
En esta víspera, el Amor mismo desciende a la tierra. Todo el miedo y el frío se disipan, porque ¿Cómo podría uno tener miedo de un bebé? El mensaje perenne de la Navidad, repetido cada mañana a través de cada amanecer, es que eres amado.
Gracias a todos mis lectores, espectadores y benefactores por su amor y apoyo el año pasado. Enviándoles a todos un gran abrazo y oraciones para que experimenten el amor de Jesús de una manera nueva esta Navidad.
Moral y Luces