Consejos

Hace años leí un libro muy pequeño y simpático cuyo autor era un padre de familia quien durante la infancia y adolescencia de su hijo le escribía consejos muy variados que más tarde pudo publicar. Recuerdo dos de los puntos, aunque no puedo citarlos con exactitud: “Cuando veas un parquímetro al que se le venció el tiempo ponle unas monedas, aunque no conozcas al dueño del auto”. “En las conversaciones, no hagas llover sobre los desfiles de los otros”. 

En base a aquellos textos, y por muchos años que tengo de manejar en carreteras, me atrevo a dar algunos consejos que pienso puedan ser útiles a más de uno. 

Nunca te seques las manos en los secadores de aire de los baños públicos. Estos aparatos no tienen filtros y, por lo mismo, arrojan el aire contaminado del baño en las manos recién lavadas. 

Compra un calibrador de llantas bueno, y siempre que revises las de tu automóvil usa el tuyo. En las gasolineras usan calibradores maltratados y, por lo mismo, poco confiables. 

No es recomendable ponerles micas oscuras a los vidrios de los autos, pues en las tardes y noches, y cuando llueve, se pierde mucha visibilidad, especialmente si los autos de atrás no llevan sus faros encendidos. Hay micas de tono claro, de buena calidad, que protegen de los rayos del sol tanto como las oscuras. 

Es muy recomendable traer una o dos linternas en el auto si se sale a carretera, pues nos sirven para cambiar las llantas, y poder avisar a los demás conductores en vez de usar trapos o ropa que no se ven. A un amigo lo atropellaron cuando estaba cambiando un neumático, pues a él no lo podían ver.

No es recomendable usar la luz de los celulares, pues podemos quedarnos sin pila en momentos donde la comunicación es básica. 

Es mejor llevar las pilas fuera de las lámparas de mano en la guantera para que no derramen el ácido y echen a perder las linternas.

Si no se llevan guantes para estos menesteres, se puede traer en la guantera un pequeño tubo de pasta dental con un poco de agua, pues es muy buen jabón para quitar la grasa sucia de las manos, y después de usarla se le pone el tapón y se vuelve a guardar. 

Recuerda que cuando viajamos, conocemos la hora en que salimos a la carretera, pero no podemos saber a qué hora llegaremos a nuestro destino, ya que se pueden presentar muchos motivos que nos detengan en el trayecto. Por eso, entre otras cosas, conviene llevar siempre algunas botellas de agua y servilletas de papel. 

Si cuando viajamos no podemos detener nuestro vehículo en un lugar absolutamente seguro, es importante que no se deje a nadie dentro de él, hasta que reanudemos el viaje. Nunca podemos sentirnos tranquilos por haber puesto unos triángulos de emergencia; normalmente éstos terminan rotos, y nos quedamos desprotegidos. 

Lógicamente debemos llevar una llanta de repuesto, un gato mecánico y una cruceta. para cambiar los neumáticos. 

Y, por supuesto, siempre es bueno pedirle a Dios que nos cuide, e invocar a los Ángeles de la guarda para que nos protejan.

www.padrealejandro.org

Alejandro Cortés González Báez

El ángel que ora y bendice

¡Qué hermoso es saber que nuestros ángeles guardianes, entre otros deberes que tienen, oran por nosotros! ¡Cuántas horas deben haber pasado orando día y noche, pidiendo por nosotros y nuestras intenciones! ¡Y cómo les encanta bendecir!

En la vida de Gemma Galgani esto aparece muchas veces. Eufemia Giannini relata que el 16 de agosto de 1902, cuando escupió al ángel por orden de su confesor, apareció una hermosa rosa blanca donde cayó la saliva, sobre cuyas hojas estaba escrito: Desde el amor se recibe todo, y entonces el ángel se arrodilló, cruzó las manos y oró. Recitó todas las oraciones que el sacerdote dice en la misa desde la Santa Misa hasta la Elevación.

El ángel también recitó el Oficio (divino) conmigo.

Al padre Germán le dice: ¿Sabes lo que hacemos cuando viene el ángel? Adoramos juntos la infinita Majestad de Dios, y nos esforzamos por ver quién puede decir más fuerte: ¡Viva Jesús! ¡No hablamos de otra cosa! .

El padre Germán afirma: El ángel se le apareció en el aire con las manos extendidas o unidas como en una actitud de oración. En otras ocasiones, arrodillado a su lado. Recitaban los salmos y las oraciones juntos alternativamente y, si eran oraciones eyaculatorias, competían para ver quién gritaría más fuerte: ¡Viva Jesús! ¡Bendito sea Jesús! y similares, con los que el Señor se complacía81. Y recordemos que ella dice: A veces pasamos horas enteras hablando. Y con extraordinaria sencillez dice: El ángel vino y oramos juntos.

Su ángel también la bendijo, al igual que el ángel del padre Germán. El padre Germán dice: El ángel de la guarda de Gema la despertó por la mañana y la bendijo por la noche.

Ella dice: Cada noche, cuando el ángel de la guarda me bendice, me repite: «Dios te bendiga junto con todos los miembros del Sacro Colegio»

Y también lo hizo el ángel del padre Germán, cuando se le apareció: «Su ángel me bendice y me acaricia…». Me bendijo varias veces, mientras gritaba en voz alta: ¡Viva Jesús!

P. ANGEL PEÑA O.A.R.

SANTA GEMMA GALGANI Y SU ÁNGEL DE LA GUARDA