Cómo cambiará a la Iglesia en Irlanda el referéndum del aborto

GAVAN JENNINGS 30.MAY.2018

Dublín.— El pasado 25 de mayo, los irlandeses acudieron a las urnas para decidir si revocaban la conocida como Octava Enmienda de la Constitución, que garantiza el respeto a la vida del no nacido (el “Sí” al aborto), o si mantenían el precepto constitucional a favor de la vida (“No”). El resultado del referéndum fue que un abrumador 66% a favor del Sí, frente a un 34% del No. La magnitud de la victoria tomó a todos por sorpresa.

Los partidarios de legalizar el aborto fueron mayoría entre los jóvenes: el 87% de los de 18 a 24 años votaron por revocar la cláusula provida, mientras que entre los contrarios el grupo mayoritario fueron los de 65 o más años, según un sondeo a pie de urna. Además, más mujeres que hombres votaron a favor del aborto –72% contra 66%–. Y solo en uno de los 26 condados del país, Donegal, ganó el No.

¿Por qué fue tan rotundo el resultado?

Los líderes de los principales partidos políticos respaldaron vivamente la campaña para eliminar la Octava Enmienda, en particular el jefe del partido en el gobierno, el Fine Gael. Todos los principales medios de comunicación estaban abierta o encubiertamente a favor de dicha campaña. Varias celebridades irlandeses, como Bono, Saoirse Ronan, Liam Neeson y Cillian Murphy, aparecieron en anuncios en defensa del Sí.

Los provida han llevado a cabo una campaña valiente y muy profesional, a pesar de haber tenido a los principales medios de comunicación en contra

La campaña también contó con el apoyo de buena parte de la intelectualidad del país –en la medida en que puede decirse que Irlanda tiene una intelectualidad, dado que la corrección política domina el debate público y quizás incluso el pensamiento privado–. Dos semanas antes de la votación, Facebook prohibió todos los anuncios publicitarios extranjeros sobre el tema, mientras que Google vetó los de todas las fuentes, un paso claramente diseñado para favorecer a los del Sí, dado que tenían virtualmente cautivos a todos los medios de comunicación locales.

La campaña del No estaba peleando una batalla perdida desde el comienzo, pues iba contra todas las fuerzas de lo que es, en esencia, el nuevo e inexpugnable establishment liberal. Los provida llevaron a cabo una campaña valiente y muy profesional a pesar de esto, y a pesar de la destrucción frecuente de sus vallas publicitarias y de la nada disimulada animosidad contra ellos en entrevistas y debates de radio y televisión.

¿Cuál es el próximo paso en la legalización del aborto?

El gobierno irlandés muy pronto llevará al Dáil (el Parlamento) un proyecto de ley, pero hasta que ello ocurra, la actual ley se mantendrá vigente. La iniciativa del ejecutivo hará accesible el aborto dentro de las primeras 12 semanas de embarazo, sin restricciones.

También se pronostica, a pesar de que lo niegan, que el aborto se legalizará por motivos de discapacidad, y tal vez más allá de las 12 semanas. Es difícil ver cómo pudiera ser de otra manera, dado que la campaña del Sí se levantó sobre argumentos que justificaban el aborto hasta el momento del nacimiento, entre ellos el de la elección personal (el “derecho a decidir” fue el asunto más importante de la campaña para el 62% de los votantes), el de la “confianza en las mujeres” y el de no ejercer de “policías” del cuerpo de estas.

Por otra parte, el resultado del referéndum ya ha derivado en llamados a abolir las leyes provida de Irlanda del Norte. Sus políticos están bajo presión para introducir el aborto también allí.

¿Qué importancia tiene este voto para Irlanda?

La periodista Una Mulally, partidaria del aborto, sintetiza así su relevancia en The Irish Times: “El período de relevo ha terminado. La ficción de una Irlanda conservadora, dogmáticamente católica se ha hecho añicos. Atrás queda el pasado, y ahora empieza un nuevo legado. Un legado de compasión, empatía y madurez; el país se hace responsable del cuidado y de la salud de las mujeres y las niñas. Este referéndum supone una sacudida radical. Pero más impactante aún ha sido el hecho de caer en la cuenta de que este voto estaba reflejando el cambio, y no solo promoviéndolo”.

El catolicismo irlandés ha estado marcado por una docilidad ingenua y acrítica a la jerarquía, y por la falta de compromiso con la vertiente más intelectual de la fe

Aunque el optimismo de Mulally acerca del trato a las mujeres en Irlanda parece un poco ingenuo (por ejemplo, en la misma semana del referéndum dos jóvenes fueron asesinadas de forma extraña y brutal en Dublín), está bastante en lo cierto cuando dice que la ficción de una Irlanda católica está superada. Aprobado justo después de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en el referéndum de 2015, este abrumador apoyo al aborto confirma el hecho de que la “católica Irlanda” pertenece al pasado.

El catolicismo irlandés forjado tras la independencia de Irlanda estuvo marcado por una docilidad ingenua y acrítica a la jerarquía, y por la falta de compromiso ーo quizá de confianzaー con la vertiente más intelectual de la fe. Paradójicamente, la misma ingenuidad y docilidad acrítica parece estar funcionando en la post-católica Irlanda, pero dispensada ahora a nuestros nuevos maestros. Es un poco preocupante. Resulta que la censora intolerancia que dejó su impronta en algunos ámbitos de la católica Irlanda ha encontrado su réplica en los medios irlandeses.

En estos momentos, en el lado del Sí hay quienes sugieren que sus adversarios no deberían tener una plataforma pública; y así, Mulally se sorprende de que la “camarilla de fundamentalistas marginales” que dio su apoyo al No llegaran a “lograr semejante eco y acceso ilimitado a los medios”. No parece improbable suponer que habrá medidas, incluso legales, para restringir las voces discrepantes en la sociedad irlandesa. Y dada la rotunda derrota que sufrió la discreta voz de los provida, no sería alarmismo decir que Irlanda pronto introducirá otras leyes permisivas, incluida la de la eutanasia.

¿Dónde deja este resultado a la Iglesia católica?

Irlanda se encuentra en la anómala situación de convertirse rápidamente en una de las sociedades más secularizadas del mundo, mientras conserva trazas del catolicismo cultural. Grupos de estudiantes escolares podrán llevar alegremente pegatinas en sus uniformes, bordados con un lema que dice: Cruci dum spiro fido (“Mientras respire, confío en la Cruz”); los padres podrán llevar a sus hijos a hacer la Primera Comunión un sábado por la mañana, y al día siguiente, saltarse la misa dominical; políticos con un papel destacado en la campaña a favor del aborto, podrán tener al mismo tiempo un lugar destacado en la celebración de los sacramentos en sus parroquias…

Cada vez hay más conciencia de que esta anomalía debe parar; de que la Iglesia debe cortar por lo sano con el catolicismo cultural… por el bien de todos los afectados. Los católicos fervorosos están diciendo que la Iglesia debe reducirse, para adaptarse a la realidad actual de una Irlanda post-cristiana y secularizada. La “ficción” de la Irlanda católica de la que habla Mullaly ciertamente se ha derrumbado, y la Iglesia debe tomar conciencia de ello.

Irlanda se encuentra en la anómala situación de convertirse rápidamente en una de las sociedades más secularizadas del mundo, mientras conserva trazas del catolicismo cultural

Claro que tendrá que armarse de valor para acabar con la farsa del catolicismo cultural; el obispo de Waterford, Phonsie Cullinam, ha tenido que aguantar críticas por decir que en su diócesis los padrinos de confirmación debían ser católicos practicantes. John Halligan, secretario de Estado de innovación, quien hizo campaña a favor del aborto y se declara ateo, se quejó de que fuera excluido como padrino de confirmación y lo atribuyó a una mezquina táctica provida.

A la vista de la deformación de las conciencias que puede traer semejante catolicismo cultural tanto para los católicos devotos como para los no practicantes, la tarea de reevangelizar a Irlanda no puede empezar mientras estas engañosas prácticas sigan tan enraizadas en la vida irlandesa. Esta puede ser una de las bendiciones más importantes que traiga el referéndum. En este sentido, el trágico resultado del 25 de mayo es una oportunidad para que la Iglesia en Irlanda se replantee su relación con la sociedad irlandesa. Unas palabras de Joseph Ratzinger, pronunciadas en 1969 en un programa de radio, resumen bien la dolorosa, pero a fin de cuentas positiva, posición en que se encuentra ahora la Iglesia en Irlanda:

“De la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión. Como pequeña comunidad, reclamará con mucha más fuerza la iniciativa de cada uno de sus miembros. (…) Será una Iglesia interiorizada (…) El proceso de la cristalización y la clarificación le costará también muchas fuerzas preciosas. La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños”.

Gavan Jennings es director de la revista Position Papers

 

5 irlandesas que han hecho historia

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San Patricio llegó a Irlanda para cristianizar, pero la mayoría de estas mujeres salieron de su país para luchar con fuerza y coraje por causas justas

1. Mary Harris Jones

Muchos, particularmente en Estados Unidos, la conocen como Mamá Jones y fue una gran luchadora de los derechos de los trabajadores.

Su vida no fue nada sencilla. Nació en Cork en 1837 y debió emigrar, como cientos de irlandeses, por la hambruna. Primero fue a Canadá y luego a Estados Unidos, donde se casó y tuvo cuatro hijos, pero años después, toda su familia murió a causa de la fiebre amarilla.

Decidió mudarse de ciudad y abrir su taller de costura en Chicago, pero el gran incendio de 1871 también acabó con su negocio.

Fue entonces cuando decidió involucrarse en el movimiento de los trabajadores norteamericanos, siendo una efusiva activista que era conocida por sus inspiradores e innovadores discursos.

Protestó especialmente contra la explotación infantil en las fábricas y por los derechos de los mineros (su esposo había trabajado en la industria del hierro), lo que le ganó su apodo de Mamá Jones, por lo protectora que era con los trabajadores.

Otros también la llamaron “la mujer más peligrosa de América” por su éxito organizando campañas y protestas para mejorar las condiciones laborales de las personas.

2. Sarah Clarke

Esta monja irlandesa era conocida como la “Juana de Arco de las cárceles inglesas” por sus exhaustivas investigaciones de las violaciones de derechos humanos que allí ocurrían.

Gracias a ella, muchas personas inocentes quedaron en libertad (siendo sus casos más emblemáticos: Birmingham Six, Guildford Four y el de la familia Maguire) y otras no fueron arrestadas por la ley de prevención de actos terroristas.

3. Leonora Barry 

Hija de unos granjeros, también salió de Irlanda por la hambruna y se fue a vivir junto a su familia a Nueva York. Se convirtió en maestra, pero luego se casó y tenía prohibido ejercer su profesión.

Después de enviudar, se vio desesperada y sin ningún tipo de preparación, pero igual consiguió trabajo en una fábrica de textiles para mantener a su familia; sin embargo, se encontró con una fuerte carga laboral y un salario mínimo, por lo que decidió convertirse en activista política y luchar por los derechos laborales de las mujeres.

Fue parte de la rama feminista de la organización Los Caballeros del Trabajo y su labor consistía en investigar las condiciones en las que las mujeres norteamericanas trabajaban para poder hacer propuestas de equidad.

Barry se convirtió en la primera mujer que se le pagaba un sueldo por este tipo de labores investigativas .

4. Kathleen Lynn

Aunque fue una gran activista política, lo que la hizo destacarse fueron sus habilidades médicas. Escogió esta carrera luego de ver los estragos de la hambruna, sin importarle la oposición de su familia.

Se graduó como doctora en 1899, se convirtió en sufragista y se unió al ejército, donde trabajó como jefe de medicina. Durante esta labor, se dio cuenta que en Irlanda hacía mucha falta un hospital para madres y niños de bajos recursos, donde no sólo seles diera servicios médicos sino también educativos. Fue así como creó, junto a otras activistas, el Saint Ultan’s Children’s Hospital, centro que además era operado únicamente por mujeres, ya que Lynn había sido víctima de discriminación laboral por su género y quería ofrecer oportunidades a otras que, como ella, habían elegido la medicina como carrera de vida. El hospital creció rápidamente y en 1937 se convirtió en el principal centro de vacunación del país.

Mary Robinson

5. Mary Robinson

Fue la primera mujer que llegó a la presidencia de Irlanda (1990). Su gobierno se destacó por preocuparse por el éxodo de irlandeses en búsqueda de mejores posibilidades de vida, así como de mejorar las relaciones con la reina Isabel II de Inglaterra, convirtiéndose en la primera Jefe de Estado de Irlanda que visitó a la monarca en el Palacio de Buckingham.

Asimismo, ha sido una gran defensora de los derechos humanos, tanto que Kofi Annan, que en aquel entonces era Secretario General de las Naciones Unidas, la nombró Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en 1998, cargo que ocupó por siete años.

El tátara tío de la princesa Diana de Gales, camino a la santidad

Amante del críquet y convertido al catolicismo, dedicó su trabajo a los pobres, especialmente a los inmigrantes irlandeses

web-princess-diana-father-ignatius-spencer-johnny-eggitt-afp-and-public-domainUn entusiasta del críquet, antepasado tanto de la princesa Diana como de Winston Churchill ha dado un paso más hacia la santidad.

La Congregación para las Causas de los Santos ha aprobado la designación de “Siervo de Dios” para el sacerdote Ignatius Spencer, nacido en 1799 en Inglaterra.

El padre Spencer fue un pastor anglicano que se convirtió al catolicismo a los 31 años, con el consecuente escándalo en su sociedad victoriana. En 1847 se unió a los Pasionistas y trabajó con irlandeses indigentes en las Midlands de Inglaterra.

Dedicó gran parte de su vida a trabajar por devolver Inglaterra al catolicismo. Viajó a Irlanda cuatro veces, la primera en 1842, convencido de que la solución a la separación y el antagonismo entre los dos países podría solucionarse con la oración de los irlandeses por la conversión de Inglaterra.

Así, pedía el rezo de un Ave María al día con este propósito: “A través de una oración unida para obtener de Dios la conversión de todos los desafortunados que, bajo el nombre de cristianos, están separados del redil del Pastor único, pero no nos limitemos únicamente a los protestantes (…) ni tampoco únicamente a Inglaterra, sino incluyamos a los griegos, los rusos y las antiguas sectas de Asia”.

Según el sacerdote John Kearns, provincial pasionista británico, el padre Spencer también era conocido por su predilección por el juego del críquet, al cual denominaba “mi manía”.

Consagró su labor a los pobres, en particular entre inmigrantes irlandeses. Una vez dijo que desearía morir como Jesús: “en una cuneta, inadvertido y anónimo”. Las palabras resultaron proféticas, porque el padre Spencer murió después de sufrir un ataque cerebral, solo, en un camino rural cerca de Edimburgo, Escocia. Su cuerpo está enterrado en la iglesia St. Anne and Blessed Dominic, en Saint Helens, Merseyside.

Mark Davies, obispo de Shrewsbury, declaró para Catholic Herald que la vida del padre Spencer es un capítulo “heroico y a menudo olvidado” del catolicismo en Inglaterra. “Al enfrentarse al desafío del secularismo, el padre Ignatius y sus compañeros pasionistas –beato Dominic Barbery y madre Elizabeth Prout– nos recuerdan la energía misionera y el propósito que definieron ‘la Segunda Primavera’ de la Iglesia católica en Inglaterra”.

El padre Spencer es el tatara-tatara-tataratío de la princesa Diana, además de tío abuelo de Winston Churchill.

La Armada española desata pasiones en Irlanda

El homenaje por el hundimiento de tres buques se convierte en un evento en honor a Francisco de Cuéllar: banderas de España, gaitas gallegas, niños disfrazados de soldados españoles y niñas de flamenca…

Hicieron falta años de trabajo para que en España se reconociese pública y oficialmente la figura del héroe Blas de Lezo, mientras éste ya era homenajeado en Cartagena de Indias desde hacía mucho tiempo. Algo similar ocurre con Francisco de Cuéllar, un capitán español que sobrevivió al naufragio de tres buques de la ‘Armada Invencible’ o ‘Gran Armada’ frente a las costas irlandesas, y que hoy es recordado allí como un “héroe”.

El Confidencial Digital publicaba esta semana una fotografía en la que se veía una larga playa del norte de Irlanda cubierta con cientos de cruces dibujadas en la arena. Se trataba de la playa de Streedagh (en el término de Sligo), donde en 1588 murieron más de un millar de soldados españoles tras naufragar sus buques.

Este suceso histórico para la Armada española se recuerda desde hace años en esta zona con un gran festival celta y decenas de actividades populares. Los organizadores han denominado al evento ‘Remembering the Armada’ –‘recordando a la Armada’- en la misma playa a donde llegaron los supervivientes y los cadáveres de aquellos que murieron ahogados.

Izado de la bandera de España y corona de flores

Este año se reunieron en el arenal más de un millar de personas, muchos de ellos niños, para presenciar el homenaje póstumo a los fallecidos de la Armada española. Un grupo de buzos dejaron una corona de crisantemos rojos y amarillos en el lugar exacto donde los buques naufragaron, hubo simulaciones de batallas de espadas, un concurso infantil de castillos con cruces en honor de los difuntos, e incluso un izado de la bandera de España al son de un grupo de gaitas gallego.

Uno de los actos principales fue una recreación, por parte de niños de cinco escuelas locales, de los hechos que acontecieron aquel 21 de septiembre en la playa de Streedagh, contando la historia del “héroe” y capitán español Francisco de Cuéllar. Los niños caracterizados de soldados ingleses iban ‘ejecutando’ con espadas de madera a aquellos que hacían el papel de marinos españoles. Tras ello se sirvió una paella a los participantes y espectadores.

Recordar a esas “pobres almas perdidas”

Está iniciativa está impulsada por la Asociación ‘Grange and Armada Development’, cuya misión –según figura en sus estatutos- es rememorar el naufragio de los buques españoles en la costa irlandesa y conmemorar a “todas esas pobres almas perdidas.

Además, esta asociación impulsa al Centro de Interpretación para la Armada Española de 1588, cuya misión es estudiar la historia de este suceso. Esta primavera, por ejemplo, fue rescatado del fondo del mar una pieza de artillería de uno de los buques, que fue recibida con solemnidad por parte de la población local como se ve en el siguiente vídeo:

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Homenaje a la Armada española en Irlanda

«796 niños arrojados a una fosa séptica en Irlanda»

La agencia AP admite que no dijo la verdad sobre los «796 niños arrojados a una fosa séptica en Irlanda» ¿Y los demás?

A las 12:55 PM, por Juanjo Romero 

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Ha debido ser duro, pero lo han reconocido: la historia de los 796 niños arrojados a una fosa séptica en Irlanda no es verdad. La primera en reconocerlo oficialmente es uno de sus primeros divulgadores, la agencia de noticias AP (The Associated Press):

En las noticias publicadas los días 3 y 8 de junio sobre los niños enterrados en tumbas sin identificar después de morir en un antiguo orfanato irlandés para hijos de madres solteras, The Associated Press (AP), informó erróneamente que los niños no habían recibido bautismo católico, los documentos muestran que muchos de los niños del orfanato habían sido bautizados.

AP también informó incorrectamente que la enseñanza católica de la época era negar el bautismo y la sepultura cristiana a los hijos de madres solteras; aunque eso pudiese haber ocurrido en algún caso en la práctica, no era la enseñanza de la Iglesia. Además en la noticia del 3 de junio, AP citó a una investigadora que dijo que creía que la mayoría de los restos de los niños que murieron allí fueron enterrados en una fosa séptica abandonada; la investigadora ha aclarado que sin la excavación y el análisis forense es imposible saber cuántos restos contiene el depósito. La noticia también tiene un error de fecha, el orfanato se abrió en 1925, no en 1926.

Ya conté en su momento los numerosos errores (intencionados) de la historiasu anticatolicismo no tan larvante. Muchos medios de comunicación reprodujeron el bulo, incluso algunos medios católicos la bobería de que la Iglesia enseñaba a no bautizar a los hijos de madres solteras y que no debían ser enterrados en suelo sagrado, introduciendo la duda de que quizá algunas cosas de la historia eran ciertas. Pues no.

AP, en un gesto que le honra, ya admitió que no dijo la verdad. ¿Lo harán el resto? Lo dudo.

Mi anterior artículo terminaba:

Podemos terminar como empezamos, ¡periodistas!, abandonen prejuicios y dígannos la verdad, y, sí, recen por esos niños, pudieron nacer y seguramente fueron bautizados.

Cuando se descubra que las religiosas actuaron, como siempre, con amor por los más desfavorecidos, con heroísmo, a ustedes no les importará. Nosotros nos quedaremos llorando a esos niños, que a buen seguro tuvieron la suerte de encontrar un poco de amor y cuidado, y que desgraciadamente no fue suficiente.

¿Alguno tendrá la hombría de restituir la honra robada, de repara la calumnia?