Ucrania. Carta a Putin de los santuarios de Fátima y Lourdes

Ary Waldir Ramos Díaz.“Alto a esta guerra deshumanizante”, claman los principales santuarios marianos de Europa en el 41º día de “esta terrible y sangrienta guerra”. El Papa dijo que era una “crueldad”  la matanza de Bucha. “Imágenes como estas Europa sólo vio cuando liberaba a sus ciudades de los nazis”, confirma el líder de la Iglesia griega-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk. 

Tras el rito de consagración de Rusia y Ucrania al corazón inmaculado de María, realizado simultáneamente con la celebración del Papa en la Basílica de San Pedro (25.03.2022), Fátima, Lourdes, Czestochowa, Loreto, Mariazell se unen para otro llamamiento. Por primera vez, los principales santuarios marianos europeos han escrito a Vladimir Putin suplicándole para que detenga la guerra y piden el fin de las hostilidades en Ucrania. 

La noticia ha sido confirmada por el primado de la Iglesia greco-católica ucraniana: “Quiero agradecer especialmente a la Asociación de santuarios marianos de Europa, quienes enviaron una carta al presidente de Rusia (Putin) condenando enérgicamente esta guerra y exigiéndole que se detenga esta terrible agresión y derramamiento de sangre en Ucrania.” (03.04.2022). 

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Documental sobre Cienciología

160 abogados revisan un documental sobre Cienciología

Luis Santamaría, el 1.12.14 a las 9:04 AM

cienciologia¿Quién dijo miedo? La HBO siempre se ha caracterizado por ser una cadena televisiva que se arriesga a la hora de crear sus propios contenidos y que, a base de valentía, ha convertido sus producciones en material de culto, como ha pasado con «Los Soprano» y «Juego de Tronos», cuenta Marta Torres en el diario La Razón.

Ahora ha decidido ir a por todo un imperio y prepara una première en el Festival de Cine de Sundance (Utah) en enero de 2015 de un documental sobre la todopoderosa Iglesia de la Cienciología. Y, por si acaso, ya se ha procurado un ejército de abogados«Tenemos más de 160 que repasan el trabajo», reconoció la presidenta de HBO Películas Documentales, Sheila Nevins, de cara a preparar la defensa para el ataque que esperan de los cienciólogos, pues probablemente los habrá después de programar«Going Clear: Scientology, Hollywood and the Prison of Belief».

El documental, basado en el libro homónimo de Lawrence Wright, recoge duras revelaciones contra la controvertida secta a partir de la narración del oscarizado cineasta Paul Haggis, un veterano miembro de ésta que la abandonó en 2009. El director será Alex Gibney, responsable de otros polémicos trabajos, como «Enron: The Smartest Guys in the Room», «Gonzo: The Life and Work of Dr. Hunter S. Thomson» y «Taxi to the Dark Side».

La relación entre la Cienciología y la HBO no es nueva. En 1998, después de que la cadena emitiese «Dead Blue: Surviving Depression», un documental en el que se defendía el uso de antidepresivos, los cienciólogos, contrarios a la utilización de estas pastillas, cargaron contra la cadena sin ser apuntados directamente. En esta ocasión, en la HBO ya se preparan para una guerra larga.

En su libro, Wright adentra al lector en un mundo donde sus miembros buscan escapar de una secta controladora, basada en los testimonios de ex cienciólogos. Wright comienza con la biografía del fundador, L. Ron Hubbard, sus días como prolífico escritor, su carrera militar, la publicación de su libro de autoayuda Dianética(1950), y la controversia que ha seguido a la Cienciología desde 1954.

Wright detalla un grupo dirigido por David Miscavige que trataba a sus seguidores con violencia e intimidación. Miscavige es descrito como un hombre paranoico y vengativo con sus críticos. Sus victorias contra sus enemigos, incluido el Gobierno de Estados Unidos, se consiguen a través de persuasión, agresivos litigios y trucos sucios. En el libro de Wright, quien ya escribió en la revista New Yorker sobre este asunto, se menciona un grupo dentro de esta organización que firma contratos por mil millones de años de servicio, que les convierten prácticamente en esclavos de la Cienciología.

El libro, cuidadosamente documentado, está lleno de notas a pie de página con comentarios de miembros de la Cienciología que recuerdan que «la organización niega categóricamente estas alegaciones». De esta forma, Wright se cuida a sí mismo de ser su objetivo, al menos en los tribunales.

La escandalosa ruptura de la actriz Leah Remini con la Cienciología recuperó la atención sobre esta organización, cuyos miembros intentan pasar desapercibidos. Aun así, L. Ron Hubbard siempre intentó atraer a los famosos. En su Proyecto Celebridad se enseñaba a distribuir las enseñanzas de la Cienciología en Hollywood. Entre sus adeptos destacaron Ed SullivanOrson Welles y Walt Disney, según dicen. Los defensores más relevantes en la actualidad son los actores Tom Cruise y John Travolta. Sin embargo, muchos actores han abandonado el movimiento, como Nicole KidmanJerry Seinfeld y Brad Pitt.

 

Nuevas pruebas científicas sobre la Sábana Santa

Un libro recoge nuevas pruebas científicas sobre la Sábana Santa

Investigación del vaticanista italiano Marco Tosatti

ROMA, miércoles 24 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Acaba de publicarse un libro, que pretende desmentir la controversia generada con la prueba del Carbono 14 realizada en 1988, según la cual la Sábana Santa es una pieza del medioevo.

Se trata de «Investigación sobre la Sábana Santa» («Inchiesta sulla Sindone») del periodista y «vaticanista» del diario turinés «La Stampa», Marco Tosatti (Editore Piemme), en el que se muestra que el examen realizado en los laboratorios de Tucson, Oxford y Zurig, contienen un error de cálculo matemático inaceptable.

Hace 21 años la prueba del Carbono 14 sentenció que la Sábana Santa, el lienzo que según la tradición envolvió el cuerpo de Jesús, luego de morir en la cruz, es una falsificación realizada alrededor del año 1260.

En su libro Tossati habla de nuevas contribuciones de la ciencia en la investigación de este lienzo y presenta nuevas pruebas de científicos de la Universidad de la Sapienza en Roma, que nunca antes habían investigado sobre el Sudario. Los científicos comprueban el error de la investigación realizada en 1988.

Según el vaticanista, los resultados de los tres laboratorios no tenían el margen mínimo de compatibilidad establecido y el análisis lo realizaron sobre un pedazo de ocho centímetros de la sábana.

En dicho pedazo se encuentra la presencia de algodón –la sábana es de lino– y una especie de goma que lleva a pensar que el sudario fue remendado en la edad media. Basándose en ese supuestamente se «demuestra» que la sábana fue fabricada en la Edad Media.

«Este libro está basado solamente en datos científicos. He descartado el material que no tiene estas características para establecer un mínimo común denominador de conocimientos sobre la Sábana Santa que no se pueden desmentir», explica Marco Tosatti en diálogo con ZENIT.

«Este era el objetivo del libro porque yo mismo quería una base de certeza y sobre esta base pienso que puedo decir que la Sábana Santa no es una reproducción falsa», agrega el autor del libro.

Después de investigar con diversos científicos de diferentes credos –judíos metodistas e incluso agnósticos– y que confirman la falsedad de esta investigación, Tosatti, vaticanista de La Stampa, demuestra que la ciencia todavía no ha podido explicar cómo se ha formado la imagen.

Asegura que con ningún aparato se ha podido crear un objeto similar: «No es una pintura, no hay ningún pigmento y no ha sido marcada por un objeto caliente», testimonia el periodista.

«Es un misterio, uno de los grandes misterios de la Iglesia, la manera en que se ha formado este tipo de imagen. Contiene información tridimensional, algo sumamente particular», indica.

El Sudario se encuentra en la catedral de la ciudad de Turín, al norte de Italia. En los años 1998 y 2000 fue exhibida al público. El próximo año será expuesta de nuevo desde el 10 de abril hasta el 23 de mayo.

Según Tosatti, uno de los elementos más admirables de la Sábana Santa es cómo representa el rostro de Jesús. «Si uno lo analiza, es un rostro de una belleza y de características tales como yo no he visto en ninguna pintura», afirma.

El periodista e investigador considera que este lienzo es una pieza muy poco valorada por los católicos: «Creo que nosotros nos asustamos un poco con este objeto tan evidente porque ha habido mucha polémica sobre las reliquias en los siglos anteriores, entre protestantes, católicos, racionalistas, entre otros y pareciera casi que si uno cree que una reliquia es verdadera, esto viene del medioevo».

«Para mí no hay dudas. Todavía hoy con toda nuestra tecnología no estamos en grado de hacer algo análogo. La ciencia nos puede ayudar a decir qué cosa es. Seguramente no es falso», concluye Tosatti.

Por Carmen Elena Villa

Al asalto de la civilización

La ideología de género al asalto de la civilización

lunes, 26 de enero de 2009
Ángel Expósito Correa


FundacionBurke.org

El movimiento feminista ha conocido tres hornadas que se han sucedido a partir de finales del siglo XVIII hasta finales del XX: la hornada del feminismo liberal, la del feminismo socialista y marxista y la del feminismo radical.

El feminismo radical es el ambiente cultural en el que cuaja y se desarrolla la «ideología de género». Las «feministas del género» constituyen una élite intelectual numéricamente reducida, pero capaz de ejercer una profunda influencia política mediante campañas de persuasión y difusión de su visión y a través de la hábil manipulación de los procedimientos burocráticos e institucionales. De esta habilidad es testigo atenta e inteligente Dale O’ Leary, autora de muchos ensayos sobre la cuestión femenina. La O’ Leary reconstruye detalladamente las tácticas con las cuales las feministas radicales han conseguido meter la propia agenda política en encuentros internacionales de alto perfil, como la IV Conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre la mujer que tuvo lugar en septiembre de 1995 en Pekín.

En el siglo XVIII el feminismo presenta una cierta unidad teórica debida, asimismo, al movimiento por los derechos civiles. De la misma manera, en el 68, la participación a la contestación garantiza la cohesión del movimiento en el cual conviven reivindicación de los derechos de la mujer, marxismo y radicalismo libertario. Es a finales de la década de los 70 que el feminismo entra en crisis como movimiento organizado. Contemporáneamente las teorías y las temáticas defendidas por las feministas, que a menudo han alcanzado puestos de prestigio dentro del mundo académico, continúan creciendo y diversificándose. Pero, a pesar de la diversidad, las corrientes del feminismo asumen las tesis del feminismo radical de género, que por lo tanto constituyen una suerte de mínimo común denominador entre las distintas tendencias del feminismo internacional.

Las tesis del feminismo radical de género se difunden a partir de la década de los 70. Éstas manifiestan la influencia ejercida sobre el pensamiento feminista por el radicalismo libertario, por el marxismo, por el post-estructuralismo y por el existencialismo. En esta ocasión me limitaré a la consideración de las ideas del radicalismo y del marxismo que son asumidas por el feminismo.

El radicalismo libertario traslada al feminismo de género su concepción de la libertad. Se trata de una libertad entendida como pura posibilidad de elección. El feminismo radical, asumiendo la antropología libertaria, afirma que la identidad sexual no está determinada por el sexo biológico, porque el cuerpo no debe representar un obstáculo y un límite a la libertad. Al contrario, el individuo debe poder elegir libremente el género al cual pertenece, esto es, si ser hombre o mujer. Según esta perspectiva, el sexo biológico no es y no debe ser el punto de referencia en la formación de la identidad sexual de la persona, por lo tanto es necesario intervenir desde el comienzo del proceso educativo para que el hombre construya su propio género de pertenencia, libre de todo ligamen cultural que lo oriente a la heterosexualidad como elección normal.

La segunda gran contribución a la formación de la ideología de género procede del marxismo. Para el marxismo toda la historia es una lucha de clases entre oprimidos y opresores. Las feministas radicales piensan que la revolución comunista, identificando las razones de la opresión en la explotación económica, haya errado el objetivo. Según éstas la revolución, para ser eficaz, debe dirigirse a la cancelación de las «clases» sexuales, es decir, eliminar las diferencias entre los sexos. Si para conseguir la liberación de la opresión es necesario quitar de las manos de los opresores los medios de opresión, la revolución no debe limitarse a quitar la propiedad de las manos de los capitalistas, sino destruir la familia patriarcal origen de la explotación de la mujer. Dado que engendrar hijos y crecerlos vuelve a la mujer económicamente vulnerable, y la vulnerabilidad es una condición que hace posible la explotación, es necesario orientar a la mujer a trabajar la jornada entera y entregarle el control total de la reproducción.

El objetivo inmediato del feminismo de género es crear una opinión que considere la igualdad no como igual dignidad, sino como participación estadísticamente igual para la conquista del poder. El feminismo de género parte de dos supuestos abstractos e irreales: el primero consiste en la idea que el hombre no tiene una naturaleza o que ésta sea irrelevante, el segundo en la idea que la relación entre hombre y mujer sea expresión de un conflicto por el poder. Ambos supuestos llevan a la confusión entre identidad sexual y preferencias sexuales.

De hecho, a diferencia de lo que afirma la ideología de género, la identidad sexual está siempre determinada por una naturaleza humana que se exprime mediante un sexo biológico-genético y somático, psicológico y sociológico. El sexo psicológico es la conciencia que cada uno tiene de su pertenencia a un determinado sexo. El sexo sociológico es aquel que es asignado a la persona en el momento del alumbramiento: éste exprime la percepción que el mundo tiene de ella y por consiguiente guarda relación con la función y los roles que la sociedad le reconoce. A tal propósito hay que decir que, si por una parte los roles sociales no deben ser considerados como vinculantes de manera irreversible a la biología, por otra parte la cultura no debe ser óbice a la naturaleza. Romper con la naturaleza, actuar por encima de los límites y de las oportunidades escritas en ella, destruye al hombre. La situación normal, esto es, la situación conforme a la norma constituida por la naturaleza, consiste en el desarrollo armonioso de la identidad sexual genética y somática en la dimensión psicológica y social de la persona, de manera tal que la identidad sexual y la orientación (esto es, las preferencias sexuales) no estén en conflicto entre ellas, sino que ambas expriman la tendencia del hombre hacia la mujer y viceversa, tendencia que hace a ambos conscientes de ser llamados a la comunión interpersonal. Hombre y mujer tienen necesidad el uno del otro para desarrollar la propia humanidad, es en la relación recíproca que ambos se vuelven conscientes que la plenitud puede ser alcanzada sólo entregándose desinteresadamente al otro. En esta perspectiva el sexo no se presenta como privilegio o como discriminación, sino como oportunidad de realizar la propia humanidad.

La ideología de género identifica en la familia el mayor impedimento a la construcción de un mundo nuevo totalmente libre, porque es en la familia que según las feministas se realiza el condicionamiento social de los niños. Coherentemente, el feminismo radical considera necesario emprender un cambio cultural que debe comenzar por la deconstrucción de los roles dentro de la familia (marido/mujer, madre/padre); el fin de la familia es visto como el fin de la institución que determina la construcción social de la diferencia hombre-mujer y, por tanto, la condición que hace posible el retorno a la sexualidad polimorfa originaria en la cual no se podrá ni tan siquiera hablar de heterosexualidad, homosexualidad o lesbianismo, categorías que serán abandonadas merced precisamente a la disponibilidad hacia cualquier forma de relación sexual.

La peligrosidad social de estas teorías y la capacidad que tienen de penetración está demostrada por las políticas «sociales» del gobierno socialista. Como ya ha ocurrido con todas las teorías que han asaltado la civilización natural y cristiana desde el Renacimiento y el Protestantismo (pasando por la Revolución francesa, el comunismo y la revolución cultural del 68), también en este caso nos hallamos frente a una masificación de ideas que en su origen estaban reservadas a un restringido círculo de personas. Es necesario, por tanto, que la oposición a los proyectos de enajenación del hombre de su naturaleza y de su origen y destino eternos se lleve a cabo a través de una nueva obra de inculturación de la Fe y de la cultura católica correspondiente. Sin un retorno al punto de partida donde comenzó el proceso de ruptura con los principios básicos de la civilización Cristiana, para desde ahí restaurar un orden de la sociedad conforme a la ley natural y cristiana, nuestra civilización occidental se verá abocada a la desaparición.

Acertar en el noviazgo… y en el matrimonio

Ideas para acertar en el noviazgo… y en el matrimonio

miércoles, 20 de agosto de 2008
Miriam Díez i Bosch


ZENIT.org

Si se cultivan los pasos del noviazgo, el éxito del matrimonio, de algún modo, está garantizado por ese aprendizaje en el amor. Es la tesis que sostiene el sacerdote Rafael Hernández Urigüen en su nuevo libro: «Noviazgo: ¿Seguros? Ideas para acertar» (Ver Almudí, 16.V.2008).

El volumen, que está prologado por el psiquiatra Enrique de Rojas, acaba de ser publicado por EIUNSA (Ediciones Internacionales Universitarias).

El autor trabaja desde 1996 como capellán y profesor en ISSA (Instituto Superior de Secretariado y Administración de la Universidad de Navarra en San Sebastián), y forma parte del equipo de Capellanía del Colegio Mayor Ayete, también en la capital donostiarra.

Ha conversado con Zenit acerca del noviazgo.

Si el amor es un misterio, ¿cómo pueden haber «ideas» o «recetas» para un noviazgo?

El libro «Noviazgo: ¿seguros? Ideas para acertar» trata efectivamente del misterio del amor. El amor, que siempre tiene su fuente en Dios (Dios es Amor), sin dejar de ser un misterio inefable, se encarna personalmente.

Las mujeres y los hombres amamos, y en cada biografía humana se encuentra una historia de amor.

Por tanto, los diálogos de este libro giran alrededor de historias reales de universitarios y otros jóvenes que participaron a lo largo de diez años en un seminario interdisciplinar. A su vez relatan historias de amor (y de desamor) de otras personas.

En esas historias reales, con nombres ficticios por privacidad, se descubren planteamientos certeros que han llevado a un amor fiel, respetuoso y comprometido, junto a planteamientos erráticos que desembocan en fracasos estrepitosos. El libro no ofrece recetas, sino testimonios e ideas que iluminan para decidir bien sobre el amor.

Aquello de que «el amor es ciego»… ¿cómo lo interpreta?

Siguiendo la mejor tradición filosófica que considera al amor como una pasión. En las pasiones el mundo afectivo de la persona comienza llevando las riendas de la motivación. Si no intervienen pronto la razón y la voluntad, las pasiones y afectos pueden mover hacia decisiones equivocadas.

En este libro se analizan con ejemplos prácticos situaciones reales en las que la «maraña» de los sentimientos confunden a quienes experimentan de primeras el flechazo o el «fall in love» del que ya habló C.S. Lewis.

El doctor Rojas resume también en su prólogo esta idea: «Cuando el amor llega puede ser ciego, pero cuando se va es muy lúcido. De ahí la importancia de acertar en la elección y éste me parece un asunto central». Resulta novedosa en esta obra la importancia que se da al estudio de los diversos temperamentos humanos que ya desde el noviazgo han de tenerse en cuenta para acertar bien y no quejarse más tarde por la «incompatibilidad de caracteres». Finalmente se ofrecen pistas para crecer en lo que se ha denominado desde hace tiempo «inteligencia emocional».

¿Cuál es la premisa básica que presentaría a unos novios?

El libro «Noviazgo: ¿seguros?» sostiene la tesis de que un noviazgo bien vivido configura, más de lo que habitualmente se piensa, el futuro del matrimonio.

Viene a afirmarse: «lo que decidas que sea tu noviazgo será tu futuro matrimonio». Como premisa básica considero que convendría corregir algunas patologías.

El noviazgo se mira muchas veces como un periodo previo al matrimonio, pero de mera transición, sin entidad propia, incluso se trivializa, quedándose en sólo flirt (juego insustancial de amor).

Por el contrario, es una etapa importantísima de conocimiento mutuo entre la mujer y el hombre, en la que existen unas reglas no escritas de sinceridad, respeto, amor verdadero, paciencia, conocimiento profundo, que muchas veces se pasan por alto y marcan para siempre la futura relación matrimonial.

Si se descuidan aparecerán en el futuro patologías que llevan a crisis muy difíciles de superar cuando una mujer y un hombre ya están definitivamente comprometidos. Si se cultivan los pasos del noviazgo, el éxito del matrimonio, de algún modo, está garantizado por ese aprendizaje en el amor.

Por tanto, el libro afirma que «más vale un trauma en el noviazgo, que un matrimonio traumático». Me explico: si durante el noviazgo se comprueba que aquella relación no «va en serio» encaminada al compromiso matrimonial, conviene romper con ella cuanto antes, asumiendo el dolor momentáneo como terapia, incluso si se es cristiano llamémosle cruz, evitando así un futuro desastroso de separaciones o rupturas matrimoniales.

Finalmente considero que, cuando se hayan conocido lo suficiente como para saber que por su compatibilidad de caracteres, valores, y proyecto de matrimonio, ese amor proyectado en el futuro será un matrimonio de verdad.

¿Es verdad que hoy la gente ya «no aguanta», como se decía antaño?

Aquí cuenta mucho la decisión. En los últimos años, las mujeres echan en falta que el hombre se decida a proponerles la fecha de la boda, y esta patología del hombre se refleja en algunas de las historias de mi libro. Para los cristianos, la oración la frecuencia de sacramentos, y una formación prematrimonial profunda, constituyen ayudas que propician decisiones acertadas.

En el Himno a la Caridad (1 Corintios 12, 31) de san Pablo se afirma que el amor «todo lo aguanta». Sin duda el amor cristiano está vertebrado por el sacrificio y no vivimos tiempos de afición a la Cruz.

De todas formas, en el mismo texto de la Carta a los Corintios, San Pablo describe características del amor en las que primero los novios y después los esposos han de poner de su parte: paciencia, afabilidad, magnanimidad, humildad, educación, generosidad, mansedumbre, olvido de los agravios, sinceridad…

Si uno de los dos no está dispuesto a cultivar estas actitudes durante el noviazgo, cuanto antes disuelvan su falsa relación mejor.

Por eso mi libro explica con historias reales en la importancia de conocerse bien y cultivar un amor paciente, detallista y respetuoso que todavía no es definitivo, pero que tiene un horizonte de compromiso.

Hay «teorías» o cosmovisiones cristianas sobre el matrimonio, ¿las hay también sobre el noviazgo?

Esa misma pregunta me la formulaba hace ahora doce años un joven musulmán. Por entonces estudiaba detenidamente dos preciosos documentos de la Iglesia católica que aconsejo meditar y difundir. «Sexualidad humana: verdad y significado. Orientaciones educativas en familia», (8 diciembre 1995) y «Preparación al sacramento del Matrimonio», (13 de mayo de 1996). Los dos están editados por el Consejo Pontificio para la Familia.

En mi libro dialogo con los jóvenes sobre muchas de sus ideas. Entre ellas se afirma que los padres han de proponerse educar a sus hijos para el amor desde la infancia. Se anima también a que los padres introduzcan en la vida y el amor a los niños, y las madres a las niñas.

Hay referencias valiosas para evitar el machismo cultural y conseguir que el hombre respete a la mujer desde su primera infancia valorando lo que Juan Pablo II denominó «genio femenino».

Con el libro también he tratado de explicar por qué la visión cristiana desaconseja del todo a los novios mantener relaciones prematrimoniales.

Hay razones humanas, psicológicas y desde la antropología que fundamentan esta doctrina sobre la castidad en el noviazgo. Un capítulo del libro aborda este tema con argumentos profundos y contundentes bajo el título: «Los novios con futuro duermen bajo distinto techo».

Las relaciones prematrimoniales encierran la falacia de que un chico y una chica se entregan sus cuerpos sin entregarse definitivamente las personas por el previo compromiso matrimonial. Entregar el cuerpo sin comprometerse es siempre una relación falsa que acostumbra en el futuro a no entregarse verdaderamente y del todo en el matrimonio.

Las estadísticas que aparecen en el libro demuestran también que hay más porcentaje de separaciones y rupturas matrimoniales entre las parejas impacientes, que entre las que llegan vírgenes a la boda.

Un buen resumen de todo esto se encuentra en el Catecismo de la Iglesia: «Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad» (n. 2350).

En definitiva, me permitirá que evite utilizar la expresión «teorías cristianas» sobre el matrimonio o el noviazgo, pues la verdad cristiana sobre el amor, como nos recordó Benedicto XVI en su primera encíclica recupera sus valores más genuinos sin quitarle nada de su belleza: «Hace falta una purificación y maduración, que incluyen también la renuncia. Esto no es rechazar el eros ni «envenenarlo», sino sanearlo para que alcance su verdadera grandeza» (Deus Caritas est, n. 5).

La gracia purifica las escorias del amor librándolo del egoísmo y permitiéndole recuperar su original belleza y fuerza. La visión cristiana, permítame la expresión, ofrece una ecología del amor en su más genuina autenticidad.

Matrimonios que van a la iglesia son más felices

América

Matrimonios que van a una iglesia son más felices, demuestran estudios en EEUU

WASHINGTON D.C., 07 Jul. 08 / 08:17 pm (ACI).- Un análisis de la Universidad de Virginia de tres de las más importantes encuestas nacionales en Estados Unidos demuestra que las parejas casadas que van a alguna iglesia juntas son más felices que las que van pocas veces o nunca van; y tienen menos probabilidades de divorciarse.

El sociólogo W. Bradford Wilcox de esta casa de estudios tomó los datos de las General Social Survey (GSS), la National Survey of Families and Households (NSFH), y la National Survey of Family Growth (NSFG), con los que pudo concluir que las parejas casadas que van a la iglesia son «muy felices», más de lo que los son las que nunca van; según indicó a Cybercast News Service.

«Ir a la iglesia parece ser que solo ayuda a las parejas a estar juntas. Cuando lo hacen, son significativamente más felices en sus matrimonios y tienen menos probabilidades de casarse, comparadas con las parejas que no van a una iglesia. Diría que ir a la iglesia es un componente beneficioso para el matrimonio cuando se hace juntos», dijo.

El culto religioso, explica, proporciona «a las parejas una fe que las ayuda a entender el sentido de las dificultades en sus vidas -desde el desempleo hasta la enfermedad- que pueden dañar sus matrimonios. Entonces, en una palabra la pareja que reza unida se mantiene unida».

Para Wilcox, los hombres y mujeres con una vida activa en alguna iglesia «se ven diferentes al mano en la esfera marital. Al menos en este campo, la fe no trabaja sola. Tienes que combinar la fe y el trabajo para disfrutar de un matrimonio estable. Necesitas un mensaje consistente, confiar, y el apoyo de una comunidad eclesial que te pueda dar un beneficio real de la fe religiosa».

«Ven, sé mi luz», el libro sobre Teresa de Calcuta

El libro sobre Teresa de Calcuta escrito por el postulador de su canonización

«Ven, sé mi luz», camino de convertirse en un best-seller en España

No hay en la Tierra nadie que sepa más de la beata madre Teresa de Calcuta. Seguramente ni ella misma,de estar viva, podría contarnos tanto de su vida como el padre Brian Kolodiejchuk, misionero de la Caridad y postulador de su proceso de beatificación y canonización. En la actualidad, ha salido a la luz pública por la publicación de un libro sobre la ‘noche oscura’ de Teresa de Calcuta, algo que, al contrario de lo que se ha interpretado en muchos medios,»es un signo de su enorme fe». El libro ya es un éxito de ventas en nuestro país

Padre Brian(Jesús García/Alba) Muy pocas cosas nuevas se podían decir ya de la beata madre Teresa de Calcuta, diez años después de su muerte. Su obra es conocida en todo el mundo, su imagen se ha convertido en uno de los pocos iconos sociales y espirituales respetados por todos y el color azul que ciñe los blancos saris de sus hijas Misioneras de la Caridad pone cuando menos firme de respeto a cualquiera que se cruce con ellos. De descubrirse algo nuevo que revelase secretos o intimidades de una de las más grandes santas de todos los tiempos, una de dos, o debía ser una persona muy cercana, con la que la propia madre se confesase, o alguien que hubiese estudiado su vida y obra como si le fuese la salvación en ello. Esa persona existe. Se trata de un sacerdote canadiense de ascendencia ucraniana, que ingresó en la familia fundada por la madre Teresa a los 21 años, uno de los tres hombres de confianza de la propia madre Teresa encargados de fundar la casa de las Misioneras de la Caridad en el neoyorquino barrio del Bronx: el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de beatificación más rápida de la Historia, la de la madre Teresa, y postulador de su causa de canonización. Si hay algo relativo a la madre Teresa de lo que el padre Brian no se ha enterado en los últimos diez años, es porque o lo protege el secreto de confesión o es mentira.

El que pasaba por allí

El padre Brian y su equipo entregaron a la Congregación para la Causa de los Santos treinta y cinco mil folios de información como resultado de sus investigaciones. Posiblemente, la mayor información fidedigna recopilada sobre nadie en toda la Historia. «La cosa comenzó sin yo haberlo buscado», confiesa el padre Kolodiejchuk. «Estaba en Roma cuando ella murió y el arzobispo de Calcuta pidió enseguida la excepción a la regla de esperar cinco años después de la muerte de una persona para abrir su proceso de beatificación. No respondieron inmediatamente, pero le dijeron que se podía empezar a recopilar datos. En ese momento, el arzobispo de Calcuta hizo una comisión preparatoria que formábamos dos hermanas y yo y aunque nunca había hecho nada parecido, seguí reuniendo información para que cuando llegase el permiso para abrir la causa, quien se tuviese que ocupar de ello tuviese un poco avanzado el trabajo. Pero ese mismo curso llegó el permiso para iniciar el proceso y toda la orden decidió pedirme que fuese el postulador. Lo cierto es que demostrar la santidad de una persona como la madre Teresa de Calcuta parece un trabajo sencillo, «y así lo fue en el sentido de que era enseñar una estampa suya para pedir información y la gente te abría todas las puertas. Pero tenía otra parte menos agradecida: «Todo el mundo quería que el proceso acabase ya, era una causa muy importante para la Iglesia». A partir de ahí el padre Kolodiejchuk empieza a conocer desde una perspectiva desconocida la vida interior de su fundadora. «Yo la conocí personalmente, coincidí con ella en Roma, Calcuta y Nueva York, y si tengo que definir su faceta digamos pública, pienso que si alguien hubiese entrado en el convento sin haber visto nunca una fotografía suya, nunca la hubiesen señalado como la madre Teresa. Hubiese pasado inadvertida entre las hermanas. Pero después ves que hay algo especial en cómo vivía la presencia de Jesús al hacer cosas como santiguarse o la genuflexión. No eran gestos automáticos, ella hacía oración en esos gestos. La gente se piensa que los santos están en las nubes, pero la madre tenía los pies muy en la tierra. Sin embargo, tenía capacidad de hacer extraordinario lo ordinario».

Al inicio de su trabajo, lo que más le llama la atención de la madre Teresa es su propio interior. «Es interesante ver cómo de una persona tan conocida se conoce tan poco. Todos sabemos mucho de su obra, de sus casas, de sus voluntarios, pero se sabe muy poco de ella, de qué pensaba, de cómo rezaba, de qué sentía, de si estaba alegre o triste, de su infancia, de su pasado en Skopje… Nunca habló de nada de eso, porque ella decía que si hablaba de ella, la gente pondría más atención en ella y menos en Jesús«. Para el padre Kolodiejchuk, estudiar la vida y obra de la madre Teresa durante todos estos años ha surgido una escuela de espiritualidad del carisma de su congregación: confianza amorosa, abandono total y alegría. «La madre me ha ayudado a aprender a vivir este espíritu, porque al principio me vi abrumado por el peso del trabajo y la responsabilidad. Estudiando a la madre aprendí a confiar, a pensar que todo iba a salir bien, que iba a recibir la ayuda necesaria sólo cuando fuese necesaria. Poco a poco, el efecto queme fue aportando una responsabilidad con tantísimo trabajo fue el contrario a lo que se pueda pensar, ya que me fue dando calma, paz interior».

Diez años después de su muerte, el nombre del padre Kolodiejchuk ha serpenteado por todo tipo de medios a cuenta del libro que ha escrito sobre la madre Teresa (Ven y sé mi luz, de próxima publicación en español), en el que se leen fragmentos de cartas de la beata de Calcuta en los que confiesa haber vivido casi toda su vida una tremenda noche oscura, esa experiencia del alma que anhela al Dios en el que cree, pero que, sin embargo, no encuentra consuelo en Él. «La noche oscura es una experiencia particular -explica el padre Brian– necesaria para todos los que quieren llegar a la unión mística con Jesús. Lo distinto en la madre Teresa es que esta oscuridad es el ‘cómo’ vivió su unidad con Jesús. ¿Por qué tantos años? La madre Teresa tiene el récord de noche oscura. Pero hay una conexión entre esto y su apostolado entre los pobres: como le explicó uno de sus directores espirituales, esa noche oscura en la que ella vivía su unión con Jesús «es el lado espiritual de tu trabajo».

No hubo crisis de fe

«Madre Teresa decía que la pobreza más grande es no ser amado, no querido, no cuidado, y entendió que experimentaba esa pobreza ella misma, pero en su interior, en el espíritu, para acercar mejor a los pobres a Jesús. Esto explica que su noche oscura no fue una crisis de fe, sino todo lo contrario, que tenía una fe muy grande. Si ella no hubiese tenido fe, esa oscuridad hubiese podido con ella, habría abandonado. Ella decía: «Si un día soy santa, seguramente voy a ser una santa de la oscuridad, estaré ausente de la luz del cielo para iluminar a las personas que viven en la oscuridad en la Tierra». También decía que «si mi oscuridad puede dar luz a otra persona, acepto». Para el padre Brian «esto demuestra no sólo que tenía fe, sino que era una fe muy fuerte, como escribió: «Solamente la fe ciega que vivo hace que pueda continuar».

«Todo su trabajo era increíble. Desde las cuatro y veinte de la mañana hasta la una del día siguiente, y sus viajes, sus visitas, las nuevas fundaciones… hacer todo eso sin fe es imposible, no se puede. Ella decía: «Yo quiero amar a Cristo como nunca antes ha sido amado», y no sé si lo consiguió, no soy quién para juzgar, pero hacer todo lo que hizo, con esa oscuridad interior, si no es fe y amor, no sé qué es». A lo mejor estamos ante el ejemplo de una supermujer que, desarrollando otra actividad en su vida, también hubiese destacado. El padre Brian no opina así: «Obviamente, tenía dones naturales de Dios. Fue una líder natural y tenía tesón. Sin embargo, creo que no hubiese llegado tan lejos de haber hecho otra cosa. Como ella misma decía, «yo sólo soy un lápiz con el que escribe el Señor». Esto me recuerda también una observación del cardenal Ratzinger sobre los últimos grandes santos de la Iglesia como el padre Pío o santa Bernadette: eran personas sencillas, humildes, que humanamente hablando no brillaban mucho, gente muy corriente, ¿qué quiere decir el Señor con esto…?». El padre Brian reconoce que «no tenemos ningún milagro que nos permita afrontar con confianza la canonización», y anima a los fieles a pedir su intercesión: «¡Hay que pedir mucho!».

Publicado el 10 Junio 2008 – 11:24pm

El éxito de «La sangre del pelícano»

El éxito de «La sangre del pelícano», según su autor

jueves, 22 de mayo de 2008
ZENIT.org / LibrosLibres.com
Fuente: Almudi.org


Zenit.org

«La sangre del pelícano» es una de las sorpresas editoriales del año: un thriller policiaco, profundamente cristiano, éxito de ventas.

Después de haber informado sobre el lanzamiento del libro, hace meses, Zenit entrMiguel Angel Arangurenevista a su autor, Miguel Aranguren, el primer sorprendido por la acogida de su octava novela editada por LibrosLibres.

Según la trama, el sacerdote Albertino Giotta escapó hace años de las garras del diablo. Pero el príncipe de la mentira ha vuelto dispuesto a urdir una terrible venganza. La batalla entre el Bien y el Mal no tendrá cuartel.

Albertino Giotta y el comisario Luigi Monticone, se enfrentan -con la fuerza de la fe y la astucia- a unos horribles e inexplicables crímenes en la peor crisis de la Iglesia.

Tal y como se encuentra el mercado editorial (exceso de publicación de novedades, focalización en muy pocos títulos gracias a costosísimas campañas de marketing y publicidad, poco espacio físico en las librerías y concentración de las ventas literarias en las grandes superficies), ¿cómo se explica el éxito de «La sangre del pelícano»?

Como autor no tengo una respuesta sencilla a los miles de ejemplares vendidos. Tal y como usted plantea, no es fácil hacerse un hueco en el mercado literario. Sin embargo, los lectores están a su vez cansados de que la pauta de la buena literatura esté marcada por personas ajenas al escritor, es decir, que sean los publicistas quienes decidan qué hay que leer. Por otro lado, «La sangre del pelícano» echa un pulso a tantas novelas de intriga espiritual que desde hace diez años vienen poniendo en jaque a la Iglesia y a la Verdad.

¿Se refiere a «El código da Vinci»?

Pienso que «El código» es sólo la punta del iceberg de un plan bien definido para dañar desde el ámbito literario a la Iglesia y a las verdades que ésta custodia. Si no fuera así, cuesta entender el empeño de novelistas y editoriales en utilizar un asunto ajeno (está claro que quienes escriben para hacer daño a la Iglesia no pueden considerarse buenos cristianos, es decir, que sus argumentos les son ajenos) con la insistencia de quien ha encontrado una bicoca. Muchos novelistas no salen de lugares comunes para plantear sus tramas: sacerdotes corruptos, monjes que esconden secretos que ponen en jaque las raíces de la propia Iglesia, papas malvados y, lo que es más grave, un pueblo engañado y que se deja engañar.

Uno se podría cuestionar por qué le preocupa a usted que haya novelistas que quieran hacer de todos esos temas la base del argumento de sus libros.

Se trata de una cuestión de principios. El escritor ha recibido un don para comunicarse con los demás y tiene la obligación ética de utilizarlo bien. Basta un análisis somero de la historia de la Iglesia para llegar a la conclusión de que, como institución, ha realizado un bien sin cuento a la humanidad, más allá de sus propios fieles: la ciencia, las obras de caridad, la expansión de una civilización sostenida en los derechos individuales y colectivos, la igualdad… Con esta apreciación no quiero decir que en esta historia no haya habido oscuridades: los últimos papas las han reconocido y pedido públicamente perdón (algo inconcebible en cualquier otra institución humana), convencidos de que la naturaleza caída del hombre es capaz de provocar mucho mal. Pero permítame que me detenga en estos últimos pontificados: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI -por no extenderme más en el análisis- han sido y son adalides de la paz, tal como la comunidad internacional ha reconocido tras la reciente visita del Papa a la sede central de las Naciones Unidas. Por todos estos motivos, es de justicia que cuando se novelan asuntos vinculados al cristianismo, los escritores sean consecuentes con la realidad. Por puro sentido común. Por puro sentido de la justicia.

Tal vez la clave se encuentre en saber si la fe puede ser motivo de novela.

¿Por qué no? La espiritualidad es intrínseca al hombre, así que su sed de Dios puede ser motivo de novela. Es más, se trata de la dimensión más profunda del ser humano y, por tanto, de la más apasionante ya que ilumina el resto de nuestro actuar. Eso sí, hablamos de fe, no de una caricatura más cercana a la superstición o a la superchería. En ese sentido, tengo presentes aquellas líneas en las que Juan Pablo II, en su carta a los artistas, pedía que volviésemos los ojos a la Verdad porque la Iglesia necesita de artistas (de novelistas, por qué no) del mismo modo que los novelistas necesitan de la luz que custodia y transmite la Iglesia.

Háblenos de estos primeros meses de vida de «La sangre del pelícano»…

Empezaré confesando que ninguna otra novela de las que he publicado me ha dado tantas alegrías. Piense que nos referimos a una novela de suspense policiaco, un mero entretenimiento y, sin embargo, los lectores se enfrentan a sus páginas con la pasión de quien contempla algo auténtico. Yo creo que no se debe sólo a la trama (unos misteriosos asesinatos que implican de manera directa a un sacerdote que, antes de su conversión había tenido una vida disipada), sino a la personificación de los dos contrapesos de la Historia.

¿A qué se refiere?

Al Bien y al Mal en toda su dimensión. Al tratar del Bien, «La sangre del pelícano» no presenta a personajes cándidos, blanditos, sino a auténticos ejemplos de fortaleza. Y no sólo me refiero a Juan Pablo II y a la beata Teresa de Calcuta, protagonistas secundarios de la novela, sino a los miembros de la Iglesia perseguida en China que, quizá, han concitado más emociones que ningún otro pasaje del libro. También el protagonista, el párroco Albertino Guiotta, da auténticas lecciones de esperanza en tiempos de tribulación y, por qué no decirlo, el comisario Luigi Monticone, que refleja de alguna manera al hombre de hoy, que alberga en el corazón, tal vez muy escondida, la presencia de Dios

¿Y el Mal? ¿De qué manera aparece en «La sangre del pelícano»?

El Mal aparece de muchas maneras. Desde la forma más atractiva y seductora (el pasado de Albertino Guiotta antes de encontrar a Dios) hasta su rostro más auténtico: el mismísimo Satanás. Porque en la novela el diablo juega un papel importante. He querido que el público se diera cuenta de la presencia del Príncipe de la mentira en nuestro mundo, así como de su ira cada vez que logra alguno de sus objetivos. Porque a Satanás el mal sólo le mueve a una mayor desesperanza, a un vacío más grande. Su destino es la soledad del infierno frente a la felicidad sin límites que Dios prometió a quienes le sigan. Y sabe que ha perdido la batalla, a pesar de que los signos externos puedan indicar lo contrario.

¿Cómo reaccionan sus lectores ante esta manera tan rotunda de plantear la trama de la novela?

La sensación que me llega por sus comentarios y correos electrónicos es que agradecen la claridad de ideas. Es cierto que «La sangre del pelícano» es sólo una novela, es decir, que no se trata, ni mucho menos, de un tratado teológico ni de un manual de ascética. Busco el entretenimiento, pero un entretenimiento que no esté enfrentado a la realidad. Lo que se narra en las cinco localizaciones del libro (Roma, París, Granada, Cantón y Nueva York) es posible, y eso provoca una identificación casi inmediata del público con los dos héroes de la novela: Albertino y Luigi, con los que sufren y disfrutan de sus aventuras.

¿Veremos pronto una segunda parte?

Aunque ahora estoy embarcado en otros proyectos literarios, no tengo duda de que Albertino Guiotta y el comisario no me quieren dejar tranquilo… No se tratará tanto de una segunda parte, porque el caso de «La sangre del pelícano» está cerrado, como de enfrentar a esta pareja tan singular a nuevos retos ante los que la fe y el ingenio humano puedan ganar la partida.

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LibrosLibres.com

Almudi.org - Título: «La sangre del pelícano»

ISBN: 1213456

Autor: Miguel Aranguren

Precio: 22.00 Euros

«El sacerdote Albertino Giotta escapó hace años de las garras del diablo. Pero el príncipe de la mentira ha vuelto dispuesto a urdir una terrible venganza. La batalla entre el bien y el mal no tendrá cuartel.

Albertino Giotta y el comisario Luigi Monticone, una de las más sugerentes parejas literarias de los últimos tiempos, se enfrentan -con la fuerza de la fe y la astucia- a unos horribles e inexplicables crímenes en la peor crisis de la Iglesia.»

Historias milagrosas y ejemplares de cristianos fieles

‘Vidas de los santos padres de Mérida’, edición de Isabel Velázquez

Escritos en el siglo VII estos relatos recogen historias milagrosas y ejemplares de cristianos fieles ante la persecución arriana.

Las Vidas de los Santos Padres de Mérida, es un relato anónimo del siglo VII, que narra la vida de los obispos de la ciudad emeritense durante el siglo VI.

El cuerpo fundamental del relato se centra en los Obispos Paulo, Fidel yVidas de los santos padres de Merida Masona, que fue perseguido por Leovigildo. La historia pues, señala también el conflicto entre la herejía arriana y la ortodoxia católica, en los años previos a Recaredo y su conversión en el tercer concilio toledano.

Isabel Velázquez, a quien se debe la traducción, introducción y notas de las Vidas, señala que esta obra «se inscribe dentro de los cauces y de los tópicos que enmarcan un género tan cultivado en la Antigüedad tardía cristiana en Occidente como es el de la hagiografía, y más en concreto el de las biografías hagiográficas de los viri sancti, con sus cualidades y sus limitaciones».

Pero, también nos indica que contiene numerosos datos de la historia de la ciudad, su organización y los hechos narrados están en relación con los acontecimientos políticos y sociales de la época. Además, algunos hallazgos arqueológicos han corroborado lo señalado en el relato.

Aunque la parte principal se refiere a los Obispos que ocuparon dicha sede, y singularmente a Masona, que hubo de enfrentarse a un impostor arriano, Sunna, y a la persecución de Leovigildo, que lo castigó con el exilio, también encontramos tres relatos más breves, y no constatables históricamente, que refieren las vidas de tres varones ilustres.

Se trata de un joven, Augusto, que tiene una visión de la vida eterna antes de morir, un monje atrapado por la gula y ladrón, que se convierte poco antes de morir y alcanza la misericordia del cielo, y un monje, Nancto.

Así como estos relatos tienen la función de mover el corazón de los cristianos, mostrando el valor de la vida santa o elogiando la vida eremítica, los dos finales señalando las virtudes de los obispos, verdaderos protectores de la ciudad, nos informan también del desarrollo de la diócesis y de la situación político-religiosa de la época.

También se señala, a lo largo de toda la obra, la importancia del culto a santa Eulalia, mártir de la ciudad, desde los primeros tiempos. A su protección recurren los protagonistas en los momentos difíciles, y su vida no deja de ser la afirmación de que lo que llevó a la joven Eulalia al martirio es lo que les mueve a ellos.

En la buena traducción que se nos ofrece, la lectura de estos relatos, resulta no sólo interesante por su interés histórico y cultural sino, también, gratificante.

Ciertamente, para el creyente, y descubriendo lo real bajo el velo del adorno estilístico, contienen notables enseñanzas. Así, a modo de ejemplo, cuando Leovigildo amenaza a Masona con el exilio este le dice:

«Si sabes que Dios está en todas partes, ¿por qué me amenazas con el exilio? Pues donde quiera que pienses enviarme ten por seguro que no me abandonará la piedad de Dios«.

La edición es muy cuidada. La introducción y las notas ayudan perfectamente a la comprensión de la obra proporcionando abundante información. Un trabajo muy meritorio que debemos a Isabel Velázquez.

VIDAS DE LOS SANTOS PADRES DE MÉRIDA
Edición de Isabel Velázquez
Trotta
Madrid 2008
125 páginas

 

Descubiertos nuevos sermones de San Agustín

Sábado, 3 de mayo 2008

La ciudad de Erfurt, al este de Alemania, asiste a un descubrimiento insólito: seis sermones de San Agustín de Hipona (354-430), uno de los padres de la iglesia y figura decisiva en la historia de la Filosofía occidental, han sido hallados tras permanecer seis siglos alojados en la Biblioteca Ampoliana de la Universidad de la ciudad, informa la BBC.

En 1412, el erudito Amplonius Rating de Berka donó 633 volúmenes manuscritos a la Universidad. En esos volúmenes iban los textos de Agustín, que son una copia escrita a mano en la primera mitad del siglo XII, probablemente en Inglaterra.

«Suponemos que los textos llegaron a Inglaterra desde el sur de Italia quizás aún antes del primer milenio y que allí se le sumaron otros textos» comenta a la BBC la investigadora Isabella Schiller, de la Universidad de Viena, que junto a sus colegas Dorothea Weber y Clemens Weidmann, descubrió los nuevos sermones del Santo.

Tres de las prédicas recién halladas versan sobre la limosna, y la necesidad de que los católicos contribuyan al sostenimiento de la Iglesia. Otras dos versan sobre las festividades de los mártires Cipriano de Cartago, Perpetua y Felícitas.

La Resurrección

Otro de lo textos, denominado «quinto sermón de Erfurt» discute la realidad de la resurrección de los muertos y defiende la fiabilidad de las profecías de las Sagradas Escrituras.