Cualquier exorcista podrá utilizar el Rituale Romanum

El Vaticano liberaliza su uso 

Cualquier exorcista podrá utilizar el Rituale Romanum de 1614 sin pedir permiso a su obispo  

Actualizado 26 junio 2013 

José María Zavala / ReL 

11455_un_fotograma_de_la_pelicula_el_rito

Cualquier exorcista puede utilizar hoy, sin necesidad de pedir permiso a su obispo correspondiente, el antiguo ritual del Papa Paulo V, que data de 1614.

En una carta fechada en el Vaticano el 13 de diciembre de 2011, el secretario de la Pontificia Comisión Eclessia Dei, monseñor Guido Pozzo, responde afirmativamente a la consulta efectuada por el padre Francesco Bamonte, exorcista de la Diócesis de Roma, sobre la posibilidad de emplear el Rituale Romanum “en vigor en 1962”, que era precisamente el de Paulo V, cuya última edición corresponde a 1952. 

En su carta, recogida ahora por el padre Antonio Doñoro en la segunda edición de su libroExorcismos. Fuentes y Teología del Ritual de 1952, una de las obras de referencia de los nuevos exorcistas nombrados por el cardenal Rouco, monseñor Pozzo afirma lo siguiente:

“En orden al uso del Rituale Romanum para el rito del exorcismo, esta Pontificia Comisión precisa cuanto está dispuesto en la instrucción Universae Ecclesiae del 30 de abril de 2011, en el número 35: el permiso para utilizar el Rituale Romanum en vigor en 1962”.

 ritual-exorcismo

Sin necesidad de pedir permiso…
Previamente, el 21 de junio de 2011, don Francesco Bamonte había consultado al cardenal William Joseph Levada, presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, sobre si podía utilizarse el Antiguo Ritual de exorcismo sin necesidad de pedir permiso al obispo correspondiente y éste a su vez al Dicasterio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, siguiendo el conducto habitual.

Advirtamos también que en 2007, Benedicto XVI, en su documento Summorum Pontificum, aludía ya al uso de la liturgia anterior al Concilio Vaticano II y, en concreto, a que cualquier exorcista podía emplear el Ritual y el Misal antiguos. Tres años después, el 30 de abril de 2011, la Pontificia Comisión Eclessia Dei publicó una instrucción sobre la aplicación del documento Summorum Pontificum, en cuyo número 35 se dice que sí se puede emplear el Ritual Romano antiguo.

De modo que, por si quedaba aún alguna duda, don Francesco Bamonte realizó la consulta y obtuvo finalmente la ratificación.

La eficacia del antiguo ritual
La aclaración es de suma importancia para los exorcistas de todo el mundo, pues el Nuevo Ritual ha sido muy criticado por el propio don Gabriele Amorth, exorcista oficial del Vaticano, así como por su discípulo don Salvador Hernández, exorcista de la Diócesis de Cartagena (Murcia), con quienes me entrevisté en su día para componer mi libro Así se vence al demonio (LibrosLibres), convertido ahora también en manual de cabecera de los exorcistas designados por el cardenal Rouco para cada una de las ocho vicarías de la Archidiócesis de Madrid.

“Un arma sin filo”
A diferencia del nuevo ritual, aprobado durante el pontificado de Juan Pablo II, el antiguo se ha revelado mucho más eficaz a la hora de expulsar demonios. 

Amorth, en concreto, definió el Nuevo Ritual como “un arma sin filo” contra el demonio, mientras que Salvador Hernández lo ha calificado de “descafeinado” frente al “café, café” del antiguo del Papa Paulo V. 

Amorth y el nuevo ritual
Sin ir más lejos, como denunciaba Amorth, el Nuevo Ritual establece la prohibición de realizar exorcismos en caso de maleficios, que son la causa más frecuente de posesiones y de males causados por el demonio.

Por si fuera poco, en el punto 16 del Nuevo Ritual se establece que tampoco puede recurrirse al exorcismo si no se tiene la certeza absoluta de una presencia diabólica. Pero, como subrayaba Amorth, semejante certeza sólo se tiene procediendo al exorcismo.

 

 

 

 

Exorcistas y un número de teléfono

Milán, exorcistas y un número de teléfono

La diócesis de Milán ha aumentado –duplicado, para ser más exactos- el número de exorcistas en la ciudad. El número de posesiones ha aumentado tanto que el cardenal arzobispo de la ciudad se ha visto obligado a poner a disposición un número de teléfono para poder reservar hora.

De seis hasta un total de 12 han aumentado los sacerdotes encargados en Milán de realizar exorcismos y se ha abierto una línea de lunes a viernes de 14.30 a 17 horas para llamar  pedir consejo. No se saben los motivos concretos que han llevado al cardenal Angelo Scola – arzobispo de Milán y uno de los hombres de confianza del Papa – a una acción de tal envergadura. Lo que sí es cierto es que de la necesidad nace el servicio, por lo que si han pedido refuerzos, será por que lo necesitan. Aunque hay que ver el trabajo del exorcista desde el punto de vista del servicio del sacerdote. Igual que hay encargados de escuelas u hospitales, también los hay que curan el alma que más lo necesita, es decir, en posesión demoníaca.

La tarea del exorcista en muchas ocasiones es más de acompañamiento, escucha y dirección que de un verdadero exorcismo al estilo holywoodiano. Aunque de esos también los hay, sin duda. En una entrevista en la página web de la diócesis de Milán, el decano del colegio de exorcistas y responsable desde 1995 monseñor Angelo Mascheroni asegura que la mayor tarea del exorcista es «acompañar y consolar». Dirigir a quien tenga una influencia demoníaca – porque en esto también hay grados de posesión – para que se reencuentre con Dios y eso sólo puede hacerse con tiempo y dedicación.

A grandes problemas grandes remedios y el duplicar los sacerdotes especializados en expulsar demonios en una diócesis de unos 5 millones de personas, no es peccata minuta. En esa misma entrevista monseñor Mascheroni afirma que quien va a verle son personas de todo tipo porque Satán no hace ascos a ningún alma. Tampoco se ciñe sólo a los católicos. Hay exorcismos y posesiones entre ortodoxos, protestantes y practicantes de otras religiones. Sin embargo, además de una sencilla bendición, de las primeras cosas que Mascheroni hace para saber si una persona está poseída es rezar un simple Padrenuestro: «Porque se pide explícitamente ‘Líbranos del mal'», dice.

«Siempre pregunto si han visitado a magos o curanderos. O si van al psiquatra», afirma el responsable de los exorcistas, porque puede ser una enfermedad mental o quizás el inicio de una posesión que comenzó al mezclarse con el esoterismo, algo que puede curarse con un ‘exorcismo de andar por casa’ o lo que es lo mismo, con una buena confesión.

Lo que si está claro es que si no llamas a alguien es muy poco probable que venga, así que lo único que nos queda es, simplemente, no invocarlos.

@blancaruizanton

Experiencias de un Exorcista

Cada caso es distinto, afirma un exorcista 

La espuma y el vómito del poseído son repugnantes… pero son también buena señal 

Tuvo una experiencia demoníaca en una de sus primeras misas, pero nunca pensó que se dedicaría a este ministerio. 

Actualizado 27 julio 2012 

Aci 

Un sacerdote estadounidense que cursó este verano en Roma un perfeccionamiento como exorcista asegura que el diablo y los demonios en general odian a la familia porque ésta es “una imagen de la Santísima Trinidad”.

Decisiva influencia paterna

En entrevista concedida a ACI Prensa, el presbítero, que prefirió mantenerse en el anonimato, señaló que entre los factores comunes que encuentra en las personas poseídas ve gente con “profundas heridas en sus vidas y sobre todo, en su familia”.

El sacerdote indicó que el demonio fácilmente accede a familias donde “los padres han tomado elecciones realmente malas”, y al obrar así “han invitado a influencias malignas al interior de su hogar”. Las malas acciones que atraen al demonio a los hogares son “la infidelidad marital, el aborto, hacer cosas que rompen la familia”, señaló.

Un endemoniado de 13 años

El presbítero admitió que nunca pensó en dedicarse al exorcismo, pero un inesperado suceso en una de sus primeras misas tras su ordenación, hace 15 años, marcó el inicio de su acercamiento a esta labor sacerdotal: “En el momento de la consagración de la sangre preciosa, le pedí al Señor que derramase su sangre sobre la juventud y ayudase a todos los hombres jóvenes que podrían tener vocación al sacerdocio”, recordó. La reacción instantánea de un joven de 13 años sorprendió al joven sacerdote: “Cayó de espaldas y comenzó a gruñir. Yo pensé: ¡No esparaba esto!”.

Demasiado pocos exorcistas

Muchos años después, él es parte de una nueva generación de exorcistas en formación en Estados Unidos, luego que de los obispos del país decidieran, en noviembre de 2010, incrementar su número. A pesar de que la ley canónica estipula que cada diócesis debería contar con un exorcista, se estima que no superarían los 50 sacerdotes dedicados a esta labor en Estados Unidos. «Nos hemos organizado para asegurarnos de que quienes más necesitan ayuda la obtengan”, explicó este sacerdote procedente del noreste de aquel país.

Durante su estancia en Roma, donde fue enviado por su obispo para aprender del trabajo de seis exorcistas oficiales de esa diócesis, el sacerdote se “involucró” en alrededor de tres exorcismos al día: “No hay dos casos parecidos. Ese ha sido un real aprendizaje para mí. El rito del exorcismo no es una fórmula mágica”.

El sacerdote señaló que “no es el demonio o el exorcista quien está en el centro de esto, sinouna persona que está sufriendo mucho y que necesita de certera liberación a través de Cristo”

¿Quiénes son los demonios?

La palabra demonio viene del griego y la palabra diablo del latín, explicó: «Cualquiera de esos nombres está bien. Son ángeles caídos que fueron creados buenos”.

Los primeros Padres de la Iglesia, entre ellos San Jerónimo San Agustín, especularon que estos ángeles se rebelaron “a causa de que les fue revelado el plan de Dios de la Encarnación” y su “repulsión a la idea de que Dios, que es espíritu puro e infinito, debiese hacerse hombre”.

Por esta razón, el sacerdote indicó que los demonios tienen una “fascinación con lo físico” y con “hacer sufrir a las personas”: “Una vez que el rito se inicia, normalmente se comienza a manifestar en la persona, que sufre de diferentes maneras, con violencia, cambios en el rostro, cambio de la voz… El demonio sólo quiere intimidar, pero básicamente hay que ignorarlo y decir ‘oye, yo soy el que da las órdenes aquí, amigo’”.

La razón de la posesión

La inteligencia angélica del demonio, dijo a ACI Prensa, también implica que ellos saben queDios sólo permite sus actividades diabólicas para llevar la salvación a personas a través de un “sufrimiento expiatorio”.

“Estas personas sufrientes se están volviendo santos al ofrecer sus sacrificios”, que Dios entonces recibe y “bendice a gran parte de la Iglesia en todo el mundo”.

El sacerdote afirmó que “cuando le recuerdas eso al diablo, se pone furioso”, porque sabe que está perdiendo, y por lo tanto “quiere conseguir lo que pueda, mientras pueda. Si no puede ganar las almas de estas personas, quiere al menos hacer sus vidas miserables”.

Las respuestas del diablo

El presbítero estadounidense indicó que cuando habla con el demonio le hace una serie de preguntas, como cuál es su nombre: «Cuando usas su nombre en una orden, eso lo debilita”. Una vez que el demonio dice su nombre, el exorcista le ordena “salir”, y también le podría preguntar “cómo entró y cuándo va a salir»: “Al responder a esto último es como si ellos hubieran sido entrenados para decir lo mismo, ‘nunca me voy a ir’, pero eventualmente lo harán”.

La clave es limitar el diálogo, dijo el aprendiz de exorcista. “No quieras hacerle preguntas sólo por curiosidad, eso no es saludable”, subrayó.

También es posible “decir cosas para humillar al demonio”, tales como invocar la presencia de santos, ángeles guardianes y, la más “temida” de todas, de la Virgen María. Es entonces que “puedes realmente ver un cambio en el comportamiento del demonio”.

El final viene a menudo cuando el diablo empieza a mostrar arranques de ira y violencia, cuando “es común que bote espuma por la boca”.

En caso de que se haya roto una maldición, la persona “comenzará a vomitar objetos que fueron usados en la maldición. El vómito cambia a verde, luego a rojo, y otra vez verde”.

Entonces, el exorcista sabe que está tocando el fondo: “Entonces está siendo realmente eficaz y ésas son buenas señales. No es algo placentero de ver, pero tú sabes que estás siendo efectivo”. 

El diablo odia a la familia, asegura exorcista de EEUU

El diablo odia a la familia porque es imagen de la Trinidad, asegura exorcista de EEUU

VATICANO, 26 Jul. 12 / 04:20 am (ACI/EWTN Noticias).- Un sacerdote estadounidense que actualmente se está entrenando como exorcista en la diócesis de Roma (Italia), aseguró que el diablo y los demonios en general odian a la familia porque ésta es “una imagen de la Santísima Trinidad”.
En entrevista concedida a ACI Prensa, el presbítero, que prefirió mantenerse en el anonimato, señaló que entre los factores comunes que encuentra en las personas poseídas ve gente con “profundas heridas en sus vidas y sobre todo, en su familia”.

El sacerdote indicó que el demonio fácilmente accede a familias donde “los padres han tomado elecciones realmente malas”, y al obrar así “han invitado a influencias malignas al interior de su hogar”.

Las malas acciones que atraen al demonio a los hogares son “la infidelidad marital, el aborto, hacer cosas que rompen la familia”, señaló.

El presbítero admitió que nunca pensó en dedicarse al exorcismo, pero un inesperado suceso en una de sus primeras Misas tras su ordenación, hace 15 años, marcó el inicio de su acercamiento a esta labor sacerdotal.

“En el momento de la consagración de la sangre preciosa, le pedí al Señor que derrame su sangre sobre la juventud y ayude a todos los hombres jóvenes que podrían tener vocación al sacerdocio”, recordó.

La reacción instantánea de un joven de 13 años sorprendió al joven sacerdote. “Él cayó de espaldas y comenzó a gruñir. Yo pensé ‘¡no estaba esperando esto!’”.

Muchos años después, él es parte de una nueva generación de exorcistas en formación en Estados Unidos, luego que de los obispos del país decidieran, en noviembre de 2010, incrementar el número de exorcistas.

A pesar de que la ley canónica estipula que cada diócesis debería contar con un exorcista, se estima que no superarían los 50 sacerdotes dedicados a esta labor en Estados Unidos.

El sacerdote, que es del noreste de Estados Unidos, explicó a ACI Prensa que “nos hemos organizado para asegurarnos de que quienes más necesitan ayuda la obtengan”.

Durante su estancia en Roma, donde fue enviado por su obispo para aprender del trabajo de seis exorcistas oficiales de esa diócesis, el sacerdote está “involucrado” en alrededor de tres exorcismos al día.
“No hay dos casos parecidos. Ese ha sido un real aprendizaje para mí. El rito del exorcismo no es una fórmula mágica”, dijo.

El sacerdote señaló que “no es el demonio o el exorcista quien está al centro de esto, sino una persona que está sufriendo mucho y que necesita de certera liberación a través de Cristo”.

El presbítero explicó que, en cuanto a la correcta terminología, “demonio viene del griego, diablo del latín, cualquiera de esos nombres está bien”. Con lo que se combate, explicó, “son ángeles caídos que fueron creados buenos”.

Los primeros Padres de la Iglesia, entre ellos San Jerónimo y San Agustín, especularon que estos ángeles se rebelaron “a causa de que les fue revelado el plan de Dios de la encarnación” y su “repulsión a la idea de que Dios, que es espíritu puro e infinito, deba hacerse hombre”.

Por esta razón, el sacerdote indicó que los demonios tienen una “fascinación con lo físico” y “hacer sufrir a las personas”.

“Una vez que el rito inicia, normalmente (el demonio) se comienza a manifestar en la persona, que sufre de diferentes maneras, con violencia, cambios en el rostro, cambio de la voz, es diferente”, dijo, recordando recientes exorcismos.

El sacerdote aseguró que el demonio “sólo quiere intimidar, pero básicamente hay que ignorarlo y decir ‘oye, yo soy el que da las órdenes aquí, amigo’”.

La inteligencia angélica del demonio, dijo a ACI Prensa, también implica que ellos saben que Dios sólo permite sus actividades diabólicas para llevar la salvación a personas a través de un “sufrimiento expiatorio”.

“Estas personas sufrientes se están volviendo santos al ofrecer sus sacrificios”, que Dios entonces recibe y “bendice a gran parte de la Iglesia en todo el mundo”.

El sacerdote afirmó que “cuando le recuerdas eso al diablo, se pone furioso”, porque sabe que está perdiendo, y por lo tanto “quiere conseguir lo que pueda, mientras pueda. Si no puede ganar las almas de estas personas, quiere al menos hacer sus vidas miserables”.

El presbítero estadounidense indicó que cuando habla con el demonio le hace “una serie de preguntas: ‘¿cuál es tu nombre?’, ya que cuando usas su nombre en una orden, eso lo debilita”. Una vez que el demonio dice su nombre, el exorcista le ordena “salir”, y también le podría preguntar “cómo entró y cuándo va a salir”.

“(Al responder a) eso último es como si ellos hubieran sido entrenados para decir lo mismo, ‘nunca me voy a ir’, pero eventualmente lo harán”.
La clave es limitar el diálogo, dijo el aprendiz de exorcista. “No quieres hacerle preguntas sólo por curiosidad, eso no es saludable”, subrayó.

También es posible “decir cosas para humillar al demonio”, tales como invocar la presencia de santos, ángeles guardianes y, la más “temida” de todas, de la Virgen María. Es entonces que “puedes realmente ver un cambio en el comportamiento del demonio”.

El final viene a menudo cuando el diablo empieza a mostrar arranques de ira y violencia, cuando “es común que bote espuma por la boca”.

En caso de que se haya roto una maldición, la persona “comenzará a vomitar objetos que fueron usados en la maldición. El vómito cambia a verde, luego a rojo, y otra vez verde”.

Entonces, el exorcista sabe que “estoy tocando fondo, que esto está siendo realmente eficaz y esas son buenas señales. No es algo placentero de ver, pero tú sabes que ‘estoy siendo efectivo aquí’”.