La Iglesia está en Gran Peligro

Nuestra Señora de Zaro di Ischia a Angela el 8 de enero de 2023

Esta noche, mi madre apareció vestida de blanco. El manto que la envolvía también era blanco, ancho, y el mismo manto cubría su cabeza también. Sobre su cabeza había una corona de doce estrellas. La Virgen María tenía las manos entrelazadas en oración; en sus manos había un largo y santo Rosario, blanco como la luz, que bajaba casi hasta sus pies. En su pecho, la Madre tenía un corazón de carne coronado de espinas. Los pies de la Virgen María estaban desnudos y descansaban sobre el globo. En el globo estaba la serpiente, sacudiendo su cola con fuerza; Mi madre lo sostenía firmemente con su pie derecho. Él siguió moviéndose con fuerza, pero ella presionó su pie hacia abajo con más fuerza y él ya no se movió. El mundo bajo los pies de la Virgen María estaba rodeado por una gran nube gris. La madre lo cubrió completamente con su manto. Que Jesucristo sea alabado…

Queridos hijos, gracias por estar aquí en mi bendito bosque, por acogerme y responder a este llamado mío. Hijos míos, los amo, los amo inmensamente y mi mayor deseo es poder salvarlos a todos. Hijos míos, estoy aquí por la inmensa misericordia de Dios; Estoy aquí como Madre de la Humanidad, estoy aquí porque te amo. Amados hijos, esta tarde los invito nuevamente a orar conmigo. Oremos juntos, recemos por la conversión de esta humanidad, cada vez más atenazada por las fuerzas del mal.

En este punto, la Virgen María me dijo: «Hija, oremos juntos». Mientras oraba con Ella, la Madre tomó una expresión melancólica. Entonces comencé a tener varias visiones, primero sobre el mundo, luego sobre la Iglesia. En un momento dado, mi madre se detuvo y me dijo: «Mira, hija, qué maldad, mira, qué dolor».

Luego comenzó a hablar de nuevo.

Hijos, conviértanse y regresen a Dios, hagan de su vida una oración continua. Que tu vida sea oración. [1] Aprende a agradecer a Dios por todo lo que te da y agradécele también por lo que no tienes. [2] Él es un buen Padre, Él es un Padre amoroso y nunca te dejará carecer de lo que necesitas. Queridos bienamados hijos, esta tarde os pido oración por mi amada Iglesia, no sólo por la Iglesia universal, sino también por la Iglesia local. Orad mucho por mis hijos que son sacerdotes. Hijos míos, ayunen y hagan renuncias; la Iglesia está en gran peligro. Para ella, habrá un tiempo de gran prueba y gran oscuridad. No temas, las fuerzas del mal no prevalecerán.

Entonces la Madre bendijo a todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Notas

↑1«… ora siempre sin cansarte». (Lucas 18:1)
↑2Posible interpretación: se nos anima a dar gracias a Dios por todas las cosas, sabiendo que si no tenemos algo, esto no escapa a la infinita sabiduría de Dios, que sabe exactamente lo que necesitamos. Nota del traductor.

Autor: Moral y Luces

Moral y Luces

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