Muerte de Álex y Diego: de la moto al Cielo

Son los dos mayores de cinco hermanos. El pasado martes sufrían un terrible accidente de moto en pleno centro de Madrid. Álex (23 años) fallecía instantes después. Diego (25), en estado crítico, ha pasado dos días luchando contra la muerte. Ha desatado una impactante cadena de oración promovida a través de las redes sociales. Finalmente ha fallecido. Ambos recibieron la absolución de un sacerdote antes de morir

El fatal accidente

Martes. Los dos hermanos circulaban juntos en una moto por el centro de Madrid. Eran las nueve de la noche. Entonces, impactaron con un VTC (Vehículo de Transporte con Conductor) de Uber, por causas que aún se investigan. Ocurría a la altura del número 5 del Paseo de la Castellana. Álex murió allí mismo como consecuencia del impacto.

Diego resultó muy grave. Fue trasladado al hospital Clínico San Carlos con traumatismo craneoencefálico severo. Mientras, un psicólogo del Samur-Protección Civil, junto con varios agentes de la Policía Municipal, se personaron en el domicilio de los hermanos para informar a los padres, Virginia y Marco.

Confesión y unción de enfermos

En el momento del accidente, el primero en llegar fue un sacerdote. Él mismo cuenta lo que pasó, en un WhatsApp que está circulando entre todos los grupos que rezan por ellos:

«Fui el primero en llegar, ocurrió delante de mí el accidente. Me acerqué a cada uno y les dije: ‘Soy sacerdote de Jesucristo, si quieres confesar, arrepiéntete y te doy la absolución’. Los dos respondieron… uno me apretó la mano antes de morir… y el otro contestó con un sí”.

También les dio la unción de enfermos.

Cadena de oración

Diego seguía con vida. La noticia corrió como la pólvora. No en vano, son una familia muy querida y conocida en el ámbito de varios grandes colegios. Los dos jóvenes estudiaron en Tajamar, que se acordaba de ellos en sus redes sociales.

También en el colegio Los Olmos, donde estudia su hermano pequeño. Y en los colegios donde estudiaron sus dos hermanas. En todos ellos comenzó una cadena de oración a través de WhatsApp. Se extendió por todo Madrid y otras regiones a una velocidad pasmosa.

La noticia era tan desgarradora, que la petición de oraciones de la familia prendió como una mecha. Miles de familias pendientes de noticias, de la evolución de Diego, rezando por el milagro. En los colegios se celebraban misas por ellos. Incluso monjas de clausura dedicaron sus oraciones a Diego y a su familia.

Confusión y bulos

Ávidos de noticias, miles de cristianos desconocidos rezando juntos y esperando el mensaje de Whatapp. En las primeras horas reinó la confusión. Las noticias que llegaban es que los médicos no eran optimistas, porque Diego tenía varios órganos afectados. Se llegó a difundir el miércoles por la mañana que había fallecido, pero horas después se corrigió el error. Había un pequeño hilo de esperanza. Fue operado varias veces. Más oraciones. Pero llegó la muerte cerebral, sólo se mantenía enchufado a una máquina. Finalmente falleció. Se confirmó la peor de las noticias este jueves.

«Dios sabe más»

«Se han puesto todos los medios humanos y mucha oración. Dios sabe más», se podía leer en uno de los mensajes de los ‘portavoces’ que se ha reenviado a miles de teléfonos. Las oraciones se enfocaban entonces a rezar por la familia, muy creyente, confiada en el Señor, pero que vive un momento durísimo.

Tanatorio

Mientras, en el tanatorio de Tres Cantos se despedía a Álex. Estaba a reventar, no cabía un alfiler. Miles de personas acompañaron a la familia, que mostró –según algunos asistentes- una entereza encomiable, aunque no podían contener las lágrimas. Ahora, despiden también a Diego. En una Navidad marcada por el dolor, donde sus padres y hermanos miran al Portal de Belén, pero sobre todo a la Cruz.

El milagroso encuentro de un sacerdote con la muerte

el día de los Ángeles Custodios

Un auto pasó por encima de él, haciendo que este sacerdote y excientífico reflexionara sobre las leyes de la física y los milagros

El 2 de octubre, como relató en su reciente publicación de blog, el padre John Bok del St. Anthony Friary  and Shrine en Cincinnati, Ohio, conducía para celebrar misa en una parroquia cercana cuando otro automóvil se desvió y se dirigió directamente hacia la puerta del lado del conductor.

El automóvil que se aproximaba, conducido por un adolescente que sufría un ataque epiléptico, golpeó un poste de metal doblado y salió volando por encima del coche del padre John, en lugar de chocar directamente contra él. Ni el adolescente ni el padre John resultaron heridos. 

Pese al hecho de que un coche se le acercara por la izquierda, el padre John ni siquiera se dio cuenta de lo que había sucedido en ese momento porque tiene mala visión periférica. Pero todo fue captado por la cámara de seguridad de una funeraria local y un amigo se lo mostró más tarde.

La experiencia, que ocurrió en la  Fiesta de los Ángeles Custodios, le dio mucho que pensar al exprofesor de ciencias: 

«Conduzco un Hyundai Sonata 2014. Según Google mide 4,83 pies de altura. ¿Por qué el poste estaba parado en ese lugar exacto unido a nada? ¿Según qué leyes de la física levantó el auto del niño casi 5 pies en el aire y lo envió sobre mi auto? Muchas preguntas. Ciertamente estoy agradecido a Dios. Continuaré preguntándome cuánto jugó Dios y cuánto jugaron las leyes de la ciencia en esta experiencia. Y me sigue haciendo gracia el hecho de que no me di cuenta de lo que pasó hasta que vi el video… Como siempre, Dios es bueno». 

La reflexión del padre John trae a la mente la relación amorosa y de mucho tiempo atrás que la Iglesia Católica tiene con las ciencias. Desde Copérnico hasta George Lemaitre (el padre de la teoría del Big Bang), ha habido innumerables pensadores católicos a lo largo de los siglos que aceptan el hecho de que la fe y la razón van de la mano, o en el caso del padre John, se unen en el lanzamiento de un auto sobre un auto.