La devoción a nuestra madre, la Virgen

Jesús –decía San Ignacio de Antioquía- es “hijo de Dios y de María”. Esta frase, en toda su sencillez, contiene una verdad que da vértigo. María se ve colocada al lado de Dios. María es la única persona que le puede decir a Jesús lo que le dice el Padre desde toda la eternidad: “Tú eres mi hijo, yo te he engendrado”.

San Josemaría escribía: “Si no hay devoción a María no puede haber nada: las almas están como si no tuvieran fundamento para la vida espiritual” (Tertulia 23-X-1972). Y continuaba en otro momento: “Si se tiene la desgracia de separarse de Dios por el pecado, o está a punto de separarse porque le va entrando la tibieza y la desgana, entonces acude a la Santísima Virgen y encuentra otra vez la fuerza; la fuerza para ir al confesonario y abrir bien la conciencia con gran sinceridad, sin que haya secretos a medias con el diablo”. Levantarse de una caída cuesta, y cuesta más a medida que pasan los años.

La desesperanza es un enemigo sutil que nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos. Pensamos que hemos defraudado a Dios, sin embargo, ¡Él nos conoce perfectamente! A cada uno nos podría decir, como a Jeremías: antes de plasmarte en el seno materno te conocí (Jer 1,5). Por eso, su amor por nosotros constituye una seguridad firme: sabiendo cómo somos, Dios nos ha amado hasta dar la vida por nosotros… y no se ha equivocado.

San Juan Bosco decía: “Si amamos a María veremos lo que son los milagros”, y es así porque el nombre de María es portentoso. Mueve el cielo y la tierra.

Reginaldo Garrigou Lagrange cuenta que como dominico joven estudiaba y estudiaba a Santo Tomás, y en un momento dado tuvo una gran crisis afectiva, y se planteó ¿es que mi vida va a ser sólo estudiar? Su director espiritual le dijo: Cada noche cuando te vayas a dormir, en vez de hacer examen riguroso simplemente ponte a conversar María como conversabas con tu mamá en tu infancia, ábrele tu corazón, muéstrale tus miserias con una absoluta confianza y te sentirás enormemente confortado. Así lo hizo. Iba en una dirección peligrosa pues se basaba en sus fuerzas. Para nuestra Madre del Cielo jamás dejamos de ser pequeños. Los niños no quieren separarse de su mamá. Vamos bien si estamos muy cerca de Santa María.

Hay tres frases de la Virgen que no hay que olvidar:

No tienen vino: confiar en que la Virgen presenta a su Hijo nuestras necesidades.

Haced lo que él os diga, aconseja: danos luz para saber lo que Jesús nos dice.

He aquí a la esclava del Señor: ante la llamada de Dios, que no tenga otra respuesta para Él que el “sí”.

La Virgen “adelantó los tiempos” en las bodas de Caná. Pedir para que se adelanten los tiempos. La oración ante el Sagrario es un modo de adelantar los tiempos. Cuando comulgamos se adelanta la hora: entra el reino de Dios a ti y al mundo. La gracia es el vino de nuestra vida, es la alegría de nuestra vida. El que reza es una persona esperanzada. El que no espera no reza. La piedad es un don del Espíritu Santo. El campo que da más fruto es el que se roturó, se cultivó y se regó; es un campo trabajado y eso pide tiempo. La fe, aparentemente débil, es la fuerza del mundo.

San Juan XXIII escribía: “Asemejarse a María significa amar la humildad y la sencillez, la pureza de costumbres y la mansedumbre de palabra, de trato, de corazón, el amor a la casa y al trabajo cotidiano”.

Dice Benedicto XVI que la Virgen es el icono de la Iglesia, por tanto, es el icono de cada alma, señala las características del proyecto de Dios. Es vida, dulzura y esperanza nuestra. Nadie como ella ha anhelado la salvación, y nadie como ella recibe la salvación.

La grandeza de la Santa Misa

Si dejamos la Misa del domingo, se va acabando la vida cristiana en nosotros y en nuestra familia. Dice el Papa Juan Pablo II: Cuando el domingo pierde su significado fundamental y se subordina a un concepto secular de fin de semana, dominado por la diversión y el deporte, la gente se encierra en un horizonte tan estrecho que no es capaz de ver el cielo.

Vamos a Misa los domingos para dejarnos encontrar por Dios. No basta ser buenos, porque no es posible serlo sin la ayuda del Señor (Papa Francisco).

El domingo es día del Señor. No se trabaja. Sólo podemos hacer una cosa en domingo: hacer el bien al prójimo, pero no por lucro. ¿Has ganado algo al trabajar en domingo? Se te descontará con pérdidas en los seis días siguientes.

El domingo inaugura tu cielo, tu día de fiesta definitivo, donde tendrás esa visión de Dios. El domingo se centra en Jesús porque celebramos que ha resucitado y está vivo.

Es vital la asistencia a Misa los domingos, porque sin observancia del Domingo no puede haber vida religiosa. Tertuliano decía a los fieles de su tiempo: “Sin el Domingo no puede haber cristianos”. Asimismo, entre las preguntas dirigidas a los mártires por sus perseguidores se distinguía sobre todo esta: “¿Observas el domingo?”,y si la respuesta era afirmativa ya no se preguntaba más pues en ello se reconocía el cristianismo. Hoy día, muchos cristianos no saben qué es exactamente la Misa. Es la renovación del Sacrificio de Cristo en la Cruz, no hay nada más grande sobre la tierra que la Santa Misa.

En la Misa, los primeros cristianos encontrarían fuerza en medio de la persecución. Es en la Misa en donde las oraciones de los hombres que están en la tierra se elevan como incienso para unirse a las oraciones de los ángeles en el cielo: y son estas oraciones las que alteraron el rumbo de las batallas y el curso de la historia. Hay muchos ejemplos de personas que hacen sacrificios para asistir a Misa. En Mozambique,Olivia, una joven de 24 años, caminaba 4 km. para ir a Misa los domingos. Caminaba con las. palmas de las manos pues sus piernas no le respondían. Un grupo de religiosas le consiguió una silla de ruedas. La estrenó el día de su Bautizo. Es cuestión de fe.

Benedicto XVI comenta que, en principio, puede resultar incómodo programar la Misa en el domingo, pero es lo que da sentido al tiempo libre, ese tiempo permanece vacío si en él no está Dios. Para que de la Misa emane la alegría hay que comprenderla cada vez más profundamente, así se le llega a amar.

El Papa emérito, Benedicto XVI, también escribió: En la eucaristía Cristo está realmente presente, es el punto que pivota toda renovación. Sólo a partir de su espíritu son posibles las revoluciones espirituales. No es sólo el acontecimiento de un día, sino de la historia universal en su conjunto, como fuerza decisiva de la que después pueden provenir cambios. Benedicto XVI está convencido de que la crisis de la Iglesia se debe al descuido de la liturgia (La Luz del mundo).

San Juan María Vianney, cura rural francés, predicaba: “Hijos míos, no hay nada tan grande como la Eucaristía. ¡Poned todas las buenas obras del mundo frente a una comunión bien hecha: será como un grano de polvo delante de una montaña!”. Y continuaba: “Todas las buenas obras juntas no equivalen al santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, y la Misa es la obra de Dios (…) Si el hombre conociera bien este misterio moriría de amor. Sin la divina Eucaristía, nunca habría felicidad en este mundo”.

Tiempos de prueba 2

bosque_nieveSi te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba… Porque así como el oro se purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de la humillación (Eclesiástico 2,2 y 5). Hay que conocer la Palabra de Dios porque nos ayuda a ver que Dios prueba a los que ama. Dios siempre está probando a sus amigos, porque durante la prueba conocemos que no tenemos la fuerza, y la pedimos. Hay tiempo de prueba, de aflicción y de purificación.

Santa Teresita de Lisieux decía: “Haría falta otra lengua distinta a la de la tierra para expresar la belleza del abandono de un alma en las manos de Dios. Las palabras de Job: Aunque Dios me quitara la vida seguiría esperando en él, me han cautivado desde mi infancia”. Dios es humorismo infinito, además de sabiduría, él siempre nos ama, sobre todo cuando no entendemos. Tiene modos de amarnos incomprensibles para nosotros.

Un sacerdote que ya falleció solía decir: “Dios siempre me ha llevado como un burro al que le ponen enfrente una zanahoria para que camine”, y así nos sucede a todos; necesitamos muletas para andar e ir adelante, y otras veces Dios permite que podamos volar.

No hay que mirar de dónde nos vienen las cruces, nos puede parecer que vienen de nuestros familiares, superiores o demás personas, pero es Dios quien las permite para probar nuestro amor, Hay que ver la mano de Dios más allá de esa persona concreta.

Si no nos comprenden es porque así lo permite Dios, para algo, y es ocasión de que crezca la fe y la humildad, si nos sometemos por amor a Dios.

Dios nos prueba, juega con nosotros. Nos lanza una pelota y dice: “Atrápala porque es valiosa”, esas pelotas ayudan a que disminuya tu yo. Una pelota es estar relegado; otra, ser humillado, no ser entendido…, si lo llevas bien, si acusas el golpe, llegas más hondo en tu purificación al callar y no tener espíritu de contradicción. No te rebeles. ¡Soy Yo!

Las contrariedades forman parte del plan de Dios. Tendríamos que decir, como martillo: Omnia in bonum; omnia in bonum; omnia in bonum.

Padre Pío aconsejaba: No hagas un esfuerzo para sobreponerte a la tentación porque ellos la fortalecerán. “Desprécialos. Pon a Jesús crucificado en tus brazos y en tu pecho, y besándolo di: esta es mi esperanza, la fuente viva de mi felicidad. Te abrazaré fuertemente, Jesús, y no te dejaré ir hasta que me pongas en un lugar seguro”.

Los primeros cristianos pasaron por muchas pruebas: de incomprensión, persecución, maledicencias…, y las llevaron con alegría porque se acordaban de que Jesús dijo: “Bienaventurados cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes” (Mateo 5, 11-12).

Un sabio decía: Preocúpate de lo que te dice tu conciencia, porque ella te dice lo que eres, y tu reputación es lo que otros piensan de ti, lo que los otros piensa, es su problema.

Los periodos difíciles son los mejores para atestiguar el valor de las virtudes. Años atrás el Papa Benedicto XVI hablaba en una homilía de que “no hay amor sin sufrimiento, sin el sufrimiento de la renuncia a sí mismo, de la transformación y purificación del yo por la verdadera libertad. Donde no hay nada por lo que valga la pena sufrir, incluso la vida misma pierde su valor”[1]. También señala que “María siguió con discreción todo el camino de su Hijo durante la vida pública hasta el pie de la Cruz, y ahora sigue también, con su oración silenciosa, el camino de la Iglesia”[2]. Acudamos a su intercesión en estos momentos difíciles, para que nos haga fuertes ante el dolor.

El hombre es desdichado porque no sabe que es feliz. San Agustín escribió: “Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado”. Efectivamente, la tristeza origina faltas de caridad, despierta el afán de compensaciones y permite, con frecuencia, que el alma no luche con prontitud ante las tentaciones. “La tristeza mueve a la ira y al enojo”, dice San Gregorio Magno (Moralia 1,31,31).

Decirle: Señor, quiero ser tu discípulo amado, como San Juan. Nos sentimos indignos. “Yo soy colado”, nada de colados. Sé Señor que soy tu amado, que cuando me miras, me miras de un modo único. Si queremos ser del discípulo amado, hemos de decírselo muchas veces. Tenemos que tener un trato asiduo. Señor, ayúdame a descubrir que tú me amaste primero, toca mi corazón para que sea consciente de que me amas. Me atrevo a decirte que quiero ser tu discípulo amado. Nos podemos fijar en tres momentos. En unas palabras a seminaristas, Benedicto XVI el testigo debe ser algo antes de hacer algo. Benedicto XVI ve allí una verruga. Podemos ser expertos en el hacer, ¿pero lo de ser? Guau, allí somos un poco más torpes. El discípulo debe ser amigo de Jesús, para no transmitir sólo conocimientos de segunda mano, para ser testigo verdadero.

No hay modo de ser apóstol de Jesucristo si no hay inventiva, originalidad, iniciativa en mi afectividad. Darle sorpresas, sorprenderle. Consiste en saber tocar el Corazón de Jesús. Mucho antes que pecador soy amado de Jesucristo.

El contenido central de Juan, según entiende Benedicto XVI, es que Cristo es la verdad, y que se impone con su lenguaje de misericordia, a través de su Pasión. Pone en vigencia su verdad mediante la Pasión.

A veces podemos estar a disgusto porque en el fondo no amamos la Cruz de Cristo. La cruz es una hermosa señal de María, ¿por qué? Porque nos quiere parecidos al Hijo.

Ricardo Sada recomienda: “Aunque se hunda el mundo, dirás que no pasa nada. Y será verdad porque ha llegado el momento en que Yo, tu Dios, dispuse que se hunda el mundo. Venga lo que venga, viene de Mí” (Oír tu voz, p. 310).

La vida, ha escrito el famoso Jorge Riechman, carece de sentido sin resistencia al mal.

San Juan recoge unas palabras de Jesús muy alentadoras: “En este mundo tendréis muchas tribulaciones, pero no temáis: Yo he vencido al mundo” (Juan 16,33). Y “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe” (1 Jn 5,4). La fe es batalla y es victoria. La fe es la victoria que vence porque aun antes de llegar al combate, ya va cantando el triunfo.

[1] Benedicto XVI, Homilía en la inauguración del año paulino, 28-VI-2008.

[2] Benedicto XVI, Homilía en Mariazell, 8-IX-2007.

SE ABRE LA PUERTA A SU BEATIFICACIÓN

La comisión médica de Causa de los Santos aprueba un milagro en un niño no nacido por intercesión de Pablo VI

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14/12/13 11:00 AM

La beatificación de Pablo VI podría ser una realidad en los próximos meses, después de que la comisión médica dependiente de la Congregación para las Causas de los Santos diera validez a la «curación inexplicable» de un feto en California, en el que, caso de ser confirmado por los cardenales, supondría el primer milagro del Papa Montini. 

(Ecclesia/InfoCatólica) Ahora, a falta del dictamen oficial, todo parece indicar que la beatificación de Pablo VI podría tener lugar en 2014, coincidiendo con el 50 aniversario del histórico viaje del Papa a Tierra Santa. La comisión está presidida por Patrizio Polisca, médico personal primero de Benedicto XVI y, ahora, del propio Francisco.

El caso fue elegido hace tiempo por el postulador de la causa, padre Antonio Marrazzo. El presunto milagro tiene que ver con la curación de un feto que se llevó a cabo a principios de los años noventa en California.

Durante el embarazo, los médicos habían encontrado graves problemas en el feto y, por las consecuencias a nivel cerebral que se dan en estos casos, los médicos habían sugerido que la única posible solución era el aborto. La mujer no escuchó el consejo de los médicos y se encomendó a la intercesión de Pablo VI. El bebé nació sano.

Los primeros santos del Papa Francisco

Dos santas hispanas el 12 de mayo

Madre Laura, Madre Lupita y los mártires de Otranto, los primeros santos del Papa Francisco

Actualizado 26 marzo 2013

RomeReports / ReL

Cuando Benedicto XVI anunció su renuncia estaba reunido con cardenales en la Sala Clementina del Vaticano. Ese día el histórico anuncio de su renuncia en latín, eclipsó todo lo demás.

Por eso pocos saben que durante esa reunión Benedicto XVI fijó la fecha de canonización de tres santos. Será el próximo 12 de mayo y la presidirá el papa Francisco. 

Los nuevos santos son: 

– Antonio Primaldo y 800 compañeros mártires, de Otranto, Italia; 

– la Madre Laura, de Colombia, fundadora de la Congregación de las Religiosas Misioneras de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena; 

– María Guadalupe García Zavala, la mexicana conocida como Madre Lupita, cofundadora de la Congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.

Antonio Primaldo y sus más de 800 compañeros mártires fueron ejecutados en el siglo XV por no querer convertirse al Islam. 

La Madre Laura será primera santa de Colombia, dedicó su vida al trabajo con el pueblo indígena.

La Madre Lupita fundó la congregación para el servicio de los enfermos y los pobres. 

Papa Francisco

El sucesor de Benedicto XVI

El argentino Jorge Mario Bergoglio será el Papa Francisco

Se reunirá con Benedicto XVI en los próximos días

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El futuro de la Iglesia está en el «fin del mundo». Fue así como el argentino Jorge Mario Bergoglio confesó en el balcón de San Pedrocon pudor y modestia la extraordinaria sorpresa que le ha causado la designación como sucesor de Benedicto XVI.

Dedicó a Joseph Ratzinger sus primeras palabras. Y pidió a los feligreses que abarrotaban la Plaza de San Pedro que compartieran un padre nuestro en homenaje al «obispo emérito», testigo de la proclamación de Francisco desde las habitaciones de Castel Gandolfo.

Nunca un Papa había sido elegido en Latinoamérica. Nunca un Papa había sido escogido entre los jesuitas. Pero es cierto que el propio Bergoglio estuvo muy cerca de frustrar la victoria de Ratzinger en el Cónclave de 2005.

Ocho años después, los cardenales no se han decantado por un Pontífice joven (76 años), pero sí progresista y comprometido con la evangelización. Aludió a ella explícitamente el cálido y sensible discurso de Jorge Mario Bergoglio.

Tan cálido y sensible que antes de bendecir a los feligreses pidió que lo bendijeran a él. Inclinándose a la muchedumbre en plan Juan XXIII con una actitud desprovista de boato que se atiene a la ejecutoria espartana del sobrenombre elegido: otra novedad, pues nunca tampoco un pontífice había elegido el alias de Francisco.

«Recemos unos por otros, por todo el mundo», dijo el bonaerense.

Hicieron falta cinco votaciones. Un Cónclave breve del que se tuvo noticia a las 19.07 horas. Ya entonces los fieles habían abarrotado la Plaza de San Pedro, sin importarles la lluvia ni el frío invernal con que se deslucía el acontecimiento.

Pero dejó de llover. Lo hizo cuando el protodiácono apareció en el telón rojo de la balconada para anunciar al mundo el ‘Habemus Papam’. Ha sido una sorpresa. No respecto a las intenciones de los cardenales, pero sí respecto a las especulaciones con que la prensa italiana había planteado el ceremonial como un duelo Scola-Scherer.

Quizá Bergoglio sea una síntesis de ambos. Casi italiano como Scola, por su origen y su cultura. Y latinoamericano, como Scherer, aunque con una visión de las emergencias de la Iglesia colindante con el progresismo.

El portavoz del Vaticano, el padre Lombardi, ofreció una rueda de prensa a última hora de la tarde para confirmar que el nuevo Papa oficiará el Ángelus a las 12.00 horas del domingo y que la ceremonia de entronización será el martes 19 a las 9.30 horascon la afluencia de jefes de Gobierno y de Estado, entre otras importantes personalidades.

Tras ser elegido, el nuevo Pontífice, que debe ser llamado Papa Francisco -sin especificar con números romanos que es el primer Pontífice en adoptar este nombre- llamó al Papa Emérito Benedicto XVI, con quien se reunirá «en los próximos días», según informó Lombardi.

 

La temida profecía sobre el Papa negro

La temida profecía de Nostradamus sobre el Papa negro

LA W RADIO | FEBRERO 12 DE 2013

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De acuerdo con la predicción del profeta, un sucesor de color, en el siglo XXI, marcará el fin del mundo. Entre los posibles remplazantes de Benedicto XVI hay dos cardenales africanos.

Uno de los cardenales que podría asumir el pontificado es de Ghana y se trata de Peter Turkson. Turkson es afrodescendiente y en relación con esto hay una importante profecía anunciada por el propio Nostradamus.

Según la temida profecía, el sucesor de piel oscura será el último antes de la Apocalipsis.

En la edad media, entre la peste y la incertidumbre que existía en aquellos tiempos, en el Vaticano residía el hombre con mayor poder para esa época de oscurantismo y miedo absoluto al castigo de Dios. 

La visión que llegó a Nostradamus le hablaba de un hombre con mucho poder en el siglo XXI. Para él, después de que el Papa Juan Pablo II falleciera, sólo otro Papa podría acumular tanto poder.

Sin embargo, en ese momento la profecía no se cumplió, y vuelve a desempolvarse luego de que el papado de Benedicto XVI se interrumpiera por su renuncia.

Se espera que el nombre la cabeza y heredero del ministerio de San Pedro se conozca para marzo, probablemente para Semana Santa ya se tenga un nuevo Papa. Solo ahí se conocerá si la profecía, se cumple.

El último Papa de la Iglesia Católica

¿EL CARDENAL TARCISIO BERTONE SERÍA EL ÚLTIMO PAPA DE LA IGLESIA CATÓLICA?

Por Percy Taira

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San Malaquías fue un arzobispo católico de Armagh (Irlanda) que vivió entre 1094 y 1148, a él se le adjudica una serie de lemas o frases que, de manera profética, según muchos, adelantaba el nombre, lugar de procedencia o labor de 112 Papas comenzando de Celestino II (1143 – al último Papa que vendría después del actual Benedicto XVI y que presenciaría el fin de la Iglesia Católica.

Justamente el lema 112 que hace referencia al último de los papas antes del fin de la Iglesia Católica, San Malaquías dice lo siguiente:

“In psecutione extrema S.R.E.sedebit. (S.R.E. = Sacræ Romanæ Ecclesiæ) Petrus Romanus, qui pascet oues in multis tribulationibus: quibus transactis ciuitas septicollis diruetur, & Judex tremedus iudicabit populum suum. Finis.”
En español significa: “Durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará, Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas [Roma] será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo. Fin.”

Como bien dice la profecía, luego de Benedicto XVI vendrán tiempos de tribulación para la Iglesia católica y al mando del Vaticano estará «Pedro El Romano», quien intentará salvar a los fieles antes de que Roma sea destruida. Para San Malaquías, este sería el fin de la Iglesia.

¿Quién es Pedro El Romano?

Mucho se dijo de este Pedro El Romano, desde que el nombre Pedro era un símbolo pues al ser el último Papa, San Malaquías quiso llamarlo como el primer Papa, y en cuanto al «Romano» pues simplemente hacía referencia a que sería un italiano, nacido en la capital de este país. 

Sin embargo, la interpretación a esta profecía no sería tan sencilla y sí mucho más sorprendente, pues según muchos, Pedro El Romano, ya estaría entre nosotros, es cardenal y nada menos que uno de los hombres, actualmente, más importantes del Vaticano, por no decir, el brazo derecho del actual Papa Benedicto XVI.

Su nombre es Tarcisio Bertone, por lo menos así es conocido, sin embargo, su nombre completo es Tarcisio Pietro Evasio Bertone. Así es, Pietro, que en español quiere decir Pedro. Con lo que la primera parte del lema estaría resuelto, pero qué hay de «El Romano», ¿acaso nació en Roma?

Según información de Wikipedia, Tarcisio Bertone nació el 2 de diciembre de 1934 en la ciudad de Romano Canavese, ubicada en la provincia de Turín, en Italia. Es decir, Pedro nació en la ciudad de Romano. ¿Demasiado claro e impresionante verdad?

¿Quién es Tarcisio Bertone?

¿Pero quién es actualmente Tarcisio Bertone? ¿Por qué la posibilidad de que este sea elegido el próximo Papa es tan fuerte? La respuesta a esto es que Tarcisio Bertone es desde el 2006 secretario de Estados del Vaticano, es decir, el encargado de manejar todas las funciones políticas y diplomáticas de la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede, una especie de Primer Ministro del Vaticano.

Además, desde el 2007 cumple la función de Camarlengo, esto significa que es el encargado de acompañar al Papa en su lecho de muerte y de confirmar y anunciar a las autoridades vaticanas el fallecimiento del Sumo Pontífice. Un cargo sin lugar a dudas de alta confianza dada por el actual Papa Benedicto XVI.

Cierto o no, hay muchos quienes apoyan esta posibilidad, que sea elegido o no, depende en gran medida de los cardenales que tendrán la misión de elegir al próximo Pontífice, quién sabe, quizá este cardenal sea realmente el elegido o quizá, para no levantar sospechas y temores, los cardenales decidan (debido a esta profecía) elegir a otro. Solo el tiempo lo dirá.

Por último quiero dejarles un vídeo hecho por Rome Reports sobre la importancia del cardenal Tarcisio Bertone dentro del Vaticano.

 

Nueva evangelización, misiones y evangelización ordinaria

Gran apología del matrimonio 

Nítida distinción del Papa entre nueva evangelización, misiones y evangelización ordinaria 

«La Iglesia existe para evangelizar» y «los santos son los protagonistas de la evangelización», (bajo el retrato de dos de ellos), ideas clave. 

Actualizado 7 octubre 2012 

ReL 

Festividad del Santo Rosario, apertura de la XIIIª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, proclamación de San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Binguen como doctores de la Iglesia,vísperas del arranque de un intenso Año de la Fe… 

Verdaderamente este domingo era un día grande para Benedicto XVI, y ha correspondido a esa expectación con una homilía (ver abajo texto íntegro) donde, como elemento principal, ha distinguido para que no haya dudas las tres formas de evangelizar de una Iglesia que «existe para evangelizar» con un «dinamismo espiritual y pastoral» del que surgen «dos ramas específicas»: «Por una parte, la missio ad gentes, esto es el anuncio del Evangelio a aquellos que aun no conocen a Jesucristo y su mensaje de salvación; y, por otra parte, la nueva evangelización, orientada principalmente a las personas que, aun estando bautizadas, se han alejado de la Iglesia, y viven sin tener en cuenta la praxis cristiana». 

Sin olvidar, por supuesto «la actividad ordinaria de evangelización en nuestras comunidades cristianas», pues «los tres aspectos de la única realidad de evangelización se completan y fecundan mutuamente».

El Papa consagró unos minutos asimismo ha destacar la importancia del matrimonio, que «constituye en sí mismo un evangelio, una Buena Noticia para el mundo actual, en particular para el mundo secularizado. La unión del hombre y la mujer, su ser «una sola carne» en la caridad, en el amor fecundo e indisoluble, es un signo que habla de Dios con fuerza, con una elocuencia que en nuestros días llega a ser mayor, porque, lamentablemente y por varias causas, el matrimonio, precisamente en las regiones de antigua evangelización, atraviesa una profunda crisis». Una crisis que «no es casual» porque «hay una evidente correspondencia entre la crisis de la fe y la crisis del matrimonio«.

Por último, y bajo el retrato de los dos santos que son desde este domingo también doctores de la Iglesia y maestros autorizados de su doctrina, Benedicto XVI apuntó que «los santos son los verdaderos protagonistas de la evangelización en todas sus expresiones. Ellos son, también de forma particular, los pioneros y los que impulsan la nueva evangelización: con su intercesión y el ejemplo de sus vidas, abierta a la fantasía del Espíritu Santo, muestran la belleza del Evangelio y de la comunión con Cristo a las personas indiferentes o incluso hostiles, e invitan a los creyentes tibios, por decirlo así, a que con alegría vivan de fe, esperanza y caridad, a que descubran el «gusto» por la Palabra de Dios y los sacramentos, en particular por el pan de vida, la eucaristía».

Texto completo de la homilía del Papa
(7 de octubre de 2012)

Venerables hermanos,
queridos hermanos y hermanas

Con esta solemne concelebración inauguramos la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tiene como tema: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Esta temática responde a una orientación programática para la vida de la Iglesia, la de todos sus miembros, las familias, las comunidades, la de sus instituciones. Dicha perspectiva se refuerza por la coincidencia con el comienzo del Año de la fe, que tendrá lugar el próximo jueves 11 de octubre, en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II. Doy mi cordial bienvenida, llena de reconocimiento, a los que habéis venido a formar parte de esta Asamblea sinodal, en particular al Secretario general del Sínodo de los Obispos y a sus colaboradores. Hago extensivo mi saludo a los delegados fraternos de otras Iglesias y Comunidades Eclesiales, y a todos los presentes, invitándolos a acompañar con la oración cotidiana los trabajos que desarrollaremos en las próximas tres semanas.

Las lecturas bíblicas de la Liturgia de la Palabra de este domingo nos ofrecen dos puntos principales de reflexión: el primero sobre el matrimonio, que retomaré más adelante; el segundo sobre Jesucristo, que abordo a continuación. No tenemos el tiempo para comentar el pasaje de la carta a los Hebreos, pero debemos, al comienzo de esta Asamblea sinodal, acoger la invitación a fijar los ojos en el Señor Jesús, «coronado de gloria y honor por su pasión y muerte» (Hb 2,9). La Palabra de Dios nos pone ante el crucificado glorioso, de modo que toda nuestra vida, y en concreto la tarea de esta asamblea sinodal, se lleve a cabo en su presencia y a la luz de su misterio. La evangelización, en todo tiempo y lugar, tiene siempre como punto central y último a Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios (cf. Mc 1,1); y el crucifijo es por excelencia el signo distintivo de quien anuncia el Evangelio: signo de amor y de paz, llamada a la conversión y a la reconciliación. Que nosotros venerados hermanos seamos los primeros en tener la mirada del corazón puesta en él, dejándonos purificar por su gracia.

Quisiera ahora reflexionar brevemente sobre la «nueva evangelización», relacionándola con la evangelización ordinaria y con la misión ad gentes. La Iglesia existe para evangelizar. Fieles al mandato del Señor Jesucristo, sus discípulos fueron por el mundo entero para anunciar la Buena Noticia, fundando por todas partes las comunidades cristianas. Con el tiempo, estas han llegado a ser Iglesias bien organizadas con numerosos fieles. En determinados periodos históricos, la divina Providencia ha suscitado un renovado dinamismo de la actividad evangelizadora de la Iglesia. Basta pensar en la evangelización de los pueblos anglosajones y eslavos, o en la transmisión del Evangelio en el continente americano, y más tarde los distintos periodos misioneros en los pueblos de África, Asía y Oceanía. Sobre este trasfondo dinámico, me agrada mirar también a las dos figuras luminosas que acabo de proclamar Doctores de la Iglesia: san Juan de Ávila y santa Hildegarda de Bingen. También en nuestro tiempo el Espíritu Santo ha suscitado en la Iglesia un nuevo impulso para anunciar la Buena Noticia, un dinamismo espiritual y pastoral que ha encontrado su expresión más universal y su impulso más autorizado en el Concilio Ecuménico Vaticano II. Este renovado dinamismo de evangelización produce un influjo beneficioso sobre las dos «ramas» especificas que se desarrollan a partir de ella, es decir, por una parte, la missio ad gentes, esto es el anuncio del Evangelio a aquellos que aun no conocen a Jesucristo y su mensaje de salvación; y, por otra parte, la nueva evangelización, orientada principalmente a las personas que, aun estando bautizadas, se han alejado de la Iglesia, y viven sin tener en cuenta la praxis cristiana. La Asamblea sinodal que hoy se abre esta dedicada a esta nueva evangelización, para favorecer en estas personas un nuevo encuentro con el Señor, el único que llena de significado profundo y de paz nuestra existencia; para favorecer el redescubrimiento de la fe, fuente de gracia que trae alegría y esperanza a la vida personal, familiar y social. Obviamente, esa orientación particular no debe disminuir el impulso misionero, en sentido propio, ni la actividad ordinaria de evangelización en nuestras comunidades cristianas. En efecto, los tres aspectos de la única realidad de evangelización se completan y fecundan mutuamente.

El tema del matrimonio, que nos propone el Evangelio y la primera lectura, merece en este sentido una atención especial. El mensaje de la Palabra de Dios se puede resumir en la expresión que se encuentra en el libro del Génesis y que el mismo Jesús retoma: «Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne» (Gn 1,24, Mc 10,7-8). ¿Qué nos dice hoy esta palabra? Pienso que nos invita a ser más conscientes de una realidad ya conocida pero tal vez no del todo valorizada: que el matrimonio constituye en sí mismo un evangelio, una Buena Noticia para el mundo actual, en particular para el mundo secularizado. La unión del hombre y la mujer, su ser «una sola carne» en la caridad, en el amor fecundo e indisoluble, es un signo que habla de Dios con fuerza, con una elocuencia que en nuestros días llega a ser mayor, porque, lamentablemente y por varias causas, el matrimonio, precisamente en las regiones de antigua evangelización, atraviesa una profunda crisis. Y no es casual. El matrimonio está unido a la fe, no en un sentido genérico. El matrimonio, como unión de amor fiel e indisoluble, se funda en la gracia que viene de Dios Uno y Trino, que en Cristo nos ha amado con un amor fiel hasta la cruz. Hoy podemos percibir toda la verdad de esta afirmación, contrastándola con la dolorosa realidad de tantos matrimonios que desgraciadamente terminan mal. Hay una evidente correspondencia entre la crisis de la fe y la crisis del matrimonio. Y, como la Iglesia afirma y testimonia desde hace tiempo, el matrimonio está llamado a ser no sólo objeto, sino sujeto de la nueva evangelización. Esto se realiza ya en muchas experiencias, vinculadas a comunidades y movimientos, pero se está realizando cada vez más también en el tejido de las diócesis y de las parroquias, como ha demostrado el reciente Encuentro Mundial de las Familias.

Una de las ideas clave del renovado impulso que el Concilio Vaticano II ha dado a la evangelización es la de la llamada universal a la santidad, que como tal concierne a todos los cristianos (cf. Const. Lumen gentium, 39-42). Los santos son los verdaderos protagonistas de la evangelización en todas sus expresiones. Ellos son, también de forma particular, los pioneros y los que impulsan la nueva evangelización: con su intercesión y el ejemplo de sus vidas, abierta a la fantasía del Espíritu Santo, muestran la belleza del Evangelio y de la comunión con Cristo a las personas indiferentes o incluso hostiles, e invitan a los creyentes tibios, por decirlo así, a que con alegría vivan de fe, esperanza y caridad, a que descubran el «gusto» por la Palabra de Dios y los sacramentos, en particular por el pan de vida, la eucaristía. Santos y santas florecen entre los generosos misioneros que anuncian la buena noticia a los no cristianos, tradicionalmente en los países de misión y actualmente en todos los lugares donde viven personas no cristianas. La santidad no conoce barreras culturales, sociales, políticas, religiosas. Su lenguaje – el del amor y la verdad – es comprensible a todos los hombres de buena voluntad y los acerca a Jesucristo, fuente inagotable de vida nueva.

A este respecto, nos paramos un momento para admirar a los dos santos que hoy han sido agregados al grupo escogido de los doctores de la Iglesia. San Juan de Ávila vivió en el siglo XVI. Profundo conocedor de las Sagradas Escrituras, estaba dotado de un ardiente espíritu misionero. Supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad. Hombre de Dios, unía la oración constante con la acción apostólica. Se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos, concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los candidatos al sacerdocio, de los religiosos y los laicos, con vistas a una fecunda reforma de la Iglesia.

Santa Hildegarda de Bilden, importante figura femenina del siglo XII, ofreció una preciosa contribución al crecimiento de la Iglesia de su tiempo, valorizando los dones recibidos de Dios y mostrándose una mujer de viva inteligencia, profunda sensibilidad y reconocida autoridad espiritual. El Señor la dotó de espíritu profético y de intensa capacidad para discernir los signos de los tiempos. Hildegarda alimentaba un gran amor por la creación, cultivó la medicina, la poesía y la música. Sobre todo conservó siempre un amor grande y fiel por Cristo y su Iglesia.

La mirada sobre el ideal de la vida cristiana, expresado en la llamada a la santidad, nos impulsa a mirar con humildad la fragilidad de tantos cristianos, más aun, su pecado, personal y comunitario, que representa un gran obstáculo para la evangelización, y a reconocer la fuerza de Dios que, en la fe, viene al encuentro de la debilidad humana. Por tanto, no se puede hablar de la nueva evangelización sin una disposición sincera de conversión. Dejarse reconciliar con Dios y con el prójimo (cf. 2 Cor 5,20) es la vía maestra de la nueva evangelización. Unicamente purificados, los cristianos podrán encontrar el legítimo orgullo de su dignidad de hijos de Dios, creados a su imagen y redimidos con la sangre preciosa de Jesucristo, y experimentar su alegría para compartirla con todos, con los de cerca y los de lejos.

Queridos hermanos y hermanas, encomendemos a Dios los trabajos de la Asamblea sinodal con el sentimiento vivo de la comunión de los santos, invocando la particular intercesión de los grandes evangelizadores, entre los cuales queremos contar con gran afecto al beato Papa Juan Pablo II, cuyo largo pontificado ha sido también ejemplo de nueva evangelización. Nos ponemos bajo la protección de la bienaventurada Virgen María, Estrella de la nueva evangelización. Con ella invocamos una especial efusión del Espíritu Santo, que ilumine desde lo alto la Asamblea sinodal y la haga fructífera para el camino de la Iglesia hoy, en nuestro tiempo. Amen.

Alianza entre el Vaticano y Apple

Ya habían trabajado juntos 

La alianza entre el Vaticano y Apple distribuirá en forma de e-book el magisterio del Papa 

La alianza sella definitivamente la incorporación de la Santa Sede a las nuevas tecnologías editoriales. 

Actualizado 22 agosto 2012

Vatican Insider / ReL

Benedicto XVI es uno de los teólogos católicos más leídos del mundo. Sus libros han sido traducidos en decenas de idiomas y varios de ellos se han convertido en best sellers. Ahora su pensamiento desembarcará en la última frontera tecnológica –los teléfonos inteligentes y las tabletas– gracias a una alianza editorial entre la Librería Editorial Vaticana y el coloso de la informática Apple.

“Es una decisión deliberada y estratégica, antes o después iba a ser necesario trabajar en elformato electrónico. Lo hicimos aliándonos con la Apple que nos ha ayudado en la producción de las catequesis ilustradas del Santo Padre”, dijo a Vatican Insider don Giuseppe Costa, director de la editorial vaticana.

Desde hace dos meses una serie de catequesis del Papa, ilustradas con grandes obras de la historia del arte, puede ser adquirida a través de la tienda virtual iTunes. A disposición se encuentra el volumen El hombre en oración y próximamente se agregará la serie La oración en el Nuevo testamento, que ya salió a la venta en formato impreso.

La Librería Editorial Vaticana es propietaria en exclusiva de todos los derechos de autor sobre los libros de los Papas. El actual, Joseph Ratzinger, es particularmente prolífico. Su catálogo supera las cien obras, sin contar las recopilaciones de sus intervenciones públicas, discursos o mensajes. Por eso tiene en la producción literaria del pontífice un banco de pruebas ideal para evaluar el segmento de los e-book. Según Costa, es todavía prematuro trazar un balance sobre los resultados de esta primera iniciativa, aunque anticipó que la editorial continuará desarrollando proyectos en el mundo virtual.

Las catequesis ya desarrolladas han captado la atención del sector, porque no se trata de libros electrónicos propiamente dichos. En realidad son productos multimedia de alta tecnología: “El efecto iconográfico y gráfico de esta iniciativa es muy fuerte, es muy apreciado porque estas catequesis son libros bellísimos que atraviesan toda la historia del arte”, explicó el sacerdote.

Pero no todos los e-book de la Librería Editrice Vaticana tendrán esa calidad, por unacuestión de coste-beneficio. Por ahora existen veinte publicaciones electrónicas adicionales que se insertaron en el circuito de un consorcio católico, en espera de resultados. “En torno al diseño entran los problemas empresariales. Debemos estudiar la diferencia entre coste y beneficio, nosotros no somos una fundación y por ello debemos sobrevivir desde el punto de vista editorial y comercial. De todas maneras seguimos adelante tranquilos”, ponderó don Costa.

Tras la alianza con Apple, el coloso de la venta de libros por internet, Amazon, alzó la mano y mostró su interés en los textos papales. El camino de la Editorial Vaticana en el mundo de los e-book es pues irreversible.