A los 10 años de «La Pasión» de Mel Gibson

Juanjo Romero

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Diez años de la película «La Pasión de Cristo», de Mel Gibson. ¿Diez años ya? Si querido lector…[dejo un prudente espacio para poder emitir las consabidas exclamaciones: ¡cómo pasa el tiempo!, ¡no puede ser!, ¡qué mayores!, etc] Todavía recuerdo el día que la vi. A los dos o tres días era el estreno en salas comerciales. Me quedé mucho rato rezando, pensando, llorando…, bueno ya no lloraba, pero los efectos eran evidentes. ¿Recordáis la primera impresión?

Para los que consideren que el cine también es un arte, «La Pasión» es quizá la obra artística religiosa de más impacto y más catequética de la historia. ¿Exagero?, creo que no. Quien la haya visto, y son millones, no puede abstraerse a su iconografía y sus referencias. Me explico: ¿habéis intentado acompañar al Señor en el Vía Crucis, o habéis leído el Evangelio sin que os vengan sus imágenes? Lo dudo.

Evidentemente es muy dura. Como decía el director unos días antes del estreno:

–La pasión de Cristo, tal como la narran los Evangelios, fue muy violenta. Si usted es sumamente fiel a esa narración, ¿no cree que la gente podría presenciar escenas demasiado violentas?

–Mel Gibson: Para algunas personas podrían resultarlo, pero…, ¡eh!, fue así. No hay nada de violencia gratuita en esta película. Creo que un menor de doce años no debería verla, a no ser que sea muy maduro. Es bastante fuerte. Nos hemos acostumbrado a ver crucifijos bonitos colgados de la pared. Decimos: «¡Oh, sí! Jesús fue azotado, llevó su cruz a cuestas y le clavaron a un madero», pero ¿quién se detiene a pensar lo que estas palabras significan realmente? En mi niñez, no me daba cuenta de lo que esto implicaba. No comprendía lo duro que era. El profundo horror de lo que Él sufrió por nuestra redención realmente no me impactaba. Entender lo que sufrió, incluso a un nivel humano, me hace sentir no sólo compasión, sino también me hace sentirme en deuda: yo quiero compensarle por la inmensidad de su sacrificio.

La campaña que se montó para que no se emitiese fue brutal, los de mi quinta la recordarán. Mel Gibson no conseguía distribuidora, asumió los gastos y a día de hoy es la película de habla no inglesa (está rodada en arameo y latín) que mayores ingresos ha obtenido en la historia del cine en USA. La reciente «Hijo de Dios» no le ha llegado a la mitad con todo el aparato hollywoodiense en marcha.

Si yo fuera el demonio también habría intentado que no la viese nadie. Si yo fuera el demonio también estaría tan «enfadado» con Mel Gibson que le habría dedicado horas extra. Intentaría por todos los medios que no pusiese sus manos y utilizase su talento nunca más.

Este año, como los nueve anteriores comenzaremos en mi casa la Semana Santa viéndola, el Viernes de Dolores. Os animo, y también os animo a aprovechar los créditos iniciales para rezar por el director.

Gracias, Mel Gibson, por lo que has hecho. Es de justicia dártelas.

 

Nuevos films religiosos, tras el éxito de La Pasión

Noah, la siguiente película bíblica a estrenar 

Hollywood, con Spielberg a la cabeza, produce nuevos films religiosos, tras el éxito de La Pasión 

Ridley Scott, Spielberg y Darren Aronofsky son los directores que quieren reeditar el éxito de Mel Gibson con La Pasión.

Actualizado 29 junio 2012 

Marcelo Stiletano/La Nación/ReL 

Todo comenzó en 2003, cuando Mel Gibson resolvió a su propia cuenta y riesgo encarar el proyecto más arriesgado de su carrera. Al comprobar que ningún estudio grande habría de respaldarlo, sacó 30 millones de dólares del bolsillo de su propia empresa productora y rodó una versión a su imagen y semejanza la famosísima La Pasión, todo un éxito mundila de taquilla.

La respuesta del público a La pasión de Cristo , estrenada a comienzos de 2004, fue sorprendente. El film fue recibido con curiosidad, interés y -sobre todo- con elogios inocultables desde una mirada más religiosa que cinematográfica. La temeraria apuesta de Gibson resultó extraordinariamente rentable: 611 millones de dólares recaudados por el film en todo el mundo, suficientes para convencer a Hollywood de que se abría un nuevo filón con resultados garantizados: los temas bíblicos, religiosos y evangélicos, populares en los años 50, tenían todo para reverdecer.

No fue así. Ese público adicional desinteresado por el cine convencional que el film de Gibson había logrado congregar volvió a retraerse y el cine específicamente dedicado a las comunidades cristianas (activo y permanente más allá de las modas) regresó a sus fronteras.

Hasta ahora. Una sucesión de proyectos -bien diferenciados entre sí por perfiles, enfoques y miradas, pero de nuevo unidos por un común denominador- indica que en estos días asistimos a una suerte de resurrección del cine de temática bíblica y evangélica, de la mano de realizadores tan diferentes como Steven Spielberg, Ridley Scott y Darren Aronofsky.

Ya está confirmada la ambiciosa Noah , recreación del relato bíblico de Noé y su arca, que llevará al cine Darren Aronofsky ( El cisne negro ), con protagonista (Russell Crowe) y fecha de estreno (el 28 de marzo de 2014) completamente aseguradas.

Al mismo tiempo, Hollywood también apuesta a recuperar el aliento clásico de Los diez mandamientos con un nuevo film sobre la marcha del Pueblo Elegido hacia la Tierra Prometida liderada por Moisés. En enero cobró fuerza un acuerdo entre Warner Bros. y Steven Spielberg para llevar adelante el proyecto, pero con el reciente estreno de Prometeo renació el interés de Ridley Scott por Moisés y «los extraordinarios detalles de su vida», según propia confesión el director, en un film que tentativamente se llamaría Gods and Kings ( Dioses y reyes ).

El círculo, por ahora, se cierra con el propio Gibson, que desde hace años sueña con una película sobre otro tema bíblico, la epopeya de la revuelta de los Macabeos. En abril último, Warner resolvió archivar por el momento el proyecto, que desde allí no hizo más que abrir discusiones encendidas entre el director y el guionista Joe Eszterhas, casualmente autor de los films más exitosos de Paul Verhoeven.

Beata Ana Catalina Emmerich

Ana Catalina Emmerich nació en Alemania en 1774 de familia muy pobre. A los 28 años de edad, entró a un convento agustino. Cuando las autoridades civiles cerraron el convento en 1812, se refugió en casa de una viuda, hermana de su confesor. Allí los enfermos y los pobres llegaban a ella en busca de ayuda. Ella sabía cuáles eran sus enfermedades y daba alivio a los necesitados.

En 1813 estando ella enferma en cama, los estigmas aparecen en su cuerpo. Desde ese mismo año no tuvo más alimento que la Comunión. Llegó a ser encarcelada y sometida a vigilancia día y noche con el objeto de averiguar el origen de esas heridas.

En los últimos años de su vida recibió las visiones de la vida de Cristo, de la Virgen María y de la vida después de la muerte, así como otras videncias de sucesos que acontecerían tiempo después como el Muro de Berlín, el Concilio Vaticano II…

Un notable escritor alemán, Clemens Brentano, al tener noticia de ello, acudió a visitarla. Se convirtió y permaneció al pié de la cama de la enferma copiando los relatos de la vidente desde 1818 a 1824.

El lunes 9 de febrero de 1824 Ana Catalina Emmerich murió en Dulmen consumada por las enfermedades y las penitencias. Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004.

Otras visiones suyas fueron recogidas en el libro «La amarga Pasión de Cristo» que fue la fuente de inspiración de película La Pasión de Cristo, de Mel Gibson.

Ana Catalina Emmerich logró indicar con precisión en Éfeso la casa donde residió la Virgen María… los arqueólogos, sin más que sus indicaciones, la encontraron reforzando así la credibilidad de las visiones… leer más

Entrevista al traductor de La Vida oculta de la Virgen María

«María no quería que la casaran, pero al final lo aceptó fiándose de la Providencia» 

José María Sánchez de Toca concede una entrevista en exclusiva a ReL en la que repasa los aspectos fundamentales de la obra. 

Actualizado 30 abril 2012 

Enrique Rivera/ReL 

Promete ser un todo un bestseller entre los libros religiosos de los últimos tiempos. Al menos es lo que se concluye de la repercusión mediática y las numerosas ventas que en sus escasos días de comercialización se vienen realizando del libro «La vida oculta de la Virgen María» de la beata Ana Catalina Emmerich (Voz de Papel).

José María Sánchez de Toca Catalá es el traductor al español de esta obra de la religiosa estigmatizada del siglo XIX y el protagonista de que sus revelaciones hayan sido conocidas entre el público hispano hablante pues también es el traductor de «La amarga Pasión de Cristo», que recoge las «visiones» de la mística sobre aquel episodio de la vida de Jesús y que sirvieron a Mel Gibson en la realización de la película «La Pasión».

– ¿Pueden ser fiables unas revelaciones («visiones») de una monja inválida del siglo XIX, casi sin formación académica (había sido granjera, costurera y sirvienta) y teológica (no había leído la Biblia jamás), encarcelada, duramente investigada y vigilada día y noche para averiguar el origen de sus estigmas?

-Como Vd sabe, la fiabilidad se refiere a la persona y la credibilidad al contenido. Ana Catalina era totalmente de fiar porque era extremadamente sincera y carecía de intención de engañar; una mujer sin doblez que contaba lo que veía.

Ahora bien, en cuanto al relato de sus visiones, es preciso matizar más, porque no sabemos qué es lo que Brentano entendió de lo que oyó en bajoalemán a Ana Catalina, ni cómo lo anotó. Tengo la impresión que a veces resumió mucho. Tenga en cuenta que escribía de noche a la luz de una vela y mojando en el tintero una pluma de ganso.

Tampoco sabemos si hubo pérdidas en las sucesivas ediciones alemanas; yo he encontrado bastantes erratas en la edición de Christiana Verlag, y a todo ello habrá que añadir mis errores, que sin duda habrá a pesar de todas mis revisiones.

En cuanto a los criterios externos, las noticias sobre hicsos, medos, esenios, egipcios y antiguas costumbres judías, unas confirman lo que creemos saber, y otras arrojan luz sobre posibilidades insospechadas, y en conjunto confieren mucha verosimilitud y credibilidad al texto. La casita de Éfeso es una buena confirmación arqueológica, pero ya sabe Vd que a su vez plantea otro problema.

– Las revelaciones de la beata no son «revelación pública», no forman parte del depósito de la fe que contiene las verdades necesarias para la salvación. ¿Qué valor otorga Catalina a sus visiones? ¿Qué valor tienen este tipo de revelaciones privadas en la vida de la Iglesia, del creyente? ¿Para qué sirven al creyente de hoy? ¿Y al no creyente?
-Son muchas preguntas a la vez:

Ana Catalina veía sus visiones como un niño que ojea una Biblia ilustrada, y no les daba el mismo valor que al Evangelio.

Para los demás creyentes, hoy como ayer y como en el futuro estas revelaciones iluminan la fe, encienden la caridad y robustecen la esperanza.

Para el no creyente que sienta interés por el mundo antiguo, Ana Catalina ofrece un panorama fascinante de la vida en la Antigüedad en el Próximo Oriente.

– ¿Qué parte atribuyen los expertos a Clemente Brentano en los contenidos de las revelaciones?

– Brentano fue realmente un traductor de Ana Catalina, con todos los problemas, dudas y complejidades que ello implica. Brentano, que era un hombre inteligente y cultísimo, traducía el dialecto germánico de Ana Catalina -una lengua cercana a la holandesa- al artificioso alemán culto de Lutero que se ha convertido en la lengua oficial alemana. Brentano fue muy consciente de su responsabilidad y como todo traductor, pulió y anotó su trabajo una y otra vez pues toda traducción es infinitamente perfectible. Pero las diferencias de estilo de Ana Catalina y de Brentano se ponen de manifiesto si se compara la narración de Ana Catalina con las eruditas notas de Brentano.

– ¿Por qué publicar en español un libro con las revelaciones de la beata Catalina Emmerick sobre la Virgen María?

Porque a todos los que amamos nos gusta saber del ser amado, y Ana Catalina nos cuenta de María y de su entorno un montón de cosas que unas veces ni siquiera sospechábamos y otras confirman la tradición, vea por ejemplo lo que dice de los esenios casados, o de las otras hijas de Santa Ana y de dos de sus tres maridos sucesivos. Habrá a quien le moleste la amorosa descripción que hace Ana Catalina de las galas con que la Niña María ingresó en el Templo (olvidando quizá lo que es la primera comunión de la pequeña en cualquier hogar cristiano), pero a muchos nos gusta saber hasta el último detalle de su vida. 

– ¿Sobre qué aspectos o pasajes de la Virgen María tratan estas revelaciones? ¿Están éstas ya contenidas en la Sagrada Escritura o la Tradición?
Los Evangelios son muy parcos en hablar de la Virgen, la Cristiandad primitiva quizá temía que los neófitos la tomaran como diosa. Estas revelaciones completan mucho la imagen, con los antepasados de la Virgen, la Inmaculada Concepción, el nacimiento y estancia en el Templo, la boda con José, Nazaret, la Visitación, la Anunciación, el Nacimiento, la adoración de pastores y reyes, la huída a Egipto y el regreso. No narra el papel de la Virgen en la vida publica de Jesús ni en la Pasión, que están en otros libros, y las visiones se reanudan con la estancia en Éfeso, los viajes a Jerusalén, y el Tránsito de la Virgen.

– ¿Qué dicen las revelaciones sobre el Tránsito o Dormición de María? ¿Qué diferencias hay con lo que señala la Tradición?

-El texto de la Marienleben afirma sin ambages que María pasó la mayor parte del resto de su vida en Éfeso y que murió allí rodeada de los apóstoles, menos Tomás que llegó tarde. Que la Virgen pasara años en Éfeso encaja bien con lo que suponemos de sus últimos años, pero desde tiempos muy antiguos, la Tradición ha situado el Tránsito de la Virgen en Jerusalén y más concretamente en Getsemaní.
 

Por otra parte, otras místicas, por ejemplo la estigmatizada Teresa Neumann veían el Tránsito de la Virgen en Jerusalén. En otra visión, Ana Catalina ve que Santiago regresa de España, pasa por Éfeso a despedirse de la Virgen y de allí a Jerusalén donde lo decapitan; por tanto no pudo asistir al Tránsito de la Virgen.
 

Dice Ana Catalina que el Cielo no ha querido que se supiera a ciencia cierta donde se produjo la Dormición y el Tránsito de la Virgen. Si Vd cae en la cuenta, en la declaración del dogma de la Asunción ni siquiera se mencionó la palabra muerte, dice «el fin de su existencia terrena». Por lo demás la descripción de cómo el alma de la Virgen no se aguantó más en su santísimo cuerpo, es emocionante:

«Entonces vi un cuadro maravillosamente conmovedor. Desapareció el tejado de la celda de María, la lámpara colgaba libremente en el aire, y pude mirar dentro de la Jerusalén celestial como a través del cielo abierto. Bajaron dos superficies de gloria como nubes de luz, en las que aparecían muchas caras de ángeles y entre ellas fluía una vía de luz hasta María. Por encima de María vi una montaña resplandeciente que entró en la Jerusalén celestial, hacia la cual María extendió sus brazos con infinito anhelo, y vi que su cuerpo se levantaba con todos sus envoltorios, tan alto por encima del lecho, que se podía mirar a través por debajo. Vi salir su alma de su cuerpo como una pequeña forma de luz infinitamente pura que ascendía flotando con los brazos alzados por la vía de luz que subía al cielo como una montaña de luz. Los coros de ángeles de las dos nubes se juntaron detrás de su alma y se cerraron separándola de su santo cuerpo, que en ese momento de la separación volvió a caer en el lecho con los brazos cruzados sobre el pecho».

– ¿Qué dicen las revelaciones sobre los esponsales de María y José?

– María no quería que la casaran, pero al final lo aceptó fiándose de la Providencia. José era de la estirpe de David, sufrió la prueba y fue designado; una y otro eran las personas más puras y nobles que ha producido la especie humana.

– ¿Es cierto que estas revelaciones permitieron a los arqueólogos descubrir la casita de la Virgen María en Éfeso? ¿Cómo fue esto?

-Sí, es cierto; yo lo supe en los años 70, antes de saber de Ana Catalina. Una monja española de Istanbul, contaba con toda sencillez la historia del hallazgo según la tradición de su comunidad,  como si hubiera ocurrido la semana pasada. Parece que la estuvo buscando un sacerdote con el libro de la edición francesa en la mano. El sacerdote y su acompañante, cansados, sedientos y hartos de buscar, pidieron agua a un labrador, y el labrador le llevó a lo que llamaban en plena Turquía de los sultanes, la Fuente de la Virgen María, que era el sitio descrito por Ana Catalina. A partir de ahí se descubrió todo. 

– ¿Qué nos puede decir sobre la autora de esta Vida de María, la beata Catalina Emmerick?

-Pues que la personalidad que se revela a través de sus manifestaciones era infantil, luchadora, sincera, leal, enamoradísima de su Esposo Celestial. Fue trabajadora infatigable, una escrupulosa transmisora de la verdad con una nobleza de espíritu insobornable. Era una mujer encantadora, alegre y nada quejica a pesar de la enfermedad, la invalidez y los dolores atroces. Una mujer que seguramente nos hubiera gustado conocer y tratar.

– ¿Cuál es la relación, semejanzas y diferencias, etc. entre la presente publicación y una anterior de la misma beata, «La amarga Pasión de Cristo», también traducida al español por Ud.?

-Mi impresión, como traductor que se ha pasado muchas horas estudiando ambos textos, es que este original es más primitivo que el de la Amarga Pasión. En la Amarga Pasión, Brentano mismo buscó y extrajo los fragmentos de sus Diarios, era relativamente fácil porque las visiones caían en Semana Santa y estaban agrupadas, y el transcribía sus propios apuntes. En este de María, las visiones están dispersas en muchos días distintos de varios años, y está claro que a Brentano no le dio tiempo a acabarlo ni revisarlo. Especialmente el final revela otro compilador; y me pregunto si no se deberá a ello lo del Tránsito en Éfeso.

«La Noche de la Sábana Santa»

Rosalinda Celentano, en «La Noche de la Sábana Santa» 

El Diablo defiende la Sábana Santa 

La RAI estrena en el Congreso Internacional en Valencia un nuevo documental sobre la Síndone en el que participa la actriz que protagonizó al demonio en «La Pasión de Cristo». 

Actualizado 30 abril 2012 

ReL 

El I Congreso Internacional sobre la Sábana Santa que se realiza estos días en Valencia con la presencia de los expertos y estudiosos más destacados sobre el tema ha sido el marco perfecto para el estreno de un vídeo-documental producido por la RAI sobre la Síndone de Turín.

El vídeo de la Radio Televisión Italiana que dura cerca de una hora lleva por título “La Noche de la Sábana Santa” y fue proyectado el sábado 28 de abril.

“La Noche de la Sábana Santa” ha sido dirigido por Francesca Saracino y cuenta con la participación de Rosalinda Celentano, la actriz italiana que interpretó el Diablo en la película «La Pasión de Cristo» del cineasta Mel Gibson.

El hilo que une las preguntas a las respuestas en el documental se desarrolla entre las manos de Celentano que, haciendo el papel de una especie de “Virgilio”, es el interlocutor activo, la consciencia y el espejo del espectador que se hace preguntas continuas.

El documental fue presentado en forma reducida en el Roma Fiction Fest 2011, y en los Estados Unidos ya es considerado como un documento importante por su contenido auténtico e inédito incluso antes de salir oficialmente distribuido.

Según el sitio web del Congreso este documental «no tiene nada que ver con todos los documentales anteriores sobre el tema, tanto por el enfoque que se ha dado, como por su objetivo de sacar a la luz los hechos inquietantes (antes y después de la datación) que llevaron a que la Sábana Santa fuera declarada falsa».

Último de una trilogía, la investigación documental “La Noche de la Sábana Santa” trata de aclarar con documentos nuevos e inéditos y con entrevistas en exclusiva mundial y sin precedentes la montaña de dudas sobre la datación de la Sábana Santa por el carbono 14. Por primera vez se arrojará luz sobre las investigaciones, sobre los personajes y sobre las misteriosas maniobras presuntas que caracterizaron esos años.

Dentro de este curso científico se alternan las candentes revelaciones de personalidades de prestigio internacional que no han dado entrevistas por más de 23 años y se analizan también documentos inéditos (fotografías, videos, archivos de audio, fichas, cartas), investigaciones no publicadas, descubrimientos, dinámicas que envolvían líderes científicos y eclesiásticos controvertidos.

El documental muestra:

1. documentos inéditos que NUNCA se han visto (cartas de los jefes de los laboratorios, los datos obtenidos de los análisis de laboratorio, cartas de los Cardenales, cartas del Papa Benedicto XVI);

2. videos inéditos de 1988

3. archivos de audio que NUNCA se han transmitido debido a que son privados

4. archivos de audio del Papa Juan Pablo II que nunca se dieron a conocer hasta ahora debido a que habían sido censurados

5. declaraciones sobre el análisis estadístico que NUNCA se ha enfrentado hasta hoy.

Independientemente de que sea verdadera o falsa,
¿Quién tiene miedo de la Sábana Santa?