¡ PADRES DE FAMILIA, SEAN MUY ATENTOS CON VUESTROS HIJOS!

«Mucho cuidado padres con lo que ven, leen, escuchan y juegan, vuestros hijos; os digo esto, porque los instrumentos del mal a través de la tecnología de estos últimos tiempos, vienen envenenando el alma de los niños y de los jóvenes con juegos, música, películas, vídeos, programas televisivos y lecturas, cargadas de mensajes subliminales que están conduciendo a la muerte física y espiritual de muchos.»—María Santificadora

NO os haréis tatuajes (Levítico 19,28)

«Hijos, tatuarse el cuerpo es práctica pagana que va en contra de la Santa Palabra de Dios que dice: No os haréis cortes en la carne por un muerto, ni os haréis tatuajes. (Levítico 19,28) Acordaos que vuestro cuerpo es templo de Espíritu Santo y vosotros no podéis profanarlo, ni destruirlo, ni cremarlo. Os recuerdo que todas esas marcaciones en el cuerpo vienen de mi adversario y son instrumento del mal, que lo que buscan es profanar la obra de Dios y apartaros del camino de la salvación. Recapacitad pues mis niños y no sigáis marcando con tatuajes vuestro cuerpo, porque esto no agrada a Dios y por ello mañana tendréis que rendir cuentas.» —María Santificadora

Ningún juego donde se esté pidiendo información al más allá es bueno

«Mis niños, jugar duendecitos, o charlie Charlie, o jugar con un cuaderno argollado y unas tijeras, es jugar tabla ouija; es abrir puertas espirituales para que mi adversario y sus demonios os posean. Ningún juego donde se esté pidiendo información al más allá es bueno. No penséis que invocando las almas de vuestros familiares fallecidos, serán ellos los que van a venir; os digo que al hacer esto, lo que estáis abriendo son las puertas del infierno; bien sabéis que mi adversario es astuto y se disfraza de ángel de luz para engañaros y robaros el alma. Muchos niños y jóvenes están siendo atrapados por mi adversario por jugar estos juegos donde se pide información a fuentes ocultas. Hijitos, al jugar estos juegos que parecen inofensivos lo que estáis haciendo es abrirle a mi adversario la puerta de vuestra alma para que os posea. Al invocar espíritus de familiares fallecidos lo que viene a vosotros son demonios disfrazados que se hacen pasar por vuestros familiares, acordaos que mi adversario ronda como león rugiente buscando a quién devorar; sabe que le queda poco tiempo, por eso está desplegando toda su maldad para hacer perder el mayor número de almas.» —María Santificadora

Prestadle mucha atención a los juegos de vídeos que juegan vuestros pequeños

«Padres de familia, prestadle mucha atención a los juegos de vídeos que juegan vuestros pequeños, porque muchos de estos juegos están ritualizados con ocultismo y tienen como finalidad abrir la mente de mis niños y mis jóvenes a la violencia, la maldad, sexo, drogadicción, homosexualismo, prostitución y muerte.» —María Santificadora

Controlad los dibujos animados que ven vuestros pequeños

«(Padres de familia) Controlad los dibujos animados que ven vuestros pequeños, porque casi todos están cargados con mensajes subliminales de violencia, sexo y demás pecados de la carne que llevan a vuestros hijos a la pérdida de los valores morales y espirituales y lo más triste al alejamiento de Dios y la familia. ¡Despertad de vuestra pasividad padres de familia, no sigáis siendo tan permisivos con vuestros hijos; acordaos que vivís tiempos de oscuridad y debéis de ser muy cuidadosos con lo que ven, juegan, leen y escuchan vuestros hijos, para que mañana no os lamentéis de su mal comportamiento y lo más triste de la pérdida de su alma.» —María Santificadora

Rezad mi Santo Rosario con vuestros hijos, porque familia que reza unida, permanece unida

«¡Padres de familia, enderezad el rumbo de vuestros hogares!, dialogad mucho con vuestros hijos; sacad tiempo para escucharlos, porque muchos hogares se están perdiendo por la falta de amor, diálogo, comprensión y ante todo por la ausencia de Dios. Volved a llevar a Dios a vuestros hogares, rezad mi Santo Rosario, porque familia que reza unida, permanece unida.»—María Santificadora

Un belén cordobés visitado por personas de 54 países

El Belén que la Asociación Familiar Club Alcorce tiene instalado en el patio de columnas de su sede, ubicado en un céntrico barrio de Córdoba, es uno de los que -cada año- cuenta con mayor respaldo popular y premios en concursos de belenes.

Al comienzo de la década de 1960, la sede de la asociación familiar Alcorce era un piso de unos cien metros cuadrados en Córdoba (España). Allí todo giraba en torno a la sala de estar, la habitación más amplia, que se utilizaba como espacio para los medios de formación cristiana, charlas, encuentros y conferencias con personalidades de la ciudad. Un rincón de aquella sala de estar, junto a una pequeña ventana, era el lugar elegido para instalar el sencillo y entrañable belén.

A comienzos de los setenta, Alcorce se trasladó a su actual sede, una diáfana casa en el corazón del barrio de la Judería. Por su actividad y por su emplazamiento, Alcorce se convirtió en un lugar conocidísimo de la ciudad, por el que innumerables personas han pasado, entre otras cosas gracias al belén.

Del pequeño belén al taller de belenismo

Como todo evoluciona, también lo hizo el primitivo belén de aquella primera sede del Club juvenil. De instalar un belén se pasó a organizar un taller de belenismo impulsado por José María, Jean Pierre, Pepe, Manolo, Paco, Enrique, Bartolomé y Javier, más los que se animan a aportar su dote artística o su colaboración material.

Desde el primer momento se estudió a fondo el tratamiento artístico del relato bíblico, prestando especial atención a los datos arqueológicos de la época, buscando la fidelidad a la narración evangélica junto a una recreación ambiental lo más exacta posible, para facilitar que los que vieran esas escenas de la infancia de Jesucristo y de la Sagrada Familia pudieran contemplar el belén “como un personaje más”como aconsejaba san Josemaría.

Tarea prioritaria fue también la de conseguir figuras de calidad artística y de estilo homogéneo. Jean Pierre propuso una idea que ha resultado todo un éxito: bajo el lema “Todos somos el Belén” sugirió un patrocinio, de tal manera que resultase asequible económicamente la adquisición de todas las figuras. En poco tiempo se alcanzó el objetivo gracias a la colaboración de quienes frecuentaban Alcorce.

El pasado año los promotores del taller de belenismo consideraron que ya había llegado el momento de participar en el certamen que se organiza en la ciudad; y ello suponía, entre otras cosas, la obligatoriedad de mantener el recinto abierto al público durante las fiestas navideñas. El esfuerzo de estos meses se ha visto recompensado con la concesión de unos de los primeros premios en la categoría absoluta.

Como la sede de Alcorce está situada en una casa señorial del centro histórico de Córdoba, con un patio andaluz amplio y bonito, pasan muchas personas por la zona y bastantes de ellos entran a visitar el Belén.

En 2019 lo visitaron más de seis mil personas de cincuenta y cuatro países, muchos de ellos familias con niños, desde lugares tan distantes como Australia o Japón hasta otros más cercanos, y supuso una buena oportunidad para explicar el sentido cristiano de la Navidad. En estas explicaciones también han colaborado los socios del club y sus padres.

Un matrimonio –periodistas ambos– relataron durante la visita que siempre ponían el belén en su casa, pero que dejaron de hacerlo al fallecer el padre de esa señora. “Después de ver esta maravilla, hemos decidido recuperar esta hermosa tradición”, añadieron.

Estas navidades, a pesar de las limitaciones obligadas por la pandemia, el goteo de visitantes de todas las latitudes ha sido incesante, especialmente en las últimas semanas. Una de las alegrías es que no han sido pocas las familias que, al concluir la visita, han rezado ante el Portal, desde los más pequeños hasta sus abuelos.

Las estampas de San Josemaría en diversos idiomas

En el oratorio del club tienen una imagen de san Josemaría, y muchos visitantes preguntan y toman una estampa del fundador del Opus Dei, que se ofrece en un expositor, ordenadas en muchos idiomas.

Una familia de Guayaquil, por ejemplo, entró atraída por la belleza de la casa. Coincidió que Juan atendía ese día las visitas y les comentó que conocía su país y que había trabajado en una obra corporativa de su ciudad. Y resultó que la señora había cursado estudios de posgrado en aquel centro y recordaba con cariño las atenciones que allí le habían dispensado, y que ahora palpaba en su visita a Alcorce. “El Opus Dei es igual en todo el mundo”, comentó.

Un visitante de Libia contó que, aunque él era musulmán, admiraba profundamente a Jesús, al tiempo que se llevaba una estampa de San Josemaría que vio en su idioma, árabe. Y una familia de Armenia, que atendieron -no sin cierta dificultad, pues solo la madre hablaba un poco de español y otro poco de inglés-, también quisieron imitar a otros visitantes y se llevaron una estampa de san Josemaría en ruso.

En ocasiones la internacionalidad de los visitantes ayuda a desenredar entuertos, como aquella vez que se explicaba el Belén a una señora mexicana en español; ella traducía las explicaciones en inglés a su marido americano; y éste hacía lo propio en ruso con sus padres bielorrusos. Y quisieron llevarse estampas en inglés, en español y en ruso. Casi nada.