El Papa Francisco quiere ir a rezar al campo de concentración de Auschwitz

El Pontífice podría también hacer etapa en el santuario de la virgen negra de Częstochowa, Polonia, venerada por san Juan Pablo II

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El Papa Francisco en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en julio en la ciudad polaca de Cracovia, podría visitar también el campo de concentración de Auschwitz para rezar por las víctimas del odio y la persecución.

El deseo del Pontífice ha sido divulgado por el presidente polaco, Andrzej Duda, tras ser recibido en audiencia en el Vaticano este lunes 09 de noviembre.

“Auschwitz es un grito de dolor que, en ese gran sufrimiento, está pidiendo un futuro de respeto, de paz y de encuentro entre los pueblos”, escribió el Papa el 20 de abril, en el aniversario de los 70 años de la liberación del campo de concentración donde el régimen nazi exterminó a más de un millón de personas, en su mayoría judíos, durante la Segunda Guerra.

En esa ocasión, el Papa encontró también a los Rabinos de Europa en el Vaticano. El odio racial en el corazón de Europa-en la Segunda Guerra Mundial- “debe ser una advertencia a las generaciones presentes y futuras. Igualmente hay que condenar, en todos lados, las manifestaciones de odio y de violencia contra los cristianos y contra los fieles de otras religiones”.

Asimismo, en su viaje apostólico (26 al 31 de julio) a la patria de San Juna Pablo II quien instituyó la JMJ, el Papa Francisco podría visitar la ciudad de Częstochowa, sede del santuario mariano del mismo nombre, que es la más venerada reliquia del país y uno de sus símbolos nacionales, según informó, el presidente Duda, al final de la audiencia que duró 20 minutos en el Palacio Apostólico.

El presidente, acompañado por su esposa, Agata y su hija, Kinga, regalaron al Papa una imagen de la virgen negra de Czestochowa de la cual era muy devoto Juan Pablo II. Una leyenda indica que el Icono de la Señora de Częstochowa tiene raíces en los tiempos de San Lucas que lo habría pintado en un pedazo de madera de ciprés sacado de la casa de la Sagrada Familia.

Asimismo, durante el encuentro entre el mandatario polaco y el Papa, además de representantes de la diplomacia vaticana, se tocaron temas de interés bilateral: la promoción de la familia, la ayuda a los pobres, la acogida de los migrantes. Además de la paz en Ucrania y la situación en Oriente Medio.

No hay ideología que movilice lo que mueve María

Con frío ambiental pero corazón ardiente cientos de miles caminaron a Luján

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Mucho frío de noche, mucho sol de día, pero fe intacta a toda hora. Cientos de miles de argentinos participaron de la 41 peregrinación juvenil a pie a Luján, que une Buenos Aires con el santuario nacional, organizada por la arquidiócesis primada pero a la que se suman de numerosas diócesis.

Cada paso es oración, hablaba un laico con un sacerdote apostado en uno de las postas de atención a los peregrinos, una de las tantas que a la vera del camino sirven a quienes se prestaron durante la jornada a caminar a la casa de Nuestra Señora de Luján, patrona de los argentinos.

Muchos con el teléfono móvil, compartiendo con amigos y en redes sociales distintas postales de la caminata, aunque moderando el uso, para que alcance al final de la peregrinación y cuando las piernas no den más, poder encontrar a los amigos. Y también testificar con una “selfie” con María, en la misma imagen que nunca quiso irse de allí, que se llegó a destino.

Desde temprano del sábado se registraron arribos de grupos a la Basílica, principalmente de quienes salieron desde Moreno, punto intermedio, para poder celebrar la Misa durante la tarde o la noche del sábado, y dormir en casa.

Otros acompañaron la caravana central, que partió a las 12 del santuario de San Cayetano, en Capital Federal, y tuvo su Misa de cierre a las 7 del domingo. En esta ocasión la celebración central fue presidida por Joaquín Sucunza, obispo auxiliar de Buenos Aires, acompañado por otros prelados y sacerdotes.

Muchos aprovecharon para rezar por motivos personales, o incluso poniendo en manos de María distintas campañas que llevaban en sus camisetas.

Pero la oración por la nación estuvo muy presente, motivada desde la cuenta oficial de la Peregrinación, @LaPereLuján, activa como nunca. Un gesto especial en oración por la patria tuvo lugar a la 1, cuando miles encendieron una vela por el país, que en poco menos de un mes elige presidente.

La política dio su presente, de manera directa con la presencia del candidato Daniel Scioli, quien visitó una de las carpas sanitarias, según lo afirmó en su cuenta de Twitter.

También se vio peregrinar a jóvenes con consignas del Pro, partido encabezado por Mauricio Macri, también candidato para las generales, e imágenes de los candidatos de las distintas fuerzas en varios puntos, incluso en puestos de asistencia a los peregrinos.

Muchos manifestaban su enojo al ver que aliviar y acompañar su esfuerzo era motivo de campaña. Pero María podía más, y por ella se caminaba. No por ese vaso de agua.

No hay ideología que movilice lo que mueve Maríaen cada una de sus advocaciones, en este caso, Nuestra Señora de Luján. Es ella la que hace posible que cientos de miles, familias, ancianos, amigos, feligreses de parroquia, alumnos de colegio, compañeros de club e incluso de ideas, caminen por horas y horas para completar los hasta 60 kilómetros de la peregrinación más tradicional de Buenos Aires.

Lourdes inundado

Actualizado 23 octubre 2012

Lourdes inundado. Duro signo

En apenas 24 horas las aguas del Gave desbordaron. Los accesos al santuario imposibles y la Gruta quedó bajo las aguas. Quizá la última vez que se vio algo igual fue el año 1937. 

Extraños tiempos, extraños signos. Unas aguas torrenciales de las que sólo se ha salvado la roca que fue pisada por Nuestra Señora. El resto ha quedado a merced de la furia las aguas. Pero estos extraños tiempos nos permiten palpar con los sentidos lo que no alcanza nuestra escasa fe y nuestra dormida inteligencia. Todo se inunda, todo, y sólo queda la Madre. Pero como no queremos creerlo no podemos verlo. Y viene el signo en nuestra ayuda, para evidenciar lo que gritan los días y no se quiere oír.

Porque Lourdes se inundaba a las puertas de grandes eventos, como llamando la atención. Como siendo señal de cuanto pasa y cuanto está por pasar. 

Y así, el primero, el actual Sínodo de los Obispos, todavía en curso, ayuno de referencias sinceras y claras a la necesidad del culto a nuestra Santísima Madre. El mismo Instrumentum Laboris apenas citará 7 veces a nuestra Señora, por 3 veces que lo hará el lineamenta. Como si se pudiese avanzar sin Ella. Como si no fuera Ella quien está atrayendo a tantos hacía Dios en estos tiempos confusos. Porque la fe se apaga en la iglesias, pero revive en los Santuarios. La fe se apaga en las parroquias, pero renace en las que tienen a María por Modelo, Madre y Guía. Quizá por ello las aguas anegaban todo, dejando más manifiesta y nítida la roca que besó las plantas de la Inmaculada. Como si nos dijera que cuando todo hace aguas, cuando todo sucumbe, Ella esta en pie. Y se lo decía visualmente, con esta imagen tremenda, a sus hijos reunidos en un Sínodo que a día de hoy sigue menospreciando la importancia del culto mariano, la importancia de acudir públicamente a María.

Pero no muy lejos de la Gruta, al otro lado de los Pirineos, España constatará horas después otra verdad: que cuando se ha olvidado a Dios, sólo se abre el camino de la destrucción. Ayer fue el Pais Vasco quien ha elegido libremente a los secesionistas, a los hijos del terror. Mañana será Cataluña. Las aguas de la destrucción también bajan a raudales por España, a través del cauce político, económico y social, en lo que será un encuentro de tres aguas embravecidas que anegarán todo. Pero el signo se nos ha anticipado. Ella, a quien pertenece esta tierra, que es Suya, sigue en pie

Y no mucho más allá, las próximas elecciones en Estados Unidos. Sin saber a ciencia cierta si en este caso de nuevo el signo anticipa el significado: que sin María, sin un sí a Dios en las vidas, en los corazones, sólo cabe la acometida de las aguas, sea quien sea el que se haga con el poder, como si tanto diera Obama o Romney mientras no cambie el decálogo moral que gobierne el despacho oval

Y como no se quiere ver, como no se quiere entender la gravedad de la ausencia de Dios en las sociedades, debe ser la naturaleza la que evidencie la gravedad de tal ausencia. Y a veces lo hace con signos como este, con unas aguas desbordando todo, toda estructura humana, económica y religiosa, para dejar sólo en pie, desnudo de todo artificio, la presencia de María. Entonces se percibe la cruel burla que supone buscar soluciones a un sistema económico ayuno de Dios como si sólo con ello todo fuera a restablecerse, la paz del mundo y la paz de los corazones. 

Es un aspecto desconcertante, la Santísima Virgen, la que no prometió la felicidad en la tierra a Bernardette, es la única que puede dar felicidad a la tierra. Quizá por eso las aguas, como una tromba violenta, anegando el santuario y la gruta, han anegado hoteles y tiendas. Como signo de la violencia del que, actuando contra Dios, acaba actuando contra el hombre. Por eso la estatua de la Inmaculada, que no logran alcanzar las aguas, es nuevamente el desconcertante signo que habrá de dar paz al mundo. Como esa imagen de la Santísima Virgen que ya viera san Juan Bosco emergiendo del mar, como columna de victoria, sólo que ahora la vemos sobre las aguas como recordándonos una verdad anterior: que primero hay que acudir a Ella. No en vano diría a Bernardette en su 13ª aparición: “ve y di a los sacerdotes… que se debe venir en procesión”. No ya tanto a esa gruta que, cómo símbolo, ha quedado anegada, sino directamente a la Madre, en un volverse hacia Ella, en el corazón y en la oración, pero también en lo público “pues que se debe erigir una capilla” diría a Bernardette, en la que públicamente honrar a la Señora. Porque si Ella ha de ser esa columna que, junto a la Eucaristía, alcance la paz del mundo, lógico es darle culto públicamente. 

Y como parece que eso se olvida, que en la Iglesia se buscan estrategias sinodales lejos de la Señora, las torrenciales aguas de estos días sólo han dejado en la gruta tres signos a la vista: las velas de la intercesión, la Cruz del altar que no ha podido ser ahogada, y la Santísima Madre, a la que las lluvias del Cielo han respetado en la roca de su santuario. Pero curiosos signos: las velas de la intercesión, signo de los sufrimientos de los hombres, bajo las aguas, ahogadas en la corriente; la cruz de Cristo que, queriendo ser arrastrada por la corriente, permanece. Y María, a la que el Cielo salva del torrente, como signo de que es Ella quien nos ha de salvar.

cesaruribarri@gmail.com