing and spitting and exhibiting a serpentine look both in her body language and her face. She kept rolling her eyes.” He had seen this before – demonic possession. “I laid my crucifix on her. She let out an incredible scream. I took my stole, which represents my authority as a member of the Catholic Church and as a priest, and I laid it on her. She slid out of the chair and on to the floor to get away from it. I said: ‘That’s enough for today.’”

A woman possessed in The Rite spits up metal nails and Father Thomas admits: “I have never actually seen that but another priest in Rome told me himself that he had seen that more than once.” To many, exorcism seems a relic of the Dark Ages that has no place in the modern Catholic Church as it tries to recover from the scandal of child abuse by priests. But Father Thomas insists: “Satan hasn’t gone away. He is relevant in and out of season.”

It was the late Pope John Paul II who sent a letter to all US dioceses asking each bishop to appoint and train an exorcist, propelling Father Thomas to Rome in 2005. Classes at the Vatican-sponsored Regina Apostolorum taught the history and theology of exorcism but Father Thomas quickly realised that he needed a mentor and began attending rites with Father Carmine De Filippis.

Being able to be apprenticed under an exorcist in Rome was far more profound,” he says. Father Thomas witnessed and assisted in more than 80 exorcisms while in the Italian capital, ranging from the sedate to the disturbingly violent, before returning to the US to perform his own rites. But most people seeking exorcism don’t receive the rite. 

“Often they’ll begin the conversation with: ‘Father, I need an exorcism,’ and my answer is: ‘I don’t do them on demand.’ In five years I’ve probably met 100 people. I’ve performed 40 exorcisms on only about five of them.” Exorcists are trained to be the ultimate sceptics, always looking for logical explanations for the disturbing phenomena they witness.

“A lot of the time it is mental health,” says Father Thomas. “On my team I have a clinical psychologist, a psychiatrist and a physician – all of whom believe in the possibility of Satan’s existence but they’re not people who say there’s a demon under every rock or chair. “Then there are things that happen that we can’t explain. When people show signs of some kind of demoniacal manifestation such as foaming at the mouth or rolling of the eyes or taking on the appearance of a serpent sometimes, or speaking in a language that they have no competency in but all of a sudden do, those are the classical signs.”

But months of questioning, prayers and psychiatric examinations precede the decision to perform an exorcism. The rite involves prayer, gospel readings, a litany of the saints, a homily, a blessing and the command for the demon to leave his victim. The ritual can take up to two tense hours. “I say: ‘In the name of Our Lord Jesus Christ I demand that you leave,’ and I will say that repeatedly in the midst of prayers of exorcism from the Solemn Rite that I pray over people,” says Father Thomas.

“The tools are very simple: holy water, stole, book of deliverance, a crucifix, the rite of exorcism and that’s it.” The demon invariably lashes out at the exorcist, either physically or emotionally. “The exorcist does get attacked,” says Father Thomas. “Most priests I know want nothing to do with it. Demons attack where the exorcist is weakest. I have never experienced a physical attack. Mine have been more spiritual, psychological, emotional. Sexual temptation, trying to jeopardise my celibacy, creating emotional disturbances in me, exacerbating the experiences of loneliness that appear in a priest’s life at times.

“I recently delivered a very powerful demon whose name was Shroud. I got attacked and so did the other priest who was with me. He had a numbness down his leg for weeks, some kind of nerve damage. In my case it was emotional. We had a hard time delivering this demon. He just wouldn’t come out.” Father Thomas defends himself by chanting protection prayers and prayers taking on authority in the name of Christ. But fighting the Devil can be a lengthy battle and often requires repeated rituals.

Demons are deceivers,” he says. “But once you get them to divulge their name, they have lost.” People open themselves to possession by dabbling in the occult and paganism, he believes. “A demon has to be invited in. Refrain from being involved in things that would be considered New Age: rituals of the occult, things such as Wicca or tarot cards, ouija boards, superstitious practices, black magic, white magic, anything that would be idolatrous.

“I think as long as people have a relationship with God and stay close to God, they don’t have anything to fear.” Father Thomas wishes more priests would become exorcists. “The people who come to me, whether it’s something diabolical or whether it’s psychological, these are mostly people who are enduring great suffering,” he says.

It’s not hocus-pocus. It’s not smoke and mirrors. It’s a profoundly healing ministry.” And the need for exorcists is soaring. “There are too many people coming. I’m not surprised given the times we live in. There’s more  demonic activity. There’s the absence of God in the lives of a lot of people.” His exorcism of Lisa was one of his most successful: three rites evicted the demon and Father Thomas says: “She was able to resume her normal life and could go back to church.” He believes that the film The Rite offers the most realistic, orthodox depiction of exorcism thus so far from Hollywood.

There aren’t any levitating beds, spinning heads or pea-green soup,” he says. Yet he watched the movie spellbound. “It was very emotional for me,” he says. “I found some of those scenes riveting. I found some very profound. They’re very accurate. That’s what I’ve seen in real life.” Now Father Thomas must leave Hollywood behind and return to his parish, knowing that soon he will yet again stare into the face of pure evil, fighting the Devil for possession of another human soul.