Nuestra Señora Reina de la Paz a Pedro Regis el 1 Enero 2023
Queridos hijos, espinas y pétalos. Os dirigís hacia un futuro de grandes persecuciones. Los justos beberán la amarga copa del dolor y los impíos ocuparán un lugar de honor. Orar. Orar. Orar. En el Gran Naufragio, aquellos que están dedicados a mí estarán protegidos. Sed fieles a Mis llamadas. Tienes libertad, pero no permitas que tu libertad te separe del Señor. ¡Valor! Cuando os sintáis abandonados, recordad siempre que Yo soy vuestra Madre y siempre estaré con vosotros. Dadme vuestras manos y os conduciré a mi Hijo, Jesús. En este momento, estoy trayendo una extraordinaria lluvia de gracia desde el Cielo. ¡Adelante en defensa de la verdad! Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.
El 3 de Enero de 2023
Queridos hijos, cuando sientan el peso de la cruz, llamen a Jesús. En Él está vuestra victoria. Camináis hacia un futuro en el que pocos permanecerán firmes en la fe. Muchas verdades serán rechazadas y la muerte espiritual se extenderá por todas partes. Yo soy vuestra Madre Dolorosa y sufro por lo que viene para vosotros. ¡Orar! Acepten los mandamientos del Señor para ser salvos. ¡Valor! Pase lo que pase, no dejéis la Iglesia de Mi Jesús. Recuerda siempre: en Dios no hay medias verdades. Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.
Con más de 700.000 seguidores en Instagram, es uno de los rostros de moda en redes sociales y acaba de publicar su primer libro, Limpieza, orden y felicidad (Planeta, 2022). Pero no es una influencer al uso. Su familia numerosa y la “fórmula mágica” son su mejor carta de presentación.
Por Marta Peñalver / Fotografías: Bespoke 23
Aunque le cuesta reconocerse como tal, es toda una influencer, pero su especialidad no son las pasarelas ni las firmas de lujo. Lo suyo es algo, a priori, no tan atractivo: la limpieza, el orden y la gestión familiar. Pero ¿cómo una madre de familia numerosa (tiene siete hijos) ha conseguido colarse en el olimpo de la red social de las fotos bonitas y posadas con sus recomendaciones sobre cómo quitar manchas imposibles o cómo mantener el orden en casa? Según ella, “al final todos queremos estar a gusto en nuestra casa, y eso pasa por hacer cosas que no son siempre las más apetecibles”.
La pregunta del millón: ¿de dónde saca tantos trucos? Son trucos de toda la vida. Yo pensaba que no funcionaban, pero en la pandemia empecé a probar algunos y me di cuenta de que me faltaba el tercer ingrediente: la paciencia. Después llegaron la “fórmula mágica” y la laca.
Que han sido sus mayores éxitos… La fórmula mágica no la descubrí yo, me la enseñó una chica a la que pedí permiso para usarla. Lo que sí he hecho ha sido ir probando sus aplicaciones y sus complicaciones. La laca ha sido toda una sorpresa. Yo sabía que quitaba manchas de tinte de pelo, pero luego he ido descubriendo otras mil aplicaciones, muchas veces gracias a seguidoras que la han probado, por ejemplo, con desteñidos.
¿Hay alguna mancha que se le resista? ¡Sí! Cuando se guardan las prendas de polipiel, muchas veces se pega el color y eso no he conseguido sacarlo… ¡Me da una rabia!
¿Cómo pasó de Bego a la Ordenatriz? Todo empezó cuando mi padre murió. Al principio fui atravesando un duelo normal con días mejores y peores, pero al año y pico me di cuenta de que había caído en un pozo: me había desorganizado por completo.
¿A qué se refiere? Todo se tambaleaba en mi vida: se me olvidaban las citas médicas de mis hijos, la casa estaba desordenada… Y dije: “Tengo que hacer algo”. Entonces cayó en mis manos el libro de Marie Kondo (una famosa consultora de la organización) y me dije: “¡Oye, que esto de ser organizada se aprende!”. Entonces hice un curso para ser organizadora profesional, pero llegó la pandemia y nos encerraron. Así que empecé a compartir por Instagram trucos que iba probando y que funcionaban, vi que a la gente le gustaba y poco a poco fue creciendo la cuenta.
En ese proceso, ¿Qué lugar tuvo su fe? La fe me ayudó mucho con la pérdida de mi padre. No evitó el dolor, el dolor siguió estando, pero quizá lo canalizaba de otra manera. La gente me ve como estupenda, pero en realidad soy un desastre. La fe me ayuda a enfocarlo todo desde el agradecimiento.
Mucha gente tiraba las prendas desteñidas o vivía con la mancha de rotulador en el sofá antes de conocerla… ¿Es consciente de cuánto bien hace? A mí me encanta ayudar a darle una segunda vida a prendas que antes se desechaban. Pero sobre todo me alegra contribuir a cambiar el punto de vista de la gente: ya no estamos tan atacados con que la casa esté perfecta, ahora parece que aceptamos que hay que usarla y que, sobre todo si tenemos niños pequeños, la casa se mancha…Pero casi todo tiene solución.
Usted le da valor al trabajo menos valorado y reconocido, pero que es muy necesario: el trabajo de casa. Es cierto que parece que el trabajo dentro de casa no tiene valor… Pero una casa es mucho más: es nuestro hogar, donde volvemos después de todo el día, donde somos nosotros mismos, donde están nuestros seres más queridos… y ahí es donde está la vida. A todos nos gusta tener la casa bien. Pero la casa es para vivirla sin agobios, para disfrutarla. Y cuando se mancha llega una parte menos bonita, que es la limpieza, que se puede afrontar como una pesadilla o como algo necesario para sentirnos a gusto.
“Mis hijos no se van a acordar de que la casa estaba ordenada, sino de que su madre estaba cuando la necesitaban”
Hoy en día renunciar a una carrera profesional para quedarse en casa cuidando a la familia parece que está mal visto; parece que solo vale ser un alto ejecutivo, especialmente si hablamos de la mujer… ¿Qué opina? Es evidente que ha habido un cambio cultural enorme desde la época de nuestros padres y hoy en día hay que ser extremadamente fuerte para elegir quedarse en casa porque es un trabajo que no se valora en ningún sentido. Pero si pensamos en nuestras madres o abuelas que no trabajaban nos daremos cuenta de cuánto bien nos ha hecho que estuvieran disponibles. Las cosas que nos dan la felicidad casi nunca están remuneradas: hacer caso a un hijo, consolar a un amigo, darte un paseo con tu marido… En el libro Los cinco mayores arrepentimientos de los que van a morir, escrito por la enfermera de paliativos Bronnie Ware, cuenta que mucha gente cuando se está muriendo se arrepiente de no haber estado más tiempo con su familia. Y aunque es cierto que siempre empezamos a trabajar por nuestra familia, a veces el trabajo nos absorbe demasiado.
Es creyente, y su libro empieza con unas palabras de la Madre Teresa de Calcuta. ¿Qué inspiración ha encontrado en ella para su día a día? La Madre Teresa de Calcuta cuenta varias cosas que me han ayudado mucho. Cuando llegó a la India y le daban un bocadillo para pasar el día, ella se lo daba a los pobres. Empezó a desmayarse por la falta de comida, y vio que si ella se caía no podría seguir ayudando a los demás. Mi primera enseñanza con ella es: cuídate a ti misma. Y aunque a mí siempre me había parecido egoísta ocuparme de mí misma, me di cuenta de que si yo estoy mal, los demás no estarán tan bien. También ella dice que un hogar sobre todo es imperfecto, y eso me gusta porque el amor suple todas esas imperfecciones. No aspiro a que todo esté ordenado y limpio siempre, pero lejos de ser pesimista sé que el amor suple esas carencias. ¿Mis hijos de qué se van a acordar? ¿De que la casa estaba superordenada? No, de que su madre les ponía una tirita cuando se hacían una herida y de que los consolaba cuando lo necesitaban. Me acuerdo de una entrevista en la que Penélope Cruz contó que después de conocer a la Madre Teresa se preguntaba: “¿Cómo vuelvo yo ahora a mi vida después de lo que he visto aquí?” .Y la Madre Teresa le dijo: “Esa es tu vida. Tenemos que vivir en nuestra vida, donde estemos, pero siempre con amor” .
Top 3 de la Ordenatriz
«Fórmula mágica»: Se la enseñó una seguidora y se ha convertido en su seña de identidad. Limpiador y desengrasante son útiles para limpiar prendas o superficies que no se pueden meter en la lavadora.
Laca: Un potente desincrustante que quita manchas de pegamento, desteñidos y chicles pegados entre otros.
Percarbonato: Blanqueante en polvo efectivo, sobre todo en prendas y superficies blancas.
Artículo publicado en la edición número 66 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.
“Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra”. Así relata san Mateo la llegada de los Magos de Oriente a Belén, único evangelista que se hace eco de este episodio con el que los católicos celebran la Epifanía del Señor cada 6 de enero.
Por Javier Lozano
Epifanía, según explicaba magistralmente san Agustín en uno de sus sermones, es una palabra de origen griego que significa manifestación. “Al manifestarse en este día, el Redentor de todos los pueblos lo hizo festivo para todos ellos”, recordaba este padre de la Iglesia. De este modo, esta fiesta grande que la Iglesia celebra 12 días después del nacimiento de Jesús está repleta de simbolismo. San Agustín enseñaba que “aquellos magos fueron los primeros gentiles en conocer a Cristo el Señor. Sin verse sacudidos por su palabra, siguieron la estrella que se les manifestó y, cual lengua del cielo, les hablaba de manera invisible de la Palabra que aún no hablaba”.
En la Epifanía los católicos son llamados a una excelsa misión: “Adoremos nosotros, cuando ya mora en el Cielo, al que los magos, nuestras primicias, adoraron cuando yacía en una posada. Ellos veneraron en Él, como en anticipo, lo que nosotros adoramos una vez realizado”, concluía el santo que fuera obispo de Hipona.
Sentido del oro, el incienso y la mirra
Se conoce que el Niño Jesús recibió oro, incienso y mirra de los Reyes Magos, lo que no tantos saben es cómo estos obsequios definen la naturaleza de Jesucristo.
Incienso para el Dios: en la religión católica, pero también en la judía y en muchas otras el incienso ha sido utilizado para quemar ante los dioses. Este regalo hacía patente que Jesús era Dios.
Mirra para el hombre: la mirra se utilizaba para embalsamar a los muertos, por eso, este regalo destaca su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura. Sería ya un preanuncio de su Pasión.
Oro para el Rey: este metal precioso era un regalo que tradicionalmente se hacía a los reyes. Con él honraban la realeza de Jesús. Incluso en el Evangelio de Mateo se recuerda que los Magos preguntaron: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?”.
20 + C + M + B + 23
Una tradición extendida en muchas partes del mundo es la bendición de las casas en la Epifanía. Se hace con una inscripción con tiza en el marco de la puerta. Este año que entra sería la siguiente: 20 + C + M + B+ 23. Al principio y al final de esta inscripción parecen los cuatro números del año recién iniciado. Las letras C, M y B son las iniciales de los nombres tradicionales de los magos: Gaspar (Caspar en latín), Melchor y Baltasar. Pero también son las abreviaturas de Christus Mansionem Benedicat (Cristo bendiga esta casa).
Entre los números y las letras aparece la cruz, en la que Cristo derramó su sangre por la humanidad. Con una tiza previamente bendecida se hace la inscripción mientras se recita: “Los tres Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltasar siguieron la estrella del Hijo de Dios que se hizo hombre dos mil veintitrés años atrás. Que el Señor bendiga este hogar y nos acompañe durante este nuevo año. Amén”. Y después se realiza esta oración:
“Te pedimos, Señor, que bendigas esta casa y a cuantos viven en ella: que haya siempre en este hogar amor, paz y perdón; concede a sus moradores suficientes bienes materiales y abundancia de virtudes; que sean acogedores y sensibles a las necesidades de los demás; que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda, y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; cuando salgan, gocen de tu compañía, y cuando regresen, experimenten la alegría de tenerte como huésped; que esta casa sea en verdad una iglesia doméstica donde la Palabra de Dios sea luz y alimento, y que la paz de Cristo reine en sus corazones hasta llegar un día a tu casa celestial. Por Cristo, nuestro Señor”.
Continuamente se escuchan a nuevos matrimonios que deciden no tener hijos: los motivos son muchos y muy diversos. Pero quizá, la pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué tener hijos? ¿Quieres recibir gratis la revista Misión en tu hogar? Solo tienes que rellenar un sencillo formulario: https://bit.ly/3U3ITMO
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