Pelé, el jugador que recibió el fútbol… de Dios

«Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar», decía cuando se atrevían a vaticinar el fin de su reinado futbolístico

Pelé es el futbolista considerado, por muchos, el mejor de toda la historia de ese deporte. El Comité Olímpico Internacional lo definió “el mejor futbolista del siglo XX”.

«Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar«, decía cuando se atrevían a vaticinar el fin de su reinado futbolístico. Desde 1962 dijeron que ese reinado había terminado: luego lo repitieron en 1966… «El hecho es que aquí estoy, dispuesto a jugar otra Copa del Mundo. Lo que Dios da, sólo Dios lo quita».

Decía que Edson Arantes do Nascimiento, mejor conocido como Pelé, hablaba con la tranquilidad de un clérigo medieval.

«- ¿No se siente en ocasiones prisionero de su propia fama? – le preguntó un periodista en 2015-

Él contestó:

– Bueno, algunas veces, pero Dios sabe a quién da las cosas y si Él me dio la fama, el cariño de millones de personas, la curiosidad de centenares de periodistas, el dinero, el don de saber jugar fútbol, también me dio la paciencia para soportar lo desagradable que esas circunstancias pudieran traer. Soy Pelé. Lo sé. Pelé es un conjunto de cosas y nada valdría aceptar las gratas y rechazar aquellas que no son».

Pelé, uno de los más admirados y poderosos astros del balompié es ícono y modelo para sus fanáticos y un «dios» para los brasileros. Pero él tenía al suyo, al verdadero y único Dios. No tenía el menor interés en disimularlo. Era uno de esos ídolos de este mundo que parecía dispuesto a involucrarlo en su día a día cada vez que viniera a cuento, de manera sencilla y muy natural. Tal vez por ello ha llevado su carrera sin divismo, sin la prepotencia y hasta los escándalos que acompañan la trayectoria de algunos famosos de las canchas.

Cuando se comentaba que sus habilidades parecían declinar, dijo: «Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar – repuso Pelé -. Desde 1962 dijeron que ese reinado había terminado; luego lo repitieron en 1966… el hecho es que aquí estoy dispuesto a jugar otra Copa del Mundo. Lo que Dios da, sólo Dios lo quita». Era la víspera del Mundial de México 1970 y Pelé seguía siendo la figura indiscutible de la selección de Brasil.

Confesó que ganaba menos que muchos otros futbolistas, sin embargo, colocaba al dinero en el puesto correcto: «Yo tengo dinero, pero ese dinero no me servirá de nada si no tuviera la conciencia tranquila y la certeza de que si lo tengo es porque lo he ganado con un gran esfuerzo y en forma totalmente honesta».

Consideraba su actuación en las canchas deportivas un producto, más que de sus habilidades y cualidades, «un don del cielo, algo que me dio Dios».

«Tengo mucha fe en Dios»

5 mensajes inspiradores de Pelé en 2022

El astro brasileño fue hospitalizado una vez más en Brasil y las oraciones se multiplicaron en todo el mundo. Sin embargo, en medio de las dificultades, Pelé no deja de mostrarse confiado en Dios.

Mientras el planeta fútbol sigue embelesado con el desarrollo del Mundial de Qatar 2022, uno de sus más fieles representantes –leyenda del buen juego-, Edson Arantes do Nascimento (o simplemente Pelé) se transformó en noticia por una nueva hospitalización.

Es que lo sucedido con el astro brasileño –tres veces campeón de mundo- ha generado máxima preocupación, con rumores de todo tipo, algo que ha provocado que la propia familia tuviera que aclarar que su internación en San Pablo se debió a una infección en el pulmón.

La salud de Pelé, desde hace varios años ha ofrecido varias alertas por problemas de columna, cadera, rodilla y hasta crisis renales. Entre ellos también lo sucedido en 2021 con la identificación de cáncer de colon.

Sin embargo, en medio de estas dificultades, en horas que no parecen fáciles y con oraciones que se han multiplicado en el mundo por su salud (incluso hinchas de su querido Santos Fútbol Club que se reunieron para rezar a las puertas del hospital), la fe de Pelé en Dios parece inquebrantable.  

Precisamente, sus referencias a Dios en diversas etapas de su vida, así como mensajes cargados de trascendencia y hasta empatía con los que más sufren ha sido algo destacable de Pelé en sus últimos años.

A continuación el recuerdo de cinco mensajes inspiradores de Pelé en el último año, momento en que todos rezan por una persona que hizo felices a millones a lo largo de los años con su estilo de juego y perseverancia:

1 UN REGALO DE DIOS

El pasado 23 de octubre, «O Rey» cumplió 82 años y una vez más expresó a través de las redes sociales que eso ha sido «un regalo de Dios».  «En mi cumpleaños, solo quiero expresar mi gratitud. La vida es buena. Cumplir 82 años con mi familia, con buena salud, es el mejor regalo. Gracias por todo lo que he recibido», agregó Pelé a través de Instagram y con una cruz en el pecho. Un mensaje que no hace más que confirmar aquello de la importancia del agradecimiento a Dios en diversas etapas de la vida como los aniversarios.

2 EL FÚTBOL PUEDE UNIR

El papa Francisco, como «buen» sudamericano es un aficionado al fútbol desde niño. Como pontífice han sido varias las ocasiones en la que ha podido hablar de este deporte con mensajes de trascendencia donde aparece aquello de la disciplina, el sacrificio, pero también la fraternidad entre los pueblos.

Precisamente, el pasado 23 de noviembre, al término de la audiencia general, Francisco habló por primera vez públicamente del Mundial de Qatar 2022. Fue ahí donde señaló, tal cual recordó la nota de Ary Waldir Ramos Díaz en Aleteia, su deseo que el torneo «sea una oportunidad de encuentro y armonía entre las naciones, favoreciendo la fraternidad y la paz entre los pueblos».

Algo similar expresó Pelé en las últimas semanas cuando a través de Instagram publicó una foto en la que se lo ve firmando autógrafos y haciendo referencia a aquello del «fútbol como unión».

«Es increíble cómo el fútbol puede unir a la gente. Esta foto fue tomada en México, durante la Copa del Mundo de 1970. En ese momento, era mucho más difícil ver los campeonatos nacionales de otros países, pero aun así, recibí mucho cariño de fanáticos de todo el mundo», dijo Pelé en ese ese entonces, algo que deja de manifiesto aquello del deporte también como sinónimo de la «cultura del encuentro».

3 EL DEPORTE UN ACTO DE AMOR

En los primeros días de octubre, una nueva tragedia enlutó al mundo del fútbol. Tras una estampida en un estadio de Indonesia, los informes preliminares dieron cuenta de unos 125 fallecidos, entre ellos varios niños.  Más allá de los detalles de lo sucedido, el propio Pelé se mostró consternado y también se expresó en redes sociales con referencias a aquello al amor al prójimo. 

«Este fin de semana hemos sido testigos de una de las mayores catástrofes de la historia del fútbol. Hay al menos 32 niños, entre 125 muertos. Deseo mucha paz y amor a todo el pueblo de Indonesia. La violencia no va con el deporte. No hay dolor de derrota que pueda justificar que perdamos el amor al prójimo. El deporte debe ser siempre un acto de amor», dijo Pelé.

4 HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN

Con la asistencia a un rival en plena cancha de fútbol que parecía acalambrado, así quiso ilustrar Pelé otro de sus mensajes en 2022. En este caso, con palabras vinculadas a aquello de la necesidad de la amabilidad y la empatía para lograr un mundo mejor.

«»Haz el bien sin mirar a quien». Puede sonar a cliché, pero hay una enseñanza muy importante en esta oración. La amabilidad y la empatía son valores fundamentales en la construcción de un mundo mejor. El futuro nos pertenece a todos».

5 TENGO MUCHA FE EN DIOS

Aquí uno de sus mensajes inspiradores más recientes y quizás el que mejor resume lo que ha sido la vida de Pelé, «el jugador que recibió el fútbol de Dios», tal cual se titulaba una nota de Aleteia escrita por Macky Arenas.

«Mis amigos, quiero mantener a todos tranquilos y positivos. Estoy fuerte, con mucha ilusión y sigo mi tratamiento como siempre. Quiero agradecer a todo el equipo médico y de enfermería por todos los cuidados que he recibido», dijo Pelé en alusión al parte médico difundido el 3 de diciembre en referencia a su estado situación.

«Tengo mucha fe en Dios y cada mensaje de amor que recibo de ustedes en todo el mundo me mantiene lleno de energía», añadió Pelé, quien confirmó una vez más que su vida está en manos de Dios. Y así lo quiere mostrar al mundo en una de sus horas más difíciles.   

¿Dios sana «on line»?

El sorprendente caso de Mónica

«Durante la transmisión, dije: Señor Dios, o haces algo o ya no sé qué hacer. Y cuando oraban por la sanación, simplemente me acosté. Escuché, escuché… y en algún momento me quedé dormida»

La sanación repentina de un mal físico o espiritual por el poder divino es una realidad controvertida.

Cuántas personas a lo largo de la historia aseguran haberse curado por la acción de Dios -directa o a través de personas, signos, acciones,…- o haber sido testigos de un milagro de sanación… Varios casos aparecen en los Evangelios.

La Iglesia es prudente ante este tipo de hechos extraordinarios. Sabe que el Creador suele manifestarse a través de las leyes naturales que estableció. Y que los abusos y engaños pueden hacer mucho daño.

Sin embargo, también reconoce que el poder ilimitado del Amor puede en ocasiones expresarse de manera sobrenatural.

¿Fue el caso de Mónica? La edición polaca de Aleteia recogió su testimonio de una asombrosa sanación a través de la transmisión en directo de una oración.

Agujero negro

Era una tarde ordinaria. Para Mónica, una de tantas recientes, no tenía fuerzas para nada más que para estar en la cama. 

Depresión prolongada, miedo al futuro, falta de esperanza, todo ello inundado de recuerdos difíciles. Hasta el punto de pensar: ya no quiero vivir así.

«Estuve mayormente acostada, no tenía ganas de hacer nada, era una especie de agujero negro».

Así es como Mónica recuerda cómo estaba hace más de un año. No tenía trabajo y todo en su vida parecía demasiado complicado.

También recuerda su infancia difícil y cuánto extrañaba lo más importante en ese momento: el amor de sus padres. 

«Papá murió cuando yo tenía un año y medio. Mi madre se fue al extranjero cuando yo tenía once años. Nos quedamos mi hermano y yo con un padrastro que era alcohólico. Crecí prácticamente sin padres. Todo esto hizo que mi autoestima fuera muy baja«, dice.

Y con los años, hubo más experiencias que solo profundizaron el pozo aún vacío donde debía haber habido amor. 

Y así llegó a un lugar que parecía sin esperanza. Sin esperanza en un mañana mejor. Sin fuerzas para luchar por ti mismo de nuevo.

Palabras directas al corazón

Impotente ante esta situación, se encontró con el padre Adam Szustak. Así lo recuerda:

«Un amigo literalmente me arrastró hasta allí. Recuerdo las palabras que escuché allí y me tocaron profundamente. 

El padre Szustak comenzó a decir que a veces nos paramos frente al espejo, nos miramos y decimos que todo es inútil. 

Pero no se detuvo ahí. Empezó a hablar de la luz, del amor de Jesús. Y todo fue directo a mi corazón«.

Mónica obtuvo entonces la chispa de esperanza que necesitaba en ese momento. Se sintió mejor por un momento. 

«Tenía más energía, pero todavía no la suficiente para levantarme de la cama», concluye.

Una oración transmitida en directo

Unas semanas después, el 28 de octubre del 2021, Marcin Zieliński dirigió una oración de sanación en Varsovia. 

Mónica no logró llegar allí, pero la oración fue, afortunadamente para ella, transmitida en línea.

«Me conecté a esa transmisión. Primero fue la Misa. Recuerdo que durante la transmisión dije: Señor Dios, o haces algo o ya no sé qué hacer. Y cuando oraban por la sanación, simplemente me acosté. Escuché, escuché… y en algún momento me quedé dormida. Me desperté a la mañana siguiente. Y… ¡era una persona completamente nueva!».

¿Cómo es posible? Mónica lo explica así:

«Dios realmente actuó. Mis pensamientos depresivos se habían ido, tenía la cabeza clara y liviana, un corazón que ni siquiera tenía las cicatrices del pasado. Recibí mucho amor y sentí que estaba muy cerca de Dios, literalmente sumergida en Él, como si Él estuviera completamente dentro de mí».

Además, Mónica afirma haber sentido algo desconocido para ella hasta ese momento.

«Un gran amor, felicidad, alegría: lo sentí todo. Era una unión con Dios nada forzada, todo era tan natural… También me vino una comprensión muy intuitiva de la fe. Hasta entonces mi fe había ido y venido. Nunca antes había tenido tal experiencia de fluir con gracia. Nada era un problema para mí. Fue increíble».

Y a esto le siguió otra mirada nueva y desconocida sobre sí misma. Mónica explica:

«Dios también sanó mi propia autoestima como mujer. Esta experiencia duró más de medio año. Empecé a ver la vida de manera diferente, a mí misma».

«Un corazón nuevo, impecable»

Pero no se trataba solo de sentirse mejor, de tener fuerzas para vivir y ser feliz. Se produjeron cambios que no solo ella veía. 

Después de mucho tiempo, Mónica encontró un nuevo trabajo. Y como ella dice, se sentía diferente en él que en cualquiera de los anteriores. Porque mirarse a uno mismo de un modo distinto cambia muchas cosas. 

«Me comporto de manera diferente en el trabajo, siento mi valor, y esto se traduce en más contactos laborales».

La forma en que aborda las relaciones, especialmente entre hombres y mujeres, también ha cambiado. «Me siento lista para amar: para amarme a mí, a Dios, a los demás y a un hombre».

Hoy, Mónica tiene 47 años y su corazón, asegura, es «nuevo, impecable».

¿Qué significa «creer en Dios»?

En países occidentales es bastante común que la gente «crea» en Dios, a final de cuentas vivimos en una sociedad creyencera y supersticiosa, llena de tradiciones que mezclan lo terrenal con lo divino.  Pero ¿qué significa “creer en Dios” según la Biblia?

Por lo general la mayoría de personas equipara el «creer» con el concepto de que «Dios existe«.  Tal afirmación (aunque correcta) es apenas el comienzo y por ende claramente insuficiente para salvación, tal y como lo advierte duramente la Biblia:

«Tú crees que hay un solo Dios.  ¡Qué bien!  Pero también los demonios lo creen, y tiemblan.«  (Santiago 2:19)

Quiere decir que si aún los demonios «creen» que Dios existe (y hasta tiemblan!), podemos concluir que el «creer» entonces no es suficiente para salvarse de la condena eterna.  Entonces, ¿qué dice la Biblia al respecto?  ¿Cuál es el enfoque correcto de «creer en Dios» como requisito de salvación?

Aunque suene raro, primero debemos definir ¿en qué “dios” creemos?  ¿En el Dios eterno y verdadero revelado en las Escrituras, perfectamente santo y justo, Padre, Hijo y Espíritu Santo (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/21/la-trinidad/ ), o algún ídolo o dios falso o sustitutivo? (Mahoma, Buda, la virgen, algún ángel, algún «santo«, etc.).  

Y en segundo lugar, ¿exactamente QUÉ creemos o esperamos acerca de ese “dios”?  Al final de cuentas, todos los enredos doctrinales salen de alguno de estos puntos, y como veremos a continuación, al estudiar lo revelado en la Biblia se aclaran todas las dudas del correcto significado de “creer en Dios”.

«Pues aunque hay muchos a los que llaman dioses, en el cielo y en la tierra, y los hay, para nosotros sólo hay un Dios: el Padre, de quien vienen todas las cosas y quien nos hizo para él; y sólo hay un Señor: Jesucristo, quien lo creó todo y nos da vida.»  (1 Corintios 8:5-6)

Entendamos que el título “dios” es genérico y no es exclusivo del cristianismo, es por eso que la Biblia va más allá y declara explícitamente que debemos creer en JESÚS, que por supuesto es una posición menos popular, y como diríamos en buen tico «aquí es donde la mula botó a Jenaro«.

Mucha gente dice creer en el “dios” genérico, de hecho la mayoría de las religiones utilizan el título “Dios”, pero nunca en el nombre de “Jesús” (así no se comprometen mucho).  Por lo tanto, no basta con “creer en Dios” (aunque con buenas intenciones), sino que debemos creer en Jesucristo, el eterno Hijo de Dios como el ÚNICO SALVADOR (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/23/salvados-pero-de-que/ ).

«Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna.  Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.  El que cree en el Hijo único de Dios no será condenado, pero quien no cree en él ya está condenado.»  (Juan 3:16-18)

¿Pero qué implica esto exactamente?  ¿Debemos simplemente creer que Él existió como un personaje histórico?  ¿Debemos creer que Él fue simplemente «un buen hombre«, o «un gran profeta de Dios«, o «un mártir más que murió por la verdad«?  Nuevamente, ¡debemos ser más específicos en nuestro entendimiento, como base adecuada de nuestra Fe!

¡Sin la Fe de nuestro corazón descansando firmemente en la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz según lo revelado en la Biblia, podríamos estar arriesgando nuestra salvación eterna (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/20/sean-agradecidos-pero-de-que/)!

«El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no cree en el Hijo no sabrá lo que es esa vida, pues siempre estará bajo el castigo de Dios.»  (Juan 3:36)

«Les aseguro que el que presta atención a lo que digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, porque ha pasado de la muerte a la vida».  (Juan 5:24)

«Si creen ustedes que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y el Salvador, ustedes son hijos de Dios.»  (1 Juan 5:1)

Por otro lado, muchos quieren tener un dios «a la medida», algo así como el genio de la botella, al que le dan órdenes o le dicen como hacer mejor su trabajo.  Cuánta ignorancia de quién es Dios!!! (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/16/cual-es-el-caracter-de-dios-y-cuales-son-sus-atributos/ ).  Si yo soy el que manda, yo soy el que sabe lo que es correcto y yo soy el que decide el mejor plan de acción, claramente estoy siendo mi propio «dios» y no estoy siguiendo al Dios de la Biblia, al Dios Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente revelado al hombre!

«Como han visto, no estoy tratando de ganármelos ni de quedar bien con ustedes.  Al único que trato de agradar es a Dios.  Si todavía buscara agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.»  (Gálatas 1:10)

«Por otra parte, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos.  ¡Con cuánta mayor razón debemos someternos al Padre de los espíritus, para que tengamos vida!  (Hebreos 12:9)

Lamentablemente llegamos a la conclusión que muchos quieren las ventajas de la salvación pero no las desventajas de la sumisión, en otras palabras quieren que Cristo sea Su Salvador pero NO Su Señor (=amo o dueño), y el paquete viene junto!  El plan de Dios es «binario»: o se acepta todo o se rechaza todo, o se es hijo de Dios o hijo de Satanás, no hay término medio (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/21/el-plan-binario-de-dios-para-el-hombre/ ). Veamos un ejemplo bíblico que nos ilustra bien el concepto:

«Hacía tiempo había en la ciudad cierto hombre llamado Simón, que practicaba la magia y engañaba a la gente de Samaria, diciendo ser alguien grande.  Todos estaban atentos a él, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: “¡Este sí que es el Poder de Dios, llamado Grande!”.  Le prestaban atención, porque con sus artes mágicas les había asombrado por mucho tiempo. Pero cuando creyeron a Felipe mientras anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.  Aun Simón mismo creyó, y una vez bautizado él acompañaba a Felipe; y viendo las señales y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.

Los apóstoles que estaban en Jerusalén, al oír que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, los cuales descendieron y oraron por los samaritanos para que recibieran el Espíritu Santo.  Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos el Espíritu Santo; solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.  Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.  Cuando Simón vio que por medio de la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo:

Denme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.  Entonces Pedro le dijo: ¡Tu dinero perezca contigo, porque has pensado obtener por dinero el don de Dios!  Tú no tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.  Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque veo que estás destinado a hiel de amargura y a cadenas de maldad.»  (Hechos 9-23)

Leemos entonces que Simón en teoría “creyó” (y hasta se bautizó!), pero su corazón no era recto delante de Dios.  Tenía un acuerdo mental pero su corazón estaba mal, él sólo quería los beneficios de la salvación que ofrecían los apóstoles, pero por motivos egoístas y de lucro personal, no por sumisión ni servicio a Dios.  Muchos de los que hoy profesan Fe en Dios no hacen más que estar de acuerdo mentalmente; pero esa fe no ha «bajado» al corazón.  Lo triste es que es tipo de fe NO SALVA, de nuevo, pretenden recibir a Jesucristo como su «Salvador«, pero NO su «Señor«, y con ello están tan condenados al infierno como aquellos que no creen en absoluto.

«Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.  Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación.»  (Romanos 10:8b-10)

El corazón es el tema principal ante Dios, ¡no la cabeza!  Es por eso que debemos asegurarnos de creer con todo nuestro ser y no sólo con la cabeza.  Millones y millones perderán el Cielo debido a este mismo error, la justicia imputada viene por la fe en la obra salvadora de Cristo en la cruz (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/24/por-la-fe/ ).

Creer “en” Dios Todopoderoso y “en” Su Hijo el Señor Jesús conlleva absoluta confianza, debemos depender Su Misericordia y Gracia en lugar de confiar en nuestra «bondad«.  Al entregarle nuestra vida a Cristo significa que ya no nos pertenece a nosotros, nos entregamos voluntariamente para que Él sea nuestro «Señor» y debemos confiar en TODO, Él es quien manda y nos sostiene.  Ese es todo el tema del sacrifico expiatorio y sustitutivo en la cruz, de manera que sea por Su obra y no por la nuestra que seamos declarados justos ante el Dios de la Biblia!

«Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.  Es así porque todos hemos pecado y no tenemos derecho a gozar de la gloria de Dios.  Pero Dios, por su gran amor, gratuitamente nos declara inocentes, porque Jesucristo pagó todas nuestras deudas. Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados.  Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia.  De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.  ¿De qué podemos jactarnos entonces?  Absolutamente de nada. ¿Por qué?  Porque nuestra salvación no depende de la obediencia a la ley, sino de la fe.»  (Romanos 3:22-28)

Ya TODO está hecho, lo único que nos toca es arrepentirnos y confiar exclusivamente en el sacrificio de Jesús como el pago total de la sentencia de muerte que existía sobre nosotros (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/22/por-que-tanta-terminologia-legal/ ). Gracias a Dios por semejante regalo inmerecido.

(Basado en parte de https://forwhatsaiththescriptures.org/2019/02/11/believe-in-god/)

Fibonacci: ¿La fórmula de Dios?

Un video hipnotizante revela la misteriosa matemática escondida tras el aparente caos y aleatoriedad de la naturaleza

«La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad», afirma el primer párrafo de la encíclica Fides et Ratio (Fe y Razón), de san Juan Pablo II.

A medida que avanza la ciencia nos ayuda cada vez más a mirar y entender la inteligencia que fundamenta el universo, revelando que, por detrás del aparente caos y aleatoriedad de la naturaleza, existe un orden y un «lenguaje en código» que remite a la pregunta inevitable:

«¿Será incluso que todo esto es mera obra de la casualidad?»

Uno de los códigos más fascinantes de la naturaleza está revelado por conceptos como la “Proporción áurea”, la “Secuencia de Fibonacci” y el “Número de Oro”.

Leonardo Fibonacci entendió que, en una sucesión de números que parten del 0 al 1, los números siguientes se obtienen por medio de la suma de dos antecesores.

  0+1=1;

1+1=2;

1+2=3;

2+3=5;

3+5=8;

5+8=13…

La secuencia infinita de esos resultados, por lo tanto es 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377…

De esta secuencia, al dividirse los números restantes por el anterior, se extrae una constante conocida como “el número de oro” o “phi”: 1,618 (no confundir con “pi”, que es otra constante matemática y equivale a 3,14159…).

Con base en estos conceptos, se construyeron el rectángulo áureo y la espiral áurea, que puedes admirar en el video de arriba, Nature by Numbers (La naturaleza a partir de los números). Producido por Cristóbal Vila y por Etérea Studios, presenta la dinámica de la organización de la naturaleza a partir de la secuencia de Fibonacci y del número de oro.

Es un corto publicado en la plataforma Vimeo, que, dependiendo de la velocidad de tu conexión, puede tardar un poco más en cargarse debido a la resolución de alta calidad. Si este es tu caso, por favor se paciente ya que vale la pena: ¡el resultado es extraordinario!

Para entender mejor las matemáticas involucradas en estos “números mágicos”, echa un vistazo a la explicación ofrecida en el siguiente video…