LAS CONSECUENCIAS FUNESTAS DE LA TECNOLOGIA

Mario E. Fumero

El mundo está abatido frente al fenómeno del desempleo. En Honduras más del 50% de la fuerza laborar no tiene trabajo, En España hasta la fecha (2011) hay más de 4,500,000 desempleados, en los Estados Unidos el desempleo alcanza más del 20%, y así ocurre en casi todo los países del mundo, y las dos grandes preguntas al respecto son 1º ¿Cuál es la causa del desempleo? y 2º ¿Qué causa tal aumento del desempleo?.

Comenzare con la primera pregunta. ¿A qué se debe tanto desempleo? Los economistas culpan a la recesión económica y a factores políticos-sociales, pero en realidad, esto son hechos subyacentes, porque el real problema del desempleo radica en el avance tecnológico. Veamos algunos ejemplos. Antes en un banco se ocupaban a muchos empleados para atender las operaciones bancarias, pero una vez entro la informática, y se proliferaron los cajeros automáticos, muchos de estos empleados fueron despedidos, y ahora una computadora o un cajero automático pueden hacer el trabajo de varios contables. Antes, para abrir un zanjo, se ocupaban una cuadrillas de personas, más de 30 0 40 trabajadores, pero hoy, una maquina hace en un día, lo que antes hacían 50 hombres en un mes. Antes las oficinas de correo empleaban a  muchos carteros y empleados, circulaban muchas cartas, hoy con el internet y el sistema de correo electrónico, los correo nacionales están en quiebra, y miles de empleados han sido despedido. De igual forma habían muchos telegrafistas, que hoy han desaparecido, incluso el personal de telefonía son despedido, porque los celulares y las maquinas contestadoras hacen este trabajo. Aun en los aeropuertos, cada vez se ocupan menos despachadores, porque ya existe  el chequeo automático. En Florida todas las casetas de peaje que usaban a cientos de personas que cobraban  los vehículos, dejaron de trabajar, porque el sistema de peaje es automatizado con un sunpass. Aun los supermercados, en muchos países, no necesitan empleados, porque se usa el sistema automatizado, en fin, todo lo tecnológico produce reducción de personal, y mientras la tecnología nos invade, se anulan miles de puesto de trabajo. Así que mientras la población mundial crece, la oportunidad de trabajo disminuye porque la tecnología nos anula.

La segunda causa que genera el desempleo es el hambre. Este problema que es profético según Mateo 24:7 produce  la delincuencia y genera la corrupción, y las drogas, llevando a la sociedad a la violencia. Si no tengo trabajo y tengo que comer, en algún sitio tendré que buscarme la vida. Entonces aparece el robo, el secuestro, el chantaje, el narcotráfico  y todas las formas ilegales de conducta, muchas veces estas acciones obedecen a impulsos no deseados, ni premeditado en hacer un mal, sino que busco solventar una situación insoportable. La falta de empleo es el factor desestabilizador de toda la sociedad. Si no hay dinero, no hay venta, entonces baja la producción, disminuye el consumo y aparece más desempleo. Después aparecen los fenómenos climáticos  que destruyen las cosechas, y caemos en un círculo vicioso del cual no hay salida fácil. Esta es la realidad que vivimos y que revelan las Palabras proféticas de la Biblia respecto a la condición dominante en los últimos tiempos. En otras palabras, estamos atrapado en nuestro propio progreso, y el futuro es sombrío, aunque para los tecnológicos es maravilloso.

Email.   mariofumero@hotmail.com

Web:  http://www.contralaapostasia.com

Las trampas de satanás para los hijos de Dios

Lucifer es inteligentísimo, además de ser astuto. Emplea la astucia para urdir asechanzas, pero emplea la inteligencia para pensar si puede arruinar a una criatura

Conozca a su enemigo

Jesus dice: «»Lucifer es inteligentísimo, además de ser astuto. Emplea la astucia para urdir asechanzas, pero emplea la inteligencia para pensar si puede arruinar a una criatura y cuándo y cómo puede hacerlo y, por lo tanto, apenarme.

Puedes estar segura de que jamás derrocha inútilmente su tiempo. Y como tiene mucho que hacer en la numerosa población del globo, por más que sea omnipresente en la Tierra y por más que la exigua atención del hombre y su escasa voluntad hacia el bien conviertan la ya enorme potencia de Lucifer en casi omnipotencia sobre las criaturas, tiene que calcular bien su tiempo y no perder un minuto para trabajar con provecho.

Con el nefasto provecho de colmar sus cofres infernales con los tesoros que le roba a Dios, es decir, las almas.

En verdad, es un incansable trabajador. En lo alto, el Incansable obra el bien para vosotros. En las profundidades, el incansable obra el mal para vosotros.

Y en verdad te digo que éste es más afortunado que Dios. Sus conquistas son más numerosas que las mías. Mas, como puedes comprender bien por la premisa, aun siendo astuto e inteligente, estando tan atareado no puede concederse el lujo de ocuparse de todos en igual medida. Y no se lo concede.

¡Oh, aunque lo sea en el ámbito del mal, es un asceta de la idea que persigue, está entregado por completo a ella, no se distrae, no se aviene a transacciones ni a desfallecimientos ni a postergaciones! ¡Oh hombres, si vosotros fuerais en cuanto al bien lo que es Satanás en cuanto al mal! Mas no lo sois.

Cuando una criatura nace a la inteligencia, Lucifer se ocupa poco de ella; se limita a observarla escudriñándola como a un probable chivo de su rebaño infernal en el futuro.

Pero a medida que la criatura comienza a saber pensar, a saber emplear su voluntad, es decir, cuando ya ha pasado los siete años, Lucifer aumenta sus atenciones y empieza su adoctrinamiento. El ministerio angélico instruye y conduce a los espíritus con pala bras de luz.

El ministerio satánico instruye e instiga a los espíritus con palabras de tinieblas.

Es una lucha interminable.

Que venza o pierda el uno, que venza o pierda el otro, el ángel de la luz y el ángel de las tinieblas combaten en torno a un espíritu hasta el último minuto de su vida mortal, para arrebatarse recíprocamente la presa, el uno para devolvérsela a su Señor, en la luz, luego de haberla tutelado por todo su día terrenal; el otro, para arrastrarla consigo en las tinieblas si, por último, la victoria fue suya.

Mas, entre esos dos que combaten, hay otro ser que, en el fondo, es el personaje más importante: está el hombre por el cual los dos combaten.

Está el hombre, libre de seguir su voluntad y dotado de inteligencia y razón, munido de la fuerza incalculable de la Gracia, que le ha concedido el Bautismo y que los Sacramentos le mantienen y aumentan. Como tú sabes’, la Gracia es la unión del alma con Dios.

Por este motivo, tendría que daros una fuerza tal que os hiciera inaferrables e incorruptibles ante las insidias y corrupciones satánicas, puesto que la unión con Dios tendría que convertiros en semidioses. Mas, para permanecer siendo tales, hay que quererlo; hay que decirle a Satanás y decirse a sí mismos: «Yo pertenezco a Dios y quiero ser sólo de Dios».

Por eso es necesario obedecer los preceptos y consejos; por eso es necesario un esfuerzo continuo para seguir, perseguir, conquistar el bien, un bien cada vez mayor; por eso es necesario observar absoluta fidelidad y constante vigilancia; por eso es necesario heroísmo para vencerse a sí mismos y vencer lo exterior, frente a las seducciones de la concupiscencia trina y en sus múltiples aspectos. Pocos, muy pocos, excesivamente pocos, saben hacer estas cosas.

Entonces, ¿qué pasa? Entonces, Satanás se ocupa poco de ellos, que pueden ser capturados fácilmente, cuando él lo quiera y que, una vez capturados, se muestran inertes, sin intentar huir. Actúa con ellos como el gato con el ratón. Les coge, les aprieta un poco, les aturde y luego les deja, limitándose a propinarles un nuevo zarpazo, un nuevo mordisco, si advierte la señal de una tímida fuga.

Pero hace sólo eso. Sabe que son «suyos» y no pierde mucho tiempo por ellos ni usa mucha inteligencia.

¡En cambio, con los «míos», con los «míos» es otra cosa! Los «míos» son la presa que aguijonea sobremanera su hambre maligna. Son los «inaferrables».

Y Satanás, como es un cazador experto, sabe que es meritorio capturar la caza difícil. Son la «dicha» de Dios. Y Satanás festeja mucho cuando puede darle un dolor a Dios, cuando puede ofenderle y desilusionarle.

Vive de odio. Del mismo modo de que Dios vive de amor. Él es el Odio. Así como Dios es el Amor. El Odio es su sangre. Así como el Amor es la mía.

He aquí por qué multiplica los cuidados y la vigilancia en torno a uno que es «mío».

Entrar en una fortaleza desmantelada es un juego de niños. No le interesa al cruel rey del Infierno.

Le interesan las fortalezas de Dios, las rocas puras y lisas, límpidas como el cristal, resistentes como el acero, que llevan esculpido en todas partes, aun en las honduras más profundas, el Nombre más santo: el Nombre de Dios.

Es más: propio de esas profundidades, el nombre filtra como un fluido que emana desde lo íntimo al exterior. Es el Nombre que aman, que sirven, que pronuncian, con el espíritu en adoración, a cada latido de su corazón.

Por eso, el gozo de Satanás consiste en cogerles, en cogeros, en arrebataras a Mí, en borrar ese Nombre de vuestro ser trino, hecho de espíritu, carne y razón, y hacer de vosotros, que sois las flores de mi jardín, inmundicia para su infierno y luego reír, arrojando su risa blasfema contra el trono divino, reír por su victoria sobre el hombre y sobre Dios.

Cuanto más sois «míos», más se empecina en haceros suyos. Y, como en vosotros existe una voluntad y una vigilancia asiduas, él, el Astuto, no os sigue y persigue con el método que emplea con los demás. Por el contrario, os ataca a traición, manteniendo distancias cada vez más largas, en los momentos más imprevisibles y con los motivos más inesperados.

Se aprovecha del dolor, de la necesidad, del abandono, de las desilusiones y se abalanza como una pantera sobre vuestra desconsolada debilidad, sobre vuestra atónita debilidad de ese momento, con la esperanza de venceros esta vez para rehacerse de todas las veces en que le habéis vencido.

¿Cuáles son sus medios? Son infinitos. ¿Cuál es su método? Es uno solo: la dulzura benévola, engañosa, la palabra meditada y calma, la apariencia de un amigo que ayuda, que está dispuesto a ayudar.

¿Ya has sufrido estos asaltos? Los sufrirás aún, serán numerosos y cada vez más astutos. ¡Oh, qué rencor hacia Mí y hacia ti! Cada vez más sufrirás estos asaltos y serán tan sutiles que lograrán engañar hasta al más listo.

Quiero decir «listo» desde un punto de vista humano pues, ¡sonríe, oh alma que amo!, la sencillez que está impregnada totalmente de Dios, y que así se conserva, es impenetrable a cualquier sutileza.

Los asaltos herirán tu carne. Mas la cicatriz que marca la carne representa el honor del soldado y afirma: «Esta señal es la prueba de una batalla viril».

Y cuanto más la carne del soldado está marcada por estas señales, tanto más el mundo se inclina ante ese valiente.

En las batallas espirituales sucede lo mismo.

Y vuestras heridas, que no dañan el espíritu sino que cubren de livor solamente la envoltura del espíritu-rey, constituyen vuestro honor. Y por ellas seréis honrados en el Cielo.

En verdad te digo que llamáis «mártires» sólo a los que perecieron por obra de los tiranos.

Pero lo son todos mis santos, porque para ser santos debieron sufrir la persecución de Satanás y aun así, mantenerse fieles.

¡Gloria a los que vencen! Las palmas celestes son para vosotros».

María Valtorta:


Los cuadernos. 1943; 1944; 1945

Los Cuadernos recogen escritos sobre temas ascéticos, bíblicos, doctrinales, de crónica autobiográfica, además de descripciones de escenas evangélicas y de martirios de primeros cristianos.

EL BALANCE DE LOS CREYENTES

Los judíos guardan la ley de Dios (Toráh) pero no creen en el mesías. Los cristianos creen en el mesías, pero no guardan la ley de Dios porque están bajo el “nuevo pacto”, porque “son salvos por fe y no por obras”, porque la ley de Moisés fue abolida. 

¿Cuándo Yeshua dijo “conocerás la verdad y la verdad te hará libre” (Juan 8:31) a que verdad se refería? Si el vino a cumplir la ley (Toráh) y no ah abolirla, si estamos bajo el nuevo pacto que el padre nos prometió por medio del profeta Jeremías de poner su ley en los corazones y escribirlos en la mente de Israel y de Judá, donde también nos dijo que él será nuestro Dios y nosotros su pueblo (Jer 31:33). Profecía de la cual el apóstol pablo hizo referencia en los capítulos de Hebreos 8 al 10, dándonos una interpretación extensa de que significa esa nueva alianza, de cómo no necesitaríamos más hacer sacrificios en el templo porque ya el mesías fue nuestro cordero sacrificado para siempre, completando así esa parte de la ley. Pero luego en Hebreos 10:16 vuelve pablo a recordarnos esas palabras del profeta diciendo que a través del espíritu santo podemos confirmar este nuevo pacto. «Pondré mis leyes (Toráh) en su corazón y las escribiré en su mente». ¿Entonces cómo podemos decir que la ley es de Moisés? ¿De los judíos? Cuando claramente los profetas y toda la Biblia nos indica que la ley es de Dios dada a Moisés para el pueblo y no de Moisés para los judíos.

Es cierto, en Efesios 2: 8-9 dice que somos salvos por gracias mediante de la fe y no por obras, pero… ¿Nadie ha leído Efesios 2 completo? ¡Por qué lo primero que dice Pablo es que estábamos muertos por nuestras transgresiones y pecados! ¿Qué es pecar? ¡Bueno, eso es algo que cada persona interpreta como quiere hoy en día! Pero para los que dicen creer en la Biblia entonces deberían tener bien claro que el pecado es infringir la ley que Dios le dio a su pueblo. El versículo 10 nos dice que fuimos creados por Dios PARA LAS BUENAS OBRAS y debemos ponerlas en práctica así que, si el pecado es la infracción de la ley de Dios, eso significa que las buenas obras es el cumplimiento de la misma. Lo que Yeshua vino anular fue todas esas leyes originadas por hombres que se apartaban completamente de la Toráh dada a Moisés, escrita dela misma mano de Dios. Todo ese libro que el padre fue dándole a Moisés por tantos años y el cual dejo escrito para que tú yo pudiéramos leer y obedecer hoy y así prepáranos para la venida de nuestro rey. Por eso el versículo 15 dice que el ánulo esa ley que consiste en mandatos y reglamentos para ponerle fin a esa enemistad entre los dos pueblos (Israel y Judá). Para que los dos pudieran entrar por medio del espíritu santo y de su sangre derramada a esa renovación del pacto que hizo Dios con su pueblo cuando los libero de Egipto.

Amado de Dios, si tú crees en el mesías, no te sientas como un gentil, ¡no vuelvas a permitir que nadie te diga que eres un gentil! Si él te rescató, te limpio con su sangre y te hizo libre, es para que entiendas que el vino a darle la verdadera interpretación a la ley de Dios, que a través de Él conoces la verdad, y esa verdad te hace libre. Grábate el verso 19 de Efesios 2. Tú eres Israel, tú eres un ciudadano del pueblo de Dios, ¡eres familia! Las promesas del Padre son tuyas, pero recuerda que todo ciudadano debe cumplir la ley en donde mora, y eso mismo le pide Dios a su pueblo. Me encanta el saludo de Santiago, “saludo a las doce tribus perdidas de Israel”(Santiago 1:1), el cual entra en contexto con lo que dijo Yeshua en Mateo 15:24, “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Santiago 2 nos da unentendimiento de la manera como los que decimos creer y amar a Yeshua debemos actuar.

El balance de los creyentes no es solo ley y no mesías ni tampoco solo mesías y no ley. Apocalipsis nos advierte de todos los castigos que vienen para aquellos que desobedecen, para los que hacen la maldad y no aman al padre. Pero también nos muestra el balance del pueblo de Dios “aquí se verá la fortaleza del pueblo SANTO(Kadosh), de aquellos que cumplen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles en Yeshua” (Apocalipsis 14:12). Cada día que Dios te permite vivir, tienes la oportunidad de empezar a vivir una vida en santidad, pero también recuerda que cada día la puerta se va cerrando más y más.

Es importante tener presente que el ataque del enemigo es contra los que obedecen los mandamientos de Dios y siguen fieles al testimonio de Yeshua(Apocalipsis 12:17). Aquellos que buscan la obediencia y creen en el mesías, van a ser atacados por sistemas religiosos, por amigos, por familiares y por todo aquel que quiere acomodar la palabra de Dios a su manera por no querer obedecer lo que está escrito en ella.

Yeshua como descendiente de David, conocedor de la Torah, los escritos de los profetas, salmos y proverbios sabía perfectamente a lo que se refería al decir “La verdad te hará libre”, “Si me amas obedece mis mandamientos”. Concia el corazón de David, y ese mismo corazón es el que el busca en aquellos que dicen amarle.

Padre,
Te doy gracias por la persona que tomo el tiempo de leer este mensaje. Llena su mente de sabiduría atreves de tu espíritu santo, ayúdale a entrar en ese pacto tan hermoso y lleno de misericordia que le has ofrecido por medio de Yeshua, dale un corazón de carne lleno de amor a tu palabra y protege todo su ser de los ataques del enemigo para que cada día pueda aprender un poco más de tu voluntad la cual solo se encuentra en tu palabra. Llévale al camino de la santidad. En el nombre de Yeshua.

¡Amén!

URGENTE: El infierno existe

Hemos olvidado que esta vida es pasajera y corta, y que nuestro destino lo definimos con nuestro comportamiento

Es urgente que sepas que el infierno existe. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice (para que nadie diga: “yo no sabía”):

Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: «Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él».

1 Jn 3, 14-15

Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31-46).

Elige evitar el infierno

Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección.

Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra «infierno«.

Con los goces de este mundo, el disfrute del poder, la soberbia, el amor al dinero, el placer y los bienes materiales, hemos olvidado que esta vida es pasajera y corta, y que nuestro destino lo definimos con nuestro comportamiento.

Tenemos libre albedrío para decidir.

Te das cuenta de la seriedad del asunto cuando lees en la Biblia versículos como éste:

«Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio”

Mateo 12, 36

La ayuda de la Virgen María

AM113 | Shutterstock

Ya poco se habla en la Iglesia de la realidad del infierno.

La Virgen María, preocupada por nuestro comportamiento e indiferencia hacia las cosas de Dios, mostró a los niños videntes Jacinta, Francisco y Lucía, el 13 de julio de 1917, una visión aterradora del infierno. Si no creías, más te vale creer. Esto es serio.

Lucía cuenta en sus Memorias:

“Mientras Nuestra Señora decía estas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo (debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice). Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a miedosos animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente: ‘Ustedes han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a mi Inmaculado Corazón. Si ustedes hacen lo que yo les diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz’”.

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Visiones aterradoras

Muchos santos han tenido la horrible visión del infierno, un lugar de tormentos inimaginables, al que van los grandes pecadores, que han vivido alejados de Dios, ofendiéndole.

Casi siempre van acompañados de un ángel que les dice: “Cuenta a todos lo que has visto y oído”.

«—Si los jóvenes —decía don Bosco— oyesen el relato de lo que oí, o se darían a una vida santa o huirían espantados para no escucharlo hasta el fin. Por lo demás, no me es posible describirlo todo, pues sería muy difícil representar en su realidad los castigos reservados a los pecadores en la otra vida. Vi primeramente una masa informe que poco a poco fue tomando la figura de una formidable cuba de fabulosas dimensiones: de ella salían los gritos de dolor. Pregunté espantado qué era aquello y qué significaba lo que estaba viendo. Entonces los gritos, hasta allí inarticulados, se intensificaron más haciéndose más precisos. Después vi dentro de aquella cuba ingente, personas indescriptiblemente deformes. Los ojos se les salían de las órbitas; las orejas, casi separadas de la cabeza, colgaban hacia abajo; los brazos y las piernas estaban dislocadas de un modo fantástico. A los gemidos humanos se unían angustiosos maullidos de gatos, rugidos de leones, aullidos de lobos y alaridos de tigres, de osos y de otros animales”.

La visión del infierno que ellos han tenido apenas puede describir los horrores de este lugar de sufrimientos del que nunca podrán salir los que allí lleguen. Procura que no seas tú.

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Salvación

Salva tu alma y salva cuantas almas puedas, orientando, evangelizando a tiempo y a destiempo, dando ejemplo con tu vida, rezando por los demás, llevando una vida de santidad.

Restaura tu amistad con Dios, una buena confesión sacramental es un primer paso.

Busca un sacerdote que te brinde dirección espiritual. Salva tu alma, ahora que puedes. No le des el gusto al demonio.

Es mejor vivir en paz, en la cercanía de Dios, una eternidad.

Te sugiero leer este artículo de Aleteia, te enseña cómo salvarte en el último minuto:

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Ganar el cielo (más bien robarlo) con las manos vacías

Su fe en Cristo como Salvador capaz de lavar sus pecados por pura misericordia llevó al Cielo al arrepentido San Dimas. Tiziano, «Jesucristo y el Buen Ladrón» (detalle), 1566.

Vamos a llamarlo Paco. Es ladrón, violador y asesino. Por ahí por donde ha pasado solo ha dejado destrucción, sufrimiento y dolor. Una pieza, vamos. Ante este historial, ¿Paco puede aspirar a salvarse? Poco puede ofrecer a Dios, ¿no? Tiene a sus espaldas una vida fracasada y oscura, llena de sangre y tormento.

Creo que todos estamos de acuerdo en que Paco, una vez que pase a mejor vida, tiene complicado disfrutar del Paraíso.

Sin embargo, hace dos mil años, un tal Dimas, también conocido como el Buen Ladrón, y con un currículum parecido al de Paco (asesino, ladrón, violador…), pasó en pocos minutos de miserable a santo. De estar en el infierno a disfrutar del cielo. ¡Un verdadero escándalo! ¿Cómo es posible que el primer santo de la Iglesia católica, canonizado por el mismo Jesús en la cruz (“En verdad te digo que estarás hoy conmigo en el Paraíso”), fuera tan poco ejemplar?

Es un escándalo, pero también una esperanza. A mí, que más bien soy frágil, pobre y pecador, saber que el primer santo de la Iglesia no deslumbraba por sus virtudes naturales, ni por ser modélico, ni por tener nada bueno que ofrecer a Dios en su muerte, me tranquiliza… Tengo posibilidades de seguir su estela…

Pero, ¿cuál es el secreto del Buen Ladrón para convertirse en San Dimas? El abandono de un niño. Sabía que no podía apoyarse en ninguna buena obra que ofrecer a Dios para ir directo al cielo, y tuvo el valor de reconocer quién era. Y cuando Dios se topa con esa humildad desnuda… precipita su misericordia.

Era el único camino que le quedaba a Dimas: hacer un acto de confianza en Jesús. Reconocer que Él era el que le podía salvar. Y con un solo acto de fe, Dios le salvó.

Portada de "El buen ladrón" de André Daigneault.

«El buen ladrón» de André Daigneault es la única aproximación sistemática (bíblica, histórica y espiritual) a la figura de San Dimas publicada en español.

¡Esto es revolucionario! Lo que nos está diciendo Jesús es que el hombre no puede salvarse por sí mismo. Que nuestras buenas obras, nuestras virtudes y méritos no compran el Paraíso. Que la salvación es gratuita. Que el único que salva es Dios. Y que el camino de la salvación pasa por un abandono en Él. En definitiva: que Dios quiere colmarnos con su misericordia pero para ello necesita que le hagamos espacio en nuestro corazón.

Y entonces, ¿qué pasa con nuestras buenas obras y méritos acumulados? ¿Ya no son importantes? Si reconocemos que es el Espíritu Santo el que mueve nuestro corazón para hacer el bien a nuestro alrededor, y cooperamos con su gracia para hacer esas buenas obras, admitiendo que el protagonismo no es nuestro, sino Suyo (“Sin Mí no podéis hacer nada”, Jn 15, 5), entonces las piezas encajan y nos damos cuenta que todo el bien que podamos hacer, lo hacemos por la acción de la gracia que lleva la iniciativa, y con nosotros que colaboramos con nuestra libertad. Y esas medallas que nos solemos colgar por esos méritos tan suntuosos las dejamos a un lado, ya que aceptamos que sin esa gracia de Dios no podemos hacer nada. Ya no hay cabida para la vanagloria personal…

Ahora entiendo un poco mejor a Dimas, el terrorista, asesino y violador que llegó a santo, y un modelo para todo aquel que haya perdido toda esperanza de ser salvado y disfrutar de la vida eterna.

Y, como dice Santa Teresita de Lisieux: “Quiero, como el Buen Ladrón, comparecer ante Él con las manos vacías” y pedirle a San Dimas que interceda por nosotros pecadores, frágiles y pobres, y nos ayude a iniciar el pequeño camino del abandono, para que Dios manifieste su fuerza en nuestra debilidad. 

Álex Rosal es director de Religión en Libertad.

¿Cuál es la canción para dar gracias a Dios más usada en EEUU?

Está en español y quizá la conoces

El presidente Abraham Lincoln fue quien estableció como fiesta civil oficial para todo Estados Unidos el día de Acción de Gracias, cada cuarto jueves de noviembre. Él dijo que el país así podía «reconocer agradecidamente» a Dios y ofrecer «un día de Acción de Gracias y alabanza a nuestro Padre benéfico». Aún hoy un 63% de los norteamericanos (según un sondeo de LifeWay) declaran que este día dan gracias a Dios. Muchos se envían un versículo por Internet o móvil o lo leen en sus reuniones familiares. También suelen poner o cantar un himno de agradecimiento.

El versículo más reenviado es 1 Tesalonicenses 5,18: «En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.» Así lo contabiliza la applet Bible Gateway año tras año, según recoge Christianity Today.

En cuanto al himno que más se usa estos días en las iglesias norteamericanas (según el medidor de Faithlife Music, que se basa en letras proyectadas desde Internet), se lleva la palma Give Thanks de Henry Smith, que en español -al menos en España- se canta como Jesús, quiero agradecer. También es la más popular en el directorio sobre «agradecer» de SongSelect (de Christian Copyright Licensing International).

Esta canción la escribió Henry Smith hace 40 años, en 1978, para su congregación cristiana en Virginia. Casi diez años después descubrió que la canción se había extendido por Europa porque llegó a EEUU de vuelta en un sello discográfico. Don Moens la usó en un disco que se vendió mucho en 1986 y que se tradujo a muchos idiomas. En español hay cancioneros online que la atribuyen al grupo católico andaluz Brotes de Olivo: quizá fueron sus traductores al español. Esta es la letra que se usa más en España, bastante común en grupos de Renovación Carismática Católica.

Jesús, quiero agradecer

Jesús, quiero agradecer
tu amor
que te llevó a la cruz
Jesús, me diste vida
al morir
por mí 
(x2)

Y en ti, puedo decir:
soy fuerte en ti;
puedo decir: soy rico en ti;
mi Salvador, en ti, Jesús
mi Señor
(x2)
En ti.

Don Moen recuperaba la canción en versión acústica así en 2017

«Hay un combate entre María y la anti-María»

Christopher West lo ve en el sexo y el anhelo de amor

Christopher West, gran divulgador de la Teología del Cuerpo, y la Virgen de Guadalupe, con toda su simbología de maternidad y virginidad

La Virgen María es un icono, a la vez, de la virginidad, del matrimonio y de la maternidad; lo es del anhelo de Dios y de la misma Iglesia, la Esposa de Cristo.

Las simbologías se acumulan fértilmente en ella, como explicó Christopher West el 1 y 2 de julio de 2019 ante unas 360 personas que habían pagado para inscribirse en en la Universidad Francisco de Vitoria en el encuentro “El Gozo de la Belleza”. 

Christopher West es el mayor divulgador de la Teología del Cuerpo desde su TOB Instituteen EEUU y en España colabora con el Instituto Desarrollo y Persona. Muchas de las enseñanzas de esa jornada se pueden encontrar en su libro “Llena estos corazones: Dios, sexo y el anhelo universal (Sindéresis).

El caso de la Virgen de Guadalupe

El icono mexicano de la Virgen de Guadalupe, “emperatriz de las Américas”, es un símbolo provida poderoso, el símbolo cristiano de la Cultura de la Vida que vence a una cultura de la muerte y de sacrificios humanos.

La cultura azteca era una cultura de violencia y sexo desordenado…como la nuestra”, explicó West, señalando la imagen de Guadalupe. “En la imagen hay signos que en la escritura y simbología azteca se leían: “virgen”, “embarazada de divinidad”, “río que fluye/cultura que prospera”.

La alternativa era mantener la vieja cultura azteca que es como la nuestra: un placer sexual desordenado que no deja pasar la vida y lleva al sacrificio humano del aborto. “El sexo ¡trata de la vida! Y cuando lo retuerces para que no de vida, toda la vida gira alrededor del sexo estéril… y termina atrayendo la muerte”, avisó West.

“Cristo viene al mundo a través de María, no viene de otra manera”, insistió.

La anti-María: sexo estéril, belleza hueca

Si hay un combate entre el Evangelio y el Anti-evangelio (Karol Wojtyla escribía sobre eso en 1976, dos años antes de ser Papa) también lo hay “entre María y la anti-María”, avisó West. “En la Biblia tenemos a la Mujer Vestida de Sol, que es la Embarazada que da a luz; y tenemos la Ramera de Babilonia, que seduce a las naciones con su belleza. La belleza puede usarse de manera muy desordenada, para seducirte hacia la muerte, mientras que María usa la belleza para llevarte hacia la luz”.

“El demonio solo puede hacer corrupciones e imitaciones deformadas. Así, la Ramera de Babilonia elige la esterilidad como algo bueno. La Mujer Vestida de Sol está embarazada, mientras que la Ramera usa el placer sin el fruto. Cualquiera de nosotros, cada vez que clicamos en pornografía, estamos sirviendo a la Ramera, seducida por ella. ¿Cómo evitarlo? Debemos dejar que María, que es la mujer perfecta que realmente buscamos, nos guíe. A través de ella viene Dios. Dios viene a nosotros a través del cuerpo de la mujer”, fue elaborando West.

María sanadora: “Te mostraré lo que de verdad buscas”

Christopher West reveló una experiencia de sanación interior gracias a la Virgen María que vivió recientemente, en noviembre de 2018.

Recordó una experiencia vergonzosa que vivió a los 14 años: intentaba quedar con una chica en el parque, por razones egoístas, pero ella le rechazó. “Volví a sentir esa vergüenza de cuando tenía 14 años. Y sentí una voz femenina, hermosa, la de Ella, y me dijo “Christopher, yo te encontraré en ese parque, y si me dejas que te lleve conmigo, te mostraré lo que de verdad buscas.” Y me asustó. Pero creía que era María y podía confiar en ella”.

“Y en oración, durante 5 meses, me fue mostrando mis experiencias malas de esa época, en ese parque. La Virgen tomaba esos recuerdos y los desarrugaba. Había allí unas rosas. Y María me decía, por cada recuerdo herido, ‘vamos a ver las rosas’, y allí veía el Misterio: Dios en su vientre. Era lo que yo buscaba de verdad: ser un niño en el vientre de María, ser regenerado en su vientre. ¿Es posible para un hombre volver al vientre de su madre?, le preguntan a Cristo. Cristo no dice que no, sino que eleva el tema. ¡Todos podemos volver a ese vientre materno de María donde ser regenerados!”

David, como un novio, se acerca con reverencia, temor y temblor, al
objeto del deseo, fascinantes, la caja dorada, la Novia de
la que ha de salir vida verdadera (Richard Gere en “King David”, 1985)

Porque, ¿qué es el Cielo? “Pasamos 9 meses intentando salir del vientre de la madre, y el resto de la vida tratando de volver, porque queremos ‘volver a casa’. Nacer es dramático: frío, luces, experiencias raras, ¡claro que los bebés lloran al nacer! Hay un deseo profundo de volver. Es el deseo de Cielo: la morada con Dios. Y el cielo en la tierra es el vientre materno”.

María, caja dorada… sin reverencia, ¡quema!

En las letanías del Rosario se recogen dos símbolos de la Biblia: “Casa de oro” “Arca de la Alianza”. Ambas se refieren a María, pero también a lo sagrado femenino, a un poder de Dios purísimo que debe tratarse con reverencia, porque de ese poder viene la vida.

“El Arca era una caja dorada y es un símbolo del Arca de la Nueva Alianza, es decir, de María. La Palabra, que es Jesús, se hace carne en la Nueva Alianza, en María. En el Antiguo Testamento vemos que los que tocan el Arca sin reverencia caen muertos. Pero los que la reverencian florecen”.

West indicaba, de distintas maneras, que también nosotros, en nuestra vida terrenal y cotidiana, debemos entender que hay que tratar con absoluta reverencia a la mujer, su poder de acoger la vida, lo sagrado femenino…

David se desnuda ante el Arca

Otro símbolo poderoso se lee en la escena en que David entiende el poder del Arca y la necesidad de volcarse en ella con reverencia. “Pidió el don de la reverencia y el Espíritu Santo le dio don de reverencia. Y David manifestó su reverencia quitándose la ropa y danzando con gozo ante el Arca”.

Hay un elemento esponsal: uno se desnuda para unirse a su cónyuge. En el texto vemos que Mikal, la esposa de David, se siente celosa, se enfada. Hay una parte del alma que se entrega locamente solo a Dios, no al cónyuge terrenal: una persona mundana puede no entenderlo y ponerse celosa.

También hay una conexión con San José, el heredero de David siglos después. Tenía miedo de traer a María-Arca a su casa. Fue necesaria la intervención de un ángel: “José, no tengas miedo de traer a María a tu casa. Tendrá un niño, Jesús, Dios salva; Dios te salva, no temas”, viene a decirle el ángel.

Christopher West, muy expresivo en su presentación en la Universidad
Francisco de Vitoria; de fondo, el «Éxtasis de Santa Teresa», de Bernini

¿Cuál es “el gozo de la belleza”?

El encuentro de West en la Universidad Francisco de Vitoria se titulaba “El gozo de la belleza”. ¿A qué se refería?

Recordando a María como Hija de Sión, símbolo del pueblo de Dios que danza de alegría ante su creador (“danza con júbilo, hija de Sión”, insiste el profeta Sofonías), West insistió: “toda la verdadera devoción a María debe verse a la luz de la danza de David ante el Arca, debemos aprender a danzar ante su belleza”.

“El gozo de la belleza es que Dios se hizo carne en la Virgen”, añadió. En Ella, que es una de nosotros, Dios es Dios con nosotros, el Dios más cercano.