¿Por qué ir y venir siempre? De un lado para otro, sin parar desde que suena el primer mensaje hasta que nos acostamos sin descansar para intentar descansar…
Toda una vorágine de actividades que nos marean más de una vez y que nos tapan qué es lo único necesario.
Hoy, Jesús hace tuyas las palabras que le ofreció a Marta: «Andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. ¡Escoge la mejor parte! ¡Nadie te la va a quitar!»