Mujeres expresan dolor y vuelven a exigir respuestas ante el daño irreparable

“¿Si yo hubiera nacido? ¿Si me hubieran dejado nacer? ¿Sólo sería la hija de una campesina que no pudieron esterilizar?”.
Es lo que muchas jóvenes peruanas salieron a replicar en los últimos días en representación de muchas madres que no pueden dar más a luz.
“Fingí gritos, entonces me resistí…Me dijeron: ¡Tu marido es borracho seguro ya estarás embarazada, primero te haremos abortar, luego te ligaremos las trompas!¡Nos obligaron y ahora nos abandonan!”, contaban en el documental las mujeres entre lágrimas.
A raíz de esto esto algunas mujeres quedaron impedidas de trabajar en la chacra.
Preguntas sin respuestas
¿Cuándo saltaron a la vista las primeras irregularidades en la implementación del programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar en el Perú?
A setiembre de 1996 se habían ejecutado el 42% deAnticoncepciones Quirúrgicas Voluntarias (AQV) en el poblado de Huancabamba en Piura, denunció Tamayo, una de las principales defensoras de los derechos de la mujer en Perú.
Para la especialista, la causa de muchos de los abusos a las mujeres andinas en edad fértil eran las metas de AQV que se fijaban al año.
Para el primer semestre de 1997, por ejemplo, ya se tenía 64.831 esterilizaciones, para ese año la meta fijada era de 150.000 AQV.
¿Qué estaba pasando en el sector salud? ¿Se trataba de un patrón sistemático para erradicar la pobreza, o para exterminar a los pobres en el país?
Entre los años 1996 al 2000 las mujeres pobres estaban condenadas a ser infértiles. A vivir mutiladas. Su cosmovisión había sido afectada.
Luego de casi 20 años aún no se ha logrado determinar cuál es el grado de participación voluntaria que tienen las víctimas, cuántas mujeres dieron su consentimiento, cuántas no lo dieron, o cuántas lo dieron sin entender con claridad lo que firmaban.
Mujeres y hombres al borde de la muerte
“Decían que la ayuda había llegado para 300 mujeres dePampa Anta en Cuzco. No podía comer, al no encontrar comprensión en mi actual pareja he pensado hasta en suicidarme (…) Firmé por temor a la Policía, a mi esposo lo amenazaron con llevárselo, entonces quedé inválida”.
En Huaytará Huancavelica, Juana Rosa Ochoa no corrió la misma suerte. Fue intervenida durante una campaña de salud. A ella le perforaron el intestino grueso cuando intentaban ligarla, como lo documenta el video denominado “Nada Personal” del Cladem. Las imágenes fueron recogidas por el propio centro de salud cuando intentaban registrar la alta calidad en la atención que ofrecía el nosocomio.
No sólo las mujeres estuvieron al borde de la muerte, sino también muchos varones. A fines de 1997 se registraron 11.434 vasectomías.
Según el Ministerio de Salud, las ligaduras también iban en aumento. La última cifra registrada en ese año fue de 14.542.
Piden reparación y aún no son escuchadas
Debe estar conectado para enviar un comentario.