Ciudad del Vaticano, 27 de abril de 2024 / 11:30 am
El beato Pier Giorgio Frassati podría ser declarado santo durante el Año Jubilar 2025 de la Iglesia Católica, según el jefe de la oficina del Vaticano para las causas de los santos.
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, anunció en la asamblea nacional de Acción Católica en Sacrofano, Italia, el 26 de abril, que la canonización de Frassati está «en el horizonte«.
«Me gustaría decirles que la canonización del beato Pier Giorgio Frassati está ahora claramente en el horizonte y está a la vista para el próximo Año Jubilar», dijo el cardenal, según Avvenire, el periódico oficial de la Conferencia Episcopal Italiana.
Frassati, que murió a los 24 años en 1925, es amado por muchos jóvenes católicos de hoy por su testimonio entusiasta de la santidad que llega «a las alturas».
El joven de la ciudad de Turín, en el norte de Italia, era un ávido montañero y dominico de tercer orden conocido por su labor caritativa.
A la edad de 17 años, se unió a la Sociedad de San Vicente de Paúl y dedicó gran parte de su tiempo libre a cuidar de los pobres, las personas sin hogar y los enfermos, así como de los soldados desmovilizados que regresaban de la Primera Guerra Mundial.
Frassati también estuvo involucrado en el Apostolado de la Oración y la Acción Católica. Obtuvo permiso para recibir la Comunión diaria.
En una fotografía de la que sería su última escalada, Frassati escribió la frase «Verso L’Alto», que significa «a las alturas». Esta frase se ha convertido en un lema para los católicos inspirados por Frassati para luchar por la cumbre de la vida eterna con Cristo.
Frassati murió de poliomielitis el 4 de julio de 1925. Más tarde, sus médicos especularon que el joven había contraído poliomielitis mientras atendía a los enfermos.
El Papa Juan Pablo II, quien beatificó a Frassati en 1990, lo llamó un «hombre de las Ocho Bienaventuranzas», describiéndolo como «completamente inmerso en el misterio de Dios y totalmente dedicado al servicio constante de su prójimo».
Para ser canonizado como santo en la Iglesia Católica, un milagro atribuido a la intercesión de Frassati deberá ser reconocido oficialmente en un decreto firmado por el Papa. El Papa Francisco suele firmar este tipo de decretos cuando se reúne con Semeraro.
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