Papa Benedicto XVI rechazó acusación de encubrir Casos de Abusos

Víctimas alemanas de abusos y otros, critican respuesta del Papa Emérito Benedicto XVI en la que rechaza la acusación de encubrir Casos de Abusos en Alemania

Benedicto XVI afirmó no haber Mentido. Él no encubrió Abusos. BONN, Alemania, 10/02/2022 – La última declaración del Papa emérito Benedicto XVI sobre el informe de abuso de Múnich ha provocado una variedad amplia de reacciones. En Alemania, la respuesta ha sido mayormente crítica y la mayoría de los sobrevivientes de abuso expresaron su decepción. En la misma, el Papa Benedicto XVI ha rechazado la acusación de encubrir Casos de Abusos y que utilizaron un pequeño error que luego fue corregido para llamarlo «mentiroso». Benedicto XVI afirmó no haber engañado ni mentido en su testimonio inicial sobre el informe de abuso. Papa Benedicto XVI rechaza acusaciones de encubrimiento de abusos. En una respuesta personal al informe de enero de un bufete de abogados sobre décadas de abuso en la Arquidiócesis de Múnich y Freising, el Papa Benedicto XVI reconoció que los líderes de la iglesia compartían la responsabilidad por el abuso sexual. En la carta de dos páginas y media, Benedicto XVI expresó «mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón» a todas las víctimas de abuso sexual. Al mismo tiempo, el Papa Benedicto XVI  rechazó la acusación de que había encubierto activamente casos de abuso cuando fue arzobispo Joseph Ratzinger de Múnich de 1977 a 1982. También dijo que no había engañado ni mentido en su testimonio inicial sobre el informe de abuso. Su declaración inicial errónea, luego corregida, de que no había participado en una reunión importante el 15 de enero de 1980, había sido un «descuido» que «espero que pueda ser excusado», dijo el Papa Benedicto XVI  en la carta. «Para mí resultó profundamente doloroso que este descuido se usara para poner en duda mi veracidad e incluso para etiquetarme como mentiroso», afirmó. Reacciones a la Carta del Papa Benedicto XVI. El presidente de la conferencia episcopal, el obispo de Limburgo Georg Bätzing, acogió con satisfacción la declaración en un tuit, pero no abordó su contenido. Dijo que el Papa Benedicto había prometido responder al informe y ahora había cumplido esa promesa. «Estoy agradecido por eso, y él merece respeto por ello». El obispo Franz-Josef Overbeck de Essen expresó su escepticismo, informó KNA. Dijo que temía que las palabras eran «de poca ayuda para las víctimas en su proceso de aceptar» el abuso. Agregó que le preocupaba ver que las víctimas de violencia sexual habían reaccionado «con decepción y en algunos casos con indignación». Su punto de vista debería «tener mucho peso» en la reevaluación del abuso, dijo. Víctimas y otros critican la respuesta de Benedicto XVI. La agencia de noticias católica alemana KNA informó que Richard Kick, portavoz de la junta asesora de víctimas de Múnich, dijo que la carta era «verdaderamente indescriptible» y carente de empatía. Dijo que el Papa Benedicto XVI solo conocía su propio punto de vista y se había refugiado en la creencia en el veredicto de Dios como el «juez final». La teóloga Doris Reisinger, sobreviviente de abusos, dijo que la carta era una «franca burla de las víctimas». Sobre todo, criticó los términos que el papa Benedicto eligió para Jesús como «amigo», «hermano» y «abogado». Para los oídos de las víctimas, dijo, eso sonaba como si Jesús «no estuviera de su lado, sino del lado de aquellos que los han atormentado, ignorado y lastimado durante todas estas décadas». La asociación de víctimas Eckiger Tisch dijo que veía la carta como una prueba más de la «relativización permanente de la iglesia en temas de abuso». En lugar de asumir la responsabilidad ellos mismos, los líderes de la iglesia le pusieron a las víctimas la responsabilidad. El Padre jesuita Hans Zollner, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores desde su creación, dijo que la declaración del Papa Benedicto XVI era personal pero demasiado general. En vez de hacer referencias teológicas muy especiales, debería haber hablado más específicamente sobre su tiempo como Arzobispo de Múnich y Freising, dijo el padre Zollner a KNA. También dijo que el Papa Benedicto XVI escribió la carta en el orden incorrecto. Si el Papa Benedicto hubiera comenzado buscando el perdón de las víctimas y luego hubiera pasado a agradecer a sus amigos, su carta sin duda habría sido mejor recibida, dijo. El presidente del Comité Central de Católicos Alemanes calificó la disculpa como insuficiente. Irme Stetter-Karp dijo que los comentarios del papa retirado seguían siendo «relativamente generales» y que le «falta empatía hacia las víctimas». Las reacciones a la carta en los medios alemanes también fueron predominantemente críticas. Varios dijeron que el Papa Benedicto XVI se escondía detrás de la iglesia y sus asesores legales. También fue acusado de presentarse como una víctima de los medios de comunicación antes de dirigirse a las víctimas de abuso. Su pedido de disculpas fue «a medias» porque todavía fue poco preciso sobre su responsabilidad personal, dijeron los críticos. Señalaron que había elegido formulaciones pasivas, por ejemplo cuando escribió que «nosotros mismos hemos sido arrastrados a esta grave falta» o que ofensas y errores «han ocurrido». En Roma, el arzobispo alemán Georg Gänswein, secretario privado del Papa Benedicto XVI, defendió al ex Papa: «Quienes lo conocen saben que la acusación de mentir es absurda. Hay que distinguir entre un error y una mentira», dijo el arzobispo Gänswein. También destacó las declaraciones y acciones pasadas del papa retirado sobre el tema de la pedofilia. El papa Benedicto ha sido el primer papa en luchar por la transparencia en este campo, dijo el arzobispo.

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Nuevo proyecto de ley en Wisconsin amenaza el sacramento de la confesión

La legislación propuesta refleja el proyecto de ley de Confesión de California, que finalmente se retiró antes de que se pudiera votar

Se han presentado un par de proyectos de ley a la legislatura de Wisconsin en un aparente esfuerzo por ayudar a las víctimas de abuso infantil. La primera, llamada Ley de víctimas infantiles, aboliría el estatuto de limitaciones para enjuiciar el abuso sexual infantil; la segunda, la Ley del Información Obligatoria del Clero, obligaría a los sacerdotes a denunciar tales casos cuando se conozcan en el confesionario.

Perry West, de CNA, informa que ya existe una ley conocida como La Ley de Información Obligatoria del Clero, aprobada en Wisconsin en 2004. Sin embargo, la iteración actual no requiere que los miembros del clero denuncien todo lo que descubren durante la Confesión. En el estado de Wisconsin, los clérigos ya se consideran “informadores obligatorios” en casos de abuso, junto con médicos, maestros y consejeros.

Kim Vercauteren, directora ejecutiva de la Conferencia Católica de Wisconsin, explicó a CNA que “se necesita hacer más” por las víctimas de abuso sexual infantil. Vercauteren, sin embargo, afirmó que la confidencialidad ofrecida por la confesión permite una transparencia entre los fieles y el sacerdote. Sin esa atmósfera, le preocupa que la interferencia del gobierno pueda erosionar la oportunidad de la absolución.

“Si miras la enseñanza católica, [la confesión] es en última instancia entre la persona y Dios, y el sacerdote actúa como intermediario en esa relación. La necesidad de mantener el secreto y ser sincero en esa circunstancia es una especie de premisa de la confesión, de que esta es la oportunidad de descargar por completo tu alma”.

Vercauteren continuó señalando que la anterior Ley de informes obligatorios del clero, de 2004, ya obligaba a los sacerdotes a denunciar el abuso infantil cometido por otros clérigos. Según ella explica a CNA:

“Si tienen un caso razonable basado en la información recibida o las observaciones hechas para presumir que está ocurriendo el abuso infantil o ocurrirá, tienen que informar de ello, así como si tiene que ver con otro miembro del clero”.

El año pasado, se presentó un proyecto de ley similar en la legislatura de California, pero finalmente se retiró antes de que pudiera llegar a una votación. El arzobispo José Gómez de Los Ángeles considera el proyecto de ley

“una amenaza para el sacramento de la confesión que habría negado el derecho a confesiones confidenciales a sacerdotes y decenas de miles de católicos que trabajan con sacerdotes en parroquias y otras agencias y ministerios de la Iglesia”.

“Creo en la inocencia del profesor”

El director de Gaztelueta, Imanol Goyarrola, ha comparecido ante los medios de comunicación esta mañana para poner de manifiesto las contradicciones en que incurre la sentencia que ha condenado a 11 años de prisión al profesor del colegio.

Durante la rueda de prensa, Goyarrola ha desgranado uno a uno los puntos débiles de la sentencia, que condena a 11 años a un profesor sin más prueba que la declaración de la víctima, un chico cuya credibilidad subjetiva ha quedado desmontada en diversos puntos.

Lea también: La víctima de Gaztelueta tuvo episodios de alucinaciones

A continuación, la intervención de Goyarrola en la rueda de prensa:

Egun on eta eskerrik asko hurbildu zareten guztioi, En primer lugar, quiero daros las gracias por haber acudido a esta rueda de prensa en el contexto de los sucesos de las últimas semanas en torno a la condena de un antiguo profesor de Gaztelueta.
Una primera valoración es que no me queda más remedio que respetar la sentencia, como a todos, aunque vaya por delante que no la comparto. Más bien, pienso que se ha cometido una injusticia.

Debo reconocer que afrontaba este juicio con confianza en la justicia, con ganas de poder colaborar en todo lo que fuera preciso y abierto a la posibilidad de que hubiera pruebas concluyentes que confirmaran las acusaciones, pero no ha sido así. En mi opinión, el juicio puede resumirse de la siguiente manera: “Todo lo que dice el antiguo alumno es cierto, y el que dice lo contrario miente”.

Es evidente que no existe ninguna prueba más allá de la declaración de un joven y no deja de sorprenderme que eso, más aún teniendo en cuenta las numerosas contradicciones, sea suficiente para condenar a una persona a 11 años de cárcel. No soy psicólogo, no soy perito, pero conozco las acusaciones y conozco también las cosas que se dicen y no son ciertas.

Quiero dejar claro que esta sentencia no recoge de forma fidedigna mi declaración como testigo en el juicio. Se ha añadido por error información que yo no declaré, se han transcrito erróneamente datos que aporté, y no se ha reflejado información – en mi opinión relevante- que yo declaré. En definitiva, no comparto el resumen que se ha hecho de mi declaración. Me consta que otros testigos tampoco lo comparten. Por suerte, está todo grabado y es algo que cualquiera puede comprobar. Yo lo he hecho.

No he podido dejar de pensar en qué fácil habría sido decir hace 8 años que el profesor era culpable, cuando la familia me lo exigía, aunque no hubiera ni la más mínima prueba, y haber zanjado todo este asunto. Y aunque sé que suena políticamente incorrecto, no lo hice entonces POR COHERENCIA…! Y no lo voy a hacer ahora… POR COHERENCIA…! Estoy en un colegio cuyo lema es la sinceridad. En un colegio donde nos esforzamos por educar personas libres, responsables y coherentes con la verdad, por eso, por coherencia, no puedo.

En cierto sentido, me habría quedado menos consternado si me hubieran mostrado pruebas que demostraran que ese profesor era culpable. Estoy sobrecogido por la sensación de que se pueda haber condenado a un inocente. Hay una persona que es posible que pase los próximos 11 años en la cárcel. Quiero dejar clara mi repulsa más absoluta a cualquier tipo de abuso contra un menor. Pero este no es el caso.

Lea la declaración íntegra aquí

Gaztelueta “no comparte” la condena al profesor y critica la sentencia

PUBLICAMOS A CONTINUACIÓN EL COMUNICADO DEL COLEGIO GAZTELUETA

En el contexto de los sucesos de las últimas semanas en torno a la condena de un antiguo profesor de Gaztelueta, este centro educativo desea poner de manifiesto los siguientes aspectos:

1. Expresamos nuestro firme compromiso con la lucha contra los abusos sexuales. Como centro educativo, tenemos la obligación ineludible de proteger la intimidad e integridad de los menores que tenemos a nuestro cargo, manteniéndoles permanentemente a salvo de cualquier agresión. Para este colegio el abuso sexual es la manifestación más deplorable de agresión contra un menor, la más ruin y execrable. Por ello nuestro compromiso frente a cualquier situación de abuso o acoso que pueda sufrir un menor es absoluto. Nuestra determinación en luchar, sin reservas, contra este gravísimo delito, será siempre firme e inflexible.

2. Respetamos la sentencia hecha pública hace unos días, al tiempo que esperamos la resolución del recurso ante el Tribunal Supremo presentado por la defensa del profesor ya que, en nuestra opinión, llega a una conclusión no corroborada por los hechos comprobables.

3. Queremos subrayar nuestra absoluta confianza en el equipo directivo de Gaztelueta y en su gestión sobre este asunto. Consideramos que toda su actuación ha respondido a los principios de transparencia y diligencia en la colaboración con todas las instancias administrativas y judiciales que han estudiado el caso.

4. No somos insensibles al sufrimiento de ninguna de las partes. Por ello, deseamos, muy sinceramente la recuperación plena del antiguo alumno de este colegio. Al mismo tiempo, queremos expresar nuestro apoyo al antiguo profesor y a su familia, especialmente por una condena que nos ha sobrecogido, que no comprendemos y no compartimos.

Leioa, 29 de noviembre de 2018

Abusos sexuales de sacerdotes

Un nuevo terremoto sacude la Iglesia de Estados Unidos

Una investigación de dos años identifica a 301 sacerdotes que abusaron de niños y más de 1.000 víctimas

Tras lo de Chile, viene ahora lo del Estado de Pensilvania, en Estados Unidos, donde el fiscal general de esa entidad, Josh Shapiro, dio a conocer ayer el informe del Gran Jurado sobre una investigación que involucra denuncias de abusos de sacerdotes que abarcan un período de 70 años en las diócesis de Harrisburg, Pittsburgh, Scranton, Allentown, Greensburg y Erie.

Shapiro dio a conocer un informe de más de 800 páginas que describe siete décadas de abusos sexuales en contra de niños realizados por sacerdotes en las seis diócesis católicas y el “encubrimiento sistemático por altos funcionarios de la Iglesia en Pensilvania y en el Vaticano “.

En su conferencia de prensa, Shapiro dijo que la investigación de dos años llevada a cabo por su oficina, identificó a 301 sacerdotes que abusaron de niños y más de 1.000 víctimas. Enfatizó que los miembros del Gran Jurado le dijeron que creen que el número de víctimas es mucho mayor.

Para el fiscal de Pensilvania, “los líderes de la Iglesia habían empleado eufemismos en el pasado para ocultar lo que estaba sucediendo (…) Los funcionarios de la Iglesia de forma rutinaria y deliberada describieron el abuso como *payasadas* y lucha y contacto inapropiado. No fue ninguna de esas cosas”, dijo Shapiro.

En efecto, fueron abusos sexuales a niñas y niños, incluida la violación, cometidos por hombres adultos, sacerdotes, por lo que Shapiro criticó a los obispos y a otros líderes de la iglesia por “frustrar las investigaciones, proteger a los sacerdotes y actuar de forma hostil hacia las víctimas”.

“El encubrimiento fue sofisticado. Y todo el tiempo, sorprendentemente, el liderazgo de la Iglesia mantuvo registros del abuso y el encubrimiento. Estos documentos, de los archivos secretos de las propias diócesis, formaron la columna vertebral de esta investigación “, dijo Shapiro en la conferencia de prensa realizada ayer en Harrisburg. “Sobre todo, protegieron su institución a toda costa”, dijo Shapiro.

Más adelante, el fiscal general de Pensilvania “lamentó” que algunos líderes de la Iglesia citados en el informe por mal manejo de reclamos de abuso hayan sido promovidos, incluyendo al cardenal Donald Wuerl, actual arzobispo de Washington, que encabezó la diócesis de Pittsburgh desde 1988 hasta 2006.

El cardenal, por su parte, emitió un comunicado ayer mismo, en el que calificó el abuso sexual de niños como “una terrible tragedia” y defendió su propio récord en Pittsburgh.

“Como lo he dejado claro a lo largo de mis más de treinta años como obispo, el abuso sexual de niños por parte de algunos miembros de la Iglesia católica es una terrible tragedia, y la Iglesia nunca puede expresar lo suficiente su profunda tristeza y contrición por el abuso, y por la falta de respuesta pronta y completa”, dijo el cardenal Wuerl.

“Si bien entiendo que este Informe puede ser crítico de algunas de mis acciones, creo que confirma que actué con diligencia, con preocupación por las víctimas y para prevenir futuros actos de abuso”, continuó Wuerl en su defensa. “Sinceramente espero que una evaluación justa de mis acciones, pasadas y presentes, y mi compromiso continuo con la protección de los niños disipe cualquier noción hecha en este informe”.

Por su parte, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el cardenal de Houston-Galveston Daniel DiNardo, también condenó el abuso sexual y dijo que los obispos de los Estados Unidos “Sienten vergüenza por los pecados y las omisiones de los sacerdotes católicos y los obispos católicos”.

DiNardo que los cambios de política que los obispos estadounidenses hicieron en 2002, tras los escándalos de Boston, han convertido a la iglesia en un lugar seguro para los niños y responsabiliza a los sacerdotes por los abusos.

El informe reconoce que la mayoría de los casos de abuso de documentos ocurrieron “antes de principios de los 2000” y dice que invitó a los obispos a explicar cómo han cambiado sus diócesis cuando se trata de proteger a los niños del abuso.

“Parece que la iglesia ahora está asesorando a la policía sobre los informes de abuso con mayor prontitud”, dice el informe. “Se han establecido procesos de revisión interna. Las víctimas ya no son tan invisibles”.

“Pero, continúa el informe, “la imagen completa aún no está clara”.

El Gran Jurado recomendó cuatro cambios para ayudar a las víctimas de abuso, incluidos los casos de abuso que tuvieron lugar hace mucho tiempo para su enjuiciamiento o demandas civiles. El texto recomienda eliminar el estatuto de limitaciones penales por abusar sexualmente de niños, crear un período de dos años para que las víctimas de abuso sexual presenten demandas, aclarar penas por no informar el abuso y prohibir acuerdos de confidencialidad con respecto a la cooperación con la policía.

El informe de Pensilvania se hace eco de los hallazgos de muchas investigaciones anteriores de la Iglesia en todo el país, y en otras diócesis de Pensilvania, en su descripción del abuso sexual por parte del clero y el ocultamiento de la misma por parte de los funcionarios de la iglesia.

Lo que distinguió a esta investigación fue su alcance extraordinario: el Gran Jurado examinó acusaciones de abuso en seis de las ocho diócesis de Pensilvania que, colectivamente, representan a más de la mitad de los 3.2 millones de católicos del Estado.

Con material de AP y agencias católicas

En Boston no va a volver a suceder otro escándalo como el del 2002

«Las acusaciones hechas esta semana son una fuente de gran preocupación para mí como arzobispo de Boston», escribe el cardenal O’Malley

En su 24º año de pontificado, San Juan Pablo II, minado por los achaques y tras haber pedido perdón por los pecados de los hijos de la Iglesia en el Jubileo del Año 2000, tuvo que enfrentar otra durísima realidad.

Ese año de 2002 quedará grabado en el corazón de la Iglesia católica de Estados Unidos –y de la Iglesia universal—como el año en que estalló la crisis de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Y el terremoto devastador tuvo su epicentro en la arquidiócesis de Boston.

Gobernada entonces por el cardenal Bernard Francis Law (1931-2017), la crisis estalló, justamente, por el encubrimiento de sacerdotes que habían cometido crímenes de pederastia. Law tuvo que dimitir y fue trasladado a Roma, para evitar ser enjuiciado por tribunales locales.

Sin embargo, el mundo conoció la investigación del caso, misma que fue realizada por periodistas del The Boston Globe quienes ganaron un Premio Pulitzer por ello, y luego la historia fue llevada al cine en la película Spotlight, ganadora del Oscar en 2016.

Acciones contrarias a la formación sacerdotal

Por lo demás, la arquidiócesis de Boston no es hoy, ni remotamente, la misma que hace 16 años. La gobierna ahora el arzobispo y cardenal Sean O’Malley, un hombre muy cercano al Papa Francisco y su principal asesor y colaborador en la dirección de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. O’Malley ha dicho, fuerte y bajo, que no va a repetir lo que su antecesor hizo.

Por ello, ha pedido al rector del principal seminario arquidiocesano de Boston, el seminario de San Juan, que tome un año sabático de inmediato, mientras se realiza una investigación de las acusaciones hechas en las redes sociales sobre actividades realizadas en el seminario que fueron calificadas como acciones “directamente contrarias a los estándares morales y requisitos de formación para el sacerdocio católico”.

“En este momento, no puedo verificar ni refutar estas acusaciones”, dijo el cardenal O’Malley, en un comunicado enviado a los medios de comunicación por correo electrónico. Tampoco aclaró de qué específicamente, se tratan las acusaciones.

En una declaración dada a conocer por la arquidiócesis, O’Malley dijo que el padre Stephen Salocks, profesor de Sagrada Escritura, servirá como rector interino en el seminario de San Juan, ya que el padre James Moroney, su rector, se va de año sabático para el semestre de otoño, para que pueda haber una investigación completamente independiente con respecto a estos asuntos”.

Acusaciones y preocupaciones

O’Malley dijo que también ha designado a un grupo “para supervisar una investigación sobre las acusaciones hechas esta semana, la cultura del seminario con respecto a los estándares personales esperados y requeridos de los candidatos al sacerdocio, y cualquier tema del seminario de acoso sexual u otro formas de intimidación o discriminación”.

Dijo que le había pedido al grupo que presentara sus hallazgos lo más pronto posible. “Las acusaciones hechas esta semana son una fuente de gran preocupación para mí como arzobispo de Boston”, escribió. “El ministerio del sacerdocio católico requiere una base de confianza con la gente de la iglesia y la comunidad más amplia a la que sirven nuestros sacerdotes”.

Con la sombra de Law y del reciente escándalo del que fuera cardenal y arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, el cardenal O’Malley aseveró estar decidido a lograr “que todos nuestros seminarios cumplan con ese nivel de confianza y proporcionen la formación necesaria para que los sacerdotes vivan una exigente vocación de servicio en nuestra sociedad contemporánea”.

Ciertamente, tendría que ser la decisión de todos los obispos en el mundo. Pero O’Malley está poniendo el ejemplo. El buen juez, dice el refrán español, por su casa empieza. Y más aún si su casa, como la arquidiócesis de Boston, ha sido tan dañada como la dejó el cardenal Law, que en paz descanse.

¿Cómo descubrir si tu hijo sufre abuso sexual?

¿Como buenos padres no se dan cuenta del abuso sexual infantil? La mayoría de las veces, hacen las preguntas equivocadas

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La comunicación entre adultos y niños no siempre es fácil. Incluso aunque los niños entiendan más de lo que nos  imaginamos, frecuentemente no poseen el vocabulario para hacerse entender completamente. Añade a eso las preguntas ambiguas de los padres, que normalmente exasperan a los pequeños. Es incluso un  milagro que consigamos comunicarnos con ellos mínimamente. Es extremamente importante para los niños poder confiar en los padres y, a veces, es incluso vital. Esta madre recordó este hecho importante a tiempo, antes de causar estrago con sus preguntas.

Sucede tan a menudo, que uno se pregunta: ¿Cómo es posible que padres buenos y atentos no se den cuenta de que su hijo es víctima de abusos sexuales? La mayoría de las veces hacen las preguntas equivocadas. Aquí está la historia de una madre:

Un día mi hijo fue a una fiesta de Halloween a casa de un amigo. Cuando le busqué algunas horas después, pude ver por la sonrisa de su cara que se lo había pasado bien. Luego antes de salir, yo estaba en pie en la puerta con el padre y el abuelo de su amigo.

Los dos me contaron que mi hijo se había portado bien, lo que era música para mis oídos. ¡Gracias a Dios! ¡Sin peleas o rabietas!

Llevé a mi hijo al carro y empecé a manejar de vuelta a casa. Pero cuando estábamos de camino, empecé a sentirme inquieta, algo no iba bien.

Entonces me vino esa cosa y aparqué el auto en la primera parada. Todo el mundo empezó a sonar la bocina, pero yo estaba distraída. Sabía que tenía que conversar con mi hijo, porque cuando yo era niña, pasé por lo mismo.

Flashback

Yo recordé cómo fui abusada sexualmente cuando era pequeña por un pariente adolescente. Me acuerdo de las preguntas inocentes de mi madre cuando ella me fue a buscar a su casa:

“¿Fuiste una niña buena? ¿Fuiste educada? ¿Te portaste bien?”

Mi madre no sabía:

1. que el adolescente que vivía allí me amenazaba antes de llegar ella (y, a veces, incluso se colocaba detrás de ella con el puño cerrado y la mirada amenazadora cuando ella estaba).

2. que estas preguntas, especialmente frente a la persona que había abusado de mí, reforzaba la idea de que yo tenía que obedecer los deseos de quien quiera que estuviese cuidando de mí cuando ella no estaba.

3. que yo pensé que, ya que yo había respondido “sí” en la puerta, no podía cambiar mi respuesta después (eso significaría tener que explicar por qué había mentido antes).

Cuando los padres preguntan a sus hijos si ellos se portaron bien delante de otras personas, normalmente se sienten presionados a decir que sí.

Fue por eso que yo me giré a mi hijo en el estacionamento y le miré directamente a los ojos. Volví a empezar y le hice las preguntas correctas.

Tal vez también tenga que considerar hacer estas preguntas a sus hijos la próxima vez que se quedaron al cuidado de alguien. Le pregunté cuando estábamos solos:

  • ¿Te divertiste o no?
  • ¿Qué hiciste el tiempo que estabas allí?
  • ¿Qué te gustó más de la fiesta? 
  • ¿Qué parte de la fiesta te gustó menos?
  • ¿Te sentiste seguro?
  • ¿Tienes algo más que quieras compartir?

Haz de estas preguntas un hábito en tu familia. Y deja que tus hijos sepan que pueden decirte lo que sea en otro momento, cuando lo necesiten.

El error que cometí ese día es totalmente común entre los padres. Pensamos que, dado que hacemos preguntas, tenemos controlada la situación. La verdad es: los padres deben siempre preguntar, pero en el lugar y el momento correctos.

Cómo dejé la industria del sexo por el cristianismo

Abusos sexuales en su infancia la condujeron ahí, Jesús la ayudó a escapar

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WASHINGTON – En el verano de 1980, una niña de 4 años y su hermano fueron a jugar en la piscina de sus amigos. La niña no era muy cercana a sus compañeros de juego; los veía más bien como conocidos. Pero los dos niños tenían permiso para ir a jugar. En el gran calor de Jacksonville, Florida, poder bañarse en la piscina es una bendición.

No era día de fiesta y, sin embargo, lo último que supo la niña es que el papá de sus amigos la llevó al baño. Ahí dentro, dice, el hombre abusó sexualmente de ella: “me tocó y cosas así”, dijo absteniéndose de dar detalles.

Hoy en día se hace llamar Christina Outlaw, nombre que tomó tras casarse hace casi tres años; aunque se refiere así misma como Crissy. Sin embargo, Crissy es muy cautelosa cuando habla de su infancia, escoge cuidadosamente las palabras, hace pausas, y titubea para encontrar la expresión adecuada.

Explicar sus años de juventud es difícil no sólo por el dolor por el que pasó. Crissy sintió que no tenía el control: cero, ninguno. Sus padres de clase trabajadora lucharon mucho. Su padre bebía. Cuando Crissy tenía 12 o 13, sus padres se divorciaron. Su madre se volvió a casar. Muchachos más grandes la tocaron y hombres mayores la miraban lascivamente, dijo. “Sólo recuerdo que la gente me miraba de una manera sexual, hombres mayores especialmente”, comentó.

Crissy creció como baptista en el corazón del Bible Belt; la Convención Baptista de Florida tiene su sede en Jacksonville.

A los once años, Crissy aceptó a Jesucristo como su salvador. Pero en su adolescencia, se desvió y fue llevada por el mal camino. Sentí que Dios no me quería en absoluto. Cuando tenía 17 años, aborté”, dijo. Si me amara, no habría permitido que pasara eso”.

Como muchos estadounidenses que tienen mala suerte, Crissy quiso dar la vuelta al guión. Tomar control de su vida se volvió su ambición. Para algunos, el trabajo, el alcohol o apostar es el camino hacia la autonomía y autodeterminación.

Para Christina, protagonizar películas porno fue el camino. En su carrera engendró el nombre artístico conocido actualmente, Crissy Moran.

De 1999 a 2006, Moran apareció en más de 50 películas de contenido adulto. Su belleza y atractivo eran innegables.

Actualmente, Cristina Outlaw vive con su esposo en Houston. (No quiso dar su original apellido por cuestiones personales). Dejó la industria del porno hace alrededor de una década y dijo que no está recibiendo regalías de la industria desde que se fue. Trabaja en una tienda de ropa y accesorios femeninos como estilista. Y lo más importante para ella es que es cristiana.

La transformación de Crissy de niña abusada a estrella porno y a cristiana se ha contado antes en los medios y prensa cristiana.Otras estrellas pornos, de la talla de Linda Lovelace, protagonista de Deep Throat, se han vuelto cristianas tras dejar la industria.

En una entrevista para Aleteia, Outlaw enfatiza que dejar atrás el negocio pornográfico dominantemente masculino por el cristianismo fue su camino hacia la paz.

El cambio de perspectiva de Crissy sobre la vida es evidente en su actitud en su nueva línea laboral. Ve a las mujeres de manera diferente. “Me encanta hacer que las mujeres y chicas se vean bonitas. Las mujeres son muy hermosas y cada una es diferente. Es un trabajo maravilloso. Las mujeres ya no están compitiendo conmigo. Es algo raro. Veo la belleza en todas. La primera cosa que solía ver eran los defectos. Ahora veo la belleza”, dijo.

A pesar de las cicatrices emocionales de su infancia, Crissy se volvió una adulta funcional. Se graduó de la preparatoria en Florida, tomó clases en una universidad local, y tuvo varios puestos de trabajo, incluido uno como mesera en Hooter’s.

Sin embargo, quería más para su vida. Tras tomarse fotos y distribuirlas, recibió ofertas de revistas para adultos, incluidaHustler. A los 25 años, apareció en su primer video sexual.(También le contó a un pariente sobre los abusos sexuales de su infancia, pero no hizo denuncia).

Crissy vivió en Jacksonville, pero se mudó a Encinitas, California, más tarde. Vivir lejos de su ciudad natal era una cosa. Volverse una actriz protagonista en una película era otra. Crissy vio el negocio de la pornografía como el camino a la autonomía.

“Pensé que sería muy fortalecedor entonces, sabes, tenía a todas estas personas que dependían de mí. Sabía lo que tenía que esperar. Sabía qué escenas tenía que hacer y quienes eran los influyentes” dijo. “Sentí que estaba por encima de todo el mundo, la gente me necesitaba”.

Incluso la elección de Crissy de un compañero sexual masculino confirmó su visión de que estaba al mando. Mientras sus competidoras femeninas estaban emparejadas con actores mayores, durante tres años y medio ella estuvo emparejada con el novio con quien vivía.

Vivió con otros chicos también. De hecho, tenía recurrentes citas amorosas. Necesitaba tener hombres a su alrededor. La hacían sentir deseada y que no estaba sola. Los hombres dominaban también su vida profesional.

Las críticas feministas han señalado que la pornografía estadounidense atiende los deseos masculinos de intensa estimulación visual en lugar de las relaciones de pareja. Las películas de Moran reflejan esto; con títulos apropiados para la programación de la audiencia general, protagonizó Jack’s Playground 15, Country Girls y Men’s Only Gorgeous All Girls.

Los hombres ayudaron a Christina a volverse no sólo famosa sino rica.

Su página web para adultos sacaba fácilmente 20.000 dólares mensuales, y tenía tanto dinero que podía descansar durante meses. Pero la competencia de Crissy por la autonomía a través del ego y la carne no le consiguió el respeto de los hombres.

Por ejemplo, se dio cuenta de que muchos hombres la veían como un objeto sexual y poco más. Sus sueños y esperanzas no importaban; los de ellos sí. Un día, viajó a Albuquerque, Nuevo México, para reunirse con su novio en su trabajo, que no era en la industria porno.

Un colega de él distribuyó copias de su esposa posando en topless. Los hombres se rieron. A Crissy no le hizo gracia. Si este fuera mi esposo, esperaría que no distribuyera fotos mías”, recuerda haberle dicho a los hombres. Se sintió avergonzada y enojada.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Tras el incidente, Crissy le dijo a su agente, “Necesito una pausa. No se qué decir. Luego le dije que se había terminado”, recuerda haberle dicho. Christina habló con Dios sobre su predicamento. Dijo que confiara en Él y que me guiaría. Me sentí condenada a darme por vencida… Esta gente en la industria no eran realmente mis amigos”.

A pesar de que Crissy permaneció en Los Angeles, su estilo de vida cambió. Perdió contacto con amigos y colegas de trabajo. El hombre que llevaba su página para adultos se rehusó a cerrarla. Ya no recibía grandes nóminas mensuales. Sobretodo, tenía que aprender a vivir sola, especialmente sin novio.

El retiro de Crissy del negocio de la pornografía hizo fuertes estragos a nivel emocional y espiritual en ella. “Tuve fuertes traumas posteriores. No sabía cómo salir y pagar mis cuentas.Estaba acostumbrada a pagar mi manicura, mi peluquería. Renunciar a eso fue traumático, extremadamente traumático como digo”.

La transición de Crissy de estrella de porno a una mujer cristiana no fue algo automático. Hubo baches en el camino. No siempre se abstuvo de salir con chicos, dijo. Tenía pesadillas. Pero se unió a la Iglesia cristiana en Los Angeles.

Tuvo varios trabajos en oficinas, incluido uno como secretaria jurídica. Trabajó para Treasures, una organización religiosa sin fines de lucro que guía a hombres y mujeres de la industria del sexo. Y dejó de salir con chicos durante 10 meses.

Durante este tiempo sabático, Crissy conoció a un hombre a través de un amigo en común. Vivía en Texas. Pero los dos hablaban por teléfono y se volvieron amigos. En mayo de 2012, se casaron.

Cuando era pequeña, Crissy soñaba con tener una familia. “El objetivo de mi vida no era ser doctora o abogada sino esposa y madre”. La primera parte se ha vuelto realidad; la segunda no. Durante años, cuando estaba en la industria, Crissy tenía pocos deseos de ser mamá.

Ahora el deseo ha vuelto. Pero Crissy no está casada con la idea. A sus 39 años, se da cuenta de los riesgos y las dificultades prácticas de dar a luz. Sea que ella y su esposo conciban o adopten, ella estará en paz. “Rezo por tener un hijo, pero si no sucede…”, dice con la voz entrecortada. Mi deseo ha sido estar cerca de Él”.

Por Mark Stricherz, el corresponsal en Washington de Aleteia, autor deWhy the Democrats are Blue (Encounter Books). Síguelo en Twitter en @MarkStricherz

La “cohesión familiar” limita los efectos negativos de Internet

martes, 13 de julio de 2010
Norberto González Gaitano


FamilyAndMedia.eu

Cuando los padres comparten actividades habitualmente en la red, tiende a disminuir la exposicióAlmudi.org - Norberto González  Gaitanon de los niños a contenidos perjudiciales (violencia, pornografía, sitios que promueven odio, estafas y acoso de predadores). Así lo probó ya el estudio de Cho (Universidad de Austin, Tejas) y CheonJournal of Broadcasting Electronic Media en 2005. (Universidad de Florida) publicado en el

En análoga dirección se mostraban los resultados del estudio de Mesch, de la Universidad de Haifa, sobre el uso de Internet por parte de adolescentes israelíes: el tiempo de uso de Internet está negativamente relacionado con la dedicación de tiempo a actividades familiares y, más específicamente, el «uso social» de la red (chatear, jugar on line y participar en grupos de discusión) porta al aumento de conflictos entre padres hijos, a diferencia de lo que sucede cuando la red se usa para fines instructivos o educativos (The Journal of Family Communication, 6, (2), 2006).

En definitiva, la cohesión familiar limita los efectos negativos de la red y, a su vez, ésta se ve limitada, si bien indirectamente, por el tiempo invertido en la red y por el uso social predominante de Internet. El concepto de cohesión familiar es un concepto acuñado por la sociología que mide la «intensidad de los lazos emotivos que los miembros de una familia desarrollan entre sí», medidos en términos de relaciones más frecuentes y estrechas entre ellos, y que se expresa generalmente en actitudes de apoyo mutuo, realización de actividades juntos y afecto recíproco.

Pues bien, está ampliamente probado por los estudios de sociología de la familia que la cohesión familiar afecta positivamente el desarrollo de los hijos y favorece el juicio moral de los niños. En ese tipo de familias los padres son la fuente principal de influencia moral y ejercen un mayor control en los estándares morales de los hijos.

Los dos estudios citados confirman esos hallazgos para el caso de este nuevo medio que ha entrado de lleno en el contexto de la vida familiar, y de cuyos efectos aún sabemos poco, como afirma Mesch. Lo que sí sabemos es que los niños usan la red y se exponen a contenidos negativos mucho más de lo que sus padres imaginan, como el primero de los estudios prueba. O sea, los padres tienen  una percepción equivocada sobre su control de uso de la red por parte de sus hijos.

Si a estas conclusiones añadimos algunos datos sobre los contenidos de la red, de acuerdo con el reciente estudio de Optenet, hecho a partir de una muestra de 4 millones de URLs se ve que hay motivos para mejorar en una educación a los medios y con los medios en el ámbito familiar.

Según el Informe del 2010 de esta empresa pionera en ofrecer seguridad sobre los contenidos a empresas comerciales y a familias (100 millones de usuarios terminales), la pornografía supone aún el contenido predominante de la red (37%); los websites para jugar on-line (RPGs), tales como World of Warcraft, Final Fantasy and Grand Theft Auto 4, han crecido un 212%; los sitios que contienen violencia han aumentado un 11%; los que incitan al terrorismo, un 8% y los que venden drogas ilegales, un 7%. En definitiva, no hay motivos para bajar la guardia.

Autoestima, personalidad y uso de Internet

Lo que no sabemos, o al menos es pronto para afirmarlo con los pocos estudios disponibles, es cuánto incide la personalidad de los sujetos en la frecuencia y en el tipo de uso de Internet. Presumiblemente, determinados rasgos caracteriales y de personalidad estarían asociados a un uso intenso de Internet, especialmente de carácter social.

Se ha visto que los jóvenes con baja autoestima, debida principalmente a falta de apoyo paterno y a sentimientos de minusvaloración por parte de los compañeros, son más adictos a Internet. De modo que la variable «autoestima» debería afectar al modo en que el uso de Internet incide en la cohesión familiar a través del aumento de conflictos entre padres e hijos y del mayor tiempo restado a las relaciones familiares.

Sin embargo, el estudio de Mesch que controla el peso de esa variable, no observa alteraciones. En definitiva, el uso social de la red y el tiempo dedicado a Internet disminuyen la cohesión familiar con independencia del carácter del sujeto.

Metodología de los estudios

El estudio de Mesch ha sido efectuado a partir de una muestra representativa nacional total de 1.000 adolescentes israelíes de entre 13 y 18 años conducida por el Minerva Center for Youth Studies de la Universidad de Haifa. Los entrevistados finales, usuarios habituales de Internet, son el 42%, que se ajustan al 44% de hogares con conexión a la red.

La muestra y el sofisticado estudio estadístico con los parámetros que miden la cohesión familiar, conflictos padres-hijos, el tiempo de actividades en familia, uso de Internet y la variable de control «autoestima», avalan la calidad del estudio. Sin embargo, como el propio autor reconoce, el estudio tiene una limitación fundamental: la de medir sólo la percepción subjetiva de los jóvenes y no la de los padres.

A diferencia del precedente, el estudio de los profesores de la Universidad de Austin (Texas) y Florida, sobre un total de 190 familias de las 390 seleccionadas, acopla las respuestas de los cuestionarios a los hijos (entre 11 y 16 años) con los de sus respectivos padres. Esto ha posibilitado medir y comparar las percepciones de padres e hijos. Los cuestionarios han sido suministrados a través de los colegios donde los niños estudian.

Norberto González Gaitano. Universidad de la Santa Cruz, Roma

Respuesta de la Iglesia a los abusos sexuales

La Santa Sede lanza un sitio web sobre la respuesta de la Iglesia a los abusos sexuales

Ofrece, entre otras, todas las intervenciones de los papas Benedicto XVI y Juan Pablo II sobre este tema.

Actualizado 16 julio 2010

R.R./ReL

Junto a la publicación de las nuevas «Normas sobre los delitos más graves» (Normae de gravioribus delictis) de la Congregación para la Doctrina de la Fe, La Santa Sede lanzó ayer un sitio web con toda la información relativa a la respuesta de la Iglesia a los abusos sexuales.

El sitio presenta toda la información que aclara este documento vaticano, además de ofrecer todas las intervenciones de los papas Benedicto XVI y Juan Pablo II sobre este tema, así como pronunciamientos de la Santa Sede y sus representantes.

Puede encontrar toda la información en http://www.resources.va

Más fuerte que el odio

Actualizado 14  julio 2010

Más fuerte que el odio: la historia de una mujer que fue violada dos veces y no odia

Jorge Enrique Mújica/ReL

El número 690 del semanario Alfa y Omega (20.05.2010) traía un testimonio que vale la pena conocer y agradecer.

Se trata de la historia de una mujer que fue violada por su padrastro y luego por su novio, quien la dejó embarazada. El chico se desentendió y su familia también. De hecho la echaron a la calle. Cuando tuvo a su hija entre brazos se dio cuenta que la vida tenía sentido y se fue de voluntariado a África. Hoy es una feliz abuelita, lectora del semanario a cuya redacción envió su propio testimonio. La historia completa es la siguiente:

***


A mis diez años, sufrí abusos sexuales por parte de mi padrastro. A partir de este momento, no consentía que ninguna persona del sexo opuesto me tocara, e incluso se me erizaban todos los pelos del cuerpo cuando tenía a hombres cerca. Yo pensaba que, cuando el amor llamara a mi puerta, se me pasaría esta fobia, pero no fue así.

A los veintidós años me enamoré de un chico y nos hicimos novios, pero yo no me dejaba besar ni tocar. Entonces un día, harto de mi resistencia, me tomó por la fuerza y me violó mientras me decía: «Lo que no me quieres dar por las buenas, lo tomo yo por las malas». ¡Me sentí tan sucia, tan traicionada, tan desesperada…! Parecía como si yo no tuviese valor a los ojos de nadie, como si fuera un objeto de uso y disfrute, sin alma. Y lo peor de todo es que me culpabilizaba de todo lo ocurrido por haber hecho resistencia.

Poco después descubrí que estaba embarazada. Fue un golpe tremendo para mí, pues aún seguía muy traumatizada por lo que me pasó. Le di la noticia al padre de la criatura y la única respuesta que obtuve fue: «Pues aborta».

Yo no estaba dispuesta a matar a una criatura inocente por muy mala que hubiera sido mi experiencia y decidí que lucharía por ella costase lo que costase. Su padre se desentendió del problema y se marchó a Francia para acabar sus estudios. Yo dejé los míos, mis amistades y la ciudad donde vivía y volví a Madrid.

Aquí me encontré con el rechazo de mi familia al completo. No querían enfrentarse al qué dirán de la sociedad. No les importó que hubiese sido víctima de una violación. No intentaron sanar mis heridas (las del alma). Sólo se preocuparon de alejarme de su vida para que no empañara su buen nombre.

Fui llamando de puerta en puerta a las casas de mis amigas de infancia, pero los prejuicios de sus padres me las cerraron. Busqué trabajo, pero en cuanto se percataban de mi estado, me despedían. También me echaron de la pensión para chicas donde fui a vivir por la misma razón que los demás. Así me encontré durmiendo en un banco de la calle, y sin tener ni siquiera un pedazo de pan que llevarme a la boca. Pero no desesperé. Yo confiaba en el Amor de mi Padre Dios y me repetía una y otra vez: «El Señor es mi pastor, nada me faltará, aunque ande por valles de sombra de muerte no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me sostienen».

¡Se hizo la luz!

¡Y por fin se hizo la luz! La hermana casada de una amiga me acogió en su casa (ella no tenía prejuicios). Una chica que vivía en la pensión donde estuve un tiempo viviendo me llevó a trabajar con ella; y así, poco a poco, me fui recuperando.

A medida que se iba acercando el momento del alumbramiento, me acechaban más y más temores. Pensaba: ¿Nacerá sana? ¿En qué medida le habrá afectado tanta necesidad? ¿Cómo será mi vida con un bebé en los brazos habiendo sufrido tanto rechazo cuando aún lo llevaba dentro? ¿Podré sacarlo adelante?

Cuando nació mi niña, tan sana y bonita, se me olvidaron todas las penas y calamidades por las que pasé, aunque era consciente de que aún me quedaban muchas cosas por pasar. Viendo cómo me trató la sociedad civilizada, no me resigné a vivir una vida egoísta y monótona. Mientras trabajaba y cuidaba de mi bebé, retomé los estudios, entré en una ONG y, cuando mi niña cumplió los tres añitos, me fui con ella de voluntaria a África.

Yo me realicé como persona, y ella creció sana, alegre y generosa. Cuando volvimos a Europa, estudió enfermería y ahora se dedica a sanar y reconfortar enfermos. Se casó felizmente, y me ha dado una nietecita preciosa que ya tiene ocho años.

Cuando echo la vista atrás y recuerdo mi pasado, no me queda ni tristeza ni rencor en el corazón. Cuando te entregas a los demás y sanas sus heridas, las tuyas también se sanan. Pero, sobre todo, pude superar todo lo que me pasó, porque sentí que el Señor fue realmente mi (nuestro) Pastor. Me agarré a Él y no le solté.

Si después de haber leído mi testimonio alguien se queda aún con la duda, yo le digo con el corazón en la mano: Sí, ¡valió la pena!