Guadalupe y re-cristianizar Estados Unidos

Es la llave para entender (y transformar) nuestro tiempo

El corazón de Estados Unidos, es mariano; Nuestra Señora de Guadalupe es la “llave”, el camino, la mensajera para entender no ya el mundo de la Conquista española ni el de México en 1531, sino para poder entender la sociedad que habitamos, nuestra sociedad “post-cristiana”. Y transformarla en el amor.

Este podría ser un apretado resumen de la extensa conferencia que dictó el arzobispo de Los Ángeles (California), José Horacio Gómez, el pasado 27 de julio durante su intervención en la 7ª Conferencia Anual de Verano del Instituto Napa y cuyo tema fue la des-cristianización de Estados Unidos.

Tras recordar tanto su historia personal (nacido en Monterrey, México, todas las vacaciones iba con su familia a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México) como la historia de las apariciones al indígena San Juan Diego, en aquél diciembre de 1531, en el cerro del Tepeyac, el arzobispo de Los Ángeles subrayó que Guadalupe tiene la “llave” para entender los tiempos en que vivimos.

Al mismo tiempo, Guadalupe es un camino de respuesta a la pregunta sobre cómo vivir la fe católica y llevar a cabo la misión de la Iglesia en una sociedad *post-cristiana*. Una sociedad que cada día es cada vez es “más hostil” a los valores del Evangelio.

Para el también vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), en su país (se nacionalizó ya como ciudadano estadounidense) la Iglesia católica enfrenta “una agenda agresiva y organizada por grupos de élite” cuya finalidad es eliminar la influencia del cristianismo en todos los ámbitos de la vida social.

Para muchos, abundó el arzobispo Gómez, las creencias y la fe son etiquetadas como expresiones de “odio e intolerancia”. Pero, como nadie tiene “el lujo” de elegir el tiempo en el que vive, la pregunta es: “¿Cuál es el camino que Jesucristo quiere que sigamos en este momento de la historia de nuestra nación?

El camino de regreso

No hay que inventar demasiado: el camino como quiere Dios que formemos nuestros tiempos, comenzó en 1531: con la aparición en Guadalupe. Este acontecimiento no fue casual. “No hay coincidencias en la Providencia de Dios. Nuestra Señora no apareció sólo para el pueblo mexicano. Sus intenciones eran continentales y universales”, dijo el arzobispo californiano.

En otras palabras Guadalupe, la Madre de Dios llegó a ser la Madre de las Américas. Guadalupe es el verdadero “evento fundacional” en la historia de Estados Unidos y de todos los países del continente: en el norte, en el centro y en el sur. “Todos somos hijos de Guadalupe”, recalcó.

El lugar de sus apariciones y su “casita” del Tepeyac, hoy convertido en Basílica, fue el centro neurálgico de la misión en América y en Asia. San Junípero Serra, al llegar a las costas de México, caminó de Veracruz a la Basílica de Guadalupe, consagró su vida y su misión a la Virgen y salió a evangelizar las californias en su nombre.

Eso es lo que los cristianos necesitan hoy hacer: consagrar sus vidas y la misión de la Iglesia a la Virgen. “Creo, dijo monseñor Gómez, que esta es la respuesta a los desafíos que enfrentamos ahora en nuestra cultura. El camino a seguir para nuestra Iglesia –ahora, en este momento- es *regresar* a Guadalupe”.

Y más adelante señaló que para seguir el camino que la Virgen propone; el camino para construir una nueva civilización del amor y la verdad en las Américas, hay que tomar en cuenta al menos cinco temas que sugieren prioridades y direcciones para la Iglesia: vocación, educación, vida, cultura y familia .

Claves para transformar a la sociedad

En el corazón del acontecimiento guadalupano hay una historia sobre la *vocación* personal y la misión. Guadalupe le pide a San Juan Diego una “casita”, un santuario que sea un encuentro con Dios en el amor, la compasión, la ayuda, el consuelo y la salvación. “Este es un hermoso resumen de la misión de la Iglesia y el propósito de nuestra vida cristiana”.

La segunda lección de Guadalupe, exclamó el vicepresidente de la USCCB, es la *educación:* “necesitamos enseñar el conocimiento y el amor de Jesucristo”. Como con San Juan Diego, nuestra enseñanza consistirá en ayudar a la gente “a ver que nuestras vidas están conectadas, parte del hermoso misterio del plan de Dios de la creación”.

Más adelante dijo que Santa María de Guadalupe apareció como un icono de la nueva *vida*, como una mujer que lleva a un niño. Se presentó como la Madre de todos los vivos. El “santuario” que Nuestra Señora quiere que construyamos en las Américas es una nueva civilización, una cultura que celebra la vida y que la protege desde el principio hasta el final, pues “cada vida es preciosa y una imagen del Dios viviente”.

En cuarto lugar, el arzobispo Gómez indicó quela imagen misma de Guadalupe recuerda que la Iglesia fue establecida para ser la vanguardia de una nueva humanidad y una nueva civilización, una familia de Dios, de todas las razas, de todas las naciones y de todas las lenguas, es decir, de una nueva forma de *cultura*, en la que no importa cómo somos o de dónde venimos: todos somos hijos de Dios y su madre, nuestra madre..

Finalmente, recuperando el modelo mismo de la familia de San Juan Diego, el prelado subrayó que Guadalupe, vino entre nosotros como la Madre de la *familia* de Dios en las Américas. “Necesitamos ser modelos para una cultura que está confundida. Tenemos que proclamar, por nuestro ejemplo más que por nuestras palabras, la hermosa verdad sobre la persona humana y el amoroso plan de Dios para la creación y la familia”.

El corazón de las Américas

En la conclusión de su conferencia, el arzobispo Gómez recordó que San Juan Pablo II llamó la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe “el corazón mariano de América”. El Papa Wojtyla “entendió que la misión y el significado de América es continental, universal”.

Las naciones de las Américas trazan toda su fe a la venida de la Virgen en Guadalupe. Compartimos –dijo monseñor Gómez– una historia común de orígenes. Y estamos unidos en un destino común en el que “cada uno de nosotros forma parte de esa historia, parte de la gran misión de América que comenzó con la visita de la Virgen de Guadalupe”.

La Iglesia en Estados Unidos tiene la responsabilidad de continuar la tarea que la Virgen dio a San Juan Diego. Para “construir un santuario” con la vida de quienes la conforman. Construir una sociedad que glorifique a Dios y sea digna de la dignidad de la persona humana. Lo que Nuestra Señora dijo a San Juan Diego, ahora le dice a cada corazón cristiano: “Tú eres mi embajador, digno de mi confianza”.

Se convirtió y ahora realizará un gran filme sobre Guadalupe

Fue el creador del «thriller erótico» en Hollywood

joe-eszterhas-virgenguadalupe-696x389
Tras una fuerte conversión, el guionista que antes sólo escribía de sexo y violencia ahora quiere ensalzar a la Virgen

Joe Estzterhas era llamado el “animal de Hollywood” y durante años fue el guionista mejor pagado de la industria del cine de Estados Unidos. Todo lo que tocaba se convertía en oro. A mediados de los años 90 el semanario Time le definió como el “Rey del sexo y la violencia en América” y es considerado como el inventor del “thriller erótico”, un género que ha sobreabundado durante los últimos años. Como ejemplo de su obra sólo cabe decir que es el guionista de “Instinto básico”.

Tras muchos años apartado de las pantallas, Estzterhas tiene previsto volver a la primera línea para escribir el guion de una película sobre la Virgen de Guadalupe y su aparición al niño san Juan Diego. Pero entre el guionista millonario que sólo hablaba de sexo y violencia y el actual que quiere dar a conocer la historia de una de las devociones marianas más conocidas ha habido un largo proceso de conversión que le llevó a tocar fondo, para luego encontrarse con Cristo y precisamente con la Virgen de Guadalupe.

“Era el rey del sexo y la violencia”

“Me sentía atraído por personajes y temáticas oscuras y escribía desde esa experiencia… He sido un chico malo toda mi vida. Era el rey del sexo y de la violencia, el pelo salvaje, el pícaro, el hombre más bebedor, drogadicto, salvaje, un cowboy de la coca. Perdía el control de la bebida, perdía el control en la cama, y me levantaba sin saber dónde estaba, ni con quién”, recuerda Joe.

Joe-Estzterhas-guadalupe
Joe Estzterhas aparace en su casa con una imagen de la Virgen de Guadalupe

Estaba a punto de perder a su familia cuando además le diagnosticaron un cáncer de garganta. Tuvo que someterse a una delicada operación y le extirparon el 80% de su laringe y además para ello tuvo que dejar el alcohol, las drogas y el tabaco. Se volvía literalmente loco.

“Por favor, Dios, ayúdame”

Y en 2001, empezó el cambio en su vida. “Me senté en la acera, sudando, temblando, tratando de expulsar a los bichos de mi tráquea, tratando de respirar, y rompí a llorar”. En ese instante, Joe, sin experiencias previas de fe, comenzó a rezar. Dije: “Por favor, Dios, ayúdame”. Consciente que desde niño no tenía un contacto con Dios, reconoce que nunca supo por qué lo había dicho.

Sin embargo, este gesto extrañamente lo alucinó. Morando en él, un reconfortante sentimiento de paz, similar a lo que vivió Saulo camino a Damasco, señala: “Vi una luz brillante, deslumbrante, casi cegadora que me hizo cubrir mis ojos con las manos”. Y ahí su vida dio un giro, volvió  a la Iglesia, se enamoró de la Eucaristía y dejó el mundo de Hollywood para instalarse con su familia en Ohio, un lugar mucho más tranquilo.

La idea de escribir un guion sobre la Virgen de Guadalupe

La idea de escribir un guion sobre la Virgen de Guadalupe le vino a la cabeza hace 14 años durante lo que él mismo llama su “conversión cristiana” y que contaría luego en un libro titulado Crossbearer.

roma-downey-mark-burnett-on-set
Mark Burnett y Roma Downey, productores sobre la exitosa miniserie sobre la Biblia serán los productores del filme sobre Guadalupe

Tras su proceso de conversión, que se produjo a la vez que su curación del cáncer y sus problemas de adicción, Joe Eszterhas viajó a Ciudad de México para pedir a la Virgen de Guadalupe que le ayudara a ser un mensajero de Dios, tras todo el mal que había provocado con sus trabajos cinematográficos. Ahí empezó también su investigación para realizar la película que se llevará a cabo ahora.

El importante papel de su mujer

A la hora de realizar este proyecto, Joe reconoce que su esposa Naomí ha tenido un papel muy importante pues ella le animó desde un primer momento y le presentó a la Virgen, de la que ella era una gran devota.

Hasta ahora se habían producido documentales, incluso uno cuyo narrador es el actor Jim Caviezel, protagonista de La Pasión de Cristo, y programas de televisión pero no una producción a este primer nivel.

Unos productores expertos en cine religioso

De hecho, la producción estará a cargo del matrimonio Mark Burnett y Roma Downey, un matrimonio de origen católico, expertos en televisión y que ya han alcanzado un gran éxito produciendo contenido audiovisual de carácter religioso.

Esta pareja fue la responasble de la miniserie de The Bible, que en Estados Unidos tuvo más de 13 millones de espectadores y en España más de tres, lo que provocó que finalmente se reciclara para hacer una película que se tituló Los hijos de Dios.

Tras llevar la vida de Cristo a la gente ahora pretenden, junto al gran guionista nacido en Hungría, seguir expandiendo por el mundo la devoción a la Virgen de Guadalupe.