El «minúsculo combatiente» conmociona al mundo

La increíble historia del bebé que sobrevivió a un aborto y fue abandonado para que muriera

El diario Il Foglio, dirigido por el intelectual liberal y agnóstico Giuliano Ferrara, presentó una exhaustiva investigación en la que desvela la mentalidad eugenésica que está detrás del caso del bebé que sobrevivió durante dos días a un aborto, mal llamado «terapéutico», en Italia, y que ha conmocionado al mundo, luego de que se le dejara morir abandonado.

Actualizado 3 mayo 2010

R.R./ReL

Bajo el título «El minúsculo combatiente», el mencionado diario italiano explica que fue el capellán del hospital Nicola Giannettasio, padre Antonio Martello, quien descubrió al pequeño de tan solo 300 gramos todavía respirando, cuando iba a rezar por él. «Es la historia del breve paso entre los vivos de un niño, abortado por una madre en su primer embarazo, luego de una ecografía –una sentencia de muerte– que mostraba una malformación en el nascituro. Tal vez un defecto genético del labio y del paladar, como se ha escrito», informa ACI.

El padre Martello comenta sobre este hecho que el aborto ocurrió a la 1:30 p.m. del sábado 24 de abril, «salí de la maternidad el domingo a las 11, casi 24 horas después. Cuando pedí ayuda llegaron un pediatra y el anestesista, que dieron las primeras atenciones, constataron que el bebé respiraba, se movía y su corazón latía». Tras contar que suele rezar por los niños que mueren al nacer y por los bebés que son abortados, el sacerdote relata sobre este caso que «lo que vi el pasado domingo no me había sucedido nunca».


Il Foglio explica luego que la evidencia médica señala que un bebé de 22 semanas, como este niño de Rossano, no puede respirar adecuadamente; y explica que generalmente a esta edad los no nacidos «no tienen alvéolos pulmonares, el aire no puede entrar en los pulmones y por eso no podría respirar solo, sin ayuda o sin socorro».

Al respecto, Claudio Fabris, director de la cátedra de Neonatología de la Universidad de Turín y presidente de la Sociedad Italiana de Neonatología desde 2009, explica que «en consideración de las posibilidades de supervivencia a las 22 semanas de gestación, muchas instituciones sanitarias, incluyendo el hospital Santa Ana (donde trabaja), tienen regulaciones internas que prohíben los abortos terapéuticos luego de ese periodo».

El artículo de Il Foglio señala que «aunque las cosas gusten o no, esto también vale para los niños abortados cuando podrían sobrevivir, y justamente por esto (lo demuestra por sí solo) está el caso del bebé de Rossano Calabro. No hace falta interpretaciones audaces o tendenciosas».

«La ley 194 sobre el aborto dice que “cuando subsiste la posibilidad de vida autónoma del feto, la interrupción del embarazo (aborto) puede practicarse solo en el caso en el del inciso a) del artículo 6 (es decir cuando el embarazo o el parto comportan un grave peligro para la vida de la madre, ndr) y el médico que exige la intervención debe adoptar todas las medidas necesarias para salvaguardar la vida del feto», explica a la letra la investigación del diario italiano.

La ley prohíbe el aborto eugenésico

Luego de precisar que actualmente este caso está en manos de las autoridades quienes investigan a un médico y dos enfermeros por «homicidio voluntario», Il Foglio recuerda que «es necesario recordar que en Italia el aborto por motivos eugenésicos está prohibido: la discapacidad, incluso cuando es gravísima, no constituye por sí misma razón para el aborto a una edad gestacional avanzada».

Indeseable

«Un aborto a las 22 semanas significa que un niño esperado se convierte de pronto en un indeseable. ¿Es audaz imaginar el pánico de la pareja de futuros padres, ante la idea de que ese niño –el primero, además de todo, con todas las expectativas del caso– pueda ser ‘defectuoso’, incluso ‘monstruoso’? ¿Cuánto pesa, en hechos como la historia del hospital de Rossano que son solo son su expresión más trágica e inaceptable, la idea de que la salud prometida y garantizada del hijo sea condición indispensable para atribuirle al hijo el derecho a nacer? ¿Cuánto miedo, cuánto terror son generados por las indagaciones prenatales más sofisticadas, siempre más ineludibles y no raramente falaces?», cuestiona Il Foglio.

Al respecto, el genetista Bruno Dallapiccola, nombrado hace poco director científico del hospital pediátrico romano Bambino Gesù, luego de haber dirigido por muchos años el Instituto Mendel, explica que «debería garantizarse una información mesurada sobre las posibles implicaciones de una patología revelada ecográficamente. En mi experiencia –hablo de miles de casos– el 80 por ciento de patologías encontradas de esta formada, luego de un análisis genético competente, se revelan del todo compatibles con la normalidad del nascituro».

Información honesta

Dallapicolla señala además que «es necesario dar información honesta, ya sea si uno se encuentra ante situaciones realmente graves o frente a otros casos». El problema, prosigue, es el siguiente: «¿Quién informa realmente a los ecografistas? ¿Qué tipo de acompañamiento a los padres se puede garantizar para ayudarlos a decidir? Las palabras son piedras. A mí consulta las parejas llegan aterrorizadas, con diagnósticos que casi siempre, por fortuna, no tienen consecuencias serias».

Seguidamente el diario italiano presenta la opinión de Roberto Volpi, estadístico y experto en cuestiones sanitarias, sobre la propagación de las pruebas gestacionales en no nacidos como la amniocentesis: «con ellas se tiende de parte de la medicina a convencer de su necesidad incluso a las mujeres debajo de 30 años con el riesgo cuasi nulo de anomalías genéticas».

Finalmente, Il Foglio replica las breves declaraciones de la activista pro-vida Josephine Quintavalle: «queremos saber qué ha sucedido para que el niño que sobrevivió en condiciones terribles nos pueda ayudar a combatir nuestra batalla para hacer que el límite para el aborto a pedido, en Inglaterra, descienda al menos de las 24 a las 20 semanas».

Eugenesia y eutanasia

“Eugenesia y eutanasia. La conjura contra la vida”

jueves, 18 de febrero de 2010
ZENIT.org


Se acaba de publicar un libro ampliamente documentado, “Eugenesia y eutanasia. La conjura contra la vida”, en el que se expone el origen y extensión de la cultura de la muerte, a partir de la Antigüedad y pasando por las teorías evolucionistas.

El autor, Guillermo Buhigas Arizcun, denuncia en su obra, de la editorial Sekotia, los errores científicos de Charles Darwin en defensa de las teorías evolucionistas. Afirma que lo que comenzó por una selección de seres humanos por valor social, en la actualidad se ha Almudi.org - Darwinconvertido en un movimiento de pensamiento que justifica la eliminación de seres humanos por deficiencia genética.

El autor revela las claves ideológicas y conceptuales impulsoras de las prácticas eugenésicas y eutanásicas a lo largo de la historia. Para ello, desentraña la urdimbre que conforma esa “conjura contra la vida” que “hoy parece alzarse triunfante”, indica la editorial.

Buhigas pone de manifiesto que, inspiradas en el darwinismo y el eugenismo procedentes de Gran Bretaña, las leyes eugenésicas primero se promovieron en Estados Unidos y luego se impusieron de forma brutal con el nazismo, hasta alcanzar la aplicación arbitraria de la eutanasia.

Según el autor, estas propuestas están al margen, cuando no en contra, del verdadero progreso y la verdadera ecología, que han de cimentarse en la ecología humana.

La publicación saca a la luz pública temas como la eugenesia y la eutanasia con el fin de, afirma la editorial, “advertir de que si la cultura de la muerte se extiende, aparecerán nuevas propuestas de ley que vendrán a imponerse”.

Así mismo afirma que “argumentar bien en favor de la vida es silenciar a los defensores de la eutanasia”.

“Conocer las claves ideológicas y conceptuales impulsoras de esas prácticas a lo largo de la historia, servirá para no quedar atrapados en la red que trata de evitar el sufrimiento, despreciando el mayor bien que poseemos: la vida”, añade.

El libro, indica, presenta un análisis de fuentes originales para desmitificar la teoría evolucionista y aporta documentos fotográficos que ayudan a conocer mejor el contenido, convirtiéndose “en un tratado de características enciclopédicas”.

En la presentación en Madrid del libro, el autor explicó su propósito: “Desentraño su urdimbre histórica e informo a los lectores sobre las claves de la misma. Para ello, he partido de las fuentes originales, unas fuentes que hoy casi siempre se esconden o manipulan a fin de que sus encumbrados autores sean juzgados por la historia como benefactores de la humanidad; unas fuentes originales que se esconden o manipulan a fin de que los hombres de bien no reparen en la barbarie que propiciaron y que ahora se reedita con un falaz rostro humano”.

“Desenmascaro racional y documentalmente sus falsos dogmas, principalmente el darwinismo, base conceptual de toda la barbarie sufrida por la humanidad en los últimos doscientos años”, añadió.

“Creo que el futuro del mundo tenderá al humanismo, si prevalece un concepto cristiano, o a un brutal totalitarismo, si la conjura contra la vida triunfa de forma definitiva”, subrayó.

Invitó a “afrontar esta cuestión con una firmeza absoluta, sin entrar en negociaciones ni consensos, que tan sólo pueden llegar a moderar la consumación diaria del sordo holocausto eugenésico y eutanásico que se ejecuta hoy en el mundo y que no hace más que crecer”.

Y concluyó afirmando que “la historia nos enseña que las posturas firmes frente a la barbarie acaban derrotándola, por muy poderosos que sean sus promotores y por muy prolongada y dolorosa que sea la lucha. En cambio, la tibieza frente a la barbarie acaba por ser la aliada necesaria para su triunfo”.

Eugenesia y Eutanasia, lo que viene después de la ley del aborto

UN LIBRO-DENUNCIA SOBRE LOS PROYECTOS SOCIALES DEL GOBIERNO DE ZAPATERO

La conjura contra la vida: eugenesia y eutanasia, lo que viene después de la ley del aborto

Manuel Cruz – 07/12/2009

Guillermo Buhigas Arizcun, un profesional de los medios de comunicación –es productor, realizador y guionista de cine- lleva varios años dedicado a la investigación y análisis de lo que el Papa Juan Pablo II denunció como “la conjura contra la vida”. Fruto de este trabajo ha sido la publicación de un libro («Eugenesia y eutanasia: la conjura contra la vida») editado por Sekotia, especializada en temas de bioética, en el que denuncia las mentiras históricas impuestas por lo políticamente correcto y que fue presentado ayer a la prensa.

Las denuncias de su libro son realmente tremendas; tanto que pueden parecer incluso increíbles, como esa “sopa fetal” que se consume en algunos restaurantes de China; los infanticidios de deficientes mentales considerados “no aptos” para la sociedad…

– Puede que sea así pero son rigurosamente ciertas. Cuando el Papa Juan Pablo II denunciaba la “conjura contra la vida” sabía perfectamente lo que se decía y yo me he dedicado a investigar todo lo que hay detrás de aquella denuncia en la que el Papa afirmaba que en esa conjura están implicadas instituciones internacionales dedicadas a alentar y programar campañas de difusión de la anticoncepción, la esterilización y el aborto.

Por ejemplo…

– Sin ir más lejos: Bill Gates, la persona más rica del mundo y que se ha forjado una imagen de benefactor de la humanidad con sus donaciones “filantrópicas”, tiene sus mayores ingresos de la empresa que fabrica la Píldora del Día Después… Pero ahí están los Rockefeller, algunos premios Nobel como Lucien Monod, la Unesco, la IPPF (Federación Internacional de Planificación de la Familia), la Institución Carnegie, asociaciones médicas, universidades y otros destacados darwinistas que se disfrazan de filántropos. En esa larga nómina hay que incluir a presidentes norteamericanos que han pasado a la historia como “grandes hombres”, entre ellos Theodore Roosevelt, el genocida de los indígenas norteamericanos, que afirmó antes de ser elegido que “la sociedad no debe permitir que los degenerados se reproduzcan”. Sin olvidar a Winston Churchill, que describo en el libro como un maníaco depresivo y racista, y que ya propuso esterilizar a cien mil “degenerados mentales” y enviar a otros tantos a campos de concentración “para salvar la raza británica de la decadencia…

Todo eso ha quedado más o menos oculto durante décadas… Ahora nos encontramos con el aborto. ¿Qué nos viene después?

– La eugenesia y la eutanasia.

Explíquese.

– Estamos en el desarrollo de la cultura de la muerte, que ya tiene un largo período de gestación, en particular desde Darwin y sus discípulos, como Francis Galton, que era primo suyo, y Nietzsche. El objetivo de esta «cultura» es controlar la tasa de natalidad de los “no aptos”, que deben ser condenados a desaparecer prematuramente para mejorar así la raza humana.

Pero eso es puro nazismo

– En efecto. Los nazis, en su momento, se consideraban a sí mismos como alemanes cultos, la gran avanzadilla del progreso humano. Fueron los principales practicantes de la eugenesia, término inventado por el masón Galton basándose en las teorías de la evolución y de la selección de las especies de su primo Darwin. Los nazis, además, no estaban solos en sus políticas eugenésicas, practicadas ya en otras naciones. Uno de los carteles de la propaganda nazi rezaba justamente así: “No estamos solos”. Después de la guerra, ante el horror del holocausto, se guardó un “prudente” silencio sobre la eugenesia. Pero ahora vuelve con fuerza, traída de las manos de los “progresistas”, con el engaño de que debemos cuidar de la calidad de vida…

¿Pero en qué cabeza humana cabe que puedan practicarse infanticidios, como en la prehistoria?…

– Pues, por imposible que parezca, cabe en la cabeza de los progres de hoy, muchos de los cuales hablan con unción de paralizar el cambio climático y de preservar el medio ambiente. Ahí tenemos el aborto libre como una “conquista” social, aunque estoy convencido de que, incluso con la nefanda ley de Zapatero aprobada por el Congreso, la batalla de la opinión pública la está ganando la defensa de la vida y de la dignidad humana. De todas formas, la propaganda oficial -¡tan parecida a la de los adelantados nazis!- nos trata de vender la idea de que el cigoto y el embrión humano no son seres humanos aunque estén vivos… De momento, si ya podemos matar como un derecho a un feto de catorce semanas, no cuesta nada imaginar que pronto podrán matarse a los niños con deficiencias para ahorrar costes a la Sanidad pública. Igual ocurrirá con los ancianos. Tengo el convencimiento de que el caso del Dr. Montes no es un caso aislado y que muchos ancianos y también paralíticos, mueren por sedación masiva para ahorrar costes y eventuales sufrimientos a los familiares. El caso descrito en la película “Mar adentro” sobre el suicidio asistido de un tetrapléjico, es una descarada propaganda de la eutanasia, aplaudida por el mundo progresista…

¿Y todo eso será acogido con pasividad por la sociedad?

– Existe una clarísima metodología para imponer la eutanasia, una estrategia de marketing social destinada a que los ingenuos se la traguen por la vía del sentimentalismo. Por ejemplo, hay que buscar casos lacrimógenos para exponerlos públicamente; cuando se conozcan bien, se practica una transgresión de la ley –es el caso de “Mar adentro”- a la que, igualmente, se le da toda la publicidad posible, como ya ocurrió con las practicas del Dr. Montes. Después se busca un enemigo para demonizarlo y ridiculizarlo. El paso siguiente es difundir la eutanasia como una “realidad social” y exigir al legislador que la regule. Por último, basta con interpretar la ley cada vez más laxamente para llegar al un uso generalizado de la eutanasia. Todo está previsto, como estamos viendo con el aborto.

Tremendo… ¿qué hacer?

– Estar alerta, no dormirnos, rezar… Tenemos a Cristo, a la Iglesia contra la cual no prevalecerán las puertas del Infierno y que ha sido la gran defensora de la vida y de la dignidad humana desde su nacimiento hace dos mil años. Nunca hay que perder la esperanza.

–PARA SABER MAS———————————————–

Derecho al aborto y eugenesia privada
Aceprensa – José Miguel Serrano Ruiz-Calderón – 25/02/2004