“La Iglesia está en deterioro”.

Así le dijo Jesucristo a Luisa Piccarreta

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Las presuntas visiones están al centro de la causa de beatificación de la mística italiana. Y anticipan, en diversos casos, las amonestaciones de Bergoglio a los sacerdotes

¿Recuerdas las vibrantes y continuas advertencias del papa Francisco al clero? Citamos algunas.

Por el ejemplo, la advertencia a los sacerdotes para que sean mediadores del amor de Dios, no intermediarios que piensan en su propio interés (Santa Marta, 9 diciembre de 2016). Y también: “Nuestro pueblo perdona a los curas muchos defectos, salvo el de estar apegados al dinero” (Jubileo de los Sacerdotes, 2 junio 2016). Y la insistencia en la “doble vida de los sacerdotes”, es una “enfermedad fea” (homilía de la misa en el Vaticano para la ordenación de 10 nuevos sacerdotes, domingo 7 mayo 2017).

Hace más de un siglo una mística italiana recogía en sus memorias advertencias aún más duras, fruto de visiones en que ella misma observaba junto a Jesús los vicios del clero romano.

Luisa Piccarreta hoy está camino de ser beatificada. El 20 de noviembre de 1994, la Santa Sede dio el “Nulla Osta” a la arquidiócesis de Trani-Barletta-Bisceglie, para la apertura oficial de la Causa de Canonización.

El 29 de noviembre de 2005, el arzobispo Giovan Battista Pichierri cerró la fase diocesana, dando inicio a la romana de la Causa de Beatificación (Bel tempo si speraTv 2000, 24 marzo 2017).

A 9 años ya rezaba durante horas

Luisa Piccarreta nació en Corato (Bari) el 23 de abril de 1865, y fue la cuarta de las cinco hijas de Vito Nicola Piccarreta y Rosa Tarantini. Vivió su infancia y adolescencia en una granja agrícola, cuyo padre era el granjero, situada en el centro del Murge, en la localidad Torre Disperata.

Recibió la Primera Comunión y Confirmación a los nueve años y desde ese momento aprendió a estar en oración durante horas enteras; a los once años se inscribió a la Asociación de las Hijas de María.

La primera visión de Jesús

A los trece años, mientras meditaba sobre la Pasión de Jesús, al sentir el corazón oprimido y la falta de respiración, salió al balcón de la casa y ahí tuvo una visión: la calle estaba llena de personas que empujaban a Jesús, sufriente y ensangrentado, mientras llevaba la pesada cruz sobre los hombros. Entonces, Cristo levantó los ojos, la miró como pidiéndole ayuda y Luisa tuvo compasión y se ofreció víctima expiatoria por los pecados que aplastaban al Redentor.

Desde ese momento en adelante, se encendió en ella un deseo insaciable de consolar a Jesús, tomando sobre sí sus sufrimientos para salvar las almas y reparar así las ofensas que recibía. Comenzaron para ella los sufrimientos físicos debidos a los estigmas invisibles y a las duras y continuas vejaciones de demonios.

La segunda visión de Jesús

A los dieciséis años, un día, después de ser vejada por el demonio, tuvo una segunda visión de Jesús que penaba y la Virgen de los Dolores que la invitaba a ofrecerse víctima por amor a su Hijo. Entonces pronunció su Fiat Voluntas tua a Dios, haciendo voto de víctima de expiación por los pecados. Enseguida, comenzó a manifestarse un misterioso estado de sufrimiento que la obligaba a estar inmóvil en la cama y a vomitar cualquier comida y bebida, nutriéndose sólo del Santísimo Sacramento, durante setenta años (santiebeati.it).

Rigidez cadavérica

Se trataba de una inexplicable rigidez cadavérica, aunque daba señales de vida y no existían curas que pudieran resolver esta pena indecible.

La familia se dirigió a la ciencia médica, considerando estos fenómenos una enfermedad, pero no tuvo éxito.

La liberación con la cruz

Y entonces llamaron a un sacerdote, el agustino Cosma Loiodice, el cual acercándose a la enferma, le hizo el signo de la cruz en el cuerpo inmóvil, que para maravilla de los presentes, hizo que la enferma adquiriera sus funciones normales. Habiéndose ido el sacerdote agustino, cada día se llamaba a cualquier sacerdote, que con el signo de la cruz la conducía a la normalidad.

La “divina voluntad”

Se volvió terciaria dominica con el nombre de Magdalena, pero Jesús le encomendó una misión particular y única: en la “pequeña prisión” de su cama, Jesús le hizo conocer su deseo de conducir a la humanidad al orden y al objetivo para el cual fue creada, es decir su “Divina Voluntad”, como vivió Adán antes del pecado original.

No fue comprendida por todos, es más los mismos sacerdotes la consideraban un muchacha exaltada, una neurótica que quería llamar la atención de los demás sobre sí. Una vez la dejaron en ese estado cadavérico por más de veinte días.

La orden del director espiritual

No tenía un director espiritual, porque Jesús le hablaba interiormente, corrigiéndola y conduciéndola hacia la cumbre más alta de la perfección cristiana. Pero el arzobispo de Trani, monseñor Giuseppe Bianche Dottula (1848-1892), abrió el caso de Luisa, delegando un confesor especial para Luisa Piccarreta, en la persona de don Michele de Benedictis, el cual con su prudencia y sabiduría, impuso a la chica del Corato, límites por los cuales no podía hacer nada sin su consentimiento; le ordenó comer al menos una vez al día, aunque enseguida vomitara lo que comiera.

El sacerdote Michele desde el 1º de enero de 1889 le dio el permiso de permanecer en cama, donde permaneció sentada durante 59 años, hasta su muerte, ininterrumpidamente.

Semi analfabeta y “escritora”

El 28 de febrero de 1899, el segundo confesor don Gennaro De Gennaro, le dijo que escribiera lo que sucedía entre Jesús y ella y las gracias que recibía continuamente. Así, desde el 28 de febrero de 1899 al 28 de diciembre de 1938, escribió importantes revelaciones en un manuscrito que contenía alrededor de 10 mil páginas, recogidas en treinta y seis volúmenes, sobre “santificación” en la Divina Voluntad.

El viaje con Jesús

En una visión, escribió Luisa:

…El bendito Jesús me ha transportado a una ciudad, donde las culpas que se cometían eran tantas que, salía como una neblina densísima, apestosa, que se elevaba al cielo. Del cielo bajaba otra neblina espesa y dentro estaban condensados tantos castigos, que parecía que fueran bastantes para exterminar a esta ciudad, y yo dije: “Señor, ¿en dónde estamos? ¿Qué lugar es este?”.

En un instante vi el desastre que se llevaba a cabo, y parecía que el Vaticano recibía parte de la sacudida. Ni siquiera estaban perdonados los sacerdotes. Por eso toda consternada dije: “Señor mío, perdona a tu ciudad predilecta, tantos ministros tuyos, el Papa. Oh, con cuánto gusto me ofrezco a ti para sufrir sus tormentos, para que se los perdones”. (Vol. 4°, 10-10-1900)

“Sacerdotes son tinieblas”

En otra visión habla de la degradación de los sacerdotes:

…En un cerrar de ojos he visto tantas miserias humanas, el abatimiento y el despojo de la Iglesia, el mismo degrado de los sacerdotes, que en lugar de ser luz para los pueblos, son tinieblas. Con gran amargura por esta visión dijo: “Santísimo Dios, dale la paz a la Iglesia, hazle restituir lo que le han quitado, no permitas que los malos se rían a espaldas de los buenos”. Y mientras decía eso las Divinas Personas dijeron: “Son misterios incomprensibles de Dios”. (Vol. 4°, 13-11-1900)

Los enemigos de la Iglesia

…Esta mañana mi adorable Jesús vino y me transportó fuera de mí misma. Me parecía que era Roma. Cuántos espectáculos se veían en todas las clases de personas. Hasta en el Vaticano se veían cosas que daban asco. ¿Qué decir de los enemigos de la Iglesia?

Cómo se enfurecen contra ella, cuántas calumnias maquinan, pero no pueden realizarlas porque Nuestro Señor los tiene atados. Pero lo que más me ha asustado es que veía a mi amor Jesús a punto de liberarlos.

Los castigos

¿Quién puede decir cuán consternada estaba? Entonces, viendo Jesús mi consternación me dijo: “Hija, son absolutamente necesarios los castigos. En todas las clases ha entrado la podredumbre y la gangrena, por lo tanto, es necesario el hierro y el fuego para hacer que no mueran todos; por eso esta es la última vez que te digo que te conformes con mi Voluntad, y te prometo que perdonaré una parte”. (Vol. 4°, 22-03-1901)».

Jesús es más fuerte que Chuck Norris

Había ganado millones de dólares durante su vida, pero por fin se dio cuenta: Sólo había una persona a quien recurrir: Dios

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“Dijo Dios: ¡sea la luz! Y Chuck Norris respondió: Pídalo por favor”. Este es uno de los innumerables chistes que colorean la leyenda del actor karateca, héroe de la serie Walker Texas Ranger y de una gran multitud de entretenidas películas de acción, cargadas de testosterona y coreografiadas refriegas que podrían calificarse de homéricas, pero que sería más acertado llamarlas “chucknorrisianas”. El actor confiesa haber sido un niño “tímido” y atribuye su éxito deportivo y escénico a, adivinad quién, ¡Dios!

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Un chico sin padre, pero con un objetivo

Carlos Ray Norris describe su infancia en el seno de una familia pobre, que bailaba al son de los antojos de su padre alcohólico. Su madre era una cristiana devota, “a prayer warrior”, una luchadora de la oración, que le repetía regularmente que “Dios tiene un plan para ti”, a pesar de la precariedad de la situación familiar. Norris era un muchacho tímido, poco deportista, que comenzó su carrera estando enrolado en el ejército del aire en Corea. Entonces descubrió las artes marciales y despertó su pasión, por lo que obtuvo, después de ocho años de entrenamiento, el cinturón negro de octavo dan en taekwondo: era el primer occidental que lo conseguía. Tras abrir varias escuelas de artes marciales, Hollywood manifestó su interés por él y así se adentró en el rodaje de sus primeras películas.

Ascenso vertiginoso

Mientras recorría el mundo al ritmo de sus películas, Chuck Norris se fue separando progresivamente de su esposa: “La industria del entretenimiento me hizo perder de vista lo que era más importante”. Se divorció, después de treinta años de matrimonio. Luego descubrió también que tenía una hija, de una aventura extramarital.

“Mi pecado se había convertido en bendición, no podía imaginar mi vida sin mi hija y los tres nietos que me había dado”, afirma. Entre tanto, Dios no le olvidaba. Cuando su nueva esposa, Gena, estaba a punto de dar a luz a mellizos, el parto se adelantó en exceso y el actor sintió la frustración de su impotencia: “Había ganado millones de dólares durante mi vida, he sido amigo de varios presidentes, pero todo el dinero que tenía en el banco ahora no me servía para nada… Sólo había una persona a quien recurrir: Dios”. Los fans afirman que Dios tiene un retrato de Chuck Norris en su habitación, pero el actor asegura que hay algo que siempre recordará: “Jesús me ama”.

El abuelo Chuck

Después del final feliz de este difícil embarazo, Chuck pasó a ser padre de unos mellizos perfectamente sanos, un niño y una niña. Los niños se convirtieron en su principal foco de interés y participó en un programa educativo, “Kickstart kids program”, destinado a estudiantes de secundaria y que incluyó a 30.000 estudiantes. Feligrés activo de la Iglesia baptista de Prestonwood, en Dallas, no oculta sus convicciones religiosas y se muestra sorprendido de ver que hay tantos cristianos que guardan para sí mismos sus creencias. En resumen, tal vez no sea un santo, pero como pecador, afirma alto y claro encontrarse en el bando de Jesús. Y como todo el mundo sabe, es mejor estar en el mismo bando que Chuck Norris.

Consejos Útiles

No olvidar el contexto…

Unos consejos a quienes desean que el Señor venga pronto y castigue al mundo 

Monseñor Charles Pope recuerda sólo debe desearse la segunda venida en arrepentimiento y humildad, y que llegará tras una intensa persecución. 

Actualizado 25 agosto 2012 

C.L. / ReL 

Charles Pope es licenciado en informática, se ordenó sacerdote en 1989, se especializó en Sagradas Escrituras, ejerce como párroco de San Cipriano en Washington, D.C., y aloja su blog en la página web de la archidiócesis. Tiene la virtud de decir las cosas convenientes de forma caritativa pero muy clara, sin importar si molestan o no: hay que predicar «a tiempo y a destiempo«, pedía San Pablo (II Tim, 4, 2).

Y en uno de sus últimos post aborda una cuestión en forma de pregunta: «¿Estás realmente preparado para la venida del Señor?».

El contexto del deseo de la segunda venida

Porque hay en su círculo muchos cristianos (y entre ellos, «hermanos católicos») que hablan «con gran convicción de que el Señor puede venir pronto, o al menos traerá un gran castigo sobre el mundo; hay casi un deseo de que eso ocurra», dice.

Y ese deseo tiene desde luego una base bíblica. El Nuevo Testamento se cierra en el Apocalipsis con unas palabras muy claras. «¡Ven, Señor Jesús!». Y la misma liturgia incluye, en el embolismo que sigue al Padrenuestro en la misa, una oración sobre esa venida: «Líbranos Señor de todos los males y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres del pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la venida gloriosa de nuestro salvador, Jesucristo».

Hay, pues, concluye monseñor Pope, un deseo «apropiado» de la segunda venida del Señor. Sin embargo, «tampoco debemos olvidar el contexto de ese deseo. El contexto lo constituyen el arrepentimiento y la humildad, lo constituye nuestra necesidad de ser purificados y apartados del pecado para estar preparados» para ese día del Señor.

Las palabras del Apocalipsis, pues, suceden «sólo tras un periodo de intensa purificación para la Iglesia», con «sufrimientos purgativos y persecuciones a los fieles». El deseo de esa venida, pues, tiene que estar enmarcado por una gran humildad, suplicando la gracia de la misericordia no sólo sobre nosotros, sino sobre el mundo entero, para que nosotros y el mundo estemos preparados antes de que el Señor venga».

¿Estaríamos entre los escogidos si viniese ahora?

«El peligro que hay que evitar en nuestro deseo de la venida del Señor», aconseja monseñor Pope, «es una noción triunfalista de que ´Dios le dé al mundo el castigo que merece´. Porque al pedir a Dios que aplaste a los malvados, no deberíamos presumir con demasiada facilidad que nosotros no estaremos entre los aplastados«.

«Dios es santísimo, y en su segunda venida, o incluso en una venida sobre el mundo en forma de ´mero´ castigo, podría no incluirnos necesariamente a nosotros en el círculo íntimo de los bendecidos, sea cual sea el elevado concepto que tengamos nosotros de nosotros mismos. Insisto, Dios en santísimo, y hay muchas razones para no desear estar presentes en el Gran y Terrible Día del Señor», continúa, y recuerda la advertencia del profeta Amós (5, 18): «¡Ay de los que ansían el día de Yahveh!».

Monseñor Pope insiste en que para el cristiano es legítimo y obligado «esperar a su Hijo Jesús que ha de venir de los cielos, a quien resucitó de entre los muertos» (I Tes 1, 10), sólo insiste en el contexto: arrepentimiento y necesidad de la gracia salvadora de Dios. «¡Sí, Señor, ven!», concluye: «Pero, por favor, prepáranos para ese grande y terrible día, el día del sobrecogimiento. ¿Qué podré alegar en mi debilidad? ¿Quién intercederá por mí?…Líbranos del orgullo que nos hace olvidar que necesitamos tu misericordia todos los días, como la necesitan nuestros enemigos y quienes te rechazan».

Pinche aquí para leer el artículo completo. (En inglés.)

Testigo de excepción de Medjugorje

Actualizado 14 julio 2012

El P. Jozo, testigo de excepción de Medjugorje

¿Quién es el Padre Jozo?

A la edad de 39 años, 13 como ministro de Jesucristo, el Padre Jozo llegaba a Medjugorje un 11 de noviembre de 1980, proveniente de la parroquia de Posusje, al noreste de Herzegovina. De espiritualidad carismática y con la ilusión de llevar El Espíritu santo a aquellas gentes,  se encontró con un pueblo de ferviente tradicionalismo que no veía la necesidad de introducir cambios.

Del 17 al 24 de junio de 1981 se encontraba dirigiendo un retiro para las religiosas de Klostar Ivanic, en el norte de Croacia. Después debía acudir a Zagreb, a un encuentro de la Renovación Carismática, para hacer posteriormente un alto en su antigua parroquia de Posusje, de la cual sentía profunda nostalgia. Estando allí se enteró de que una tormenta eléctrica  provocó un incendio que quemó las instalaciones del edificio de servicios públicos, por lo que sus intentos por comunicarse vía teléfono con la parroquia de Santiago Apóstol resultaron inútiles.

        A su regreso a Medjugorje, pasado el 25 de junio se encontró con una aglomeración de personas y coches que invadían el pueblo y que le confirmaba lo que acababa de oír a su paso por Mostar (a unos 30km. de Medjugorje), en su viaje de regreso: «Seis niños dicen que Nuestra Señora se les está apareciendo».

       Debido al poco tiempo que llevaba como rector de la parroquia de Medjugorje, no llegaba a ocho meses, el Padre Jozo apenas conocía a unos pocos fieles, y no conocía, más que de vista, a los videntes.
Los que conocían al Padre Jozo sabían bien que se trataba de una persona analítica que desconfiaba de sucesos sobrenaturales irracionales y un sacerdote enraizado en lo esencial: La Santa Misa y Los Sacramentos.

       Fue así pues, que durante varios días, ayudado por su asistente, el Padre Zrinko, interrogó a los videntes, juntos y por separado, intentando encontrar una respuesta que demostrase que todo aquello pudiese ser, o bien una estrategia de las autoridades comunistas para desacreditar a la Iglesia Católica, o bien una manipulación del mismo Satanás.

Sin embargo los dos primeros días del mes de julio, dos experiencias consecutivas supondrían un giro espectacular a su posición inicial frente a los nuevos acontecimientos. El día 1 de julio, el Padre Jozo estaba orando solo en la parroquia, pues todo el pueblo se encontraba en el Podbrdo empujados por la curiosidad. Preocupado por la situación, pedía luz a Dios sobre lo que debía hacer. Fue en aquel momento que pudo oír claramente una voz interior que le dijo: «Sal y protege a los niños!»

      Inmediatamente, se incorporó y se dirigió a la puerta central de la iglesia. apenas abría la puerta, entraron los seis videntes diciendo: «La policía nos persigue, escóndanos!». Sin dudarlo, escondió a los niños en un cuarto en desuso dentro de la rectoría y el se sentó fuera de la iglesia, bajo un ciprés. Al poco llegaron tres hombres de la milicia que le preguntaron «Has visto a los niños?»; a lo que él contestó «Si los he visto»; los milicianos, entendiendo que los había visto pasar continuaron pues su carrera rumbo a Bijacovici, pueblo contiguo a Medjugorje. 

El Padre Jozo y Juan Pablo II

Un evento inesperado para el Padre Jozo se difundió en los medios croatas! Queremos compartir con Uds. lo que fue reportado el pasado sábado 24 de agosto de 2002, en la edición vespertina del diario de Zagreb, Vercernji List. El encabezado señala: «Un gesto sorprendente del Vaticano. El Papa da las gracias al Padre Jozo por Medjugorje!» La fotografía de la portada fue tomada cuando el Santo Padre saludó al Padre Jozo en 1992, en medio de la guerra de Bosnia. En esa ocasión, el Papa le dijo: «Yo estoy con ustedes, protejan Medjugorje! Protejan los mensajes de Nuestra Señora!»

     El artículo del periódico muestra también al Padre Jozo en su escritorio, leyendo la carta del Papa, con un pie a la izquierda de la foto: «El Papa firmó una nota de agradecimiento al Padre Jozo Zovko.» La traducción del artículo dice lo siguiente: Siroki Brijeg – El mundialmente conocido Franciscano, Fr. Jozo Zovko, quedó más que sorprendido cuando llegaron unos peregrinos polacos para agradecerle los veintiún años de dar testimonio de las apariciones de Medjugorje, especialmente cuando le entregaron una nota de agradecimiento firmada personalmente por la mano temblorosa de su compatriota más conocido, Juan Pablo II.

    De hecho, luego de retornar de Polonia, el Papa la escribió desde el Vaticano para agradecerle personalmente y enviarle su bendición apostólica al Padre Jozo Zovko. Nuestra Polonia está agradecida por cada una de sus palabras, por todo lo que Ud. ha hecho por nosotros, dijo la colaboradora del Papa, Krystyna Gregorezyk, quien personalmente le entregó la nota de agradecimiento al Padre Jozo en la iglesia de Siroki Brijeg.

   Hasta ahora he recibido cientos de regalos y notas de agradecimiento, pero ninguna puede compararse con ésta. Estoy gratamente sorprendido, dijo  visiblemente conmovido el Padre Jozo a nuestro periódico. «El Padre Jozo Zovko es miembro de la Provincia Franciscana de Herzegovina. Como testigo de las apariciones de Medjugorje, él se ha convertido en uno de los sacerdotes más conocidos en el mundo. Muchas tribus lo han hecho su jefe y está igualmente relacionado con muchas curaciones milagrosas. De acuerdo a una encuesta conducida por «The Daily Catholic», el Padre Jozo ha sido elegido como uno de los veintinueve Católicos del siglo.» (J.P.)

   A un lado del artículo aparece la dirección internet del periódico:http://www.vecernji-list.hr.  En el texto original en italiano de la carta del Santo Padre  se lee:

Benedizione Apostólica a Padre Yozo Zovko, o.f.m. ed invoco nuova effusione di grazie e favori celesti e la continua protezione della Beata Vergine María» Joannes Paulus II.  Traducción al español: «Imparto de corazón una Bendición Apostólica particular al Padre Jozo Zovko, o.f.m. e invoco una nueva efusión de gracias y favores celestiales y la continua protección de la Bienaventurada Virgen María»

   Después, su firma manuscrita: Joannes Paulus II. Ahora bien, de acuerdo a lo que reportó Krystyna Gregorezyk cuando presentó el mensaje, la carta fue escrita en Roma justo después del regreso del Papa de Polonia. Krystyna, quien trabajaba como colaboradora del Santo Padre en el Vaticano, desayunó con él y con varios otros polacos antes de viajar a Medjugorje. El Papa firmó la carta frente a la Sra. Gregorezyk. Por tanto, las palabras reportadas en el periódico Vercernji List son reales.

     En un mensaje verbal al Padre Jozo, transmitido por Krystyna, el Papa dijo también que está agradecido con él por su apostolado en favor de Medjugorje, por lo que el Padre Jozo está haciendo y ha hecho hasta ahora. El Papa dijo que estaba feliz de darle un signo de apoyo. ¿Qué ha hecho el Padre Jozo por el pueblo polaco sino transmitirle los mensajes de Medjugorje? Krystyna dijo que el Papa estuvo muy contento durante ese desayuno y que hizo muchas preguntas sobre Medjugorje. También se puso feliz al oír los testimonios acerca de Medjugorje que los peregrinos polacos le reportaron.

    Por supuesto, habría que hacer mayores investigaciones sobre este suceso increíble. Sin embargo, hoy parece que ésta es la primera palabra de aliento personal escrita por un  Papa de la categoría de Juan Pablo II, y hecha pública por los medios, a un testigo de Medjugorje. Esta sencilla carta es un documento tangible y visible del apoyo del Santo Padre y su agradecimiento de corazón y aliento que envió al Padre Jozo por medio de Krystyna. El Santo Padre envió una bendición cordial a este campeón de Medjugorje y de las apariciones de Nuestra Señora!

Juan García Inza
De mi libro «Medjugorje. Historia y testimonios de encuentros con la Reina de la Paz»
juan.garciainza@gmail.com

Les espera el juicio de Dios

Daniel Jenky rompe la baraja con un durísimo alegato

El obispo de Peoria recuerda a los católicos pro-obamitas que les espera el juicio de Dios

La insólita persecución religiosa contra la Iglesia decretada por la Casa Blanca continúa sacudiendo la política norteamericana.

Actualizado 12 febrero 2012

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«Quien se avergonzare de mí y de mis palabras, de él se avergonzará el Hijo del hombre cuando viniere en su gloria y en la de su Padre» (Lc 9, 26). El obispo de Peoria (Illinois) ha recordado esta advertencia de Jesucristo a los políticos «que se consideran a sí mismos católicos pero colaboran en el ataque contra su fe«.

Hablaba Daniel Jenky del asunto que casi monopoliza el debate político en Estados Unidos desde hace días: la amenaza que se cierne sobre miles de instituciones católicas por la decisión de Barack Obama de obligarlas a financiar seguros médicos a sus empleados que cubran anticonceptivos y abortivos.

Y las dos principales destinatarias de la advertencia episcopal son sin duda las dos personas de religión católica que más se han significado en apoyo a esa medida: Kathleen Sebelius, secretaria de Salud del presidente norteamericano, y Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.

«Hay un juicio de Dios. Hay un juicio particular», les ha recordado monseñor Jenky: «El Señor dijo una vez: ´Si me negáis, yo os negaré´. Ojalá se arrepientan y Dios tenga misericordia de ellos».

El obispo afirmó estar «escandalizado» por la colaboración de estas dos católicas en una medida que ha recabado para la Iglesia el apoyo de todas las demás comunidades religiosas, que no se ven tan afectadas por el decreto de Obama porque prestan sus servicios de caridad sobre todo a sus miembros, y caen por tanto en la excepción prevista por la Casa Blanca. Los hospitales y escuelas católicos, abiertos a todo el mundo, quedan fuera de ella.

La prensa sigue rendida ante Obama

«Elegir entre Jesucristo y el poder político, o elegir entre Jesucristo y conseguir un editorial favorable en los diarios de izquierdas, sencillamente no es una opción para un católico», remató Jenky, quien acusó además a algunos políticos católicos de «vestirse de verde el día de San Patricio [fiesta irlandesa de gran raigambre católica en el país] y fotografiarse con los obispos y lucir alguna cruz», pero que «no sólo no viven conforme a su fe, sino que colaboran con quienes la atacan».

Sin pelos en la lengua, Jenky comparó a Obama con la Kulturkampf del canciller Bismarckcontra la Iglesia alemana a finales del siglo XIX: «Los secularistas ven a la Iglesia como el mayor obstáculo institucional para secularizar por completo la sociedad». Y lamentó que hasta el mismo Stalin «admiraría la uniformidad de la prensa norteamericana [que sigue entregada al mito Obama], salvo exepciones».