Agonía o alumbramiento

En mi contra

De Rosa  hablé aquí hace ya algún tiempo. http://mi-contra.blogspot.com.es/2011/05/de-la-litera-la-cama.html
El pasado 3 de junio Rosa vio morir  a Carmineta, 22 años, la mayor de sus 18 hijos.
No me gusta hablar de Fe, porque no quiero predisponer mal  a los lectores escépticos, dudosos o indefinidos, pero esta vez es necesario hacer una excepción.

«El que se salva sabe , y el que no , no sabe nada» dice el dicho castellano.
Las personas de  Fe  miran la vida como un poco de lejos y, al mismo tiempo, la viven con una totalidad que confunde. Durante estos ultimos días lo he comprobado. La despedida de Rosa Y Chema  a su hija era sentida y llena de sentido.
Una intervención quirúrgica, supuestamente sencilla, ha trastocado sus existencias irremediablemente.
He visto a un hombre honrado y confiado, roto por el dolor, pero esperanzado ante el reencuentro eterno con su pequeña hija mayor.

He visto a una madre, agotada , rendida ante la evidencia, sonriendo ante la faltalidad. Rezando y animando a los que se acercaban a consolarla.
He visto santos de corazón abierto.
He visto una familia enorme, amable, generosa , bienavenida, atenta, sencilla … acompañándose, soteniéndose.
Repartían Kleenex,  chuches o bocadillos, dependiendo de la edad y necesidad del destinatario.
He visto tres generaciones, agarradas al rosario  y sabiéndose en las manos de un Padre bueno, que les quiere bien y  les sostiene  en la desolación de la desgracia irremediable.
El pasillo de  de la planta UCI cardiovascular del Clínico se ha  abarrotado de amigos.
Todas las procedencias y estratos sociales.Todos los colores : Indios, chinos, rusos, congoleños, lituanos. Pijos y pobres.
Niños, adolescentes, jóvenes y ancianos.
Todos lloran, rien y rezan.
Sin querer dar lecciones anadie, es imposible no aprender con su testimonio.
Es imposible no verles. Demasiada luz en sus vidas.
Vidas escondidas que alumbran a una multitud en tinieblas que boquiabierta observa como aceptan los acontecimientos que se les vienen, con paz que no se improvisa. Una paz que es prestada desde lo alto, fuera del alcance de toda  criatura consciente de su fragilidad y contingencia.Algunos de los acompañantes ajenos a la familia Postigo-Pich preguntan qué ocurre. Es la corriente de solidaridad naturalmente establecida entre los que sufren. Lo lamentan, dicen.
De entre esos desconocidos un par de quejas, manifestadas abierta y ostensiblemente, por el gentío que se concentra durante las horas de visita.El médico anuncia a los padres el fallecimiento de su hija. De inmediato autorizan la total donación de los órganos de ese cuerpo joven todavía caliente. Uno de los del grupo de los quejumbrosos, guarda silencio frente a tal gesto de humanidad.Otro más.
Los santos son incomprendidos en numerosas ocasiones . Y es que  llevar la Fe hasta sus últimas consecuencias supone, entre otras cosas,  tratar de sonreír ante un desgarrón tan irreparable como la perdida de un hijo. Tener paz. Abandonarse.  Seguir ocupándose del resto de realidad que continúa moviéndose y viviendo a tu lado, ignorando el luto de tu alma.
Puede que visto desde la distancia se atreva alguien a juzgar, con escándalo farisaico, tal serenidad no fingida. Olvida ese alguien que el santo no es que se sabe la teoría, sino el que la hace vida, la encarna. Y la esperanza se encarna en la alegría de vivir de esos hombres y mujeres heróicos y cercanos al tiempo.
Su presente más inmediato es su eternidad, como anticipo del cielo , el hoy eterno, un ahora eterno.
Por eso tienen y trasmiten paz.
Kierkegaard  decía “O Dios es el amor, y entonces la situación se hace absoluta: arriesgarlo absolutamente todo por esta única causa , y la felicidad consiste en no tener más que a Dios. O bien Dios no es el amor ¿Y entonces?. Entonces …. mi pérdida es de tal manera infinita, que todo lo que pueda perder ya me es infinitamente indiferente”.
Solo hay dos caminos para encararse con los zarpazos de nuetra condición limitada y mortal : vivirla con dolores de agonía caminado hacia la nada , o vivirla con igual sufrimiento pero con dolores de parto, alumbrando a la Vida de verdad.
Al final del camino, sólo dicotomías : Sentido o sinrazón. Alegría o amargura. Paz o desesperación.
Rosa, Chema :  vuestro dolor  es incomprensible pero fecundo, lleno de frutos buenos.
Como vuestros hijos.
Como Carmineta.Esta es la música que quiero dedicar a la princesa que tenéis  ya en el cielo. Estoy segura que, agradecida, desde allí vela por vosotros.