Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María de Bonilla el 10 de junio de 2024:
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, vengo a vosotros enviado por la Santísima Trinidad. Recibirás nuestra protección angelical cada vez que nos invoques. Como hijos de Dios, toda la humanidad debe estar atenta a las señales y señales de este momento. En la época de la Torre de Babel (cf. Génesis 11:1-9), la raza humana había crecido tanto en su ego que creyó que podía llegar a Dios y provocó que Él los separara, llegando a hablar diferentes idiomas.
En este momento veo una humanidad que ha crecido en su ego, que ya no quiere llegar a Dios sino que desea que Dios no exista como Todopoderoso en la vida de cada persona. Sufrirás mucho por esto; no como en el caso de la Torre de Babel, sino con lo que el hombre mismo ha creado para su propio dolor y sufrimiento. Gemiréis y clamaréis pidiendo ayuda divina, pero el sufrimiento a causa de las armas se habrá vuelto contra el hombre mismo. Caerá fuego de lo alto, fuego que se extenderá por casi toda la tierra mediante la energía nuclear. [ 1 ]Es el orgullo humano el que quiere seguir siendo dueño de la tierra, gobernar a todos y hacer cumplir sus deseos en todo el mundo.
El que es Justo entre los justos [ 2 ] Vendrá a separar el trigo de la cizaña. (cf. Mt 13, 24-30), para separar la luz de la oscuridad. El Ángel de la Paz llegará tras la aparición pública del Anticristo [ 3 ]; será enviado como un gran acto de misericordia divina. Será enviado por la Santísima Trinidad para clamar para que la humanidad regrese a Dios; y dada la furia del Anticristo, será perseguido, pero no abatido; será calumniado, pero no vencido, porque estando en presencia del Ángel de la Paz, el ser humano sentirá dolor o felicidad en su corazón según la cantidad y calidad de sus actos y obras. Será temido por su santidad y su verdad, que, como una espada, dejarán sin aliento a quienes quieran hacer tropezar el Cuerpo Místico de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
El Ángel de la Paz es un ser humano:
Él no es Elías…
Él no es Enoc…
Él no es Juan…
Él no es otro que él mismo, el Ángel de la Paz. Unidos en el amor, os suplico que dediquéis este 13 de junio al Ángel de la Paz.
Orad en espíritu y en verdad.
Oren, hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren; Estados Unidos y Rusia están tan cerca que un paso en falso encenderá la chispa incontrolable de la guerra.
Oren, hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren; Las placas tectónicas se mueven con fuerza dentro de la Tierra. El magnetismo actúa atrayendo meteoritos de gran tamaño e inesperados hacia la Tierra.
Oren por Bolivia y Centroamérica.
Oren hijos, oren por Jamaica; sufrirá.
Oren, hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por Argentina; está llegando a una encrucijada.
Oren, hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo; orad ante la enfermedad que se avecina para toda la humanidad.
Ante la intensa provocación de las naciones, debéis actuar con prudencia y prepararos. Sean hacedores de la Voluntad de Dios y actúen con fe. No es momento de preguntas, sino de que cada persona se pregunte en su interior: ¿Cómo soy yo? Se cada día más espiritual. Cada persona abrirá su propio camino hacia la comunión con la Voluntad de Dios. Yo os protejo con mis legiones angelicales.
San Miguel Arcángel
Dios te salve María, pura, concebida sin pecado
Dios te salve María, pura, concebida sin pecado
Dios te salve María, pura, concebida sin pecado
Comentario de Luz de María
Hermanos y hermanas, estamos viviendo momentos de dolor ante tanta muerte que ha sucedido y sucederá a causa de la guerra. Inmersa en los intereses de cada nación, la humanidad está cegada por la locura del poder. Sin embargo, Dios detendrá la guerra [Tercera Guerra Mundial] y entraremos en el dolor del alma, que es un dolor más profundo que llega hasta lo más profundo de nosotros, por haber sido indiferentes a las llamadas divinas. Tenemos que entender que Dios es Dios y que nosotros somos sus criaturas, y que sobre todo reina y reinará la Voluntad Trinitaria. Doblemos nuestras rodillas y vivamos esa supremacía divina en adoración. Esperemos pacientemente la venida del Ángel de la Paz.
Notas a pie de página
Moral y Luces 