Rosa Pich: “Somos muy ricos… en hijos”
21/11/2013 – Patricia Ruiz-Ruescas
- Consideran que las ayudas que ofrece el Estado a las familias numerosas son muy escasas.
- Para ellos la clave de la educación está en poner ilusión, disfrutar a pesar de los momentos de caos, y transmitir esa alegría.
Cuando un padre o una madre cuentan que tienen 18 hijos lo primero que se le viene a la cabeza a la persona a la que se lo dicen es la cantidad de cifras que tendrá su cuenta bancaria. “Muchas personas nos dicen que debemos ser muy ricos, y yo, pensándolo, me dije, pues sí, somos muy ricos… en hijos. En hijos puedo decir que somos ricos, pero las personas que tienen mucho dinero son las que suelen salir en las revistas de corazón y a mí, hoy por hoy, ni me han llamado, ni he salido en ninguna”, explica bromeando Rosa Pich-Aguilera Roca, autora del libro ‘¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3… hijos?’.
Para Rosa su riqueza se basa en las ganas de disfrutar con su familia aunque reconoce que ha tenido que soportar muchas críticas por el hecho de tener 18 hijos. “Cuando paseábamos por el barrio e íbamos al mercado, porque los primeros años de matrimonio iba al mercado, ahora ya la vida no me da, me decían: ‘Señora, ¡pero cuántos tiene usted! ¿Y esperando otro? ¿Qué va a hacer con tantos?’. Y yo pensaba: ‘usted tiene que estar contenta porque yo cada semana vengo aquí a comprarle más fruta, y de momento los crío yo, no los cría usted’”.
A Rosa y a Chema con frecuencia les recriminaban que era unos inconscientes y que, en los tiempos que corren, “la vida no está para tener tantos hijos, pero ahora, con el paso del tiempo, piensan ‘qué feliz, qué contenta se la ve por la calle, rodeada de sus hijos’. Yo creo que uno de los problemas más grandes que tenemos hoy en día es la soledad, tampoco he tenido 18 hijos para no quedarme sola, pero sí que es verdad que una persona que ha sido generosa en su juventud y se ha dado a los demás, luego en la vejez siempre estará rodeada de hijos, de nietos o de amigos”, reflexiona Rosa.
Sus hijos… ¡quieren más hermanos!
Después de cada hijo la pareja recapacitaba sobre su estado psicológico, físico, y económico. “Valorábamos todos los aspectos, nos liábamos la manta a la cabeza y a por otro. Un poco una locura pero también… ¡bendita locura! A veces nos preguntábamos si llegaríamos a final de mes, pero luego pensábamos que uno más tampoco se iba a notar mucho porque los 18 no vienen de golpe… ¡Así que se le echa un poco más de agua al caldo y ya está!”, indica la autora, que reconoce que tener tantos hijos supone un coste económico y que desgasta físicamente, “pero al final ves que el corazón se ensancha, y cada vez más y más. Mis hijos cada noche me dicen, ‘mamá, ¿por qué no tenemos más?, no mellizos sino trillizos’. Los niños ven que mamá está feliz, que está con todos, y que un hijo más es una alegría y unas ganas de vivir y de disfrutar”.
Sin embargo, reconocen que las facilidades que ofrece el Estado por ser familia numerosa son muy escasas. “Actualmente el único beneficio que tenemos es el que ofrece Renfe, y alguna tienda que te descuenta un 10 por ciento”. Cada Navidad viaja en tren y se trasladan de Barcelona a Madrid, donde reside la familia de Chema, para pasar las fiestas. “Mi marido va con la furgoneta, en la que sólo puede llevar a nueve, y yo voy con los pequeños en Renfe, que pagan el 50 por ciento por ser menores de 12 años, y los pequeños de menos de 4 no pagan”, explica.
Educados para volar alto
Los Postigo Pich son en la actualidad la familia con hijos escolarizados más numerosa de España. “Los colegios a los que llevamos a nuestros hijos van en la misma dirección que nosotros, nos ayudan en la educación, tienen unos criterios y unas metas que hay que poner como objetivo a través de la educación y de la lucha”, señala la autora.
En la actualidad, y dada la situación en España, uno de sus hijos está estudiando en Corea. “Les estamos educando para que puedan volar muy alto, pero está claro que si aquí no encuentran trabajo tendrán que ir a buscarlo fuera”, indica. Para Rosa, sin embargo, la clave de la educación de sus hijos está en “tener mucho optimismo, muchas ganas de pasarlo bien, poner ilusión, disfrutar, a pesar de que haya momentos de caos… ¡y transmitirlo! En una casa lo que tenemos que valorar es si hay alegría. Está claro que en todas las familias hay gritos y peleas, pero la tónica general tiene que ser de alegría y de diversión”.
Debe estar conectado para enviar un comentario.