Mi Divino Hijo No Permitirá Que La Tierra Sea Destruida

Mensaje de La Santísima Virgen María a Luz de María de Bonilla el 23 de abril de 2024:

Amados hijos de mi Inmaculado Corazón, reciban mis bendiciones y mi amor maternal. Queridos hijos, los llamo a cada uno de ustedes, individualmente, a examinarse nuevamente respecto de sus obras y comportamientos personales. Mi divino Hijo os llama a renovaros interiormente; ¡Es urgente que te conviertas ahora! Una y otra vez os he llamado a la conversión. Mis hijos no quieren obedecer; ignoran mis llamados y continúan despreciando a mi divino Hijo. Esta desobediencia genera mayor sufrimiento para la humanidad. (cf. 3 Juan 4:8-XNUMX) La locura que sufre esta generación es la de negarse a caminar hacia mi divino Hijo.

Amados hijos, permanezcan en alerta espiritual, aliméntense del bien, protéjanse espiritualmente, reciban a mi divino Hijo debidamente preparado, deseen el bien a sus hermanos y practiquen el bien en todo momento. (cf. Gálatas 6:9-10). Esto es necesario para ti en este momento en el que estás siendo atacado continuamente por el diablo y sus secuaces. La fe debe mantener un fundamento fuerte y firme para que no decaiga ante las pruebas diarias.

Amados hijos, la enfermedad se acerca a vosotros; se extenderá hasta infectar a tantos seres humanos como sea posible. La enfermedad es altamente contagiosa y rápidamente, por lo que los viajes aéreos y todo tipo de transporte público se verán afectados a causa del contagio. Os he llamado a utilizar el aceite del Buen Samaritano y la caléndula para prevenir la propagación de esta enfermedad, que se extenderá a tantos de Mis hijos. Comenzará con fiebre y malestar corporal; habrá una tos fuerte y luego aparecerán pequeñas heridas en la piel hasta que estas se conviertan en heridas más grandes, siendo este el indicador de esta enfermedad. Es una variante de la lepra que afectará a mis hijos, y así seguirá desarrollándose hasta afectar el cuerpo en su totalidad, si no se dan prisa en tomar las medidas correspondientes.

Hijos de Mi Corazón, la guerra va a ocurrir y en este momento los preparativos para ella se están dando a gran escala a espaldas de la mayoría de Mis hijos. La humanidad probará la amargura de esta tragedia, precipitando el hambre y una mayor violencia entre los seres humanos. Amados hijos de mi Inmaculado Corazón, grandes embates de la naturaleza se sucederán, uno tras otro, en toda la tierra. Los elementos no se harán esperar, y en un lugar y en otro purificarán a la raza humana en su afán de lavar tanto pecado que la humanidad está permitiendo que caiga sobre la tierra. El asombro de la humanidad será inmenso al ver cómo naciones poderosas poseen armas que no han sido dadas a conocer y que la ciencia mal utilizada ha creado. Queridos hijos, mi amado Ángel de la Paz sufre al ver y sentir el desamor de esta generación, que ha distorsionado la misma palabra “amor”, dándole un significado egoísta, un sentido de posesión, de interés personal, de libertinaje, de orgullo.

El amor en las familias está sujeto a la conveniencia. El amor en la pareja está dominado por la superioridad y el egoísmo. El amor hacia tus hermanos y hermanas se bloquea al buscar un lugar de honor. El amor ha sido deformado por intereses personales y por falta de transparencia material. Por eso os invito, hijitos, a mantener el amor a Dios y al prójimo, así como os amáis a vosotros mismos. (cf. Mc. 12:29-31)El amor mantiene activa en ustedes la llama de mi divino Hijo, y por su falta, mi amado Ángel de la Paz sufre, sufre por la raza humana.

Oren, hijos, oren; la tierra seguirá temblando en un lugar y en otro.

Oren por China y Taiwán; sufrirán movimientos más fuertes de la tierra.

Oren, hijos, oren; Chile y Ecuador deben prepararse: la tierra temblará con gran fuerza. España sufrirá.

Orad, hijos míos, orad, hijos míos; Se acerca el tiempo, habrá otro ataque en medio del silencio.

Orad, hijos míos; orad ante tanto mal que se ha arraigado en la humanidad.

Oren hijos míos; oren por México, Estados Unidos, Rusia; la tierra temblará fuertemente.

Orad, hijos míos; oren por Australia, Nicaragua y Costa Rica; su suelo temblará.

La guerra aumenta. Las naciones se provocarán unas a otras y se desatará una guerra total en todo el mundo. Ante la confusión, una nación actuará apresuradamente y ocurrirá lo indeseable. ¡Que dolor! ¡Qué lamento! ¡Cómo sufrirán mis hijos por la desobediencia! No os podéis imaginar la terrible prueba que se está imponiendo el género humano: serán tiempos de dolores de parto. Una parte de la humanidad guarda en su corazón a mi divino Hijo, y otra parte lo ofende hasta el sacrilegio. Ha llegado la enfermedad de la negación espiritual y habrá persecución. Permaneced atentos para no sucumbir a las tentaciones del mal. Las reliquias del cristianismo serán profanadas por las hordas del diablo.

Hijitos, mantened la fe, la esperanza y la caridad hacia vuestros hermanos. En los momentos más impensables, den gracias y oren, siendo más amorosos, más fraternos, más parecidos a mi divino Hijo. Sin miedo, camina con seguridad; Legiones de ángeles os custodian bajo el mando de mi amado San Miguel Arcángel y de esta Madre. Atendiendo a las súplicas de cada uno de vosotros, os haré sentir mi cercanía. Mi divino Hijo os consuela y os da señales y señales para que estéis seguros de que Él está con Sus hijos y os protege constantemente. Mi divino Hijo os dará “maná celestial” para que no os entreguéis en manos diabólicas a causa del hambre. ¡Mantén siempre tu fe! Mi divino Hijo no permitirá que la tierra sea destruida. Él vendrá antes con Su poder y detendrá la locura de la humanidad.

Te bendigo, te amo. No temáis lo que es del mundo; teman ofender a mi divino Hijo.

Madre María

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas, Nuestra Madre nos ha revelado que el desamor traerá las consecuencias más graves. Ante la ausencia del bien, el mal se apodera de muchos seres humanos, y veremos lo que antes creíamos que era una distopía. El amor falso conducirá al sufrimiento de la humanidad; la incertidumbre de lo que se avecina logrará debilitar la fe humana, porque es una fe pasajera, mientras el cielo nos ha llamado a fortalecer nuestra fe, a ser más espirituales. El conocimiento es bueno cuando se usa para el bien, pero el conocimiento con el fin de ocupar un lugar de honor sobre los hermanos y hermanas debilita la fe y conduce a la decadencia espiritual. Por tanto, conozcamos a Cristo para evitar lo que podamos evitar. Conozcamos a Cristo y estemos más cerca de Él y de nuestra Madre para sufrir por amor y no por miedo.

Como Madre amorosa y preocupada por sus hijos, la Santísima Virgen nos ha recomendado utilizar a partir de ahora el aceite del Buen Samaritano y la caléndula y así prepararnos para afrontar mejor la enfermedad cuando aparezca. Al final, Cristo saldrá victorioso y triunfará el Inmaculado Corazón de María. Hagamos nuestra parte: seamos criaturas de fe, esperanza y caridad, nacidas del amor de la Santísima Trinidad.

Amén.