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Categoría: Salud
La eutanasia, una solución anticuada
viernes, 05 de octubre de 2007
Aceprensa
Corine Pelluchon, profesora de filosofía, examina los argumentos a favor de legalizar la eutanasia y descubre en el fondo de ellos una idea insostenible de autonomía individual (Le Monde, 25 septiembre 2007).
La autora recuerda que hoy la ley ofrece «soluciones concretas al miedo a morir en condiciones degradantes y con sufrimiento». Se refiere a la ley sobre el fin de la vida aprobada en Francia hace dos años, que permite al enfermo rehusar tratamientos desproporcionados y fomenta los cuidados paliativos. Entonces, ¿qué motivo hay para legalizar la eutanasia? «¿Se puede admitir que la sociedad asigne a los médicos el cometido de matar a un paciente y que la administración de la muerte esté prevista por ley?».
Eso, señala Pelluchon, trastornaría la misión de los médicos. «No solo el acto de matar es incompatible con el deber de no hacer daño: además, el hecho de asociarlo a la atención médica minaría la confianza de las familias en los encargados de cuidar a sus enfermos. Esta confianza, que se alimenta de la determinación de los médicos de no abandonar jamás a un paciente, es importante en el caso de una decisión de interrumpir el tratamiento».
La eutanasia legalizada afectaría también a la consideración social de los enfermos. «¿Cómo se puede conciliar los esfuerzos que se hacen para integrar a quienes la enfermedad, la edad o la diferencia excluyen de la vida social, y una reivindicación que viene a decir que la solución al sufrimiento es la muerte? Esta solución consiste en desembarazarse del problema desembarazándose del enfermo».
En el caso concreto del suicidio asistido, «legalizarlo implicaría el reconocimiento, por parte de la sociedad, de que el suicidio es una salida legítima y natural al sufrimiento. Esta trivialización del suicidio va en contra del coraje y de los valores de solidaridad que nos inculcan en la escuela y en el seno de la familia».
Pero el núcleo de la cuestión está en el modo de entender la autonomía, como muestra más claramente el caso de la eutanasia voluntaria. «¿Equivale la autonomía al derecho de hacer lo que queramos a cualquier precio, o sea obligando a los médicos y a la sociedad a otorgar reconocimiento a un acto contrario a sus valores? Se puede retomar el argumento de Hume y decir que un hombre no está obligado a hacerse daño, prolongando una vida desdichada, por el bien de la sociedad; pero este reconocimiento del suicidio como acto individual no implica que la sociedad en general ni los médicos en particular deban hacerse daño por el bien de un individuo. Tal interpretación no es fiel a los derechos humanos».
En suma, el debate es entre dos concepciones de la autonomía individual. «Los que quieren legalizar la eutanasia afirman que este derecho [a la muerte] es ilimitado y es exigible por el individuo frente a la sociedad y los médicos». En cambio, los contrarios a la eutanasia «sostienen que la preocupación por el bien común exige poner límites a una reivindicación individual que, si se reconociera por ley, daría paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia». Estos, conscientes de la función simbólica que tienen las leyes, «se niegan a convertir la justicia en un calco de meros deseos individuales y no separan el derecho de una reflexión filosófica sobre la condición humana. La política, lejos de reducirse al arte de conquistar y conservar el poder, supone que las decisiones se articulen según valores comunes».
Las leyes, concluye Pelluchon, no pueden ir sin más a remolque de los problemas que plantean las innovaciones técnicas: la referencia expresa a los valores es imprescindible para elaborar una ley sabia. Por eso, «ahora que en Holanda, pacientes y médicos se declaran más favorables a los cuidados paliativos que a la eutanasia, cabe esperar que lo que ayer se presentó como un avance, acabe siendo visto como una solución anticuada».
Uno de cada cinco partos son por cesárea
Uno de cada cinco partos son por cesárea en los hospitales públicos, más de lo aconsejado
M. TOLEDO / I. PÉREZ. 01.10.2007
Carmen nació por cesárea; su madre, Celia, no dilataba.
- Los médicos y las madres abusan de esta intervención: el 22% de los partos son cesáreas tanto en Madrid como en el total nacional.
- La OMS recomienda no superar el 15% de nacimientos por este método, cada vez se practican más.
Los hospitales públicos de la región abusan deCelia y Carmen, parto por cesáreaCelia y Carmen, parto por cesárea las cesáreas, y cada vez más. De los 46.635 nacimientos del año pasado, 10.122 fueron por cesárea, según datos de la Consejería de Sanidad; es decir, casi el 22% de los alumbramientos, lo que supera el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): el 15%.
Esto supone que el año pasado nacieron unos 3.000 niños por cesárea y podrían haberlo hecho por vía vaginal. Y el porcentaje de esta operación está creciendo: en 2000, la cifra era del 19,5%.
No hay ningún modelo mejor de parir que el ideado por la naturaleza
«La culpa es tanto del médico como de la madre, que en ocasiones opta por la cesárea para acortar el parto por comodidad», dice la presidenta de la Sociedad Científica de Matronas, M.ª Ángeles Rodríguez. Y ello pese a los peligros: «No hay ningún modelo mejor de parir que el natural: las infecciones y el sangrado de la cesárea triplican el riesgo de muerte de la madre», advierte, aunque reconoce que parte de este aumento se debe también a que «las madres son mayores y cada vez hay más partos múltiples».
En las privadas la situación es aún peor: las cesáreas superan el 30%, según la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, que lo achaca a que una clínica «puede cobrar hasta 1.000 euros más por una cesárea que por un parto vaginal».
El Clínico, donde más se hacen
El Clínico San Carlos, con un 25,93%, La Paz (23,9%) y el Severo Ochoa (23,2%) son los hospitales públicos de la comunidad donde más cesáreas se hacen, según datos oficiales de 2005 aportados por la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública. Los hospitales de Fuenlabrada (16%), Móstoles y Getafe (18,1%) registraron las tasas más bajas. Fuentes de Sanidad matizan estos datos: por ejemplo, en un hospital con muchos medios puede haber más cesáreas precisamente porque a él se derivarán los partos más conflictivos.
Dos maneras de nacer
Parto vaginal. Julia y Julia
«Sólo nos faltaban dos copas de vino». Julia, que se llama como su mamá, es la pequeña de 3 hermanos y nació hace un mes por vía vaginal. A su madre, de 35 años, le pusieron la epidural y, como «sus hermanos ya habían abierto el conducto», la niña sólo tardó 2 horas en nacer. Su mamá no necesitó ni un punto. El papá de la pequeña lo grabó todo en vídeo. «En el paritorio sólo nos faltaban dos copas de vino», asegura Julia para explicar que todo fue como la seda.
Por cesárea. Celia y Carmen
«Me la hicieron porque no dilataba». Cuando Celia, de 28 años, llegó a la clínica privada a dar a luz, llevaba más de 10 horas con contracciones. Doce horas más tarde apenas había dilatado y los médicos le recomendaron que, para que no peligrara la vida de Carmen, que ahora tiene 5 meses, lo mejor sería una cesárea. «Yo no quería», confiesa. «Si me hubieran mandado a casa y hubiese vuelto al día siguiente, quizá hubiese sido natural, pero ¿y si espero demasiado y mi hija se muere?».
Niños hiperactivos
El 15% de los niños a los que se diagnostica hiperactividad solo necesitan dormir más
(PD/Agencias).- Un 15% de los niños a quienes se atribuye un problema de hiperactividad padecen en realidad un trastorno del sueño, según ha explicado hoy el doctor Gonzalo Pin, director de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, durante el I Congreso Internacional sobre el Sueño, que se celebra en Barcelona y en el que participan unos 400 especialistas de todo el mundo.
Pin ha explicado que a diferencia de los adultos, en los que los trastornos de sueño se manifiestan con somnolencia diurna, en los niños provoca mayor actividad motora y un cambio de humor que les hace irritables.
Los menores pierden, además, la capacidad de concentrarse, están en continuo movimiento y bajan su rendimiento escolar, síntomas que cumplen con los criterios del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y que se asocian con la hiperactividad.
La rutina es necesaria
El doctor Pin asegura que muchos niños clasificados o que cumplen alguno de los criterios del TDAH mejorarían con una buena higiene de sueño, y que se necesita una rutina para que el sueño sea reparador, y que los padres les den la oportunidad de dormir el tiempo que necesitan.
«Ningún niño de menos de 10 años debería estar levantado después de las 21.30 horas, y hasta los 6 años deben dormir una media de 12 horas diarias», ha asegurado.
El director de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia ha recordado que España es uno de los países en los que en los niños se acuestan más tarde, y que las últimas encuestas cifran en un 20% el número de niños de 6 a 10 años que están viendo la televisión pasadas las 22.00 horas, porque «los niños se acoplan a los horarios de los padres, cuando debería ser al revés».
Se estima además, que unos 700.000 niños menores de 14 años ven la televisión a la una de la madrugada en días escolares.
Menos horas de descanso
Este especialista en trastornos del sueño ha afirmado este experto que en los últimos 20 años se ha perdido una media de 20 y 25 minutos de sueño al día y que los últimos estudios indican que el 52,8% de los adolescentes de 13 a 14 años, más de la mitad, van a clase sin haber dormido las ocho o nueve horas necesarias.
Pin ha puntualizado que aunque los adolescentes tienen tendencia a acostarse tarde porque la melatonina, la hormona que induce a dormir, empieza a segregarse más tarde, «es vital dormir las horas adecuadas en momentos adecuados».
Para este experto, la incorporación de la mujer al trabajo, y el hecho de que los niños se lleven temprano a casa de abuelos o a guarderías incide también en un acortamientos de las horas de sueño.
Diagnósticos equivocados
En los últimos años se ha disparado el número de niños diagnosticados con TDAH, hasta el punto de que a finales de 2005 el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño expresó su inquietud por los falsos diagnósticos de hiperactividad y sugirió más investigaciones sobre los efectos de ciertos medicamentos psicotrópicos prescritos para el déficit de atención.
Este comité estimó que las prescripciones de psicotrópicos a niños se elevan a 17 millones anuales, y que ciertos psiquiatras y grupos de interés han promovido los falsos diagnósticos para lograr un mercado de más de 20.000 millones de dólares al año.
Avance del mosquito tigre
La UE advierte del avance del mosquito tigre
(PD/Agencias).- El virus Chikungunya puede dejar de ser una enfermedad tropical. El microorganismo, que causa fiebre e intensísimos dolores articulares, ya está en Italia, y puede llegar a otras zonas de Europa -España incluida- según los expertos de la UE y de la Organización Mundial de la Salud que han estudiado el brote.
La causa está en la dificultad de erradicar el mosquito tigre, que es el animal que lo transmite.
Chikungunya significa en suajili «hombre encorvado». Es el efecto más evidente de la infección, que causa fiebre, malestar y un dolor en las articulaciones que muchas veces impide a quien lo sufre ponerse derecho.
Para que la enfermedad -muy molesta pero leve- se asiente hacen falta dos condiciones: un viajero que lo traiga de la India, el Índico o el África tropical, donde causa cientos de miles de infectados, y un mosquito que lo transmita.
Los dos factores se han dado en España.