Grandes tesoros serán enterrados

Nuestra Señora Reina de la Paz a Pedro Regis Pedro Regis el 9 de febrero de 2023:

¡Ánimo, queridos hijos! No te desanimes. Mi Señor está a vuestro lado, aunque no lo veáis. Confía plenamente en el poder de Dios y el futuro será mejor para ti. La humanidad se ha vuelto espiritualmente pobre porque los hombres se han alejado de la oración y de las verdades reveladas por Mi Jesús y enseñadas por el verdadero Magisterio de Su Iglesia. Grandes tesoros serán enterrados y Mis pobres hijos llorarán y llorarán. 

[1] Orar. Pertenecéis al Señor y debéis seguirle y servirle solamente. ¡Adelante! Rezaré a Mi Jesús por vosotros. Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.

El 7 de febrero de 2023:

Queridos hijos, no hay victoria sin la Cruz. La humanidad se dirige hacia el gran abismo. Date la vuelta rápidamente. Dios te está llamando. No viváis lejos de Su Gracia. Los hombres han desafiado al Creador y están caminando como el ciego guiando al ciego. Abrid vuestros corazones a la luz del Señor. Vuélvanse a Su Camino para ser salvos. Os pido que seáis hombres y mujeres de oración, porque sólo así podéis comprender Mis llamadas. Tienes libertad, pero es mejor hacer la Voluntad del Señor. Llegará el día en que muchos se arrepentirán de sus vidas vividas sin la gracia de Dios, pero será tarde. ¡Arrepentirse! Este es el momento oportuno para su regreso. ¡Adelante en el camino que te he señalado! Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.

Notas
↑1cf. ¡Llora, oh hijos de los hombres!

Adquirir una Cultura amplia y sólida

Hace noventa años los hititas y su imperio eran totalmente desconocidos. Se sabía que Egipto y los reinos de Mesopotamia escribieron la historia político militar del Asia Menor y del Oriente Próximo durante el segundo milenio antes de Cristo, pero a su lado existió una “tercera potencia”, el Imperio hitita. No destacaron en el terreno de la cultura, pero su influencia política fue considerable. En 1947 se encontró la clave para descifrar su escritura, en Karatepe: unos textos bilingües. ¿Por qué no trascendieron? Porque se dedicaron más a la política que a la cultura.

La civilización es la posibilidad que Dios da a los hombres de mejorar el bosquejo que Él hizo” (Plinio Corrêa de Oliveira (1908-1995)

Karol Wojtyla era un hombre dispuesto a forjar la historia a través de la cultura. Se puso como misión organizar una continua resistencia cultural y pacífica contra el régimen. Con Wojtyla, el régimen nunca sabía qué venía después. Para Juan Pablo II relajarse, descansar, era ponerse al día en filosofía. Era un convencido de que la cultura impulsaba la historia.

La tesis contemporánea afirma que los dos motores del cambio histórico son la política y la economía. A pesar de su debilidad física, San Juan Pablo II defendió con energía uno de los principales temas de su pontificado: la cultura es el motor que impulsa la historia. El desmoronamiento del comunismo europeo de 1989-1991 confirmó la posición de que la cultura dirige la historia (Weigel, Testigo de Esperanza, p. 1052).

San Juan Pablo II dejó escrito: “El hombre vive una vida verdaderamente humana gracias a la cultura (…). La cultura es un modo específico del existir y del ser del hombre (…). La cultura es aquello a través de lo cual el hombre, en cuanto hombre, se hace más hombre, “es” más (…). La nación existe “por” y “para” la cultura. Y así es ella la gran educadora de los hombres para que puedan “ser más” en la comunidad” (Memoria e identidad, 108-109).

La cultura es el camino de la nueva evangelización. Juan Pablo II decía: El hombre vive una vida realmente humana gracias a la cultura. La cultura es una forma específica de “existir” y “ser”. (catolicoactivo.com).

Vivimos una historia cuyo guionista es divino. Todos formamos parte de algo cuyo alcance excede su comprensión.

Karol Wojtyla llegó a asemejarse a la descripción que G.K. Chesterton hace de Tomás Moro:

“Era, por encima de todo, un hombre histórico: él representó a la vez un tipo de hombre, un momento crucial y un destino último. Si no hubiera existido este singular hombre en aquel particular momento, toda la historia hubiera cambiado de rumbo” (citado en James Monti, The King’s good servant but God’s first, 1997, p. 15).

Tenemos que conocer la cultura que nos ha tocado vivir, no para adaptarnos a ella, sino para impregnarla con los valores del Evangelio y con el anuncio de Jesucristo”. Y ¿cómo adentrarnos en la cultura?, ¿cómo adquirir cultura? Leyendo a clásicos de la literatura, viendo buen cine y rodeándose de personas con cultura general. Hay poco tiempo, pero le podemos dedicar al menos 10 minutos diarios a un buen libro.

Un observador contemporáneo escribe: La cultura general abre al mundo de la conversación. Sin cultura, todo este mundo aburre, y acaba siendo ajeno. Se acaba viviendo sin saber qué sucede. (Juan Luis Lorda, Humanismo. Los bienes invisibles, Rialp, Madrid 2009).

Juan Luis Vives piensa lo mismo: “El camino más breve hacia la ciencia es la atención y diligencia en escuchar” (Diálogos, XXV, Planeta Barcelona 1988, p. 148-149).

Hogar dulce

En su libro ¡Levantaos! ¡Vamos! El Papa Juan Pablo II escribe: “el deseo de santidad se desarrolla mucho mejor cuando encuentra a su alrededor el clima favorable de una buena familia. ¡Qué importante es el ambiente familiar! Los santos generan y forman santos” (p. 96). Y continúa su libro ¡Levantaos! ¡Vamos!: “Los laicos pueden realizar su vocación en el mundo y alcanzar la santidad no solamente comprometiéndose activamente a favor de los pobres y los necesitados, sino también animando con espíritu cristiano la sociedad mediante el cumplimiento de sus deberes profesionales y con el testimonio de una vida familiar ejemplar. No pienso sólo en los que ocupan puestos de primer plano en la vida de la sociedad, sino en todos los que saben transformar en oración su vida cotidiana, poniendo a Cristo en el centro de su actividad. Él será quien atraiga a todos a sí, “saciando su hambre y sed de justicia” (Mt 5,6)” (p. 107).

En el Encuentro Internacional sobre Afectividad (19-21 de mayo del 2006), José Antonio Alcázar Cano decía: es un error pensar con el corazón, hay que pensar con la cabeza y educar el corazón. La educación de la voluntad está en las virtudes básicas: la fortaleza y el autodominio.

Si los hijos no hacen cosas buenas, nunca serán buenos. José Antonio Alcázar Cano seguía: Hay una cosmética de virtudes, en vez de una ética de la virtud.

¿Cómo consigo hijos fuertes? Lo lograré si hacen lo que tienen que hacer a pesar de que no les apetezca. Que estudien con o sin ganas, que coman de todo. A veces algún hijo puede decirte:

—No como porque vomito.

—Vomita. La casa es nuestra. Comerás menos, despacio o renegando, pero has de comer.

Que los hijos se acostumbren a hacer el bien para después saborear los frutos del bien. Es bueno que se sientan bien si hicieron el bien, y que se sientan mal cuando hicieron el mal. Eso sí, acompañarlos, fomentar el encuentro personal con cada hijo.

— Fulano vive con su novia.

— ¿No estará estropeando su historia de amor?

— ¿Por qué hago mal?

— Saber razonarle el por qué de sus principios.

Al hijo varón, sobre todo, hay que enseñarle a expresar lo que siente. La mujer se entrena a ello desde chiquita.

Objetivos:

  • Enseñar a conocerse
  • Enseñar a reconocer los sentimientos de los demás
  • Enseñar a expresar sus emociones.

Medios:

Juego y cuentos, historias, dramatizaciones, convivencia familiar.

Hay jóvenes que se enfrentan a la droga porque no saben cómo decir que no; no saben expresarse. Dar la formación con gradualidad y con orden.

Esta generación tiene que reinventar la orientación familiar. Hace falta una movilización pues nos estamos jugando el futuro de nuestra juventud. Estamos en un momento en que la gente de bien debe proponerse hacer algo. Si te sale mal, no te preocupes, al segundo intento lo harás mejor.

En Los colegios, dar a la gente permiso para equivocarse. Así las cosas salen mejor.

Hemos descubierto la educación de las virtudes, de nombre. Las virtudes no se adquieren por repetición de charlas, sino de actos. La educación del corazón es más compleja. Preguntaba un señor:

— ¿Cómo le puedo decir a mi hijo lo mucho que lo quiero?

— ¡Díselo y ya!

— Me da vergüenza.

Hay que dejar que exponga lo que trae en su corazón.

Un experto europeo, Jokin de Irala, decía: “Ha habido una información sexual indiscriminada cuando ha habido poca formación en la afectividad, por eso se ha elevado el índice de embarazo adolescente. La educación sexual sin valores es una invitación a experimentar. Es un problema serio de educación pública. La educación sexual se debe integrar con la educación de la afectividad”.