
Oraciones para 33 días de la Consagración
VEN ESPÍRITU CREADOR
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo. Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.
Envía tu Espíritu y serán creados.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
BAJO TU AMPARO: Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA de San Luis María Grignion de Montfort:
¡Salve, María, amadísima Hija del Eterno Padre; salve María, Madre admirable del Hijo; salve, María, fidelísima Esposa del Espíritu Santo; salve, María, mi amada Madre, mi amable Maestra, mi poderosa Soberana; salve, gozo mío, gloria mía, mi corazón y mi alma! Sois toda mía por misericordia, y yo soy todo vuestro por justicia, pero todavía no lo soy bastante. De nuevo me entrego a Ti todo entero en calidad de eterno esclavo, sin reservar nada, ni para mí, ni para otros.
Si algo ves en mí que todavía no sea tuyo, tómalo enseguida, te lo suplico, y hazte dueña absoluta de todos mis haberes para destruir y desarraigar y aniquilar en mí todo lo que desagrada a Dios y plantar y levantar y producir todo lo que os guste.
La luz de tu fe disipe las tinieblas de mi espíritu; tu humildad profunda ocupe el lugar de mi orgullo; tu contemplación sublime detenga las distracciones de mi fantasía vagabunda; tu continua vista de Dios llene de su presencia mi memoria, el incendio de caridad de tu corazón abrase la tibieza y frialdad del mío; cedan el sitio a tus virtudes mis pecados; tus méritos sean delante de Dios mi adorno y suplemento.
En fin, queridísima y amadísima Madre, haz, si es posible, que no tenga yo más espíritu que el tuyo para conocer a Jesucristo y entender sus divinas voluntades; que no tenga más alma que la tuya para alabar y glorificar al Señor; que no tenga más corazón que el tuyo para amar a Dios con amor puro y con amor ardiente como Tú.
No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos, ni contentos, ni aun espirituales. Para Ti el ver claro, sin tinieblas; para Ti el gustar por entero sin amargura; para Ti el triunfar gloriosa a la diestra de tu Hijo, sin humillación; para Ti el mandar a los ángeles, hombres y demonios, con poder absoluto, sin resistencia, y el disponer en fin, sin reserva alguna de todos los bienes de Dios. Ésta es, divina María, la mejor parte que se te ha concedido, y que jamás se te quitará, que es para mi grandísimo gozo.
Para mí y mientras viva no quiero otro sino el experimentar el que Tú tuviste: Creer a secas, sin nada ver y gustar; sufrir con alegría, sin consuelo de las criaturas; morir a mí mismo, continuamente y sin descanso; trabajar mucho hasta la muerte por Ti, sin interés, como el más vil de los esclavos. La sola gracia, que por pura misericordia te pido, es que en todos los días y en todos los momentos de mi vida diga tres amenes: amén (así sea) a todo lo que hiciste en la tierra cuando vivías; amén a todo lo que haces al presente en el cielo; amén a todo lo que obras en mi alma, para que en ella no haya nada más que Tú, para glorificar plenamente a Jesús en mí, ahora y en la eternidad. Amén
CORONA DE REPARACIÓN
Si es posible rezarla frente al sagrario o al Santísimo expuesto.
1. Persignarse
(Por la señal de la santa cruz, etc)
2. Credo
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer
día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de
Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo
en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón
de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
3. Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me
pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme
con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén
4. En cada cuenta del Padrenuestro:
«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo presente en todos los sagrarios de la tierra en Reparación por todos los sacrilegios, ultrajes e indiferencias con que Él mismo es ofendido, y por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María os ruego la conversión de los pobres pecadores».
5. En cada Avemaría:
«Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo, y os pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan ni os aman»
6. Al final de cada decena la jaculatoria:
«Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, y especialmente a las más necesitadas».
7. Concluida la corona por 3 veces:
«Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal ten piedad de nosotros (tu Iglesia) y del mundo entero».
*LETANÍAS A NUESTRA SEÑORA*
Señor, ten piedad / Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad / Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad / Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. / Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos/ Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, / ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo/ ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo/ ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios / ten piedad de nosotros.
Santa María/ ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios/ ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes/ ruega por nosotros.
Madre de Cristo/ ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia/ ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia/ ruega por nosotros.
Madre purísima / ruega por nosotros.
Madre castísima / ruega por nosotros.
Madre siempre virgen / ruega por nosotros.
Madre inmaculada/ ruega por nosotros.
Madre amable/ ruega por nosotros.
Madre admirable/ ruega por nosotros.
Madre del buen consejo/ ruega por nosotros.
Madre del Creador/ ruega por nosotros.
Madre del Salvador/ ruega por nosotros.
Madre de misericordia/ ruega por nosotros.
Virgen prudentísima / ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración/ ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza/ ruega por nosotros.
Virgen poderosa/ ruega por nosotros.
Virgen clemente/ ruega por nosotros.
Virgen fiel/ ruega por nosotros.
Espejo de justicia/ ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría/ ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría / ruega por nosotros.
Vaso espiritual/ ruega por nosotros.
Vaso digno de honor/ ruega por nosotros.
Vaso de insigne devoción/ ruega por nosotros.
Rosa mística/ ruega por nosotros.
Torre de David/ ruega por nosotros.
Torre de marfil/ ruega por nosotros.
Casa de oro/ ruega por nosotros.
Arca de la Alianza/ ruega por nosotros.
Puerta del cielo/ ruega por nosotros.
Estrella de la mañana/ ruega por nosotros.
Salud de los enfermos/ ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores/ ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos / ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos/ ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles/ ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas/ ruega por nosotros.
Reina de los Profetas/ ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles/ ruega por nosotros.
Reina de los Mártires/ ruega por nosotros.
Reina de los Confesores de la fe/ ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes/ ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos/ ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original/ ruega por nosotros.
Reina asunta a los Cielos/ ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario/ ruega por nosotros.
Reina de la familia/ ruega por nosotros.
Reina de la paz/ ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo / perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo/ escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo/ ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios/ para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
__ORACIÓN__
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén
Rezamos por la Santa Iglesia, por el Santo Padre. Padre Nuestro, Ave Marías, Gloria.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén