El Papa Francisco quiere ir a rezar al campo de concentración de Auschwitz

El Pontífice podría también hacer etapa en el santuario de la virgen negra de Częstochowa, Polonia, venerada por san Juan Pablo II

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El Papa Francisco en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en julio en la ciudad polaca de Cracovia, podría visitar también el campo de concentración de Auschwitz para rezar por las víctimas del odio y la persecución.

El deseo del Pontífice ha sido divulgado por el presidente polaco, Andrzej Duda, tras ser recibido en audiencia en el Vaticano este lunes 09 de noviembre.

“Auschwitz es un grito de dolor que, en ese gran sufrimiento, está pidiendo un futuro de respeto, de paz y de encuentro entre los pueblos”, escribió el Papa el 20 de abril, en el aniversario de los 70 años de la liberación del campo de concentración donde el régimen nazi exterminó a más de un millón de personas, en su mayoría judíos, durante la Segunda Guerra.

En esa ocasión, el Papa encontró también a los Rabinos de Europa en el Vaticano. El odio racial en el corazón de Europa-en la Segunda Guerra Mundial- “debe ser una advertencia a las generaciones presentes y futuras. Igualmente hay que condenar, en todos lados, las manifestaciones de odio y de violencia contra los cristianos y contra los fieles de otras religiones”.

Asimismo, en su viaje apostólico (26 al 31 de julio) a la patria de San Juna Pablo II quien instituyó la JMJ, el Papa Francisco podría visitar la ciudad de Częstochowa, sede del santuario mariano del mismo nombre, que es la más venerada reliquia del país y uno de sus símbolos nacionales, según informó, el presidente Duda, al final de la audiencia que duró 20 minutos en el Palacio Apostólico.

El presidente, acompañado por su esposa, Agata y su hija, Kinga, regalaron al Papa una imagen de la virgen negra de Czestochowa de la cual era muy devoto Juan Pablo II. Una leyenda indica que el Icono de la Señora de Częstochowa tiene raíces en los tiempos de San Lucas que lo habría pintado en un pedazo de madera de ciprés sacado de la casa de la Sagrada Familia.

Asimismo, durante el encuentro entre el mandatario polaco y el Papa, además de representantes de la diplomacia vaticana, se tocaron temas de interés bilateral: la promoción de la familia, la ayuda a los pobres, la acogida de los migrantes. Además de la paz en Ucrania y la situación en Oriente Medio.

Una mini JMJ dedicada a la oración

De más de 70 nacionalidades

Más de 80.000 jóvenes convierten Medjugorje en una mini JMJ dedicada a la oración

Y más de 500 sacerdotes concelebrando, otros 300 confesando buena parte del día… y muchas conversiones. Es Medjugorje, una parroquia muy viva.

Actualizado 18 agosto 2012

Jesús García/ReL

Hagamos un experimento social vestido de crónica, como si de un reality show se tratara. Imaginemos que nos sentamos en nuestro sofá, ante el televisor, y nos dedicamos a contemplar un experimento que consiste en coger a unas 80.000 personas y enviarlas a un viaje muy, muy largo, en el que la mayoría de ellas tendrán que recorrer miles de kilómetros hacia una insignificante aldea de Bosnia y Herzegovina. 

Unos Ejercicios Espirituales…

Pongamos cámaras en sus autobuses, en sus aviones, en sus coches, y observemos sus caras y gestos, sus horas de sueño, de cansancio, de paradas en gasolineras. Traigámosles a todos ellos por tierra, mar y aire, atravesando fronteras y aduanas, puertos, caminos y carreteras, y démosles no una casa tipo Gran Hermano, ni una playa, ni un complejo vacacional con SPA, campo de golf o bolera. No. Metámoslos a todos en una iglesia. En una parroquia de pueblo y démosles cinco días de oración intensa. A saber: Seis horas de oración comunitaria cada uno de esos días, entre las que encontramos el rezo del rosario, la celebración de la Eucaristía, una hora de adoración cada noche. 

Sigamos observando y viendo que nuestros concursantes vienen de cualquier lugar de la Tierra. Salpiquemos ahora su día a día con canciones y bailes para desengrasar a los más jóvenes y para animar a los más mayores.

Muchas realidades de la Iglesia

Pongamos ahora que entre todas estas personas se hacen presentes innumerablesmovimientos y realidades de la Iglesia: Religiosos, monjas, neocatecumenales, carismáticos, focolares, Opus Dei, Movimiento de Schoesnnttat, Laicos del Cordero, Comunión y Liberación, Milicia de Santa María… y veamos también que en nuestro experimento tenemos personas de cualquier estado de vida: consagrados, célibes, casados, novios, solteros… También sencillos fieles de una parroquia pongamos que de Ucrania y de otra de Chamberí, mezclados con los coreanos que se pasan el día de rodillas y con los mexicanos, que lo hacen cantando alabanzas a Dios como si no existiera mañana. 

Testimonios de conversión

Pongamos ahora ante ellos, durante todo el día, numerosos testimonios de conversión, fe o vocación, tan diferentes en sus orígenes como comunes en su fin: Cristo en la Iglesia Católica.

Después de reunirles a todos, pintémosles una sonrisa en la cara que les de la vuelta a la cabeza, un brillo en los ojos que refleje la luz interior de algo sorprendente que están viviendo y compartiendo, y un entusiasmo que les capacita para sobreponerse a los 40 grados que hace al sol durante buena parte del día. Démosles fuerza y una linterna para, por las noches, subir al monte a orar bajo la luz de las estrellas, y pongámosles el despertador prontito, para volver en torno a la iglesia a vivir una jornada interminable de testimonio cristiano, oración y celebración. Ahora nos saltamos la parte de las nominaciones. Aquí no se echa a nadie, solo se acoge con las puertas abiertas.

Festival de Jóvenes de Medjugorje

Una vez hecha la mezcla, apaguemos el televisor virtual y empecemos a leer este artículo como una crónica auténtica del Festival de Jóvenes de Medjugorje, posiblemente la mejor muestra de que dispone hoy la Iglesia para contarle al mundo qué es y cómo se vive en ella. Tal experimento no es una ficción, sino una realidad de la Iglesia, que se repite cada año durante los primeros cinco días de agosto, tan cotizados entre los más jóvenes a la hora de planear unas vacaciones.

¿Cómo han conseguido en Medjugorje que cada primera semana de agosto su parroquia se quede pequeña ante la avalancha de peregrinos que la toman a golpe de rosario y oración? Cuando uno se pasea estos días por Medjugorje, se da cuenta de la sencillez de sus gentes a la hora de vivir las cosas de Dios. 

¿El secreto? Oración y sacramentos

La clave es que le han dado la primacía de su vida diaria a la oración y los sacramentos. Aquí se palpa la autenticidad de una parroquia formada por unos fieles que se saben bendecidos y que, agradecidos, le devuelven a Dios el don recibido transformando en amor cada celebración, cada rito, cada oración, cada detalle, cada gesto con los peregrinos, en una mezcla incomparable de respeto por la liturgia con la alegría desbordada por celebrar, ante miles de jóvenes de todo el mundo que llegan a su pueblo, la Buena Noticia del Evangelio. 

Una Iglesia alegre cuya fe no es de museo

Ellos nos enseñan que no por vieja ha de ser triste, como parece en tantas parroquias y diócesis de la moribunda Europa. En este festival, el Evangelio se muestra absolutamente nuevo, siendo un escaparate de Nueva Evangelización mediante el que los peregrinos le cuenten al mundo que la suya no es una fe de museo, que Cristo no es una momia, que verdaderamente ha resucitado y que no está muerto. Que la fe católica es una fe de vida moderna, de vida callejera, para ser gastada en la calle, en medio del mundo. 

Todo ocurre en una parroquia de Bosnia

Todo esto que ocurre en esta parroquia de Medjugorje no es fruto de la casualidad. Esta parroquia y sus feligreses han sido preparados durante décadas para acoger en su seno a miles de peregrinos de toda la Tierra y contarles: “Mira, esta es mi Iglesia, aquí vive Cristo, que se te quiere dar a través de la alegre Eucaristía, que se te ofrece en el perdón, que no te condena, solo te espera, te perdona y te consuela”.

El cardenal Schönborn, anfitrión

A los peregrinos reunidos en esta ocasión los saludó el Cardenal Arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, mediante un comunicado leído en la ceremonia de apertura del Festival: “Para los innumerables jóvenes que han venido hoy a Medjugorje os envío mi cordial saludo y bendiciones. Me llena de alegría y admiración que toméis la molestia de venir a este lugar tan caluroso y aislado, donde uno no se espera una playa o una piscina, pero donde una Madre está esperándote: la Virgen María, a quien cada uno de vosotros conoce y ama. Me gustaría que experimentaseis la cercanía amorosa de la Virgen y la alegría de la reconciliación en el Sacramento de la Penitencia. Es un tiempo maravilloso de comunión en la Iglesia, que está viva y nos da un hogar”.

Han pasado 23 años desde la primera edición

Si la primera edición del Festival se celebró en 1989, con la asistencia de una treintena de jóvenes de la parroquia y un puñado de frailes, este año 2012, en su edición número 23,han participado más de 80.000 peregrinos de setenta países

Los testimonios y oraciones han sido traducidos, vía FM, a 23 lenguas diferentes -entre ellas el ruso, el árabe o el chino-, a través del servicio de traducción simultánea de la parroquia. 

Alguna de las celebraciones eucarísticas ha sido concelebrada por 593 sacerdotes, y el número de presbíteros celebrando el Sacramento del Perdón simultáneamente en los aledaños de la parroquia, han superado los 300 durante varias horas de cada díade celebración, dando a Medjugorje el nombre por el que en tantos sitios se conoce: El Confesionario del Mundo

Una mini JMJ anual y en un pueblo

Para los amantes de las cifras y las estadísticas, todos estos datos convierten al Festival de Medjugorje en un acontecimiento anual sin parangón en la vida de la Iglesia. Algunos peregrinos lo definen ya como “una mini JMJ” de carácter anual y en un pueblo.

Sin embargo, lo más importante de este acontecimiento no son los records, ni los números, ni las cifras, sino cada una de las almas reunidas en torno al altar de una parroquia, que han vivido con asombro la alegría de una Eucaristía Viva, de una Comunidad Viva, de una Palabra que se hace vida para ser llevada por ellos, testigos de lo vivido, a sus lugares de origen, a sus comunidades, a sus casas, a sus parroquias, difuminadas y repartidas por toda la faz de la tierra, reconstruyendo -como en tiempos de San Francisco-, una Iglesia que en tantos lugares languidece por momentos y que pide a voces esa Nueva Evangelización para la que Medjugorje parece ser el plan pastoral diseñado por Dios.

Encuentro con Cristo y la Virgen

Este año a sido el que más peregrinos españoles han asistido al Festival, más de mil. Entre ellos Álvaro, un profesor madrileño de 27 años, quien explica que algunos de los peregrinos van “a ver milagros, pero la mayoría venimos a hacer que ocurran”. Ante lo sorprendente de su afirmación, parece tener muy claro cómo conseguirlo: “Simplemente hay que hacer caso a la Virgen María. Orar, orar y orar”. Álvaro ya es la tercera vez que participa en el Festival, y explica que lo que vive aquí es “la presencia de una mano que no me suelta, que me empuja a profundizar y crecer en mi fe; y la riqueza de la Iglesia, a través de los sacramentos y el testimonio de los santos”.

Álvaro llegó a Medjugorje desde Madrid acompañado de otros doscientos peregrinos que hicieron el viaje en autobús. Cuatro días de carretera y durmiendo en tiendas de campaña que hicieron de su viaje una auténtica peregrinación. Entre sus acompañantes venía Cristina, también de Madrid, quien confiesa haber hecho una peregrinación tan complicada por una razón muy sencilla: “Porque la Virgen María me quiere hacer feliz”. 

Para ella, “Medjugorje es un viaje al amor de Dios en donde ‘aprendes’ a amar la Eucaristía, la Adoración y la Oración. Pero también es un viaje a la oscuridad del alma, en el que la Virgen María bucea por la profundidad de tu corazón para llevarte a la verdadera felicidad, que es Jesucristo. En Medjugorje recibes el don de perdonarte a ti mismo, de dejarte perdonar por el Señor y de perdonar a los demás. Cuando regresas de allí te das cuenta de que amas y eres amado”.

Raquel es consultora informática y esta es su cuarta peregrinación al Festival de Jóvenes de Medjugorje. Nos cuenta que vino por primera vez “en 2009, a vivir una aventura, para sorprenderme, sin saber realmente lo que era esto, y realmente me sorprendió. Aquí he sentido la auténtica Paz y el Amor, como en ningún otro lugar he encontrado. En Medjugorje descubrí la existencia y la presencia de la Virgen María en nuestras vidas, y en 2010 recibí una gracia para cambiar mi vida y, desde entonces, gracias a María, tengo más Paz y Amor que en toda mi vida. Soy muy feliz”.

Antonio se ha embarcado en el Festival con su mujer y tres de sus hijas. Él ya lo conoce y repite “respondiendo a una llamada. Hace muchos años que la Virgen nos llamó a visitar este lugar y esta es la tercera vez que venimos. Aquí he vivido a la Iglesia como Madre que me ama y me cuida. Como madre que me invita a la oración y a la conversión y que de la mano de María, cada día me lleva hasta su Hijo”.

Apaguemos ahora el televisor virtual y sigamos con nuestra vida como si no hubiese pasado nada. O démosle la vuelta, como si todo estuviera por pasar.

 

«Una JMJ me cambió la vida»

El padre Juan Javier Martín, nuevo abad de la Trapa de Dueñas y anterior abad de Oseira

Juan Javier Martín estudiaba Empresariales, tenía coche desde los 18 años y buenos amigos. Con 20 años, leyó la vida del Hermano Rafael, vivió la JMJ de Santiago de Compostela, visitó La Trapa…, y Dios le cambió los planes. Hoy, con sólo 43 años, ya ha sido abad del monasterio cisterciense de Oseira (El Escorial de Galicia, lo llaman), acaba de ser elegido nuevo abad de la Trapa de San Isidro de Dueñas, en Palencia, y se reconoce «convencido de lo que debe ser la nueva evangelización desde un monasterio»

La vida cisterciense de estricta observancia no es, precisamente, cómoda y regalada. ¿Qué le atrajo de esa espiritualidad?

La mediación que Dios utilizó fue el Hermano Rafael. Yo me movía en el ambiente de mi parroquia de Sonseca, en Toledo. Eran los últimos años de don Marcelo como arzobispo, en los que se enfatizó la pastoral juvenil, y el tiempo de las primeras JMJ y Guadalupadas. Y confluyeron dos factores. El primero, una insatisfacción interior: me iba bien en los estudios, tenía coche desde los 18 años, amigos…, pero estaba vacío por dentro. Y el segundo, encontrar una forma de vivir la fe sin miedo, con sacerdotes jóvenes que vivían la fe con ímpetu.

¿Y el ejemplo de Rafael?

Leí la vida del Hermano Rafael y me pareció heroica, pero nada más. Lo que pasa es que, al ver que seguía insatisfecho, un sacerdote me llevó a visitar La Trapa. Aquello me removió, pero las cosas no son rectilíneas en los planes de Dios, y pasé tiempo huyendo de mí mismo. Hasta que, con 20 años, en 1989, fui a la JMJ de Santiago de Compostela, y Juan Pablo II propuso a Rafael como ejemplo de vida. Ésa fue para mí la invitación a no tener miedo a lo que Dios quisiera. Con los consejos de un sacerdote, Dios fue desenredando la madeja de mi vida. Aun así, no es fácil dejarlo todo para meterte en un monasterio, así que, cuando luego hice la mili, pude tomar distancia de mi entorno, y reflexionar. De hecho, el tiempo de permiso lo utilicé para hacer el discernimiento sin levantar sospechas.

Muchos piensan que la vida contemplativa es enterrarse en vida…

Yo también me sentía más llamado a vocaciones activas, pero el amor de Dios es un fuego que te quema por dentro, y sólo puedes fiarte de ese designio de amor si quieres ser feliz. Por eso, sea cual sea tu vocación, hace falta silencio y lectura orante de la Palabra para discernir a dónde te lleva. No es una decisión fruto de tus apetencias o aptitudes, como cuando elegí estudiar Empresariales, sino una obediencia a la llamada de Dios.

O sea, que en el siglo XXI, ¿sigue teniendo sentido la vida monástica?

Mi vocación surgió en una JMJ y estoy convencido de lo que debe ser la nueva evangelización en un monasterio, cómo ser poroso para acoger a los peregrinos y buscar qué podemos aportar a la Iglesia y a la sociedad; pero no podemos dejar de ser lo que somos, ni de perseverar en el silencio y en la oración. Uno puede pensar: ¿qué pinta éste aquí, si con sus aptitudes podría ser enfermero en África o un buen profesor? Pero la vida monástica no se entiende con criterios humanos, sino desde Dios.

Algunos prefieren un cristianismo más mundano, menos exigente.

Cualquier cristiano que se tome en serio su fe tiene que estar dispuesto a sufrir por las elecciones que implica en su vida, a dejarse abrazar por el Espíritu y a dejarse llevar por Él a lo desconocido. Cuando te metes en Dios y buscas seguir a Jesucristo, entras en una nueva dimensión de tu vida. Y si no tomas conciencia de que Dios mueve los hilos de la vida, y de que Él vive en la Iglesia, te conviertes en tu propio diosecillo. Las cosas más importantes (el cuerpo, la familia, nuestras capacidades, la vocación…) se reciben como un don, no las eliges tú, y nuestra labor es acogerlas. Ser cristiano abre una pregunta: ¿Quién es ése Resucitado, que colma la vida y me vivifica por dentro?Porque encontrarte con el Resucitado es algo real, que se hace vida en cada generación.

«Sea cual sea tu vocación, hace falta
silencio y lectura orante de la Palabra»

Pues ya que lo pregunta, ¿quién es Cristo para usted?

Es el Señor en mi vida, que se me ha presentado siempre de modo suave, sin exigir nada a la fuerza. Hace 20 años que entré en San Isidro, y ha ido construyendo mi propia historia de salvación incluso con mis pecados y debilidades. El suyo es un amor tan peculiar que ha cambiado mi vida, a mejor, y la de las personas que quiero. Cristo colma mis ansias de felicidad y, en los momentos duros, me muestra que puedo identificarme con Él, en procesos de muerte y resurrección. Por eso, cualquier momento de dolor o de prueba, vivido desde Dios, se llena de sentido y esperanza.

¿Qué es lo más difícil de ser abad?

San Benito dice que el abad tiene que adaptarse a todos: con uno, ser más exigente; a otro tratarlo con más ternura; a otro, con más disciplina… Quizá lo complicado es que el abad tiene que adaptarse a cada hermano, y no cada monje adaptarse a mí, al humor con que me haya levantado o a los problemas que tenga sobre la mesa. Servir a los hermanos, como si fuese Cristo quien los sirviese, es una vocación dentro de la vocación. ¡Menos mal que Dios ayuda al abad a ser abad, a pedir lo máximo a los hermanos para ser verdaderos monjes, siendo siempre misericordioso!

El orden de la vida monástica, ¿no hace rutinaria la oración?

El ideal del monje es la oración continua, y dirigir los afectos al Señor. Vamos siete veces al día al coro, para la oración, pero barrer, envasar leche, o hacer la comida, en silencio y en presencia de Dios, es un trabajo ascético. A veces, es necesario pasar por la sequedad y por vernos apáticos para valorar la riqueza de Dios. El sentimiento no marca la autenticidad de la oración: a veces puedes tocar el cielo, y otras, pasar por tal desierto que te veas con las tentaciones a flor de piel. Pero, como dice un santo, los monjes, como cada cristiano, por la Gracia, podemos perseverar en Dios incluso a las puertas del infierno.

José Antonio Méndez

Fechas de la JMJ Río 2013

Por el sitio oficial del evento y el arzobispo de Río

Confirmadas las fechas de la JMJ Río 2013: del 23 al 28 de julio

Actualizado 14 diciembre 2011

Aci

El Pontificio Consejo para los Laicos en el Vaticano confirmó hoy las fechas para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Río de Janeiro entre el 23 y el 28 de julio de 2013.

La información fue divulgada hoy por el sitio oficial del evento www.rio2013.com y por el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, a través de su cuenta de twitter.

Las fechas se confirmaron durante la reunión de los miembros del Pontificio Consejo para los Laicos y la comisión del Comité Organizador Local (COL) de Río que llegó ayer 12 de diciembre a Roma para ver los detalles del evento.

Con Mons. Tempesta están en Roma dos obispos auxiliares de Río de Janeiro, Mons. Antônio Augusto Dias Duarte y Mons. Paulo Cezar Costa, Mons. Joel Portella Amado, coordinador general, y los sacerdotes P. Márcio Queiroz, encargado de comunicaciones de la JMJ, y Renato Martins, responsable de los actos centrales de la JMJ.

Entre los temas tratados está también la elección del logo oficial de la JMJ Rio2013 tras un concurso internacional cuyo ganador será anunciado próximamente.

La comisión regresa a Rio el 14 de diciembre y está prevista una reunión de todos los sectores del COL para tratar los temas relacionados a la JMJ.

la JMJ 2015 en la tierra del beato Juan Pablo II

Su competencia es Letonia

Se estudia la posibilidad de que la JMJ 2015 sea en la tierra del beato Juan Pablo II

Polonia podría convertirse en la sede del encuentro internacional de los jóvenes católicos, como un homenaje a Juan Pablo II en el décimo aniversario de su muerte.

Actualizado 30 septiembre 2011

Giacomo Galeazzi/Vatican Insider

Si Kracovia pretende ser la sede de la JMJ 2015, tendrá que competir con Letonia, aunque la candidatura polaca parece tener todas las de ganar.El cardenal Stanislao Dziwisz habló de la cuestión con el Papa Ratzinger y le invitó a bendecir el santuario de la Divina Misericordia de Kracovia. El Pontífice respondió: «Veremos».

En 2015, décimo aniversario de la muerte de Karol Wojtyla, la Jornada Mundial de la Juventud podría transformarse en un colosal homenaje a su inventor. Comienza a tomar forma la hipótesis de una JMJ en Polonia, la tierra de Juan Pablo II, que fue el inventor de los encuentros planetarios de los “Papa boys”. El cardenal Dziwisz, brazo derecho de Karol Wojtyla en Polonia y en el Vaticano, está trabajando arduamente, tanto en su patria como en la Curia, para lograr que la JMJ de 2015 pueda desarrollarse en Kracovia. Benedicto XVI, que hace cuatro meses elevó a los altares a su predecesor, no dijo que no a la propuesta del arzobispo polaco. «Espero que después de Río de Janeiro, la juventud del mundo se encuentre en Kracovia, en el santuario del Beato Juan Pablo II».

El cardenal Dziwisz tiene un argumento a favorpara convencer a la Santa Sede: dentro de cuatro años, en 2015, se celebrará el 10 aniversario de la muerte de Wojtyla. Será la Conferencia episcopal polaca la que invitará oficialmente a Benedicto XVI. «La Jornada Mundial de la Juventud representa una enorme oportunidad para promover a la ciudad de Kracovia –comenta el periódico “Dziennik Ploski”. La JMJ también puede hacer un aporte económico sustancial, como demuestran los 160 millones de euros que, según los organizadores, quedaron en las aras de Madrid gracias al último encuentro de los jóvenes».

La preocupación: Letonia

Según lo que indica la Radio Vaticana, también Letonia «entrará en la competencia para tener el privilegio de hospedar el evento en 2015». Que la JMJ hiciera una etapa en Kracovia significaría homenajear a su creador. Todo comenzó, de hecho, el domingo de Palmas del 31 de marzo de 1985; miles de jóvenes de todo el mundo se reunieron en Roma para celebrar con Juan Pablo II el Año Internacional de la Juventud. La cantidad de jóvenes es sorprendente. Se calcula que fueron, por lo menos, 250.000 los que llenaron la Plaza San Pietro y parte de la Via de la Conciliación. La respuesta de los jóvenes es semejante, por los números y por el entusiasmo, a la reunión que tuvo lugar dos años antes, el Año Santo del Jubileo de los jóvenes de 1983, cuando el Santo Padre se reunió en Roma con sus amados jóvenes en un encuentro para la oración, para compartir, para conversar alegremente.

El éxito de estas iniciativas hizo que naciera la idea de instituir las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), en las que los jóvenes de todo el mundo pueden encontrarse con el Santo Padre y, con él, renovar la propia fe. Las jornadas fueron concebidas por Juan Pablo II «como momentos de descanso en los que es posible alimentar la fe mediante el encuentro con los coetáneos de otros países y para compartir las respectivas experiencias».

De esta manera empezó la tradición anual de las JMJ en las diócesis del mundo y del encuentro internacional cada  dos años en un lugar diferente. Este encuentro internacional bianual marca, según las intenciones del Papa, un momento privilegiado en el que los jóvenes pueden «construir puentes de fraternidad y de esperanza entre los continentes y volverse peregrinos por los caminos del mundo». 

El primer encuentro internacional (que coincidió con la segunda JMJ) fue en Buenos Aires, en 1987. Así, «todo nace de una gran intuición de Karol Wojtyla y que confirma Joseph Raztinger», sintetiza “Familia Cristiana».