Padre Tom: “Nunca he tenido miedo de morir”

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El Papa Francisco bendice el testimonio de Tom Uzhunnalil, secuestrado durante más de 18 meses en Yemen

El Papa Francisco recibió, en El Vaticano, al misionero salesiano de origen indio Tom Uzhunnalil que fue secuestrado en Yemen durante casi 80 semanas y fue liberado el pasado martes. El breve encuentro sirvió para que el Papa bendijera la entereza y el testimonio de fe que había mantenido durante su cautiverio.

Tom Uzhunnalil llegó a Roma el mismo día que fue liberado procedente de Omán. Alojado en la comunidad salesiana del Vaticano para favorecer su recuperación y preservar su seguridad, una de las primeras cosas que quiso hacer fue rezar en la capilla y celebrar la Santa Misa. Este último deseo, sin embargo, no pudo cumplirse en ese momento por la urgencia de ser sometido a un exhaustivo reconocimiento médico, aunque sí pidió ser confesado.

El padre Tom aseguró que durante todo el periodo de su secuestro continuó celebrando espiritualmente la Santa Misa todos los días, recordando de memoria las plegarias de la Misa y confirmó que cuando los asaltantes lo secuestraron él se encontraba en la capilla de las Misioneras de la Caridad de la comunidad de Adén.

El misionero salesiano agradeció en todo momento a los Salesianos, a Dios, a la Virgen y a todas las personas que habían rezado por su liberación. Entre los salesianos que lo recibieron destacaban el padre Francesco Cereda, Vicario del Rector Mayor, que representa al Superior que se encontraba de Visita de Animación en Malta, algunos hermanos salesianos de la Comunidad del Vaticano, salesianos de la Casa Generalicia y, especialmente, el padre Thomas Anchukandam, exprofesor del padre Tom y quien autorizó su viaje como misionero a Yemen cuando era Inspector de Bangalore.

Después del secuestro asegura que “nunca fui maltratado”, aunque por la situación que vivía, bajó rápidamente de peso y los secuestradores le entregaron los medicamentos para la diabetes. Siempre tuvo la misma ropa y fue trasladado de lugar dos o tres veces, pero siempre con los ojos vendados.

“Nunca he tenido miedo de morir”, destacó el misionero, quien también recordó lo que ocurrió el 3 de marzo de 2016, la noche antes de la matanza: “la superiora de la casa de las Misioneras de la Caridad de Adén, al comentar sobre la difícil situación en la que se encontraban como religiosas en el territorio de guerra, había manifestado que sería bueno ser martirizadas todas juntas por Cristo. Sin embargo, la más joven de las religiosas -que luego sobrevivió al ataque- respondió: “Quiero vivir por Cristo”.

Los salesianos que tuvieron la oportunidad de reunirse con el padre Tom Uzhunnalil reconocieron que habían recibido un testimonio de fe inolvidable.

En la tarde de ayer, a su regreso de la visita a Malta, el Rector Mayor de los Salesianos, don Ángel Fernández Artime publicó un mensaje de alegría por la liberación del padre Tom en el que agradecía la cercanía y oración de todos los ambientes salesianos del mundo para contribuir a su puesta en libertad y en el que confirmaba que nunca se le había pedido un rescate a los Salesianos ni le constaba que se hubiera realizado pago alguno en la operación llevada a cabo por un operador humanitario en coordinación con el Sultanato de Omán.

El X Sucesor de Don Bosco confirmó que el misionero salesiano regresará a la India cuando se recupere.

Niño de 6 años acaba asesinado con alevosía

MÉXICO

Un grupo de menores ‘juega’ a secuestrar a un niño de 6 años al que acaba asesinando con alevosía

Tienen entre 12 y 15 años y lapidaron, golpearon, estrangularon y apuñalaron a su víctima

JAVIER BRANDOLI Especial para EL MUNDO México DF

Actualizado:17/05/2015 17:45 horas

Un niño de 6 años, Cristopher Raymundo Márquez, fue lapidado, golpeado, estrangulado, apuñalado y enterrado por cuatro amigos, dos chicas de 12 años y tres chicos de 13 y 15, que decidieron entretenerse jugando a los secuestros. Los jóvenes recrearon sádicamente lo que tantas veces pasa entre los mayores y su juego acabó siendo demasiado fiel a la realidad.

Los hechos ocurrieron en Chihuahua, relata la página de internet ‘Proceso’. Concepción Mora, madre del pequeño asesinado, acudió el sábado a la Policía para interponer una denuncia por la desaparición de su hijo. La Fiscalía pronto activó la Alerta Ámber, para buscar desaparecidos, y comenzó un proceso de búsqueda. Sin embargo, poco tiempo después era otra madre, la de una de los verdugos, la que se ponía en contacto con la Fiscalía para narrar todo lo ocurrido. Su hijo, uno de los adolescentes de 15 años, se había derrumbado y contado todo.

Y lo contado es una trágica historia que acaba con Crhistian enterrado en un hoyo de cinco metros y con un animal muerto encima para evitar ser encontrado. Los verdugos acabaron explicando a la Fiscalía que todo comenzó cuando el grupo de amigos encontró al pequeño de 6 años fuera de casa y le invitaron a jugar cerca de la ladera de un arroyo para buscar leña.

En el trayecto, parece que a uno de los niños se le ocurrió cambiar de juego y propuso jugar a que secuestraban a Christian. Fue entonces cuando decidieron atarlo de pies y manos y comenzaron a agredirlo físicamente. El relato de los hechos indica que primero le lanzaron piedras a la cara y su cuerpo y después le golpearon con un palo con espinas para finalmente estrangularlo con un palo.

Cuando comprobaron que estaba sin vida una de las niñas de 12 años cavó un hoyo donde metieron su cuerpo hasta donde arrastraron su cuerpo y le colocaron boca abajo, momento en el que una de las menores, a pesar de estar muerto, le apuñaló por la espalda. Luego colocaron maleza encima y un animal muerto (que la web dice que no se especificó) para evitar que fuera identificado.

El Fiscal, tras los interrogatorios, afirma que «nunca lo tuvieron en cautiverio ni pidieron auxilio de algún adulto para el traslado. Todo lo hicieron ellos. Por el momento el Ministerio Público ha decidido apartar a los cinco niños de sus familias por omisión de cuidados mientras se determina el tratamiento que se les dará a los muy jóvenes homicidas. «Hay preocupación por la edad en la que se comete el hecho, todos son vecinos, se conocen entre sí. Se trata de familias y entornos sociales muy desestructurados», indicó. Por ahora ninguno de los menores, debido a su edad, está detenido, aunque los dos participantes de 15 años sí pueden ser imputados.