Redacción Roma, 16 de mayo de 2024 / 10:08 am
La Sierva de Dios Chiara Corbella Petrillo, la joven y alegre madre que murió de cáncer en 2012, estará un paso más cerca el próximo mes de ser declarada santa.
La Diócesis de Roma anunció el miércoles que celebrará la sesión de clausura de la fase diocesana de su causa de beatificación el viernes 21 de junio al mediodía en la Archibasílica de San Juan de Letrán.
Desde su muerte a la edad de 28 años, Corbella ha inspirado a muchos con su testimonio de fe y alegría en medio del sufrimiento y la pérdida.
Corbella conoció a su marido, Enrico Petrillo, a la edad de 18 años durante una peregrinación a Međjugorje. Se casaron seis años después en Asís, el 21 de septiembre de 2008.
En los dos primeros años de matrimonio, Chiara y Enrico sufrieron la muerte de dos hijos, ambos menos de una hora después de nacer.
Su primera hija, Maria Grazia Letizia, fue diagnosticada en el útero con anencefalia, un defecto congénito grave en el que un bebé nace sin partes del cerebro o el cráneo. Chiara decidió llevar al bebé a término y su hija vivió lo suficiente como para ser bautizada en el hospital, muriendo media hora después de su nacimiento en junio de 2009.
Durante su segundo embarazo, las ecografías revelaron que su hijo no tenía piernas ni riñones. El bebé Davide Giovanni murió en junio de 2010 después de vivir 38 minutos.
La pareja decidió compartir su testimonio sobre los pocos minutos que pudieron pasar con sus hijos en eventos provida en Italia. También se sometieron a pruebas genéticas que no revelaron ningún riesgo patológico para sus futuros hijos.
«El Señor nos dio dos hijos especiales: Maria Grazia Letizia y Davide Giovanni, pero nos pidió que los acompañáramos solo hasta su nacimiento. Nos dio la oportunidad de abrazarlos, bautizarlos y luego confiarlos en las manos del Padre, todo con una paz y una alegría que nunca antes habíamos experimentado», contó Chiara.
Corbella se quedó embarazada por tercera vez de su hijo Francesco en 2010 y las ecografías mostraron que estaba en perfecto estado de salud. La alegre noticia duró poco, ya que Chiara fue diagnosticada con cáncer. Los médicos le extirparon un tumor en la lengua que resultó ser canceroso.
Chiara rechazó cualquier forma de tratamiento que supusiera un riesgo para su hijo por nacer, priorizando su vida sobre la suya. Su bebé nació el 30 de mayo de 2011.
A medida que el cáncer hacía metástasis, a Chiara le resultaba difícil hablar y ver con claridad. En abril de 2012 se le tomó una foto con un parche en el ojo y una gran sonrisa, menos de dos semanas después de enterarse de que su enfermedad era terminal. Se preparaba para la muerte recibiendo el Santísimo Sacramento diariamente.
En una carta que Chiara escribió a su hijo Francesco, recordó el verso del Evangelio: «Mi yugo es fácil y mi carga ligera».
Su marido, Enrico, ha contado cómo le preguntó a Chiara sobre esto poco antes de que muriera. Compartió su respuesta en un discurso en la Plaza de San Pedro en 2016.
«Le pregunté: ‘Chiara, ¿esta cruz es realmente dulce como dice el Señor?’ Ella me sonrió, y con voz frágil respondió: ‘Sí, Enrico. Es muy dulce'».
Chiara murió el 13 de junio de 2012, en su casa con su vestido de novia, rodeada de su familia y amigos, un año después del nacimiento de su hijo.
La causa de canonización de Corbella fue anunciada el 13 de junio de 2017, en el quinto aniversario de su muerte.
Sus padres fueron invitados a contar su historia en la Jornada Mundial de la Juventud 2023 en Lisboa, donde compartieron que el hijo de Corbella, Francesco, tiene 11 años y se inspiró en el testimonio de su madre.
Con el cierre de la investigación diocesana sobre la vida, las virtudes y la santidad de Corbella, los testimonios documentados y otros materiales para su causa de beatificación serán sellados y enviados al Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano para un mayor escrutinio.
El siguiente paso en el proceso será que el Papa la reconozca como alguien que vivió una vida de virtudes heroicas y la declare venerable.
Corbella necesitará dos milagros atribuidos a su intercesión para ser declarada santa.
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