Esta versión de la coronilla se puede rezar usando cualquier rosario
Durante el mes de noviembre, la Iglesia arroja una luz sobre las almas de los fieles fallecidos y pide a los católicos que recen por el descanso de sus almas. Además de las muchas formas tradicionales de orar por las almas benditas, existe una coronilla de las Almas Benditas que usa las cuentas del rosario como una guía para las oraciones.
Poco se sabe del origen de esta coronilla en particular, más allá del hecho de que se ha transmitido durante siglos. Es una oración hermosa, breve y fácil de encajar a lo largo del día.
Si buscas una oración singular para rezar en este mes consagrado a las Almas Benditas, prueba con esta coronilla.
Cómo rezar la coronilla de las Almas Benditas
Después de hacer la señal de la cruz mientras se sostiene el crucifijo del rosario, recita el Credo de los Apóstoles.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
En la primera cuenta gruesa, reza el Padre Nuestro.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Reza tres Ave María en las siguientes tres cuentas.
Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
En la próxima cuenta gruesa, reza el Gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
En la cuenta gruesa antes de cada decena, reza la siguiente oración:
Oh Almas Benditas, derramen el fuego del amor de Dios en mi alma, para revelar a Jesús crucificado en mí, aquí en la tierra antes que luego en el Purgatorio.
Luego, en las cuentas pequeñas, reza esta oración:
Señor Jesús crucificado, ten piedad de las Almas del Purgatorio.
La juventud lo apartó de Dios y lo lanzó al ocultismo y al odio de la Iglesia. ¡Pero la Virgen lo rescató!
El beato Bartolo Lango nació en 1841 en la localidad italiana de Latiano, región de Apulia. Aunque fue educado en la fe y la piedad, cedió a influencias que lo apartaron de Dios tras salir de casa para estudiar, primero en Lecce y después en Nápoles.
Eran tiempos conflictivos y el ímpetu idealista que antecedió la unificación italiana irradiaba en las universidades las ideas iluministas y el odio contra la Iglesia, tachada de oscurantista y opresora.
Bartolo no pasó incólume por esas influencias, que lo llevaron a círculos cerrados y elitistas, a la masonería y al espiritismo. Él mismo dijo de sí mismo que, en esa época, fue como un “sacerdote de Satanás”, pero la euforia de la supuesta “liberación del yugo de la Iglesia” se transformó en una gran desilusión con las nuevas ideas y prácticas que el joven se vio en una intensa depresión y, varias veces, al borde del suicidio.
En busca de alivio para su desesperación, encontró en el profesor y amigo Vincenzo Pepe, su compatriota, la firmeza y claridad que lo salvarían: “Si usted continúa con esas prácticas, terminará en un manicomio”. Fue Pepe quien le presentó al sacerdote dominicano Alberto Radente, director espiritual que lo ayudó a disipar del espíritu aquellas tinieblas espesas.
Fue después de varias sesiones de orientación guiadas por el sacerdote que Bartolo Longo se confesó y abrazó el cambio de rumbo.
Pero ¿quién dijo que sería fácil? La tentación y los pensamientos de desesperación se mantuvieron en su camino. Un día, mientras estaba lleno de pesares y tormentos por el Valle de Pompeya, le vino a la mente una frase que el sacerdote Radente le dijo varias veces:
“Si buscas la salvación, propaga el Rosario. Es una promesa de María”.
Él oyó el resonar de una campana a la distancia, elevó los brazos al cielo y clamó:
“Si es verdad que prometiste a san Domingo que quien propagara el Rosario se salvaría, yo me salvaré porque no saldré de esta tierra de Pompeya sin haber propagado tu Rosario”.
A lo largo de los siguientes días, el muchacho consiguió un trabajo como administrador del patrimonio de la condesa De Fusco. Empezó a frecuentar los grupos de oración de la condesa y, algunos meses después, terminó casándose con ella.
Los nuevos cónyuges hicieron el propósito de difundir por el Valle de Pompeya la devoción al tercio. Pusieron en una antigua iglesia local un cuadro de Nuestra Señora del Rosario que ellos mismos habían recibido de una hermana dominicana, amiga del sacerdote Radente. La imagen se volvió conocida como el icono de la Virgen del Rosario de Pompeya, cuyo santuario está hoy entre los más visitados del mundo. En 1883, Bartolo compuso la Súplica a Nuestra Señora de Pompeya.
El 5 de octubre de 1926, Bartolo Longo suspiró, poco antes de entregar el espíritu a las manos del Padre:
“Mi único deseo es ver a María, que me salvó y me salvará de las garras de Satanás”.
San Juan Pablo II lo beatificó el 26 de octubre de 1980.
Implicó a estrellas de Hollywood en una cruzada de oración
Las producciones del sacerdote Patrick Peyton presentan a actores como Bing Crosby, Loretta Young y Gregory Peck
En mitad de la Segunda Guerra Mundial, el padre Patrick Peyton, un sacerdote de la Congregación de la Santa Cruz, sabía que solo había una cosa que las familias de toda la nación necesitaban hacer para garantizar la paz dentro y fuera de su hogar: rezar el rosario.
Sus padres le habían enseñado la importancia del rosario en su país natal, Irlanda, cuando toda la familia se arrodillaba diariamente para rezar el rosario. Además, el padre Peyton creía que la Santísima Madre le había curado milagrosamente de la tuberculosis mientras estudiaba en el seminario y por eso hizo el juramento de difundir Su amor por todo el mundo.
Pero ¿cómo podría él, un inmigrante irlandés insignificante en Estados Unidos, llegar a millones de personas para hablarles del poder del rosario?
Sin tener ninguna formación ni contactos en los medios de comunicación de masas, el padre Peyton fue a Nueva York y convenció a una mujer de la cadena de radio Mutual Broadcasting System de que la nación necesitaba un programa de radio católico. Esta mujer no cristiana decidió dar una oportunidad al padre Peyton con una condición: tenía que contar con la ayuda de estrellas de Hollywood.
El padre Peyton, nervioso, llamó al cantante y actor Bing Crosby y, de alguna manera, con la ayuda de Nuestra Señora, consiguió convencerle para que se uniera a la causa. El programa de radio se emitió por primera vez el 13 de mayo de 1945 y contó con la colaboración del “arzobispo Spellman de Nueva York, el presidente Harry Truman, Bing Crosby y los padres y hermanas de la familia Sullivan de Iowa dirigiendo el rosario (…). El padre Peyton terminó el programa con un apasionado llamamiento a que las familias rezaran juntas el rosario por la paz”.
El éxito del primer programa fue enorme y los oyentes pedían más.
El padre Peyton inició así su cruzada de oración para conseguir que su programa se emitiera de forma regular y fundó la productora Family Theater Productions en 1947 con estrellas de Hollywood dispuestas a apoyarle en su labor.
Sus diferentes producciones continuarían incluyendo a estrellas como “Grace Kelly, Gregory Peck, Rosalind Russell, Jimmy Stewart, Helen Hayes, Ronald Reagan, James Dean, Natalie Wood, Robert Young, Raymond Burr, Lucille Ball, Bob Newhart, Jack Benny, Loretta Young y Frank Sinatra”.
La radio era solo el principio para el padre Peyton, que se expandió hacia la producción televisiva y cinematográfica con la ayuda de sus amigos de Hollywood. Su nueva empresa llegaría a producir más de 800 programas de radio y 83 especiales de televisión donde participaban las mayores estrellas del momento.
Según Family Theater Productions, incluso “dieron al célebre productor/director George Lucas (Star Wars) su primer crédito para películas —como ayudante de cámara— a mediados de los 60 para el corto The Soldier, protagonizado por William Shatner”.
Además, el padre Peyton continuaría liderando concentraciones en torno al rosario por todo el mundo, atrayendo a nutridas multitudes allá donde iba. Pronto empezó a conocérsele como “El sacerdote del Rosario” y popularizó la frase “la familia que reza unida permanece unida”.
El padre Peyton continuó su labor de difundir el rosario hasta su fallecimiento en 1992. Su vida sigue siendo una inspiración para todos, en especial para los que quieren usar los medios de masas para la promoción del Evangelio.
El 1 de junio de 2001, el cardenal Sean Patrick O’Malley abrió oficialmente la causa para su canonización y en 2015 se presentó en el Vaticano la Positio, “un informe de 1.300 páginas que estudia su vida y ministerio por una virtud heroica y una vida de santidad”. Actualmente está en proceso de revisión y, una vez aprobado el caso, el padre Peyton sería declarado Venerable. Ya existen dos potenciales milagros sucedidos con su intercesión que podrían considerarse una vez concluida esta fase del proceso.
Todo el mundo conoce su historia, muy poca gente sus palabras…
La fase diocesana del proceso de canonización de sor Lucía, una de los tres videntes que fueron testigos y conversaron con Nuestra Señora del Rosario en Fátima, llegó a su término oficial el 13 de febrero. Este anuncio ha marcado un avance significativo en el proceso de canonización de sor Lucía, que empezó hace casi 10 años.
Después de la escritura del documento oficial de la Positio, la causa será remitida de nuevo a Roma, donde la Congregación vaticana para las Causas de los Santos revisará la documentación y determinará si sor Lucía vivió una vida de “virtud heroica”.
Se examina su vida como seguidora de Jesús, como cualquiera de nosotros, no su papel en las apariciones de Nuestra Señora. Si la decisión es favorable, sor Lucía será declarada entonces “Venerable”.
La fase inicial del proceso de canonización de sor Lucía necesitó nueve años para terminar porque sor Lucía tuvo una vida longeva, llegó a los 97 años. Según el periódico National Catholic Register, fueron necesarios 30 empleados a tiempo completo para examinar la vida de sor Lucía, trabajando en el examen todos sus escritos además de en la recopilación de testimonios de 60 testigos.
Sor Lucía vivió una vida plena, por lo general oculta del mundo en un convento carmelita en Portugal, pero nos dejó una riqueza de sabiduría de la que todos podemos aprender.
A continuación recogemos siete citas poderosas de la Sierva de Dios sor María Lucía de Jesús y del Corazón Inmaculado, que deseaba por encima de todo acercar las almas a Dios a través de las manos de la Santísima Virgen María. [Nota del autor: excepto donde se indica, las citas siguientes son extractos del libro de sor Lucía Llamadas del mensaje de Fátima].
Rosario
“Cuando los enamorados se encuentran, pasan horas seguidas repitiendo la misma cosa: “¡Te amo!” Lo que les falta a los que hallan la oración del Rosario monótona es Amor; y todo lo que no está hecho por amor no tiene valor”.
“La Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay problema, por más difícil que sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias (…) o a la vida de los pueblos y naciones (…) que no podamos resolver con el rezo del Santo Rosario”.
“Dado que todos tenemos necesidad de rezar, Dios nos pide diariamente una oración que está a nuestro alcance: la oración del Rosario, que tanto se puede hacer en común como en particular, tanto en la iglesia delante del Santísimo como en casa en familia o a solas, tanto por el camino yendo de viaje como en un tranquilo paseo por los campos. La madre de familia puede rezar mientras mece la cuna del hijo pequeño o trata del arreglo de la casa. Nuestro día tiene veinticuatro horas… ¡no será mucho reservarse un cuarto de hora para la vida espiritual, para nuestro trato íntimo y familiar con Dios!”.
Sacrificios diarios
“El soportar el sacrificio que nos corresponde en nuestro día a día se vuelve un martirio lento que nos purifica y eleva hacia lo sobrenatural, para el encuentro de nuestra alma con Dios, en esa atmósfera de la presencia de la Santísima Trinidad en nosotros. Se encuentra aquí ¡una riqueza espiritual incomparable!”.
Mensaje de Fátima
“El infierno es una realidad. Es un fuego sobrenatural y no físico, y no puede ser comparado al fuego que arde, de madera o de carbón. (…) Continúen predicando sobre el infierno porque Nuestro Señor mismo habló del infierno y está en las Sagradas Escrituras. Dios no condena a nadie al infierno. Dios dio a los hombres la libertad de escoger, y Dios respeta esa libertad humana” [Christus Magazine Interview].
“Os ruego que no miréis hacia esta comunicación como hacia una cosa venida de mí misma, sino que ella sea para vosotros el eco de la voz de Dios y que animados de buena voluntad nos esforcemos por seguir con fidelidad el camino que ella nos traza. Sí, porque fue por amor que Dios nos envió esta apremiante llamada de su misericordia, para ayudarnos en el camino hacia nuestra salvación”.
El fin de los tiempos
“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la familia. No teman, porque cualquiera que actúe a favor de la santidad del matrimonio y de la familia siempre será combatido y enfrentado en todas las formas, porque éste es el punto decisivo. Sin embargo, Nuestra Señora ya ha aplastado su cabeza”.
Teresa García Serrano explica por qué y para qué rezarlo
Incluso lo regala a sus amigos de clase
Teresa García Serrano tiene 18 años y reza el Rosario. Siempre lleva uno encima y da testimonio de su fe. En el coche, mientras va caminando…
Evangeliza a sus compañeros de instituto.Cuando sus amigos le preguntan por qué lo lleva y por qué lo reza, ella les regala uno para que se inicien en la oración.
Con el Rosario a todas partes Hay quien dice que los jóvenes ya no rezan el Rosario, que es una oración demasiado antigua y monótona para ellos. Otros afirman que el Rosario en familia solo sirve para que los niños aborrezcan el rezarlo.
Teresa García Serrano desmiente estas afirmaciones con la espontaneidad de sus dieciocho años recién cumplidos y a punto de comenzar sus estudios de Magisterio.
Teresa cuenta, entrevistada en el espacio de Orando con María de H.M Televisión, que aprendió a rezar el Rosario con su familia, de la mano de sus padres. Y no se ha avergonzado nunca de rezarlo, ni siquiera ante sus compañeros de clase en el instituto, ante los que ha dado testimonio muchas veces.
De hecho – cuenta ella – ha regalado varios Rosarios a compañeros suyos, con la esperanza de que un día también ellos le digan a nuestra Madre del Cielo, a través de esta oración, un “te quiero”.
Como ella hace cada día, porque “siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre”, por la sencilla razón de que es una oración que “se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día”, “hay tantos y tantos momentos del día en los que puedes llevar tu Rosario en mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios, y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio”.
La entrevista en el espacio de Orando con María de H.M Televisión se visualiza y escucha en el siguiente vídeo.
Esta es la transcripción completa de la entrevista testimonial a Teresa García Serrano:
– ¿Quién es para ti la Virgen María?
– La Virgen para mí es una madre. Yo, siempre lo digo, tengo más confianza con la Virgen que con el Señor. Yo la cuento todo, y Ella siempre está ahí. Cuando éramos pequeños cantábamos una canción que dice que tenemos dos mamás, una en el Cielo y otra en la tierra. La Virgen María es mi madre, mi maestra, mi modelo. Ella siempre está ahí para lo que la necesite. Tú te caes y Ella te levanta. Es una madre de verdad.
– ¿Cuándo comenzaste a rezar el Rosario?
– El Rosario siempre ha estado en mi vida porque en mi casa mis padres lo tenían como algo normal. Para nosotros no era nada raro ver un Rosario por casa, o reunirnos por la tarde para rezar el Rosario. A mí nunca me ha costado tener que rezar el Rosario. Recuerdo que mi madre me decía que al menos había que rezar un Misterio.
Cuando nació mi hermano, como somos muy cercanos en edad, nos sentaba a rezar con mi padre y con ella. Y yo lo recuerdo como una cosa normal. Para mí el Rosario siempre ha estado presente, pero he notado el cambio de que, a medida que he ido creciendo, lo he sentido más mío, ha pasado a ser una oración que rezo porque yo quiero. A parte de que, gracias a mis padres, yo lo he podido rezar y llevar día a día, pues yo veo que es una oración muy mía, porque siempre la he tenido conmigo. El Rosario es del día a día, siempre.
– ¿Cuáles son tus misterios preferidos?
– El Rosario lo identifico con los Misterios Gozosos, porque en los Misterios gozosos es donde más “participa” la Virgen, por decirlo así. Pero mi Misterio favorito es el quinto de los Gloriosos, que es la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo Creado.
Cuando rezo los Gozosos, los rezo como con más ímpetu, pero ese Misterio Glorioso es como ver que, después del triunfo de la Resurrección, siempre está ahí nuestra Madre,como culmen de toda la historia de la Salvación, por eso es mi misterio favorito.
– ¿Pides algo cuando rezas el Rosario?
– Yo siempre he sabido que, antes de comenzar a rezar el Rosario, se pide por unas intenciones. Y yo lo que hacía era una lista, siempre tenía mi lista con las intenciones del Rosario. Y yo sé que gracias a rezar el Rosario, tanto mi familia como yo hemos alcanzado gracias muy grandes.
A lo mejor no lo ves, no lo palpas, pero tú sabes que es la Virgen la que está intercediendo gracias a que tú estás rezando ese Rosario con esa intención. Y siempre tenemos la costumbre, al empezar el Rosario, tener una serie de intenciones. Yo creo que sí, quesiempre vas a recibir una gracia bien para ti, o para el que la pidas.
– ¿Qué dicen tus compañeros de clase sobre el hecho de que reces el Rosario?
– Yo, en cuanto a la gente de mi edad y el Rosario, tengo varias historias divertidas porque yo siempre llevo el Rosario encima. Yo voy al Instituto y llevo el Rosario en la mano. Voy andando por la calle y llevo el Rosario en la mano. De hecho, todos mis compañeros pueden dar fe de ello, porque siempre lo tengo encima de la mesa o en el bolsillo.
Muchas veces me preguntan: “Pero, ¿por qué llevas esto?”, o “¿Qué significa esto para ti?” “Eres una pesada. ¿Por qué siempre lo llevas encima?” Pero cuando ellos entran en razones y les explico, al final me dicen: “Pero qué gozada que tú puedas rezar esto, y te sientas identificada y lo hagas como un acto de amor”. Porque yo siempre explico lo mismo: es como si tú estuvieras todos los días diciendo a tu madre: “Te quiero, te quiero, te quiero”. Pues es lo mismo, en cada Ave María le dices te quiero a tu Madre del Cielo.
Me hace mucha gracia, porque a veces unos dicen “qué tontería”, pero a otros les hace pensar y dicen: “pues verdaderamente, ¿por qué no probar?” Y, de hecho, tengo amigos a los que les he regalado Rosarios, y les explico para que por lo menos sepan lo que es, para qué sirve, o para que no lo traten como un simple objeto religioso, o como un collar. Es muy bonito ver como reflexionan al dar tú tu testimonio de lo que para ti es el Rosario y de cómo tú lo rezas con fervor, y le dices “te quiero” a tu Madre cada vez que rezas ese Ave María. Es bonito decir a los demás lo que tú experimentas.
– ¿Y qué dices a los que argumentan que no hay tiempo para rezar el Rosario?
– Siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre. No hay excusas porque se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día. Yo, al principio, me puse unos tiempos para rezar el Rosario, pero hay tantos y tantos momentos del día en que puedes llevar tu Rosario en la mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio. Yo, por ejemplo, lo rezo cuando voy al colegio, cuando vuelvo, si tengo alguna actividad extraescolar, en el coche…
Nosotros, en mi familia, lo rezamos juntos en el coche. Y luego, hay otra cosa, y es que túcuando algo te gusta siempre sacas tiempo para hacerlo. Entonces, si a ti te gusta decir te quiero a tu Madre cómo no vas a sacar tiempo para decírselo. Siempre hay tiempo para decirle cosas bonitas a nuestra Madre del Cielo.
– ¿Qué crees que piensa la sociedad sobre el Rosario?
– Yo creo que la sociedad tiene un concepto equivocado de lo que puede ser la oración del Rosario, porque vemos algo aburrido, porque no llegamos a comprender el valor de esa oración. Yo pienso que lo que le hace falta a la sociedad, es ese dar el paso de saber qué es eso, y de que todo el mundo que sabemos lo que es, y que lo rezamos, tanto los jóvenes como los adultos, compartamos eso que nosotros vemos: que el Rosario es bueno, que es algo que aporta, que no es una oración más.
Hay oraciones y oraciones, pero luego está el Rosario, que es un compendio de todo, porque tiene todas las oraciones básicas, y además te diriges a nuestra Madre pero también te diriges al Señor, y todo lo que le hagas a nuestra Madre le agrada al Señor. Se tiene que dar a conocer, y dar a conocer las propiedades tan poderosas que tiene esta oración.
– ¿Cómo se conoce más a nuestra Madre?
– Lo primero para conocer a nuestra Madre es querer conocerla. Yo creo que todo el mundo querría tener una madre como es la Virgen. Yo invito a todo el mundo, tanto jóvenes como adultos, a que la conozcan porque te cambia la vida. Yo tengo el privilegio y la suerte de haberla tenido cerca desde pequeña.
He vivido en un ambiente donde la Virgen era la Reina de la casa. Siempre la hemos tenido presente. En todas las habitaciones de la casa tenemos a la Virgen, y siempre es una referencia. Yo creo que es importante que la conozcamos, porque si no la conocemos pasa desapercibida, y no puede pasar desapercibida en nuestra vida la Virgen María. Yo os animo a conocerla porque es la mejor Madre de todas.
Este es el contenido de las revelaciones al monje dominico Alan de la Roche
Las quince promesas de la Virgen a quien reza el Rosario. Las recoge el padre Livio Fanzaga con Saverio Gaeta en “Il Santo Rosario. La preghiera che Maria desidera” (El Santo Rosario. La oración que María desea, Sugarco edizioni)
El codificador más importante del Rosario fue el monje dominico Alan de la Roche, que murió en 1475 y está considerado el apóstol de la devoción por el Rosario en varios países de Europa. En sus memorias, Alan narra que recibió directamente de la Virgen quince promesas válidas para todos los devotos del santo Rosario, aún hoy de gran actualidad y que manifiestan la intensidad del amor que la Virgen siente por todos nosotros.
Primera promesa
“A todos los que recen devotamente mi Rosario, prometo mi especial protección”.
“El que persevere en el rezo de mi Rosario recibirá gracias poderosísimas”.
Tercera promesa
“El Rosario es un arma poderosa contra el infierno: destruirá los vicios, librará del pecado y abatirá las herejías”.
Se trata de una promesa muy particular: aunque no se nombra a satanás, se habla de la lucha contra el infierno.
Cuarta promesa
“El Rosario hará florecer de nuevo las virtudes y las obras buenas, y obtendrá a las almas la más abundante misericordia de Dios”.
Esto nos impulsa a comprender que el Rosario rezado con Maria hace florecer en nosotros la vida y la imagen de la Virgen.
Quinta promesa
“El que confíe en mí rezando el Rosario no será oprimido por las adversidades”.
Satanás por una parte nos persigue y por la otra nos seduce, utilizando siempre su arma más insidiosa que es el desánimo. María se pone a nuestro lado y nos asegura que el que reza el Rosario encontrará siempre cerca su corazón maternal, dispuesto a sostenernos y a ayudarnos.
Sexta promesa
“Quien rece el Rosario meditando sus misterios no será castigado por la justicia de Dios: se convertirá si es pecador, crecerá en gracia si es justo y será hecho digno de la vida eterna”.
Con estas palabras se subraya que el Rosario traza una vía de santidad porque, rezado con María, hace que seamos guiados por ella. La Virgen ilumina el camino.
Séptima promesa
“Los devotos de mi Rosario, en la hora de la muerte, no morirán sin sacramentos”.
Viene a la mente una página de san Alfonso María de Ligorio, en su obra de arte, “Las glorias de María“, donde se dice que en el momento de la muerte, cuando los demonios se coaligan en el intento de llevar el alma a la desesperación, la Virgen debe ser invocada en la oración.
Octava promesa
“Los que rezan mi Rosario encontrarán, durante la vida y en la hora de la muerte, la luz de Dios y la plenitud de sus gracias, y participarán de los méritos de los beatos en el paraíso”.
Novena promesa
“Cada día libraré del purgatorio a las almas devotas de mi Rosario”.
Por varias revelaciones privadas, en las que la Virgen se presenta como Reina del purgatorio y Reina de las almas purgantes, sabemos que la Virgen ha obtenido de Dios gracias especiales al respecto.
Décima promesa
“Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán de una gran gloria en el cielo”.
¿De qué gloria está hablando María? De la gloria de la que está revestida ella misma, haciendo reflejar en ellos su propia imagen, su propio fulgor.
Undécima promesa
“Todo lo que se pida mediante el Rosario será obtenido”.
Es la promesa de la intercesión más plena, que comprende en particular la gracia de la conversión.
Duodécima promesa
“Los que propaguen mi Rosario serán socorridos por mi en cada una de sus necesidades”.
Una referencia que podría referirse por ejemplo a los misioneros y misioneras que se empeñan de varias formas para difundir esta devoción, creando confraternidades, animando grupos de oración, difundiendo los rosarios.
Décimo tercera promesa
“He obtenido de mi Hijo que todos los devotos del Rosario tengan como hermanos en la vida y en la hora de la muerte a los santos del cielo”.
María, lo sabemos, es la Reina de todos los santos, y en el momento de la muerte, ella misma viene con todos los santos para hacernos partícipes de su comunión.
Décimo cuarta promesa
“Los que reciten mi Rosario fielmente serán todos hijos míos amadísimos, hermanos y hermanas de Jesús”.
Rezando el santo Rosario nos profesamos hijos de María. Por ello ella se manifestará a nosotros como Madre y así tendremos un lugar especial en su corazón maternal y bajo su manto.
Décimo quinta promesa
“La devoción a mi Rosario es un gran signo de predestinación”.
Ninguno de nosotros está seguro de ir al paraíso o al purgatorio, aunque obviamente todos esperamos no ir al infierno.
Es el punto de partida de lo que se convertirá en «La ruta del rosario»
Cerca del Monasterio Marylake y el Colegio Villanova en King City, Ontario, Canadá, se está construyendo el que sería el Rosario más grande del mundo.
La iniciativa es impulsada por los Agustinos canadienses, quienes con esta inmensa camándula buscan promover la devoción mariana del Santo Rosario, así como impulsar el Santuario de Nuestra Señora de las Gracias de Marylake, King City.
Para marcar el inicio de este gran proyecto, recientemente fue bendecido el Crucifijo, que servirá de punto de partida a lo que dentro de poco se convertirá en la “Ruta del Rosario”, nombre que recibe este gran proyecto; un camino al que se espera lleguen miles de peregrinos.
Se trata de todo un recorrido que comprende más de un kilómetro de longitud y se extiende a 20 acres. Por estas dimensiones, puede decirse que será el Rosario más grande que hasta la fecha se ha construido.
Estas grandes dimensiones se pueden ver con la misma cruz que mide 16 pies de largo y el Cristo unos 9 pies. Fue elaborada en acero inoxidable y el cuerpo del Crucificado en bronce. La obra es del artista canadiense Timothy Schmaltz.
Del crucifijo llama especialmente la atención un conjunto de letreros que fueron colocados sobre la cabeza del Cristo que dice “Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos” y escrito de manera abreviada en latín, griego y hebreo de acuerdo con las narraciones evangélicas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Según se informó desde el blog informativo de Vocaciones Agustinas, la instalación y bendición del Crucifijo estuvo antecedida por una solemne Eucaristía en el santuario mariano presidida por el prior de la Provincia de Canadá y Medio Oeste de los Estados Unidos, Bernie Danber.
Tras la misa, siguió una procesión hasta el lugar de la Cruz, que contó con la presencia de unos 200 fieles y varios miembros del clero local, quienes fueron escoltados por 40 Caballeros de Colón.
Se proclamó la liturgia de la Exaltación de la Santa Cruz y el Padre Bernie Danber pronunció las palabras de bendición.
El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias fue designado por el Cardenal Thomas Collins como uno de los nueve templos sagrados de peregrinación donde se puede ganar la Indulgencia Plenaria durante este Año Santo de la Misericordia.
El Santuario abrió oficialmente la Puerta Santa de la Misericordia el pasado 13 de diciembre.
Está previsto que sea el purpurado quien dé la bendición oficial a la “Ruta del Rosario” el 14 de agosto del presente año.
Con información de augustinianvocations.org y holyrosaryshrine.org.
El Beato Bartolomé Longo fundó el santuario de Pompeya
Fue en su juventud espiritista y sacerdote satánico
La vida del Beato Bartolomé Longo experimentó uno de los virajes radicales más impactantes en la historia de los santos.
Actualizado 7 octubre 2015
Carmelo López-Arias / Cari Filii
Los tormentos interiores del Beato Bartolomé Longo (1841-1926), que recordaba su vida pasada enfangado en un espiritismo de corte satanista, sólo cesaron cuando recibió una instrucción del cielo: «Si quieres salvarte, propaga la devoción del santo Rosario: es promesa de María».
Es el momento decisivo en su vida, que había sufrido dos giros radicales. Criado en un hogar católico donde se rezaba el Rosario diariamente, la muerte de su madre cuando tenía diez años fue el principio de una larga cuesta abajo. Se educó con los escolapios y llegó a la Universidad de Nápoles todavía con fe, pero cuando estaba cursando sus últimos cursos de Derecho esa fe se evaporó.
De Rénan al satanismo
En 1863, guiado por profesores liberales en una época en la que la unidad de Italia se estaba construyendo contra la Iglesia, leyó la Vida de Jesús de Ernest Rénan(1823-1892), el libro de propaganda anticristiana más célebre del siglo XIX francés, y quedó ganado para esas ideas. Se juntó con otros jóvenes de ideas similares y empezó a disipar su vida en fiestas y orgías hasta concebir un odio visceral contra la religión católica.
Bartolo en 1876, a los 35 años.
A través de unos amigos se introdujo en el mundo del espiritismo y lo hizo de forma tan intensa que quiso ser ordenado como sacerdote satánico. El día señalado para la ceremonia, las paredes temblaron, se escucharon voces extrañas y se vieron cosas por las que se desmayó de puro terror. Pero había emprendido un camino, y a pesar de que se empezó a encontrar enfermo y a que era asaltado por el demonio, ahondó en su hundimiento personal con ceremonias blasfemas y proclamas públicas contra la fe. Incluso pagaba una copa a quien insultase a un sacerdote por la calle.
Dos buenas compañías
Esta fase anticristiana en la vida de Longo no duró más de dos años, pero fue muy intensa.Para su salud física y mental esa fobia contra Dios estaba siendo destructiva, y así se lo manifestó un antiguo profesor amigo de la familia, Vincenzo Pepe, un buen católico, quien al verle pálido y demacrado le espetó unas palabras que fueron un revulsivo para Bartolo: «¡Vas a morir en el manicomio, y además te vas a condenar para toda la eternidad!».
El futuro beato sintió el mal obrando en su interior y la necesidad de expulsarlo, y acudió aun religioso dominico a quien le presentó Pepe, el padre Alberto Radente, con objeto de reemprender el camino a casa. Toda su familia celebró esa decisión, pues desde que vieron su transformación no habían dejado de rezar por él. Como en el caso de Santa Mónica y su hijo San Agustín, la oración había hecho un milagro de conversión. El día del Sagrado Corazón de 1865 se confesó y volvió al amor de Dios, aunque sus luchas interiores ni mucho menos eran historia.
Compensando el mal causado
En los años posteriores, Longo intensifica su vida cristiana hasta hacerse terciario dominico en la festividad de la Anunciación de 1871, y asume el nombre de Hermano Rosario, porque había regresado a la devoción de su infancia como asidero: «No puede haber ningún pecador tan perdido, ni alma esclavizada por el despiadado enemigo del hombre, Satanás, que no pueda salvarse por la virtud y eficacia admirable del santísimo Rosario de María, agarrándose de esa cadena misteriosa que nos tiende desde el cielo la Reina misericordiosísima de las místicas rosas para salvar a los tristes náufragos de este borrascosísimo mar del mundo», escribió.
Bartolomé quiso compensar el mal que había hecho en sus años negros, cuando consiguió arrancar la fe a varias personas, y acudía a los mismos lugares donde se había mofado de la religión a defenderla y explicar su cambio. Además trabajaba como abogado, y precisamente llevando un caso de una cliente, Marianna Farnararo, condesa De Fusco (1836-1924), con quien contraería matrimonio años más tarde, acudió al Valle de Pompeya, donde se produciría el gran momento de su vida, en bien suyo y de toda la Cristiandad transalpina.
Bartolomé y Marianna, en una foto de 1920.
La gran turbación y el mensaje divino
En aquellos años seguía atormentado por su pasado y temeroso de su salvación eterna, a pesar de haber abandonado lo que denominaba «tenebrosa selva de errores en la que se había perdido miserablemente como secuaz de las impías y funestas teorías del magnetismo y espiritismo«.
El 2 de octubre de 1872, cuando atendía los intereses de la condesa, sintió una gran turbación que le obligó a salir de la casa y caminar hasta un lugar apartado, en mitad del campo. Así cuenta él mismo lo que sucedió:
«Las henchidas olas de profunda tristeza, que vinieron a caer sobre mi atribulado corazón, estuvieron a punto de sumergirme en el infierno de la desesperación… Era tan vehemente, tan agitada la palpitación de mi angustiado corazón, que me parecía quería salirse de los estrechos límites de mi pecho. En medio de tan indecible aflicción de mi espíritu creí escuchar aquellas consoladoras palabras… Si quieres salvarte, propaga la devoción del santo Rosario: es promesa de María.
Cuadro que representa al Beato Longo, ya anciano, con el Rosario al que consagró su vida en las manos.
«¡No puede perecer el que propaga una devoción que es tan grata a todo el cielo! Estas palabras vertieron sobre mi atribulado corazón el más dulce bálsamo de consuelo, que mitigó todos sus padecimientos, convirtió todas sus amarguras en la más suave alegría, endulzó todas sus tristezas…
«El homicida del género humano, que me tenía esclavizado bajo su tiránico poder, previó sin duda su derrota, si yo secundaba fervoroso y con verdadero celo la divina idea: y temeroso de soltar la presa, me estrechaba más y más, y como haciendo sus últimos esfuerzos, entre los pavorosos anillos y espantosas espiras de sus infernales cadenas. Era la última lucha, lucha terrible, decisiva.
«A punto de perecer en aquella tremenda y decisiva lucha, vencido por el enemigo, levanté mis ojos llorosos y mis manos suplicantes al cielo, y dirigiéndome hacia la soberana y piadosísima Consoladora de los afligidos, le dije con la energía y el ardor que inspiran el peligro y la desesperación:
«Si es verdad que habéis prometido a vuestro gran siervo santo Domingo que se salvará el que propague el santo Rosario, yo me salvaré ciertamente, porque no abandonaré este lugar sin haber propagado antes esta saludabilísima devoción«.
El amor a la Virgen florece en Pompeya
Con los ojos llorosos, Bartolomé se levantó y comenzó la gran obra de su vida: establecerse allí y difundir la devoción al Rosario en todo el Valle de Pompeya, en particular entre las gentes más pobres. Había palpado durante su estancia allí el descreimiento de las gentes y la desidia del clero, lo cual estaba descristianizando la zona a toda velocidad.
La condesa, viuda que disfrutaba de un importante patrimonio y era terciaria del Sagrado Corazón, se convirtió en su gran aliada, y formaron una pareja muy bien compenetrada. Ella ponía la decisión y la audacia, pero también sus dosis de mal carácter; él, la prudencia y la mano izquierda, y un carácter pacífico y amable.
En 1875 llegó a Pompeya el cuadro de la Madonna del Rosario, hoy una de las imágenes marianas más veneradas de Italia.
El cuadro de Nuestra Señora del Rosario, que representa a la Santísima Virgen entregando un rosario a Santo Domingo Guzmán y a Santa Catalina de Siena.
Y en 1876 se puso la primera piedra del santuario, que fue consagrado en 1891.
santuario_pompeya
El santuario de la Santísima Virgen del Rosario es uno de los más visitados de Italia y foco de expansión de la devoción mariana por excelencia.
Entre medias, Bartolomé había emprendidotodo tipo de actuaciones para difundir el rezo del rosario: personales, como predicar él mismo a los campesinos; mediáticas, como la fundación de un periódico para expandir la devoción; y espirituales, como la redacción de una novena del Rosario de la que se han hecho novecientas ediciones en veintidós lenguas. De una de sus obras, Los quince sábados del Santo Rosario (otra de las devociones que propagaba), se vendieron en apenas un lustro 240.000 ejemplares.
Doble maledicencia, doble calvario
Naturalmente, el gran adversario de Longo, el demonio, no se quedó quieto, e inspiró maledicencias contra la condesa y contra él por su constante actividad juntos. Informado de las calumnias, León XIII le dispensó del voto de castidad que había hecho y aconsejó que se casaran, lo que Marianna y él hicieron en 1885.
Y mientras el cuadro de Nuestra Señora del Rosario hacía un milagro tras otro (el primero fue la curación de una niñoa de 12 años, Clorinda Lucarelli, de una epilepsia) y se multiplicaba su devoción en toda Italia, los Longo fundaban orfanatos, centros de artes y oficios para niños pobres y otras obras de caridad. Bartolo se confesaba dos veces por semana y se le vio alguna vez en éxtasis.
El Beato Bartolo Longo, rodeado de alumnos de sus orfanatos y escuelas de artes y oficios para niños pobres.
Pero Lucifer no había olvidado su derrota y continuó suscitando murmuraciones contra él. Llegó a ser acusado de mala administración de los bienes de caridad que gestionaba, pero aunque fue absuelto de todos los cargos, en 1906 se desprendió de todas las obras de beneficencia, que cedió al delegado pontificio. Y él, aunque siguió colaborando con ellas, se concentró en el periódico El Rosario de la nueva Pompeya.
«El hombre de la Virgen»
Murió el 1926 con unas palabras en los labios: «Mi único deseo es ver a María, que me salvó y me salvará de las garras de Satanás».
El 26 de octubre de 1980 fue beatificado por Juan Pablo II, quien proclamó en la homilía que «puede ser definido verdaderamente como ´el hombre de la Virgen´… Con la mano en las cuentas del rosario, nos dice: ´Despierta tu confianza en la Santísima Virgen del Rosario´». Y, de hecho, su festividad, el 5 de octubre, precede en sólo dos días a la de la devoción a la que consagró su vida.
A lo largo de los años he intentado animar a mis hijos a rezar el Rosario con una mezcla de éxitos y fracasos, y por tanto admiro a las madres que me dicen que rezan el Rosario todas las noches en familia y también la labor de la Armada Blanca. Uno se podría pensar que quizá es demasiado pedir a niños pequeños rezar el Rosario todos los días, pero eso es precisamente lo que hizo la Ssma. Virgen María cuando se apareció a tres pastorcillos en Fátima. Cuando empezaron sus apariciones el 13 de mayo de 1917, Lucía tenía 10 años, Francisco 8 años, y Jacinta solo 7 años y no se pasaban todo el día en la iglesia.
¿Qué estrategias usó nuestra Sra. de Fátima para lograr que esos tres niños rezaran el Rosario cada día con devoción?
1) Dar ejemplo de cómo rezar, hasta antes de mencionar el Rosario. Antes de las apariciones de la Virgen, Dios mandó al Ángel de Portugal para decirles a los niños: “¡Orad conmigo!”. Les dio ejemplo y les enseñó simples oraciones, asegurándoles: “Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras súplicas”. Cuando les encontró no rezando al aparecerse a ellos la segunda vez, les exhortó: “¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho!” y les reveló: “Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia”. En su 3ª. aparición, les demuestra la Presencia del Señor en el Ssmo. Sacramento, postrándose ante Él. Ya les demuestra la necesidad de la oración y la actitud que deberían de tener, como podemos hacer los padres con nuestros hijos desde su infancia.
2) Insistir amablemente. En cada una de sus seis apariciones en Fátima, la Ssma. Virgen María repite su petición de que los pastorcillos recen el Rosario todos los días y que continúen a hacerlo. Si la Ssma. Virgen María no se contentó con decirlo una vez, no deberíamos de desanimarnos si hemos de insistir con cariño una y otra vez para que nuestros hijos tomen la costumbre de rezar el Rosario todos los días.
3) Demostrar que nos importa. La Ssma. Virgen María se mostró a veces triste, apelando a la compasión de los pastorcillos. Explica Lucía: “Delante de la palma de la mano derecha de nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, y que quería reparación.” (2ª. Aparición Virgen) Añade también que en su última aparición a los pastorcillos, la Ssma. Virgen María “tomando aspecto más triste dijo: -‘Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido.” Si de verdad nos importa la oración, los niños se darán cuenta de ello.
4) Recordarles la necesidad de reparación para evitar el infierno. A veces podríamos pensar que hablar sobre el infierno y sobre los pecados podría asustar demasiado a los niños, pero la Ssma. Virgen María no se andó con rodeos y hasta les mostró una visión del infierno en su tercera aparición, pidiéndoles: “Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas’”. En su cuarta aparición insistió: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas». Si la más tierna de las Madres no les evitó a los pastorcillos pensar en el infierno, tampoco deberíamos de tener miedo de hacerlo con nuestros hijos, por su bien.
5) Recordarles que el esfuerzo será premiado. La Ssma. Virgen María motivó a los pastorcillos también revelándoles lo que podrían obtener rezando el Rosario. En su primera aparición dijo que Francisco iría al Cielo, “pero tiene que rezar antes muchos rosarios” y les animó a todos: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra». Dio el mismo fin en su tercera aparición, añadiendo además que se rezara para impedir mayores castigos. En sus cuartas y quintas apariciones prometió hasta la cura física de algunos enfermos. Les alentó con recompensa inmediata, apareciéndose su segunda y tercera vez tras el rezo del Rosario. Para que no se desanimaran, les aseguró: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará” (3ª. Aparición).
“1. Basta el rezo de sólo una tercera parte del rosario: pero las cinco decenas deben rezarse seguidas. 2. A la oración vocal hay que añadir la piadosa meditación de los misterios. 3. En el rezo público, los misterios deben enriquecerse de acuerdo con la costumbre admitida en cada lugar; en el rezo privado, basta con que el fiel cristiano junte a la oración vocal la meditación de los misterios. (48)”
De esta forma concreta los fieles están asegurados de que sus oraciones hacen una gran diferencia a sí mismos o a las almas en el Purgatorio (a quienes se les puede aplicar las indulgencias obtenidas). El mismo Señor concedió a la Iglesia por medio de sus apóstoles este poder como administradora de gracia, como se lee en el Evangelio del Domingo de Pentecostés [05.19.13]: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Juan 20, 23).
Confiemos, pues, en los consejos de la Ssma. Virgen María de rezar el Rosario todos los días y también en el poder de su intercesión ante el Señor, como explica el Bto. Cardenal Newman:
“Esto es por qué la Ssma. Virgen es llamada Poderosa – no, a veces, Toda-poderosa, porque ella tiene más que nadie, más que todos los Ángeles y Santos, este gran, prevaleciente don de la oración. Nadie tiene acceso al Todopoderoso como Su Madre; nadie tiene mérito como el suyo. Su Hijo no le negará nada que ella pida; y aquí se encuentra su poder. Mientras ella defiende a la Iglesia, ni las alturas ni las profundidades, ni los hombres ni los espíritus malvados, ni los grandes monarcas, ni destreza humana, ni violencia popular, pueden servir para dañarnos; ya que la vida humana es corta, pero María reina en las alturas, una Reina para siempre.” [“Meditaciones sobre la Letanía de Loreto para el mes de mayo” (enlace en inglés, traducción mía)]
“Virgo Potens”, Virgen Poderosa, ruega por nosotros.
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