El día 5, a las 9:30, el Papa Francisco celebrará en la Plaza de San Pedro la misa exequial por Benedicto XVI.
Concelebrarán más de 400 obispos y cuatro mil sacerdotes. Ya hay más de 600 periodistas acreditados. Las oraciones por el Pontífice emérito y todos los ritos que precederán y seguirán al funeral, serán transmitidos en directo por televisión.
Para el funeral de Benedicto XVI se espera a las delegaciones oficiales de Alemania e Italia, así como a numerosos representantes ecuménicos, entre ellos los Metropolitas Emmanuel de Calcedonia y Policarpo de Italia, por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, y el Metropolitano Antonio de Volokolamsk, presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú. Y luego obispos de muchas Iglesias ortodoxas de Europa, América y Asia. También estará presente el moderador del Consejo Ecuménico de las Iglesias, el obispo Heinrich Bedford-Strohm.
Al final de la Celebración Eucarística, el Papa Francisco presidirá el rito de la Ultima Commendatio (la última recomendación) y la Valedictio (la despedida). A continuación, el féretro del Pontífice emérito será trasladado a la Basílica de San Pedro y, posteriormente, a las Grutas Vaticanas para su entierro. Durante un rito, de forma privada, se colocará una cinta alrededor del féretro, con sellos del Capítulo de San Pedro, de la Casa Pontificia y de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas. A continuación, el ataúd de ciprés se colocará dentro de un ataúd de zinc más grande que se soldará y sellará. Este féretro de zinc se colocará a su vez en una caja de madera, que se colocará en el lugar que antes ocupaba, hasta la beatificación, el féretro de San Juan Pablo II.
la historia de un himno que hace referencia a Dios
Es el himno nacional de Gran Bretaña y el más antiguo del mundo, se remonta al siglo XVIII. Ahora, después de la ascensión al trono británico de Carlos III tras el fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II, su título “God save the Queen” se ha convertido en “God save the King”
En la última semana los homenajes espontáneos y la preparación del funeral de la reina Isabel II de Gran Bretaña inundan las páginas de periódicos y son frecuentes las imágenes ofrecidas por televisión. A la vez, el nuevo monarca, su hijo Carlos III, va cobrando protagonismo.
Por primera vez en 70 años, cuando Jorge VI reinaba el país, el jefe de Estado de Gran Bretaña vuelve a ser un rey. Este hecho ha provocado un cambio en el título de su himno nacional, que ahora será “God Save The King”, Dios salve al Rey.
Interpretado en la Catedral de San Pablo
La misma noche del fallecimiento de la reina, el pasado jueves 8 de septiembre, ya se escuchaba por primera vez a muchos británicos entonar el nuevo himno de manera espontánea cerca del Palacio de Buckingham.
Pero sonó de manera oficial por primera vez al final del oficio religioso que se ofreció en memoria de la reina Isabel II al día siguiente en la Catedral de San Pablo de Londres. Fue entonces cuando todos los asistentes a la celebración de plegaria y reflexión cantaron el himno.
Y no cabe duda de que en pleno siglo XXI que tantísima gente nombre a Dios en un acto público es un hecho digno de destacar. Todos estamos en manos de Dios, hasta el mismo rey.
Origen en los teatros londinenses
El hecho es que la letra y la música de este himno tienen una autoría que hoy en día aún no está del todo clara.
Parece ser que durante el reinado de Jorge II (1727-1760) se produjo una insurrección jacobita: el príncipe Carlos Eduardo Estuardo pretendía el trono de Gran Bretaña. Incluso derrotó a las tropas del rey Jorge en la batalla de Prestonpans, cerca de Edimburgo en septiembre de 1745.
Así que, días después de la debacle militar y en un arranque patriótico para levantar la moral del pueblo londinense, al finalizar las funciones en el Teatro Drury Lane y en el Covent Garden se interpretó un himno. En su letra se hacía referencia al rey Jorge II:
“¡Dios salve al gran Jorge, nuestro rey, Dios salve a nuestro noble rey, Dios salve al rey! ¡Envíalo victorioso, feliz y glorioso, deseando reinar sobre nosotros, Dios salve al rey! “.
El éxito fue rotundo: según las crónicas de la época, tanto la letra como la melodía gustó a todo el público que aplaudía entusiasmado. Así que se realizaron más actuaciones en los teatros de la capital.
Primera edición impresa
Al poco tiempo, la letra y la música estuvieron disponibles gracias a publicaciones como The Gentleman’s Magazine y The London Magazine que lo incluyeron en sus páginas.
La primera estrofa, la segunda (“Oh Señor, Dios nuestro, levántate”) y la quinta (“Tus dones más escogidos están reservados”) de las cinco estrofas reconocidas hoy ya estaban vigentes prácticamente desde ese momento. Estamos hablando del año 1745.
Una vez impresa, la canción recorrió todo el país, de norte a sur. Pero su impacto aumentó con la derrota final del príncipe pretendiente al trono en la Batalla de Culloden (abril de 1746).
De canción popular a himno nacional
Así es como “God save the King” pasó de ser una canción de desafío al enemigo a una canción de victoria del rey Jorge II.
El pueblo empezó a usarla y finalmente se adaptó la costumbre de cantarla durante las ceremonias reales o en las ocasiones en las que el monarca presidía un acto. De esta forma la letra y la melodía ya quedó instalada en la memoria colectiva del pueblo británico que la adoptó de manera natural como su himno.
Ese mismo pasaje y texto también originó la letra de “Zadok the Priest”. Esta pieza fue compuesta por George Frideric Handel para la coronación del rey Jorge II en 1727 y desde entonces esta composición musical se considera el himno que acompaña todas las ceremonias de coronación en Gran Bretaña.
El sacerdote Sadoc y el profeta Natán ungieron rey a Salomón. Y todo el pueblo se regocijó y dijo: ¡Dios salve al Rey! ¡Larga vida al rey! ¡Dios salve al rey! Que el Rey viva para siempre. Amén. Aleluya.
¿Cuál es la letra del himno nacional?
A lo largo de los años la letra se ha ido adaptando y ha sufrido muchas modificaciones. Pero actualmente esta es la que suele usarse. Aunque solo se suelen cantar los dos primeros versos de la canción y, en ocasiones oficiales, solo el primero.
Dios salve a nuestro misericordioso Rey, Larga vida a nuestro noble Rey, ¡Dios salve al Rey! Envíalo victorioso, Feliz y glorioso, que reine largo tiempo sobre nosotros: ¡Dios salve al Rey!
¡Oh Señor nuestro Dios!, levántate, Dispersa a nuestros enemigos, Y hazlos caer: Confunde su política, Frustra sus engaños, En Ti ponemos nuestras esperanzas: ¡Dios, sálvanos a todos!
Tus dones más selectos están reservados, sobre él se complacerá en derramar; ¡Que reine mucho tiempo! Que defienda nuestras leyes, Y siempre nos dé motivo Para cantar con el corazón y la voz: ¡Dios salve al Rey!
Inglaterra sin himno propio
Como curiosidad indicar que Inglaterra como tal, no tiene himno nacional, así que suele utilizar “God save the King”. En cambio, si lo tienen Escocia («Flower of Scotland»), Gales («Hen Wlad Fy Nhadau«, La tierra de mis padres) e Irlanda del Norte que utiliza la melodía de “Londonderry Air” y la letra de “Danny Boy”.
En varias ocasiones los parlamentarios han debatido sobre adoptar un himno propio para Inglaterra. Entre las canciones candidatas para el puesto se incluyen “Jerusalén”, basada en un poema de William Blake, “Land of hope and glory” (Tierra de esperanza y gloria) o “I Vow to Thee, My Country” (Te prometo, mi país).