Aviso o advertencia del cielo

Por beckyreynaud

cruz-en-el-cielo-20830790Hay una gracia que vendrá al mundo tan asombrosa como fue Pentecostés. Es importante saberlo para entender lo que pasa, pues los enemigos de Dios dirán que es un fenómeno natural cuando la realidad es que va a ser un don de Dios en orden a nuestra posible conversión. La mística Ana María Taigi, reverenciada por los papas por sus profecías, habla de una “iluminación de conciencia”. San Edmundo Campion habla “del día del cambio”, cuando Dios revele a los hombres su conciencia. Conchita, de Garabandal, lo llama “la advertencia”; el Padre Gobbi lo llama “el juicio en miniatura”; la sierva de Dios María Esperanza lo llama “el gran día de luz”, cuando la conciencia de todos será movida (cfr. markmallet.com Revelation Illumination, The Ilummination Fire). Santa Faustina proclamaba que la humanidad vivía un prolongado “tiempo de misericordia”. Escribe revelaciones donde habla Jesús: “Antes de venir como Juez Justo, vengo como Rey de Misericordia. Les será dado un signo en el cielo. Se apagará toda la luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra” (Diario n. 83).

El Aviso o Advertencia es un importante hecho de carácter global, físico y espiritual, anunciado por la Sagrada Escritura en el sexto sello del Apocalipsis (6,12-18) y recordado por la Virgen como algo próximo. El sexto sello describe una gran catástrofe natural de origen astronómico y simultáneamente un fenómeno personal universal. Ambos hechos afectan a todos (Apoc 6,15). Es el día de la ira del Señor (Sofonías 1,15). Dice el Apocalipsis: Cuando se abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto (…), la luna se puso como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte; y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos (Apoc 6, 12-14).

El Aviso será una iluminación de conciencia que Dios nos dará como regalo para que veamos nuestra alma como la ve Él. Todos sabrán lo que es bueno y lo que es malo. Si los hombres deciden ir por el bien, irán con gran claridad; si deciden ir por el mal camino, irán con gran maldad. Muchos verán que lo que han visto no les ha gustado, entonces, en vez de tomarlo como un regalo del Cielo dirán: “Es sólo una alteración del eje de la tierra”, o dirán “la alteración del magnetismo puede alterar las neuronas”, o bien, “el cerebro subió o bajó a otro nivel”.

La fecha del aviso nadie la sabe pero hay quien se aventura a darla, como Antonio Yagüe, al decir que hipotéticamente será el 11 ó 13 de noviembre del 2016; otros expertos dicen que estos eventos se darán en las próximas dos décadas pero no más tarde.

Por el Aviso no morirá nadie a menos de que se suiciden. Será de corta duración. Muchos rectificarán su vida, pero otros continuarán por su camino hacia la perdición porque se les ha endurecido el corazón.

El Evangelio habla de ese día en que “las potencias del cielo serán conmovidas” (Lc 21,26). El destello cósmico y otros fenómenos observados serán elementos accesorios. La esencia del Aviso es sobrenatural: Dios Padre se comunicará directamente con cada alma sobre la tierra. En ese momento cada uno sentirá dentro un calor que quemará y una voz interior. Será una revelación de nuestros pecados y veremos como nos ve Él, pero no seremos sentenciados por ningún veredicto pues es solamente una advertencia. En su misericordia Dios dará a cada alma la oportunidad de reflexionar sobre su estado espiritual, para que el resto de sus días sobre la tierra puedan ser empleados para purificar y prepararse para la Segunda Venida de Nuestro Señor.

El Aviso será un acto del amor que Dios ahora extiende al mundo desde su Corazón, porque a través de él muchos se convertirán y regresarán al redil. A través de esa luz liberadora, millones una vez más tendrán algo por lo cual vivir.

No se trata de asustarse -el miedo no es de Dios- sino de ajustarse. Se trata de tener el conocimiento de las cosas para saber interpretar correctamente cuando pasen y no ser engañados con teorías racionalistas y materialistas, cuando la intención del Cielo es ayudarnos a rectificar el rumbo.

Antonio Yagüe, Sexto sello del Apocalipsis https://youtu.be/5xAxizFzkT4?t=69