«Si el hombre, inspirado por Satanás, destruye, María nuestra Madre, no se deja vencer; Ella nos acompaña y nos deja signos de su presencia maternal. Entre los escombros del terremoto en Siria, su estatua se mantiene intacta. Ver:
Desde hace 42 años Ella nos indica cómo impedir las guerras, detenerlas y suspender las leyes naturales (terremotos, volcanes a punto de entrar en erupción, inundaciones, ciclones, etc.) “Sólo con el ayuno y la oración” nos dice. Nos muestra incesantemente el camino de la verdadera paz e intercede incansablemente por nosotros, pero respeta nuestra libertad. En la encrucijada, el hombre debe decidir si va con Dios amándolo y adorándolo, o si desea vivir sin Dios y asfixiarse sin la oración. Y ahora nuestra Madre llora lágrimas de sangre porque ve que no tenemos futuro. »
Extracto de una entrevista Jelena Vasilj en Medjugorje.
Jelena, Nació el 14 de mayo de 1972 en Medjugorje; está casada, tiene 5 hijos y con su familia vive en Roma. Recibió el don de la «locución interior» el 15 de diciembre de 1982 y continuó con él por 12 años. Fue por su medio junto con Mariana Vasilij que se convocó el grupo de oración de jóvenes en Medjugorje guiado directamente por la Santísima Virgen.
Si oramos poco siempre hay miedo (cf. Medjugorje – Turín nº 15, p. 4). Perdemos la fe porque el diablo nunca está callado, siempre está al acecho. Siempre está tratando de molestarnos. Y si no rezamos es lógico que nos pueda molestar. Cuando rezamos más se enfada y quiere molestarnos más. Pero somos más fuertes que él con la oración.
El 11 de noviembre de 1985, el P. Luigi Bianchi entrevistó a Jelena y obtuvo una interesante noticia:
– ¿Qué dice la Virgen sobre la Iglesia de hoy?
Hoy he tenido una visión de la Iglesia. Satanás intenta perturbar todo plan de Dios. Hay que rezar.
– ¿Así que Satanás se desata contra la Iglesia…?
Satanás puede hacer si se lo permitimos. Pero las oraciones lo alejan y frustran sus planes.
– ¿Qué les diría a los sacerdotes que no creen en Satanás?
Satanás existe. Dios nunca quiere hacer el mal a sus hijos, pero Satanás sí. Lo convierte todo en maldad.
Jelena Vasilj explicó que entre el modo de hablar de la Virgen y el de Satanás hay una diferencia sustancial: la Virgen nunca dice «hay que», y no espera nerviosa lo que va a pasar. Se ofrece, invita, se libera. Satanás, en cambio, cuando se propone o busca algo, está nervioso, no quiere esperar, no tiene tiempo, es impaciente: lo quiere todo inmediatamente.
– Fray Giuseppe Minto preguntó una vez a Jelena Vasilj: ¿es la fe un don?
Sí, pero hay que recibirlo rezando -respondió la joven-. Cuando rezamos, creer no es tan difícil, pero cuando no rezamos, todos nos perdemos fácilmente en este mundo. Hay que entender que el diablo quiere separarnos de Dios. Debemos creer pero también poner en práctica nuestra fe, porque hasta el diablo cree, nosotros debemos con nuestra vida creer.
– Durante un diálogo con Jelena Vasilj se planteó lo siguiente: ¿Qué es lo que más teme el diablo?
La misa. Dios está presente en ese momento.
– ¿Y tienes miedo del diablo?
¡No! El diablo es astuto, pero también impotente, si estamos con Dios. Entonces es él quien nos teme.
El 1 de enero de 1986 Jelena dijo a un grupo de Módena:La Virgen dijo muchas cosas sobre la televisión: la televisión te acerca muchas veces al infierno. He aquí una declaración significativa de Jelena: El mal es mucho, pero en el momento de la muerte Dios concede a todos, jóvenes y viejos, el momento de arrepentirse. Sí, incluso los niños, porque también hacen el mal, a veces son traviesos, envidiosos, desobedientes, y por eso hay que enseñarles a rezar.
A principios de junio de 1986 se presentaron en Medjugorje algunos «expertos» en parapsicología, que dijeron haber sido «llamados allí por una entidad benéfica». Jelena dijo:«Los médiums actúan por influencia negativa. Antes de llevárselos al infierno, Satanás los deja moverse y vagar a su antojo, luego los retira y cierra la puerta del infierno».
El 22 de junio de 1986 la Virgen le dictó a Jelena una hermosa oración que, entre otras cosas, dice «Oh Dios, nuestro corazón está en una profunda oscuridad; sin embargo, está unido a tu corazón. Nuestro corazón se debate entre Tú y Satanás: no permitas que sea así. Y siempre que el corazón esté dividido entre el bien y el mal, que sea iluminado por Tu luz y se una. Nunca dejemos que haya dos amores dentro de nosotros, nunca dejemos que coexistan dos fes, nunca dejemos que coexistan en nosotros la mentira y la sinceridad, el amor y el odio, la honestidad y la deshonestidad, la humildad y el orgullo. En un corazón totalmente vuelto a Jesús y lleno de las maravillas que Él ha hecho por Él, Satanás no puede encontrar lugar.
¡Queridos hijos! Seguid convirtiéndoos y vistiéndoos con vestiduras penitenciales y con oración personal y profunda; y con humildad, buscad la paz del Altísimo. En este tiempo de gracia, Satanás quiere seducirte; pero ustedes, hijitos, sigan mirando a mi Hijo y síganlo hacia el Calvario en renuncia y ayuno. Estoy con vosotros porque el Altísimo me permite amaros y conduciros hacia la alegría del corazón, en la fe que crece para todos los que aman sobre todo a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.
No deja de ser curioso el hecho de que la imagen más conocida de la Virgen de Medjugorje, no sea una imagen propiamente de Medjugorje sino de un pequeña localización que se encuentra a sus aledaños, en Tihaljina, a unos 30 kilómetros de Medjugorje.
Este lugar comprende un cinturón de parajes naturales que acogen sin embargo un pequeño espacio asfaltado donde se levanta la Iglesia de la Inmaculada Concepción. En su interior puede verse unas de las estatuas más hermosa de la Virgen María que uno haya podido contemplar jamás. No podemos pasar delante de ella sin detenernos lo suficiente como para homenajearla con una sentida jaculatoria salida de lo más profundo del corazón. La delicadeza que desprenden los suaves perfiles que la componen podrían prolongar los instantes de la contemplación más subida. Son sentimientos que la fe enardece desde el propio interior.
Me recuerda aquella anécdota de aquel lejano día del siglo XVI cuando le preguntaron a Miguel Angel Buonarotti por la sorprendente calidad de una de sus esculturas cinceladas en el blanco mármol de Carrara. Miguel Angel dejó estupefactos a quienes, contenidos, escucharon su respuesta: “La escultura ya estaba dentro de la piedra. Yo solo he quitado el mármol que sobraba”. Resulta curioso lo bien que esta idea se relaciona con la santidad a la que estamos llamados. Porque quitar lo que sobra es en el fondo la tarea cotidiana que cada uno de nosotros tiene que emprender consigo mismo. Entendiendo que lo que sobra no es más que todo eso que en nosotros deforma el rostro de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, los tintes de nuestro orgullo, las asperezas de nuestros caprichos, los cotidianos placeres a los que rendimos idolatría; el pecado, en definitiva, que trata por todos los medios de echarnos a perder.
No sé, la verdad, quién fue el escultor que hizo la estatua de la Reina de la Paz de Tihaljina, y si, como Miguel Ángel, sintió también que la escultura estaba dentro o utilizó más bien la técnica del molde; pero sea quien sea, lo que sí estoy seguro es que jamás se hubiera imaginado la impresionante repercusión mundial que su escultura ha tenido; con más mérito si tenemos en cuenta el hecho de que, ni siquiera, se encuentra instalada en el mismo Medjugorje. La providencia unida a su belleza escultórica ha desplazado a un segundo plano a todas aquellas otras estatuas candidatas a representar la experiencia de Medjugorje en el mundo. Su amplia difusión se proyecta sobre todos esos artículos religiosos que se venden en las tiendas de Medjugorje y llevan su imagen impresa como una marca propia del lugar. Por todos los lados vemos reproducciones de la misma, réplicas en todos los tamaños, estampas, posters, por todos los lados vemos logos inspirados en su imagen, portadas de libros, cuadernos y murales, llaveros, lapiceros, pegatinas… Nos basta ver su imagen para reconocerla: “¡Esta es la de Medjugorje!”.
Me pregunto cuántas peticiones, cuántos rosarios, cuántas jaculatorias, cuántas dulces miradas amorosas se dejaron a los pies de esta estatua para la verdadera Reina de la Paz; ¿Cuántas lágrimas de amor se hicieron un torrente ante sus pies, cuántas purificaron todo lo que sobraba de sus vidas, cuántas veces y en cuántos peregrinos rompió los grandes bloques de piedra que llevamos por dentro?. La estatua es un cincel en manos de María. No se ha visto jamás en la historia del arte que una escultura esculpa el interior de un hombre.
¡Queridos hijos! Oren conmigo por la paz, porque Satanás quiere la guerra y el odio en los corazones y los pueblos. Por lo tanto, oren y sacrifiquen sus días con ayuno y penitencia, para que Dios les dé paz. El futuro está en una encrucijada porque el hombre moderno no quiere a Dios. Es por eso que la humanidad se dirige a la perdición. Ustedes, hijitos, son mi esperanza. Oren conmigo, para que lo que comencé en Fátima y aquí se realice. Sed oración, y testimoniad la paz en vuestro entorno, y sed personas de paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.
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Mis queridos amigos, ¡alabados sean Jesús y María!
1 – El 25 de diciembre de 2022, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:
«¡Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que ustedes sean Su paz y el reflejo de la serenidad y del gozo del cielo. Oren, hijitos, para que estén abiertos a recibir la paz, porque muchos corazones están cerrados al llamado de la luz que cambia los corazones. Estoy con ustedes y oro por ustedes para que se abran a recibir al Rey de la Paz, que colma sus corazones de calor y bendición. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje del 25 de diciembre dado a Jakov Colo durante su aparición anual:
«Queridos hijos, hoy, cuando la luz del nacimiento de Jesús ilumina al mundo entero, con Jesús en mis brazos, oro de manera especial para que cada corazón se convierta en el establo de Belén en que nacerá mi Hijo, y para que sus vidas se conviertan en la luz de Su nacimiento. Hijitos, ustedes viven en la aflicción y en el miedo. Por eso, hijitos, hoy en este día de gracia, pidan a Jesús que fortalezca su fe y se convierta en el Soberano de sus vidas porque, hijos míos, solo con Jesús en sus vidas no verán aflicción sino que orarán por la paz y vivirán en paz; no verán miedo sino que verán a Jesús que nos libera de todos los miedos. Yo soy su Madre que vela continuamente por ustedes y los bendigo con mi bendición maternal.»
2 – El “pequeño resto”. En sus 42 años de apariciones, la Virgen María no ha fundado una nueva orden religiosa, una congregación, ni tampoco una nueva corriente espiritual, sino que simplemente ha transmitido el Evangelio con un corazón de madre, con palabras de madre y una perseverancia de madre a pesar de todos los obstáculos que fue encontrando. Su propósito era y sigue siendo el de formar “apóstoles de su amor”, que son aquellos que se dejan guiar por Ella. Su escuela está abierta a todos, pequeños y grandes
Durante mis numerosas misiones tuve la alegría de conocer a personas maravillosas que tienen la valentía de resistir a la apostasía generalizada y de vivir la simplicidad del Evangelio, yendo a contracorriente de lo que el mundo profesa hoy en día. En todos los países, en todas las ciudades me sorprendió ver el magnífico trabajo de la Virgen en el seno de los grupos de oración, de los pequeños núcleos de fervor y también en familias comprometidas en cuerpo y alma con su fe. También veo en ellos aquellos apóstoles de quienes hablaba san Luis de Montfort, totalmente entregados a María para poderse identificar con Jesús. Ellos son el futuro de la Iglesia y aunque poco numerosos -y a veces despreciados- su confianza en un porvenir mejor es inquebrantable. Preparan secretamente el Triunfo del Corazón Inmaculado y el Nuevo Pentecostés de amor, y forman aquel “pequeño resto” que, a pesar y gracias a su pobreza, atrae al Espíritu Santo hacia este mundo que ha elegido la muerte.
¡Una mujer inquebrantable! Durante la Pasión de Jesús, María se mantenía en pie. Ella creía, confiaba y le ofrecía todo al Padre con amor, en medio de inmensos sufrimientos. Es por ello que puede comprender y acompañar a estos apóstoles muy frecuentemente menospreciados por su entorno. Como un faro de consolación y de paz, Ella brilla en medio de la tempestad que sacude cada vez con mayor fuerza a la Iglesia de Cristo.
Para ser un apóstol no es necesario hacer grandes cosas. “Sino pequeñas cosas hechas con mucho amor” decía la Madre Teresa de Calcuta. Estar con Jesús. Esto es lo que cuenta. Su sola presencia es garantía de unidad y fecundidad. Toda la historia de la Iglesia nos muestra que a Dios le atrae lo que no tiene valor a los ojos del mundo. La Gospa nos enseña que todos somos importantes. Qué más da si somos insignificantes a los ojos de los hombres cuando no lo somos a los ojos de Dios. ¡Alegrémonos por ello!
3 – La palabra profética de Joseph Ratzinger. A días de la partida de Benedicto XVI recordemos su visión de brillante eclesiología, una visión de la Iglesia bien enraizada en la Biblia y en su tradición. ¿Cómo podía no sufrir por la apostasía en los países que se dicen cristianos? Cuando simplemente era el profesor Ratzinger, en 1969, ya veía a la Iglesia en crisis, perseguida, “privada de sus privilegios, casi relegada a las catacumbas, pero santa, una Iglesia formada por aquellos que no buscan complacer al mundo sino una Iglesia fiel a Dios y a la Ley eterna”. “Todo parecerá perdido, pero en el momento indicado, precisamente en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá”.
Sí, llegará un momento cuando “todo parecerá perdido”, porque la Iglesia también sigue a su Maestro ¡incluso en la hora de su abandono total! La venerable Marthe Robin afirmaba lo mismo. Cuando Jesús se dejó arrestar por el traidor en Getsemaní, declaró: “Ésta es la hora de ustedes y del poder de las tinieblas”. ¡Sin embargo estaba a 3 días de su resurrección! Las tinieblas tienen fecha de caducidad. Y como lo fue para su Maestro, se acerca la hora del resurgimiento de la Iglesia. Ella seguirá a su Maestro en su Resurrección, así como ahora lo sigue en su agonía (PS 1)
Sí, la Iglesia renacerá, porque las puertas del Hades no pueden prevalecer contra Ella. Será entonces más santa. Según Benedicto XVI, “el renacimiento será obra de un pequeño resto, aparentemente insignificante pero indomable, que haya pasado por un proceso de purificación. Porque así es como obra Dios. Un pequeño rebaño que resiste al mal.
De esta forma la Iglesia podrá entrar en el tiempo nuevoanunciado por la Santísima Virgen en sus mensajes “tiempo de paz y de primavera” para el cual nos prepara desde hace 42 años. Después de la realización de los secretos confiados a los 6 videntes llegará el final del poder de Satanás.
4 – Un enemigo sutil. El empeño pastoral de Benedicto XVI fue el de reconducir a los hombres de hoy a Cristo, de hacer que la cultura actual y la cultura cristiana se encuentren; sus catequesis son atemporales porque exponen verdades de fe que no cambian.
Tuvo la valentía de denunciar al sutil enemigo de Cristo y de su Iglesia: el relativismo. No cesó de luchar contra ese flagelo que niega la realidad del Bautismo cristiano y siembra la confusión. “Cuando la Iglesia se opone a los pecados de esta época, cuando denuncia la destrucción del matrimonio, la destrucción de la familia, etc., entonces se le opone inmediatamente un Jesús que hubiera sido no sólo misericordioso sino también siempre comprensivo… Ser cristiano no debe implicar esfuerzos… sin embargo Jesucristo se subió a la cruz. Un Jesús dispuesto a tolerarlo todo no hubiera sido crucificado”.
5 – ¿Un milagro de Benedicto XVI? Los invito a que lean en las redes sociales el conmovedor testimonio de Peter Srsich, un joven de 17 años, que padecía un linfoma de Hodgkin de grado 4, con un gran tumor cancerígeno en uno de sus pulmones. Cada nueva quimio lo deprimía aún más. Pero pudo beneficiarse de un ofrecimiento providencial a través de la FundaciónMake-a-Wish (EE.UU.) que ayuda a niños y jóvenes con enfermedades potencialmente terminales para que cumplan su sueño. Peter tenía un sueño: ir a Roma para ver a Benedicto XVI. Pudo realizarlo junto con su familia en mayo de 2012. ¡No se esperaba recibir la bendición de su vida! Llegado ante el Papa sólo atinó a decirle que tenía cáncer, que quería ser sacerdote y le pidió su bendición. Le ofreció una pulserita plástica que decía: ora por Peter con la cita de Rom 8,28. El Papa extendió su mano sobre el pecho de Peter sin que éste le hubiera señalado el lugar donde se encontraba el tumor y lo bendijo, pero no sobre la cabeza como normalmente se hace. Peter siguió con su tratamiento y fue mejorando de a poco hasta que sus estudios médicos demostraron que estaba curado. Posteriormente ingresó en el seminario y nueve años más tarde fue ordenado sacerdote.
Peter no es el único sacerdote con un testimonio sorprendente donde sufrimientos y consolaciones celestiales se entremezclan. Estar enfrentado con la muerte transforma el corazón. Demos gracias a Dios por Peter y oremos por él y por todos los sacerdotes para que irradien la Luz de Cristo en este mundo de gran oscuridad espiritual. ¡Tenemos tanta necesidad de ellos!
6 –¿Han recibido a su santo del año? No es demasiado tarde para descubrir su nombre a partir de la lista que hemos publicado en diciembre. Necesitamos su fiel asistencia, ¡aceptemos el regalo!
En Medjugorje, nuestra casa recibió al Niño Jesús, Rey de Amor. ¡Qué alegría! Los mantendré informados de cuánto nos reserva y podrán unirse a nosotros para orarle. No olvidemos estas palabras de la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, carmelita de Beaume: “Las oraciones ofrecidas por los méritos del Niño Jesús son siempre escuchadas” (PS 2)
(Oh Jesús, Rey de Amor, confío en tu Misericordiosa Bondad).
7 – ¿Demasiado solo para el Rosario diario? He aquí un excelente medio para responder al llamado de María:
Puedes participar del Santo Rosario en español, en el momento del día que tus tiempos te lo permitan, sumándote a Madre de la humanidad:
El 11 de agosto de 1983, el P. Jozo Zovko (en ese entonces párroco de la Iglesia de Medjugorje) sostuvo con el P. Zvetosar una entrevista en la que manifestaba cuál había sido el signo que le convenció de la autenticidad de las apariciones.
Fr Jozo Zovko, o.f.m. – Párroco en Medjugorje durante las primeras apariciones.
P. ZVETOZAR: Jozo, después de los hechos de la colina (se refiere a las primeras apariciones) permanecía la angustia. ¿Qué es lo que pasó?
P. JOZO: ¡Tú hablas de angustia! Esos días fueron difíciles. Es increíble. Algo pasó en mí, que me forzó a cambiar de actitud, y a no ser un simple testigo de los relatos que me hacían los jóvenes. Déjame contarte algo que para mi fue esclarecedor:
Los funcionarios del gobierno fueron enviados aquí para detener el curso de los acontecimientos; esta gente, que era creyente, no hacían su trabajo con satisfacción. Las dos asistentes sociales encargadas de hacer cambiar a los jóvenes, usando la mentira y la astucia, presentaron su renuncia a causa de la experiencia que habían vivido. Así la policía tuvo que intervenir directamente. Fueron a ver a la mamá de Vicka para decirle: «Zlata, no deje a los jóvenes ir más a la Iglesia. Hágales abandonar todo esto». Ella respondió: «Ya veré. No sé quién podrá convencer a los jóvenes que cambien de actitud».
Seguidamente la policía se puso en la búsqueda de los jóvenes para arrestarlos, ya que las asistentes sociales habían fracasado. Sabiendo que estaban en el campo, se lanzaron a su captura. Los muchachos huyeron hacia la Iglesia, atravesando los viñedos, en el camino se habían cambiado de ropa. Mientras tanto, yo estaba en el templo orando con la Biblia y el breviario, sentía la gran responsabilidad que incumbía delante de Dios como párroco. Era necesario que dijera alguna palabra a la gente, a los sacerdotes, a las hermanas, a los creyentes. Me sentía como Moisés delante del Mar Rojo, sabía que Dios era mi único recurso. La gente que iba y venía se sentía, desde luego, menos afectada. Yo trataba de orar como Moisés en esta situación difícil, para saber si era Dios verdaderamente el que conducía todo esto: «Señor, yo sé que tú has hablado a Abraham, a Moisés y a muchos otros. Millares de personas se encuentran aquí, dime al menos cuáles son los argumentos a favor, y el alcance de este asunto». Estaba solo en la Iglesia y sentí como un llamado, una gracia especial de revelación. Escuché durante mi oración una voz que me decía: «Sal y protege a los jóvenes». Dejé mi Biblia y el breviario, hice una genuflexión y sin reflexionar mucho, salí. Tenía aún la mano en la cerradura cuando ví a los jóvenes correr hacia mí; intentando huir de la policía, gritaban: «La policía nos persigue, escóndanos», y se pusieron a llorar. Ana, la hermana de Vicka, estaba con ellos, entonces abracé a los jóvenes, los conduje a la casa cural a una pieza desocupada y los encerré bajo llave. Poco después llegaron los policías corriendo y me preguntaron: «¿vió usted a los jóvenes?» «Sí, los ví» – respondí -; pero continuaron corriendo hacia Bijakovici con el fin de arrestarlos. Cuando los agentes se alejaron me reuní con ellos para hablar. Les pedí que para más seguridad no se fueran y fue así como tuvieron en la casa cural la aparición. Más adelante, hubo siete más en esta misma habitación.
Aquel día por la tarde, se anunció a los peregrinos que un servicio litúrgico tendría lugar en la Iglesia. Hacia las cinco, pedí al padre Cuvalo (Vicario parroquial), que dirigiera el rezo del rosario y que se preparara para la Misa de las seis. Había tanta gente en la Iglesia que yo no podía extender las manos para decir, «El Señor este con ustedes». Físicamente era imposible, en mi homilía pedía a la multitud que orara y ayunara a fin de pedir a Dios sus auxilio por todo lo que estába sucediendo en la parroquia. Toda la multitud respondió a mi suplica con una palabra de fe: «lo haremos».
P. ZVETOZAR: ¿Qué te impulsó a celebrar la misa ocho días después de la primera aparición?
P. JOZO: Estos motivos son los mismos que se encuentran en los valores de la misa. Era lo mejor que le podía ofrecer a la gente, quería que esas personas dejaran de ser espectadores para convertirse en verdaderos participantes de los acontecimientos. Desde aquella tarde, de curiosos o espectadores, los aldeanos de Medjugorje comenzaron a responder a los mensajes de la Virgen. Cada día, antes de Misa, rezan dos partes del rosario y luego al finalizar una tercera, como acción de gracias. Los viernes ayunan a pan y agua, y el centro espiritual de cada hogar es la Palabra de Dios.
SUFRIMIENTOS A CAUSA DE LAS APARICIONES
Como la noticia del acontecimiento se había extendido muy pronto y aumentaba considerablemente la afluencia de los peregrinos, el régimen marxista mandó encarcelar al párroco acusandolo de querer destruir el sistema. Le dieron la condena de tres años y medio, pero al año y medio fue puesto en libertad. Le dijeron entonces que «si hubiese tomado unas vacaciones o se hubiese trasladado, no habría sido detenido».
Cuando fue puesto en libertad el Padre Jozo declaró:
«Con las apariciones se presentaban cruces, sufrimientos y dificultades. Pronto me sentí dispuesto a lo que viniera. Recuerdo que me llevaron a prisión como se lleva un malhechor. Cuando encontré en mí la certeza que buscaba, en relación con las apariciones, me sentí dispuesto – aun conociendo mi debilidad – a atestiguar mi fe, aún a costa de mi propia vida. Cualquier cosa que hubiese hecho, en vez de quedarme allí, habría sido para mí como el beso de Judas. Pensé que por este don a nuestro tiempo, a la parroquia, a mi pueblo, a la Iglesia entera y al mundo, debía soportar estos sacrificios. Nada alteró mi serenidad, nada pudo provocarme, a pesar de que ellos tienen métodos que saben utilizar muy bien. En realidad Dios estaba conmigo, ni interrogatorios, ni torturas, me hicieron desfallecer. Después me sentí feliz, más satisfecho y seguro de mí mismo. En fin, fue para mí una experiencia de misericordia desde el primer momento.»
UNA SEÑAL MARAVILLOSA
Sobre los videntes el Padre Jozo mencionaba:
Los jóvenes videntes llegan al templo a eso de las seis de la tarde, rezan con el pueblo el santo rosario y luego pasan al cuarto lateral. Allí son esperados por sacerdotes, religiosas y algunos enfermos. Sobre la mesa colocan objetos para ser bendecidos por la Virgen (rosarios, cartas, crucecitas, medallas, etc.) De pronto perciben una luz, caen de rodillas y entran en seguida en diálogo con la Madre celestial. Las personas que los acompañan en este momento no ven ni oyen nada, solo captan que el semblante de los muchachos cambia, ven mover sus labios como si realmente hablaran con una persona, sus ojos permanecen atentos y muy abiertos, dirigidos a un mismo punto, sus rostros irradian una gran paz y un brillo celestial. A veces sonríen, reflejan tristeza o lloran; luego, al terminar la aparición, la Virgen se reintegra a la luz y desaparece.
En ciertas ocaciones han presenciado después de la aparición los símbolos del sol, de la cruz y de un corazón, al respecto Vicka comentó: «La Virgen nos dijo que el sol es símbolo de Dios Padre que nos ilumina; la Cruz es símbolo de la salvación, y el Corazón es el símbolo del Amor de la Madre para todos sus hijos; sobre todo para los pecadores».
La gran custodia de Medjugorje es conocida en todo el mundo y millones de peregrinos han estado adorando a Jesús en ella. Lo que no todos saben es que la hizo alguien del mundo hispanohablante. Este arquitecto español, nacido en Madrid, estuvo hace poco con su esposa en Medjugorje, ocasión que aprovechamos para entrevistarle. Nos ha contado la historia, sus vivencias y el impacto que está obra ha causado en su vida.
Desde la Fundación Centro Medjugorje hablamos con Ángel García, a quien los franciscanos de la parroquia de Santiago Apóstol le encargaron hacer la gran custodia para el 20° Aniversario de las Apariciones. Esperamos disfruten como nosotros de la intimidad y calidez de sus palabras, donde queda de manifiesto que Cristo es el centro de todo y que la providencia de Dios nos asiste y ayuda.
Que mejor manera de comenzar el nuevo año que aceptando la invitación que Ángel nos hace culminado la entrevista, de adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar…
– ¿Quién es Ángel García?
Gracias por vuestro interés en recibir mi testimonio. Sinceramente, no me siento cómodo hablando de mí, porque el único protagonista de la custodia es el Señor; todos los demás estamos a su servicio y somos meros instrumentos suyos. Nuestra tarea solo debería ser reconocer y señalar al Cordero de Dios, tal y como hizo San Juan Bautista. Pero acepto la invitación por el interés que despierta la Gran Custodia de Medjugorje, y porque quizás pueda servir para quien la contempla y adora la Eucaristía en ella. Añadiré aquí algún dato más de los ya aportados en anteriores entrevistas.
Soy español, madrileño de nacimiento, con raíces familiares católicas, y arquitecto de profesión. Cuando el 1 de enero del año 2001 me invitaron a colaborar con la parroquia de Medjugorje en este proyecto, no imaginaba hasta qué punto mi vida quedaría unida a este lugar.
– Estudiaste Ciencias Religiosas en la Universidad Eclesiástica San Dámaso en Madrid. ¿Siempre fuiste creyente?
Sí, pero mis estudios para la diplomatura en Ciencias Religiosas fueron consecuencia de mi primera peregrinación a Medjugorje y el proyecto de la custodia. Fue precisamente la experiencia de su diseño la que me decidió a aumentar mi formación en la fe, matriculándome en la Universidad Eclesiástica San Dámaso.
Mi fe no es solo herencia de mis padres y abuelos, sino huella aportada por varios sacerdotes durante mi adolescencia y años universitarios. La fe es un don que recibí gratuitamente – los que no la tienen pueden pedirla, aunque no crean – pero una vez recibido el don, hay que conservarlo. Con la perspectiva que da el tiempo puedo decir que mi voluntad colaboró de una manera muy simple: siendo fiel al encuentro dominical en la misa desde niño, alimentándome con la Eucaristía.
– La custodia de Medjugorje, además de muy hermosa, es una de las más conocidas en el mundo. ¿Cómo es que un arquitecto de hospitales llega a construir una custodia?
No fue nada previsible ni planeado. Tras mi titulación de arquitectura en Madrid me especialicé en la compleja arquitectura e ingeniería de hospitales, apasionante por su capacidad de facilitar la actividad médica en la curación del cuerpo y aliviar el sufrimiento. A finales del año 2000 una amiga me invitó a ir de peregrinación para pasar el fin de año en Medjugorje. Fui el último en unirme al grupo, ocupando la plaza de otra persona que canceló su viaje. Solo sabía que iríamos una semana a Medjugorje, un pequeño pueblo de un país recién salido de la guerra, donde decían que la Reina de la Paz se aparecía desde hacía años.
Un mes antes de nuestra llegada a Medjugorje había fallecido el padre Slavko en el monte Krizevac. La condesa Felicia von Traun, que organizaba nuestra peregrinación y ayudaba desde años atrás a los franciscanos, recibió nada más llegar la petición del padre Svetozar para que se construyera en España una nueva Custodia, más grande que la que tenían, porque el padre Slavko, pocos días antes de morir, le había dicho que era necesario construir una que se pudiera ver a gran distancia en las grandes asambleas del Festival de Jóvenes a principios de agosto.
Bajando del monte Krizevac me ofrecí a la condesa Traun para ayudar en esa tarea, y así me presentó al padre Svetozar, quien me aceptó con la habitual confianza franciscana en la Providencia. Recuerdo que, tras mostrarme la gran forma consagrada que había dentro del Sagrario de la parroquia para ver su tamaño, me preguntó a qué me dedicaba. Le respondí que yo era un arquitecto especializado en hospitales. Tras un breve silencio me respondió con una sonrisa: “la custodia es un hospital para almas”. Su respuesta me produjo un gran impacto.
Ese día 1 de enero del año 2001 fue el inicio del proyecto del diseño de la custodia. No tenía experiencia previa en arte sacro; pero me basé en la tradición española de muchos siglos, y en el buen hacer de profesionales orfebres actuales.
– ¿Podrías describirnos más de cerca la custodia?
El padre Svetozar nos dijo que la custodia debía ser de tipo “sol”, grandiosa para dar gloria al Único a quien debemos reconocer, clara en su expresión, conectada con la Tradición de la Iglesia, y con un diseño actual. En su aparente sencillez, es expresión visible de verdades de fe:
En primer lugar, es expresión de la fe en la presencia de Jesús resucitado en la Eucaristía, quien – siendo Luz del mundo – la irradia con rayos muy poderosos desde el anillo que rodea la forma consagrada. La Parroquia indicó que se escribiera en latín en el anillo el último versículo del Evangelio de San Mateo: “He aquí que Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin de los siglos”.
En segundo lugar, se expresa la unión íntima entre el sacrificio de la Cruz y la Eucaristía, porque la pequeña cruz – que es el viril central – está superpuesta en la gran forma consagrada.
Pero también todo el diseño expresa la fe en la Iglesia, que es “columna y fundamento de la verdad” (1 Tim. 3,15), porque esta custodia se construye con un pilar edificado sobre el cimiento de los doce apóstoles (grabados dentro de doce puertas en la parte inferior más ancha), y el pilar sostiene en su parte superior la Cruz y la Eucaristía, ofreciendo a todo el mundo su tesoro: Jesús resucitado en la Eucaristía.
En el centro de la columna está grabada la imagen de la Reina de la Paz de la escultura de mármol blanco situada en la entrada principal de la Parroquia. Este pilar evoca también la primera aparición de María sucedida por tradición en España en el Pilar de Zaragoza al apóstol Santiago, patrono de la Parroquia de Medjugorje.
La custodia también puede ser entendida con la descripción de la nueva Jerusalén del Apocalipsis de San Juan (Ap. 21, 9-27).
Más de cerca, el detalle más pequeño de esta custodia, que solo ve el sacerdote que dirige la Adoración, es un pequeño ángel de apenas 3 cm de alto situado detrás del viril, en actitud de Adoración. Tiene una función técnica: asegurar firmemente la posición del viril con esa pieza al inicio de la Adoración. Pero también expresa la autoridad del sacerdote que “sitúa” a San Miguel, príncipe de los espíritus celestiales, que con todos los ángeles se une para adorar a Dios tres veces santo. En la Tradición se nos enseña que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles, simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar.
– ¿Cómo surge la inspiración de hacerla tal cuál es?
En mi testimonio del Festival de la Juventud del año 2013, al que me remito, expliqué que este diseño, en sus más pequeños detalles surgió de una actitud de humildad y obediencia a las indicaciones de la Parroquia. También del asombro, emoción y gozo de la experiencia de la presencia real de Jesús en la Eucaristía, que viví con intensidad durante el diseño. Y sobre todo con una actitud de oración y la ayuda de la gracia que dan los sacramentos porque, aunque estudié muchas custodias españolas antiguas para utilizar el conocimiento artístico heredado de siglos, había algo que me pareció más importante aún: necesitaba la ayuda del Espíritu Santo, que recibí a través de los sacramentos. Por esta razón solo trabajaba en los planos o pensaba en la custodia y sus detalles cuando estaba en estado de gracia, con la gracia que se obtiene con la confesión. Si tenía conciencia de haber cometido algún pecado, aunque fuera leve, me sentía indigno, dejaba de trabajar en los planos y ni siquiera pensaba en la custodia: iba a confesarme y después continuaba el trabajo.
Después de varias semanas de trabajo, cuando tenía que dibujar a lápiz la perspectiva del viril central, la cruz y el anillo con todo detalle, para enviarlo a los franciscanos y aprobaran el diseño, decidí realizar el dibujo de rodillas ante el Santísimo.
– ¿Dónde se hizo la custodia y cuánto tiempo llevó hacerla?
Se fabricó en Madrid, en el taller de Luis Molina Acedo, tercera generación de orfebres. Necesitaron dos meses para fabricarla, durante el cual colaboré con ellos para resolver detalles concretos, dada su complejidad técnica debido a sus grandes dimensiones.
– ¿Cómo llega la custodia a Medjugorje?
Fue una historia sorprendente, y no como estaba previsto. Para protegerla durante el transporte fue necesario construir una caja de madera de grandes dimensiones, que pesaba más de 100 kg. Su gran tamaño hacía muy complicado el transporte por vía terrestre y aérea a través de varios aeropuertos y aduanas. Debía llegar antes del 25 de junio de 2001, para inaugurarla en el 20º Aniversario de las primeras apariciones.
Durante los tres meses previos al envío intentamos transportarla en el avión del ejército del aire que todas las semanas abastecía, en vuelo directo de Madrid a Mostar, a la base militar española. Allí se ubicaba la misión de Paz internacional tras la guerra de los Balcanes de los años 90. Era el medio más seguro, pero no lo conseguimos. Entonces, cuando ya habíamos desistido, actuó la Providencia.
La salida estaba planificada por transporte comercial desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) hasta Zagreb un viernes por la mañana pasando por París. Pero hubo un error que provocó que se retrasara la salida hasta el lunes siguiente a media mañana. Ese retraso fue providencial, porque ese mismo viernes por la tarde me presentaron al militar responsable de todo el servicio de transporte de las misiones militares españolas en el extranjero.
El lunes siguiente, este militar logró en menos de tres horas la autorización para transportar en el avión militar la custodia desde la base militar de Madrid hasta Mostar, y desde Mostar un camión militar la trasladó a la parroquia de Medjugorje. Lo que no sabíamos es que si hubiera salido el lunes por el transporte comercial no hubiera llegado a Medjugorje a tiempo porque las aduanas de Croacia y Bosnia estarían cerradas a su llegada. Así la misión de paz internacional en los Balcanes, pero en concreto el ejército español, que estaba en Mostar, llevó la custodia de la manera más digna y segura.
Tengo que decir que ser testigo directo de esta nueva actuación de la Providencia me impactó enormemente.
– Espiritualmente ¿Que sentís cuando ves a tantos peregrinos adorando a Jesús en Medjugorje ante la custodia?
Siento estupor por haber tenido el gran honor de haber contribuido con mi trabajo para apoyar a la Parroquia de Medjugorje en que personas de todo el mundo adoren la Eucaristía. Pero siendo consciente de que no tenía mérito alguno para hacerlo, y conociendo bien mi propia indignidad, comprendo que el amor del Señor por cada peregrino que se postra en adoración es inmenso. De hecho esta custodia se diseñó con el mayor tamaño posible para que sea vista por quien esté a la mayor distancia del altar. Para que quien haya llegado el último o se sienta más indigno y pecador, sienta el amor personal del Señor, tal y como yo me sentía mientras la diseñaba.
– ¿Cuándo viniste por primera vez a Medjugorje y cuál fue tu impresión?
Fue en aquella primera peregrinación del fin de año del 2000. Llegamos por la noche, y recuerdo que fuimos directamente a la parroquia, donde se estaba adorando la Eucaristía. Me produjo una profunda impresión ver a fieles y peregrinos, de rodillas en oración silenciosa durante tan largo tiempo. Esa primera impresión la he tenido en todas las peregrinaciones posteriores: en Medjugorje se vive la liturgia y se reza con mucha intensidad.
– ¿Que supuso Medjugorje en tu vida?
Medjugorje cambió la forma de vivir mi espiritualidad y mi relación con Dios y con María. A la vez, cambió mi vida porque en ese primer viaje conocí en el grupo a la que años después sería mi esposa.
– Muchos peregrinos de habla hispana no saben que detrás de esta maravillosa obra está uno de los nuestros. ¿Qué mensaje tenés para el pueblo iberoamericano, que últimamente es uno de los más numerosos en peregrinar a Medjugorje?
Este trabajo excede al diseñador, y a todos los que colaboraron en su fabricación y transporte. Creo que todo peregrino de habla hispana o portuguesa debe sentir como suya esta custodia de Medjugorje, porque es fruto de la tradición y cultura iberoamericana que está enraizada en la fe católica, y de la cual somos todos herederos.
Desde el Concilio de Trento en el siglo XVI miles de custodias de tipo “sol” fueron fabricadas por españoles. Españoles de origen europeo, pero también españoles indígenas y españoles mestizos. Y las distribuyeron por todo el mundo, promoviendo así la Adoración Eucarística. España abarcaba hasta el siglo XVIII y XIX varias zonas de Europa, pero también inmensos territorios del continente americano, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego; y del continente africano; y amplias costas e islas del Pacífico; sin olvidar Filipinas, que también es hispana por cultura aunque ya no hable español. También participó en la misión evangelizadora Portugal, nuestro país hermano de la península ibérica, y todos sus territorios históricos. Esta custodia de Medjugorje diseñada y fabricada por españoles, y transportada providencialmente por el ejército español, es una contribución más a una tarea gigante de siglos.
Todo peregrino en Medjugorje es invitado a adorar, y la Reina de la Paz pide reiteradamente – según afirman los videntes en numerosos mensajes – que se adore la Eucaristía “…adorad sin cesar al Santísimo Sacramento del Altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración…” (15 de marzo de 1984). Es decir, esta invitación debe ser continuada por los peregrinos en sus países a la vuelta de su peregrinación, también los que proceden de países iberoamericanos.
Deseo que el destello de majestad y belleza que se puede ver y sentir contemplando la Gran Custodia de Medjugorje mientras se adora la Eucaristía, anime en esa misión.
La posición de la Iglesia, por ahora, es de absoluta prudencia porque la Iglesia nunca reconoce ninguna aparición hasta que no haya finalizado y nunca se pronunciaría sin haber completado el estudio correspondiente que, en este caso, a diferencia de otras apariciones, no ha sido competencia del obispado sino que lo está siendo del mismo Vaticano, como lo demuestra el nombramiento de una Comisión de Investigación para el estudio del fenómeno de Medjugorje.
JUAN PABLO II
Juan Pablo II dijo: «Si no fuera Papa, ya habría ido a Medjugorje y lo habría hecho sobre todo para confesar». «Medjugorje es la continuación de Fátima» dijo también al obispo Pablo María Hnilica SJ, en 1984. En numerosas ocasiones Juan Pablo II habló favorablemente de Medjugorje con cardenales, obispos, sacerdotes y grupos de fieles que acudían a visitarle e informarle acerca de lo que allí ocurría. El sucesor de Pedro, tan atento al curso de la historia, nunca vaciló en manifestar su amor y su gratitud hacia el mensaje de Medjugorje.
El Papa polaco en su encuentro con el padre Jozo Zovko -que pagó con la cárcel su fidelidad a las apariciones cuando era párroco en Medjugorje en 1981- le dijo: «Proteged Medjugorje». Juan Pablo II no sólo manifestó su benevolencia hacia Medjugorje sino que también expresó más de una vez su deseo de visitarlo. En junio de 1986, en respuesta a un grupo de doce obispos italianos que buscaban consejo pastoral sobre la gente que iba de peregrinación allí, les dijo: “Dejen que la gente vaya a Medjugorje. Allí se convierten, oran, se confiesan, hacen penitencias y ayunan”, lo que venía a suponer una invitación a los sacerdotes, no sólo a acompañar a los peregrinos sino también a que administraran los sacramentos.
BENEDICTO XVI
Benedicto XVI, tras el fallecimiento de Juan Pablo II, tomó parte activa en el estudio del fenómeno de Medjugorje de forma que la Oficina de Información de la Santa Sede, comunicó el 17 de marzo de 2010, la constitución, ante la Congregación para la Doctrina de la Fe y bajo la presidencia del cardenal Camillo Ruini, de una Comisión internacional de investigación sobre Medjugorje integrada por seis cardenales: además del cardenal Ruini, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (el salesiano Angelo Amato), Josef Tomko (Prefecto Emérito de Propaganda Fide), Vinko Puljic (arzobispo de Sarajevo), Josip Bozanic (arzobispo de Zagreb) y Julián Herranz (Presidente Emérito del Pontificio Consejo para los textos legislativos). Junto a ellos, un grupo de teólogos y expertos en mariología.
Dicha comisión se ha entrevistado en los últimos años con todos los videntes en Roma. Los encuentros se llevaron a cabo en una sala de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en donde se encuentra protegido el archivo del grupo de trabajo. De cualquier forma, como anunció en su día el jefe de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, se trata de una comisión de estudio e investigación a la que no le compete tomar decisiones, ni pronunciamientos definitivos, sino ofrecer el resultado de su estudio, su voto – como se dice en términos técnicos – para trasladarlo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es la que adopta las decisiones y decide si hacer o no un pronunciamiento público.
En el mismo sentido, hablaba el cardenal Camillo Ruini, presidente de la comisión, tan solo unas semanas antes del anuncio de dimisión de Benedicto XVI, concretamente, el 11 de enero de 2013, afirmando ante la prensa: “Falta aún un poco para concluir las investigaciones sobre Medjugorje […] espero que no muchísimo pero no será una cosa inminente, además nosotros somos una comisión consultiva, ofrecemos nuestra opinión, un parecer que pasamos a la Congregación para la Doctrina de la Fe y después será ésta la que decida si hacer o no un pronunciamiento público”. Éstas han sido las últimas declaraciones públicas en este sentido.
La renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero de 2013, hizo que todos los resultados de la comisión hayan pasado a ser asunto del nuevo pontífice.
PAPA FRANCISCO
Desde que el Papa Francisco fuera elegido, el 13 de marzo de 2013, no se han vuelto a hacer más declaraciones oficiales desde el Vaticano sobre Medjugorje, por lo que sólo cabe esperar alguna manifestación que, en cualquier caso, y dado que las apariciones siguen produciéndose, no se espera que sean aún concluyentes.
Lo que sí se sabe, es que desde hace mucho tiempo el cardenal Bergoglio seguía de cerca los acontecimientos de Medjugorje. Como arzobispo, se apresuró a autorizar y facilitar el camino para que el vidente Iván ofreciera su testimonio en Buenos Aires como una de sus últimas decisiones antes de su partida a Roma donde sería elegido Papa. Fue él también quien recibió al padre Jozo Zovko en su visita de misión a Argentina y quien acogió, en febrero de 2012, a fray Danko Perutina -bien conocido de todos los peregrinos de Medjugorje y vinculado de forma particular a la extensión del mensaje de María en América-. Se recuerda aún con cariño, la breve entrevista que mantuvo con él en el aeropuerto de Ezeiza.
Para completar su perfil, cabe señalar que desde hace tres años, su confesor era un franciscano de Herzegovina, el P. Ostojić y, anteriormente, durante 30 años, lo fue el P. Nicolás Mihaljević (fallecido), también croata y jesuita al igual que él.
Finalmente, será él quien tomará una decisión tras el estudio de las conclusiones llevadas a cabo por la Comisión Vaticana sobre Medjugorje. De algún modo, durante su gestión como arzobispo todas las iniciativas contaron con su respaldo, ahora deberemos intensificar las oraciones para que todo se resuelva según el Plan del Cielo.
El 11 de febrero de 2017, el Santo Padre encomendó al arzobispo Henryk Hoser, S.A.C., obispo de Varsovia-Praga(Polonia), que fuera a Medjugorje como enviado especial de la Santa Sede.
«La misión tiene como objetivo adquirir un conocimiento más profundo de la situación pastoral y, sobre todo, de las necesidades de los fieles que van en peregrinación y, sobre la base de ello, proponer posibles iniciativas pastorales para el futuro. Por lo tanto, la misión tendrá un carácter exclusivamente pastoral».
Tras esta buena noticia para la Parroquia de Medjugorje, el 31 de mayo de 2018, el Papa nombró Visitador Apostólico de carácter especial para la Parroquia de Medjugorje a Mons. Henryk Hoser. El comunicado fue leído públicamente tanto por Fr. Miljenko Steko, Provincial de la Provincia Franciscana de Herzegovina, como por Fr. Marinko Sakota, párroco de Medjugorje, con calurosas palabras de bienvenida y agradecimiento al Papa por el nombramiento de Mons. Hoser, quien siempre se ha manifestado claramente a favor de la espiritualidad de la Reina de la Paz y admirador del programa pastoral que desarrolla la parroquia no sólo en el desarrollo de su programa diario de oración sino en la organización de grandes eventos. En rueda de prensa ofrecida desde Medjugorje, en abril de 2017, Mons. Henryk Hoser afirmaba: «Aquí la gente viene a la fuente. Aquí sacian su sed, la sed de lo sagrado, la sed de Dios, la sed de la fe, descubren la oración y todo eso pasa con la ayuda de la Bienaventurada Virgen […] Vosotros debéis ser los portadores de la buena noticia y podéis decir al mundo entero que en Medjugorje de nuevo se encuentra la luz«.
El Comunicado ofrecido desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede dice así:
«Este 31 de mayo de 2018, el Santo Padre Francisco ha nombrado a S.E. Mons. Henryk Hoser, S.A.C., Arzobispo-Obispo emérito de Varsavia-Praga (Polonia), Visitador Apostólico de carácter especial para la parroquia de Medjugorje a tiempo indeterminado y ad nutum Sanctae Sedis.
Se trata de un encargo exclusivamente pastoral en continuidad con la misión de Enviado Especial de la Santa Sede para la parroquia de Medjugorje, confiada a Mons. Hoser el 11 de febrero 2017 y por él concluida en los meses pasados».
La misión del Visitador Apostólico tiene como fin asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial de Medjugorje y de los fieles que se dirigen en peregrinación, cuyas exigencias requieren una peculiar atención».
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