Bebé milagro en Bucaramanga

Estuvo 2 meses en el vientre de su mamá “muerta”

 

Sobrecogedoras palabras del papá.

 

José Alejandro acaba de nacer en la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga y está considerado ya un “bebé milagro”, tal como lo definió una periodista de Caracol TV.

La mamá de la criatura, por desgracia, sufrió una infección pulmonar hace un mes y medio y ello le causó la muerte cerebral. Ante esa situación, el equipo médico consideró que existía la posibilidad de rescatar al bebé del que estaba embarazada si se le facilitaba el crecimiento.

José Alejandro ha vivido durante las últimas 6 semanas en el vientre de su madre a la que se le mantenía las constantes vitales artificialmente: tensión arterial, pulso cardíaco… Según explicaron los médicos, de este modo el bebé recibía lo necesario para poder desarrollarse en el útero y finalmente salir al exterior con vida.

“Tengo muchos anhelos de poder ofrecerle lo mejor”

 

El bebé nació de una cesárea programada y ahora es Mario, el papá, quien se vuelca al cien por cien con su hijo. “Tengo muchos anhelos de estar con él, de poder ofrecerle lo mejor, de poder ser el mejor papá de José Alejandro… Eso es lo que quiero ser”, afirma, con el corazón todavía bajo el impacto de saber que ni él ni el bebé contarán con las caricias y la sonrisa de la mamá de una manera física.

Con todo, Mario se aferra a la realidad de un hijo recién llegado: “Es cumplido el sueño”. Y en eso se encuentra apoyado por el equipo médico, de más de 50 personas, que desde Bucaramanga han dado un maravilloso ejemplo de avance de la Medicina en favor de la vida de cada ser humano, más cuando está en absoluta vulnerabilidad como era el caso de esté bebé en proceso de gestación.

Madre soltera y abandonada cuenta su increíble lucha por sobrevivir

Aún sin saber cómo cuidar de un hijo, se da la vida por él

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Muchos son los casos de mujeres abandonadas a su suerte tras descubrir que están embarazadas. Mucho es el miedo al que se enfrentan, pero no están solas, a través de Caritas Diocesana de Barcelona muchas mujeres recobran la fe en sí mismas y encuentran una familia y la solidaridad que habían perdido.

Murió durante el parto, pero un milagro sorprendente sucedió

En 15 horas, más de 150 mil personas estaban orando y compartiendo la situación con el mundo

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A las 39 semanas de gestación, comenzaron las contracciones. Lo que parecía ser el inicio de un parto normal se transformó en un caso de vida o muerte.

Cuando Melanie y Doug Pritchard se preparaban para tener a su primer hijo, buscaron a un médico que fuera provida, para tener la certeza de que él lucharía por la vida de su bebé y de ella si fuera necesario. Esa decisión marcó toda la diferencia. Su primer hijo Brady nació de parto natural y todo fue bien.

A las 39 semanas de embarazo de su segunda hija, la profesora universitaria comenzó a sentir contracciones. Era el año 2010. Su marido Doug la acompañó hasta el hospital local en la ciudad de Phoenix, en Arizona, Estados Unidos, para lo que parecía ser el inicio de otro parto natural.

Ya en el hospital, tras verificar que el bebé estaba en la posición para nacer, el obstetra esperó hasta que las contracciones aumentaran y finalmente rompió la bolsa.

Fue entonces que algo terrible sucedió: incluso con los signos vitales que parecían normales, Melanie comentó a marearse, a tener nauseas y se desmayó.

Mientras la enfermera verificaba la situación, los latidos cardiacos y la presión arterial de Melanie llegaron a cero, y se quedó completamente azul.

Los latidos cardiacos y la presión del bebé, que aún no había nacido, también comenzaron a caer rápidamente.

El hospital entonces emitió un diagnóstico conocido en el medio estadounidense como “código azul”, declarando a Melanie clínicamente muerta con el bebé aún dentro de su cuerpo.

Entonces comenzó la carrera para salvar al bebé, y se inició una cesárea de emergencia.

Doug, en ese instante, comenzó a orar para que su esposa e hija se salvaran de alguna forma. Se dio cuenta de que nunca se había sentido tan desesperado y con más miedo en toda su vida.

Él oró a Dios diciendo algo como: “Señor, yo sé que esto es más de lo que puedo soportar, lo que significa que Tú tienes un plan y un propósito con todo esto, y yo en ti confío; pero, por favor, si es tu voluntad, permíteme abrazar a mi esposa nuevamente”.

Enseguida, comenzó a contactar con la familia y amigos implorando para que oraran por su esposa e hija. Familia y amigos compartieron los pedidos de oración en los medios sociales.

Mientras las peticiones de oración crecían viralmente y una pequeña multitud se aglomeraba en el hospital –la situación de Melanie y su bebé estuvieron entre los 100 asuntos más comentados en Google y Twitter ese día 28 de julio de 2010–, en 15 horas, más de 150 mil personas estaban orando y compartiendo la situación con el mundo.

Afortunadamente el equipo médico fue capaz de salvar al bebé mientras otro equipo intentaba resucitar a Melanie usando un desfribilador 4 veces y el masaje cardíaco ininterrumpidamente.

Sin éxito, ella fue considerada muerta durante 10 minutos hasta que un médico sintió un latido cardiaco débil, aún sin pulso.

Ellos recomenzaron inmediatamente el procedimiento que duró más de 90 minutos, hasta que la presión volvió a subir lentamente.

Aunque los médicos la hubieran estabilizado, ella aún presentaba un estado muy grave, y eran necesarias otras cirugías, en un intento por salvar su vida.

El equipo médico entonces anunció a los familiares reunidos en la sala de espera que Melanie había sufrido una embolia del líquido amniótico y un consecuente paro cardiaco, y aconsejó que se preparasen para decir adiós.

Mientras tanto, Doug fue a visitar a su hija al nido, sin saber si su esposa estaba viva o muerta. Las enfermeras entraban y le preguntaban por el nombre de la bebé. Él respondió,“Gabriela”, la heroína de Dios”.

Los médicos explicaron a Doug que su esposa había tenido una embolia del líquido amniótico que se había escapado del útero durante la ruptura de la bolsa y había entrado en su corriente sanguínea llegando a su corazón, lo que le causó un paro cardiaco. También presentaba hemorragia interna derivada de la cesárea.

La previsión era que tendría secuelas neurológicas para el resto de su vida a causa de haberle faltado oxígeno durante más de 10 minutos.

Doug fue hasta la cama donde Melanie estaba siendo mantenida con vida a través de aparatos, tomó su mano y le dijo:

“Te amo. Y siempre te amaré. Nuestros hijos Brady y Gabriela son maravillosos y te aman. Si tienes cualquier chispa en ti para luchar, lucha. Independientemente de mis esperanzas, prométeme que seguirás a tu ángel de la guarda donde quiere que te guíe. Donde quiera que te lleve, será donde Dios necesita de ti”.

En seguida, la cosas empeoraron. Ella necesitó dos transfusiones de sangre y fue transferida de hospital.

Durante la cesárea de emergencia, una arteria se había roto, y había venas obstruidas debido a la sangre coagulada, necesitando de otra cirugía delicada.

El corazón solamente funcionaba a un 5% de su capacidad, cuando el mínimo es del 55% al 65% para sobrevivir. Debido al paro cardiaco, los pulmones fallaron y ella tuvo que ser conectada a un ventilador que suplía al 100% su respiración.

Preocupados de que ella no sobreviviera a esa cirugía, los médicos le mostraron una foto de Gabriela, a lo que ella reaccionó y comenzó a moverse y a llorar desesperadamente.

Entonces la sedaron y la enviaron a la sala de operaciones. En ese momento, la familia renovó sus esperanzas con más oraciones.

El milagro

La cirugía fue un éxito y Melanie, milagrosamente, sobrevivió. El sacerdote que los casó años antes visitó el hospital y le recordó a Doug: “Eso es a lo que tú dices “sí” en el matrimonio: en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad”.

Las 24 horas siguientes a la cirugía, ella comenzó a respirar mejor y le retiraron el ventilador artificial. Totalmente consciente, ella abrió los ojos y pedió ver a su marido y a su hija.

Las enfermeras le trajeron a Gabriela y fue capaz de cargar a su hija por primera vez, tras más de 48 horas desde su cesárea.

Después de ese momento, la recuperación de Melanie llegó a sorprender a todo el equipo médico del hospital.

Ella dejó el hospital 6 días después de esa emergencia, su recuperación fue total durante las semanas siguientes, sin ninguna secuela.

Algún tiempo después, Melanie escribió un libro contando su historia.

Ella dijo:

“Aunque no me acuerde de este increíble evento en mi vida,estoy agradecida por estar viva y abrazar a mi marido y a mis hijos cada día. Estoy agradecida por cada post en Facebook, Twitter, artículos que fueron escritos y posteados en páginas de todo el mundo, y principalmente a todos los que oraron y compartieron con otros para que oraran por mí, una extraña. Palabras que no pueden expresar mi gratitud por la multitud de oraciones que me cubrieron en este evento traumático. Soy feliz por decir que las oraciones funcionaron.

Gracias a las manos de los médicos, enfermeras, donantes de sangre, y a un Dios misericordioso, Gabriela y yo estamos vivas y bien, y yo me he recuperado completamente”.

En 2014 escribió un artículo compartiendo este testimonio:

No hay día en que no agradezca a Dios por permitirme sobrevivir e inspirarme a escoger un hospital a favor de la vida. Agradezco a Dios por permitir que Doug, Brady, Gabriela y yo fuéramos una familia nuevamente y por darme la oportunidad de dar testimonio de su infinita gracia, misericordia y amor por cada uno de nosotros. Dios tiene el poder de sacarnos de la oscuridad, incluso de la muerte, y volvernos a traer a la luz, y por eso, yo le agradezco”.

Por Catholicus

En plena clase desvela su embarazo

Ya lo han visto veinte millones de internautas

Una llamada al móvil en plena clase desvela su embarazo: divertido vídeo viral con mensaje provida

Actualizado 9 abril 2014

ReL

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Los grupos que apoyan a la mujer embarazada en riesgo de abortar han recibido este viral, ya visto por veinte millones de internautas, como una bendición. ¿Por qué? Porque supone una publicidad masiva, y además simpática, de su labor, que salva cada año en todo el mundo miles de vidas humanas. (Ver abajo el vídeo.)

Sucedió el pasado 1 de abril en el Aquinas College de Grand Rapids (Michigan, Estados Unidos). Stephen Barrows, profesor de Economía, tiene una política para que los alumnos no se olviden de apagar sus móviles: el infractor cuyo aparato suene en clase tiene que responder y ponerlo en manos libres para que todo el mundo escuche eso tan importante que interrumpe la explicación.

¿Qué le pasó a la joven Taylor Nefcy? Que al otro lado de la línea se oyó esto: «Soy Kevin, del Pregnancy Resource Center [Centro de Investigación del Embarazo]. Según nos pediste, te llamo para informarte de que los resultados son positivos. Enhorabuena«.

Tremendo shock en clase, aunque todos se lo toman bien. En ese momento el profesor ofrece a Taylor la posibilidad de quitar el manos libres, pero ya es tarde y la voz sigue: «Sé que nos dijiste que el padre ha desaparecido del mapa, pero estaremos en contacto contigo durante todo el proceso, así que no te preocupes de nada. Te ofreceremos sin coste alguno asesoramiento y otros servicios de maternidad«.

La joven despide la llamada, y el profesor, apesadumbrado y al mismo tiempo con una risa nerviosa, quiere pedir perdón ante las imprevistas consecuencias de su lucha contra los móvles: «Quisiera disculparme públicamente…»

Pero la chica le interrumpe: «No hay problema, estaba esperando esta llamada. Y ya sé cómo llamaré al niño: April de primero, y Fools de segundo«. Y es que el 1 de abril se celebra en Estados Unidos el llamado April Fools, algo parecido al Día de los Inocentes.

La carcajada que sigue a la ocurrencia terminó de relajar el ambiente. Y los grupos de apoyo a la mujer embarazada, felices de que millones de jóvenes hayan comprobado que existen alternativas al aborto ante un embarazo imprevisto, que hay personas y asociaciones que acompañan a las madres de principio a fin y sin gasto alguno para que tengan a su hijo y, sobre todo, que una nueva vida es algo que celebrar. Con risas incluso, como en este caso.