Father of 18 dies in Spain at 56

Big-hearted Chema Postigo was a man of extraordinary generosity.
Devra Torres | Mar 16 2017 | comment 1

Taken from mercatornet.com

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Jose Maria Chema Postigo, the father of a family said to be the largest in Spain, passed away on March 7 at the age of 56 after a short battle with cancer. In 2015 his family was named “Big European Family of the Year”. He is survived by 15 of his 18 children and his wife Rosa Pich. An American friend, Devra Torres, remembers him. 

* * * * * 

Our beloved friend Chema died this week. He and his wife Rosa had eighteen children, but that wasn’t the most unusual thing about him. 

I’ll explain.

The first time we met him, we’d recently moved to Spain, and our toddler daughter was about to have minor surgery. Chema grinned encouragingly, urged us heartily not to worry, and reminded us how our children belong to God, who can be trusted to care for them at least as well as we can. Coming from such a winsome man, these sentiments carried a lot of weight.

Chema was constantly finding novel ways to inconvenience himself for the good of others, and he always managed to look happy about it. We appreciated his optimism but cluelessly expressed some doubt that he truly understood what it was to face the prospect of a young daughter’s operation.

Later we learned he had lost two children himself and had several others with life-threatening heart conditions.

Another memory that captures Chema: the time he lent us his car. Any friend might do that, you’re thinking? Not exactly. He lent us–a couple of foreigners and our five very small and very partially civilized children–his minivan, to take a road trip from Barcelona to Rome, there to weave among the Eternal City’s ancient cobblestone alleyways, mopeds, and notoriously high-strung motorists. For a solid week. In his car.

Greater love than that hath no friend I ever heard of.

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Chema Postigo

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Me resistía a este momento. No quería escribir sobre Chema. Me parecía que no había papel ni teclado capaces de resistir la energía del trazo que una vida como la de Chema reclama. Siempre por delante, junto con Rosa. Por delante en el amor. Por delante en la entrega. Por delante en la generosidad. Por delante en el dolor. Por delante en la amistad. Por delante en la actividad. Por delante en la contemplación. Por delante… en el Cielo.

img_0415Hace más de 25 años, un grupo de matrimonios jóvenes iniciamos con Rosa y Chema la que su suegro, Rafael Pich, llamaba la nueva era de la orientación Familiar, la nueva era de la felicidad para miles y miles de familias. El curso de Primeros Pasos, y el de Primeras Letras y Decisiones y Adolescencia y Amor Matrimonial… Y Chema, con su muñeca, como en la foto, a todas partes, enseñando lo grande y lo pequeño. Enseñando el amor. Lo que quieras aprender, enséñalo, decía Rafael, y a él le resultaba fácil, muy fácil, porque se limitaba a enseñar lo que él era, un corazón inabarcable, sin afán de protagonismo alguno. Hacer y desaparecer, pero desaparecer estando ahí, en la sombra, al servicio de todos.

Nunca un no. Una llamada de Mari Carmen Navarro, desde el Fert: “Chema, nos ha fallado un moderador. Su sesión es dentro de dos horas… en Lleida”. Y Chema cogía su petate, su muñeca, apretaba el corazón entre sus dedos y salía hacia Lérida.

Y, después, los países. Desde la IFFD, federación que coordina los cursos de orientación familiar en todo el mundo, ni siquiera teníamos que llamarle. Brasil, Hong Kong, Corea, Chequia, Eslovaquia, Croacia, Eslovenia, Costa de Marfil, Ucrania y tantos otros. Era él quien llamaba. ¡A la vuelta! Con todo hecho… y muchas veces, nosotros sin saberlo, y todo en marcha. Los lugares más comprometidos. Siempre dispuesto. Con Rosa, la mejor embajadora de la familia, llevando su libro, “¿Como ser feliz con 1,2,3… hijos?” y, con él, la verdadera vida de familia por todo el mundo.

Su última locura fue el Family Enrichment Holidays en Torreciudad. Quince días de vacaciones para los demás. Y Rosa y él sirviendo a las familias que venían de lugares lejanos para formarse como directivos de las actividades de Orientación Familiar en sus países. Recogidas en aeropuertos, viajes arriba y abajo, organización de actividades, sesiones de formación… Y la sonrisa permanente. Nunca pasa nada. Nada te turbe, nada te espante…

Chema tenía un sueño. Y lo vivió con Rosa. Un sueño que -hoy lo está comprobando- es un pensamiento divino: el sueño del amor sin límites. Amor a Rosa, a sus 18 hijos -tres, con él, en el Cielo- y también, en lo que a mí más me ha tocado vivir, a todas las familias del mundo. Quien no ha conocido a alguien como Rosa y Chema difícilmente puede entender la capacidad de expansión del corazón humano, que crece y crece y crece cuando se olvida de sí y se da sin reservas.

Estos días, rezando por la curación de Chema, pensaba que, con diez como Rosa y Chema, daríamos la vuelta a esta ciudad de Barcelona y, desde ella, al mundo entero, para hacer de él la Familia que nunca debió dejar de ser. Chema se sabía miembro de esa familia humana y luchó toda su vida por mantenerla unida y acercarla, uno a uno, corazón a corazón, como han de ser tratadas las personas, al Padre común.

Les confieso una pequeña intimidad: tengo la costumbre de pedir a Dios que me conceda un cachito, aunque sea pequeño, de la virtud más destacada de las personas próximas a mí que nos dejan, en la certeza de que ellas las tienen ya en grado sumo.

Encontrar diez Chemas es un imposible metafísico, pero nos queda Rosa… Con tu permiso, Rosa, me atrevo a pedir a todos cuantos lean estas palabras que hagan como yo y pidan al Señor que les conceda algo, por poco que sea, de Chema. Y quizás entre todos podremos ir colmando poco a poco ese gran vacío que ahora sentimos… y que Chema, irrumpiendo desde su nuevo hogar silenciosa y discretamente, como siempre hacía, sabrá llenar y desbordar con sobreabundancia de todas las cosas buenas que pidamos por su medio.

Chema Postigo, Un padre y Marido Ejemplar

Padre de 18 hijos, tres de ellos fallecidos, Chema se casó en Torreciudad y perteneció a la Junta de Gobierno durante varios años. Veraneó y promovió encuentros familiares a los pies del santuario, organizando cursos y facilitando el alojamiento a familias de países lejanos. Su esposa Rosa ha dado la noticia en Instagram (#comoserfelizconunodostreshijos). Descanse en paz. VÍDEO-ENTREVISTA.

El hijo de Chema Postigo: «Mi padre solo quería acercar a las personas a Dios. Y vaya si lo está haciendo»

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La basílica de Santa María del Mar de Barcelona acogió la tarde del miércoles el funeral por Chema Postigo. «La gente me comentaba que han tocado el Cielo», asegura su mujer, Rosa Pich. A la celebración han acudido personas de toda España y de países como Polonia, Hong Kong, Bélgica, Dinamarca, Pekín, Suiza o Portugal. El funeral en Madrid será el viernes 17 de marzo a las 20 horas en la iglesia de San Francisco de Borja (calle Serrano 104)

«Mis hijos han entrado y sacado a papá en Santa María del Mar», explica Rosa en su Facebook, junto a una foto en la que sus 15 hijos acompañan el féretro de su padre. Uno de ellos, Perico, dedicó unas palabras al término de la Eucaristía que su madre ha querido compartir con los internautas.

El joven, además de agradecer las muestras de cariño llegadas de todo el mundo, recordó cómo su padre «nos comunicó a sus hijos que tenía cáncer diciéndonos: “Dios nos quiere tanto tanto…”. Con estas palabras, aseguraba Perico, «ya podríamos resumir cómo fue la vida de papá: una vida intensa en Dios vivida para los demás».

HijoDeChemaPostigoMiPadreSoloQueriaAcercarPersonasADios2-270x170Las emociones de estos días «nos han acercado más a Dios, hemos podido vivir un pedacito de Cielo, donde ahora está papá», aseguró. Aunque es inevitable «recordar los momentos que pasamos con él y que hoy definen quiénes somos. Al pensar su pérdida queda reflejado en nuestra alma un dolor y sufrimiento que solo la esperanza en Dios puede paliar». Esperanza, aseveró, «de que a pesar de no tenerle ya entre nosotros él sigue presente y nos escucha, y que está con Dios, que a veces parece que nos la juega».

Perico definió a su padre como «un hombre bondadoso, amante incondicional de la familia y amigo de sus amigos. Bondadoso. Esposo y padre. Fiel a sus amistades sin mirar nunca el estamento social, tan solo quería amar y acercar a las personas a Dios. Y vaya si lo está haciendo». Chema, añadió, «no escapó del sufrimiento» y «los que estamos cerca «hemos sido testigos estos días de lo dolorosa y bella que puede ser la vida, de las paradojas de amar y sufrir y a pesar de todo ser felices unidos con la familia y los amigos».

«Papá –concluyó–, eres un ejemplo de vida cristiana, de piedad mariana y de entrega al prójimo. Dios quiera que nos parezcamos más y más a ti. Ayúdanos a todos».

Cristina Sánchez Aguilar

Fecha de Publicación: 10 de Marzo de 2017